(Aci/InfoCatólica) En el cartel se leía «Yo no soy un derecho. Quiero un papá hombre y una mamá mujer. No quiero ser el juguete adoptable de una pareja gay. No quiero ser el producto de una fecundación artificial y nacer de hormonas superfluas, tengo el derecho de nacer de una relación natural de amor entre un hombre y una mujer».
El presidente de la Asociación en Bergamo, el doctor Giambattista Guizzetti, en diálogo telefónico con ACI Prensa el 6 de febrero, advirtió que el cartel no es parte de una campaña «en contra de los homosexuales, lo que hacemos es una promoción de lo que significa adoptar un niño en una familia».
La Asociación es reconocida por su ardua labor en proteger la figura del ser humano en todas las etapas de su vida, protege sus derechos naturales que son principios no negociables del hombre en todo aspecto.
«Queremos formar conciencia de que el niño tiene un derecho a estar en un lugar donde exista una pareja formada por un padre y una madre» afirmó y señalo que el cartel fue hecho sólo para la jornada con el objetivo de alentar «el mensaje que el niño nace al interno de una familia formada de un padre y una madre».
Guizzetti comentó que «las personas que han visto y leído este cartel han reaccionado positivamente, están a favor de la vida y en contra de este tipo de adopciones».
El doctor dijo que si bien es cierto en Italia no está legalizado ni el matrimonio gay ni las adopciones por las parejas del mismo sexo, existen proyectos impulsados por algunos grupos que buscan su legalización, por lo tanto es importante «dar a conocer y concienciar sobre los derechos naturales del ser humano».
La Jornada Nacional por la Vida es una actividad promovida por los Obispos de Italia que se celebra cada año. Cientos de voluntarios, movimientos y asociaciones de Italia se unen para promocionar en sus diócesis la defensa de la vida y luchar contra el aborto.
Este año los Obispos en su mensaje por la jornada llamada «Genera la vida, vence la crisis» han señalado que sostener la vida implica una serie de acciones de solidaridad, y que la comunidad debe ser protagonistas de una acción que aliente a toda aquella persona y a las familias a no tener miedo por la llegada de un niño.