(COPE/InfoCatólica) «Desde Roma sobre todo y desde el inicio de su Pontificado hay un dinamismo alegre y esperanzador», explica el cardenal Rouco Varela: «La Iglesia es una realidad compleja y un misterio, porque la presencia del Señor está actuando invisible y visiblemente».
Para el arzobispo de Madrid el Papa Francisco cuenta con muchos apoyos «de diversa naturaleza»: «Yo creo que tiene los más importantes de todos, que son la Iglesia que reza, la Iglesia que ora, la Iglesia que trabaja silenciosa todos los días y también la de todo el episcopado mundial».
Una reforma que está llevando el Papa Francisco de forma externa, «para que lo interno llegue a los más necesitados, a los más aparcados. La clave está en esa reforma interior a la que ayuda la reforma exterior».
De igual manera, el cardenal Rouco Varela muestra que la Exhortación Evangeli Gaudium «es un documento muy jugoso, en una línea de aplicación y desarrollo de la Iglesia que se renueva a partir del Vaticano II es muy sugestivo, va a dar mucha materia de meditación, vida interior e impulso misionero».
«Va a hacer mucho bien», amplia el arzobispo de Madrid, «se la puede leer de un tirón o por partes y ya te ayuda. Se puede aprovechar de muchas formas».
En su visita al Colegio Español de Roma, el cardenal Rouco Varela hace balance del último periodo de la Conferencia Episcopal Española: «En estos años de CEE, han sido un periodo de la historia de España donde hubo que asumir tareas complejas y tareas que tenían como alma el no dejar de evangelizar y el no dejar de darle jugo y darle savia espiritual a la vida y la acción de la Iglesia en España».
De igual manera, pide no sobrevalorar la función del presidente de la CEE: «es un igual interpares, tenemos el mismo voto y ni siquiera hay voto de desempate. Es mejor hablar de la CEE en su totalidad que del presidente», muestra el cardenal Rouco Varela que se siente optimista: «Veo mucho potencial positivo en la sociedad española puesto por la Iglesia». «Hay un cierto repunte de vocaciones; hay un repunte en la vida consagrada y una inmensa labor de caridad que hace en España. Que no nos roben la esperanza».