(Fides) «Un conflicto entre Turquía y Siria podría degenerar en una guerra regional. La gente está muy preocupada por sus hijos, sus mujeres y sus propiedades. Muchos de ellos están dispuestos a emigrar a Europa y a otros países vecinos, que consideran más seguros. Vivimos en la incertidumbre: es muy difícil decir lo que puede pasar mañana», explica preocupado.
El Arzobispo, que se encuentra en Hassaké, describe la situación de dos ciudades de su diócesis: Ras Al-Ayn y Derbasieh. Ras Al-Ayn está siendo el escenario de intensos combates desde el jueves pasado, 8 de noviembre, y ha sido ocupada por las fuerzas de la oposición siria: «La gente ha huido dejando tras de sí sus propiedades y todos sus bienes. Ahora es muy peligroso ir a la ciudad. Los combates darán lugar a su destrucción. Me temo que el destino de nuestra comunidad cristiana y de las iglesias, así como el de otras comunidades, será similar al de otras ciudades como Homs y Deir Ezzor».
Un sacerdote sirio-ortodoxo, el P. Touma Qas Ibrahim, párroco de la iglesia de San Tomas en Ras Al-Ayn, con gran valentía ha ido a la ciudad para recuperar los libros de oración, especialmente algunos códices litúrgicos antiguos escritos a mano, y su misión ha tenido éxito. «Estamos muy agradecidos a Dios porque el P.Touma ha conseguido entrar en la iglesia y regresar sano y salvo», dice el Arzobispo.
Derbasieh ha corrido la misma suerte: el 9 de noviembre la mayoría de la gente huyo por temor a verse atrapado en medio del fuego cruzado. El P. Michael Yacoub de la iglesia de Sant'Osyo ha llegado a Hassaké, donde se encuentra la sede de la Archidiócesis, con otras familias de cristianos desplazados.
El Arzobispo explica: «El pueblo de Derbasieh ha sido invitado a abandonar sus hogares, ya que las fuerzas de la oposición, que están más allá de la frontera, en territorio turco, estaban preparadas para ocupar la ciudad. Se ha podido realizar un acuerdo entre la oposición y la comunidad local kurda, que en Derbasieh son la mayoría: los funcionarios del gobierno han aceptado salir de la ciudad sin luchar y este acuerdo ha salvado la vida de muchos civiles».