Método audiovisual transmite fe y convierte (Jn. 1, 37)

Dos discípulos de S. Juan Bautista oyeron de éste que Jesús era el Cordero de Dios “y siguieron a Jesús” (Jn 1, 37), como se leyó en el Evangelio del 2o. domingo de Tiempo Ordinario. Se convirtieron en apóstoles y siguieron a Jesús hasta su muerte, lo cual hizo también el santo de hoy, S. Sebastián ( - c.304), que es considerado dos veces mártir. No se conservan relatos contemporáneos de su martírio, pero su culto es de tiempos antiguos y se conservan sus restos y su sepulcro.

Según relatos de un par de siglos tras su muerte, el emperador romano destituyó a este capitán de su ejército por ser cristiano y por ayudar a los cristianos en las cárceles. Como no renegaba de su fe, fue asaetado y dejado por muerto. Pero, cuando los cristianos fueron a enterrarle, le encontraron vivo y pudieron curar sus heridas. En vez de esconderse, el santo volvió a dar testimonio de su fe y fue azotado hasta morir.

La devoción a S. Sebastián en Melilli, Sicilia (Italia) por medio de una estatua milagrosa y la conversión de toda una parroquia ortodoxa rumana por medio de una estatua de S. Pío de Pietralcina (Padre Pío), nos muestran que todavía funciona el método audiovisual que usó S. Juan Bautista (señalando y hablando de Jesús como “cordero de Dios”) para conseguir que otros sigan a Jesucristo.

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Según el portal de la Iglesia de S. Sebastián en Melilli, en 1414 un barco naufragó, salvándose todos gracias a la intercesión de S. Sebastián, cuya estatua llevaban en una caja. Cuando quisieron rescatar la estatua, vieron que se hizo tan pesada que no pudieron levantarla hasta que vino el obispo para llevársela en procesión. La dejaron en una cueva hasta que pudieran llevarla al templo, pero cuando iban a hacerlo, de nuevo no pudieron moverla, por lo que la gente del pueblo donó su trabajo y sus recursos para construir una iglesia allí, como afirman documentos de esa época. En 1693, esa iglesia fue destruida en un terremoto, pero la estatua no fue dañada. [Por cierto, dentro de la nueva iglesia hay una imagen de Ntra. Sra. Del Pilar.]

Esa representación iconográfica de S. Sebastián, junto con los muchos milagros obtenidos por su intercesión, despertó la devoción de los fieles y les ayudó a transmitir su fe como tradición a nuevas generaciones. Cuando algunos habitantes de Melilli emigraron a los EE.UU., construyeron una réplica de la iglesia italiana en Middletown, CT, EE.UU. Alli, los fieles se reúnen para oir la Palabra de Dios en un ambiente familiar que les recuerda por medio de imágenes la fe viva de sus antepasados.

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Como explica el P. Jorge Enrique Mújica en su artículo “Testigos de la hora marcada”: “En muchos casos el proceso de conversión (o reversión, que dirían en Estados Unidos) está motivado, más que por un discurso intelectual, por un testimonio de vida que se refuerza con la paz que produce el hacer el bien, y a cuyo culmen se llega a través del encuentro personal con Dios que sale al paso. […] Admirar y reconocer a quienes conocen, viven y transmiten su fe con obras no puede permanecer en mera contemplación, debe mover a la imitación, a la acción. Sólo así seremos testigos y no espectadores.

Un ejemplo que menciona el P. Mújica en su artículo es el de una parroquia en Pesceana, Rumanía. Según un artículo de Zenit, “Un sacerdote ortodoxo rumano y su parroquia se hacen católicos” por un milagro en 2002 obrado por intercesión de S. Pío de Pietrelcina (Padre Pío) a Lucrecia Tudor , la madre del sacerdote. Ella fue curada de cáncer pulmonar cuando empezó a mostrar devoción al santo por medio de una estatua mientras acompañaba en Roma a un hijo que estaba trabajando en un mosaico. Por su interés en la estatua del santo, su hijo le contó algo sobre la vida del santo. Ella hablaba todos los días al santo ante la estatua y atribuyó a su intercesión la desaparición de su tumor al cabo de dos semanas.

La parroquia de su hijo en Rumanía empezó a leer más sobre el santo y tras otros milagros por la intercesión de Padre Pío en la parroquia, creció la devoción entre los feligreses y decidieron hacerse católicos. Están construyendo una iglesia dedicada a Padre Pío, como hicieron por S. Sebastián los habitantes de Melilli y Middletown, CT.

Demos gracias al Señor, que obra milagros para que el arte humano junto con la tradición oral entre generaciones ayuden a tocar corazones y a difundir la predicación de la Palabra divina por todo el mundo.

Pregunta del día [Puede dejar su respuesta en los comentarios]: ¿Qué imágenes de pasajes bíblicos o de santos avivan sus propósitos de seguir a Jesús?

Mañana: Santa Inés - “Éste es el Cordero de Dios”(Jn. 1, 36)

8 comentarios

  
Noby
Getsemaní,recordando,además, como lo relata, cinematográficamente, la película La Pasión.Haría falta que se filmara en ese mismo estilo,la vida pública de Jesús anterior a la Pasión.
20/01/09 6:48 PM
  
María Lourdes
Noby, no había pensado en la combinación artística de la imágen y el sónido en el cine, pero creo que es un medio muy valioso para dar a conocer el Evangelio en el mundo de hoy.

Volviendo a representaciones plásticas de la Pasión, recuerdo que Santa Teresa de Jesús escribió en el Capítulo 9 de "Libro de Vida" lo mucho que le afectó ver una estatua del Señor:
“Era de Cristo muy llagado y tan devota que, en mirándola, toda me turbó de verle tal, porque representaba bien lo que pasó por nosotros. Fue tanto lo que sentí de lo mal que había agradecido aquellas llagas, que el corazón me parece se me partía, y arrojéme cabe El con grandísimo derramamiento de lágrimas, suplicándole me fortaleciese ya de una vez para no ofenderle. […] Paréceme le dije entonces que no me había de levantar de allí hasta que hiciese lo que le suplicaba. Creo cierto me aprovechó, porque fui mejorando mucho desde entonces.”

En el mismo capítulo habla sobre Getsemaní:
"Tenía este modo de oración: que, como no podía discurrir con el entendimiento, procuraba representar a Cristo dentro de mí, y hallábame mejor a mi parecer de las partes adonde le veía más solo. Parecíame a mí que, estando solo y afligido, como persona necesitada me había de admitir a mí. De estas simplicidades tenía muchas.

En especial me hallaba muy bien en la oración del Huerto. Allí era mi acompañarle. Pensaba en aquel sudor y aflicción que allí había tenido, si podía. Deseaba limpiarle aquel tan penoso sudor. Mas acuérdome que jamás osaba determinarme a hacerlo, como se me representaban mis pecados tan graves. Estábame allí lo más que me dejaban mis pensamientos con El, porque eran muchos los que me atormentaban. Muchos años, las más noches antes que me durmiese, cuando para dormir me encomendaba a Dios, siempre pensaba un poco en este paso de la oración del Huerto, aun desde que no era monja, porque me dijeron se ganaban muchos perdones. Y tengo para mí que por aquí ganó muy mucho mi alma, porque comencé a tener oración sin saber qué era, y ya la costumbre tan ordinaria me hacía no dejar esto, como el no dejar de santiguarme para dormir."

20/01/09 7:22 PM
  
Paco
Hola Lourdes:

Al leer el martirio de San Sebastián he recordado esa magnífica novela del Cardenal Wiseman que es "Fabiola", y que recomiendo vivamente.

Tampoco es extraño lo de la imagen de la Virgen del Pilar en una iglesia de Sicilia, ya que esta isla, durante más de cuatro siglos, fue uno de los reinos que componían la Corona de Aragón.

Sobre la pregunta del día, coincido con Noby. Impresionante cómo se relata ese episodio en La Pasión, que a mí me ayudó a entender la importancia de este momento y el sufrimiento moral que supuso, que a veces queda oscurecido por el sufrimiento físico posterior.

Un abrazo.
20/01/09 7:25 PM
  
Paco
Ya que citas a Santa Teresa, no me resisto a transcribir este impresionante soneto que algunos le atribuyen, aunque no está claro quién fue el autor:

No me mueve, mi Dios, para quererte
el cielo que me tienes prometido,
ni me mueve el infierno tan temido
para dejar por eso de ofenderte.

Tú me mueves, Señor, muéveme el verte
clavado en una cruz y escarnecido,
muéveme ver tu cuerpo tan herido,
muévenme tus afrentas y tu muerte.

Muéveme, en fin, tu amor, y en tal manera,
que aunque no hubiera cielo, yo te amara,
y aunque no hubiera infierno, te temiera.

No me tienes que dar porque te quiera,
pues aunque lo que espero no esperara,
lo mismo que te quiero te quisiera.
20/01/09 7:35 PM
  
María Lourdes
Paco, muchas gracias por la información tan interesante que dejó en sus comentarios. "Fabiola" y ese poema tan conmovedor (otra combinación eficaz de imagen y sonido) me recuerdan la importancia de leer a los niños libros sobre su fe. La literatura española es muy rica en ese campo y hoy en día hay muchos libros religiosos ilustrados para niños que los más pequeños disfrutan oyendo de sus padres. Les encanta a los niños leer una y otra vez sus libros favoritos y cuando sean mayores, ellos serán los que recordarán esas historias de santos (por ejemplo) para contarlos a sus propios hijos.

Me acuerdo de una Madre Superiora en Pozuelo de Alarcón que me hablaba sobre los santos y me dió un librito ilustrado con estampas de santos que aún conservo, "Ráfagas de vida". Era muy pequeña y no fue hasta años después que tuve la madurez para leerlo todo, pero me gustaban las ilustraciones y me acordaba de ella y de lo que me decía.

Para meditar la Pasión, también ayuda la imagen cristiana por excelencia, el crucifijo, que no creo debe de faltar en el hogar de ningún católico. Tras cada mudanza, era lo primero que ponía mi padre en la pared, y siempre más alto que nada para mostrar su importancia, con una imagen del Sagrado Corazón de Jesús al lado. Pero, no se debe de olvidar en la pared, sino que hay que hablar a los hijos sobre lo que representa y sobre lo que significa para uno en su propia vida.
20/01/09 11:14 PM
  
Foix
Es una alegría grande ver cómo unas generaciones a otras se entregan el depósito de la fe, y así por dos mil años y lo que queda...

Me parece un acierto por su parte comentar la vida de los santos. Santo no significa otra cosa que "testigo de la fe" y en un momento como éste necesitamos tener noticia de los testigos que nos precedieron. Gracias por su blog; me hace mucho bien.
21/01/09 2:16 PM
  
francisco
El Via Crucis de la Montania de Lourdes. Iba con un grupo de voluntarios y uno de los seniores a los que atendiamos lloraba porque ya no podia andar y creia que no podria hacer mas ese Via Crucis. Entre varios lo llevamos por el camino de la montania. Fue muy dificil porque era un senior muy grande y el camino complicado. Cuando terminamos (exhaustos pero contentos) ese hombre lloraba de alegria y todos con el. Esas imagenes del Via Crucis desde entonces significan mucho para mi.
21/01/09 3:06 PM
  
María Lourdes
Foix, es maravilloso ver cómo el Señor se encarga de darnos fe de tal forma que sabemos que la hemos recibido sin mérito alguno y que nos da también la oportunidad de hacer nuestra parte para que otros lleguen a apreciar ese don también.

Francisco, después de leer su comentario, ya no voy a poder rezar el Vía Crucis de la misma manera que siempre. Los lugares de peregrinación son desde luego grandes monumentos de fe, no tanto por su valor estético, sino por lo que se vive allí, algo que afecta la vida de toda la Iglesia.

Una vez, en Fátima, mi madre recorrió de rodillas una larga vía para peregrinos dentro del recinto del santuario, a pesar de que sus hijos esperaban con su padre a una distancia, sintiéndose un poco avergonzados de que su madre insistía en hacer algo tan "raro". No lo comprendía entonces, pero ese gesto penitente de mi madre me habla volúmenes ahora sobre su fe.
21/01/09 4:33 PM

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