Comenta las palabras del etarra Txeroki

El obispo de Bilbao le dice a ETA que no puede pedir perdón solo por algunos de sus atentados

El obispo de Bilbao, Mons. Mario Iceta, ha afirmado que, «cuando uno pide perdón, lo hace por todo el daño causado», y no puede haber «disecciones» que diferencien a unas víctimas de otras. En una entrevista concedida a ETB, el obispo ha comentado al comunicado de ETA leído por Garikoitz Aspiazu, 'Txeroki', el lunes durante un juicio en París, en el que lamentaba el daño causado a las víctimas que no tenían que ver con «el conflicto».

(EP/InfoCatólica) Para el prelado vasco, el mal causado «siempre debe ser reparado» y, además, requiere también «esa altura moral de saber pedir perdón por el daño causado».

«Aquí no caben disecciones», ha indicado, para añadir que «no podemos hablar de males que se han infringido justamente y otros injustamente». A su juicio, todo acto de violencia o terrorismo «es siempre reprobable».

2 comentarios

Francisco Gracia Gacía
Estoy de acuerdo con Don Mario Iceta. No tiene justificación causar daño a personas, bajo ningún concepto. El fin no justifica los medios. Y un fin aunque sea muy deseable, para estas personas, no se puede realizar haciendo el mal a otras porque creo siempre generará injusticia y sólo contribuirá a generar una espiral de violencia y sufrimiento.
Por lo tanto si alguien está verdaderamente arrepentido pedirá perdón incondicional.
Pero creo que serįa más fácil si hubiesen concido el perdón que viene de Cristo.
19/02/13 8:03 PM
Mercedes Lopez
Cierto es que si alguien está verdaderamente arrepentido pedirá perdón incondicional.
El perdón de Eta no puede está dividido por sectores: a estos, le pedimos perdón entero; a estos otros, un poco menos “porque se lo merecían un poco más”; a aquellos sólo 1/3 de perdón porque “ no se les podía consentir…”; y a los demás nada de nada, porque eran todos unos canallas y se merecían lo peor de lo peor.¡ Que demagogia! Y que poca vergüenza!
Por otra parte, y como en la parábola del hijo Prodigo, el Padre siempre esperaba la vuelta del hijo, salía a ver si volvía; pero fue el hijo el que reconoció su culpa, toda su culpa, no sólo una parte, y volvió a pedir perdón sin condiciones, no a pedir otra vez su herencia, sino a trabajar como siervo de su Padre, con total humildad. Y el Padre le perdonó todo, le dio todo.
20/03/13 1:54 PM

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