27.10.11

(159) De Cristo o del mundo –l. Combate o conciliación

–Comenzamos una nueva serie de artículos.

Comienzo una nueva serie de artículos … Bueno, sí: comenzamos.

De Cristo o del mundo fue el título de un libro mío (Fund. GRATIS DATE, Pamplona 1997, 233 pgs.), y viene a ser ahora el título de esta nueva serie de artículos. Puede parecer un tanto agresivo. Estas contraposiciones fuertes hoy no están de moda. Y no será raro que algún cristiano de los que están al día nos objete: –¿Cómo es eso «de Cristo o del mundo»? Yo soy de Cristo y soy del mundo. Dicho lo cual, se quedará tan ancho, orgulloso de su capacidad personal de integración, de síntesis y de conciliación. Lo malo es que lo que dice este cristiano es falso, porque contra-dice lo que Cristo dice: «ellos no son del mundo, como yo no soy del mundo» (Jn 17,16). –Permítame, cuando yo digo… –Perdone, pero no vamos a discutir ahora esta cuestión, que intento desarrollar ordenadamente en un buen número de artículos. Tendrá usted muchas ocasiones de impugnarlos, si así lo estima conveniente.

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20.10.11

(158) La Cruz gloriosa –y XXII. Cristianismo con Cruz o sin ella. y 2

–¡El último de la serie!… No se preocupe: sabiendo que es el último, aguanto lo que sea.

–Admirable disposición de ánimo.

El Índice de los artículos de esta serie puede ayudarnos a entenderla mejor. He ofrecido una antología de textos en la que los santos contemplan el misterio de la Cruz y expresan su amor al Crucificado.

(133-134) Cristo vence los males del mundo. Todos ellos, males materiales o espirituales, todos proceden del pecado. Y Cristo, venciendo el pecado en su Cruz, vence todos los males. –(135-136) La Providencia divina: Dios es el Señor, que gobierna providencialmente al mundo con justicia y misericordia. –(137-138) La Cruz gloriosa fue querida por Dios y eternamente elegida para Cristo. –(139-140) Y fue querida también por Dios para los cristianos.

(141-156) La devoción a la Cruz en los Apóstoles, en la liturgia, en la historia de la Iglesia. –142,-San Clemente Romano.-San Ignacio de Antioquía. -Carta de Bernabé. -Anónimo. -San Melitón de Sardes. –143, -San Justino, -San Cipriano, -San Efrén, -San Basilio Magno, -San Cirilo de Jerusalén. –144, -San Gregorio Nacianceno, -San Juan Crisóstomo, -San Gaudencio de Brescia, -San Agustín, -San Cirilo de Alejandría. –145, -San Pedro Crisólogo, -San León Magno, -San Fulgencio de Ruspe, -San Anastasio de Antioquía. –146, -San Andrés de Creta, -San Teodoro Estudita, -San Bernardo, -San Francisco de Asís, -San Buenaventura. –147, -Santo Tomás de Aquino, -Beata Ángela de Foligno, -Santa Brígida. –148, -Santa Catalina de Siena, -San Juan de Ávila, -Santa Teresa de Jesús. –149, -San Juan de la Cruz, -Santa Margarita María Alacoque, -San Pablo de la Cruz. –150, -Santa Rosa de Lima, -San Luis María Grignion de Montfort, -San Juan Eudes. –151, -Santa Teresa del Niño Jesús, -Beato Charles de Foucauld. –152, -Concepción Cabrera de Armida. –153, -Santa Benedicta María de la Cruz (Edith Stein). –154, -San Pío de Pietrelcina. –155, -Marthe Robin. –156, -San Juan de Dios.

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13.10.11

(157) La Cruz gloriosa –XXI. Cristianismo con Cruz o sin ella. 1

–¿Quedan muchos?

–Tranquilo. Con el próximo artículo termino la serie.

Dos diagnósticos para entender la situación actual de la Iglesia nos han sido dados en artículos precedentes.

1.–«La ausencia de la cruz es la causa de todos los males» en la Iglesia y en el mundo. Nos enseña Jesucristo: «yo soy la Cabeza de la Iglesia y todos los míos son miembros de ese mismo Cuerpo, y deben continuar en mi unión la expiación y el sacrificio hasta el fin de los siglos»; Concepción Cabrera de Armida (152).

2.–Hoy «los seguidores del Anticristo deshonran la imagen de la cruz y se esfuerzan todo lo posible para arrancar la cruz del corazón de los cristianos. Y muy frecuentemente lo consiguen»; Santa Teresa Benedicta de la Cruz (153). Efectivamente, dentro de la misma Iglesia hoy son muchos los «enemigos de la cruz de Cristo» (Flp 3,18), los que la silencian como algo negativo, y la devalúan y falsifican.

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6.10.11

(156) La Cruz gloriosa –XX. La devoción a la Cruz. y 16

–Gran santo, realmente.

–Los santos de Cristo son mucho más grandes de lo que nosotros, pobreticos, alcanzamos a imaginar.

San Juan de Dios (+1550)

En 1495 nace Joâo Cidade Duarte en Montemor-o-Novo, Portugal. A los 12 años trabaja como pastor en Oropesa (Toledo, España) y a los 27 se alista en el ejército, donde permanece y combate hasta 1532. Pasa a Ceuta, África, como servidor de un caballero, se hace allí vendedor de libros, vuelve a España en 1538 y establece una librería en Granada. Al año siguiente se produce su conversión, oyendo una predicación de San Juan de Ávila. Se desprende de todo, y vaga por la ciudad como un loco. Es encerrado por un tiempo en el Hospital, donde conoce la situación miserable de pobres y enfermos. Dedica en delante su vida a servirlos, recibe del Obispo el nombre de «Juan de Dios», funda un Hospital y reúne discípulos, que vienen a formar una Orden Hospitalaria, la de los Hermanos de San Juan de Dios. Esta Orden llegará a multiplicar su caritativa presencia en los cinco continentes. Muere Juan de Dios en Granada a los 55 años, y es canonizado en 1690.

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29.09.11

(155) La Cruz gloriosa –XIX. La devoción a la Cruz. 15

–¿Marta Robin?…

–Una vez más compruebo la amplitud oceánica de su ignorancia.

Marthe Robin (+1981)

Nace en Châteauneuf-de-Galaure, Francia (1902), sexta y última hija de un matrimonio de agricultores, que viven en una finca próxima al pueblo. El Señor enciende en Marta desde su infancia una gran devoción a la oración, a la comunión eucarística y a la caridad servicial. Va a la escuela hasta los 13 años, faltando con frecuencia a causa de su frágil salud. A los 18 años sufre una encefalitis que afecta a sus centros nerviosos. En 1928 la enfermedad paraliza ya definitivamente sus miembros inferiores y más tarde los superiores. Permanece paralizada en cama hasta su muerte.

En 1930 recibe los estigmas del Crucificado. La deglución se paraliza también y ya no podrá comer nunca más, ni beber, ni dormir, hasta su muerte, es decir, durante 50 años. Solo se alimenta de la comunión eucarística que recibe una vez por semana. Desde entonces revive todos los viernes la pasión del Señor. En 1928 su párroco Faure viene a ser su director espiritual, y quien la asiste durante los primeros años en la «pasión» que sufre los viernes. En 1936 le concede Dios la asistencia permanente de un buen sacerdote diocesano de Lyon, Georges Finet, elegido por Dios para ser padre espiritual de Marta y para iniciar junto con ella una Obra, los «Foyers de charité».

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