(Belén Manrique/La Razón) Quedan exactamente once días para que comience la XXIII Jornada Mundial de la Juventud en Sidney, Australia, a la que acudirán cinco mil jóvenes españoles y quince obispos de diversas diócesis para reunirse con el Papa Benedicto XVI, según datos de la Conferencia Episcopal. A pesar de este elevado número de cristianos españoles que han respondido a la llamada del Pontífice, existen otros muchos que no podrán acudir al encuentro en Australia debido a la gran lejanía del país unida al coste elevado que conlleva viajar hasta él.
Por este motivo, se han organizado cuatro encuentros simultáneos en España para poder unirse vía satélite con el que se celebrará en Sidney, que podrán albergar a unos cuarenta mil jóvenes españoles. Los lugares elegidos son Santiago de Compostela, Javier (Navarra), Madrid y por último, el Santuario de la Virgen del Rocío (Huelva). Los jóvenes que acudan a Santiago de Compostela, se unirán a los grupos de peregrinos que previamente realizarán el Camino de Santiago para hacer coincidir ambas fechas, según informó a la agencia Véritas Víctor Cortizo, responsable del Departamento de Juventud de la Conferencia Episcopal.
El mayor de los encuentros será el de El Rocío, dónde, durante cuatro días, además de unirse al encuentro de Sidney, los participantes podrán disfrutar de otras actividades y momentos de juego y de descanso, según cuentan los obispos andaluces en una carta en la que invitan a los jóvenes de sus diócesis a participar. En Javier, las actividades durarán tres días, del 17 al 20 de julio, coincidiendo con las fechas del encuentro de Sidney, en los que los navarros realizarán un Vía Crucis desde Sangüesa a Javier, y disfrutarán de veladas musicales, catequesis sobre la carta del Papa a los jóvenes y talleres con temas de testimonios y compromisos de la juventud de hoy. En Madrid, será la catedral de la Almudena el lugar en el que se celebrará un acto simultáneo al de Sidney, que estará presidido por el obispo auxiliar de Madrid, monseñor Fidel Herráez. Además, desde las distintas diócesis se organizarán viajes para participar en la celebración que les quede más cercana.
«La acogida a estas iniciativas ha sido muy buena, con una demanda muy alta», explica Cortizo, quien además recuerda «muy satisfecho» como se ha ido incrementando la participación de los jóvenes católicos españoles, año tras año, desde los ochenta españoles que fueron a la primera Jornada de la Juventud con carácter internacional que se celebró en Argentina en 1987, a los cinco mil que acudirán este año a la de Sidney. «Las Jornadas son un momento privilegiado para ver la madurez y el compromiso de los jóvenes cristianos», afirma el responsable del Departamento de Juventud de la Conferencia Episcopal.