A petición de un sindicato

Una empresa mexicana despide a 56 trabajadores por ser Testigos de Jehová

En un caso sin precedentes, la Siderúrgica Lázaro Cárdenas Las Truchas S.A. de C.V., en el Estado de Morelia (México), despidió a 56 empleados por profesar el culto de los testigos de Jehová, por lo que la Comisión Estatal de los Derechos Humanos ya realiza las investigaciones correspondientes, tal como explica Francisco García Davish en el diario mexicano Milenio. Su no participación en política ni en reivindicaciones laborales hizo que fuera un sindicato el que pidiera a la propia empresa que despidiera a los Testigos de Jehová.

(Info-RIES/InfoCatólica*) De acuerdo con Adrián Gilberto Sevilla Lizcano, Visitador Regional de la CEDH en Lázaro Cárdenas los despidos se suscitaron a raíz del conflicto laboral del 2006 y a petición expresa del Sindicato Nacional de Trabajadores Mineros, Metalúrgicos y Similares de la República Mexicana.

Al conocer de los hechos, el Presidente de la CEDH, Víctor Manuel Serrato Lozano condenó esta acción y exigió respeto a sus derechos humanos y libertad de credo al tiempo que pidió justicia laboral. Se trata de 56 trabajadores de la empresa Siderúrgica Lázaro Cárdenas Las Truchas S.A de C.V, propiedad de Arcelor Mittal, quienes expusieron que fueron despedidos por ser testigos de Jehová, emprendiendo por tal motivo diversas demandas laborales ante la Junta Especial número 30 de la Federal de Conciliación y Arbitraje.

Expresaron que su credo no les permite participar en problemas de carácter político, situación por la cual no se unieron a los hechos de protesta que se generaron en ese municipio desde el año 2006. Fue el Sindicato Nacional de Trabajadores Mineros, Metalúrgicos y Similares de la República Mexicana, el que solicitó a la empresa, la destitución de estos empleados por no haber participado en el movimiento, o de lo contrario tomarían de nueva cuenta la empresa; motivo por el cual fueron despedidos en el mes de marzo del 2007.

Ante estos hechos la intervención de la CEDH se ha centrado en la acusación por dilación en el trámite de los juicios de la Junta especial número 30, luego de que las demandas fueron presentadas desde el mes de noviembre del 2007 y emplazadas en el 2008. Además de que los obreros han denunciado el extravío de documentos para diferir las audiencias y favorecer a la empresa.

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