Carta del obispo de Córdoba (España)

«El juicio de Dios se muestra implacable con los que plantean su vida en el lujo y el derroche»

En la carta dirigida a sus fieles, Mons. Demetrio Fernández recuerda que «hay muchos `lázaros´ a las puertas de nuestras casas, en nuestro ambiente de pueblo o ciudad» y advierte que «el juicio de Dios se muestra implacable con los que plantean su vida en el lujo, el derroche, la vida disoluta y consiguientemente no se acuerdan de los pobres que no tienen ni siquiera lo necesario para vivir».

(InfoCatólica) En su carta con fecha 26 de septiembre, el obispo de Córdoba pide levantar la mirada para darse cuenta que «son millones de personas en el mundo las que no tienen lo elemental para vivir». El prelado asegura que «no podemos pasar indiferentes ante estas situaciones. El juicio de Dios llega a nuestra conciencia para decirnos que somos responsables de tales injusticias».

Dios no tiene la culpa

Don Demetrio exhorta a no echar «la culpa a Dios de lo que hacemos mal los humanos, y pongámonos a la tarea de hacer un mundo más justo y más fraterno, precisamente porque tenemos un mismo Padre Dios».

El obispo predica que «no podemos plantear nuestra vida en el lujo, en los banquetes, en la ropa de moda, en los viajes de placer, en el gasto sin freno, cuando en el mundo, cerca o lejos de nosotros (hoy nada está lejos), hay tantos pobres sin lo elemental para vivir».

Y pide igualmente que «no tranquilicemos nuestra conciencia repartiendo algunas migajas de lo que nos sobra, pues todo lo que hemos recibido tiene una hipoteca social. Nos es dado para administrarlo en favor propio y en favor ajeno. No somos dueños absolutos de nada, aunque tengamos derecho a usar lo necesario».

Peligro de condenación

Mons. Demetrio Fernández asegura que «el que no atiende a su hermano necesitado se pone en peligro de condenación eterna, como le sucedió al Epulón del evangelio, y nos recuerda Jesús ante el juicio final» y concluye recordando que «el juicio de Dios nos alerta. Pongámonos delante de Dios y actuemos en consecuencia».

 

35 comentarios

Ana_MS
Efecto Francisco. Pues sí, por supuesto que hacía falta hablar también de otros tema, sacudir la conciencia de los que estamos dentro y que ni somos homos ni abortamos, pero que también tenemos "lo nuestro". Se acabaron los tiempos de "qué buenos somos nosotros, qué malos son los demás". Mano tendida al que sufre, al herido y al paria, llevando la Buena Noticia con misericordia, tratando de ser reflejos del Amor de Dios, y palos a nosotros. Y me parece muy bien, aunque mi otro yo mundano, comodón y consumista sigue diciendo, desde Francisco, "¡¡¡ay, ay, ay, ayyy...!!!.

Cordiales Saludos
26/09/13 11:49 AM
Roberto
Cuando surgen estos temas siempre me salen las mismas preguntas; hombre, desde luego lujo y derroche no, aunque llevar una vida continua de lujo y derroche creo que solamente lo pueden hacer los que tienen mucho, mucho dinero y les sobra, lo que ocurre es que si no consumimos ¿cómo se mantienen muchos puestos de trabajo de empresas cuya producciön no es de primera necesidad? hostelerïa, restauraciön, coches, deportes ropas, cines....etc. Es cierto que el sistema crea necesidades artificiales, pero de esas "necesidades" vive mucha gente, no se si somos conscientes de ello cuando blandimos la bandera de la austeridad, es que con mucha austeridad no funciona la economïa, otra cosa es si deberiamos hacer otro sistema diferente de bienes, produccion y consumos, que posiblemente si que habria que hacerlo, pero estamos algo lejos, por cierto, ¿hay economistas, empresarios, politicos catolicos que planteen alternativas diferentes y contundentes en vez de repetir que no somos competitivos? Porque no parece que brillen mucho.
26/09/13 1:18 PM
Toledano
Se nota el perfume del P. Rivera en este obispo.
26/09/13 1:44 PM
pacomio I
¡Que gracia oír a u n Obispo católico hablando con el lenguaje católico y no con el de la DEMAGOGIA POPULISTA.!!! Gracias Don Demetrio Gracias y Dios lo guarde y proteja siempre!!!
26/09/13 1:56 PM
pacomio II
COMENTARIO PARA ANA MS: la Iglesia siempre dijo lo mismo que dice el papa actual y enseña Mons. Fernández. La Iglesia nació con Cristo en el Calvario, no con un papa o un concilio o un obispo.
Le recomiendo lea a san Juan Crisóstomo o a San Vicente de Paúl. Gracias. Dios la Guarde.
26/09/13 1:59 PM
Alejandro Holzmann
Toledano, me has quitado las palabras de la boca.

Roberto, lo que dices está muy lejos del Evangelio; el consumismo, el lujo y los bienes suntuosos no se pueden justificar con tu argumentación. Es justamente al revés: porque no se ejercita la austeridad y la pobreza evangélicas es que no funciona la economía. Es lo que vienen denunciando los Papas desde hace décadas.
26/09/13 2:08 PM
rastri
el obispo de Córdoba pide levantar la mirada para darse cuenta que «son millones de personas en el mundo las que no tienen lo elemental para vivir».
_________________

-Y más que habrá monseñor. Porque tanto más el hombre tiene y posee, tanto menos éste se acuerda de que hay un Dios que provee de la necesidad de cada uno.

-Y como esto no es moneda corriente de fe en este mundo; Pues, los pobres siempre existirán. Y aquí el problema que no es tanto que" haya tantos pobres que no tengan lo más elemental para vivir».

Sino que estos, los pobres como así los ricos, no tengan lo más elemental para morir.
26/09/13 2:09 PM
José Jacinto Verde Colinas
Contestando a Roberto, creo haber entendido que él plantea como dos opciones: la primera consistiría en consumir bienes aunque no lo necesitemos, lo que implicaría seguir siendo, de alguna forma, esclavos de la sociedad de consumo; la segunda consistiría, en cambio, en cambiar nuestro sistema consumista por otro distinto, en el que prime más la austeridad y la misericordia y el amor cristiano hacia los más necesitados.

Yo tampoco conozco demasiado bien las alternativas al sistema consumista, capitalista, hedonista, etc. actual, pero estoy bastante seguro de que, si queremos aspirar a ser cristianos coherentes, hemos de decantarnos claramente por la segunda opción, es decir, hemos de intentar transformar el mundo, de manera que en éste prime más el amor y la misericordia hacia el prójimo frente al consumismo y a la búsqueda del placer personal. No tengo recetas especiales, salvo intentar salir de nosotros mismos y donarnos a los demás, tal como nos enseñó Jesucristo en los Evangelios y tal como nos enseñaron tantos santos. Cuando cambiemos nosotros, el mundo cambiará.

De todas formas, creo que algunos si han hablado de ciertas alternativas al capitalismo y al socialismo, como por ejemplo el distributismo, pero reconozco que no sé muy bien en qué consiste (parece ser que sería algo así como crear gremios o mini-empresas de carácter familiar en las que pudiese ser factible
tanto el auto-consumo como el intercambio con otros gremios o mini.empresas).
26/09/13 2:33 PM
Ana_MS
Querido Pacomio:

Ya lo sé, pero hacía tiempo que no se escuchaba algo tan enérgico sobre el tema y para los de "dentro", al menos aquí, en España. Hacía mucha falta.

Cordiales Saludos, y quede usted con Dios.
26/09/13 3:06 PM
Roberto
Alejandro Holzmann, de ninguna manera estoy justificando el consumismo, el lujo y los bienes suntuosos, ciertamente están lejos del ideal evangélico, lo que si planteo es problemas reales y concretos que afectan a la economía y la sociedad. Si en los grandes principios estamos todos de acuerdo ¿pero como se concretan en una sociedad competitiva de libre mercado y en la cual se fomentan "necesidades" artificiales (de las cuales, repito, vive mucha gente)? ¿O como organizar otro orden social y económico? Porque muy unidos tampoco se puede decir que estemos en un proyecto común que aglutine a gran parte de la humanidad.
26/09/13 3:11 PM
Roberto
Para Jose Jacinto Verde Colinas:

La verdad es que consumir algunos bienes (que no siempre son necesarios, ciertamente) no implica ser esclavos de la sociedad de consumo, aunque sí que permite que muchas empresas sigan funcionando, si no ¿como funcionan las empresas si nadie les compra? También hay que decir que no se puede consumir si no se tiene. Ciertamente que lo ideal sería otro orden social y económico u otras alternativas (por ejemplo nombras el distributismo) o las empresas de interés social u otras iniciativas de economía alternativa. Pero en todo esto hay un gran camino por recorrer todavía y asumir muchos riesgos, experimentos y pasos que suponen mucha audacia, colectivos muy unidos y coordinados y por supuesto riesgo de fracaso.
26/09/13 3:21 PM
Luis I. Amorós
Me ha gustado leer a monseñor Fernández, impartiendo una doctrina clara sobre un tema de candente actualidad: la falta de caridad al compartir los bienes propios. Y frente al egoísmo materialista, opone la austeridad y generosidad del mensaje evangélico de la Iglesia. Sigue la estela del papa, y sin duda es bueno que se recuerden estas cosas para enseñanza de cristianos y no cristianos.

Y me ha sorprendido agradablemente ver que es capaz de emplear también la admonición... y admonición severa: "el que no atiende a su hermano necesitado se pone en peligro de condenación eterna". Hacía tiempo que no oía a un obispo hablar de la condenación eterna.
Creo que es bueno, porque se trata de una advertencia medicinal: se hace para ayudar al errado a retornar a la senda de Dios. Tiene un valor positivo, pues advierte de las consecuencias de los actos terrenales en el Juicio divino.

No dudo que pronto escucharemos a otros prelados aludir a la condenación que acarrean los pecados graves, tanto este del egoísmo como otros incluso más atroces.
Por ejemplo, que una madre mate a su propio hijo.
26/09/13 4:22 PM
Alejandro Holzmann
Roberto:

Las necesidades artificiales, bienes suntuarios, lujo superfluo, etc., son propias de un mundo que ha perdido el orden original querido por el Creador. Pero la justicia es capaz de restaurar el orden que se ha perdido. Un sólo ejemplo. Se sabe que sólo una parte del armamento del mundo bastaría para terminar con el hambre.

Por otra parte, cuando los hombres viven los valores evangélicos ya no se necesitan bienes superfluos. Y si no hay demanda tampoco habrá oferta. Y eso no significa que aumentará necesariamente la tasa de desempleo. El empleo simplemente se orientará a otras cosas más necesarias.

En todo caso, sobre los principios y fundamentos de un orden social, económico, político y cultural justos la Iglesia en su doctrina social ha hablado mucho, muchísimo. En ella seguro encontrarás las respuestas a tus preguntas.

Paz y bien,
AHK.
26/09/13 6:05 PM
Yolanda
El problema de estas prédicas es lo evanescentes e inconcretos que son sus términos. ¿Habrá mucha gente, si es que hay alguien que admita que "plantea su vida en el lujo y el derroche"?

Cuando don Demetrio dice que "no podemos pasar indiferentes ante estas situaciones", ¿quién que dé algún dinero a Cáritas, Manos Unidas, AIN, etc, cree que le están acusando a él?

¿Quién que tenga un sueldo medio y un mediano pasar cree que "plantea su vida en el lujo y el derroche" cuando celebra una boda o un simple cumpleaños o compra los Reyes de sus hijos?.
Sin embargo, millones de personas que llevan una vida de miseria encontrarían que aun la considerada clase más baja de los países del primer mundo "plantea su vida en el lujo y el derroche".

Predicar contra un pecado que no ofrece parámetros objetivos es como no predicarlo. ¿Cómo predicaría Jesús a Zaqueo para que éste fuera capaz de CUANTIFICAR su pecado y la restitución del mal causado?
26/09/13 7:06 PM
Ana_MS
Yolanda:

Estoy convencida de que en el fuero interno, sí. Otra cosa es que de boca para afuera se diga lo que sea o que se trate de autojustificarse, pero eso mismo ya es señal del "raca-raca" de la conciencia, a la que no se la puede amordazar.

Cordiales Saludos.
26/09/13 7:22 PM
susi
Es muy fácil engañarnos y pensar que nosotros no tenemos lujos. Sin embargo, para vivir una vida digna son necesarias muy pero que muy poquitas cosas.Yo, desde luego, sí que entono el mea culpa
26/09/13 8:02 PM
Demetrio Fernandez, obispo de Córdoba
Sí, esta doctrina es del Evangelio. Es el Evangelio del próximo domingo, donde Jesús habla claramente de la condenación eterna para quienes son incapaces de amar y se obstinan en no capacitarse, porque prefieren su propio egoismo. Y eso que parece tan etéreo se concreta en el dinero, en el talante de vida, en la capacidad de compartir con los demás. ¿Cuánto das de tu cuenta corriente? ¿Llegas al diezmo, que ha sido praxis de siglos en la Iglesia? Y si eres capaz de más, véndelo todo, dáselo a los pobres y tendrás un tesoro en el cielo y sigue a Jesús. Así lo hizo san Juan de Ávila y tantos santos, como san Francisco de Asís, cuyo nombre ha tomado el Papa como programa de su pontificado.

Que se note en esta enseñanza el perfume del P. Rivera me honra y me llena de alegría. Sí, ha sido él el que desde Toledo nos ha hecho ver que esto es posible, viviéndolo en su propia carne, despojándose de todo (hasta de la fama). Y aunque estemos lejos de la realidad que él vivió heroicamente, al escuchar al Papa Francisco me recuerda muchas de sus enseñanzas. Otros tendrán otras referencias. La Iglesia es muy abundante en la vivencia de esta Palabra de Dios. Pero sea cual sea la referencia, el Evangelio es muy claro y es posible vivirlo. Así nos lo muestran los santos.
26/09/13 8:52 PM
Luiscar
Se cuantifica con el Amor. Cuanto mas amas a Cristo,por Gracia,mas dispuesto estas a desprenderte,primero,ayunando de lo innecesario,y, avanzando por el camino de perfeccion,al ayuno de lo necesario,para darlo a los que ayunan por necesidad.

"De gracia recibisteis,dad de gracia".

Si has sido llenado del Amor de Dios,es para que te vacies de vanos deseos.

Que lejos estamos de Cristo,cuando estamos llenos de palabras,en vez de vivificar SU Palabra.

No nos quedemos con nada que no sea para dar algo.
No quieras nada para ti,mas que a Cristo en ti;es lo unico que vale la pena quedarse,para crucificarse.

Lujo y derroche,es satisfacer las bajas pasiones(todas egoistas).
Asi derrochamos la vida,y es un lujo que no nos lo debemos permitir
26/09/13 9:50 PM
cristina moreno
A mí me ha impresionado lo de "Dios no tiene la culpa", verdad de Perogrullo para nosotros los católicos, pero que no asumimos socialmente. Echar la culpa a Dios está arraigado hasta en la lengua que usamos, cuando decimos cosas como "qué habrè hecho para que Dios me mande esto", "es un castigo divino", y cosas por el estilo.
Me sorprende -seré ingenua- oír a católicos o cristianos en general preguntarse desconfiados "por qué permite Dios tal cosa o tal otra".
Me encanta don Demetrio. Me gustan los pastores sin pelos en la lengua. Ne gusta que me recuerden con frecuencia que hay un juicio de Dios, que se me pedirán cuentas de las inversiones...
26/09/13 10:12 PM
Germano
Dios le ha preparado su corazón para ir a Madrid.
26/09/13 11:05 PM
Nova
A mí, la verdad es que estas palabras de Mons. Demetrio Fernández, me dejan bastante fría. Porque, ¿Quiénes son hoy, en España, los que pueden plantearse su vida "en el lujo, en los banquetes, en la ropa de moda, en los viajes de placer, en el gasto sin freno"?

Ése no es, ni por asomo, el caso de muchísimos españoles (desde luego, el mío no lo es), sean empresarios, trabajadores o funcionarios, que están - estamos - fritos a impuestos y luchando por salir adelante como buenamente podemos, en medio de una crisis económica espantosa.

Así es que yo hubiera preferido que este Obispo, o cualquier otro, predicara sobre la Doctrina Social de la Iglesia y sobre lo que nos está haciendo al pueblo español la corrupta y derrochona clase política y sindical que padecemos en España y que, ésos sí, en no pocos casos se pegan "la vida padre" a costa de los españoles, según está saliendo a la luz sin cesar. A ésos sí que vendría bien que se les recordara que existe un Infierno, Monseñor.
26/09/13 11:45 PM
Pepito
Entiendo que todo aquel que tenga algo de sobra o superflúo o que gasta en algo innecesario, en vez de dárselo al necesitado, tendrá que responder a Dios de porqué no lo hizo.

El juicio será más terrible para todo aquel que haya acumulado más cosas superflúas o haya gastado en más cosas innecesarias.

Grandes e incluso medianas sumas de dinero acumuladas en el Banco, esas joyas y pedruscos superflúos para presumir, esos cigarrillos consumidos de más, esas comilonas, bebida y tapeo de más, esa ropa que no necesitamos realmente sino por ir a la moda y presumir, los zapatos, bolsos y complementos de que tenemos saturados los armarios femeninos, como aquella famosa Imelda de Filipinas que tenía no sé cuantos pares y pares de zapatos, cremas de belleza y demás potinges varios y un largo etcétera.

Pienso que, unos más y otros menos, todos incurrimos, salvo santas y raras excepciones, en alguna acumulación superflúa o en algún gasto innecesario, o ambas cosas, por las que tendremos que dar exacta cuenta a Dios cuando al caer de la tarde seamos examinados sobre el amor.

!Que Dios nos coja confesaos o por lo menos arrepentidos¡
27/09/13 12:55 AM
María
Pues el Juicio de Dios será aún más severo contra muchos programas de televisión que incitan a la inmoralidad más aboluta (aunque decir esto no está de moda), a los que promueven la educación sexual entre los niños (perversión de menores) inculcándoles que uno no se enamora del sexo contrario si no de la "persona", cualquier relación vale, Porque el juicio Dios será severo contra los ricos, pero me temo que será más terrible contra los que matan el alma.
27/09/13 8:52 AM
yo mismo
Yo no soy ningún ricachón pero me siento interpelado por el Evangelio, por las palabras del Papa y por las del Obispo Demetrio Fernández, porque podría hacer mucho más de lo que hago con mi dinero y con mis obras para ayudar a los más necesitados y necesito enmendarme.

Yo también tengo mi parte de culpa en que no haya más gente que se acerque a Dios, no voy a escurrir el bulto diciendo: bah, como yo no soy millonario y además doy un dinerillo para tal obra de caridad, esto no va conmigo. Siempre se puede hacer más de lo que se hace, hay quien consigue llegar al diezmo y hay quien vende todo lo que tiene y sigue a Jesús.

Cada uno de nosotros debemos intentar superarnos un poquito cada día. Habrá veces que fracasemos, pero lo importante es seguir luchando hasta el final.
27/09/13 1:00 PM
Ana_MS
¡Pues no sé la razón, pero me da la impresión que el Dia del Juicio (que es individual y por lo que hizo o dejó de hacer cada uno, y según su corazón), eso de echar las culpas al gobierno o a la tele, o protestar diciendo "pues fulanito hizo esto o lo otro, y yo no soy tan malo" no va a colar...!. Se intentará, pero creo yo que no, no , no....

Saludos Cordiales.
27/09/13 1:17 PM
Pepito
La Iglesia tendría que instaurar un premio para todos aquellos laicos y laicas que fuesen capaces de vivir acumulando y gastando menos en cosas superflúas.

Y digo premio solamente a los laicos, porque se sobreentiende que los sacerdotes, obispos, religiosos y consagrados ya viven la pobreza evangélica no acumulando ni gastando nada superflúo o muy poco.

Así como en el mundo se hace gala y se admira más a los que viven con más lujo y tienen más dinero acumulado en los Bancos o Fondos de inversión, debería suceder lo contrario en la Iglesia y conceder algún premio a los que son capaces de vivir y trabajar normalmente acumulando menos dinero y gastando menos en cosas innecesarias.

Se le podría llamar "premio a la pobreza y austeridad laica católica" y podría consistir en un viaje a Roma para convivir unos dias en compañía del Papa Franciso o en pasar algunos días de ejercicios en algún convento situado en un paraje agradable como el de las Escalonías, o simplemente en tener una entrevista conviviencial con nuestro Obispo charlando en privado de cosas espirituales y asistiendo a su Misa episcopal, etc.....
27/09/13 2:06 PM
Carlos
Estimados Hermanos y Miembros del Cuerpo Místico.Es como lo dice monseñor.Muchas gracias.
27/09/13 2:24 PM
Jayan
Ana_Ms, tenga usted en cuenta que usted no va a tener voz ni voto en el Juicio particular de esas personas, por mucha vocación que usted tenga, pues esto solo corresponde a Dios, y a pesar de los aparentes dispendios que tanto le escandalizan a usted, sólo Dios sabe lo que hay en el corazón de las personas.
27/09/13 4:40 PM
María del Carmen
Pues yo estoy con Roberto , si dejamos de viajar comprar algunos caprichos etc etc q va a pasar con la industria? Es tan malo disfrutar de lo q hemos ganado trabajando en invertirlo ( sin olvidar de compartir ) en una tarde de teatro, cine, con un libro ,comprando este I pad con el q m informo de todo,o dándome unas ricas vacaciones? Contemplar mares y paisajes todo hecho por la voluntad de Ntro Padre?
27/09/13 11:16 PM
FDC
Leo DE ALGUNAS PERSONAS que estan en AUTODEFENSA NEGANDO sobre los DERROCHES QUE HACEMOS: En la comida; Tan solo en California, E.U. Se botan a la basura 300-Mil-Toneladas/Mensuales, de comida, sin contar las fiestas de Navidad. EN TODO E.U., En "ENVELLESIMIENTO QUIRURJICO de ambos sexos", se gastan $$$$550-BILLONES$$$$ anuales si contar LOS COSMETICOS. . . En ropaje, el hombre gasta $$$450-Millones$$$ anuales. La mujer $$$$2.3.7-BILLONES anuales.. . .SI ESTO NO ES DERRRRRRROCHE, DE QUE HOTRA FORMA HAY QUE LLAMERLE? ? ? ? Dios Eterno y Misericordioso: P E R D O N A N O S! ! !
27/09/13 11:30 PM
Antonio
¿Este Obispo predica con el ejemplo?
28/09/13 10:50 AM
Luis Fernando
Antonio, puedo dar testimonio de que sí predica con el ejemplo. Ayuda a gente con necesidades. Y su familia, también.
28/09/13 1:13 PM
Pepito
Maria del Carmen:

Un cierto gasto en ocio es aceptable (teatro, cine, libros, viajes) pero si al mismo tiempo sabemos que millones de personas están muriendo de hambre o sufren carencias en bienes básicos (alimentación, sanidad, educación) deberíamos reducir los gastos de ocio al mínimo, con objeto de conseguir que a nadie le falte lo necesario.

De buena gana debo dejar de ir al teatro o al cine (y más aún si es un teatro o cine mundanos, que promocionan los vicios y ridiculizan las virtudes) si a cambio de ello puedo evitar que un niño se muera hoy de hambre o evitar que alguien muera hoy por carencia de las adecuadas medicinas o atención sanitaria.

Es cuestión de prioridades, sabiendo que optar por satisfacer las necesidades más urgentes y básicas de muchos de nuestros hermanos, pasa inevitablemente por por sufrir algún sacrificio o carencia en la satisfacción de necesidades accesorias y no imprescindibles.

Por otra parte, además del cine, teatro, libros, viajes, etc, está el cultivo del santo ocio de la oración, por la que puestos sinceramente ante el Padre, Señor y dueño de todos los bienes, y a la vista de los grandes males que sufren nuestros más pobres y pequeños hermanos, cobramos luz y fuerza para aceptar con alegría la carencia de cosas superflúas y abstenernos de hacer gastos en ocios innecesarios.
28/09/13 1:29 PM
Jayan
Pues yo sigo sin verlo claro. En el fondo, se propone un sistema comunista. Y el comunismo no hace feliz a la gente, la gente empieza a ponerse triste, todo el mundo empobrece, y al final no hay quién dé limosna, y al final tienes que pedir ayuda a gente feliz, probablemente a países del sistema capitalista, donde son felices gracias al ocio, y como son felices te dan limosna.
28/09/13 5:33 PM
Pepito
Jayan:

En el fondo lo que se propone es un sistema económico espiritualista, es decir, un sistema en el que los bienes materiales sean usados y administrados según el orden de la Caridad que es conforme al Espíritu del Amor a Dios y al prójimo y respetuoso con la divina voluntad del destino universal de los bienes.

Teniendo Caridad, que es una participación nuestra en el Amor de Dios, la gente no es infeliz ni se pone triste, conformándose con tener sólo los bienes necesarios y prescindiendo de acumular y usar bienes supérfluos, sino al contrario, la gente es feliz porque de ese modo todos los demás también poseen los bienes precisos sin que nadie padezca necesidad de bienes esenciales como son alimento, vestido, casa, sanidad, educación y un cierto ocio santo que sea promotor de las virtudes y no alentador de los vicios.

El orden económico espiritual, fundado en la Caridad de Dios, se goza ante todo de cumplir la voluntad divina respecto de los bienes materiales, que consiste en que todos los hombres tengan los bienes necesarios para realizarse como seres humanos e hijos de Dios; y no se entristece ni apena de que para ello se tenga que prescindir de acumular y de usar bienes superfluos.

Esa tristeza y penurría de la que hablas se adueña tan sólo de aquellos que, despreciando el sumo bien de la Caridad, ponen su alegría en la acumulación de bienes materiales innecesarios y en el disfrute de lo superfluo.
30/09/13 11:40 AM

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