(EP/InfoCatólica) Según han explicado a Europa Press fuentes del Ministerio Público, de su análisis de la charla pronunciada en la mezquita Ibn Rochd de Benzú, de más de una hora y media de duración, no se deduce que el predicador melillense incurriese en ninguno de los ilícitos contemplados en el Código Penal.
«En relación con la violencia de género, la legislación alude a la realización de acciones concretas, en forma de amenazas, lesiones, coacciones o malos tratos, mientras que sobre discriminación por sexo o religión el artículo 510 del Código Penal se refiere a incentivar ‘la discriminación, al odio o a la violencia», ha recordado la Fiscalía, que no ha apreciado tales actitudes en la conferencia.
La secretaria de Igualdad del PSOE de Ceuta, Sandra López Cantero, fue la primera en denunciar la presunta «apología de la violencia de género» realizada por Benaisa al poner en solfa sus declaraciones y la emisión y redifusión de las mismas en la televisión pública autonómica. El Gobierno local que preside Juan Vivas (PP) se limitó a defender que «el respeto a los credos y la supremacía de los valores democráticos deben ser compatibles».
La polémica acabó generando la ruptura de relaciones entre los socialistas y el primer grupo de la oposición en la Asamblea, la coalición Caballas, que afeó al PSOE haber «ofendido a todos los musulmanes de la ciudad» y creado un «incendio» social de forma «interesada y electoralista» a pesar de que su líder, Mohamed Ali, aseguró que su formación no secundaba sus aseveraciones dejando claro que «mi esposa se perfuma, a mí me gusta, no es una fornicadora y ambos somos musulmanes».
A raíz de la polémica en los medios, Benaisa volvió a Ceuta para, rodeado por unos 150 ceutíes, en su mayoría mujeres, que se concentraron para apoyarle ante una mezquita, lamentar la «descontextualización» de sus afirmaciones, que según dijo iban dirigidas exclusivamente «a las mujeres musulmanas» en sintonía con «las enseñanzas del Profeta» y del Corán».«Mi mensaje siempre ha sido el de aconsejar, y no el de imponer, pues esto no forma parte del Islam, ya que en el Corán Dios nos deja claro que «no existe coacción en la religión», refirió el melillense, quien también afirmó que la expresión ‘fornicadora’ no tenía en su discurso el tono ofensivo que se le podía conceder fuera de la misma y que su esencia era de aplicación tanto para hombres como para mujeres que, acicalándose en exceso para salir a la calle, buscasen ser infieles «a sus parejas y a Dios».