Recuperé en muy poco tiempo una sensación de paz mental increíble

«Sí, yo fui adicto a las redes sociales»

Gustavo Entrala es un apasionado de las redes sociales y, de hecho se percibe en él en cuanto me recibe y atravesamos la curiosa entrada de su agencia de publicidad 101. Este granadino logró enseñar al mismísimo Papa Benedicto XVI a usar twitter, historia por la que está ya algo cansado que le pregunten porque el tema ya ha sido tratado desde todos sus puntos de vista en los medios de comunicación. Nos confiesa cómo salió de su adicción para servir de modelo para padres e hijos en su misma situación.

(ABC/InfoCatólica) Centrados en una larga conversación sobre si los jóvenes hacen un buen uso o no de las redes sociales, dispara lo que es una verdadera confesión: «yo he estado enganchado a las redes sociales». Eso sí, no nos deja solo con el titular. Nos añade el subtílulo: «he logrado salir de esta adicción».

La pregunta no se hace esperar: ¿Cómo? «Igual que muchas personas esperan a que toquen las doce campanadas y comience el año nuevo para ponerse a régimen o dejar de fumar, yo esperé al 1 de enero de 2013 para concienciarme y emprender mi propia dieta, la de las redes sociales. Me comprometí a que a partir de ese día encendería el móvil solo cuatro veces al día, y estaría conectado durante media hora, y que a las nueve de la noche lo apagaría».

Los primeros días fueron muy difíciles porque había adquirido un gran hábito, como un tic, de estar dando constantemente con el dedo al teléfono para que se encendiera la pantalla y ver cuantos mensajes tenía de sus seguidores. «Al principio, la mano se te va casi sola, sin pensarlo, al bolsillo del pantalón o la chaqueta para coger el móvil, y tienes que hacer un gran esfuerzo por no caer en la tentación. Se hace cuesta arriba, pero es posible superarlo».

Recuperar la paz mental

Los fumadores, cuando llevan poco tiempo sin fumar, recuperan el olfato. «Yo recuperé en muy poco tiempo una sensación de paz mental increíble». Reconoce que hasta entonces su vida estaba dominada por las redes sociales. Todo circulaba entorno a ellas.

«En mi trabajo no me podía concentrar. Tenía interrupciones cada dos por tres por estar atento a los mensajes de whatsapp, facebbok... y me entretenía respondiendo, buscando mensajes o imágenes originales para enviar a mis 6.000 seguidores. Hacer todo eso, alimentar las redes sociales, lleva mucho tiempo. Es como un trabajo con plena dedicación. Lo único que no pagan por ello –dice en una amplia carcajada–. Antes, cuando terminaba la jornada de trabajo tenía la sensación de no haber parado un minuto y, sin embargo, me había cundido poco. Sentía un desgaste de cerebro y gran caos en la cabeza. Ahora logro concentrarme mucho mejor».

Alejarse de las redes sociales también le ha permitido relacionarse mejor con las personas de su alrededor, cara a cara, sin una pantalla entre medias. «Con mi propia familia he cenado tranquilo, con el móvil apagado, hemos hablado más que antes y nos hemos mirado más a los ojos. A las reuniones de trabajo ya no me llevo el teléfono y el resto de trabajadores lo deja en modo avión, con lo que hemos evitado muchas distracciones. Hay personas, y muchos jóvenes, que dicen que son «multitarea». Eso no es cierto. Es imposible hacer muchas cosas al mismo tiempo porque se ha demostrado en muchos estudios que nuestro cerebro no está preparado para estar cambiando constantemente de tarea y ser productivo. Quizá lo esté en futuras generaciones con el trote que le estamos dando actualmente al cerebro, pero ahora no».

«El que mire el móvil paga la cena»

Gustavo Entrala comenta que cuando va a cenar le resulta habitual ver a sus amigos pendientes del móvil y si le suena a alguno sienten la urgencia de atenderlo y dejar con la conversación en la boca a quien precisamente tiene enfrente. Por este motivo, ahora cuando queda con ellos han llegado a un acuerdo: el primero que mire el móvil paga la cena. «Es la mejor manera de disfrutar de las personas con las que se queda», dice sonriente.

Análisis personal

Recomienda que cada persona analice el uso que hace de las redes sociales y el tiempo que pasa alimentándolas. Tanto los padres como hijos deben pensar que son adictos si:

  • Siente angustia si se olvida el teléfono en casa.
  • Mira contantemente el móvil esperando ver mensajes de sus seguidores.
  • Deja de estudiar o trabajar para dedicarse a responder mensajes.
  • Sufre malestar si está en un lugar sin cobertura.
  • Padece gran inquietud si le queda poca batería, y más aún si no tiene a mano un cargador.
  • Si dice algo como: «no sé quién me dijo que...», sin recordar el nombre ni en que situación. Esto es resultado de una saturación de mensajes y conversaciones con seguidores y de un volumen de información es excesiva.
  • Si siente que está invirtiendo más tiempo en una vida que es irreal, más que en la verdadera vida real de las relaciones con las personas que están a nuestro lado.

11 comentarios

José Luis
Me compré un móvil para nada, porque al final se acumulan las llamadas perdidas: 10, 20 y va para los treintas y lo que sigas y no suelo responder. En una ocasión alguien me llamó la atención: "¿tienes un teléfono móvil y no atiendes a la llamada"?

Muchas veces lo he pensado, en darme de baja del móvil, porque es que se cobran un dineral por las llamadas que no hago.

Además, teniendo Internet, ya es suficiente con el correo electrónico si alguna persona me diese alguna información.
16/06/13 10:48 AM
Maria-Ar
No lo he experimentado, a Dios, gracias!, pero se me ocurre que podría ser una forma de egolatría, si?
Y como todos los vicios..para no entrar y poder salir de ellos.. ora et labora!
+
16/06/13 4:58 PM
Fran J.
si uno no se controla se llega a perder tanto tiempo estando pendiente de las tales redes sociales, a veces de cosas que ni a uno le deberian de importar, yo lo digo porque yo fui adicto a toda clase de redes sociales , desde los primitivos messengers, chats y foros hasta los mas modernos. se dice que esto es mas asunto de los mas jovenes pero conosco personas mayores de 60 años que se la pasan pendientes todo el tiempo en forma obsesiva de que hay de nuevo en su facebook o twitter. es desagradable estar reunido con alguien que pasa mas atento de su telefono movil que de la conversacion que se esta teniendo, por eso mi celular cuando estoy en una reunion procuro mantenerlo bloqueado para no recibir ningun mensaje ni llamada y asi poder dar el ejemplo a los demas para que pongan atencion a la reunion y no a su telefono. En realidad hasta extraño esa epoca en que el unico medio de comunicacion directa con alguien que estaba lejos era el telefono fijo.
16/06/13 5:34 PM
José Jacinto Verde Colinas
Estoy totalmente convencido de que las redes sociales, así como el excesivo uso de Internet u otras tecnologías, pueden producir una auténtica adicción.

En mi caso particular, jamás he sido adicto a las redes sociales, pero sí que he de reconocer que estuve durante algún tiempo (no mucho) dado de alta en Facebook para apoyar a ciertas instituciones, principalment pro-vida. Sin embargo, en parte porque observé que, sin proponérmelo, empezaba a recibir demasiados correos electrónicos de supuestos "amigos" de Facebook y en parte porque uno de mis catequistas del Camino Neocatecumenal, al que pertenezco, nos habló del peligro de las redes sociales, no tardé mucho en darme de baja y, desde entonces, no quiero saber nada de las mismas.

Además, últimamente procuro utilizar Internet con más moderación que hace algún tiempo.

Es posible que esté un tanto desfasado tecnológicamente, pero puedo decir también que, en mi caso particular, creo que tengo un móvil relativamente antiguo (es decir, de hace probablemente más de 5 ó 10 ños) y con el mismo tengo más que suficiente para realizar llamadas telefónicas y enviar mensajes de texto. No necesito más.

En definitiva, sin duda alguna, hay que tener cuidado con la tecnología. Si no, puede convertirse en una adicción. Es mucho mejor realizar otras cosas, como leer, escuchar música clásica, ver solamente algunos programas de TV de interés, etc.
16/06/13 9:04 PM
José Jacinto Verde Colinas
¡Ah! Se me olvidaba. Otra muy buena opción a la excesiva utilización de la Tecnología es escuchar Radio María.
16/06/13 9:10 PM
P. Antonio Rivero, L.C.
Excelente artículo y testimonio.

Totalmente de acuerdo.

Yo, que soy profesor, noto que los alumnos que más usan las redes sociales son muchos de ellos los que más faltas de ortografía tienen, los que menos piensan a la hora de los exámenes, los que menos se relacionan con los demás...o son más superficiales y no son capaces de llevar una conversación edificante o de altura.

No abogo para que no haya redes sociales...sino que se utilicen con criterio y moderación, y con un fin noble.
16/06/13 10:47 PM
Claudio
y la mejor de las opciones: comprar un celular que SOLO haga llamadas y reciba SMS. nada mas.
16/06/13 11:03 PM
Franco
Creo que yo me estoy volviendo adicto a Infocatolica. Me parece que tendria que dejarlo algun tiempo...
17/06/13 3:38 AM
Memob
Yo considero que el 90% de las adicciones son consecuencia de un vacío espiritual, en el caso particular de los smartphone y las redes sociales pueden ser una excelente herramienta para fomentar la cultura, los valores e incluso el convivir con personas de países lejanos por ejemplo. Pero, como muchas cosas, mal utilizadas pueden afectar el matrimonio, el trabajo, la estabilidad emocional e incluso la relación con Dios, para mi es maravillosa la existencia de las nuevas tecnologías y poseer un móvil inteligente, y si alguna persona se engancha en esto de forma adictiva y perjudicial, habrá que encontrar el origen en problemas emocionales o espirituales y no tanto en los aparatos y redes sociales en sí.
17/06/13 6:42 AM
Menka
¿De qué época suya es la foto?
17/06/13 10:10 AM
.arisela Soriano
Yo ya soy adicta a las redes sociales. Mi cabeza está loca, mi vista cansada y yo totalmente atolondrada! Ayer casi me atropellan! Por poco ya no estaría escribiendo esto. Extraño los días en que un buen libro era suficiente para mi. :'(
18/06/13 4:18 AM

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