Cómo evitar juicios temerarios

El Evangelio del Domingo de la Santísima Trinidad menciona que el Señor antes de Su Ascención, al ver a algunos de sus discípulos vacilar, responde: “Acercándose a ellos” (Mt. 28, 18). En cambio, es muy humano querer alejarse uno de quienes causan alguna impresión negativa (sea eso con motivo o sin motivo). Peor aún, también está la tentación de juicios temerarios.

¿Cómo se pueden evitar los juicios temerarios para acercarnos al prójimo en caridad en vez de rechazarle?

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Alguien que no se dejaba llevar por prejuicios era S. Bernabé (“hijo de consolación” o “hijo de exhortación”, s. I) un “santo de las segundas oportunidades” porque aceptó a S. Pablo después de su conversión y le recomendó a los apóstoles tres años después. Estuvo al menos un año en Antioquía con S. Pablo, a quien también acompañó a Chipre con Juan Marcos. Éste era un primo hermano suyo que se separó de ellos en Panfilia para volverse a Jerusalén.

Mucho después, cuando Juan Marcos se encontró de nuevo con ellos en Jerusalén y quiso ir con ellos en un segundo viaje apostólico, S. Pablo no quiso aceptarle, pero S. Bernabé le tomó consigo, separándose los dos de S. Pablo para volver a Chipre. Juan Marcos llegaría a ser el evangelista S. Marcos, un fiel secretario de S. Pedro en Roma y estimado también por S. Pablo.

Cuando estaba en desacuerdo tomaba acción sin juzgar mal de su oponente. Mostrando una gran libertad de espíritu, S. Bernabé volvió a evangelizar con S. Pablo en Corinto. Probablemente esquivó juicios temerarios de S. Pablo y de S. Marcos de la forma que recomendaría S. Bernardo siglos después:

“Aunque vierais algo malo, no juzguéis al instante a vuestro prójimo, sino más bien excusadle en vuestro interior. Excusad la intención, si no podéis excusar la acción. Pensad que lo habrá hecho por ignorancia, o por sorpresa, o por desgracia. Si la cosa es tan clara que no podéis disimularla, aun entonces creedlo así, y decid para vuestros adentros: la tentación habrá sido muy fuerte.

Añade S. Francisco de Sales:

“…da muestras de compasión por [el prójimo], desvía la conversación, y los que no caen en pecado, lo deben todo a la gracia de Dios. Procura, con suavidad, que el maldiciente reflexione, y di alguna cosa buena de la persona ofendida, si la sabes.” (“Introducción a la vida devota”, III, 29)

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Más remedios contra el juicio temerario (S. Francisco de Sales)

“Bebed cuanto podáis el vino sagrado de la caridad; él os liberará de estos malos humores, que os hacen hacer estos juicios torcidos. […] La caridad es la mejor medicina contra las enfermedades, y de un modo especial contra ésta. […] si una acción tiene mil aspectos, es menester mirarla bajo el punto de vista mejor. […]

“Finalmente, los que andan con mucho tiento en las cosas que atañen a la conciencia no suelen ser esclavos del juicio temerario; porque, así como las abejas, al ver la niebla o el cielo cubierto, se retiran a sus colmenas para fabricar la miel, de la misma manera los pensamientos de las almas buenas no se paran en los objetos embrollados ni en las acciones nebulosas de los prójimos, sino que, para evitar el dar con ellas, se recogen dentro de su corazón, para formar en él los buenos propósitos de su propia enmienda. Es propio de las almas inútiles el ocuparse en el examen de las vidas ajenas.

“Exceptúo a los que tienen cargo de los demás, así en la familia como en el Estado; porque una buena parte de los deberes de su conciencia consiste en mirar y en velar por los demás. Cumplan, pues, con su cometido amorosamente, y, hecho esto, velen por sí mismos en esta materia.” [“De los juicios temerarios” en “Introducción a la vida devota”(III, 28)]


Que el Señor nos ayude a ser tan caritativos con el prójimo como S. Bernabé y tan amables como S. Francisco de Sales, sin descuidar las correcciones fraternas que nos corresponda hacer.


Preguntas del día [Puede dejar su respuesta en los comentarios]
: ¿Qué diferencia hay entre una crítica válida y un juicio temerario? ¿Alguna vez tuvo una mala impresión de alguien que después cambió su parecer?

Mañana – Las postrimerías - “hasta el fin del mundo (Mt. 28, 20)

17 comentarios

  
luis
Es un tema que como profesor de Etica en la universidad trato con mucha delicadeza. Generalmente, en el ámbito catolico existen dos errores: o pensar que todo juicio es temerario o falto de caridad ("No juzguéis") o entregarse al criticismo gratuito.

El juicio es fundamental para llevar una vida moral. Debemos emitir juicios morales continuamente, y en eso consiste la conciencia: en un juicio sobre la bondad o maldad de los actos que realizamos.
Del mismo modo, el precepto de no juzgar no nos prohibe afirmar que, objetivamente considerada una accion del prójimo, está mal. En todo caso, lo que no podemos hacer es juzgar la intención y las circunstancias en que se cometió el acto. Un juicio temerario es el juicio que o bien no tiene todos los elementos necesarios para poder emitirlo ("Fulano hizo tal cosa...")o avanza sobre la interioridad de la persona ("Zutano cometió un pecado" o " se irá al Infierno").

Particularmente importante es la necesidad de juzgar e incluso de sospechar para quien tiene responsabilidades de gobierno o de personas confiadas a su cargo. Precisamente una mal entendida noción del juicio, la sospecha y la "fama" generó la crisis del abuso sexual en USA.
La película "La Duda" muestra hasta qué punto hay que tener mucho cuidado en combatir la cultura del cover up y de la complicidad con el mal, aunque se presente con la excusa de "evitar juicios temerarios" o "preservar la fama de las personas".
11/06/09 9:28 PM
  
Norberto
ML
Tengo la norma aplicable a mí mismo de no dar juicios sobre las situaciones ni sobre las personas,en todo caso valoraciones,que no es lo mismo.Si me piden juicio trato de enfatizar que "con lo que sabemos,con los datos que tenemos,según parece,etc.";porque he vivido grandes "meteduras de pata",tanto a favor como en contra de la persona o personas,el "chismorreo" es muy de iglesia y no solo en las mujeres.
De acuerdo con luis,insistiría en la reparación:restituir la fama arrebatada,casi siempre a la ligera, e inculcar un gran respeto a la fama del prójimo.
12/06/09 7:23 AM
  
Flavia
Gracias, Luis, por el último párrafo de tu comentario. Es algo que yo también debatía con mis alumnos, - aunque mis clases no eran de Ética - pero es que les veía acercarse peligrosamente a la falta de espíritu crítico sano, mientras los oponentes no cedían un adarme. La capacidad crítica hay que ejercerla continuamente si no queremos que se nos " desprograme " como seres humanos. Con cuidado, claro, según las personas: con inmenso respeto al que discrepa honradamente y de buena fe, pero sin ceder ante quien sólo busca el ataque porque a eso se dedica.
En el catolicismo yo lo tengo claro: para mí, lo que vale es el magisterio eclesial en cuestiones de fe. Ahora me vendrá alguno diciendo lo de la Inquisición y que la Iglesia se ha equivocado cientos de veces, etc. No voy a entrar ahí, porque no me estoy refiriendo a eso y ya estoy harta de oírlo.
12/06/09 11:32 AM
  
María Lourdes
Luis, muchísimas gracias por su reflexión sobre el tema. ¿Qué suelen opinar sus alumnos sobre el tema? Supongo que "Ética" sería una rama de filosofía.

Dice S. Francisco de Sales en "Introducción a la vida devota" en el capítulo "De los juicios temerarios":
"No es malo, pues, dudar del prójimo, porque no está prohibido dudar sino juzgar; no está, empero, permitido dudar ni sospechar, sino en la medida en que obliguen a ello los argumentos o las razones; de lo contrario, las sospechas son temerarias."
Respecto a lo que dice sobre las situaciones en que hace falta juzgar, copio del Capítulo 29, "De la maledicencia":
"[...]por el deseo de huir del vicio de la maledicencia, no se han de favorecer, adular, ni fomentar los otros vicios, sino que hay que llamar sinceramente mal al mal, y condenar las cosas que son dignas de reprobación. Haciéndolo así, glorificaremos a Dios, con tal que lo hagamos bajo las siguientes condiciones: [que sea útil para la persona, que nos corresponda hacer la corrección, ser exacto en las palabras].

Es verdad que de los pecadores infames, públicos y notorios, se puede hablar libremente, con tal que se haga con espíritu de caridad y de compasión y no con arrogancia y presunción, ni para complacerse en el mal ajeno, porque esto sería propio de un corazón abyecto y vil. Exceptúo, entre todos, a los enemigos declarados de Dios y de la Iglesia, porque a éstos es menester desacreditarlos cuanto se pueda; tales son las sectas heréticas y cismáticas y sus jefes; es un acto de caridad gritar contra el lobo, dondequiera que sea, cuando se encuentra entre las ovejas. "
12/06/09 12:46 PM
  
María Lourdes
Norberto, gracias por compartir su experiencia. Dejo aquí más citas de S. Francisco de Sales "De la maledicencia" que tienen que ver con lo que comenta, por si hace bien a alguien:
"Nunca, pues, podemos decir que un hombre es malo, sin riesgo de mentir, y, supuesto que falte, lo único que podemos decir es que ha cometido una mala acción; que ha vivido mal en tal época; que obra mal ahora; pero del día de ayer no se puede deducir ninguna consecuencia para el día de hoy, y mucho menos aún para el día de mañana.

"[Hace falta la reparación] porque nadie puede entrar en el cielo con los bienes ajenos, y, entre todos los bienes exteriores, la buena fama es el mejor.

"...no hables nunca mal de nadie, ni directa ni indirectamente: guárdate de atribuir falsos crímenes y pecados al prójimo, de descubrir los que son secretos, de exagerar los ya conocidos, de interpretar mal una buena obra, de negar el bien que tú sabes que existe en alguno, de disimularlo maliciosamente, de disminuirlo con tus palabras; porque, de cualquiera de estas maneras, ofenderías mucho a Dios, sobre todo acusando falsamente o negando la verdad, en perjuicio del prójimo, ya que entonces sería doble el pecado: mentir y dañar, a la vez, al prójimo.

"Los que, para murmurar, empiezan con preámbulos honrosos o echan mano de cumplidos e ironías, son los más finos y los más virulentos de los detractores."
12/06/09 12:58 PM
  
María Lourdes
Flavia, me llama la atención de su comentario las maneras prácticas en que uno debe ejercer "la capacidad crítica". Muchas veces se nos puede olvidar que el Señor nos dió la inteligencia y la capacidad para ver las cosas como son para que otros no nos vendan gato por liebre, especialmente cuando se nos presentan oportunidades para pecar. Y eso tanto por nuestro bien como la del prójimo, para no escandalizar. Le agradezco mucho su reflexión.
12/06/09 1:06 PM
  
luis
Me preguntas que opinan mis alumnos sobre el tema. Pues se sorprenden, creen que ser cristiano es ser tonto y opinar siempre bien de todo y de todos, el buenismo o la religion de Tolstoi. Hasta hubo un falso fundador de un movimiento religioso católico que habló de la "benedicencia", hablar siempre bien de los demás, jamás pensar mal, aunque la evidencia fuera contra el projimo (a él le convenía, era un farsante). Es una grave falta contra la virtud de la prudencia. La verdad es la realidad.
De ser así, no tendríamos un san Juan Bautista o un San Pablo, que cuando el Sumo Sacerdote mandó pegarle en la boca, le dijo: "Dios te hiera a ti, sepulcro blanqueado".
Fue tambien San Pablo el que dijo "Pongan a prueba, examinen todo y quédense con lo bueno".
12/06/09 2:02 PM
  
azahar
María Lourdes, Ana y Norberto: Muchas gracias por vuestras oraciones.

El bebito está estable. Ha perdido un poquito de peso, sólo pesa 600 grs. Pero va progresando, gracias a Dios.

La madre está muy afectada. No poder tocarlo, ni sentirlo es una dura prueba.

Muchas gracias y saludos.
12/06/09 4:31 PM
  
María Lourdes
Luis, ¡qué anécdota! Gracias por compartirla. Es verdad que hace falta mucho de la prudencia, pero también de las otras virtudes cardinales para no pasarse de línea.

Claro que a mí me daría bastante temor decir algo como "Dios te hiera a ti" a nadie como hizo S. Pablo. No sé si eso sería un buen ejemplo, pero suscribo del todo al segundo. Un saludo.
12/06/09 4:50 PM
  
María Lourdes
Azahar, me alegro de todo corazón por Víctor y doy gracias a Dios. En poco tiempo seguro que otros que le vean no le podrán distinguir de otros que hayan sido más pesados al nacer.

Ánimo a la madre y al resto de la familia por el gran testimonio de su amor por Víctor. Que el Señor le tenga al bebé en brazos de su madre muy pronto. Saludos a toda la familia.

[Copié su comentario y el mío al artículo en que mencionó por primera vez al bebé por si alguien vuelve allí buscando noticias de Víctor.]
12/06/09 4:51 PM
  
azahar
Muchas gracias, María Lourdes. De verdad, doy gracias a Dios por haberme dado la oportunidad de contactar con personas tan grandes de corazón.

Dios les bendiga.
12/06/09 5:29 PM
  
Ana
Estoy de acuerdo con Roberto en lo de hacer valoraciones, no juicios y de las acciones no de las personas. es inevitable ver acciones que no gustan y a veces no podemos dejar de pensar pero salvando laa persona porque lo de juzgar mejor se le deja a Dios, es un trabajo muy dificil y el único que tiene todos los datos es ¨¨¨¨El y conoce el interior. Azahar seguiremos rezando y también por la mamá, pobrecita
12/06/09 10:17 PM
  
Norberto
Azahar
Mañana,en misa de 8h. volveré a pedir,esta vez por la madre,sin dejar al pequeñín, para que tenga sana resignación.
13/06/09 12:12 AM
  
anarico
“Bebed cuanto podáis el vino sagrado de la caridad; él os liberará de estos malos humores, que os hacen hacer estos juicios torcidos" F. de S.

Éstas cuatro palabras de S. Francis de Sales nos enseñan todo lo que necesitamos saber, para ponernos en condiciones y con capacidad para medir todas las cosas.

Lo primero que conviene señalar, es que valoramos a partir de nuestra consciencia; es decir, de nuestra consciencia sacamos la medida de todas las cosas. No valoramos todos de la misma manera porque no hay dos consciencias iguales: siempre hay una que tiene mayor que otra. Y en el intérvalo entre la consciencia de Cristo y la de un orangután, podemos decir que hay un amplio espacio donde caben ordenadas las consciencias nuestras.

El mismo S. Francisco de Sales enseña que en el "Camino de Perfección", la conciencia recorre el territorio del alma, desde las partes más bajas a las más altas. Andar éste Camino adelante es lo único que nos va garantizando los mejores y más certeros juicios en todo. Parece claro, por lo que nos cuentan los que lo han transitado, que lo mejor para ir adelante es "beber el vino sagrado de la caridad".

Para S. Francisco de Sales, Caridad es Amor a Dios. (y no otra cosa)Beber es comtemplar; de la metáfora "vino sagrado", si meditamos un poco nos podemos hacer una idea. Esto es para mí lo que enseñan los que saben.
Y luego nos dan unas cautelas, más que nada, para que no caigamos en enredos que impidan...pues éso: beber la vino sagrado.
13/06/09 5:43 AM
  
María Lourdes
Azahar, no nos olvidamos de Víctor y de su madre. Espero que le diga a la madre que está bien acompañada en oración, como puede ver en los comentarios, y sobre todo por Ntra. Madre, que nunca nos olvida. Un saludo a la familia.
13/06/09 4:54 PM
  
María Lourdes
Ana, me gusta lo que dice sobre "salvar la persona", porque de eso se trata, de no olvidarse uno nunca del ser tan amado por Dios que sólo Él conoce a la perfección. Como dice el Señor, hay que amar a otros como a uno mismo y más aún, como Él nos ama.
13/06/09 4:57 PM
  
María Lourdes
Anarico, me llama la atención que resaltó que "no hay dos conciencias iguales". A lo largo de nuestras vidas tenemos que afinar la nuestra más y más con la del Señor.

Siguendo con la imagen del "vino sagrado", recuerdo a Ntra. Ssma. Madre diciéndole al Señor: "No tienen vino". ¡Cuántas veces seguimos una "fiesta" en nuestra existencia sin darnos cuenta de que nos falta el "vino sagrado"!

Que la intercesión de Ntra. Sra. nos ayude a mantenernos en gracia con Dios.
13/06/09 5:02 PM

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