El Papa Benedicto XVI se reunió hoy por sorpresa en la capilla de la nunciatura de Washington con un grupo de víctimas de los abusos sexuales por parte de sacerdotes pederastas, informó El Vaticano en un comunicado. La reunión no se había incluido en el programa del Papa durante su viaje a Estados Unidos, que emprendió el pasado 15 de abril y concluirá el día 20, pero las familias de las víctimas habían pedido con insistencia poder ser recibidos por el Santo Padre.
“Rezaron con el Santo Padre, que después de escuchar cada caso les ofreció palabras de coraje y esperanza", explica el comunicado papal. "Su Santidad les apoyó en sus oraciones por su familia y por todas las víctimas de los abusos sexuales". El pequeño grupo estuvo acompañado por monseñor Seán O'Malley, cardenal arzobispo de Boston, una de las diócesis más afectadas por los casos de abusos sexuales a menores por parte de sacerdotes.
Antes del encuentro, Bernie McDaid y Olan Horne, dos de las personas sometidas a abusos cuando eran niños, habían expresado su escepticismo en unas declaraciones a la radio estadounidense. "No le saludaré con reverencia y no besaré su anillo", dijo Horne "Si sólo nos ofrece tópicos y obviedades, garantizo que seré la primera persona que diré que ese hombre no tiene la autoridad moral para gestionar la Iglesia Católica. Espero más que un simple perdón cuando abandone la habitación", afirmó esa victima.
El portavoz de la Santa Sede, Federico Lombardi, por su parte, ha dicho que la atmósfera que rodeó el encuentro era de mucha emoción. Durante la reunión el Papa fue conociendo en privado y uno a uno el relato pormenorizado de las víctimas de los abusos. Algunas de la víctimas lloraron ante el Santo Padre. Benedicto XVI los "escuchó y después les dedicó palabras de aliento y de esperanza", y les aseguró oraciones "por sus familias y por todas las víctimas de abusos sexuales".
A continuación, el cardenal Seán O'Malley puso a disposición del Papa un cuaderno con los nombres de alrededor de un millar de víctimas de abusos sexuales en Boston, para que que pudiera rezar por ellos.
A la salida del encuentro las víctimas seguían conmocionadas. En declaraciones a la CCN, tres de ellas mostraron su agradecimiento por la reunión. Una de ellas, precisamente Olan Horne, dijo “Mi esperanza ha renacido hoy” y afirmó que el Papa les habló con franqueza y que había estado con las víctimas más tiempo del que ellas esperaban.
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El Papa se gana el corazón de América
Por Luis Fernando Pérez
