(RIES) "Satanás me ayudará a evitar la responsabilidad; he hecho un montón de sacrificios por él". La frase corresponde a uno de los ocho jóvenes rusos detenidos en la ciudad de Yaroslav, a 300 kilómetros de Moscú, y que fueron acusados de integrar una secta satánica que asesinó a cuatro jóvenes, tres de ellos mujeres, en un brutal rito para congraciarse con Belcebú.
La sociedad rusa fue sacudida por la información de que al menos ocho adolescentes integraban esta agrupación, a la que la policía responsabiliza por el crimen de tres jóvenes de 16 años y un joven de 17, a los que les propinaron en total 666 cuchilladas, una cifra que no deja lugar a dudas respecto de sus motivaciones.
Según los agentes, el brutal asesinato del cuarteto se produjo cuando los jóvenes, todos seguidores de la moda gótica, fueron llevados con engaño hasta una casa de campo, donde los satánicos primero los emborracharon y luego los degollaron. Pero el asunto no terminó allí, pues no conformes con asar los cuerpos, luego procedieron a comer algunas partes.
Luego de que sus familias denunciaran las desapariciones, la policía comenzó a investigar, hasta que dio con el líder de la secta, Nicolai Ogolobyak, pues las cuatro víctimas lo habían llamado por teléfono.
