Artículos de Rodrigo Menéndez Piñar en InfoCatólica

Rodrigo Menéndez Piñar

Sacerdote de la archidiócesis de Toledo (España)

Ubi Petrus, ibi Ecclesia

Posibles dificultades en la adhesión al Magisterio meramente auténtico

Hay camino

Notas acerca de la recepción del Magisterio de la Iglesia

Lazos de sangre

La sabiduría de lo viejo

Possumus… et non possumus

El realismo de las causas

Una luz en la oscuridad

La gran fiesta del hogar

Seréis como dioses

Fémina inquieta y andariega…

La Asunción de María… y la nuestra

Boanerges

La libertad de la vida en el Espíritu y los fenómenos extraordinarios

La belleza y Lela Marién

Cras, cras

Pulvis, cinis et nihil

Desde el día de la caída, es ley universal ─con dos excepciones y por diversos motivos: Jesús y María─ la necesidad que tenemos todos de hacer penitencia para restaurar el orden moral y para alcanzar nuestro fin último con actos propios, según el designio divino.

Partida y regreso

Cada día vivir, creciendo en esperanza durante el silencio incierto, sabiendo que, como decía Donoso Cortés, los tiempos inciertos son los más seguros, porque uno sabe a qué atenerse respecto del mundo y de la historia.

Dios es Dios

Aquí nos conducen, sean las claras y fuertes voces del loco de Nietzsche, sean los ladinos cantos de sirena de la modernidad. Y, como en Egipto o en Babilonia, nos queda adorar en espíritu y en verdad, aguardando con esperanza 'la redención de nuestro cuerpo', sabiendo que 'una esperanza que se ve no es esperanza'.

La puerta de la Navidad

La Navidad es un mundo nuevo, un mundo en el que somos niños. Su don es el de la luz de la fe y la conversión, según aquello de Evelyn Waugh: Convertirse es como ascender por una chimenea y pasar de un mundo de sombras, donde todo es caricatura ridícula, al verdadero mundo creado por Dios. Comienza entonces una exploración fascinante e ilimitada.

Spelunca latronum…

Delicado diálogo… que produce conversiones. De ateo a «ahora creo». Lo que no dice, porque no hace falta, es en quien cree. Los del abrazo fraternal también creen y se bautizan, tienen catecismo y cátedra, se llaman hermanos y tienen una madre viuda.