21.05.13

(217) Año de la Fe. Tolerancia-cero para las herejías ­–1

–De la tolerancia-cero se ha hablado en relación a la pederastia dentro de la Iglesia.

–Y en el Año de la Fe hablemos también de la tolerancia-cero en referencia a las herejías que hay dentro de la Iglesia.

El Año de la Fe ha suscitado muchos y valiosos eventos, publicaciones y celebraciones, que se van desarrollando desde el 11-X-2012, cincuentario del Concilio Vaticano II, hasta el 11-XI-2013, solemnidad de Jesucristo, Rey del Universo. La gran variedad de actividades puede comprobarse en la página-web propia del Año de la Fe establecida por el Pontificio Consejo para la Nueva Evangelización. Todos esos esfuerzos de oración y de acción, y los que se irán realizando todavía en las Iglesias locales, se apoyan fundamentalmente en la asimilación más amplia y profunda del Concilio Vaticano II y del Catecismo de la Iglesia Católica. Éste ha sido uno de los principales fines propuestos por Benedicto XVI, papa emérito, en su Carta Apostólica «Porta Fidei», con la que se convoca el Año de la Fe (11-X-2011; nn. 11-12).

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14.05.13

(216) Nueva Biblia oficial, nuevos Leccionarios litúrgicos. Dios quiera que sea pronto

–¿O sea que sigue usted ahí?

–Vaya por Dios. Ya veo que usted sigue también ahí. Me lo temía.

Muy difícil es traducir, y más si se trata de la Biblia, y más aún si es para su uso en la Liturgia. La traducción es en este caso una tarea muy compleja y delicada, y produce necesariamente grandes consecuencias espirituales en el pueblo de Dios. Lex orandi, lex credendi. Ya sabemos que son muchas las teorías sobre el arte de traducir, cada una con sus valores y limitaciones. Pero, simplificando al máximo el asunto, y refiriéndome ya en adelante a la Biblia, puedo decir que todas las teorías oscilan entre dos criterios fundamentales contrapuestos.

La traducción literal y la que da el sentido de la Palabra revelada. La primera es la que ha predominado tradicionalmente en la Iglesia. Tanto en la versión griega de Los LXX (ss.III-II a. C.), como en la versión latina de San Jerónimo, la Vulgata (382), por temor a distorsionar las revelaciones de la Sagrada Escritura, no se eluden las expresiones semíticas del mundo de Israel. No cambian ni el «odiar a los padres», ni el «perder la propia vida», ni los paralelismos antitéticos más chocantes. Traducen lo que dicen Yahvé, Jesús o Pablo. Y luego, partiendo de lo que dicen, habrá que interpretar qué es lo que quieren decir.

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5.05.13

(215) Reforma o apostasía –y XI. Iglesias sin vocaciones .y 3. Final

–Se le acabó ya el tema… Parecía que no se iba a acabar nunca. Bendigamos al Señor.

–Demos gracias a Dios. El tema no se acabó, por supuesto. Pero todo en este mundo tiene un comienzo y un final.

La pastoral de las vocaciones, como ya vimos, sólo podrá lograr sus fines si vence las causas que las impiden. No pocas veces, por el contrario, la propia pastoral vocacional está afectada por los mismos errores que causan la ausencia de vocaciones.

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28.04.13

(214) Reforma o apostasía –X. Iglesias sin vocaciones .2

–No maree más la perdiz y díganos de una vez las causas principales de la escasez de vocaciones.

–Puedo asegurarle y le aseguro que entre mis múltiples habilidades no está la de marear perdices.

¿Cuáles son los principales causas de la escasez de vocaciones? ¿Por qué apenas hay vocaciones desde hace más de cuarenta años?… Toda pastoral vocacional, por bien intencionada que sea, será inefectiva si no conoce las causas que producen esa escasez o ausencia de vocaciones. Señalaré ahora las que me parecen más importantes.

–Doxología. La Iglesia es para la gloria de Dios (208). El mundo ha sido creado para la gloria de Dios. Pero los hombres, pecando, adoraron a las criaturas, y no al Creador, que es bendito por los siglos. Por eso Dios crea a Israel, que llega a su plenitud en la Iglesia, y toda ella ha de empeñarse en promover el conocimiento y el amor a Dios entre los hombres. «Oh Dios, que te alaben los pueblos, que todos los pueblos te alaben» (Sal 66).

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21.04.13

(213) Reforma o apostasía –IX. Iglesias sin vocaciones .1

Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones, hoy IV Domingo de Pascua.

–Mucho tenemos que orar por las vocaciones, verdaderamente. Pero también tenemos que hacer por ellas muchas otras cosas, para que sean posibles.

Las «vocaciones». Todos los cristianos, también los laicos,han recibido de Dios no solamente la vocación cristiana genérica, sino también una vocación específica, que ha de configurar su vida. Sin embargo, cuando hablamos sin más de «las vocaciones», entendiendo éstas por antonomasia, solemos referirnos a las vocaciones sacerdotales y religiosas. Éstas no siguen la vocación común primera –«creced y multiplicáos [familia] y dominad la tierra [trabajo]» (Gén 1,28)–, sino que nacen de un impulso particular de la gracia, es decir, de una especial llamada de Dios, según la cual, el cristiano llamado lo deja todo, familia-trabajo, y sigue a Cristo, dedicándole su vida en exclusiva. Pues bien, en este sentido bíblico y tradicional hablaré de «las vocaciones», y concretamente de las causas de su escasez. Y al decir «las Iglesias», me referiré a las Iglesias locales, especialmente a las del Occidente rico, donde esa escasez se viene dando en forma más extrema.

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