(Diogo Ximénez / InfoCatólica) Según el Papa la tentación de ideologizar la fe se verificó en la Iglesia desde el inicio y consiste en «buscar una hermenéutica de interpretación evangélica fuera del propio mensaje evangélico y fuera de la Iglesia». Este aspecto es sólo uno de los diversos que integran un detallado análisis eclesial que el Obispo de Roma presentó a los obispos latinoamericanos y que junto con el discurso que pronunció a los miembros de la Conferencia Nacional de los Obispos de Brasil (CNBB) forman una especie de díptico que se complementa.
Entre las diversas formas en que el contenido de la fe cristiana puede ser distorsionado coloco cuatro que son actuales en América Latina y les llamó: el reduccionismo socializante, la ideologización sicológica, la propuesta gnóstica, y la propuesta pelagiana.
El reduccionismo socializante es la «pretensión interpretativa en base a una hermenéutica según las ciencias sociales y abarca los campos más variados, desde el liberalismo de mercado hasta la categorización marxista». Sería - según su análisis - la ideologización más fácil de descubrir y ya afectó mucho a la Iglesia pues en el pasado fue muy fuerte.
La ideologización psicológica reduce el encuentro con Jesucristo y su ulterior desarrollo a una experiencia de «autoconocimiento», es imanentista y autorreferencial y suele ofrecerse a través de cursos de espiritualidad y retiros espirituales. «No tengo nada contra el enegrama en sí, pero cuando este es lo esencial durante la primera semana completa de unos ejercicios espirituales, díganme, por favor, dónde queda el coloquio misericordioso con Cristo resucitado», cuestionó.
La propuesta gnóstica suele darse - de acuerdo con el Papa - en «grupos de élites con una propuesta de espiritualidad superior bastante desencarnada» que termina por desembarcar en posturas pastorales polémicas. «Fue la primera desviación de la comunidad primitiva y reaparece, a lo largo de la historia de la Iglesia, en ediciones corregidas y renovadas, vulgarmente se los denomina 'católicos ilustrados', por ser actualmente herederos de la Ilustración».
Les contó que con motivo del inicio del pontificado comenzó a recibir una serie de cartas con demandas de éstos grupos: «que se casen los curas, se ordenen las monjas, se les de la comunión a los divorciados, no van a la raíz de los problemas».
Y por último, la propuesta pelagiana, que aparece fundamentalmente bajo la forma de restauracionismo que ante los males de la Iglesia se busca una solución sólo en la disciplina, en la vuelta de conductas que están superadas, o en una excesiva «seguiridad» doctrinal.
Cómo superar las tentaciones del discipulado misionero
Para el Papa Francisco «toda proyección utópica hacia el futura o restauracionista para el pasado» no puede ser considerada como sana para la vida de la Iglesia, es importante saber que el discípulo siempre sufrirá tentaciones, «ser tentado forma parte de la propia vida del cristiano».
En otro lugar del análisis el Papa sugiere que la solución a estos y otros problemas no es otra sino la fidelidad a Cristo y «tener siempre presente que la brújula para no perder el camino es la identidad católica concebida como pertenencia eclesial».
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