(Pablo J. Ginés/La Razón) “¿Por qué soy cristiano?”, editado en Planeta, es el nuevo libro del historiador y popular periodista de la cadena Cope, César Vidal.
-¿Por qué es usted cristiano?
-Por amor, claro, en respuesta al amor de Dios. El cristianismo habla de un Dios que ha buscado al hombre hasta morir. Eso hace que le sigas. Pero también por amor a la verdad.
-¿Pero la verdad existe?
-La verdad objetiva existe. Lo vivimos desde que saltamos de la cama basándonos en el hecho objetivo de que hay un suelo, un grifo en el baño. El cristianismo responde a las preguntas eternas: ¿quienes somos?, ¿de dónde venimos?, ¿a dónde vamos? Jesús habla del género humano como algo que necesita ser salvado: ovejas necias, monedas perdidas, un hijo pijo que se lo gasta todo, el enfermo que necesita un médico... Dios viene a buscarnos como el padre que busca al hijo.
-¿Una religión pesimista?
-No, porque el cristianismo enseña que el cambio es posible. Nuestra sociedad es muy escéptica con el cambio real. El cristianismo no cree en unos puntos para canjear en la entrada del cielo, sino en una vida de gratitud hacia Dios. Una cosa que analizo en el libro es que el cristianismo ha mejorado las condiciones de la humanidad. La atención a los enfermos -que eran abandonados en la cultura clásica- , el respeto a la mujer, las universidades, los derechos humanos, la democracia. Sin el cristianismo serían inconcebibles. El Dios de Jesús responde a la pregunta de ¿dónde estaba Dios en Auschwitz? Estaba clavado en la Cruz, sufriendo, como sufren los hombres.
-¿Y si apareciera el cadáver de Jesucristo y quedara negada la Resurrección? ¿Se haría usted deísta, judío, budista?
-San Pablo decía que si Cristo no resucitó, “vivamos y comamos que mañana moriremos”. Eso haría yo, supongo.
-¿Qué diferencia hay entre el protestantismo español y el europeo o norteamericano?
-El protestantismo es igual en todo el mundo aunque en España los evangélicos son una minoría que ha estado aislada durante siglos. Un porcentaje importante de la inmigración hispana y rumana es evangélica, eso es específico de España.
-¿Existe el paganismo virtuoso?
-Sí, si es un pagano antiguo, politeísta, que cree en la otra vida, en el juicio tras la muerte. Sócrates por ejemplo, escuchaba su daimón que le decía lo que tenía que hacer, hablaba del juicio. Pero el ateo o agnóstico virtuoso moderno no existe. ¿A quién proponen como ejemplo? ¿A Bertrand Russell, que iba persiguiendo a las mujeres de sus amigos? ¿A Bertold Brecht, que hablaba de los obreros pero gastaba en lujos?
- ¿Qué modelos cristianos habría que proponer, entonces?
-Jesucristo, el primero, por supuesto, pero hay que conocerlo y estudiarlo. Y hay que conocer bien también a Pablo de Tarso, es esencial, a Agustín de Hipona. Ojalá todos, católicos o no, conocieran a Francisco de Asís. Y entre los protestantes, a John Bunyan, autor de “El Progreso del Peregrino”, el libro más editado en inglés tras la Biblia...
- ¿Veremos la unión de las Iglesias en esta generación?
-No creo. Con los siglos ha crecido la distancia entre las iglesias orientales, la católica y las reformadas. En “El caso Lutero” explico que aunque hay algunos pasos de acercamiento, falta mucho para la unión.
-¿Qué futuro tiene el cristianismo fuera de Europa?
-En Asia tiene un crecimiento espectacular, es una realidad. En China, pese a la persecución, el cristianismo crece de manera extraordinaria, con comarcas enteras que son cristianas. El crecimiento es grande donde hay prohibición, en países como Bután y Nepal pese a que las persecuciones. Creo que quizá la providencia usa la migracion para que pueblos que no conocen a Jesús le conozcan, como por ejemplo los turcos en Europa.
Un gran escritor
César Vidal (Madrid, 1958), es licenciado en Derecho por la Universidad Complutense de Madrid y doctor en Historia por la UNED, en Teología y en Filosofía. Dirige y presenta los programas de la Cope “La Linterna” y “Camino al Sur”, además de colaborar como columnista en LA RAZÓN y en los periódicos digitales “Libertad Digital” "Religión en Libertad" y “Protestante Digital”.
Entre sus últimas obras publicadas se encuentra “El caso Lutero”, la cual ha sido distinguida con el II Premio Literario Finis Terrae de ensayo humanista heterodoxo. Entre los galardones que ha recibido se encuentran el Premio Jaén (2004) por su obra “El último tren a Zurich”, o el Premio Espiritualidad (2004) con el libro “El testamento del pescador”.
