¿Qué diferencia hay entre un pecado venial y una imperfección?

S. Luis IX (1214-1270) es coronado Rey de Francia bajo la regencia (hasta 1234) de su madre, Doña Blanca de Castilla, que le diría con frecuencia que preferíría verle muerto que en desgracia de Dios por el pecado mortal. En 1235 se casó con Margarita de Provenza, con quien tendría 11 hijos. Este franciscano terciario perdonaba con generosidad a los enemigos que derrotaba.

Hizo construir la famosa Santa Capilla (Sainte-Chapelle) para la Corona de espinas del Señor. Se puede hacer una visita virtual a la capilla inferior en la que oían Misa los plebeyos y la capilla superior (con inmensas vidrieras que forman las paredes) para la familia real, donde se guardaban las reliquias de la Pasión que reunía el santo. [Esta es una “reconstrucción 3D de París en la edad media” (se ve la Santa Capilla en el primer minuto)]

Participó en dos cruzadas: en la primera fue hecho prisionero en Egipto y en la segunda murió de disentería en el Norte de África. Comienza su “Testamento espiritual a su hijo” así:

“Hijo amadísimo, lo primero que quiero enseñarte es que ames al Señor, tu Dios, con todo tu corazón y con todas tus fuerzas; sin ello no hay salvación posible.

Hijo, debes guardarte de todo aquello que sabes que desagrada a Dios, esto es, de todo pecado mortal, de tal manera que has de estar dispuesto a sufrir toda clase de martirios antes que cometer un pecado mortal.”

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El pecado mortal se debería de evitar a toda costa y también se debería de evitar cometer pecados veniales, que como pecados siguen siendo faltas contra Dios. Pero, ¿qué diferencia hay entre los pecados veniales y las imperfecciones? Saber algo sobre la naturaleza de las faltas que podemos cometer podría ayudar a contestar esta pregunta del lector Guillermo:

¿Puede tener alguna justificación cometer una falta si pensamos que el cometerla mitigaría llevar a cabo una falta que nos resulta de mucha mayor gravedad? ¿…dónde podría informarme de forma segura al respecto? ¿Conoce algunos ejemplos?”


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Así explica S. Juan de la Cruz los pecados veniales (males menores) y las imperfecciones (actos que no son malos en sí pero que no se hicieron tan bien como se podría), advirtiendo que uno debe hacer lo posible para evitar cometer cualquier falta voluntariamente:

“Pero todos los demás apetitos voluntarios, ahora sean de pecado mortal, que son los más graves; ahora de pecado venial, que son menos graves; ahora sean solamente de imperfecciones, que son los menores, todos se han de vaciar y de todos ha el alma de carecer para venir a esta total unión [con Dios], por mínimos que sean. Y la razón es porque el estado de esta divina unión consiste en tener el alma, según la voluntad, con tal transformación en la voluntad de Dios, de manera que no haya en ella cosa contraria a la voluntad de Dios, sino que en todo y por todo su movimiento sea voluntad solamente de Dios.

“[…]sin advertirlo y conocerlo, o sin ser en su mano, bien caerá en imperfecciones y pecados veniales y en los apetitos naturales que habemos dicho; porque de estos tales pecados no tan voluntarios y subrepticios está escrito (Pv. 24, 16) que el justo caerá siete veces en el día y se levantará. Mas de los apetitos voluntarios, que son pecados veniales de advertencia, aunque sean de mínimas cosas, como he dicho, basta uno que no se venza para impedir.

“Digo no mortificando el tal hábito, porque algunos actos, a veces, de diferentes apetitos, aún no hacen tanto cuando los hábitos están mortificados; aunque tambien estos ha de venir a no los haber, porque tambien proceden de hábito de imperfección; pero algunos hábitos de voluntarias imperfecciones, en que nunca acaban de vencerse, estos no solamente impiden la divina unión, pero el ir adelante en la perfección.

Estas imperfecciones habituales son: como una común costumbre de hablar mucho, un asimientillo a alguna cosa que nunca acaba de querer vencer, así como a persona, a vestido, a libro, celda, tal manera de comida y otras conversacioncillas y gustillos en querer gustar de las cosas, saber y oír, y otras semejantes. Cualquiera de estas imperfecciones en que tenga el alma asimiento y hábito, es tanto daño para poder crecer e ir adelante en virtud, que, si cayese cada día en otras muchas imperfecciones y pecados veniales sueltos, que no proceden de ordinaria costumbre de alguna mala propiedad ordinaria, no le impedirán tanto cuanto el tener el alma asimiento a alguna cosa.

“Porque, en tanto que le tuviere, excusado es que pueda ir el alma adelante en perfección, aunque la imperfección sea muy mínima. Porque eso me da que una ave este asida a un hilo delgado que a uno grueso, porque, aunque sea delgado, tan asida se estará a el como al grueso, en tanto que no le quebrare para volar. Verdad es que el delgado es más fácil de quebrar; pero, por fácil que es, si no le quiebra, no volará. Y así es el alma que tiene asimiento en alguna cosa, que, aunque mas virtud tenga, no llegará a la libertad de la divina unión.” (“Subida del Monte Carmelo” I, 11)

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Leyendo lo que le decía a S. Luis su madre, lo que dijo el santo a su hijo y lo que recomienda S. Juan de la Cruz, uno podría pensar como los que criticaron al Señor en el Evangelio del XX Domingo de Tiempo Ordinario por decir que sin comer Su Carne y sin beber Su Sangre no tendrían vida: “Este modo de hablar es duro, ¿quién puede hacerle caso?” (Jn. 6, 60). Pero, el Señor nunca niega Su Gracia a los que se lo piden de todo corazón. Él quiere ser nuestra fortaleza y ayuda en los Sacramentos de la Iglesia.


Preguntas del día [Puede dejar su respuesta en los comentarios]
: ¿Cómo respondería a las preguntas de Guillermo? ¿Le parece demasiado duro lo que dice S. Juan de la Cruz?

Mañana: Sta. Teresa de Jesús Jornet e Ibars – “El espíritu es quien da vida” (Jn. 6, 63)

30 comentarios

  
susi
SI una persona quiere DE VERDAD ser santa debe rechazar hasta las imperfecciones, que son apegamientos a su yo, en vez de buscar en todo y siempre la voluntad de Dios.
Hay cosas de carácter, formas de ser que por más que uno se esfuerce, siempre estarán ahí , y habrá que seguir luchando, pero lo que se consiente conscientemente es una atadura que nos impide avanzar hacia el camino de perfecta unión con Dios.
Respecto a la respuesta para Guillermo, creo que un moralista se la podría contestar.
26/08/09 2:03 PM
  
David
Hola hermana.

Agradecerle su artículo.

Sobre cómo responder a la pregunta de Guillermo, le recomendaría los siguientes dos enlaces:

Acciones de efectos buenos y malos
(Acciones de "doble efecto")
http://arvo.net/saber-lo-que-es-bueno/4-acciones-de-efectos-buenos-y-malos/gmx-niv159-con12125.htm

y

La conciencia y el Magisterio
http://www.foromoral.com.ar/respuesta.asp?id=213

Son ambos muy buenos.

Un abrazo en Cristo y María.
26/08/09 4:19 PM
  
Norberto
Ver "Teología Moral para Seglares" de Antonio Royo Marín.
26/08/09 4:21 PM
  
María Lourdes
Susi, me parece muy acertado que resaltó el papel de la voluntad en todo esto, de si uno quiere de verdad ser santo o no, de no dejarse desanimar por una caída, por ejemplo. Otra cosa sería si uno racionalizara todo para hacer lo mínimo, para continuar en esos hábitos voluntarios que describe S. Juan de la Cruz.

En el siguiente post escribiré sobre la perfección que Dios requiere de nosotros. Un saludo.
26/08/09 4:29 PM
  
María Lourdes
David, ¡qué artículos más buenos! Los voy a guardar en favoritos. Muchas gracias.
26/08/09 4:45 PM
  
Norberto
Supogamos Guillermo que un familiar tuyo,bajo el mismo techo,te pide dinero,y, tu le dices que no tienes (previéndolo,lo habías escondido),¿has pecado de mentira?.
1)Si lo haces,porque ya le has prestado antes y,nunca te lo devuelve,has pecado de mentira,por el engaño, y de orgullo,al no compartir tus bienes.
2)Si lo haces porque te consta que lo va a gastar en drogas,no has pecado de ninguna forma.

Ahora bien las cosas no se pueden,en moral,trasponer como los términos de una ecuación;en muchas ocasiones la cosa "leve" es tan perniciosa como la grave,conculte a un sacerdote, o seglar,bien preparado en cuestiones de conciencia.
26/08/09 4:51 PM
  
María Lourdes
Norberto, no tengo una copia del libro que recomienda, pero sí uno de "La teología de la perfección cristiana" (obviamente, ya que la cito tanto). En este libro comenta el P. Antonio Royo Marín, OP, el texto de S. Juan de la Cruz:"Aunque esta cuestión es muy disputada entre los teólogos, creemos que la imperfección moral es algo distinto del pecado venial. Un acto que es bueno en sí no deja de ser bueno aunque podría haber sido mejor. El pecado venial, en cambio, es algo intrínsicamente malo, por muy ligero que sea el mal. Hay una gran diferencia entre los dos. [...]

“Como se puede ver, S. Juan de la Cruz señala la razón fundamental por la cual es necesario reununciar absolutamente a toda imperfección voluntaria. Al mismo tiempo, distingue categóricamente entre las imperfecciones voluntarias y las que proceden de pura debilidad o inadvertencia. Hace bien en distinguir entre un acto aislado, aunque deliberadamente imperfecta, y la costumbre profundamente enraizada de la imperfección voluntaria. Es la última la que impide la unión perfecta con Dios." (III, 2) Le agradezco la recomendación, que creo le será muy útil a Guillermo.
26/08/09 4:51 PM
  
María Lourdes
Guillermo, gracias por proponer una pregunta muy interesante y que también ayuda a uno a tomar decisiones en la vida cotidiana. Siguiendo a lo que le dice Norberto, me parecería justificable cometer una imperfección que no fuera un hábito en uno para evitar un pecado venial.

Se me ocurre para tomar uno de los ejemplos de imperfecciones voluntarias que da S. Juan de la Cruz (hablar demasiado) que para evitar hablar mal de alguien, comenzara uno a hablar demasiado sobre otras cosas, disipando el recogimiento, en vez de evitar la conversación por completo.

El evitar hablar mal de alguien es un bien, pero en ese caso no se llevó a cabo de la mejor forma posible, no evitando la ocasión de pecado por completo. Si uno habla mucho de uno mismo por orgullo, pues allí pecó, y como explican los artículos que recomienda David, "Jamás se puede hacer un mal para hacer un bien". Un saludo.
26/08/09 4:57 PM
  
Norberto
ML
Mi padre espiritual (qepd),me explicó muy bien el asunto,siendo yo bien joven (17 años) por lo que me ha quedado para toda la vida,tratré de no ser pesado:
1)El pecado es venial cuando existe advertencia,voluntariedad y libertad,pero la materia no es grave,p.e.una persona me fastidia (una broma que no me gusta) y a la primera ocasión,lo guardo, y la fastidio yo a su vez.
2)Soy temperamental por naturaleza,y,me gastan una broma pesada,me enfurezco y replico con malos modos;es una imperfección,está en mi naturaleza pecadora.

Eso no quita,que, como se recuerda,(y me recuerdan a mí que, por lo visto soy así de temperamental)la lucha de S.Fco. de Sales,ejemplo de amabilidad y dulzura,con su fortísimo temperamento; de tal manera que cuando le hicieron la autopsia,tenía el páncreas cristalizado de tanto como había "tragado",así como la silla que utilizaba, como si le hubieran pasado una amoladora de haber clavado las uñas para contenerse.

El menosprecio de las imperfecciones, ha sido causa de pérdida de la fe en personas conocidas,y muy queridas,po lo que no es ninguna ñoñería.
26/08/09 5:01 PM
  
María Lourdes
Norberto, no sabe el bien que me ha hecho con los últimos ejemplos que ha dejado, ya que sé de primera mano lo difícil que es la lucha contra el temperamento. Otros me habían comentado que ciertas cosas son imperfecciones pero no pecado venial, pero no entendía eso del todo.

La pregunta de Guillermo me hizo investigarlo un poco más y me alegro mucho de que lo hice. No había pensado que el menosprecio de las imperfecciones pudiera llevar a algunos a perder la fe. Supongo que será por la tibieza que se asomaría en tales circunstancias como resultado o causa. Gracias de nuevo.
26/08/09 5:12 PM
  
Norberto
ML
Eso es, la imperfección consentida como alimento de la tibieza,y de lo que viene detrás.
26/08/09 5:22 PM
  
José Manuel
Gracias por el artículo y todos los comentarios. Podré comentarlo con otros hermanos, pues creo que harán mucho bien. Que el Señor les bendiga.
26/08/09 6:35 PM
  
María Lourdes
Norberto, gracias por la aclaración. Un saludo.
26/08/09 8:15 PM
  
María Lourdes
José Manuel, me alegro mucho que sacó tanto provecho como yo de los comentarios de los demás. Muchas gracias por sus oraciones y por pasar por aquí.
26/08/09 8:16 PM
  
David
Hola de nuevo.

Me alegro de que te hayan gustado los artículos María Lourdes. Espero sean de utilidad.

Hermano Norberto, dices:
"Supogamos Guillermo que un familiar tuyo,bajo el mismo techo,te pide dinero,y, tu le dices que no tienes (previéndolo,lo habías escondido),¿has pecado de mentira?.
1)Si lo haces,porque ya le has prestado antes y,nunca te lo devuelve,has pecado de mentira,por el engaño, y de orgullo,al no compartir tus bienes.
2)Si lo haces porque te consta que lo va a gastar en drogas,no has pecado de ninguna forma."

Como bien nos recuerda la hermana María Lourdes, y nos deja claro el Catecismo de la Iglesia Católica:
"Nunca está permitido hacer el mal para obtener un bien."

Pues bien, mentir está mal. Dejo aquí un texto obtenido del siguiente enlace sobre "Los vicios opuestos a la verdad":
http://hjg.com.ar/sumat/c/c110.html

Fijándonos en el "Artículo 3", podemos ver lo que dice en la parte de "Respondo":
"Lo que es intrínseca y naturalmente malo no hay modo posible de que sea ni bueno ni lícito, porque para que una cosa sea buena se requiere que todo en ella lo sea; pues, como dice Dionisio en el capítulo 4 De Div. Nom., el bien requiere el concurso de todas sus causas, para el mal, en cambio, basta un defecto cualquiera. Ahora bien: la mentira es mala por naturaleza, por ser un acto que recae sobre materia indebida, pues siendo las palabras signos naturales de las ideas, es antinatural e indebido significar con palabras lo que no se piensa. Por lo cual dice el Filósofo en IV Ethic. que la mentira es por sí misma mala y vitanda; la verdad, en cambio, es buena y laudable. Por tanto, toda mentira es pecado, como afirma también San Agustín en su libro Contra mendacium."
Un abrazo en Cristo y María.
27/08/09 12:26 AM
  
María Lourdes
David, gracias por pasar de nuevo por aquí y por todo lo que comparte con nosotros.

Un texto de S. Francisco de Sales sobre el aborrecimiento a todo pecado:
"Un odio o un rencor flojo y débil nos hace antipática la persona odiada y nos induce a evitar su compañía; mas, cuando el odio es mortal y violento, no sólo huimos de la persona aborrecida, sino que nos disgusta, y no podemos sufrir el trato de sus compañeros, amigos y parientes y su imagen y todo cuanto a ella se refiere. Así, cuando el penitente odia el pecado, movido de una ligera, aunque verdadera contrición, resuelve sinceramente no volver más a pecar; pero cuando el aborrecimiento es fruto de una contrición vigorosa y potente, no sólo detesta el pecado, sino todos los afectos, relaciones y caminos que a él conducen. Conviene, pues, Filotea, que acrecentemos nuestra contrición y nuestro arrepentimiento, a fin de que llegue a extenderse hasta las más insignificantes manifestaciones del pecado."
Por cierto, no creo que nadie más se haya referido nunca a mí antes como "la hermana María Lourdes" porque no soy religiosa, aunque comprendo lo que quiere decir (todos los bautizados somos hermanos en Cristo, ¿verdad?) y no lo tomo a mal, pero no llego a acostumbrarme. :) Un saludo.
27/08/09 4:39 AM
  
Norberto
David

Mentir "es decir lo contrario de lo que se piensa con la intención de engañar",por tanto es la intención la que valida,o invalida, la mentira,no el evitar un daño mayor como consulta Guillermo.
27/08/09 9:21 AM
  
guillermo
Muchas gracias, mi sincero agradecimiento a todos, a ML especialmente , que pensó que un foro sobre mi pregunta, "si era lícito acudir a realizar de modo consciente una falta en el convencimiento íntimo de poder, o al menos intentar, parar de ese modo llevar a cabo una faltaa de mayor gravedad".He leido los textos que ma habéis amablemente propuesto, aunque me hacae falta otra lectura más detenida y meditada. La de David me ha parecido por ahora la más completa .

Quiero deciros que al decidir cometer ese pecado tenía claro la necesidad de acudir cuanto antes al Sacramento de la Reconciliación, sin tratar de justificarme, tan sólo de pedir perdón . Sentía a su vez que , posiblemente, había cometido un pecado de orgullo, atribuyendome una solvencia moral y espiritual muy lejos de lo que puedo permitirme, también una falta, grave de desconfianza en la ayuda de mi Dios misericordioso, del que sé que no me ha fallado nunca y cuida de mí.No sé cómo lo resolvería en otra ocasión, que espero no se produzca, entre otras cosas porque determinados errores, faltas , aunque perdonados en Confesión, dejan una huella que no se puede borrar. Hice lo que el corazón y mi conciencia, por muy deteriorados que esten, me dictaban, incluso aunque hubieran sido una añagaza del Mal .

Mi relación con Dios quiero que sea una relación sana, de Amor, desde luego ,pero franca y sincera: no puedo traicionar mis sentimientos sin pensar que puedo traicionar esa relación .Y , como siempre ponerme en Sus manos, apoyada la cabeza en Su Corazón de verdadero Amigo.

En cuanto a la cuestión del pecado venial, no se me ocurre otra cosa sini que ser cristiano es llamado, urgido, a la santidad, sabiendo que el sólo Uno es Santo. Y que cada cual- tal y como Él nos llama-hará todo lo posible, con toda nuestra debilidad, y con la ayuda de Dios y para Gloria del Padre. Siento haber sido algo extenso y , seguramente, confuso, y ciertamente , demasiado personal.Gracias de nuevo. Leeré con toda la atención todo lo que me habéis enviado.
27/08/09 5:43 PM
  
David
Hola hermana ML. (luego comento sobre lo de "hermana", :D )

Tan sólo avisar que tardaré un poquito en responder pero que quiero hacerlo.

En cuanto haya respondido (no sé si será esta tarde, mañana, etc) si quieres borras este mensaje.

Un abrazo en Cristo y María.
28/08/09 7:12 AM
  
David
Hola hermana María Lourdes :)

Darte las gracias por la cita. Ahora paso a responderte a lo siguiente:
"Por cierto, no creo que nadie más se haya referido nunca a mí antes como "la hermana María Lourdes" porque no soy religiosa, aunque comprendo lo que quiere decir (todos los bautizados somos hermanos en Cristo, ¿verdad?) y no lo tomo a mal, pero no llego a acostumbrarme. :) Un saludo."

En el foro en el que participo suelo llamar a los foristas hermanos. Luego cuando hablo por el messenger también. Si le molestara en algún caso dígamelo que no se lo digo :D, no me importa ;)

Hermano Norberto, dices:
"Mentir "es decir lo contrario de lo que se piensa con la intención de engañar",por tanto es la intención la que valida,o invalida, la mentira,no el evitar un daño mayor como consulta Guillermo."

Como bien se dijo antes "Nunca está permitido hacer el mal para obtener un bien." Por mucho que fuera mi intención conseguir un bien grande, no podría hacer un mal. A menos de que ignorara que lo que se está haciendo es malo. Ahí podría estar la ignorancia no culpable. Pero esto último de la ignorancia culpable o no culpable hay que verlo bien.
Dejo aquí un enlace sobre el tema que recomiendo leer para poder ver de qué va esto de la ignorancia culpable y no culpable:
http://es.catholic.net/temacontrovertido/174/1634/articulo.php?id=30800


28/08/09 3:56 PM
  
María Lourdes
Guillermo, muchísimas gracias por dejar su comentario y reflexión y sobre todo por compartir una duda tan personal que creo ayudará a muchos en situaciones parecidas. Un saludo.
28/08/09 4:11 PM
  
María Lourdes
David, ahora recuerdo a algunas otras personas que me han llamado "hermana" (sin ser hermanos de sangre - que tengo bastantes), pero nunca creo haberlo oído en tercera persona. :) Quizás esas otras personas también son foristas del foro en que participa. :)

No me importa. Se cumple lo que prometió el Señor de que los que dejaran "hermanos..." por Él recibirían el ciento por uno en esta vida y la vida eterna en la siguiente (lo cual espero). No me hago religiosa pero me voy a mudar dentro de poco bastante lejos de mis hermanos. Le agradezco su participación en el blog. Un saludo.
28/08/09 4:20 PM
  
David
Hermano Guillermo.

No te preocupes por la extensión de tu respuesta. Al revés, así podemos intentar ayudar lo mejor posible.

Sobre lo que escribes te dejo lo siguiente:

Actuar en conciencia: Dices que actuaste en conciencia. El caso es lo siguiente. Imagina que alguien va y le pega una paliza a su hijo hasta casi dejarlo muerto porque no se quiso comer la comida y luego dice que ha actuado en conciencia. Ciertamente se podría ver que su conciencia no está bien formada. Debemos formar nuestra conciencia para actuar de la mejor manera posible. A ese hombre, puede ser que luego le explicaran las cosas y dándose cuenta no lo hiciera más. A ti te digo lo mismo. Espero que con estas palabras que entre todos te damos cambies a mejor (como todos debemos hacer).
Para esto te animo a que leas los siguientes textos. Alguno puede resultar más largo que otro. Pero céntrate, y piensa el porqué lo haces. Así tendrás las fuerzas necesarias si es que te faltan.
Aquí te dejo los enlaces:

Catecismo de la Iglesia Católica - La conciencia moral
http://www.vatican.va/archive/catechism_sp/p3s1c1a6_sp.html

LA CONCIENCIA EN LA «VERITATIS SPLENDOR»
http://www.foromoral.com.ar/respuesta.asp?id=160

LA CONCIENCIA Y EL MAGISTERIO
http://www.foromoral.com.ar/respuesta.asp?id=213

Ignorancias culpables
http://es.catholic.net/temacontrovertido/174/1634/articulo.php?id=30800

Ojalá los leas hermano y te sirvan para estar siempre más cerca de Aquel que dió la Vida por ti.

Otro asunto que saco de tu comentario es cuando dijiste que fuiste a la confesión. Recuerda que una de las cosas para confesarse bien es el propósito de enmienda:
"Se necesita también que tengas la intención firme de NO VOLVER A COMETER ESE PECADO. La persona que se confiesa con la idea de que va a volver a hacer ese pecado y no le importa (pues al fin, se vuelve a confesar), no tiene verdadero arrepentimiento."
Tomado de:
http://laverdadcatolica.org/F15.htm

Con lo que sea, cuenta con nuestro apoyo.

Un abrazo en Cristo y María.
28/08/09 4:25 PM
  
David
Hermana ML:

Pues entonces, de vez en cuando le diré hermana :D

¿Se marcha lejos? Si viene para Sevilla no dude en contactar conmigo jaja

Espero que le vaya bien en su mudanza.

Un abrazo en Cristo y María.
28/08/09 4:27 PM
  
David
Y perdón por ser tan pesado, pero encontré una página donde viene muy bien explicada las 5 partes de la confesión, y allí podrá mirar mejor el tema del Propósito de enmienda.

Es esta:
http://es.catholic.net/conocetufe/365/821/articulo.php?id=8458

Un abrazo en Cristo y María.
28/08/09 4:32 PM
  
María Lourdes
David, me vienen muy bien para futuros posts los enlaces que va recomendando. Muchas gracias.

Me mudo de una hora más o menos de Nueva York a un par de horas de Chicago, más o menos - aprox. 14 horas en coche. Me he mudado al menos una docena de veces en mi vida, pero mi esposo no tanto. No es nada comparado a mis padres mudándose de China y Taiwan respectivamente a España y desde allí a los EE.UU.

Guardo muy buenos recuerdos de Sevilla de cuando estuve allí hace muchos años, poco después de fallecer mi madre. Mi padre y yo habíamos vuelto a España para dejar en orden ciertas cosas en Madrid y para animarme me llevó mi padre a Sevilla, donde nunca había estado antes. Fuimos al Parque María Luisa (creo que así se llama) para dar de comer a las palomas donde mis padres estuvieron de novios o recien casados. Algún día espero viajar por allí de nuevo con mi familia. Un saludo.
28/08/09 4:45 PM
  
David
Siento lo de tu madre. Oraremos por ella.

No sabía que viajabas tanto, jaja. Yo sólo he salido de España de pequeñito para ir a Francia y a Portugal luego a la Virgen de Fátima.

Sí, es el Parque de las palomas, jaja.

Ten cuidado con el coche ;)

Ah, y me alegro de que te sirvan los enlaces. Hay buenas cosas por internet.

Un abrazo en Cristo y María.
28/08/09 5:04 PM
  
María Lourdes
David, muchas gracias por sus oraciones. Mi hija nació justamente en el 15o. aniversario del fallecimiento de mi madre, lo cual es un consuelo para mi familia. Tenemos recuerdos muy gratos de viajar con ella a los lugares que menciona, Francia y Portugal, cuando mi familia vivía en España. También hicimos un viaje a Italia antes de venirnos a los EE.UU.

Los enlaces me son muy útiles, sobre todo porque con tantas cosas buenas como dice, no tengo tiempo para leérmelo todo. Veo en su página que tiene enlaces a muchos recursos católicos. Gracias de nuevo por todo.
29/08/09 1:56 AM
  
guillermo
Después de estos dias- y con ello , si os parece, termino esta cuestión por mi parte- he llegado a preguntarme si no influyó más en mi el miedo al pecado, como algo mio personal, que el amor a Dios. De alguna era yo quien tenía que solventarlo, "no había que meter a Dios en eso"; no por ahora, en ese momento. Luego le explicaría con lágrimas que me había sentido atrapado, que debía intentarlo.
Por último, para distender un poco, os diré que - otra vez algo demasiado personal- cuando era un adolescente y aún no me había "peleado" con Él,algo que haría poco después , oraba ante el Señor de forma que unos dias le pedía : " Señor dame sabiduría ", hasta que pasados unos dias, incluso al dia siguiente,arrepentido, le ´volvía a pedir diciendo :" Señor hazme bueno". Hoy , vuelto a Él, le pido lo segundo. Creo que era Charles Péguy quien, seguramente bromeando- pero no tanto- al verse discutido por su amigo Maritain, reclamaba para sí la "fé del carbonero". Bueno en una situación parecida me veo, sólo quiero sencillez en mi relación con Él, que me ayude en la bondad y que tenga en cuenta, por Su misericordia, mi buena voluntad. Gracias a todos los del blogg.
29/08/09 7:11 PM
  
María Lourdes
Guillermo, gracias por ayudar a otros compartiendo su experiencia y cómo han ido cambiando sus pensamientos mientras luchaba contra el pecado. Creo que eso no es nada fácil de hacer, pero ayuda mucho a otros que pasamos por situaciones parecidas. Un saludo.
29/08/09 8:18 PM

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