La relación entre soporte y texto

El padre Spadaro explica porqué un Ipad no puede reemplazar al Misal en las celebraciones litúrgicas

El P. Antonio Spadaro SJ, miembro del Pontificio Consejo de las Comunicaciones, comentando una decisión de la Conferencia Episcopal de Nueva Zelanda, ha publicado un artículo sobre por qué los distintos dispositivos móviles como Ipad, smartphones y tablets no pueden reemplazar al Misal Romano y los demás libros litúrgicos oficiales impresos en la celebración de la Misa y demás celebraciones litúrgicas.

(Aciprensa/InfoCatólica) El sacerdote, conocido popularmente como el “ciberteólogo” del Vaticano, comentó en su blog la decisión de la Conferencia Episcopal de Nueva Zelanda de negarse a la petición de varios sacerdotes del país que solicitaron usar estos dispositivos móviles en la las liturgias que presiden. 

A través de la edición de julio de la revista italiana ‘Jesús’, y en su blog “CyberTeologia”, el padre Spadaro explica cómo cambia el concepto del libro sagrado en los tiempos del iPad, y considera que gracias a las aplicaciones que permiten rezar la oración del Breviario, o el Misal, como el iBreviary, se puede difundir el uso de los libros litúrgicos en el mundo digital. 

El padre Spadaro explica cuál es el desafío que  las pantallas plantean a los “textos sagrados”: 

“En primer lugar, el hecho de que el texto se convierte en un “objeto” fluido: exactamente lo contrario de las “tablas de la ley” o del dicho “scripta manent”. Más aún: el texto litúrgico puede fácilmente desaparecer del soporte para dar paso a un vídeo, al correo electrónico, una página web, otras aplicaciones. El “texto” se separa de la realidad material de la ‘página’, para ‘flotar’ en la pantalla, sin coincidir nunca con ella”. 

En resumen: en los soportes digitales, la “página” ya no es el “icono” pintado en pergamino, como lo fue en la época de las grandes biblias miniadas, sino una “pantalla”; La página se convierte en provisional, el libro en accesorio. En la carta de los obispos de Nueva Zelanda se manifiesta que la Liturgia piensa en la página como en un icono. La página del Evangelio, aunque no esté ahora tan ricamente iluminada como antes, sigue siendo parte integrante de la acción ritual de la comunidad cristiana.

El presbítero explica que “es inimaginable que se lleve en procesión un iPad o una computadora portátil, o que en una liturgia un monitor sea solemnemente incensado y besado”. Así, “la liturgia es el bastión de resistencia de la relación texto-página contra la volatilización del texto desencarnado de una página de tinta; el contexto en el cual la página permanece como el ‘cuerpo’ de un texto”.

“Pensemos en el Concilio de Trento, que abrazó la tecnología de vanguardia de su tiempo, la imprenta, lo que permitió la creación de editiones typicae, ayudando a crear una liturgia verdaderamente “global”, esto es, uniforme en todas las diócesis y parroquias”.

Un estudio realizado en 2010 por la Pontificia Universidad de la Santa Cruz y la Universidad de Lugano con el apoyo de la Congregación para el Clero, demostró que el 17,5 por ciento de los sacerdotes del mundo usaba internet al menos una vez al día para rezar la liturgia de las horas, mientras que, hasta casi un 36 por ciento, lo hacía al menos una vez a la semana.

 

29 comentarios

Álvaro
A mi, lo siento, no me acaba de convencer. De hecho, lo que dice del Concilio de Trento y su adaptación a los nuevos medios (la invención de la imprenta), le contradice, dado que entonces no tuvieron ningún inconveniente en adaptarse al nuevo avance tecnológico.

Los mismos reparos (pérdida, provisionalidad, volatilidad, etc), también aplica (en menor grado, pero aplica) a los libros de papel, y no por eso de desnaturaliza la liturgia.
10/08/12 11:37 AM
javier
Creo que hay veces que nos complicamos la existencia en cosas sencillas, si uno puede leer e interiorizar el contenido que más da? Cómo rezará una persona ciega la liturgia de la horas
Hemos de dar un imporatancia a que se rece, y si llega el contenido es lo impotante!!!!

Un saludo
10/08/12 1:08 PM
juan
no da ninguna razón de peso. de hecho, los misales actuales son más bien de escasa calidad. estoy con álvaro y javier.
10/08/12 2:32 PM
Jaume C.
No hay por que hacer tantos malabarimos. No debemos plantear la cuestión en términos de "o-o", sino de "y-y". Hay que conservar el texto impreso pero no hay que excluir el soporte digital para ocasiones especiales (viajes...) o oración personal.
10/08/12 2:41 PM
Tony de New York
Me perece ridiculo, en unas decadas, la gran mayoria de sacerdote usaran las tabletas o lo que este de moda en ese tiempo.


“es inimaginable que se lleve en procesión un iPad o una computadora portátil, o que en una liturgia un monitor sea solemnemente incensado y besado”.

Y porque no?
Tanto el libro como el iPad o una computadora portátil son OBJETOS, asícomo se besa un libro se puede besar los otros.
10/08/12 2:45 PM
norverto rosario
Parece el tema un tanto mas fácil... pero no lo es. Excepto que asumamos que la liquidez digital del texto preserva su significación como signo y simbolo de una realidad que expresa un hecho mas hondo. Esto, a parte de los peligros del texto digital como tal. En dias pasados casi paso un susto terrible. Tenia un bautizo, y pues claro, tengo el texto en mi Ipad... bajo el formato del Kindle y me salvo la campana, porque tenia en el bolsillo el Smartphon... sino, por lo menos hubiese tenido que seguir a pulso de memoria. Pense en dias pasados usar el Misal bajo el formato digital... y no me atrevi... solo el susto de pensar que pudiera pasar algo al aparato... y hubiese que salir corriendo a buscar el libro. De todos modos, creo que es basico el "libro" como simbologia. Nuestra Liturgia es expresión de signos y símbolos... la electronica creo se lo quita y confunde...
10/08/12 3:03 PM
Fred
Desde que apareció el ebook, mucha gente se plantea si desapareceran los libros de papel. Creo que el tiempo lo dirá, pero las formas en todos los Rituales Sagrados son importantes, el uso del papel para la Biblia y el Misal Romano estan cargados de simbolismo. Por otra parte, un ipad o ebook sirven para muchos libros, y para muchos programas informaticos, mientras que un libro solo sirve para leer lo que está escrito.
10/08/12 3:04 PM
Gaby
Parece que todo el tiempo se nos olvida que la Iglesia es eterna y que las cuestiones de moda las resuelve el tiempo.

El Padre Spadaro señala una deficiencia actual de la tecnología que es muy comprensible: la volatilidad del texto sobre la pantalla. Qué mal se vería que el presbítero se inclinara a besar el Evangelio y justo en ese momento le apareciera, por decir lo menos, un anuncio de Burger King.

En tiempos de la imprenta eso se resolvió con el "imprimátur". Si el problema se resuelve, no habrá problema y si no se resuelve, los libros pueden durar otros dos mil años y no pasa nada.
10/08/12 3:25 PM
Horacio Castro
El Padre Antonio Spadaro además de suministrar una explicación diferenciando difusión y liturgia que no deja lugar a dudas, demuestra un buen humor digno de imitar. La mención que hace respecto a la volatilidad de la información almacenada electrónicamente, recuerda la preocupación de muchos respecto a que parte de la cultura universal pueda desaparecer por accidentes electromagnéticos. A esta posibilidad se suman otras tampoco remotas, como las consecuencias de atentados y la facilidad con la cual se pueden alterar textos informatizados.
10/08/12 3:31 PM
Enrique
No nos podemos olvidar que esta cuestión en el fondo es disciplinar, no es dogmática. Y al ser disciplinar, los pastores tienen competencia para regular esta materia.

Eso significa que si en un lugar una Conferencia Episcopal prohíbe el uso de estos dispositivos, como parece que se ha hecho en Nueva Zelanda, se obedece y ya está. En esos lugares, al obedecer, se muestra un signo de comunión con los legítimos pastores, similar al que se muestra cuando se usa una traducción aprobada.

Pero donde no esté prohibido, pienso que es legítimo usar los dispositivos modernos para, por ejemplo, rezar la Liturgia de las Horas.
10/08/12 5:36 PM
Luis Fernando
El argumento de la volatilidad me parece absurdo.
10/08/12 5:37 PM
Geroteo de Segovia
Creo que habría que diferenciar entre uso público y privado. Alguien que reza el oficio en su casa, perfectamente puede utilizar el ipad sin que pase nada. Pero utilizarlo en el coro sería como una profanación, lo mismo que en el altar o en la pila bautismal. Es gran verdad que el libro participa de la cualidad del icono, y eso debería reflejarse en las ediciones modernas, normalmente infames.
Lo mismo debería decirse de las pantallas que canónigos desnortados nos han colgado en nuestras catedrales, para seguir por televisión lo que ocurre en el altar mayor.
Siendo toda celebración litúrgica icónica, y más en nuestras catedrales, esas televisiones actúan como verdaderas pantallas escondedoras del misterio al que nos abren los iconos, son una invasión de artificialidad precisamente ahí donde sólo deberíamos encontrar elementos naturales sublimados por la gracia y el esfuerzo artístico humano, cosa de lo que son incapaces esas pantallas, lo mismo que las velas falsas, de aceite o eléctricas, el uso excesivo de luz eléctrica, el falso incienso, la música enlatada, el órgano electrónico, los omnipresentes micros y sonorización, los pésimos tejidos sintéticos, y muchos horrores más que indican la profunda pérdida de sentido común y estético que nos aflige.
10/08/12 5:53 PM
Percival
No creo que convenga exagerar las cosas, pero conviene atender a la problemática sin borrarla de un plumazo, como hace aquí alguno.

Me parece conveniente distinguir el uso litúrgico de los libros en las celebraciones sacramentales en el templo, y el uso en viajes o en campamentos. Aquí se mezclan criterios de espiritualidad y estética litúrgica y de practicidad. Y los primeros prevalecen siempre sobre los segundos.

Lo mismo, me parece que debe distinguirse entre el uso de la Liturgia de las Horas y el de los otros libros. Aquí opino que puede prevalecer la practicidad (¿quién puede llevar a todas partes, especialmente en viajes largos, esos voluminosos volúmenes, valga la redundancia?).

De acuerdo con Tony en que el futuro puede consagrar el uso de ciertos elementos que hoy consideramos extraños. Pero hace falta una asimilación particular. Por eso hay que pensar la cosa bien, y discernir.
Y de acuerdo también con norverto y Horacio: la volatilidad del texto digital tiene sus riesgos. Y no son nada despreciables.
10/08/12 5:54 PM
Sergi
Pues su invento, el iBreveary, ¡me encanta! Hago la Liturgia de las Horas por allí. Es súper práctico. Y sigo la misa y lecturas por allí también.

Además, ha enriquecido mi experiencia de oración, porque he conseguido apps donde hay oraciones cómo las busques, en latín, inglés, español para cada ocasión. Hay una de los ortodoxos que trae oraciones e himnos de los Padres de la Iglesia que es una gozada. Para después de la comunión, hay unas que son fantásticas.

Hay otro app que es el perfecto arsenal del católico militante. Concilios enteros, misas, ciclos litúrgicos, obras clásicas completas, oraciones, biblias, catecismos (el último y los tradicionales, como el Astete) Y todo eso en par de clics.

Ya esta polémica se había destapado cuando el Card. Rivera, de Ciudad de México, usó un iPad para celebrar una misa en su Catedral.

Sin embargo, es buena la discusión porque el símbolo del libro es sustantivo, no es banal. Creo que aquí tenemos un desafío, cómo preservar el valor simbólico del libro (sobre todo los sagrados) en el contexto de una sociedad digital, donde realmente el contenido digital es extremadamente práctico pero que no refleja esa condición de estable y perenne de la Iglesia.

Tal vez lo que dice Jaume C sería la solución, o la Iglesia desarrolla los símbolos litúrgicos a los efectos o la tecnología concibe una solución que convenza. No lo tengo claro.
10/08/12 5:54 PM
JMMCBXVI
Interesantes las reflexiones... Ciertamente, el libro litúrgico tendrá que ser siempre "libro", al menos para las celebraciones litúrgicas netamente públicas. Cierto es que sería absurdo besar un iPad para querer significar besar el Leccionario o el Evangeliario; ahora bien, en usos "privados" (la liturgia siempre es "publica" pero en fin), no veo inconveniente el uso del iPhone/iPod Touch y el iPad (sobre todo los modelos con pantalla retina), para rezar el Oficio Divino y/o repasar textos litúrgicos (bíblicos e eucológicos) de la Santa Misa. A Dios gracias, existen apps que permiten tener a mano los venerables textos litúrgicos de ambas Formas del Rito Romano, la Ordinaria y la Extraordinaria, lo cual es un tesoro disponer de ellos tan fácilmente. Los medios electrónicos no suplantarán los libros litúrgicos pero sí serán un gran complemento.
10/08/12 6:19 PM
ANTONIO
He estado muy enfermo y en la cama del hospital descargué la aplicación iBreviari y, gracias a ella todas las mañanas y noches rezo el Breviario que, de otra forma muy posiblente ni me plantearía leerlo.
Mi enfermedad me ha acercado de nuevo a Dios (me da vergüenza decirlo, pero es así) y todos los días me descargo las oraciones del día y las rezo.
Me ha resultado muy fácil, más que ir a la librería, comprarlo y leero, cosa que no podría haber hecho estando hospitalizado: Allí me descargué en segundos esta aplicación y empecé a rezar.
Es más, también la tengo en mi iPhone y cuando veo alguna Capilla abierta, muchas veces entro en ella y rezo un poco. No podría hacerlo de otra manera, pues no voy a llevar el Breviario conmigo siempre.
Ahora bien, en las celebraciones Litúrgicas creo que se debe utilizar el Libro. No me imagino a los lectores llevando alto en procesión un iPad....
Cada momento tiene su cosa pero para mí, seglar, llevar el Breviario en mi móvil no tiene precio.
10/08/12 6:45 PM
fernando
En España, ahora que han realizado una Biblia oficial y que han de ser cambiados los libros litúrgicos, la cosa es evidente. Y más hoy, en esta época de crisis. Una parroquia se ahorraría un montón de dinero si no tuviera que cambiar los libros litúrgicos. Se salvaría el Evangeliario, para que procesione, pero después, todos los leccionarios, el misal, los diferentes rituales, no tiene ningún sentido que se impriman en papel hoy cuando podría disponerse de una buena tableta en el ambón de carácter fijo y otra en el altar. El ahorro iba a ser infinito. Y, además, ayudaríamos más a los pobres, que es un mandato del Señor. (Renovar los libros litúrgicos y gastar una media de unos 1000 euros en ellos, no es ningún mandato del señor).
10/08/12 6:55 PM
P. Antonio Diufaín Mora
Un libro es un instrumento, un objeto para realizar una función. Un soporte para los textos litúrgicos, en este caso. Y un instrumento es valioso en tanto y en cuanto realiza la función esperada. ¿Volatilidad? Usted cierra el libro y desapareció de su vista la página. Además, se puede quemar, se puede mojar, se lo comen los bichos, se ensucia. ¿Papel? ¿Y cuando la cosa era con papiros o pergaminos?. ¿Dignidad? Me parece que un iPad es bastante más valioso que el mejor de los libros litúrgicos al uso; y no hablemos de las "hojillas litúrgicas" en las que en tantos lugares se lee (eso si que es una profanación) la Palabra de Dios. ¿Múltiple uso, también profano? Y qué hacemos con las gafas, por ejemplo, ¿tendremos unas para la liturgia y otras para leer el periódico? ¿Y el sonotone? No creo que haya que hacer una guerra de esto, pero anatematizar, de entrada, estos nuevos medios no ha sido nunca la actitud de la Iglesia. El tiempo, y el sentido común, espero, pondrán las cosas en su sitio. Yo, personalmente hace años que rezo la Liturgia de la Horas en formato electrónico; normalmente celebro la misa con misal y leccionarios "de papel", pero de viaje no me llevo el misal y el juego de leccionarios... Pero también entiendo la resistencia de muchos. Por si acaso, Lectio Divina en electrónico: http://oranslectio.com (No es propaganda, sólo un ejemplo ;)
10/08/12 7:26 PM
Horacio Castro
Cierto. De la noticia surgiría que se diferencia el uso en viajes, del litúrgico con celebraciones sacramentales en el templo, es decir el uso público del privado (como es rezar) de estos soportes técnicos novedosos para el caso. Sobre el tema más opinable de la ‘volatilidad’, creo que todos hemos sido conmocionados por sucesos cuya posibilidad parecía absurda. A mí me ocurrió con la legislación sobre matrimonio entre homosexuales; con la nueva forma de esclavitud legalizada en el alquiler de úteros humanos y la comercialización de niños…
10/08/12 7:58 PM
JuanMaría
Como ya se ha apuntado en algún sitio, hay libros como el evangeliario que nunca se podrán sustituir por su función ritual. Hay otros que, pese a ser cierto que tienen una simbología a modo de icono, no tienen esa función, por lo que no sería tan grave su sustitución. De todas formas, todos los libros litúrgicos tienen esa dignidad simbólica reconocida explícitamente en alguna de las ordenaciones de los libros litúrgicos. Ello hace que sea preferible el libro impreso. Por otro lado, persisten las dificultades técnicas de las que se ha hablado.
10/08/12 8:38 PM
ANTONIO
He estado muy enfermo y en la cama del hospital descargué la aplicación iBreviari y, gracias a ella todas las mañanas y noches rezo el Breviario que, de otra forma muy posiblente ni me plantearía leerlo.
Mi enfermedad me ha acercado de nuevo a Dios (me da vergüenza decirlo, pero es así) y todos los días me descargo las oraciones del día y las rezo.
Me ha resultado muy fácil, más que ir a la librería, comprarlo y leero, cosa que no podría haber hecho estando hospitalizado: Allí me descargué en segundos esta aplicación y empecé a rezar.
Es más, también la tengo en mi iPhone y cuando veo alguna Capilla abierta, muchas veces entro en ella y rezo un poco. No podría hacerlo de otra manera, pues no voy a llevar el Breviario conmigo siempre.
Ahora bien, en las celebraciones Litúrgicas creo que se debe utilizar el Libro. No me imagino a los lectores llevando alto en procesión un iPad....
Cada momento tiene su cosa pero para mí, seglar, llevar el Breviario en mi móvil no tiene precio.
10/08/12 8:58 PM
Ikari
Con esto se inicia un debate que se extenderá un buen tiempo. En lo personal comparto los aportes de muchos de buscar el equilibrio con la practicidad. En la liturgia deberían usarse libros y en actividades privadas como el rezo de la liturgia de las horas permitir el uso de estos dispositivos por lo práctico que son. Tampoco sería malo que los feligreses podamos recurrir a una tableta o a un libro electrónico para seguir la misa.
Si se llegase a autorizar el uso de un dispositivo eléctronico en la misa imagino que será de uso exclusivo para la liturgia.

Los dispositivos electrónicos tienen como gran ventaja el ahorro de espacio. La gran ventaja de los libros es ese económico sistema antirrobo que poseen.
10/08/12 10:15 PM
Enrique G. B. A.
Gracias a internet rezo la Liturgia de las Horas, y me siento unido a la oración de toda la iglesia católica.
Pero el argumento de que en el libro, el texto al imprimirse deja como su sello, tiene su peso.
Una Biblia abierta o cerrada, sana o apolillada, es una biblia. La pantalla electrónica es ella con el contenido que queramos en el momento.
Comparto que la discusión recién comienza.
10/08/12 11:51 PM
PGO
Yo prefiero el libro de papel que uno electrónico. por la razón de que el primero no tiene baterías, no esta expuesto al ataque de virus y demás alimañas digitales, no se rompe si se cae y si lo cuidamos, puede durar muchos años. Soy fanático de la PC en sus dos modalidades y del internet, pués no se diga, sin embargo, para leer prefiero el libro ó la palabra impresa, ya que daña menos la vista y se ahorra el gasto del fluído electrico.
11/08/12 12:40 AM
Ikari
PGO los libros electrónicos (e-reader) no dañan la vista y lucen igual a un papel. Yo tengo un kindle y siempre llevo el catecismo y otros libros a donde quiera que vaya sin tener que cargar con mas peso. La bateria de algunos dispositivos puede durar casi un mes. Estoy de acuerdo con lo de que se pueden caer, te lo pueden robar y en cualquier momento tendremos propagación de virus, es el mismo riesgo que tiene una laptop, el celular, etc.
11/08/12 4:47 PM
Isidro
Me parece que se entra en trivialidades, la Iglesia debe estar a la vanguardia de los tiempos, si la tecnología ha llegado a este nivel, creo que el hombre siendo parte de la creación de Dios hace las veces de expandir y terminar la obra creadora, sin Dios no lo uniese logrado. Por lo tanto todo lo que pueda y contribuya ala evangelización sea bienvenido eso si con el celo de la constante enmienda a Nuestro Padre Celestial, la Iglesia no puede quedarse relegada por dos o tres Obispos que tienen su forma de pensar en las cosas materiales, yo me pregunto que hacen con los libros sagrados después que se deterioran? A caso los guardan? Ahora se habla de un beso al libro eso e un símbolo de reverencia a la palabra de Dios no al libro de lo contrario seria idolatría.
12/08/12 9:44 AM
Jaume C.
Pregunta a Sergi:

¿Dónde se puede encontrar esta APP que mencionas con el arsenal de doctrina católica? Gracias. Creo que será útil para muchos
12/08/12 11:15 AM
Sergi
Jaume C., hombre, como no, si LF no se pone bravo y dice que ando haciendo publicidad... jejejejejejejejeje Por si a... no estoy cobrando comisiones jejejejejejeje

Se llama iPieta, está en español. Les coloco el link:

En iTunes:
http://itunes.apple.com/app/ipieta-espanol/id346083183?mt=8

En la página de los desarrolladores:
http://www.es.ipieta.com/

En Google Play:
https://play.google.com/store/apps/details?id=com.ipieta.ipietaes001

En mi caso, lo tengo en un iPad y funciona de las maravillas.

Es un app pago, pero bien vale el precio.
13/08/12 3:48 AM
Jose Frias
Ya se nos prohibio en el Camino Neocatecumenal el uso de estos apps para rezar la liturgia de las horas, si no acatamos las reglas seremos unos DESOBEDIENTES. Tambien nos prohibieron el uso de Wathsapp... no entiendo... pero nos martillan que el que OBEDECE al CATEQUISTA no se EQUIVOCA...
3/12/15 11:17 AM

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