Nuevo caso de persecución del cristianismo en países árabes

Argelia cierra trece iglesias protestantes

Ante la pasividad total de Occidente, la persecución religiosa que sufren los cristianos en los países musulmanes ha conocido un nuevo episodio en el país norteafricano. El cierre de trece lugares de culto protestante se añade a la reciente multiplicación de actos intimidatorios contra los cristianos por parte de la Policía y la Gendarmería argelinas.

(ACPress.ne/InfoCatólica*) Las autoridades argelinas han cerrado trece iglesias protestantes, la mayoría en la Cabilia, por orden de las autoridades del país. El ministerio de Interior dice que es por "no cumplir con la reglamentación para la práctica de cultos no musulmanes". Se ha solicitado a los cristianos que quiten algunas referencias al Antiguo Testamento de sus enseñanzas.

En declaraciones al diario electrónico Tout sur l´Algérie, el presidente de la Iglesia Evangélica argelina, Mustafá Karim afirma que el cierre se ha llevado a cabo después de que los servicios policiales lo demandasen y que afecta a 11 iglesias en la provincia cabil de Tizi Ouzou y a otras dos en las de Bejaia y Bouira.

"La Policía nos ha pedido el miércoles pasado que precintásemos las iglesias. Hemos respondido favorablemente a su petición, sin recibir ninguna justificación", asegura Karim, que precisa que estos cierres son provisionales aunque desconoce cuándo los precintos serán levantados.

Según informó el pasado lunes el diario El Khabar el Ministerio argelino de Interior había ordenado el cierre temporal de dos iglesias protestantes en la provincia de Tizi-Ouzou por ese mismo hecho. Los dos templos religiosos podrán reabrir después de que la comisión de vigilancia de cultos para los no musulmanes, que depende del Ministerio de Asuntos Religiosos, haya inspeccionado los programas que se imparten en sus cursos, aseguró el diario, que citó fuentes de ese departamento.

Según las mismas fuentes, la inspección "exigirá" a los centros "la supresión de algunos conceptos del Antiguo Testamento incluidos en los manuales pedagógicos de la Iglesia protestante en Argelia". Asimismo, las autoridades han recordado a estas dos iglesias, al igual que al resto de templos de otras religiones, que sus actividades están sometidas a una autorización conforme a la ley de febrero de 2006, que regula la práctica de los cultos no musulmanes en el país.

Esta ley estipula que el ejercicio colectivo de cultos debe estar organizado por asociaciones que sólo podrán funcionar tras la obtención de un permiso.

CAZA A LOS CRISTIANOS

Según Karim, "la caza a los cristianos protestantes ha comenzado desde hace dos meses" en Argelia y la Policía y la Gendarmería "han multiplicado sus intimidaciones" contra los seguidores de esta religión.

"Si el objetivo de las autoridades es impedirnos practicar nuestro culto, es un error de su parte. Nos reuniremos a orar en nuestras casas y en lugar de 32 iglesias con licencia habrá 3.200 lugares de culto clandestinos", aseveró.

Asimismo, dijo que tienen todos los documentos para probar que cumplen con la legalidad vigente en el país y demandó el "derecho de practicar libremente" su culto religioso.

El ministro argelino de Asuntos Religiosos, Buabdalah Ghulmalah, estimó recientemente el número de miembros de la comunidad cristiana en Argelia en 11.000 personas, entre una población de 34 millones de habitantes.

LA LEY PRETENDE IMPEDIR EL AVANCE DEL CRISTIANISMO

Argelia promulgó recientemente una ley que prohíbe el proselitismo religioso y con la que se pretende impedir el avance del cristianismo impulsado por misioneros evangélicos, sobre todo en la región de Cabilia, al este del país.

El proyecto de ley, contiene "". El texto legal prevé penas de dos a cinco años de cárcel y multas de entre 5.000 y 10.000 euros contra aquellos que "inciten, obliguen o utilicen medios de seducción para convertir a un musulmán a otra religión". Las mismas penas se impondrán a quienes fabriquen, distribuyan o almacenen documentos en cualquier soporte que "busquen minar la fe de los musulmanes".

Por último, la ley prohibe el culto de cualquier religión, excepto el islam, "fuera de los edificios previstos para ello". Se intenta así evitar que los cristianos puedan reunirse en casas particulares para rezar o leer la Biblia.

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