(InfoCatólica) El cardenal Rouco Varela ha recordado que en María Inmaculada “queda vencido el pecado en su origen” desde el principio de su existencia, lo que obliga al cristiano a tener presente que “vencer el pecado es la condición primera e inexcusable para acertar en el camino de la vida”.
Como ejemplo de ello, el purpurado ha señalado que los jóvenes de la JMJ-2011 “acertaban plenamente cuando se acercaban a los confesonarios públicamente reconociendo ante toda la sociedad, que les observaba y admiraba, su condición de pecadores, como el origen de sus más graves e íntimos problemas. Acertaban, sobre todo, al manifestar con ello que había solución, a saber: el perdón, la misericordia y el amor de Jesucristo que en el Sacramento de la Reconciliación tocaba y transformaba su corazón”.
“Dejarse encontrar por Cristo”, explicó el cardenal, “es más que una urgencia ocasional para salir al paso de nuestras más o menos efímeras desgracias. ¡Es la única forma para que salvemos la vida, librando nuestras almas del pecado y de la muerte!”
El arzobispo de Madrid recordó que “la Virgen Inmaculada se vio libre del pecado original por la previsión de los méritos de su Hijo, muerto en la Cruz. Por Él, y al servicio de su obra salvadora, se mantuvo limpia de todo pecado”.
De ella recibimos una “lección de la vida sencilla, confiada a la providencia amorosa de Dios. Una vida humilde, concebida sin pretensión de gloria humana alguna. Una vida dispuesta siempre a escuchar la voz de Dios y a cumplir su Santa Voluntad con pronta y gustosa disponibilidad”.
El cardenal Rouco terminó su homilía con un “¡Sí a Cristo por María! ¡Sí al testimonio de su gracia y de su amor misericordioso! ¡Sí, a la Nueva Evangelización que el Santo Padre nos encarga y nos propone!”