(Efe/InfoCatólica) Ante las teorías del obispo de que hay una conspiración para disminuir la población, Sanz le ha invitado a que acuda a la Cámara a conocer el grupo socialista, donde ahora hay ocho embarazos y numerosos diputados que están teniendo hijos y nietos. «La iglesia se tiene que preocupar ahora por las necesidades de la sociedad», y no por estas cuestiones, ha lamentado.
Izquierda Unida, a través del diputado Ricardo Sixto, ha emplazado a los obispos a que se «preocupen de las almas» y «dejen en paz los temas de cintura para abajo». El obispo de Alcalá de Henares, ha dicho, ya tiene acostumbrada a la ciudadanía a «sacar los pies del tiesto, tanto sobre la sexualidad humana como el aborto» y lo que tiene que hacer es dejar que cada uno decida con su cuerpo lo que tenga que hacer.
Ya no como diputado y político, sino como católico, el portavoz adjunto de CiU, Pere Macías, ha lamentado las afirmaciones del obispo y las ha calificado de «muy excesivas». A su entender, urge un «gran cambio generacional» en la Iglesia para que «personajes como estos» no alejen a más personas de la fe. «Me parece que los caminos del Señor son totalmente opuestos a estos pronunciamientos tan raros de este obispo».
Más centrada en el asunto de la reforma de la ley del aborto, la diputada de Geroa Bai Uxue Barkos ha insistido en que si el Gobierno pretende un «reposicionamiento» de la Cámara sobre la legislación actual «se equivoca» y será un «franco error», ha advertido.
El obispo de Alcalá de Henares y presidente de la Subcomisión de Familia y Vida de la Conferencia Episcopal Española (CEE) acusó a universidades, partidos políticos, sindicatos, a la ONU, la UNESCO, y a algunas ONG de grandes grupos internacionales de financiar proyectos, como el aborto, para disminuir la población en el mundo y reducir así el número de «comensales» sentados a la mesa.