El Papa pronunciará 11 discursos en el país galo

Benedicto XVI llega a Francia

El papa Benedicto XVI llegó este viernes al aeropuerto parisino de Orly poco después de las 11 horas, donde fue recibido por el presidente francés, Nicolas Sarkozy, en el inicio de la primera visita a Francia de su pontificado, comprobó la AFP. El Papa llegó en un avión de Alitalia y fue saludado a pie de escalera por Sarkozy y su esposa, Carla Bruni-Sarkozy. "Amo Francia, la gran cultura francesa, el arte francés". Con estas palabras, pronunciadas aún en el avión que le llevaba a Francia, ha saludado el papa Benedicto XVI su llegada a París en su primera visita a este país. El Papa llegará el sábado al santuario mariano de Lourdes (suroeste), que conmemora el 150 aniversario de las apariciones de la Virgen.

(Agencias/InfoCatólica*) A continuación el presidente francés y el Papa se han trasladado al palacio presidencial del Elíseo, donde mantendrán una reunión seguida de una recepción y en la que se espera que pronuncien discursos que presumiblemente tendrán entre sus temas las relaciones entre religión y Estado.

El Papa cumplirá en la capital francesa y en Lourdes (suroeste) un programa particularmente nutrido, con once discursos, varios dedicados al papel de la religión en la vida pública, tema que según estiman los especialistas es el principal de su pontificado.

Esta tarde, el Papa pronunciará un discurso ante unas 700 personalidades del mundo de la cultura en el colegio de los Bernardinos y a última hora de la tarde dirigirá un mensaje a los 15.000 jóvenes que se congregarán frente a Notre-Dame de París.

El sábado visitará el Instituto de Francia y luego oficiará una misa en la explanada de los Inválidos frente a unos 250.000 fieles. A media tarde partirá hacia Lourdes, a donde acudirá con motivo del 150 aniversario de la Aparición de la Virgen a Bernadette Soubirous.

En la Francia orgullosa de su laicismo donde los católicos practicantes son del orden del 10%, la presencia del Papa ha suscitado el recelo de los defensores de una clara separación entre la Iglesia y el Estado.

De ahí que genere expectativas el mensaje que el Santo Padre haga en defensa de una "laicidad sana", es decir, "abierta" para promover "una actitud de respeto con respecto a las diferentes creencias", en palabras del arzobispo de París, cardenal André Vingt Trois. "Es lo que yo encuentro muy habitualmente en Francia, una actitud de respeto y tolerancia", dijo en la emisora France-Info.

Benedicto XVI quiere dar así un nuevo impulso al catolicismo en un país cuya presencia oficial se remonta a quince siglos, pero donde la separación entre religión y Estado es legalmente una de las más drásticas, y donde la Iglesia ha ido perdiendo terreno y lucha por mantener su lugar entre otras religiones.

Si a comienzos de los años 90 el 80% de los franceses se definía como católicos, actualmente sólo lo hace el 51%. De ellos, apenas un 10% cumple regularmente con la mínima obligación del culto, la misa, según un sondeo publicado el año pasado.

Además, tres de cada cuatro franceses (74%) estiman que el catolicismo no tiene influencia en el país, según un estudio publicado este jueves por la revista católica francesa La Vie.

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