(InfoCatólica/Agencias) «A mí siempre me protegen los tres Franciscos, el de Javier, el de Asis y el de Sales», bromeó el arzobispo en el puesto de abastecimiento de la Venta de Judas, refiriéndose al nombre del nuevo Pontífice, que se inspiró, según ha explicado hoy, en San Francisco de Asís.
En esta segunda Javierada, la salida del Vía Crucis desde Sangüesa tuvo lugar a las 15.00 horas y dos horas más tarde, a las 17.00 horas, comenzó la Misa en la explanada del castillo de Javier. En esta ocasión, la eucaristía estuvo presidida por el presidente de la Conferencia Episcopal Española y arzobispo de Madrid, el cardenal Antonio María Rouco Varela. Con él concelebraron el Arzobispo, Mons. Francisco Pérez, el obispo auxiliar, Mons. Juan Antonio Aznárez, y los obispos de Teruel-Albarracín, Mons. Carlos Manuel Escribano Subías y de Calahorra y La Calzada-Logroño, Mons. Juan José Omella.
La nieve que quedaba todavía en los campos hizo que la sensación térmica fuera bastante inferior a los tres grados que marcaban los termómetros. Desde Cruz Roja Navarra informaban de que hasta las 15 horas se habían realizado 239 atenciones.
Homilía del cardenal Rouco
El presidente de la Conferencia Episcopal Española y cardenal arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco, ha destacado que «el Papa Francisco quiere enseñarnos y animarnos a vivir como Francisco de Asís, quien vivió entregado al Señor y al amor a Cristo con el corazón abierto».
En la eucaristía, con la que se da por concluida las Javieradas de este año, el cardenal Rouco Varela, que ha mostrado su alegría por haber podido peregrinar a Javier, ha destacado que «a las Javieradas se viene a peregrinar para encontrar la Gracia, el amor sin reservas y sin acondicionamientos, el amor de Dios, porque sólo Dios ama así».
«Sólo los hombres que se dejan amar por Dios aman así, por eso la Gracia la ha buscado el hombre desde el principio de su historia afanosamente, hasta que hubo un momento en la historia del hombre en la que esa Gracia se hizo realidad en Cristo Jesús», ha remarcado.
En este sentido, el cardenal Rouco Varela ha animado a los peregrinos presentes a «buscar la Gracia constantemente en su vida con misericordia para poder amar como ama el Señor, tal y como el nuevo Pontífice nos ha invitado a hacerlo. En la misa de ayer en la Capilla VI el Papa Francisco nos decía que la vida tiene un punto culminante, un punto de referencia que es creer en Cristo crucificado y buscar su gloria en la vida propia», ha agregado.
Según ha expuesto el cardenal de Madrid en su homilía, «venir a Javier es encontrarse con la historia de Francisco Javier, que encontró la Gracia después de una vida en la cual le pareció que la felicidad venía al margen de la Gracia de Dios, hasta que un día se encontró con Ignacio de Loyola».
«Después de esto, ha remarcado, Francisco Javier se entregó al amor de Dios e hizo de su vida una respuesta constante y heroica que le llevó a desprenderse de todo para seguir cumpliendo con la llamada de Cristo y llevar su nombre a tierras muy lejanas. Cuando hay tantos problemas que afectan a la realidad económica, al trabajo, a la familia, el matrimonio, los hijos, si uno quiere entrar a la solución de los problemas tiene que encontrar el camino de la Gracia de Dios y vivirla», ha resaltado el cardenal.
Muchos peregrinos a pie
A pesar de que muchos han optado por hacer la peregrinación pedaleando, la mayoría de los asistentes la han hecho caminando. Personas de todas las edades que, en solitario, en familia o con los amigos han decidido caminar hasta Javier. El frío y la lluvia no les desmotivó y todos llegaron a la meta.