Catequesis en la audiencia del miércoles

El Papa señala la importancia del silencio a la hora de orar

El papa Benedicto XVI concluyó las catequesis dedicadas a la oración de Jesús abordando el tema de la dinámica de la palabra y el silencio. Ante las diez mil personas que llenaban la plaza de San Pedro, el papa explicó que el primero de estos aspectos «atañe a la disposición para acoger la Palabra de Dios. Es necesario el silencio interior y exterior para que dicha Palabra pueda ser escuchada»..

(Zenit) El Santo Padre advirtió que este “es un aspecto especialmente difícil, dijo, en una época que no favorece el recogimiento; a veces da la impresión de que tenemos miedo de separarnos, aunque sea por un instante, del torrente de palabras y de imágenes que llenan nuestros días”.

Sin embargo, recordó el Papa, “los Evangelios nos presentan con frecuencia al Señor que se retira solo, lejos de los discípulos y de la multitud, a un lugar apartado para orar”, y “la gran tradición patrística enseña que los misterios de Cristo están ligados al silencio y sólo en el silencio la Palabra puede acampar entre nosotros”.

“Este principio -explicó el pontífice- es válido para la oración personal, pero también para nuestras liturgias: para facilitar una escucha auténtica, deben ser ricas de momentos de silencio y acogida no verbal (…) El silencio tiene la capacidad de abrir en la profundidad de nuestro ser un espacio interior, para que Dios habite, para que permanezca su Palabra, para que nuestro amor por Él penetre la mente, el corazón y aliente toda la existencia”.

Señaló el Papa un segundo aspecto importante en la relación del silencio con la plegaria. “A menudo --observó- en nuestra oración nos encontramos ante el silencio de Dios y podemos sentirnos como abandonados, como si no nos escuchase ni nos respondiese. Pero este silencio, como le sucedió a Jesús, no es señal de ausencia. El cristiano sabe que el Señor está presente y escucha, aún en la oscuridad del dolor, del rechazo y de la soledad. Jesús asegura a sus discípulos y a cada uno de nosotros que Dios conoce nuestras necesidades en cualquier momento de nuestra vida”.

“A nosotros, con frecuencia preocupados por la eficacia operativa y por los resultados (...) que conseguimos, la oración de Jesús nos indica que nos hace falta detenernos, vivir momentos de intimidad con Dios, 'separándonos' del fragor de cada día para escuchar, para ir a la 'raíz' que sostiene y alimenta la vida. Uno de los momentos más hermosos de su plegaria es cuando, a la hora de hacer frente a las enfermedades, a las dificultades y límites de sus interlocutores, reza a su Padre enseñando a quienes lo rodean dónde hay que buscar la fuente de la que brotan la esperanza y la salvación”.

Cristo toca el punto más profundo de su oración al Padre en el momento de la Pasión y la muerte, concluyó Benedicto XVI, citando el Catecismo de la Iglesia Católica: “En su grito al Padre desde la cruz, confluyen 'todos los infortunios de la humanidad de todos los tiempos, esclava del pecado y de la muerte, todas las súplicas y las intercesiones de la historia de la salvación (…) He aquí que el Padre las acoge y por encima de toda esperanza las escucha al resucitar a su Hijo. Así se realiza y se consuma el drama de la oración en la economía de la creación y de la salvación”.

3 comentarios

Forestier
Es totalmente cierto, que hay personas que cuando les sugieres la posibilidad de estar unos ratos o quizá un fin de semana haciendo oración en silencio para bucear y enocntrar -como dice San Agustín, a Dios morando dentro de nosotros, se asustan una barbaridad, pues, a mi juicio, intuyen que este procedimeinto les pondría de frente y con claridad ante la cruda realidad de su propia existencia, y para hacer eso, pues.. hay que tener lo que hay que tener.
8/03/12 12:00 PM
Andres123p
Estos pedidos reiterados de la practica del silencio en la oracion, como mejor medio para llegar a la perfecta union con Dios, algo que entendieron y llevaron a cabo todos los santos que veneramos, como se conjuga con practicas que por ejemplo el camino neocatecumenal, recientemente con aprobacion pontificia, promueve y dispersa por dequier? He visto reuniones en las que no hay practicamente lugar al silencio.
Me parece que hay que dejar de buscar freneticamente "cosas nuevas", y volver un poco a las raices...si la sociedad actual aborrece la quietud y la calma, no nos debemos dejar llevar por esto, sino que con el ejemplo reforzar el significado de practicas tan hermosas y fructificantes como rezar en silencio (Mas que nada en la santa misa)
8/03/12 12:05 PM
IVETT
Dios es amor, Él nos escucha, nos acoge en su corazón y en su silencio nos permite descubrir todas las capacidades o fortalezas que nos brindó para vivir en este mundo enseñandonos a confiar en su infinita misericordia.
9/03/12 6:27 AM

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