15.10.12

La visión cristiana de la historia

El primer capítulo del libro Cuatro visiones de la historia universal de José Ferrater Mora se denomina “San Agustín o la visión cristiana". A continuación citaré algunas partes de dicho capítulo y haré mis propios comentarios críticos. Refiriéndome principalmente a la doctrina común de la Iglesia, intentaré mostrar que ese capítulo presenta la visión cristiana de la historia de un modo sumamente distorsionado.

“Para el cristiano la historia se hace, en efecto, posible mediante el pecado, es decir, mediante el quebrantamiento de la ley divina, el afán de conocer el bien y el mal, el apartamiento de Dios, la soberbia. Pero el pecado es sólo la posibilidad y el fundamento de la historia, su condición necesaria y no su misma sustancia.” (José Ferrater Mora, Cuatro visiones de la historia universal. San Agustín, Vico, Voltaire, Hegel, Alianza Editorial, Madrid 1988, pp. 32-33).

Para el cristiano la historia se hace posible, no mediante el pecado, sino mediante el libre acto creador de Dios, que pone en la existencia al hombre, ser histórico. El amor de Dios Creador es el fundamento de la historia. El pecado es sólo una de las dos posibles respuestas libres del hombre al amor de Dios. No forma parte de la esencia del hombre ni de la historia.

Salvo que interpretemos “conocer” como “practicar", el afán de conocer el bien y el mal no es equivalente al pecado. De lo contrario los moralistas pecarían al dedicarse al estudio de la ciencia moral. Cuando Dios prohibió a Adán y Eva comer del “fruto del árbol de la ciencia del bien y del mal” (cf. Génesis 2), estableció que no le corresponde al hombre cambiar a su antojo la ley moral natural, porque ésta le es dada al hombre por Dios en unión indisoluble con la naturaleza humana.

“Si, como hemos dicho, la naturaleza era para el griego lo permanente, el gran todo al cual cada ser individual vuelve en cumplimiento de la universal justicia de la restitución, para el cristiano es el mal, pero el mal necesario e indispensable, porque tiene su sentido en la realización del drama de la historia.” (o.c., p. 34).

Para el cristiano la naturaleza no es el mal ni un mal, sino un bien, aunque un bien finito. El primer capítulo de la Biblia (Génesis 1) repite con llamativa insistencia la valoración positiva de Dios acerca de la naturaleza creada: “Y vio Dios que era bueno". Según la doctrina cristiana, el mal no es la naturaleza, el universo material o el ser finito (esta identificación es propia del maniqueísmo, no del cristianismo), sino un desorden introducido en el orden natural. Particularmente, el mal moral o pecado es el acto humano contrario a la naturaleza humana, es decir contrario a la razón y a la ley moral.

“La personalidad del hombre consiste en este su estar enmascarado, en este su desempeñar el papel que le corresponde, que le ha sido asignado de antemano desde aquellos tiempos en que no había nada, ni siquiera tiempo, porque todo estaba en el seno de Dios como modelo y paradigma.” (o.c., p. 35).

Según la antropología cristiana, la persona humana es un ser inteligente y libre, un espíritu encarnado que se desarrolla históricamente en relación con Dios y las demás personas. Ciertamente Dios, en su omnisciencia, conoce eternamente la historia completa de cada persona humana, pero esto no implica que la predetermine anulando su libertad. El hombre desempeña en la historia, no un rol que le fue asignado arbitrariamente por Dios antes de crearlo, sino el rol que el mismo hombre ha elegido para sí, dando una respuesta libre al libre amor de Dios, aunque siempre bajo el influjo misterioso de la Gracia.

“El hombre ha sido hecho, como diría Unamuno, para acompañar la soledad de Dios.” (o.c., p. 36).

Según la doctrina cristiana, el hombre ha sido hecho para compartir la gloria de Dios. Dios es el Ser perfectísimo, infinitamente feliz por Sí mismo. No sufre de soledad ni de ningún otro mal, ni antes ni después de crear al hombre. Su plenitud divina es inmutable. Dios crea al hombre sin necesidad alguna, por un acto libérrimo de su amor infinito. “Dios es amor", nos enseña San Juan, y la esencia del amor consiste en hacer el bien al ser amado desinteresadamente.

“Sin la libertad, el hombre hubiera sido bestia o ángel. Con la libertad sola, sin auxilio divino, habría sido ángel rebelde, demonio.” (o.c., p. 36).

Sin la libertad, el hombre habría sido bestia, no ángel. Según la teología cristiana, el ángel es un espíritu puro, inteligente y libre. Con la libertad sola, pero sin la Gracia sobrenatural, tendríamos a un hombre en “estado de naturaleza pura", no un demonio. Un hombre así (que Dios podría haber creado si lo hubiera querido) carecería de un fin último sobrenatural (la participación en la naturaleza divina), pero podría ser feliz alcanzando su fin puramente natural.

“Si nos atenemos a la moderna imagen evolutiva de la historia, resulta sorprendente que el hombre comience por ser, no un bruto que se desliga de la naturaleza, sino un ser que, después de haberle sido dada la imagen y figura de Dios, vuelve a revolcarse en el barro que constituye lo más alejado de Dios que pueda concebirse, lo que los neoplatónicos y, junto con ellos, los primeros padres de la Iglesia, llamaron indistintamente el no ser, el mal y la materia.” (o.c., pp. 36-37).

Quizás el contraste entre la moderna imagen evolutiva y la visión cristiana de la historia resulte sorprendente para quienes tienden a olvidar la esencia espiritual de la historia humana, que no es nunca un desarrollo mecánico, sino una sucesión temporal de actos en última instancia indeducibles, irreductibles a una ley matemática, física o biológica.

Los Padres de la Iglesia no confundieron nunca el no ser, el mal y la materia, tres cosas muy distintas entre sí para un cristiano. La nada (el no ser) no es mala ni es material, simplemente porque no es. Para ser malo, como para ser material, es necesario ser (lo contrario del no ser).

Si bien el no ser no es de suyo un mal, el mal sí es un determinado tipo de no ser: la privación de algo exigido por la naturaleza del ente en cuestión. Aunque para ser malo hay que ser, no se es malo por lo que se es, sino por lo que no se es, y no por cualquier cosa que no se sea, sino por no ser lo que la naturaleza exige que se sea. Y ésa es justamente la doctrina de San Agustín.

Ya dijimos antes que para el cristiano el ser material no es un mal, sino un bien (aunque ciertamente un bien finito, no el Sumo Bien que es Dios). Dado que el mal es un desorden del ser, que considerado en sí mismo es bueno, en definitiva el mal resulta ser un parásito del bien. Lo malo existe sólo gracias a la medida de bien que contiene. No hay, en la cosmovisión cristiana, nada que sea absolutamente malo desde todo punto de vista posible, porque todo ha sido creado bueno por Dios.

“A la luz primitiva, a la claridad y transparencia de su origen, ha sucedido la confusión y la multiplicidad, la verdadera noche en que, de Adán a Jesucristo, ha imperado, en medio de la ignorancia de los pueblos, una sola y única revelación del Dios escondido, la revelación incompleta manifestada al pueblo judío, el que ha dado muerte temporal y vida eterna al Hijo de Dios.” (o.c., pp. 37-38).

Según la doctrina cristiana, de Adán a Jesucristo el Dios escondido se ha revelado no sólo mediante la revelación sobrenatural manifestada al pueblo de Israel (que no es exactamente lo mismo que el pueblo judío) sino también mediante lo que podríamos llamar “revelación natural": Dios puede ser conocido a la luz de la sola razón por todos los hombres, también los anteriores a Jesucristo. Las obras de Dios dan testimonio de Él, son signos que nos hablan del Dios escondido.

Por otra parte, desde el punto de vista de la historia, no fue el pueblo judío en su conjunto quien dio muerte temporal al Hijo de Dios, sino muchas altas autoridades y una parte de ese pueblo, junto con autoridades romanas. Y por cierto el pueblo judío tampoco fue quien dio vida eterna al Hijo de Dios: el Hijo, en cuanto Dios, posee la vida eterna por su naturaleza divina; y en cuanto hombre, recibió la vida eterna de Dios Padre, quien lo resucitó de la muerte.

“Mas esta libertad, que tan graciosamente le es dada al hombre, es sólo, por lo pronto, la libertad para el pecado, la libertad para la historia.” (o.c., p. 43).

Según la doctrina cristiana, Dios da gratuitamente al hombre el don de la libertad, no para el pecado, sino para que, auto-poseyéndose, sea capaz de auto-donarse libremente a Dios, alcanzando así su realización plena en el seno de la comunión con Dios. Esa libre decisión del hombre se desarrolla en la historia y se consuma en la eternidad.

Nótese que Ferrater Mora se contradice. En este punto identifica historia y pecado, aunque antes había escrito que el pecado no es la sustancia de la historia (véase la primera cita).

“Pero si la Iglesia es condición no es causa suficiente, y por eso aun en ella son pocos los elegidos y son muchos los condenados.” (o.c., p. 45).

Sobre la cuestión de la posibilidad de salvación de los no cristianos de buena voluntad ha habido sin duda en los últimos siglos un importante desarrollo doctrinal en la Iglesia Católica. Ahora bien, Ferrater Mora extiende aquí hacia adentro de la Iglesia lo que se podría ver como cierto “pesimismo” de San Agustín con respecto a esa cuestión. Es cierto que no basta pertenecer exteriormente a la Iglesia para alcanzar la salvación, sino que para esto se debe pertenecer a ella “en espíritu y en verdad". Pero la Iglesia Católica en cuanto tal nunca ha enseñado oficialmente que sean muchos más los condenados que los salvados, ni en el mundo en general, ni mucho menos dentro de la Iglesia en particular.

“Esta justicia de condenar a todos y esta misericordia de salvar a algunos es lo que da su angustioso sentido a la visión agustiniana de la historia y lo que hace de ella, al tiempo que el reino de la desesperación, el fundamento de la esperanza.” (o.c., p. 46).

Según la doctrina de San Agustín y de la Iglesia, ni la justicia divina condena a todos los hombres ni la misericordia divina opera sólo a favor de algunos. Exceptuando a Jesús y María, todos los hombres han pecado y ninguno de ellos podría salvarse por sí mismo; pero la muerte y resurrección de Cristo han redimido objetivamente a todos los hombres de la historia. También para San Agustín, como para San Pablo, “Dios quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la verdad". Pero, agrega Agustín, “Dios, que te creó sin ti, no te salvará sin ti". La gracia de Dios, ofrecida a todo hombre, requiere la libre cooperación del hombre para realizar la obra de la justificación. Por lo tanto la visión agustiniana y cristiana de la historia no es el reino de la desesperación, sino una visión de esperanza teologal. Aunque esté sumido en el peor de los pecados, el hombre puede esperar la salvación de Dios, si se abre con fe amante a Su misericordia y Su perdón. Esta salvación regalada gratuitamente por Dios es doblemente indebida, porque el hombre es creatura y pecador, pero no es injusta.

“En la visión agustiniana no acaba todo bien, como en la comedia, ni todo mal, como en la tragedia; en ella mueren, con una eterna muerte sin reposo, los réprobos o los condenados, pero viven con una vida sin más inquietud y desasosiego los que, debiendo ser también condenados, han resultado, por una elección que escapa a la razón humana y acaso a toda razón, inscritos en el registro de una ciudad que está constituida desde siempre, pero que sólo quedará colmada cuando la historia, ese sueño que es una pesadilla, haya terminado de ser soñada. Puede que no haya que acusar demasiado a Dios de su aterrador dictado, porque acaso la pesadilla también a Él alcanza y somos nosotros la visión que aparece constantemente en sus sueños. En los sueños de Dios, que si tal fuera cierto, serían para el hombre más reales que la realidad.” (o.c., p. 47).

En la visión agustiniana y cristiana de la historia los bienaventurados no son los que debían haber sido también condenados pero han sido elegidos arbitrariamente por Dios para la salvación. Quizás Ferrater Mora confunde a San Agustín con Calvino. Dios es justo y la justicia consiste en dar a cada uno lo que le corresponde. El juicio de Dios concuerda con la opción que cada hombre ha hecho a lo largo de su vida, opción por el amor o el egoísmo, por Dios o contra Dios, opción a la que la muerte da un carácter definitivo. El motivo por el cual unos se salvan y otros se condenan no escapa totalmente a la razón humana, ni menos aún a toda razón: “Venid, benditos de mi Padre, recibid la herencia del Reino preparado para vosotros desde la creación del mundo. Porque tuve hambre, y me disteis de comer… Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el Diablo y sus ángeles. Porque tuve hambre, y no me disteis de comer…” (Mateo 25,34-42).

Quizás el sistema teológico con el que San Agustín (no el Magisterio de la Iglesia) intentó analizar el profundo misterio de la relación entre la Gracia de Dios y la libertad del hombre se presta en parte al malentendido en el que incurrió Ferrater Mora. Pero ese sistema agustiniano no pretende borrar ni borra las líneas maestras del Evangelio de Cristo que hemos enunciado sintéticamente.

El primado absoluto de la gracia de Dios, aun respecto de la respuesta libre del hombre, es un dato del Evangelio (Juan 15,5: “separados de Mí, nada pueden hacer"), subrayado por San Agustín y reafirmado por el Magisterio de la Iglesia en la condena del pelagianismo y el semipelagianismo. Esta doctrina católica no llama a la desesperación, sino a la confianza en Dios y al reconocimiento del Misterio insondable del Dios que es al mismo tiempo Amor, justicia y misericordia para con los pecadores.

La historia no es una pesadilla ni tiene sentido alguno acusar de nada a Dios, el Ser perfectísimo, infinitamente Bueno. También es absurdo suponer que Dios mismo puede sufrir pesadillas.

A modo de conclusión, nos preguntamos cómo es posible que un filósofo tan distinguido como José Ferrater Mora haya cometido errores tan gruesos y numerosos en una breve descripción de la visión cristiana de la historia. Dejando de lado la posibilidad de un intento deliberado de tergiversación, nos queda sólo la alternativa del desconocimiento. Por desgracia, ese desconocimiento está demasiado generalizado: hay en el ámbito de nuestra civilización “occidental y cristiana” demasiadas personas, incluso muy cultas, que ignoran casi todo lo esencial acerca del cristianismo o tienen de él una noción profundamente equivocada. Esto puede ser más excusable en el caso de personas poco instruidas, pero resulta menos comprensible en el caso de un gran filósofo, que además ha escrito sobre el cristianismo.

Daniel Iglesias Grèzes


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7.10.12

Hay un solo Dios

Estimado lector, tal vez usted crea que en la actualidad el politeísmo subsiste sólo en el seno de pueblos primitivos, en regiones muy remotas del globo. En ese caso le sorprenderá saber que miles de uruguayos profesan una religión politeísta y que con frecuencia se ve a sus predicadores, vestidos de impecable traje y corbata, recorriendo en parejas las calles de nuestras ciudades. Nos referimos a la religión de los mormones, fundada en los Estados Unidos durante el siglo XIX por Joseph Smith, quien murió acribillado mientras disparaba seis tiros contra una multitud que pretendía lincharlo por sus secretas costumbres polígamas. Posteriores informes oficiales de su iglesia le atribuyeron 27 esposas.

Aunque el principal libro sagrado de esta secta (el Libro de Mormón) sostiene que el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo son un solo Dios, Joseph Smith (en su libro “Doctrinas y Convenios", que los mormones consideran también inspirado por Dios) enseñó a sus seguidores que estas tres personas son tres dioses distintos. Pero Smith no se detuvo en el triteísmo: según su doctrina, el universo material es eterno, existen innumerables mundos habitados y cada uno de ellos tiene sus propios dioses. El Padre, el Hijo y el Espíritu Santo son solamente los dioses de nuestro mundo.

Más aún, el mormonismo es un evolucionismo radical: según la doctrina mormona, el Padre es sólo un hombre de carne y hueso (de otro planeta) que ha alcanzado un alto estado de evolución, y los seres humanos pueden aspirar a una metamorfosis similar.

Este Dios Padre habría engendrado, de la Madre Celestial (otro ser divino), a todos los espíritus que existen o existieron en la Tierra. Jesucristo o Jehová sería el Hijo primogénito de Dios, engendrado por la unión carnal de Dios Padre con la Virgen María. En las bodas de Caná, Jesús habría contraído matrimonio con María Magdalena, Marta y la otra María, con quienes habría tenido hijos.

Incrementando su blasfemia, la doctrina mormona sostiene que Satanás sería otro de los hijos de Dios, hermano de Jesús, y que el pecado de Adán habría sido un acto meritorio: Adán cayó para que los hombres pudiesen existir, proveyendo a millones de espíritus preexistentes de tabernáculos mortales, un paso necesario para alcanzar finalmente la exaltación en el estado divino. Además, según la doctrina sostenida oficialmente hasta hace pocos años por la Iglesia mormona, ese estado divino, asequible para todos los mormones blancos, estaba vedado a las personas de raza negra.

La teología de los mormones, al igual que su visión de la historia del continente americano, es racionalmente indefendible. Tiene mucho más en común con la “teología” de la serie de ciencia ficción Stargate –Puerta a las Estrellas–, que con la doctrina cristiana.

Los paganos del Imperio Romano acusaron erróneamente de ateísmo a los cristianos, porque éstos no adoraban a ninguno de sus falsos dioses. Con verdad, en cambio, se puede decir que el mormonismo es una religión atea, puesto que ninguno de sus innumerables dioses es el Ser Absoluto, Necesario, Perfectísimo, Eterno, Infinito, Omnipotente y Creador del universo, el único Dios verdadero.

Daniel Iglesias Grèzes

Nota: Los datos sobre la doctrina mormona están tomados de Julio C. Elizaga, Las sectas y las nuevas religiones a la conquista del Uruguay, Editorial La Llave, Montevideo 1988, pp. 58-79.

Véase también: http://www.miapic.com/que-ensena-el-mormonismo


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3.10.12

Revista "Fe y Razón" (Nº 73 - Octubre de 2012)

Para acceder a todo el Nº 73, por favor presione este enlace.


Artículo editorial del Nº 73


Cultura cristiana y “cultura de la muerte”

Equipo de Dirección

1. V Encuentro de Centros Culturales Católicos del Cono Sur

Del 18 al 21 de septiembre de 2012, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, tuvo lugar el V Encuentro de Centros Culturales Católicos del Cono Sur, promovido por el Pontificio Consejo de la Cultura. El CIES (Centro de Investigación en Ética Social), de Argentina, actuó como co-organizador y anfitrión del Encuentro. El tema central del Encuentro fue: “Identidad, Cultura y Diálogo: misión y necesidad de los Centros Culturales Católicos para la actual evangelización de América”.

El Encuentro contó con 50 participantes provenientes de Argentina, Brasil, Chile, Paraguay, Uruguay, Perú, México e Italia: seis obispos, tres presbíteros y 41 laicos. De Uruguay participaron: Mons. Pablo Galimberti (Obispo de Salto), la Dra. Susana Monreal (de la Universidad Católica del Uruguay), el Emb. Mario Cayota (por el CEDIDOSC) y el Ing. Daniel Iglesias (por el Centro Cultural Católico “Fe y Razón”). Mons. Carlos Alberto de Pinho Moreira Azevedo, Delegado del Pontificio Consejo de la Cultura, representó a la Santa Sede.

El Encuentro se desarrolló principalmente en el Círculo Militar, compuesto por el bellísimo Palacio Paz y un buen hotel. Se realizaron diversas ponencias sobre la identidad de los Centros Culturales Católicos (CCC), la acción y cometido de los CCC ante los desafíos de la cultura contemporánea, y la dimensión misionera y la espiritualidad de los CCC a la luz del Documento de Aparecida. También hubo dos conferencias abiertas a todo público en el Teatro del Globo, dictadas respectivamente por el Dr. Alfredo García Quesada, Consultor del Pontificio Consejo de la Cultura, y el Dr. Pedro Luis Barcia, Presidente de la Academia Argentina de Letras y de la Academia Nacional de Educación. Además, los participantes presentaron a los CCC representados en el Encuentro, intercambiaron experiencias y reflexionaron en grupos sobre el Documento de Trabajo propuesto por el Pontificio Consejo de la Cultura. Las principales conclusiones y propuestas fueron presentadas al plenario por un representante de los CCC de cada país. Por Uruguay le tocó desempeñar dicha tarea al Ing. Daniel Iglesias.

La Santa Misa fue celebrada el miércoles 19 en la Catedral de Buenos Aires, presidida por el Cardenal Jorge Bergoglio SJ, Arzobispo de Buenos Aires; el jueves 20 en la Iglesia del Socorro, concelebrada por cinco Obispos; y el viernes 20 en la Basílica de Luján, presidida por el Sr. Obispo de Luján.

El Encuentro se desarrolló en un clima de fraternidad cristiana. Hacia el final del mismo los participantes firmaron una declaración (la “Declaración de Buenos Aires”), orientada a estimular el trabajo conjunto de los CCC de la región.

2. Ciclo de Charlas sobre el Pensamiento de Juan Pablo II

En el contexto del Año de la Fe, el Centro Cultural Católico “Fe y Razón” está organizando un ciclo de charlas sobre el pensamiento de Juan Pablo II. La primera charla del ciclo tendrá lugar el sábado 27 de octubre de 17:00 a 19:00 horas en la sede de la Asociación Uruguaya de la Orden de Malta (Canelones 1544 casi Salto, Montevideo) y tendrá como tema central el pensamiento filosófico de Juan Pablo II. El Ec. Rafael Menéndez disertará sobre “El personalismo tomista de Karol Wojtyla” y el Lic. Néstor Martínez disertará sobre “Tomismo y personalismo”. Después de las dos ponencias habrá una ronda de preguntas y respuestas.

El ciclo se completará con las siguientes charlas, en el mismo horario y en el mismo lugar:
• Sábado 3 de noviembre: La encíclica Fides et Ratio.
• Sábado 10 de noviembre: La encíclica Veritatis Splendor.
• Sábado 17 de noviembre: La encíclica Evangelium Vitae.

Más adelante anunciaremos los nombres de los expositores y los títulos de las ponencias de esas otras tres charlas.

La entrada a estas charlas es libre y gratuita. Aunque no es imprescindible, pedimos a los interesados en las charlas que confirmen su asistencia enviando un email a: [email protected].

3. Un paso hacia la legalización del aborto en el Uruguay

El Centro Cultural Católico “Fe y Razón” deplora la aprobación de la legalización del aborto por parte de la Cámara de Representantes, por 50 votos contra 49, el pasado martes 25 de septiembre, y exhorta a todos sus lectores a oponerse a esta iniciativa, a la que aún le falta la aprobación de la Cámara de Senadores y la promulgación del Poder Ejecutivo para convertirse en ley.

En este número publicamos la proclama del gran acto pro-vida realizado el lunes 24 de septiembre en la principal avenida de Montevideo y las reflexiones del Lic. Néstor Martínez sobre la triste y lamentable jornada legislativa del día siguiente. Nuestro Centro se adhiere a esa proclama y a esas reflexiones. También publicamos un artículo del Dr. Ricardo Pou-Ferrari, Médico Ginecólogo uruguayo, sobre la despenalización del aborto provocado. Agradecemos al Dr. Pou-Ferrari su valioso aporte.

1.10.12

Mi visita a Salt Lake City, meca del mormonismo (Pbro. Julio C. Elizaga) (3)

Vida familiar y social

Los mormones dan gran importancia al matrimonio y a la vida de familia. El matrimonio debe realizarse sólo entre mormones; por eso son mal mirados los casamientos con otras personas. La familia es el pilar de la fe mormona, donde las esposas y las madres encuentran su verdadera misión. La salvación de la mujer aquí y en el más allá depende completamente de su casamiento con un varón que obtenga las llaves divinas para la admisión en el cielo. La mujer debe tratar de trabajar en su casa y criar una gran familia que sean fieles santos de los últimos días.

Los mormones permiten el divorcio, pero se da en un bajo índice, y reprueban el control de la natalidad. Practican las Noches de Hogar una vez por semana, pasando juntos para preservar el amor y la unidad. Sostienen que el hombre es el centro del plan de Dios y por eso sólo el hombre puede ser ordenado sacerdote. A los niños mormones se les enseña desde temprana edad a sentirse superiores. A los quince años comienzan a predicar y son ordenados Sacerdotes si son dignos a los 18 años y se les concede desde ese momento responsabilidades paternales.

Los mormones encuentran toda su vida personal, social, religiosa y económica entrelazada con el mormonismo. Todo mormón detenta un puesto en el sacerdocio, da el diezmo de sus entradas, atiende el servicio religioso varias veces por semana, provee la educación de sus hijos y halla su principal diversión en los entretenimientos de su Iglesia. La Iglesia Mormona se preocupa y absorbe todos los aspectos de la vida de sus fieles: culto, deportes, vida social, ayuda mutua, diversiones, bailes y reuniones culturales.

Se preocupan mucho unos por otros y rara vez se halla un mormón necesitado o desamparado. Mantienen un elevado nivel de vida familiar, libre de delincuencia juvenil, y de alta natalidad. La Iglesia impone también a sus miembros el régimen alimenticio y les prohíbe el té, el café y las bebidas alcohólicas, así como el fumar, y les desaconseja la Coca Cola. De acuerdo a las estadísticas, los mormones gozan en general de buena salud y vida sana y la muerte por cáncer en los mormones adultos es la mitad que la población en general. En el mormonismo lo temporal y lo espiritual están en el mismo plano, pues como ha dicho uno de sus dirigentes: “Una religión impotente para salvar temporalmente a los hombres y darles dicha y prosperidad, no es capaz de salvarlos espiritualmente ni de educarlos para la vida futura”.

En cuanto a la patria, incluso para los mormones que no son norteamericanos, los Estados Unidos ocupan un lugar muy especial. La Iglesia suscita el patriotismo de sus miembros proponiéndoles un Profeta Americano, una Revelación Americana, una Biblia Americana y un Cristo visitando el continente americano y restaurando su Iglesia en los Estados Unidos. Por otra parte, según ellos, el Jardín del Edén donde vivieron Adán y Eva se encontraba en el estado de Missouri y allí será edificada la ciudad de Sión, para lo cual ya se están comprando los terrenos donde será construida.

Por lo general los mormones son gente de vida moral, progresista y trabajadora, que pone mucho énfasis en la familia, en la salud física y en el deporte y van edificando hermosos templos en las principales ciudades, construidos en los mejores sectores residenciales.

El mormonismo y los negros

Según el mormonismo todos hemos sido engendrados por Dios Padre y por nuestra Madre Universal. También Satanás y los espíritus que lo acompañan son hijos de Dios y hermanos nuestros y de Jesús, que es nuestro Hermano Mayor. Tanto Jesús como su hermano Satanás sugirieron a Dios Padre planes para la salvación para este mundo que hoy habitamos. Pero el plan de Satanás fue rechazado y él se rebeló y procuró ocupar el trono de Dios. Por eso fue expulsado del Cielo junto con todos los que le seguían. Ninguno de esos espíritus malos recibieron el privilegio de tener cuerpos como nosotros. Los espíritus valientes que pelearon al lado de Jesús en el Cielo recibieron los cuerpos mejores con pieles de color blanco. Pero aquellos que dudaron o hicieron muy poco en la batalla celestial, por no combatir junto a Cristo contra Satanás, nacen en la tierra como descendientes de Caín y tienen como consecuencia la piel de color negro.

Es por esta razón que los negros podían ser miembros de la Iglesia, pero no sacerdotes como todos los otros varones mayores de 12 años de edad. Tampoco se les llevaba afirmativamente a ellos el mensaje del Evangelio (Moisés 7,8 y 12,22). Esto también contradice las enseñanzas del Libro de Mormón, que afirma: “Que todos son iguales delante de Dios, sean negros o blancos, esclavos o libres, varones o hembras” (Nefí 26, 33). Como esta doctrina ofendía profundamente a los jóvenes de la iglesia, los cuales no podían soportarla más, en junio de 1978 el Presidente y Profeta, Spencer Kimball, de 83 años de edad, anunció que había recibido una nueva revelación de Dios. Kimball declaró que Dios “ha oído nuestras oraciones y ha confirmado con revelaciones que ha llegado el día prometido en que cada hombre fiel digno de la iglesia pueda recibir el sacerdocio santo prescindiendo de raza o color”. Es de hacer notar que ya la Biblia, dos mil años antes, declaró que “Dios no hace acepción de personas, sino que es aceptable a Él todo el que cree y practica la justicia” (Hechos 10,34).

Los Templos

Los mormones poseen hasta ahora 20 Templos en todo el mundo, de los cuales sólo hay dos en América Latina, uno en México y otro en San Pablo en Brasil. Los Templos mormones están cerrados para los que no son auténticos fieles de su Iglesia y ni siquiera la autoridad pública puede entrar en ellos. En los Templos se realizan tres ritos principales: la Dote, el Bautismo por los muertos y el casamiento por la eternidad.

La Dote

En el rito de la Dote, que dura todo el día, veinte o treinta participantes entran en el Templo con camisa y pantalón blancos, túnica y cinturón blancos, gorra blanca y mocasines y un delantal verde de tipo masónico. Primero se bañan y son untados con aceite. Después se ponen ropa interior especial que usarán como mormones durante el resto de su vida. Tres símbolos cosidos en el traje significan que si el iniciado revelara secretos del Templo, permitiría que sus piernas fueran amputadas y su corazón arrancado. Los mormones son enterrados con su traje de dote. En dicha ceremonia intercambian apretones de mano, contraseñas y signos secretos. Luego recorren los cinco cuartos del Templo llamados: Cuarto de la Creación, Jardín del Edén, Cuarto del mundo, Reino terrestre y Reino Celeste. La influencia masónica es evidente en estos ritos del Templo, pero no nos debe extrañar, ya que Smith y Young eran masones en Illinois, pero fueron expulsados de la logia.

Bautismo por los difuntos

Otra de las doctrinas distintivas de los mormones es el bautismo por los difuntos, que realizan únicamente en sus templos. Dado que ellos consideran el bautismo como esencial para la salvación y dado que hay muchos que murieron antes que la Iglesia fuera restaurada por Joseph Smith, y que actualmente siguen muriendo millones y millones sin estar bautizados por esa Iglesia, los mormones se bautizan muchísimas veces por inmersión en nombre de sus difuntos. Este sacramento tiene valor sólo si éstos se deciden libremente a favor de la Verdad que les es propuesta en la otra vida. No obstante, aunque uno se arrepienta, no podrá salvarse hasta que alguien haya sido bautizado por él. Por esta razón los mormones se convierten al menos en parte en “salvadores” de sus parientes fallecidos. A fin de poderse bautizar en nombre de todos sus familiares, los mormones poseen una Sociedad Genealógica para uso y beneficio de todos sus miembros. Para ello han acelerado la microfilmación de registros genealógicos en muchas partes del mundo y han edificado un costoso edificio en las afueras de Salt Lake City, para el archivo de estos importantes registros. El número de los nombres archivados pasa de los 35 millones y puede obtenerse su localización y uso mediante modernas computadoras electrónicas.

El matrimonio por la eternidad

Para los mormones el matrimonio es un mandamiento divino que debe ser aceptado, ya que: “Sin la facultad de perpetuar su especie, la gloria y la majestad del hombre es insignificante”. Los que no se casen alcanzarán la salvación pero no la exaltación en la gloria del mundo venidero. Todo matrimonio contraído sin la autoridad divina dura hasta que la muerte los separe; queda disuelto con la muerte. Pero el matrimonio celestial dura para toda la eternidad y tiene como fin una relación eterna de los sexos, para tener hijos en la otra vida. Para contraer ese matrimonio celestial, es necesaria una ceremonia especial que se celebra en alguno de los templos mormones del mundo, erigidos y consagrados para este servicio. Todos aquellos que murieron sin estar realmente unidos por esta bendición divina que los une para toda la eternidad, podrán ser unidos por los familiares y amigos que los representen por procuración.

Liturgia y culto

El culto de la Iglesia de los Santos de los Últimos Díias se realiza comúnmente en las denominadas Capillas, que se edifican para cada congregación. En ellas bautizan a los niños por inmersión a partir de los 8 años. Cada domingo celebran la Reunión Sacerdotal de los hombres, alrededor de las 8 de la mañana y a las 10 la Escuela Dominical con clases de religión. A las 18 horas tienen la Reunión Sacramental, hasta con 4 predicaciones, y la Santa Cena bajo las especies de pan y agua, como testimonio ante Dios de que tienen presente el sacrificio que Cristo realizó para nuestra salvación, y como un medio por el cual reciben “una investidura constante del Espíritu Santo”. En todas las reuniones hay cánticos, lecturas, coros y predicación.

Los mormones en el Uruguay

Los mormones llegaron al Uruguay en 1948 y en 40 años de actividad han reclutado 40.000 adherentes. La Iglesia Mormona está dividida en cuatro “estacas” o diócesis, dos en Montevideo y dos en el Interior. Está presidida por 3 sumos sacerdotes al frente de cada estaca y por debajo un sumo consejo de 15 miembros. Todos ellos son uruguayos.

Trabajan actualmente 150 misioneros, que de dos en dos recorren constantemente las casas de familia, de los cuales 70 son uruguayos, entre jóvenes y señoritas, y el resto norteamericanos. Tienen 60 congregaciones o parroquias en toda la república, que se reúnen en 30 capillas modernamente edificadas y en 34 locales propios o alquilados. Las capillas de Montevideo se encuentran en Carrasco, Malvín, Maroñas, Centro, Bulevar Artigas, Sayago y Cerro. En el Interior poseen una en Artigas, Salto, Paysandú, Fray Bentos, Canelones, Las Piedras, Santa Lucía, Minas, Maldonado, Rocha, Florida, Durazno, Tacuarembó, Melo y Treinta y Tres y dos en Rivera. Cada capilla es construida con 20% de aporte nacional y 80% extranjero. Toda capilla, además de salón para el culto, incluye local para deportes, bailes, cine, coro, teatro, bibliotecas y catequesis.

De los 40.000 mormones que hay en el Uruguay, el 70% pertenece a clase media y un 30% a la clase alta y pueblo. En su mayoría son mujeres, luego jóvenes y finalmente hombres adultos. Los sábados por la mañana funcionan en las capillas las clases de instrucción religiosa para los niños. Los martes por la tarde se realizan reuniones para mujeres: La “Sociedad de Socorro”, en la que se enseña relaciones sociales, economía doméstica, corte y confección y primeros auxilios.

También en el Uruguay los mormones responden al diezmo, pagando a la Iglesia el diez por ciento de sus entradas, y se preocupan por ayudar a los necesitados que sean miembros de la Iglesia, incluso hasta para conseguirles trabajo. (Fin).

Fuente: Julio C. Elizaga, Las sectas y las nuevas religiones a la conquista del Uruguay, Editorial La Llave, Montevideo 1988, pp. 58-79.

28.09.12

Mi visita a Salt Lake City, meca del mormonismo (Pbro. Julio C. Elizaga) (2)

El Libro de Mormón

Según este libro, publicado en 1829 por Joseph Smith, el continente americano fue poblado desde el Oriente por varias emigraciones de judíos que vinieron en barco desde Palestina. La primera salió después de la construcción de la Torre de Babel y la segunda salió de Jerusalén unos 600 años antes de Cristo bajo la dirección de Lehí, un profeta de la tribu de Manasés, y de sus dos hijos, Nefí y Lamán, que dieron origen a dos pueblos, los Nefitas y los Lamanitas. Los lamanitas fueron maldecidos por el Señor a causa de sus iniquidades y su piel se volvió oscura (2 Nefí 5:21). Éstos fueron los primeros indios americanos o pieles rojas del norte y probablemente los indios de todo el continente. Los nefitas permanecieron fieles a la voluntad de Dios y construyeron una gran civilización estableciendo numerosas ciudades. A ellos se les apareció Jesús después de su resurrección, les enseñó el Evangelio y fundó entre ellos su Iglesia, enviando 12 apóstoles a convertir el continente americano. Los nefitas eran “las otras ovejas que él debía atraer” (Jn 10,16), y de las cuales habló a sus apóstoles en la Biblia. Pero los lamanitas fueron exterminando poco a poco a los nefitas, unos cuatrocientos años después de Cristo.

El último representante de este pueblo fue el profeta Mormón, quien escribió en unas placas de oro la historia de su pueblo, las cuales fueron enterradas por su hijo Moroni en el cerro de Cumorah en el año 420 después de Cristo. Estaba reservado a Joseph Smith, guiado por el ángel Moroni, descubrir esas placas y publicarlas en el Libro de Mormón. El libro narra también la destrucción de ciudades cuando los temblores desfiguraron la superficie de la tierra en el momento de la crucifixión de Cristo.

Dificultades críticas

Los mormones de hoy se esfuerzan en justificar esas fantásticas afirmaciones, basándose en las leyendas indias acerca de la venida de un Gran Dios Blanco y en las ruinas de grandes ciudades que se han encontrado en distintas partes del continente. En defensa de la inspiración divina del Libro de Mormón, dicen que Joseph Smith era analfabeto y no podría haber elaborado y escrito un libro con tantas referencias históricas y con un estilo tan uniformemente extraño.

Dejando de lado lo absurdo de atribuir una etnología judía a los indios americanos, al libro se le hacen graves e importantes objeciones. En la página 14, Nefí declara que los israelitas al llegar a América encontraron “la vaca, el buey, el asno y el caballo”. Pero es evidente que esos animales fueron introducidos por los europeos después del descubrimiento de Colón en 1492.

Por otra parte se supone que Mormón escribió la historia sobre las placas de oro antes del año 420 en que fueron enterradas. ¿Cómo pues Mormón podría incorporar en Nefí 11,1-14 una frase de Shakespeare: “el país no descubierto de cuyo reino ningún viajero vuelve”?

El Libro de Mormón contiene cientos de citas del Antiguo y el Nuevo Testamento, que son transcripciones literales de la versión de la Biblia llamada del Rey Jaime, en inglés anticuado y con los errores de erudición de esa versión. Esto prueba que quien quiera que haya escrito el libro de Mormón, vivió después que la Biblia del Rey Jaime había sido publicada. En él se encuentra la palabra Jehová, que es una mala traducción del nombre de Dios Yahvé, inventada en el viejo continente con posterioridad a la fecha en que Smith dijo que fue enterrado el Libro de Mormón.

También en este libro hay citas, palabra por palabra, de la “confesión de fe de Westminster” redactada en el siglo XVII y pasajes del Libro de Disciplina de los metodistas.

El Libro de Mormón contiene además errores manifiestos, como cuando atribuye entre la lista de los doce apóstoles elegidos por Jesús en America (3 Nefí) el nombre [griego] de Timoteo, ya que los piadosos nefitas salieron de Jerusalén en el siglo VI antes de Jesucristo, es decir tres siglos antes de la conquista de Alejandro Magno.

La mayoría de los estudiosos sostienen que el Libro de Mormón fue básicamente una novela sobre los indios americanos, escrita por Salomón Spaulding, un predicador presbiteriano. Éste ofreció el manuscrito a un impresor de la ciudad de Pittsburgh y se lo dejó cuando se mudó de barrio. Uno de los que visitaba la imprenta era Sidney Rigdon, que se había asociado a Joseph Smith. Rigdon, a quien no faltaban conocimientos de literatura, historia y Sagrada Escritura, agregó a la novela pasajes de teología y de la Biblia, comentados de acuerdo a las reformas religiosas que estaban en boga en ese tiempo, y Smith lo publicó como el Libro de Mormón. Según las últimas investigaciones, el estudio de las fotocopias del manuscrito original del Libro de Mormón coincide con las muestras de escritura de Salomón Spaulding, el autor de la novela sobre los indios americanos.

Este libro, que según Joseph Smith “es el más correcto de todos los libros de la Tierra”, no hace ninguna mención del bautismo por los muertos ni del matrimonio por la eternidad y denuncia a la poligamia como una práctica abominable a los ojos del Señor (Jacob 2,24).

Encabezando cada ejemplar, figura una declaración de tres amigos de Smith, que juran por su salvación haber visto las placas. Pero esto ocurrió después que el ángel Moroni se las hubo llevado y las vieron en una visión colectiva: ¿hipnosis, sugestión o autosugestión?

Poligamia

La poligamia y la inmigración extranjera, especialmente desde Gran Bretaña y los Países Escandinavos, hicieron crecer rápidamente el número de los mormones.

Dicen los Santos de los Últimos Días que Joseph Smith recibió la revelación de la poligamia en Nauvoo en 1843, pero la doctrina controversial no fue publicada hasta que los Santos estuvieron seguramente alojados en su santuario montañoso del Oeste. Es obvio que la poligamia era un pensamiento tardío, puesto que el Libro de Mormón (Jacob 2:26) y Doctrinas y Convenios, Sesión 101, publicado en 1835, la consideran una abominación ante el Señor. Pero la iglesia se encontró con un sobrante de mujeres, con una teología que desaprobaba el celibato y un desierto que necesitaba gente. Mediante la poligamia se imitaba a los patriarcas del Antiguo Testamento, se evitaba la prostitución y el adulterio y todas las mujeres alcanzarían la exaltación en la Gloria celestial.

El 29 de agosto de 1852, Brigham Young anunció a todos sus seguidores que la doctrina del matrimonio múltiple era dogma oficial de la iglesia mormona. Al ser conocida en Washington la práctica de la poligamia, provocó una fuerte indignación general. Una verdadera guerra dio comienzo entre las milicias mormonas y las gubernamentales. En 1877 murió Brigham Young a los 77 años, dejando 27 esposas, 9 ya fallecidas, 56 hijos y una enorme fortuna. La presión oficial obligó a los mormones a abandonar la práctica de la poligamia, pero no a considerarla ilegítima. El sucesor de Brigham Young la desaprobó en 1890 y la prohibió definitivamente en 1895, declarando haber recibido una revelación ordenando su abolición.

Por prohibirlo las leyes civiles de este mundo, los mormones no pueden practicar la poligamia, pero la pueden practicar en el otro, contrayendo aquí en la tierra un matrimonio celestial con varias mujeres. Por eso, las mujeres solteras pueden contraer matrimonio con hombres difuntos y a su vez los hombres pueden casarse con mujeres difuntas mediante ceremonias especiales que se celebran en algunos de los grandes templos mormones del mundo.

Doctrinas y enseñanzas

Los Mormones fundamentan sus enseñanzas en la Biblia, en el Libro de Mormón, en la Perla de Gran Precio y en Doctrinas y Convenios, a los que también consideran inspirados. En la práctica, Doctrinas y Convenios y el Libro de Mormón reciben más atención que la Biblia.

Doctrinas y Convenios contiene las presuntas revelaciones que Dios le dio a Joseph Smith desde 1830 a 1843 y la única revelación que le dio a su sucesor Brigham Young. Los Mormones sostienen que el Presidente de la Iglesia recibe inspiración de Dios en sus actos más importantes. Pero estas revelaciones no se convierten en “artículo de fe” hasta que son aprobadas por el “Consejo de los Doce Apóstoles”. Estas nuevas revelaciones pueden alterar considerablemente las doctrinas que la Iglesia enseña.

Aunque el Libro de Mormón, el cual según Joseph Smith “es el más correcto de todos los libros sobre la tierra”, sostiene varias veces que el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo son un solo Dios (II Nefi 31,21; Alma 11,44) y el Testimonio de Tres Testigos que dicen: “el honor sean al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo que son un Dios”, Joseph Smith lo contradice enseñando que estos tres personajes son tres dioses distintos; y que el Padre y el Hijo son hombres perfectos de carne y hueso, con cuerpos tangibles ya que, como dice la Biblia, “Dios nos creó a su imagen y semejanza” y Dios se paseaba por el Jardín del Edén y habló cara a cara con Moisés. Dios Padre fue en un tiempo como nosotros y habitó sobre esta tierra, pues es sólo un hombre en un alto grado de evolución. Y puesto que Dios es nuestro Padre, debemos tener también una Madre poseedora de los atributos de la divinidad.

El Mormonismo enseña también que existen numerosos mundos y también numerosos dioses. Ellos sólo organizaron el universo, pues la materia, la energía, la vida y la inteligencia son eternas e increadas. “Nuestro Padre Celestial engendró a todos los espíritus que existen o existirán sobre la tierra, ellos fueron espíritus nacidos en el mundo eterno”. “Entre los hijos espirituales de Dios el primogénito fue y es Jehová o Jesucristo, a quienes están subordinados todos los demás”. “Él es, entre los hijos y las hijas de Dios, el Hijo”. “En cuanto al Diablo y a los espíritus que le acompañan, también ellos son hermanos del hombre y de Jesús, e hijos e hijas de Dios tal cual lo somos nosotros”. “Nuestro Padre Celestial es el Padre de Jesucristo, tanto en su espíritu como en su carne, por lo tanto Jesús fue engendrado por la unión de Dios Padre con la Virgen María”.

Según los Mormones, en las Bodas de Caná de Galilea, Jesús fue el esposo que tomó por esposas a María, a Marta y a la otra María. Por eso, antes de morir, contempló a sus propios hijos naturales. Cuando María vino al sepulcro, vio dos ángeles a quienes dijo: “Se han llevado a mi Señor o esposo”.

Según los mormones el Paraíso terrenal o Jardín del Edén estaba ubicado en los Estados Unidos en Independence, estado de Missouri, en el mismo lugar donde la Nueva Jerusalén será edificada en los postreros días. La razón por la cual la civilización se trasladó a la zona de la Mesopotamia es que durante el diluvio universal el Arca de Noé fue llevada por los vientos desde el continente americano hasta el Asia.

La caída del hombre

Según el Libro de Mormón, Adán cayó para que los hombres pudiesen existir (II libro de Nefi, 2,22). Ya que Eva, comiendo del fruto prohibido desobedeció primero a Dios, puso a Adán ante un dilema. Dios le había mandado a él y a ella multiplicarse y llenar la tierra. Pero como Eva había caído al estado de mortalidad y Adán no, su condición era tan desigual que no podían permanecer unidos. Entonces Adán “decidió deliberada y sabiamente mantenerse fiel al primero y mayor de los mandamientos y por eso plenamente consciente de la naturaleza de su paso, él también tomó del fruto prohibido”. Por eso Adán, según los mormones, es uno de los seres más nobles e inteligentes que jamás existieron. Su caída fue más bien un paso ascendente: una forma de proveer a millones de espíritus preexistentes de tabernáculos mortales, un paso necesario para la exaltación final del hombre hacia el estado divino. Evidentemente, la enfermedad y la muerte entraron a este mundo como consecuencia de la transgresión de Adán y Eva, pero no se nos considera a nosotros pecadores por la transgresión de nuestros primeros padres.

El regreso de las 10 tribus perdidas

Los mormones hacen una distinción entre los judíos, descendientes del reino de Judá, y los israelitas, descendientes del reino de Israel. Los judíos serán reunidos en Palestina o en el actual Estado de Israel, para el cumplimiento de las predicciones de los profetas. El centro de dicha reunión será la ciudad de Jerusalén. Pero antes de la venida de Cristo se produciría también el regreso de las 10 tribus perdidas de Israel, las cuales serán reunidas en la ciudad de Sión, edificada en Missouri, sobre el continente americano.

El milenio

Dicen los mormones que está próximo el retorno de Cristo a la tierra, y a su llegada resucitarán los creyentes y reinarán durante mil años con Él en la tierra. Todos los malvados morirán de muerte repentina y sus espíritus permanecerán en la prisión del mundo espiritual. Allí podrán arrepentirse y purificarse mediante sus sufrimientos. Satanás será atado y su poder será restringido. Resucitarán también, en esta primera resurrección, todos los no mormones sinceros que en su vida buscaron la Luz. Cristo reinará entonces sobre su pueblo y gobernará personalmente sobre las dos capitales: Sión y Jerusalén. Comenzará entonces una era de paz.

Durante el milenio, los justos continuarán multiplicándose y sus hijos crecerán hasta salvarse y criarán hasta que crezcan a los hijos muertos en la infancia. Se les predicará entonces a todos los que buscaron la Luz pero no conocieron el Verdadero Evangelio. Y continuará la obra vicaria de los resucitados a favor de los muertos, en todos los templos del Señor. Recibirán revelaciones sobre quiénes fueron sus antepasados hasta Adán y Eva, y entrarán en los templos para orar por ellos.

Después del milenio vendrá la resurrección final de toda la humanidad sin Cristo y Satanás será puesto en libertad por un corto tiempo, a fin de tentar a los habitantes de la tierra por última vez. Los que lo sigan se convertirán en Hijos de Perdición. Se librará entonces una gran batalla final en la cual Satanás y sus huestes serán derrotados. Luego vendrá el Juicio final y los que no hayan aceptado a Cristo y a su Iglesia mormona en este mundo ni en el otro, es decir, los que han pecado contra el Espíritu Santo, irán al suplicio eterno con el Diablo y todos sus ángeles. La tierra será la morada de los que fueron dignos en la gloria celestial, cuyos nombres están escritos en el Libro de la Vida. Y acompañados de sus familiares y amigos, vivirán en la tierra de generación en generación, por siempre jamás.

Toda la humanidad salvada tendrá algún grado en la gloria de Dios: celestial, terrestre o telestial, simbolizados en el resplandor del sol, la luna y las estrellas. Al Reino Celestial entrarán las mayorías de los hijos de Dios, alcanzando la plena exaltación. Al Reino Terrenal los que han sido moralmente puros pero, habiendo rechazado el Evangelio en esta vida, lo aceptaron después en el mundo celestial. Y al Reino Telestial entrarán los pecadores que, después de ser castigados, alcanzarán un grado de salvación. Evidentemente, los mormones creen en el castigo eterno de Dios. Pero el castigo es eterno porque Dios, quien lo inflige, es eterno, aunque sea durante una hora, un día, una semana o un siglo. En cada uno de estos reinos, habrá oportunidad de progresar indefinidamente. (Continuará).

Fuente: Julio C. Elizaga, Las sectas y las nuevas religiones a la conquista del Uruguay, Editorial La Llave, Montevideo 1988, pp. 58-79.

24.09.12

Mi visita a Salt Lake City, meca del mormonismo (Pbro. Julio C. Elizaga) (1)

En 1977 desembarqué en el aeropuerto de Salt Lake City y días después fui recibido cordialmente por el Dr. Spencer Kimball, Profeta y Presidente de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, rodeado de sus Doce Apóstoles. Conviviendo una semana con ellos y visitando entre otras cosas su célebre Tabernáculo, la Escuela de Misioneros y la Universidad Brigham Young, pude conocer íntimamente esta próspera religión, mezcla curiosa de judaísmo, cristianismo, campbellismo, milenarismo y masonería, que practicó por más de cincuenta años la poligamia y que asegura ser la Única y Verdadera Iglesia Cristiana restaurada por Jesucristo en los Estados Unidos en estos últimos tiempos. (…)

Joseph Smith, el profeta fundador del mormonismo

El profeta fundador de esta conocida religión es Joseph Smith, un muchacho de escasa y deficiente cultura, pero agradable y soñador. Su padre, sin embargo, le tenía por el genio de la familia y se sentía fascinado por la facilidad con que inventaba historias, ya que cualquier acontecimiento que le sucedía le servía para contar largos y complicados relatos que entretenían al auditorio como si fueran sucesos reales.

Era hijo de un granjero presbiteriano y vivía en la parte occidental del estado de Nueva York. Según nos cuenta en su autobiografía, en 1820, cuando él tenía sólo 15 años, se manifestaba una gran agitación religiosa, en la que varias iglesias luchaban para aumentar el número de sus miembros. Unos contendían a favor de los bautistas, otros de los metodistas y otros de los presbiterianos. Cada una de esas iglesias convidaba al joven Smith a juntarse con ella, pero a causa de su juventud e inexperiencia, le era difícil decidirse sobre cuál de ellas era la verdadera. En medio de este dilema, en un bosque cercano a su casa, Smith suplicó al Señor que lo iluminara. Tuvo entonces una pretendida “visión” de dos personajes gloriosos que eran Dios Padre y su Hijo Jesucristo. Se le dijo que todas las iglesias protestantes estaban desviadas y corrompidas y que la verdadera Iglesia de Jesucristo había dejado de existir. Sería él el instrumento por el cual Dios restauraría la Iglesia cristiana primitiva y el sacerdocio correspondiente.

Tres años más tarde, en 1823, aseguró que se le había aparecido el ángel Moroni, un antiguo profeta americano, el cual le reveló que en el cerro de Cumorah, cerca de Manchester, había unas planchas de oro en las cuales estaba grabada la historia de los habitantes del continente americano. Estas planchas contenían también las enseñanzas de Cristo, que se había aparecido a los americanos después de su resurrección, fundando su Iglesia entre ellos. Pero el ángel le prohibió desenterrar de inmediato las planchas y tan sólo cuatro años después, en 1827, se le permitió traer las planchas del cerro de Cumorah.

En 1827 se casó con Emma Hale. En ese mismo año retiró las láminas de oro y unos lentes divinos, el Hurin y el Thummin, con los cuales podría descifrar la misteriosa escritura. Al fin, con las láminas y su mujer, se retiró a Pennsylvania, compró una pequeña granja y emprendió la delicada tarea de traducir los jeroglíficos al inglés. Smith afirmaba que quien viera las placas de oro moriría; por esta razón, durante las sesiones de traducción se escondía detrás de una cortina para dictar su texto a su secretario Oliver Cowdery, un ex-maestro de escuela, quien escuchaba desde afuera, ya que él no sabía escribir.

Dice en su autobiografía que Juan el Bautista se apareció en 1829 y les impuso las manos a él y a Oliver Cowdery y con este acto restauró el sacerdocio aarónico, que les confirió el poder de predicar el Evangelio y administrar el bautismo por inmersión para la remisión de los pecados. Luego los dos se bautizaron el uno al otro en el río Susquehanna. Tiempo después se les aparecieron los apóstoles Pedro, Santiago y Juan, quienes les confirieron el sacerdocio de Melquisedec y con éste el poder de imponer las manos y bautizar con el Espíritu Santo.

Se inicia la iglesia de los mormones

Martin Harris, un granjero y comerciante que se sentía impresionado por las visiones del joven Smith, le ofreció financiar con tres mil dólares los cinco mil ejemplares, lo que se llevó a cabo en la primavera de 1830. Publicado el Libro Santo, el 6 de abril de 1830 Joseph Smith y sus amigos organizaron la Iglesia de Jesucristo de los Santos del Último Día. Joseph Smith llamó así a su flamante organización porque suponía que el Último Día estaba cercano, inminente. Pero como el mundo ha seguido rodando, el nombre en castellano ha sido traducido en plural: los Santos de los Últimos Días.

Pronto tuvieron su jerarquía de 15 miembros: Joseph Smith “Primer Presidente, Profeta, Vidente, Apóstol de Jesucristo, Anciano de la Iglesia por la voluntad de Dios Padre y la gracia de nuestro Señor Jesucristo”, ayudado por dos consejeros y 12 apóstoles. Smith puso en marcha, con enorme habilidad y elocuencia, con admirable tenacidad y delirante fanatismo, su plan de reconstruir la verdadera Iglesia de Jesucristo. Luego nombró a su padre “Patriarca del Reino de Dios”, encargado de bendecir a los fieles.

Rechazando a las iglesias cristianas provenientes de Europa por sus mutuas contradicciones, aunque basadas en la Biblia, Joseph Smith se sintió llamado a proporcionar al pueblo americano la revelación directa y auténtica para que se estableciese así la Biblia en toda su pureza y al mismo tiempo quedase completada por el Libro de Mormón.

Pero comenzó entonces una severa persecución y Smith fue tratado de impostor. Se ridiculizó su afirmación de que se le había aparecido un ángel; y los ministros de las otras iglesias fueron los más pronunciados en su contra. A raíz de esta persecución, Smith se dirigió con sus primeros adeptos a Kirtland, donde un pastor protestante de la iglesia campbellista, llamado Sidney Rigdon, se le unió con sus mil feligreses. Allí construyeron su primer templo y uno de sus primeros apóstoles fue Brigham Young, que nunca pareció dudar de las revelaciones de Joseph Smith y quien declaró que en el estado de Missouri había estado el jardín del Edén, donde habían vivido Adán y Eva y que sería el sitio de la Nueva Jerusalén en América.

En 1835 el dueño de un circo ambulante invitó a Smith a que examinara el papiro que tenía una momia. El Profeta declaró que los jeroglíficos eran las escrituras del Libro de Abraham y comenzó a realizar la traducción de dichos signos. Pero los egiptólogos se dieron cuenta de que los jeroglíficos eran parte del famoso Libro de los Muertos y que no había similitud con el trabajo de Smith. No obstante Smith publicó su traducción con el nombre de Libro de Abraham. Se desató entonces una fuerte persecución contra los Santos de los Últimos Días.

Los últimos años del profeta

Acompañados por unos miles de seguidores que se habían ido incorporando, emigraron al estado de Illinois. Allí los Mormones compraron tierras y desecaron una gran extensión de terreno lacustre y fundaron la ciudad de Nauvoo. Construyeron el primer templo mormón y Smith organizó un ejército propio, del cual tomó el mando supremo y se designó teniente general. Sus anhelos se orientaron desde el principio a la conquista del mundo. Anunció que tendrían que salir de dos en dos para evangelizar toda la tierra, y entre ellos envió a Brigham Young con otros misioneros a Inglaterra a extender la religión. Allí Brigham Young imprimió cinco mil ejemplares del Libro de Mormón y ofreció un ejemplar a la reina Victoria.

En poco tiempo, los habitantes de Nauvoo llegaron a ser 20 mil. El poder y la fama de Smith crecieron hasta el punto de hacerlo aspirar a la presidencia de los Estados Unidos. En 1844 Smith puso todo su empeño en llegar a ser presidente y envió a varios centenares de sus misioneros para que organizaran la campaña electoral a su favor. En su programa figuraba la liberación de los esclavos.

Smith gobernó bajo sus “revelaciones perpetuas”, que se convertían en artículos de fe. Pero su caída estaba próxima. La poligamia practicada secretamente excitó la indignación general. Para calmar la indignación de su esposa, dijo haber tenido una visión en 1843 en que se autorizaba la poligamia para él y para unos cuantos más. Tal revelación no se hizo pública hasta nueve años más tarde. Los informes oficiales de la Iglesia le atribuyeron 27 esposas; pero según algunos de sus biógrafos llegaron a 49. Todos esos matrimonios fueron realizados en secreto, ya que Emma era “poco razonable”. Tiempo después, unos ex apóstoles revelaron ciertos detalles sobre las costumbres morales del “Profeta”, que atizaron las iras acumuladas hacía tiempo contra él.

Un diario publicó un llamamiento a la guerra contra los mormones y Smith se rodeó de sus tropas. En 1844 Smith y su hermano fueron encerrados en la prisión de Chartago y tres días más tarde, el 27 de junio, una banda de cien asesinos de rostros ennegrecidos forzó la entrada de la prisión. Joseph Smith sacó de su chaqueta una pistola de seis tiros que un amigo le había pasado de contrabando y, al abrirse la puerta de par en par, estalló una descarga cerrada. Smith hirió a tres atacantes y su hermano Hyrum murió instantáneamente. Smith arrojó la pistola e intentó escalar una ventana de su celda que daba al patio, pero fue acribillado a balazos, diciendo: “¡Oh Señor y Dios Mío!” Así terminó a los 39 años de edad Joseph Smith, el Profeta, Vidente y Revelador, fundador y primer Presidente de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días.

La trágica muerte del Profeta selló estrechamente el destino común de los Mormones, convirtiéndose en un símbolo sagrado. Ante su trágica desaparición, en medio del desconcierto, surgieron varios aspirantes para sucederle. Uno de ellos era Sydney Rigdon, que había sido colaborador cercano del Profeta y que después murió como jefe de una pequeña secta. Estaba también el hijo de Joseph Smith, llamado también José, el cual atrajo a muchos insistiendo en que el líder debía ser descendiente del profeta y fundó la “Iglesia Reorganizada de los Santos de los Últimos Días”, a quienes tuve el agrado de visitar en su sede de la ciudad de Independence, estado de Missouri. Éstos rechazan la poligamia y el politeísmo y hasta sostienen que semejantes doctrinas no pertenecen al fundador y que fueron introducidas tan sólo por Brigham Young. Ellos poseen la tumba del Profeta y la ley les reconoció como legítimos herederos del Templo que Joseph Smith había edificado en Independence.

La viuda de Smith, Emma, se casó con el dueño de una taberna de Nauvoo y crió a su familia en la casi desierta ciudad al lado del río.

Brigham Young, el nuevo Moisés americano

El 8 de agosto de 1844 el Consejo de los Doce Apóstoles, bajo el impulso de Brigham Young, joven enérgico y fanático, tomó en sus manos el destino de su pueblo. Dotado de un verdadero sentido de organización, consiguió enseguida un extraordinario ascendiente sobre sus hermanos, y se convirtió en segundo Presidente de la Iglesia Mormona.

Los asesinos del Profeta, tras un simulacro de proceso, quedaron libres y multiplicaron su violencia contra los mormones. Por esta razón, el 4 de febrero de 1846, éstos debieron abandonar su ciudad, comenzando un nuevo y terrible éxodo tras año y medio de penosas marchas, desde el río Mississipi hasta las riberas del Gran Lago Salado. En carretas de bueyes, formando una enorme caravana, de doce a quince mil personas se pusieron en camino en busca de la soñada tierra prometida.

Brigham Young condujo aquella ingente masa humana, entre grandes esfuerzos y temibles sacrificios y privaciones. En sus lentas carretas tuvieron que atravesar solitarios desiertos, torturados por la sed, muriendo de frío al cruzar las sierras nevadas, cruzando peligrosas gargantas y comarcas infectadas de paludismo; en peligro de ser masacrados por los indios hostiles, oraban a Dios y continuaban su marcha hacia el Oeste. Los terribles fríos, los enjambres de mosquitos de verano, la fatiga, el hambre y las enfermedades jalonaron de cadáveres la ruta. Finalmente la caravana llegó al valle del Lago Salado, junto a las Montañas Rocallosas, el 24 de julio de 1847. Brigham Young, que iba enfermo recostado en un lecho, miró el paisaje durante varios minutos y reconociendo el lugar visto en una revelación anterior, dijo con satisfacción: “Éste es el lugar”.

Los sobrevivientes hicieron florecer el desierto, hicieron casas, irrigaron la tierra, plantaron árboles y comenzaron la edificación de la primitiva ciudad de Salt Lake City, la meca del mormonismo y del estado teocrático del Oeste. Ese territorio, que pertenecía a México, pasó a los Estados Unidos en 1848. El 9 de setiembre de 1850, el país de los mormones fue admitido por el Congreso de los Estados Unidos como Territorio y se reconoció a Young como gobernador… Aunque se proclamó una democracia liberal con derecho a la libertad religiosa, de hecho se estableció una teocracia.

Brigham Young, gobernador espiritual y temporal, promulgó sus mensajes bajo forma de cartas apostólicas y sus decretos como revelaciones proféticas. Era una Iglesia cuya jerarquía administraba un Estado. No se había visto cosa semejante desde los tiempos del Antiguo Testamento. Allí se construyó el Gran Templo de granito blanco con seis torres, y el llamado Tabernáculo, en forma de colmena. Y los mormones estimulaban a los muchos convertidos de otros países a establecerse en aquellos parajes.

Durante 30 años, desde 1847 hasta 1877, Brigham Young gobernó el imperio teocrático con excepcional capacidad de organización. En 1877 murió Brigham Young, dejando 27 esposas, 9 ya fallecidas, 56 hijos y una enorme fortuna.

En 1894 el gobierno federal reconocía al estado de Utah, así como sus leyes particulares.

Fuente: Julio C. Elizaga, Las sectas y las nuevas religiones a la conquista del Uruguay, Editorial La Llave, Montevideo 1988, pp. 58-79.

9.09.12

Revista "Fe y Razón" (Nº 72 - Septiembre de 2012)

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7.09.12

Diez claves para el renacimiento o la renovación de la cultura católica

1. La cultura católica brota de la fe católica profesada, celebrada, vivida y rezada en clave de plena fidelidad a Dios, a Jesucristo y a la Iglesia Católica, tanto en el nivel individual como en el nivel colectivo.

2. La verdad objetiva existe y el ser humano puede conocerla y comunicarla a otros. El católico debe practicar la filosofía en clave realista, no idealista.

3. De entre las muchas filosofías realistas posibles, el Magisterio de la Iglesia Católica reconoce un valor muy especial a la filosofía tomista. El tomismo debe ser considerado como un elemento fundamental, ejemplar e insustituible para la enseñanza y el ejercicio de la filosofía y la teología en la Iglesia.

4. El catolicismo es la religión verdadera. La fundamentación de la fe católica debe practicarse en clave apologética, no racionalista ni fideísta. Contra el relativismo imperante, se debe renovar la apologética, en sus tres etapas clásicas (“demostración religiosa”, “demostración cristiana” y “demostración católica”).

5. La misión evangelizadora de la Iglesia Católica es universal. Ningún grupo de personas debe ser excluido de la meta pretendida por dicha misión. Por parte de la Iglesia, todo diálogo debe practicarse en clave de evangelización.

6. El ateísmo (teórico o práctico) y el secularismo son hoy los principales enemigos de la fe católica. La cultura católica debe incluir como uno de sus elementos principales el combate contra el ateísmo y el secularismo.

7. El bien objetivo existe y el ser humano puede conocerlo y realizarlo. La filosofía moral y la teología moral deben reafirmar la existencia y el valor de la ley moral natural.

8. El derecho humano a la vida y los derechos del matrimonio y la familia, hoy sometidos a una gravísima agresión por parte de la cultura predominante en Occidente, son valores morales, políticos y jurídicos fundamentales e irrenunciables. La cultura católica debe fundamentar y reafirmar firmemente dichos valores.

9. En la vida cristiana, todo (también la cultura) debe tener como objetivo la gloria de Dios y el bien de los hombres. Superando la tendencia a un academicismo estéril, la cultura católica debe tener siempre muy presentes las interrogantes, las dudas, las carencias, las objeciones, las necesidades y los intereses de las mayorías, tendiendo muchos puentes entre la vida intelectual y las actividades prácticas (pastorales, caritativas, políticas, etc.) de los católicos.

10. Teniendo en cuenta la escasez de recursos de sus representantes y el alto valor de Internet como factor de democratización de la información, la cultura católica debe hacer un uso amplio, generoso y prudente de la red de redes como un medio de expresión privilegiado.

Daniel Iglesias Grèzes


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31.08.12

Mitos Hebreos

En mi post anterior critiqué dos errores teológicos del libro de Gustavo Daniel Casetta, El código sombrío. Lo oculto en El Código Da Vinci, Editorial Candelero, Rosario (Argentina), 2006, errores que provenían de un ex sacerdote católico dedicado a popularizar la “espiritualidad céltica”. En esta ocasión voy a criticar otros errores del mismo libro, que provienen de supuestos mitos hebreos.

En las pp. 99-100, apoyándose en el libro de Robert Graves y Raphael Patai Los Mitos Hebreos, Casetta hace algunas afirmaciones acerca de un episodio narrado en la novela de Dan Brown El Código Da Vinci, donde no queda claro si él se adhiere a lo afirmado, que no es cristiano: “Aparte de su hálito ocultista, en las palabras del cántico encontramos el más fuerte de estos elementos. Esta indefinida entidad que existía antes de la creación (“en el alba de todo lo sagrado”) no es de ninguna manera el amor o el sexo, como pueda pensarse. Es el caos “Tohu y Bohu, es decir el Caos y el Vacío”; justamente por amor, Dios transformó el caos en cosmos.”

Otra vez se evidencia aquí una interpretación mitológica de Génesis 1,2: “La tierra era caos [Tohu, en hebreo] y confusión [Bohu, en hebreo] y oscuridad por encima del abismo, y un viento de Dios aleteaba por encima de las aguas.”

Según la fe cristiana, Dios es el Creador de todo lo visible y lo invisible. Antes de la creación, sólo existía Dios, no ninguna “indefinida entidad”. Dios no creó el cosmos a partir de un caos preexistente, co-eterno con Dios, sino de la nada (ex nihilo). Sí es verdad que la creación del mundo no fue un suceso instantáneo, sino un proceso continuo de evolución cósmica, en el que gradualmente se fue poniendo de manifiesto un orden cada vez mayor y más bello. Pero ese orden estaba presente desde el principio en la Inteligencia creadora de Dios, que desplegó gradualmente su plan creador en el tiempo.

En las pp. 101-102, Casetta de nuevo interpreta un pasaje de El Código Da Vinci en función del citado libro de Graves y Patai, y dice lo siguiente: “Vemos entonces que la idea de la unión sexual no fue del hombre, fue una nueva incitación de Satanás –al igual que el pecado original–, quien conocía la naturaleza eterna de aquel, su vínculo con la perpetuidad ahora perdida y, por ende su deseo de experimentarla. (…) El matrimonio como bendición de Dios es otro intento de reconciliación y de salvación: del caos al cosmos, del pecado a la libertad, de la muerte a la resurrección.”

El contraste de estas afirmaciones con la enseñanza bíblica es evidente. Es Dios mismo (no el demonio) quien creó al hombre como ser sexuado, varón y mujer, y les dio desde el principio el mandato de multiplicarse en la unión matrimonial, haciéndose una sola carne en la relación conyugal. Todo esto está en los Capítulos 1 y 2 del Génesis, antes del relato de la caída (Génesis 3). De modo que el matrimonio es algo bueno y querido por Dios desde el principio, no un intento tardío de enderezar un invento demoníaco. Por otra parte, en rigor el hombre no tiene una “naturaleza eterna”. Es un ser finito, creado por Dios, no co-eterno con Él, aunque llamado a participar (por gracia de Dios) de la naturaleza divina. La vida eterna del hombre es eterna sólo hacia adelante, no hacia atrás.

Según lo que he podido leer en Internet, el libro de Robert Graves y Raphael Patai Los Mitos Hebreos pretende explicar el libro del Génesis en función de mitos mesopotámicos anteriores, reconstruidos a partir de la literatura judía posterior, principalmente el Talmud. No estoy en condiciones de juzgar si es cierto que el Talmud enseña esos mitos, pero llama la atención cuán lejos están éstos de la revelación bíblica. El contenido de esos mitos, tal como son presentados por Graves y Patai, altera y contradice el contenido del Génesis. El autor judío Raphael Patai escribió muchos otros libros, entre los cuales se destaca La diosa hebrea (sobre el mito de Lilith). No parece que los libros de Graves y Patai sean una referencia firme para un apologista católico.

Como común denominador de los cuatro errores teológicos señalados en el post anterior y en el presente hasta aquí, me parece percibir la afirmación de una especie de prioridad del mal, la oscuridad, el caos o el desorden en el mundo y en el hombre. Esa supuesta prioridad es contraria a la fe cristiana, expresada por ejemplo en este axioma de la filosofía tomista: “ens et bonum convertuntur” (el ser y el bien se identifican). Todo lo que es, en tanto que es, es bueno. El mal no es un ser, sino una carencia o privación de ser. El mal es una especie de “parásito” del bien.

En la p. 133 Casetta afirma: “En la cosmogonía mítica hebrea, y por ende cristiana, el Infierno, el abismo, está en las profundidades de la Tierra, adonde fue arrojado Lucifer por Dios, quien no admitía rivales en su gloria, y allí permanece.”

La doctrina cristiana no incluye ninguna cosmogonía mítica.

El Infierno no está en las profundidades de la Tierra, sino que es un estado de separación radical de Dios por parte de los condenados.

Dios no arrojó a Lucifer al Infierno porque “no admitía rivales en su gloria”. El autor parece manifestar aquí la noción de un Dios celoso de sus criaturas. Al contrario, Dios creó a los ángeles y a los hombres para compartir con ellos su gloria, es decir para comunicarles su propia bondad y felicidad infinitas. El pecado de Lucifer (y el de Adán) no consistió en querer asemejarse a Dios –que es lo que Dios mismo quería y le ofrecía– sino en querer arrebatar en cierto modo por la fuerza o lograr por sí mismo (sin Dios, sin Su amor, sin recibirlo de Él) el lugar de Dios, contraviniendo libremente su propia naturaleza creada.

Daniel Iglesias Grèzes


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28.08.12

Ecos Eternos

Hace cuatro años leí el libro de Gustavo Daniel Casetta, El código sombrío. Lo oculto en El Código Da Vinci, Editorial Candelero, Rosario (Argentina), 2006. Ante todo felicito al autor por su firme defensa de la fe católica frente a los ataques del famoso libro de Dan Brown, El Código Da Vinci. Se necesitan muchos apologistas católicos para contrarrestar la actual oleada de anticatolicismo, especialmente en el mundo de la cultura.

Por otra parte, no puedo ocultar que, pese a su evidente buena intención y a su ferviente piedad, el autor incurre a mi juicio en varios errores teológicos importantes. A continuación señalaré y comentaré dos de ellos, que provienen de sendas citas aprobatorias del libro Ecos Eternos, de John O’Donohue.

En la p. 64, G. D. Casetta incluye la siguiente cita de John O’Donohue, Ecos Eternos: “No existe nadie que, en algún momento de la vida, no deba transitar por el oscuro valle del sufrimiento. Es un sendero sin esperanza, sin refugio ni luz. Cuando el sufrimiento entra en nuestras vidas, trae consigo una gran soledad y aislamiento”.

Considerada literalmente, esta visión tan negativa del sufrimiento no es compatible con la fe cristiana. Tanto el Antiguo como el Nuevo Testamento nos enseñan a conservar firme la esperanza en Dios incluso en medio del mayor sufrimiento.

Véase por ejemplo el Salmo 22: “Yahveh es mi pastor, nada me falta. Por prados de fresca hierba me apacienta. Hacia las aguas de reposo me conduce, y conforta mi alma; me guía por senderos de justicia, en gracia de su nombre. Aunque pase por valle tenebroso, ningún mal temeré, porque tú vas conmigo; tu vara y tu cayado, ellos me sosiegan. Tú preparas ante mí una mesa frente a mis adversarios; unges con óleo mi cabeza, rebosante está mi copa. Sí, dicha y gracia me acompañarán todos los días de mi vida; mi morada será la casa de Yahveh a lo largo de los días.”

Véase también las Bienaventuranzas, en la versión de Lucas 6,20-23: “Y él, alzando los ojos hacia sus discípulos, decía: «Bienaventurados los pobres, porque vuestro es el Reino de Dios. Bienaventurados los que tenéis hambre ahora, porque seréis saciados. Bienaventurados los que lloráis ahora, porque reiréis. Bienaventurados seréis cuando los hombres os odien, cuando os expulsen, os injurien y proscriban vuestro nombre como malo, por causa del Hijo del hombre. Alegraos ese día y saltad de gozo, que vuestra recompensa será grande en el cielo. Pues de ese modo trataban sus padres a los profetas.”

Véase también cuántas veces Jesús y los ángeles de Dios nos dicen: “No temáis” y cómo Jesús promete a sus discípulos que Él estará con ellos todos los días hasta el fin del mundo y que ellos recibirán la ayuda y el consuelo del Espíritu Santo. Y así podríamos multiplicar las citas bíblicas contra lo dicho por O’Donohue. Tal vez él pretendía referirse al sufrimiento del hombre en pecado mortal, apartado totalmente de Dios, pero en ese caso debió aclararlo para evitar confusiones.

En las pp. 73-74, G. D. Casetta incluye esta otra cita de John O’Donohue, Ecos Eternos: “Aunque vivamos y trabajemos en la luz, fuimos concebidos y formados en las tinieblas. La oscuridad es una de nuestras compañías más íntimas. En realidad, nunca puede sorprendernos, algo en nuestro interior conoce la oscuridad más profundamente de lo que conoce la luz. La oscuridad es más antigua que la luz. En el comienzo todo era oscuridad. La primera luz nació de las tinieblas. Tenemos un parentesco interior con la oscuridad, que nada puede disolver.”

Aquí O’Donohue manifiesta de nuevo una visión no cristiana del hombre y del mundo. Compárese el texto de O’Donohue con el comienzo del Evangelio de Juan: “En el principio existía la Palabra y la Palabra estaba con Dios, y la Palabra era Dios. Ella estaba en el principio con Dios. Todo se hizo por ella y sin ella no se hizo nada de cuanto existe. En ella estaba la vida y la vida era la luz de los hombres, y la luz brilla en las tinieblas, y las tinieblas no la vencieron.” (Juan 1,1-5).

En el principio no era la oscuridad, sino la luz. Dios es Luz y en Él no hay tiniebla alguna. La oscuridad no es más antigua que la luz. Dios es anterior al mundo y es el Creador de todo lo que existe.

Es cierto que la Biblia comienza diciendo: “En el principio creó Dios los cielos y la tierra. La tierra era caos y confusión y oscuridad por encima del abismo, y un viento de Dios aleteaba por encima de las aguas. Dijo Dios: «Haya luz», y hubo luz.” (Génesis 1,1-3).

Aquí, haciendo uso de una cosmogonía arcaica, se enseña que Dios creó gradualmente un cosmos ordenado. Filosóficamente se puede demostrar que el caos o desorden depende del orden y no al revés. Un caos absoluto no podría existir. Incluso modernas teorías científicas muestran que tras el caos hay un orden subyacente y que en el comienzo de la historia conocida del mundo hubo un estallido de energía (el Big Bang). Además, la Escritura dice que el Espíritu de Dios (“un viento de Dios”) aleteaba por encima de las aguas del abismo primordial, incubando su vitalidad y su sentido. Resulta pues abusivo interpretar este pasaje en el sentido de un mundo sometido constitutivamente a la oscuridad. Que la luz no surge de la oscuridad sino de la palabra creadora de Dios (“Hágase la luz”) está manifiesto en este mismo pasaje.

No fuimos formados en las tinieblas, sino creados por Dios a su imagen y semejanza en un mundo luminoso y considerado bueno por Dios. Lo más íntimo a nosotros mismos (nos enseña San Agustín) no es la oscuridad, sino Dios mismo, que es Luz. La Gracia de Dios vence al pecado que hay en el hombre, lo santifica verdaderamente y no sólo putativamente, en el sentido pesimista de Lutero.

Buscando en la Wikipedia, me he enterado de que John O’Donohue (1956-2008) fue un poeta irlandés, filósofo hegeliano y sacerdote católico que abandonó el sacerdocio. La Wikipedia dice que O’Donohue es conocido sobre todo por su “popularización de la espiritualidad céltica”. Véase: http://en.wikipedia.org/wiki/John_O’Donoghue_(poet)

La obra de John O’Donohue no parece ser una referencia adecuada para la apologética católica.

Daniel Iglesias Grèzes


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25.08.12

Comentario a la carta de una comunidad católica a los Obispos uruguayos

En 2009, año electoral en Uruguay, llegó a mi casilla de correo electrónico una singularísima carta de la Comunidad Eclesial de Base (CEB) NN (omito su nombre) a la Conferencia Episcopal del Uruguay (CEU). A continuación reproduciré dicha carta íntegramente en letra itálica, intercalando mis comentarios en letra normal.

Montevideo, 16 de junio de 2009.

Sr. Presidente de la C.E.U. Mons. Carlos Ma. Collazzi sdb
Querido hermano en Cristo:

En nuestra C.E.B. NN hemos leído atentamente las “Pautas para el discernimiento político en el año electoral” que la C.E.U. publicó en abril de 2009. Mucho apreciamos el interés que los obispos tienen por comunicarse con sus fieles en momentos críticos para una opción cristiana al momento de votar para el futuro gobierno. Hemos decidido dirigirnos a la C.E.U. a fin de hacer algunas sugerencias sobre el documento que puedan servir a futuras reflexiones, sin ánimo de inmediatismos.

En el Nº 19 se tilda de negativas a “leyes que atentan contra el derecho a la vida y el valor del matrimonio y la familia”. Entendemos que estas leyes no afectan la conducta del cristiano auténtico que se rige por su recta conciencia iluminada por el Espíritu Santo y conforme a las enseñanzas de Cristo.

La moralidad o inmoralidad de una ley no depende de que afecte o no “la conducta del cristiano auténtico”. De acuerdo con la doctrina católica, la ley civil debe ser conforme con la ley moral natural, la cual rige para todos los hombres, cristianos o no cristianos, porque es la ley intrínseca e inmutable de la misma naturaleza humana, común a todos los seres humanos. Es absurdo decir que al “cristiano auténtico” no le debe importar, por ejemplo, que se legalice el aborto, porque de todos modos él, por ser un “cristiano auténtico”, no va a abortar. El cristiano debe procurar ordenar el mundo según la voluntad de Dios, expresada en la ley moral y conocida tanto por medio de la fe como por medio de la razón. En lo que respecta a la comunidad política, lo mínimo que se le debe exigir es que respete y haga respetar los derechos humanos fundamentales, de los cuales el derecho a la vida es el primero. Si no se respeta ni siquiera ese derecho primordial, ¿qué garantías tenemos de que se respetarán todos los demás derechos? Cuando la comunidad política deja de tutelar el derecho a la vida, se corrompe íntimamente y destruye el fundamento del Estado de derecho. Por lo demás, el cristiano no es un individualista, a quien le tiene sin cuidado la suerte de los hijos de sus conciudadanos. “Hombre soy, y nada de lo humano me es ajeno”, dice el Concilio Vaticano II al comienzo de la constitución pastoral Gaudium et Spes, citando al escritor pagano Terencio. Hemos de procurar que se respete el derecho a la vida, no sólo de los hijos de los cristianos, sino de los hijos de todos los uruguayos.

A El tampoco lo detuvieron las leyes farisaicas e impuso el amor como supremo camino hacia la verdad y la vida.

He aquí un punto fundamental, al que me referiré muy brevemente. Como nos recuerda el Papa Benedicto XVI en su encíclica Caritas in veritate, caridad y verdad son inseparables, porque Dios es Verdad y Amor. No hay amor auténtico fuera de la verdad.

Por ejemplo las uniones concubinarias, tan comunes entre auténticos católicos prácticos,

Las uniones concubinarias son hoy comunes entre los católicos incoherentes con su propia fe (los “malos católicos”, dando a la palabra “malos” su sentido de juicio objetivo, no necesariamente subjetivo), no entre los católicos “auténticos”.

así como el de las parejas divorciadas vueltas a casar, no se legalizan por una ley que las acepte pero se hacen valederas ante los ojos de Dios si las une un verdadero amor mutuamente declarado y aceptado.

Según la doctrina católica, el concubinato y el adulterio (en el que incurren los divorciados de un matrimonio válido, vueltos a casar) son pecados mortales, que ofenden a Dios y dañan gravemente al propio pecador. Un acto intrínsecamente malo no se vuelve bueno a los ojos de Dios por una buena intención (aun suponiendo que ésta se dé realmente). Incluso en el caso de la ignorancia inculpable, el hecho de que el acto malo no se impute subjetivamente a la persona que lo cometió no significa que el acto deje de ser malo. Si doy veneno a alguien creyendo que doy una manzana, el error no se me imputa (si mi ignorancia es inculpable), pero la víctima muere igualmente. El veneno del concubinato y del divorcio sigue siendo veneno aunque yo no lo vea.

La legalización del divorcio y, más aún, la legalización de las uniones concubinarias representan pasos importantes en un proceso de reingeniería social anticristiana, que va minando progresivamente el matrimonio y la familia, base de la sociedad, y va construyendo (por medio de dichas medidas y de otras similares) una sociedad individualista, donde no existen vínculos humanos permanentes con valor y vigencia sociales.

La Iglesia Católica no podrá imponer reglas a católicos y menos aún a no católicos si estos sienten que están cumpliéndolas en oposición a sus sentimientos de amor verdadero y cristiano.

La Iglesia Católica no impone ni pretende imponer reglas a nadie, sino que anuncia a todos la verdad revelada sobre Dios y sobre el hombre y sus necesarias consecuencias, también en el terreno político. Para aceptar plenamente esa verdad hace falta la fe, virtud sobrenatural o teologal que antecede a las otras dos virtudes teologales (esperanza y caridad).

Ha llegado el momento en que los pastores cambien su prédica pastoral

¿Por qué? ¿Por qué lo dice la CEB NN? ¿No son más importantes las palabras de Jesús (“El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán”) o las de San Pablo (“el que anuncie un Evangelio distinto, sea anatema”; “no os conforméis a la mentalidad de este mundo”)?

y orienten a los cristianos fundamentalmente a pensar y vivir como Cristo pues El es la Verdad y la Verdad nos hará libres.

Por eso mismo, y como el mundo está en muchos aspectos lejos de Dios, la Iglesia debe exhortar constantemente a la conversión. El mundo se debe convertir al Evangelio, no el Evangelio al mundo.

Por favor, seamos realistas y prediquemos el amor de Cristo desde la situación personal de cada uno, que ya tiene en sí su calvario.

El amor de Cristo se predica ante todo “desde la fe apostólica”, no meramente “desde la situación personal de cada uno”, lo cual puede dar origen a un relativismo doctrinal y moral, y a una “moral de situación” ajena a la doctrina católica.

Por luchar contra la eutanasia (2º criterio) nos olvidamos del sufrimiento del enfermo terminal o irrecuperable, que ya no vive sino sobrevive con una vida indigna y que si pide que lo alivien no está pidiendo que lo maten (eutanasia) aunque lo que lo va a aliviar acorte su sobrevida.

Éste es un argumento absurdo. El rechazo a la eutanasia no supone dejar de lado el deber de paliar el dolor del enfermo ni incurrir en el encarnizamiento terapéutico. La vida del enfermo no se vuelve indigna por su enfermedad. Es terrible que alguien se arrogue el derecho de decidir cuáles son las personas dignas de seguir viviendo. Por supuesto, la doctrina católica admite la administración de sedantes en dosis adecuadas para calmar el dolor, aunque puedan acortar algo la sobrevida. Esto es absolutamente distinto a la eutanasia, que consiste en una acción u omisión dirigida deliberadamente a causar la muerte del enfermo.

Digámoslo así para que se entienda que, como Jesús, preferimos la misericordia al sacrificio.

Esta frase bíblica se refiere a los sacrificios rituales externos de la Ley Antigua, no al sacrificio de la propia vida por amor a Dios y al prójimo, que recibe una máxima valoración en el Nuevo Testamento: “No hay amor más grande que el de dar la vida por los amigos”. “El que quiera salvar su vida, la perderá; el que la pierda por amor a mí y al Evangelio, ése la salvará”.

Mucho tiene que reflexionar la Iglesia de Cristo sobre la sexualidad humana y su significado (4º criterio),

“Quita primero la viga de tu propio ojo y así podrás ver bien para sacar la paja del ojo de tu hermano”.

más aún teniendo en cuenta hechos recientes de pública notoriedad, antes de aconsejar lo que un cristiano debe hacer.

¡Es asombroso escuchar este malicioso argumento ad hominem en labios de una comunidad católica, y precisamente contra sus propios obispos! ¿El pecado de un mal obispo quita autoridad moral a los demás obispos para predicar la fe católica y apostólica? ¿Desde cuándo el abuso invalida el uso? Por lo demás, la labor del Magisterio no consiste sólo en aconsejar a los fieles; ante todo consiste en el servicio de la verdad, que ilumina las mentes y enciende los corazones.

Preferimos seguir a San Pablo que nos enseñó: “Todas las cosas son de vosotros (incluida la sexualidad), vosotros sois de Cristo y Cristo es de Dios”.

Sí, siempre y cuando no se interprete estas palabras en el sentido de una derogación de la ley moral en materia sexual, de acuerdo con el pansexualismo y la anarquía sexual que están hoy de moda, y en absoluto contraste con el pensamiento de San Pablo.

Ansiamos que lean esta carta y nos lo hagan saber e incluso poder dialogar personalmente con cualquiera de ustedes y recibirlos en nuestra Comunidad para lo cual dejo un teléfono y un correo electrónico.

Espero que algún lector de esta carta haya dejado a los miembros de la CEB NN el teléfono y el correo electrónico de un buen profesor de teología bíblica, dogmática y moral, dado que al parecer ellos lo necesitaban más de lo que nuestros Obispos necesitaban sus sugerencias.

Lo saluda con un abrazo fraterno por NN.

Omito el nombre del autor, su teléfono y su email.

Daniel Iglesias Grèzes


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5.08.12

Revista "Fe y Razón" (Nº 71 - Agosto de 2012)

Para acceder a todo el Nº 71, por favor presione este enlace.

A continuación reproduzco el artículo editorial.


Un renovado llamado a la movilización

Equipo de Dirección

Se dice, y con razón, que los cristianos debemos aprender a leer “los signos de los tiempos”. Pues bien, parece indudable que una de las principales características de nuestra época, y no precisamente positiva, es la fuerte tendencia al divorcio entre la técnica y la ética. Hoy muchos parecen pensar que (al menos en algunas materias) todo lo técnicamente factible es también éticamente lícito. Las señales que apuntan en esa dirección son casi innumerables. Aquí consideraremos sólo un ejemplo.

El Centro de Bioética, Persona y Familia (de la Argentina) ha publicado un documento estremecedor: un análisis de los contratos de alquiler de vientre en India. Helo aquí: http://centrodebioetica.org/2012/07/las-abusivas-clausulas-de-los-contratos-de-alquiler-de-vientre-en-india/

En un sobrio lenguaje jurídico, los comentaristas denuncian la aberrante explotación del ser humano realizada a través de este tipo de contratos. La lectura de este texto nos reafirma en nuestra convicción de que el negocio de la reproducción humana artificial tiende en última instancia a convertir al ser humano en un producto industrial más, comprable y vendible por catálogo. Además, esta lectura nos ayuda a percibir algunas posibles consecuencias muy negativas de los proyectos, probablemente bienintencionados, de “adopción prenatal”.

El Parlamento uruguayo está considerando actualmente un proyecto de Ley de Reproducción Humana Asistida que legalizaría muchas prácticas gravemente inmorales. Y, aunque no se prevé que legalice también el alquiler de vientres, la aceptación de dichas prácticas colocaría a nuestro orden jurídico sobre una pendiente resbaladiza. Habiendo abandonado los principios del sentido común y la moral natural, sería muy fácil seguir deslizándonos hacia abajo, hacia aberraciones cada vez peores. Y, como dice un sabio refrán: “Cuando veas las barbas de tu vecino arder, pon las tuyas a remojar”.

El Papa Benedicto XVI ha llamado a todos los católicos del mundo a movilizarse en defensa de los valores morales no negociables en la vida política. Hermanos, por el amor de Dios, reaccionemos, defendiendo vigorosamente, por todos los medios lícitos, la vida humana, el matrimonio, la familia, la libertad de educación, la libertad religiosa, etc., antes de que quedemos sumergidos en una pesadilla colectiva al estilo de la novela Un mundo feliz de Aldous Huxley.


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1.08.12

Los contratos de alquiler de vientre

Interrumpo momentáneamente mi serie de artículos sobre el Nuevo Testamento para compartir con ustedes un documento estremecedor: un análisis de los contratos de alquiler de vientre en India.

He aquí ese documento: http://centrodebioetica.org/2012/07/las-abusivas-clausulas-de-los-contratos-de-alquiler-de-vientre-en-india/

En un sobrio lenguaje jurídico, los comentaristas (argentinos) denuncian la aberrante explotación del ser humano realizada a través de este tipo de contratos.

La lectura de este texto me reafirma en mi convicción de que el negocio de la reproducción humana artificial tiende en última instancia a convertir al ser humano en un producto industrial más, comprable y vendible por catálogo.

Además, esta lectura me abrió los ojos sobre algunas posibles consecuencias muy negativas de los proyectos, aparentemente bienintencionados, de “adopción prenatal”.

Hermanos, reaccionemos, defendiendo por todos los medios lícitos la vida humana, el matrimonio y la familia, antes de que quedemos sumergidos en una pesadilla al estilo de la novela “Un mundo feliz” de Aldous Huxley.

Daniel Iglesias Grèzes


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29.07.12

El nacimiento de los Evangelios sinópticos (1)

Comentario de: Jean Carmignac, La naissance des Évangiles synoptiques, François-Xavier de Guibert, Quatrième édition, Paris 2007.

1. Introducción

Jean Carmignac (1914-1986), sacerdote católico francés, fue uno de los principales especialistas en los manuscritos del Mar Muerto a nivel mundial. En 1961-1963, en colaboración con otros tres expertos, publicó en dos tomos los textos de Qumran, traducidos del hebreo al francés y comentados. Cuenta Carmignac que, al traducir esos textos, constató muchas relaciones con el Nuevo Testamento, por lo que se propuso escribir un comentario del Nuevo Testamento a la luz de los documentos del Mar Muerto. En 1963, habiendo comenzado con el Evangelio de Marcos, ensayó traducirlo del supuesto original griego al hebreo de Qumran (el hebreo del tiempo de Jesús, un poco distinto del hebreo bíblico y bastante diferente del hebreo de la Mishnah) para su simple uso personal, a fin de facilitar la comparación con los citados documentos. Había imaginado que esa traducción sería muy difícil; quedó muy asombrado al descubrir que, por el contrario, la traducción era muy fácil. Después de sólo un día de trabajo, quedó convencido de que el texto griego de Marcos era una traducción de un original hebreo. El traductor realizó su trabajo con extrema fidelidad, traduciendo del hebreo al griego palabra por palabra, e incluso conservando en griego el orden de las palabras exigido por la gramática hebrea. Ni siquiera un semita que hubiese aprendido muy tarde el griego habría sufrido un apego tan grande a su lengua materna. Al menos de vez en cuando se habría tomado alguna libertad, recurriendo a una fórmula corriente en griego. Pero no. Nuestro Evangelio de Marcos es la obra de un traductor que respetó al máximo (calcándolo) un texto hebreo (o tal vez arameo, otra lengua semítica, similar al hebreo) que tenía ante sí.

El autor sostiene que: “El griego de los Evangelios no es un mal griego: no contiene errores de concordancia, ni errores de conjugación, ni errores patentes contra la sintaxis… Tampoco es un griego torpe. No es como “mi” inglés, que es una mezcla de francés y de inglés, donde las influencias de las dos lenguas se armonizan mal, donde los giros son incómodos y torpes. En los Evangelios, ni incomodidad ni torpeza; muy por el contrario, una belleza simple y espontánea, que es la belleza habitual de la prosa semítica. Los Evangelios no fueron compuestos por semitas que conocían mal el griego y hablaban o escribían una jerga anfibia, intermedia entre las dos lenguas. Fueron redactados por personas que escribían bien, pero según los procedimientos semíticos, y fueron traducidos en un griego muy correcto por otras personas que querían calcar los términos de las primeras… El griego de los Evangelios… es el buen griego de un traductor respetuoso de un original semítico, del que conserva el sabor y el perfume.” (pp. 11-12).

¿Los Evangelios podrían ser la obra de griegos que imitaran el estilo semítico (concretamente, el de la Biblia de los Setenta, la primera traducción griega de la Biblia hebrea)? No se conoce ni una sola obra que reproduzca un estilo tan particular. “Que aquí o allá los autores de los Evangelios hayan retomado tal fórmula o tal expresión de los Setenta es del todo natural. Pero entre esos préstamos ocasionales y una mezcla continua, ¡qué diferencia! Incluso nuestros predicadores más enamorados del “estilo bíblico” están muy lejos de expresarse de continuo como Isaías, como los Salmos, como Marcos, Juan o Pablo. Y hacer de la lengua tan límpida de los Evangelios un ejercicio artificial “a la manera de…” es desfigurarla totalmente.” (p. 12).

Por otra parte, la comparación con los Setenta es pertinente en cuanto que también ésta es una traducción literal del hebreo (o, en algunos casos, arameo) al griego.

Carmignac afirma que Mateo es tan semítico como Marcos. Y acerca de Mateo poseemos el testimonio de Papías (hacia el año 130) y de varios Padres de la Iglesia posteriores que afirman conocer un Mateo hebreo. La gran mayoría de los exegetas sostiene la tesis de la prioridad de Marcos. Por lo tanto, en lugar de decir (como casi todos ellos): “puesto que Mateo es posterior a Marcos, debe estar como él en griego”; ¿por qué no decir: “puesto que Marcos es anterior a Mateo, debe estar como él en hebreo”? (cf. p. 13).

“El caso de Lucas es diferente. Él ha compuesto manifiestamente su Evangelio en griego, como lo prueba el bello período griego que constituye su prólogo (1,1-4). Y sin embargo se observan en él los semitismos más inesperados, diseminados en medio de expresiones de un griego más elegante. Para explicar todo esto, la hipótesis más normal es suponer que él trabajó sobre documentos semíticos, traducidos muy literalmente, que insertó en su propia redacción, a veces retocándolos y a veces conservando su rugosidad.” (p. 14).

Dice Carmignac que, sin haber buscado resolver el famoso “problema sinóptico”, a medida que prosiguió su estudio se le impuso una hipótesis de conjunto al respecto. Él reconoce de buen grado que su hipótesis no tiene nada de muy personal, porque todos sus detalles han sido ya propuestos por diversos sabios anteriores. “Yo no la considero más como definitiva, porque yo todavía no he retraducido en hebreo la totalidad de Mateo y de Lucas. Pero… pienso que puedo considerar esta visión de conjunto como una hipótesis de trabajo, provisoriamente válida.” (p. 14).

Carmignac se propuso exponer los resultados de sus veinte años de estudio de los Evangelios sinópticos en gruesos volúmenes técnicos y después presentarlos al gran público en un pequeño volumen. “Pero varios amigos se coaligaron para persuadirme de comenzar por este pequeño volumen: ellos han hecho valer que yo me arriesgaba fuertemente a estar en el cementerio antes de haber terminado las grandes obras; y que después de ya varios años mis investigaciones no modificaron más mis conclusiones, por lo que yo podía honestamente comenzar a divulgarlas.” (pp. 7-8).

El futuro demostró que el Padre Carmignac hizo muy bien en escuchar a sus amigos. Habiendo publicado El nacimiento de los Evangelios sinópticos en 1983, Carmignac falleció sólo tres años después. La mayor parte de sus investigaciones sobre este tema permanece inédita. (Continuará).

Daniel Iglesias Grèzes

Nota: La traducción del francés al español de los textos citados es mía.


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12.07.12

Tres indicios de la antigüedad del Nuevo Testamento en 2 Corintios

Jean Carmignac, fundador de la Revue de Qumran, especialista indiscutido de los manuscritos del Mar Muerto y gran exegeta católico, publicó en 1984 un pequeño libro (El nacimiento de los Evangelios sinópticos) para divulgar de forma accesible y sintética los principales resultados de sus veinte años de estudio sobre la formación de los Evangelios sinópticos. En esa brillante obrita, entre otros muchos temas, Carmignac analiza tres versículos de la Segunda Carta de San Pablo a los Corintios que ofrecen indicios sugestivos de que la redacción del Nuevo Testamento fue muy anterior a lo que supone la mayoría de los exegetas actuales. Citaré ese libro según esta edición: Jean Carmignac, La naissance des Évangiles synoptiques, Francois-Xavier de Guibert, Paris 2007, 4e édition. Los versículos en cuestión (2 Corintios 3,6; 3,14 y 8,18) son analizados en las pp. 59-61. Las traducciones del francés son mías.

Comencemos por 2 Corintios 3,14. Allí San Pablo habla de “la lectura de la antigua diathêkê”. La expresión “antigua diathêke” corresponde tanto a la Antigua Alianza como al Antiguo Testamento. Sin embargo, la presencia de la palabra “lectura” invita claramente a comprender que se trata de una obra escrita, por lo tanto del Antiguo Testamento.

Ahora bien, cuando sólo existía el Antiguo Testamento no se lo llamaba así. Sólo se comenzó a hablar de Antiguo Testamento cuando se lo tuvo que distinguir del Nuevo Testamento. Por lo tanto, cuando San Pablo escribió 2 Corintios (entre los años 54 y 57) ya existía un conjunto de obras escritas que eran llamadas colectivamente “Nuevo Testamento”.

¿Cuáles podían ser esas obras? Si nos atenemos al consenso mayoritario de los exegetas, en ese momento San Pablo ya había escrito sus dos epístolas a los Tesalonicenses, su epístola a los Romanos, sus dos epístolas a los Corintios y quizás su epístola a los Gálatas. Pero es muy inverosímil que San Pablo llamara “Nuevo Testamento” sólo a ese conjunto de obras. Para englobar un grupo de obras bajo el título de “Nuevo Testamento”, ese grupo debería ser ya más numeroso y más variado. Además, parece difícil que no incluyera al menos a un Evangelio.

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8.07.12

Cursillo sobre "Darwinismo, Diseño Inteligente y Fe Cristiana"

En abril y mayo de 2012, en la Facultad de Teología del Uruguay “Monseñor Mariano Soler”, el Lic. Néstor Martínez y yo dictamos un cursillo sobre “Darwinismo, Diseño Inteligente y Fe Cristiana”, organizado por el Centro Cultural Católico “Fe y Razón”. A mí me tocó dictar tres de las seis charlas de este cursillo. A continuación comparto con ustedes, por medio de Slideshare, las presentaciones que utilicé en mis tres charlas:

1. Introducción
2. El darwinismo, una teoría científica en crisis
3. El diseño inteligente y el principio copernicano

Slideshare es un sitio donde se puede compartir presentaciones. Permite ver y descargar las presentaciones allí publicadas. Es recomendable ver las presentaciones en el tamaño de pantalla completa.


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1.07.12

Revista "Fe y Razón" (Nº 70 - Julio de 2012)

Para acceder a todo el Nº 70, por favor presione este enlace.

A continuación reproduzco el artículo editorial.


Para mayor gloria de Dios

Equipo de Dirección

1. Noticias

Hemos comenzado la preparación del título Nº 11 de la Colección “Fe y Razón”. Se trata de un libro del Lic. Néstor Martínez Valls: “No sin grave daño”. El libro reunirá los 16 artículos publicados hasta el momento por el autor en su blog homónimo, en el portal InfoCatólica. Tratará sobre el enfrentamiento entre la filosofía realista y la filosofía idealista y sobre la necesidad urgente de la filosofía tomista en la Iglesia y en el mundo.

Por la misma razón compartimos con todos ustedes la siguiente noticia. La Universidad Abat Oliba CEU de Barcelona oferta el curso 2012-2013 un Máster universitario de investigación con un itinerario en ESTUDIOS TOMÍSTICOS. Este máster oficial introduce en la investigación sobre Santo Tomás de Aquino y habilita para los estudios de doctorado. Hay clases presenciales los viernes de 16.00 a 20.30 horas, de octubre a junio; pero también se puede asistir por videoconferencia desde cualquier parte del mundo. Se concluye con la elaboración de un trabajo de investigación. Puede encontrar toda la información dirigiéndose a [email protected].

2. El Nº 70

Hemos llegado al Nº 70 de la revista “Fe y Razón”. ¡Damos gracias a Dios!

En este número publicamos, entre otros, los siguientes aportes:

• Una espléndida “lectio divina” improvisada del Papa Benedicto XVI sobre el Bautismo.
• Un texto que presenta al Centro Cultural Católico “Fe y Razón”: su naturaleza, su misión, su historia, sus proyectos, etc. Este texto ha sido editado también en forma de librillo, inaugurando la Colección (de librillos) “Lux Mundi”, que complementará a la Colección (de libros) “Fe y Razón”.
• La primera parte de un trabajo de Mons. Miguel Antonio Barriola sobre “Iota unum” de Romano Amerio. Coincidimos con el diagnóstico de Mons. Barriola: la gran mayoría de las veces R. Amerio acierta en sus críticas a las desviaciones doctrinales ocurridas dentro de la Iglesia Católica del siglo XX, particularmente después del Concilio Vaticano II; sin embargo, a lo largo de su extensa obra “Iota unum”, Amerio se extralimita en no pocas ocasiones, acercándose peligrosamente a las posiciones lefebvristas, que no llegó a abrazar. En este artículo, Barriola se dedica a refutar algunas de las críticas exageradas de Amerio.
• Una crónica del acto de presentación del último libro de la Asociación “Familia y Vida” contra la legalización del aborto: “Salvemos a los dos. A propósito del veto del Dr. Tabaré Vázquez”. Este acto se llevó a cabo en una sala del Palacio Legislativo, con una numerosa y calificada concurrencia.
• Un artículo del Lic. Néstor Martínez en el que hace un análisis crítico demoledor de la pésima Guía en sexualidad para adolescentes aprobada por el Consejo Directivo Central (CODICEN) de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP) del Uruguay.
• Un artículo del Pbro. Miguel Pastorino sobre una de las sectas más nuevas, exitosas y peligrosas del Uruguay de hoy (la de Isha). Este artículo ha sido tomado del blog de Luis Santamaría en el portal InfoCatólica.
• Una bella oración de San Ignacio de Loyola (cuya fiesta se celebra el 31 de julio), tomada de sus célebres “Ejercicios Espirituales”.

San Ignacio, ruega a Dios por todos los que, como tú, deseamos extender el Reino de Cristo y hacer amar más a nuestro Divino Salvador.

“Todo para mayor gloria de Dios” (San Ignacio).


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28.06.12

La fecha del Nuevo Testamento según Robinson (2) (Jean Carmignac)

Judíos y paganos frente a la conversión a Cristo

Segundo argumento, que me parece todavía más fuerte: es la diferencia que hay entre un pagano y un judío que se convierten al cristianismo.

Consideremos la situación de un pagano que se convierte al cristianismo. En primer lugar se necesita que él crea en la existencia de Dios, porque los griegos, los paganos griegos, no creen en la existencia de Dios; ellos creen en la existencia de “dioses”, que son divinidades pero no un Dios personal, y prácticamente, fuera del pueblo judío, nadie en el mundo pagano de aquel tiempo cree en la existencia de Dios como Dios único. En segundo lugar él debe creer que Dios es Creador, y la noción de creación es una noción totalmente desconocida fuera del judaísmo. ¿Saben cuál es una de las frases más importantes del pensamiento desde que el mundo es mundo? Es ésta: “Al principio Dios creó el cielo y la tierra” (Génesis 1,1). Sólo esta frase lo cambia absolutamente todo…

Entonces se debe admitir que Dios existe y que Dios es Creador; y en el Nuevo Testamento a cada instante se hace referencia al Antiguo, que se considera como palabra de Dios. Se debe admitir que Dios ha hablado en el Antiguo Testamento, se debe admitir la inspiración de las Escrituras, se debe admitir que Dios ha querido salvar a su pueblo y que le ha prometido un Mesías –lo que está en las Escrituras, pero no es conocido en el mundo pagano–; entonces se debe admitir que este Mesías es Jesús y que Jesús es el Hijo de Dios. Por lo tanto se necesitan seis cosas para que un pagano se vuelva cristiano.

Mientras que si se trata de un judío que se vuelve cristiano: la existencia de Dios, la conoce, no se necesita hablar de ello; la Creación, la conoce, no se necesita hablar de ello; la inspiración de las Escrituras y la promesa de un Mesías, lo mismo. No hay más que dos cosas sobre las cuales se precisa completar el pensamiento de un judío: hacerle comprender que el Mesías es Jesús, y que Jesús es el Hijo de Dios. Un judío que se vuelve cristiano no tiene que añadir a su fe más que estas dos cosas, mientras que un pagano tiene también todas las otras. Sin embargo, en todo el Nuevo Testamento, ¿qué es lo que encontramos? No hay ningún texto que trate de probar la existencia de Dios; ningún texto (salvo uno del que les voy a hablar ahora) que hable de la creación y que demuestre que Dios es Creador; ningún texto que hable de la inspiración de la Escritura, al contrario, se la supone siempre; ningún texto que presente la promesa del Mesías. Pero en el Nuevo Testamento lo que vemos a menudo es: que el Mesías es Jesús, y que Jesús es el Hijo de Dios. Los dos últimos puntos los vemos habitualmente.

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27.06.12

La fecha del Nuevo Testamento según Robinson (1) (Jean Carmignac)

Yo ya os he presentado a Robinson, quien fue obispo auxiliar (*) de Londres, y es ahora profesor en Cambridge, y publicó primero un libro –Honest to God– que causó escándalo y lo obligó incluso a dimitir como obispo, porque la obra fue considerada como, si se puede decir, de extrema izquierda. Y este mismo hombre, queriendo probar que el Nuevo Testamento es de fecha reciente, es de tal modo convencido por los argumentos que descubre, que llega a la conclusión opuesta. ¡Y ahora todo el mundo lo toma por alguien de extrema derecha! Él mismo me ha escrito la frase siguiente: “¡estoy asombrado de cuántos nuevos amigos encuentro!”

El problema de la fecha del Nuevo Testamento, y no solamente de la fecha de los Evangelios, sino de todo el Nuevo Testamento y de cada uno de los escritos del Nuevo Testamento, es capital, porque, según la fecha que se deduzca de nuestros argumentos, o bien los Evangelios son un testimonio sobre la vida de Jesús, o bien serán simplemente una catequesis sobre la vida de Jesús, o bien incluso una expresión de la fe de las comunidades primitivas. Pero, inevitablemente, será en fechas diferentes; para que sean la expresión de la fe de las comunidades primitivas es preciso que las comunidades se hayan podido formar ya, que haya habido ya una cierta expansión del cristianismo, por lo tanto que sean de una fecha relativamente reciente.

Argumentos provistos por comparación con los eventos contemporáneos:

En Apocalipsis 17,9-10 se habla del sexto rey de Roma. Los «reyes» de Roma son fáciles de calcular: primero César,… y sexto Nerón, y Nerón reinó del 54 al 68. Este pasaje del Apocalipsis lo dice hablando de una ciudad donde hay siete colinas –es claro que es Roma–; y una ciudad donde se habla de siete reyes (pero la cifra siete evidentemente… hay siete colinas y hay otros tantos reyes). Sobre los siete reyes se dice: cinco ya han reinado, todos ellos, hasta Claudio inclusive; hay otro que reina y otro que vendrá después; y bien, después de Nerón estuvo Galba, etc. Por lo tanto el Apocalipsis mismo dice que él ha sido escrito entre el 54 y el 68.

Estos argumentos son serios porque nosotros conocemos por la historia profana la fecha de los eventos que son narrados. Pero sobre todo Robinson insiste sobre dos argumentos que, lo reconozco para mi vergüenza, yo no conocía; ¡y me da vergüenza no haberlos encontrado porque son tan claros! Me parecen absolutamente convincentes y no veo qué se podría objetar para refutar esos dos argumentos. Yo os los doy:

El primero es la diferencia que hay en la mentalidad judía entre la toma de Jerusalén y la destrucción del Templo. Nosotros, que somos occidentales, hablamos siempre de la destrucción de Jerusalén y de la reacción que ésta ha debido provocar en la piedad judía; sí, es verdad, pero Jerusalén ya había sido tomada por los romanos en el 63 antes de Cristo, y esto no había causado un drama: para los judíos, no es la toma de Jerusalén, es la destrucción del Templo –y el Templo fue destruido el 29 de agosto del 70. Tenemos precisiones extraordinarias sobre la destrucción del Templo, por Flavio Josefo; tenemos incluso los nombres de los generales y lo que ellos votaron en el consejo de guerra que la precedió, etc.

Los judíos, después de ese día, no pueden más practicar su religión, no pueden más comer la Pascua –el cordero debe ser inmolado en el Templo; no hay más un Sumo Sacerdote. Éstas son cosas que se nos hace difícil comprender, pero si nos remitimos a la mentalidad judía el 29 de agosto del 70 es una ruptura total en la vida del pueblo judío. Hasta allí, tiene su religión, que se remonta a Moisés y ha sido vivida, más o menos bien, pero ha sido vivida, hasta el 29 de agosto del 70. A partir de allí, la religión judía se ha vuelto imposible de practicar y todo lo que estaba centrado sobre los sacrificios, etc., todo eso no existe más. Cuando uno piensa en eso, se da cuenta de la reacción enorme que eso ha debido ser para los judíos; mientras que nosotros pensamos en la destrucción política de Jerusalén, ellos piensan sobre todo en la destrucción del Templo.

¿Qué nos dice el Nuevo Testamento sobre la toma del Templo? Tenemos un pequeño texto en Marcos 13,1-4: “Cuando Jesús salía del Templo, uno de sus discípulos le dijo: «¡Maestro, mira qué piedras enormes y qué construcción!». Jesús le respondió: «¿Ves esa gran construcción? De todo esto no quedará piedra sobre piedra: todo será destruido».”

Y eso es todo; no tenemos más que esto sobre la destrucción del Templo. Y Mateo y Lucas copian este pasaje tal cual, sin añadir ninguna variación. Que Jesús haya previsto la ruina del Templo, si se cree en su divinidad, no es un problema; pero incluso si no se cree en su divinidad, dada la situación de los judíos en ese momento, que siempre quisieron rebelarse, habiendo hablado Jesús de la destrucción de Jerusalén, era lógico pensar en la destrucción del Templo. En todo caso están esas dos palabras, sin comentario, sin nada: si los Evangelios hubieran sido escritos después de la destrucción del Templo, deberían haber tenido necesariamente una palabra para indicar que, de hecho, esto se había realizado, y ello no debería haber sido indicado solamente por dos palabritas; este evento, el más importante de la vida del pueblo judío, indicado por casi nada…

Otra cosa curiosa es que hay algunos pasajes del Nuevo Testamento donde se habla del Templo como existente hoy. Por ejemplo en Hebreos 9,6-7: “Dentro de este ordenamiento, los sacerdotes entran siempre al primer recinto para celebrar el culto. Pero al segundo, sólo entra una vez al año el Sumo Sacerdote…” Es impensable que se escriba esto cuando el Templo no existe más y el Sumo Sacerdote no puede más entrar en él. También en Hebreos 10,1-3: “La Ley, en efecto –al no tener más que la sombra de los bienes futuros y no la misma realidad de las cosas– con los sacrificios repetidos año tras año en forma ininterrumpida, es incapaz de perfeccionar a aquellos que se acercan a Dios. De lo contrario, no se habrían ofrecido más esos sacrificios, porque los que participan de ellos, al quedar purificados una vez para siempre, ya no tendrían conciencia de ningún pecado. En cambio, estos sacrificios renuevan cada año el recuerdo del pecado…” Por lo tanto, no se ha cesado de ofrecerlos; en consecuencia la epístola a los Hebreos fue escrita antes de la destrucción del Templo –por lo demás también la TOB lo dice–, de otro modo esto no se puede comprender más.

Véase este argumento: si hubiera una parte del Nuevo Testamento que fuera posterior al 70, ella normalmente debería habernos hablado de la destrucción del Templo, y sobre todo los Evangelios en donde ellos hacen alusión a la destrucción de Jerusalén [Lucas 19,43-44]. Otro que habría debido hablar de ello es San Juan, con todas sus polémicas contra los judíos… Si la religión judía se había vuelto imposible, era fácil poner una palabra para indicarlo, ¡pero nada! (Continuará).

Jean Carmignac

(Extractos de una conferencia que el Padre Jean Carmignac pronunció en septiembre de 1978 en un monasterio inglés, donde a él le gustaba ir a descansar).

Fuente: Les Nouvelles de L’ASSOCIATION JEAN CARMIGNAC, n° 0 - Août 1998, pp. 4-6 (la traducción del francés es de Daniel Iglesias Grèzes) - www.abbe-carmignac.org

*) Anglicano (nota de DIG).

19.06.12

El Centro Cultural Católico “Fe y Razón” (2)

Al servicio de la nueva evangelización de la cultura

7. La colección de libros

Desde 2009 el CCCFR publica la Colección “Fe y Razón”, la que de momento está integrada por los siguientes diez títulos, todos ellos de autores católicos uruguayos:
1. Miguel Antonio Barriola, “En tu palabra echaré la red” (Lc 5,5). Reflexiones sobre Dios en la historia.
2. Daniel Iglesias Grèzes, Razones para nuestra esperanza. Escritos de apologética católica.
3. Néstor Martínez Valls, Baúl apologético. Selección de trabajos filosóficos y teológicos publicados en “Fe y Razón”.
4. Guzmán Carriquiry Lecour, Realidad y perspectivas del laicado católico en nuestro tiempo.
5. Miguel Antonio Barriola, “Cristo amó a la Iglesia” (Ef 5,25). Reflexiones sobre la cristología de J. L. Segundo y la eclesiología de H. Küng.
6. Horacio Bojorge, Teologías deicidas. El pensamiento de Juan Luis Segundo en su contexto, Segunda edición.
7. Daniel Iglesias Grèzes, En el principio era el Logos. Apologética católica en diálogo con los no creyentes.
8. Daniel Iglesias Grèzes, Vosotros sois la sal de la tierra. El choque entre la civilización cristiana y la cultura de la muerte.
9. Daniel Iglesias Grèzes, Soy amado, luego existo. Reflexiones sobre el darwinismo, el diseño inteligente y la fe cristiana.
10. María Cristina Araújo Azarola, ¡Atrévanse a pensar! Selección de escritos filosóficos.

Todos los libros de la Colección “Fe y Razón” están disponibles en la siguiente dirección:
www.lulu.com/spotlight/feyrazon

Esta dirección corresponde a una “tienda” de Lulu, un sitio web estadounidense, el mayor del mundo en el mercado de la auto-publicación. Lulu permite ver la tapa y algunas páginas del libro sin comprarlo. Los libros pueden ser adquiridos, usando una tarjeta internacional, en dos modalidades diferentes:
Libros electrónicos (e-books): Son descargados inmediatamente por el comprador en formato PDF o Adobe Digital Editions.
Libros impresos: Se puede comprar cualquier cantidad de ejemplares (de uno en adelante) de uno o más de los títulos disponibles. Lulu imprime los ejemplares pedidos y los envía por correo al comprador. Al precio de los libros se suma el costo de su envío desde los Estados Unidos. Lulu ofrece varios modos de envío, que difieren entre sí por su costo, rapidez y grado de seguridad. Es recomendable utilizar una forma de envío “rastreable” (garantizada por Lulu).

El Nº 1 de la Colección es un volumen de homenaje a Mons. Dr. Miguel Antonio Barriola, miembro de la Pontificia Comisión Bíblica, en sus 75 años, como signo de agradecimiento por sus constantes y valiosos aportes a nuestra obra. Dicho libro reúne catorce artículos de Mons. Barriola publicados en la revista virtual “Fe y Razón” o en el sitio homónimo. El libro, de 200 páginas, contiene un prólogo del R. P. Horacio Bojorge SJ y un epílogo con una entrevista de “Fe y Razón” al autor.

El Nº 4 de la Colección es una obra del Prof. Dr. Guzmán Carriquiry, actual Secretario de la Pontificia Comisión para América Latina. El Prof. Carriquiry también ha honrado a “Fe y Razón” con otros varios aportes, que hemos publicados en nuestra revista virtual.

El Nº 6 de la Colección es la segunda edición de una obra de Horacio Bojorge SJ, teólogo uruguayo cuyos libros han alcanzado una notable difusión. Se trata de un análisis crítico del pensamiento de Juan Luis Segundo SJ, el más famoso teólogo uruguayo, exponente de la llamada “teología de la liberación”.

El Nº 10 de la Colección es una selección de escritos filosóficos de la Prof. María Cristina Araújo (1945-2003), quien contribuyó a formar en la filosofía cristiana a un gran número de católicos uruguayos. El prólogo es del Dr. Alberto Caturelli.

8. Los eventos académicos

Hasta el momento “Fe y Razón” ha organizado y llevado a cabo dos jornadas académicas, un ciclo de charlas y dos cursillos:
• 4/11/2009: Jornada Conmemorativa del 10° aniversario de “Fe y Razón”
• 14/10/2010: Segunda Jornada Académica de “Fe y Razón”
• 9/11-7/12/2010: Primer Ciclo de Charlas de “Fe y Razón”
• 12-26/07/2011: Cursillo sobre “Perspectiva de Género”
• 10/04-22/05/2011: Cursillo sobre “Darwinismo, Diseño Inteligente y Fe Cristiana”

Gracias al apoyo del Pbro. Dr. Antonio Bonzani (Rector de la Facultad de Teología del Uruguay “Monseñor Mariano Soler” - FTUMMS), todos esos eventos han tenido lugar en la sede de la FTUMMS (San Fructuoso 1019, Montevideo), con entrada libre y gratuita. Las dos Jornadas se desarrollaron en el Aula Magna, mientras que el ciclo de charlas y los dos cursillos se efectuaron en un salón de clase.

A continuación incluimos los respectivos programas de los eventos académicos realizados.

Jornada Conmemorativa del 10° aniversario
de “Fe y Razón” (www.feyrazon.org)
“Hacia una nueva evangelización de la cultura”

Miércoles 4 de noviembre de 2009

Horario Actividad Expositor
19:00-19:15 Palabras de bienvenida Pbro. Dr. Antonio Bonzani
Rector de la Facultad de
Teología del Uruguay
19:15-19:30 Fe y Razón: diez años de apostolado católico en Internet
Ing. Daniel Iglesias
Lic. Néstor Martínez
Diác. Jorge Novoa
Co-Directores de Fe y Razón
19:30-19:50 Las raíces subjetivistas de la actual crisis religiosa y moral
Lic. Néstor Martínez
Co-Director de Fe y Razón
19:50-20:10 Nuevos datos de la ciencia que apuntan hacia el Creador
Ing. Daniel Iglesias
Co-Director de Fe y Razón
20:10-20:30 Intervalo
20:30-21:00 Jronos ante la plenitud de los tiempos Pbro. Dr. Miguel A. Barriola
Miembro de la Pontificia Comisión Bíblica
21:00-21:20 El “cambio”: origen y principal herramienta del Movimiento Latinoamericano Viva la Gente - Gente que Avanza Dr. Pedro Gaudiano
Docente de la Facultad de Teología del Uruguay
21:20-21:40 Importancia de la bioética cristiana en la formación docente
Dr. Gustavo Ordoqui
Miembro de la Pontificia Academia Pro Vida
21:40-22:00 La fe cristiana y las nuevas formas de religiosidad
Pbro. Miguel Pastorino
Director del Departamento de Comunicación Social
de la Arquidiócesis de Montevideo

Segunda Jornada Académica de “Fe y Razón”
“La caridad en la verdad y su dimensión social”

Jueves 14 de octubre de 2010

Horario Actividad Expositor
19:00-19:15 Palabras de bienvenida Pbro. Dr. Antonio Bonzani
Rector de la FTUMMS
19:15-19:30 El Centro Cultural Católico “Fe y Razón” Lic. Néstor Martínez
Ing. Daniel Iglesias
19:30-20:15 El derecho a la vida según la Encíclica “Caritas in Veritate”
Lic. Néstor Martínez
Presidente del CCCFR
20:15-20:30 Intervalo
20:30-21:15 Los desafíos de la técnica según la Encíclica “Caritas in Veritate”
Ing. Daniel Iglesias
Secretario del CCCFR

Primer Ciclo de Charlas de “Fe y Razón”

Fecha Horario Tema Expositor
Martes 09/11/2010 19:00-20:30 Introducción a la filosofía cristiana Lic. Néstor Martínez
Martes 16/11/2010 19:00-20:30 Las raíces subjetivistas de la actual
crisis religiosa y moral Lic. Néstor Martínez
Martes 23/11/2010 19:00-20:30 Amenazas contra la familia y la vida
en el Uruguay de hoy Ing. Daniel Iglesias
Martes 30/11/2010 19:00-20:30 La Sábana Santa: punto de encuentro
entre fe y razón Dr. Eduardo Casanova
Martes 07/12/2010 19:00-20:30 Nuevos datos de la ciencia
que apuntan hacia el Creador Ing. Daniel Iglesias

Cursillo sobre “Perspectiva de Género”

Fue dictado por el Lic. Néstor Martínez los martes 12, 19 y 26 de julio de 2011, de 19:00 a 20:30.

Cursillo sobre “Darwinismo, Diseño Inteligente y Fe Cristiana”

Fecha Horario Tema Expositor
Martes 10/04/2012 19:00-20:30 Introducción Ing. Daniel Iglesias
Martes 17/04/2012 19:00-20:30 El darwinismo, una teoría científica
en crisis Ing. Daniel Iglesias
Martes 24/04/2012 19:00-20:30 Creación, evolución y diseño inteligente
Lic. Néstor Martínez
Martes 08/05/2012 19:00-20:30 El diseño inteligente y el principio copernicano
Ing. Daniel Iglesias
Martes 15/05/2012 19:00-20:30 El darwinismo social Lic. Néstor Martínez
Martes 22/05/2012 19:00-20:30 Conclusiones Lic. Néstor Martínez

9. El contexto inmediato: la Iglesia Católica en Uruguay

Hoy en día Uruguay es el menos católico de los países iberoamericanos, con la posible excepción de Cuba. El proceso de secularización en Uruguay tuvo un impulso fuerte y temprano a partir de 1877, cuando José Pedro Varela reformó el sistema educativo estatal, dándole un carácter laicista. La educación pública primaria y secundaria abarca a más del 80% de los niños y adolescentes del Uruguay.

Dicho proceso se aceleró en 1903, cuando José Batlle y Ordóñez, considerado el “fundador del Uruguay moderno”, asumió por primera vez la Presidencia de la República. A instancias de Batlle y sus partidarios, la Constitución de 1917 separó a la Iglesia del Estado siguiendo el modelo francés de laicismo radical. A partir de ese momento la Iglesia Católica perdió gran parte de su influencia en el ámbito público de nuestro país.

Hoy sólo el 50% de los uruguayos se auto-definen como católicos. El grado de práctica sacramental es muy bajo. Una encuesta realizada en 1991 mostró que en Montevideo sólo el 3,5% de los habitantes iban a Misa los domingos. Datos más recientes sugieren que ese porcentaje podría haber bajado aún más. La mayoría de los católicos uruguayos están alejados de la Iglesia no sólo en el plano litúrgico, sino también en los planos doctrinal y moral. Muchos de ellos no creen en dogmas católicos fundamentales o rechazan aspectos básicos de la moral católica. Son relativamente pocos los uruguayos que consideran a la religión como algo muy importante en sus vidas. El grado de ignorancia religiosa de los uruguayos es muy alto. La influencia cultural y política de los católicos en el Uruguay es pequeña. Además, la Iglesia uruguaya es muy pobre en recursos económicos.

Pese a ser un país de economía subdesarrollada, el índice de natalidad de Uruguay es muy bajo, semejante al de los países desarrollados. Además, hace ya varias décadas que, habiendo casi cesado la tradicional inmigración, Uruguay se convirtió en un país de emigración. La combinación de baja natalidad y alta emigración hace que el crecimiento demográfico del Uruguay sea casi nulo. Esto, unido a la alta esperanza de vida, está generando un importante envejecimiento de la población. Por otra parte, el incremento de los índices de divorcio y de concubinato ha producido una crisis del matrimonio y de la familia. En 2007, Uruguay se transformó en el primer país de América Latina en otorgar reconocimiento legal a uniones homosexuales.

10. Algunos objetivos para el futuro

Ante todo queremos completar el nuevo sitio web, que reunirá los distintos contenidos de “Fe y Razón” (números de la revista, artículos del viejo sitio, etc.) y tendrá una apariencia más atractiva y consistente que el viejo sitio.

Por otra parte, queremos hacer que la revista virtual llegue a más personas, por lo que continuaremos la actual campaña de suscripciones.

Además, deseamos publicar de un modo convencional la Colección de Libros “Fe y Razón", que poco a poco seguirá creciendo.

A la colección de libros se le agregará una colección de librillos con una encuadernación económica. La presente obra es el primer título de esa colección de librillos.

Por último, apuntaremos a desarrollar un programa dinámico de cursos y conferencias.

Por lo pronto ya se ha resuelto llevar a cabo, en lugar a determinar, el siguiente ciclo de charlas sobre el pensamiento de Juan Pablo II, en el contexto del Año de la Fe:

Fecha Horario Tema
Sábado 27/10/2012 17:00-19:00 La obra filosófica de Karol Wojtyla
Sábado 03/11/2012 17:00-19:00 La encíclica Fides et Ratio
Sábado 10/11/2012 17:00-19:00 La encíclica Veritatis Splendor
Sábado 17/11/2012 17:00-19:00 La encíclica Evangelium Vitae

11. Cómo colaborar con el CCCFR

En primer lugar, usted puede colaborar con el CCCFR orando por nosotros y por nuestra labor apostólica.

En segundo lugar, si cumple las condiciones requeridas y está dispuesto a asumir las correspondientes obligaciones, usted puede solicitar su admisión como socio del Centro.

En tercer lugar, usted puede colaborar con su trabajo, según sus capacidades y nuestras necesidades. Nuestro trabajo es honorario y se realiza dentro de nuestro tiempo libre, cada vez más escaso… Los co-directores del viejo sitio web y de la revista virtual no sólo redactamos o digitalizamos gran parte del material publicado y leemos todos los aportes recibidos (ya que la publicación de un aporte está condicionada a la aprobación unánime de los tres), sino que también diseñamos y administramos nuestros diferentes sitios. Necesitamos la colaboración de expertos en informática para poder aprovechar algunas ventajas de la tecnología disponible. También necesitamos apoyo para las tareas administrativas y logísticas.

En cuarto y último lugar, necesitamos ayuda económica de personas u organizaciones consustanciadas con nuestra labor, para poder consolidar y desarrollar aún más nuestras actividades. En estos momentos los haberes del CCCFR rondan en total los US$ 500, lo que es muy insuficiente para cumplir el plan de trabajo propuesto.

Si usted desea realizar una donación al CCCFR, dispone de dos alternativas:
1) Si usted tiene una cuenta en PayPal (el mayor “banco virtual” del mundo):
• Entre a: www.revistafeyrazon.blogspot.com
• En la parte derecha de esa página, presione “Donate”, debajo del título Donaciones a “Fe y Razón”.
• Ingrese sus datos:
o cuenta de PayPal (dirección de correo electrónico); e
o importe de la donación (en dólares estadounidenses).
• Presione el botón correspondiente para finalizar la transacción.
Abrir una cuenta en PayPal es muy sencillo.
2) Si usted no tiene una cuenta en PayPal, por favor comuníquese con nosotros por alguno de los medios de contacto indicados en el post anterior.

12. Principales direcciones del CCCFR

Viejo sitio web www.feyrazon.org

Nuevo sitio web (en construcción) www.revistafeyrazon.com

Revista virtual www.revistafeyrazon.blogspot.com

Colección de Libros www.lulu.com/spotlight/feyrazon

Grupo en Facebook www.facebook.com/group.php?gid=110670075641970

Presentaciones www.slideshare.net/feyrazon

Email [email protected] (Fin)


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18.06.12

El Centro Cultural Católico “Fe y Razón” (1)

Al servicio de la nueva evangelización de la cultura

“Omne verum, a quocumque dicatur, a Spiritu Sancto est”
“Toda verdad, dígala quien la diga, procede del Espíritu Santo”

(Santo Tomás de Aquino)

“Hoy se hace necesario rehabilitar la auténtica apologética que hacían los Padres de la Iglesia como explicación de la fe. La apologética no tiene por qué ser negativa o meramente defensiva per se. Implica, más bien, la capacidad de decir lo que está en nuestras mentes y corazones de forma clara y convincente, como dice San Pablo “haciendo la verdad en la caridad” (Ef 4,15). Los discípulos y misioneros de Cristo de hoy necesitan, más que nunca, una apologética renovada para que todos puedan tener vida en Él.” (Documento de Aparecida, n. 229).


1. El Centro Cultural Católico “Fe y Razón” (CCCFR)

El Centro Cultural Católico “Fe y Razón” (CCCFR) es una asociación civil fundada el 27 de marzo de 2010 en Montevideo (Uruguay). Su Asamblea Fundacional tuvo lugar en la Parroquia Nuestra Señora de Bzommar. Se está gestionando ante el Ministerio de Educación y Cultura la aprobación de los estatutos y el reconocimiento de la personería jurídica del Centro.

Según sus estatutos, los fines del CCCFR son los siguientes:
a) Fomentar la cultura, con espíritu cristiano.
b) Desarrollar iniciativas para la evangelización de la cultura.
c) Promover y defender la doctrina católica, incluyendo la Doctrina Social de la Iglesia.

Para ser admitido como socio del CCCFR se requiere:
a) tener al menos 18 años de edad;
b) profesar la fe católica;
c) solicitar la admisión por escrito a la Comisión Directiva del Centro;
d) ser admitido por la Comisión Directiva.

Las obligaciones de los socios son las siguientes:
a) abonar la cuota social: $ 150 (ciento cincuenta pesos uruguayos) por trimestre y por familia;
b) acatar las reglamentaciones y resoluciones sociales;
c) en lo posible, asistir a las Asambleas Generales (se realiza una Asamblea General Ordinaria por año);
d) en lo posible, contribuir al logro de los fines sociales.

Los estatutos del CCCFR reconocen cuatro clases de socios: fundadores, activos, honorarios y suscriptores. A la fecha el CCCFR cuenta con 32 socios: 21 fundadores y 11 activos. Por su estado de vida, los socios se clasifican en: 3 sacerdotes, 3 diáconos permanentes y 26 fieles laicos (17 hombres y 9 mujeres). Se pretende alcanzar la cantidad de 50 socios en 2013.

La actual Comisión Directiva del CCCFR está integrada por los siguientes miembros titulares:
• Lic. Néstor Darío Martínez Valls (Presidente)
• Diác. Jorge Fernando Novoa Rodríguez (Vicepresidente)
• Ing. Daniel Alejandro Iglesias Grèzes (Secretario)
• Ec. José Rafael Menéndez Collazzi (Tesorero)
• Dr. Carlos Eduardo Barbé Delacroix (Vocal)

El consejero espiritual del Centro es el Pbro. Eliomar Carrara.

Los datos de contacto del CCCFR son los siguientes:
• Dirección: Cufré 2255 – Montevideo CP 11800
• Teléfono: 2208 9906
• Email: [email protected]

2. Asociación privada de fieles

Por decreto de fecha 1/11/2010, Mons. Nicolás Cotugno sdb, Arzobispo de Montevideo, aprobó los estatutos del CCCFR, lo autorizó a denominarse “Católico” y lo reconoció como asociación privada de fieles y como persona jurídica eclesial. A continuación reproducimos el texto de dicho decreto.

Mons. Nicolás Cotugno, sdb.
ARZOBISPO DE MONTEVIDEO

DECRETO

CENTRO CULTURAL CATÓLICO “FE Y RAZÓN” (CCCFR)

VISTO:
1º. La solicitud de reconocimiento como Asociación Privada de Fieles, del Centro Cultural Católico Fe y Razón, Asociación Civil con sede en la calle Cufré 2255 de esta Arquidiócesis (según consta en el Acta Nº 1 de fecha 27 de marzo de 2010).
2º. Que ha presentado para la aprobación los Estatutos correspondientes, cuyo ejemplar auténtico ha sido sellado y firmado por el Sr. Canciller del Arzobispado.
3º. Que la entidad peticionante solicita ser constituida Persona Jurídica Eclesial.
4º. La solicitud para denominarse Católica a obtener de la correspondiente autoridad.

CONSIDERANDO:
1º. Que los fines de la Asociación son fomentar la cultura con espíritu cristiano; desarrollar iniciativas para la evangelización de la cultura; promover y defender la doctrina católica, incluyendo la doctrina social de la Iglesia.
2º. Su manifestación de trabajar en estrecho contacto con la Facultad de Teología del Uruguay “Mons. Mariano Soler”.
3º. La voluntad de desarrollar su tarea en la línea del Pontificio Consejo para la Cultura.
4º. Lo establecido en los cc 299,#1-2; 322; 114,#3; 300 del CIC.

POR LAS PRESENTES DECRETAMOS:
1º. El reconocimiento de la nueva entidad como Asociación Privada de Fieles.
2º. La aprobación de los correspondientes Estatutos, cuyo ejemplar auténtico acompaña este Decreto.
3º. El otorgamiento de la Persona Jurídica Eclesial.
4º. La autorización para denominarse Católica.
5º. Comuníquese, notifíquese, archívese.

Dado en Montevideo, a los 1 días de noviembre Solemnidad de Todos los Santos del año del Señor dos mil diez.

+ Nicolás Cotugno, sdb
ARZOBISPO DE MONTEVIDEO

Pbro. Juan González
Secretario-Canciller

3. Los orígenes de “Fe y Razón”

En 1998 el Papa Juan Pablo II publicó la encíclica Fides et Ratio, sobre las relaciones entre la fe y la razón. Poco después se formó en Montevideo un círculo para estudiar esa encíclica y los temas tratados en ella. En ese círculo, conducido por la Prof. María Cristina Araújo, coincidieron los tres futuros fundadores de “Fe y Razón”: Lic. Néstor Martínez, Diác. Jorge Novoa e Ing. Daniel Iglesias. Allí se comenzó a gestar el proyecto “Fe y Razón”.

En 1999 las tres personas citadas crearon el sitio web “Fe y Razón", dedicado a la teología y la filosofía, en fidelidad al Magisterio de la Iglesia. Desde ese entonces y hasta la fundación del CCCFR, “Fe y Razón” fue un grupo no formal (un trío de amigos). Los principales hitos de esa “prehistoria” de “Fe y Razón” son los siguientes:
• Junio de 1999: creación del sitio web “Fe y Razón”.
• Marzo de 2006: publicación del Nº 1 de la revista virtual “Fe y Razón”.
• Junio de 2009: publicación del primer título de la Colección de Libros “Fe y Razón”.
• 4/11/2009: realización de la Jornada Conmemorativa del 10º aniversario de “Fe y Razón”.

Desde 1999 a la fecha los tres fundadores de “Fe y Razón” diversificaron gradualmente sus actividades de apostolado en los medios, publicando blogs y libros de teología y bioética, dirigiendo diversos programas de radio, participando en foros de religión en Internet, etc.

A continuación se indican las direcciones de los principales blogs de los tres:
• Daniel Iglesias: www.infocatolica.com/blog/razones.php
• Jorge Novoa: www.diaconojorge.blogspot.com
• Néstor Martínez: www.infocatolica.com/blog/praeclara.php

4. La transformación en Centro Cultural Católico

La fundación del CCCFR se corresponde con una línea de trabajo del Pontificio Consejo para la Cultura: la promoción de la creación, el fortalecimiento y el trabajo en red de centros culturales católicos en todo el mundo. Por ejemplo, dicho Pontificio Consejo ha publicado un “Vademécum de los Centros Culturales Católicos”, lleva un registro de centros culturales católicos y organiza periódicamente encuentros internacionales de esos centros.

El Pontificio Consejo para la Cultura invitó al Diác. Jorge Novoa (uno de los tres co-fundadores de “Fe y Razón”) al III Encuentro de Centros Culturales Católicos del Cono Sur, que se realizó en Bahía (Brasil) del 12 al 14 de noviembre de 2007, para que presentara la experiencia de “Fe y Razón”. Aunque en definitiva el Diác. Novoa no pudo asistir a ese Encuentro, esta invitación tuvo dos efectos importantes:
• fue un motivo de alegría, porque representó un reconocimiento de “Fe y Razón” como centro cultural católico y de su apostolado en Internet de parte de un organismo de la Santa Sede;
• nos ayudó a reconocer la importancia de convertir a “Fe y Razón” en una institución formal, para poder desplegar gradualmente distintas potencialidades de un centro cultural católico.

El CCCFR ha sido invitado a participar en el V Encuentro de Centros Culturales Católicos del Cono Sur, que tendrá lugar en Buenos Aires (Argentina) del 19 al 21 de septiembre de 2012. Esta invitación ha sido aceptada.

5. El sitio web

El sitio web de teología y filosofía “Fe y Razón", creado en 1999, tiene los siguientes propósitos principales:
• contribuir a la evangelización de la cultura en fidelidad al Magisterio de la Iglesia; y
• difundir la obra de grandes pensadores cristianos (Santo Tomás de Aquino, G. K. Chesterton, etc.).

Al principio el sitio estuvo alojado en Geocities. Desde 2001 su dirección es: www.feyrazon.org.

A continuación describimos sus partes principales:
• Secciones de Filosofía, Apologética, Teología, Biblia, Moral, Liturgia, Familia, etc.
• Una sección de escritos breves (“En pocas palabras”).
• Una sección dedicada a temas y autores nacionales (“En el Uruguay”).
• Enlaces hacia otros sitios web católicos.
• El “Forum”, sección interactiva donde los directores y colaboradores de “Fe y Razón” se comunican con los visitantes que expresan allí sus ideas, comentarios, críticas, etc.

Entre los logros del sitio “Fe y Razón” merecen destacarse los siguientes:
• Fue uno de los primeros sitios de apostolado católico en Internet.
• Contiene alrededor de 500 artículos.
• Estadísticas de tráfico: 414.000 páginas vistas, 316.000 visitas y 281.000 visitantes distintos en 2011.
• Hasta donde sabemos, según el ranking de Alexa, “Fe y Razón” podría ser el sitio web uruguayo dedicado a temas religiosos con mayor volumen de tráfico.
• “Fe y Razón” ha llegado a prácticamente todos los países de habla hispana. La mayor parte de nuestros lectores procede de Argentina, México, España, Estados Unidos y, por supuesto, Uruguay.
• El sitio obtiene una muy buena ubicación en Google (en una lista de más de un millón de páginas web) en una búsqueda con las palabras clave “Fe y Razón”.
• En 2003 una encuesta del portal Catholic.net incluyó a “Fe y Razón” en una lista de los doce portales católicos favoritos del mundo de habla hispana, junto al sitio oficial de la Santa Sede y a prestigiosos portales como el propio Catholic.net, Encuentra.com, etc.
• La dedicación de “Fe y Razón” a la difusión del pensamiento de Santo Tomás de Aquino y de autores tomistas llamó la atención de las autoridades de la Sociedad Internacional Tomás de Aquino (SITA), de tal modo que en 2001 éstas propusieron a los tres co-directores de “Fe y Razón” la creación de una sección de esa Sociedad en Uruguay. Éste fue el origen de la fundación de la SITA Uruguay.

Muchos de los artículos publicados en el sitio fueron escritos por los fundadores de “Fe y Razón”, quienes se complementaron bien entre sí. El Diác. Novoa aportó sobre todo artículos acerca de temas bíblicos y de espiritualidad cristiana. El Lic. Martínez, filósofo tomista, aportó artículos acerca de temas filosóficos, teológicos y bioéticos. El Ing. Iglesias aportó sobre todo escritos de apologética católica.

Por otra parte, corresponde destacar también el aporte de los colaboradores de “Fe y Razón", sobre todo los más habituales: Mons. Dr. Miguel Antonio Barriola, el R. P. Horacio Bojorge SJ (primer Presidente de la SITA Uruguay) y la Prof. María Cristina Araújo (primera Directora de la SITA Uruguay), fallecida en 2003.

Por falta de recursos, el viejo sitio “Fe y Razón” ha quedado casi sin cambios desde 2006. Un colaborador voluntario argentino (Carlos Caso-Rosendi) está diseñando un nuevo sitio web con la siguiente dirección: www.revistafeyrazon.com. El nuevo sitio se encuentra en construcción.

6. La revista virtual

Desde 2006 el CCCFR publica la revista virtual gratuita de teología “Fe y Razón”, la cual a la fecha tiene 1.082 suscriptores, en su mayoría de Uruguay, Argentina y España. Hasta el momento hemos publicado 69 números de la revista, con una periodicidad mensual. Todos los números publicados se encuentran en el blog de la revista, cuya dirección es la siguiente:
www.revistafeyrazon.blogspot.com.

Para suscribirse a la revista “Fe y Razón” se requieren los siguientes pasos:
• Completar y enviar este formulario: www.eepurl.com/k64KP. Se piden sólo cuatro datos simples: email, nombre, apellido y formato preferido (recomendamos el formato HTML). Se enviará automáticamente un mensaje al email indicado, pidiendo la confirmación de la suscripción.
• Ingresar al email indicado y confirmar la suscripción.

Las suscripciones a la revista son gratuitas.

Se pretende llegar a 2.000 suscriptores durante el año 2013.

El actual Equipo de Dirección de la revista está integrado por: Ing. Daniel Iglesias, Lic. Néstor Martínez, Ec. Rafael Menéndez.

Los actuales colaboradores de la revista son los siguientes: Mons. Dr. Miguel Antonio Barriola, R. P. Lic. Horacio Bojorge, Pbro. Dr. Antonio Bonzani, Pbro. Eliomar Carrara, Dr. Eduardo Casanova, Carlos Caso-Rosendi, Ing. Agr. Álvaro Fernández, Mons. Dr. Jaime Fuentes, Dr. Pedro Gaudiano, Diác. Jorge Novoa, Dr. Gustavo Ordoqui Castilla, Pbro. Miguel Pastorino, Santiago Raffo, Juan Carlos Riojas Álvarez, Dra. Dolores Torrado. (Continuará).


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16.06.12

El Sagrado Corazón de Jesús y la victoria sobre el ateísmo (Bernhard Häring)

“Habiendo conocido a Dios, no lo glorificaron como a Dios ni le dieron gracias, sino que se envanecieron en sus razonamientos, y se oscureció su insensato corazón. Diciendo ser sabios, se hicieron necios… Y como no procuraron tener conocimiento cabal de Dios, Dios los entregó a una mente depravada para hacer cosas indebidas, llenos de toda injusticia, malicia, perversidad, codicia, maldad; rebosantes de odio, de homicidio, de disputas, de engaño, de malignidad; chismosos, calumniadores, aborrecedores de Dios, insolentes, altaneros, soberbios, inventores de maldades, desobedientes a los padres, insensatos, desleales, sin amor y sin piedad.” (Romanos 1,21-22.28-31).

La devoción al Sagrado Corazón tuvo un período de grande esplendor antes y durante la revolución francesa, cuando una buena parte de las clases dirigentes de Francia y de las naciones limítrofes apostató de la fe en Cristo. La devoción al Corazón de Jesús fue vista como un llamamiento del amor misericordioso ante tanto extravío. La situación actual es todavía más dramática. El ateísmo se va difundiendo bajo múltiples formas.

El hombre se vuelve ateo cuando se separa práctica y teóricamente del Dios del amor. Una sociedad “sin amor y sin misericordia” se ha separado prácticamente de Dios, que es amor, aun antes de llegar a negarlo explícitamente.

La forma más vigorosa e impresionante de ateísmo es ciertamente el ateísmo dialéctico organizado, que opone a la fe cristiana en el Dios del amor una interpretación de la historia, que debería tener el propio motor en el odio y en la lucha de clases, que ve al hombre dentro de una vida económica llena de conflictos. Es, pues, un ateísmo “carente de amor y de misericordia”.

Dentro de esta forma organizada y agresiva de ateísmo y cerca de ella hay muchos ídolos, que separan al hombre de Dios: la autoglorificación llevada hasta el rechazo radical de la adoración a Dios, la arrogancia, la ambición de poder, el terrorismo, el armamentismo, la amenaza de una destrucción total de la humanidad, la avidez, la deificación del consumo.

A esto se añade el ateísmo oculto en el corazón y en el estilo de vida de muchos que se dicen cristianos, el contagio progresivo por parte del ateísmo práctico y, finalmente, hasta del ateísmo teórico.

La destrucción de todos estos falsos ídolos y la superación de las varias formas de ateísmo son posibles solamente por medio de una fe viva en el amor de Dios, que se reveló en Jesús. Solamente si nos dejamos tocar en nuestro centro más íntimo por el mensaje del amor y de la gracia y correspondemos con todo el corazón al amor infinito, que tiene su símbolo originario en el Corazón de Jesús, podemos escapar de los peligros y levantar un dique contra las oleadas del ateísmo.

En esta situación del mundo la fe cristiana exige de modo particular una gran decisión, un sí radical al reino del amor. Solamente quien ha sido plenamente conquistado por el amor de Dios en Cristo puede ser un predicador creíble y un testigo fiel de la fe.

Tenemos que adherir y unirnos íntimamente a la apremiante oración de Jesús: “Que todos sean uno como Tú en Mí, oh Padre, y Yo en Ti; que también ellos sean uno en Nosotros, para que el mundo crea que Tú me has enviado” (Juan 17,21). El amor grande, generoso e íntimo del Corazón de Jesús nos reveló con cuánto amor el Padre lo envió. Él quiere atraernos a su Corazón, llenar nuestro corazón con su amor, para que a nuestra vez lo difundamos nosotros. Jesús nos envía con el mismo amor con el que el Padre lo envió a Él, y ora: “Para que el amor con el que me has amado esté en ellos y Yo en ellos” (Juan 17,26).

La fórmula breve de la devoción al Sagrado Corazón suena así: aprender a amar a Jesús y aprender a amar con Él: de esto y exactamente de esto tiene necesidad el mundo amenazado por el ateísmo y por la falta de amor.

Solamente un corazón que arde en el amor de Cristo convierte en cenizas cualquier forma de ateísmo secreto. Solamente este amor limpia la vista para desenmascarar los disfraces de la incredulidad. Solamente el amor encuentra los medios salvíficos que el mundo necesita urgentemente.

Los que han sido tocados y conquistados por el amor del Corazón de Jesús deben unirse más íntimamente en estos tiempos de grandes decisiones y apoyarse mutuamente en el testimonio comunitario de esa fe, que da fruto en el amor y en la justicia.


¡Corazón lleno de amor, luz suave, llama ardiente! Viniste para curar a un mundo enfermo, pero también eres el signo ante el cual los hombres tienen que decidirse. La decisión que Tú deseas y haces posible es la decisión por el reino de la paz y del amor, la decisión a favor de la glorificación del Padre celestial mediante un amor fiel. Quien rechaza tu amor cae en el reino de las tinieblas, de la mentira, del odio y de la enemistad.

Señor, quiero decidirme sin reservas por este amor, y me arrepiento sinceramente de las faltas que muy a menudo cometí en el pasado. Comprendo toda la injusticia cuando miro tu Corazón lleno de amor, y ahora veo más claramente la injusticia de un mundo que tiene necesidad de un testimonio creíble.

Ilumínanos a todos y sé nuestro apoyo, Corazón fiel de Jesús, para que en estos tiempos de decisión y de elección formemos un bloque unido en la fe y en el amor fiel, de tal manera que el mundo crea que el Dios infinito, misericordioso y bueno quiere cuidarnos como Padre, y que Tú eres el camino, la verdad y la vida: la vida para la vida del mundo.

Es triste ver que muchos cristianos son perezosos y descuidados a pesar de los signos tan elocuentes del tiempo. Despiértanos del sueño, de la indiferencia: llénanos de nuevo fervor y celo, y muéstranos los caminos más eficaces para dar testimonio de Ti y del Padre.

(Berhard Häring, El Sagrado Corazón de Jesús y la salvación del mundo, Ediciones Paulinas, Bogotá, 1988, Cap. 29, pp. 158-161).


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31.05.12

Revista "Fe y Razón" (Nº 69 - Junio de 2012)

Para acceder a todo el Nº 69, por favor presione este enlace.
A continuación reproduzco el artículo editorial.

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Salvemos a los dos

Equipo de Dirección

1. Noticias de la casa

El número anterior de “Fe y Razón” fue el primero que enviamos a través de MailChimp, un potente software para la gestión de emails masivos. Este cambio tecnológico dio resultados muy positivos. Habiendo concluido la parte más difícil de esa transición, ahora podremos dedicarnos a realizar algunas mejoras. Una de ellas se refiere al formato preferido por cada suscriptor para el envío de la revista. En los números 68 y 69 hemos utilizado el formato HTML (la opción recomendada por defecto) para todos los suscriptores. Si desea cambiar ese formato por otro, por favor presione el enlace “Para actualizar sus preferencias de suscripción” al final del email en el que le enviamos la revista. A los suscriptores que deseen seguir recibiendo la revista como archivo HTML adjunto, les rogamos que nos escriban a [email protected] para expresarnos su preferencia.

Por otra parte, está teniendo bastante éxito la campaña de nuevas suscripciones a la revista. Les recordamos que la suscripción (que es gratuita) requiere sólo dos pasos muy simples: 1) Completar el formulario www.eepurl.com/k64KP, ingresando sólo tres datos (email, nombre y apellido) y eligiendo el formato preferido (HTML, Texto o Móvil). MailChimp enviará automáticamente un mensaje al email indicado, pidiendo la confirmación de la suscripción. 2) Ingresar a ese email para confirmar la suscripción.

En otro orden de cosas, tenemos el agrado de anunciar la publicación del libro Nº 10 de la Colección “Fe y Razón”: ¡Atrévanse a pensar! Selección de escritos filosóficos, de la Prof. María Cristina Araújo Azarola (1945-2003). En este número publicamos un comunicado sobre el nuevo libro

Por último informamos que ha terminado el cursillo sobre “Darwinismo, Diseño Inteligente y Fe Cristiana”, organizado por el Centro Cultural Católico “Fe y Razón”. Próximamente publicaremos en línea las presentaciones realizadas en ese cursillo.

2. “Salvemos a los dos”

El Centro Cultural Católico “Fe y Razón” tiene el agrado de invitarlos a la presentación del libro de la Asociación Familia y Vida “Salvemos a los dos. A propósito del veto del Dr. Tabaré Vázquez”, a realizarse el día 13 de junio del presente año a las 17:30 horas en la Sala “Paulina Luisi” del Palacio Legislativo. La obra será presentada por el Diputado Dr. Gerardo Amarilla con la presencia del Dr. Alfredo Solari, el Dr. Andrés Lima y el Dr. Pablo Mieres. Expondrán también especialistas en el tema: Dr. Pedro Montano (aspectos jurídicos) y Lic. Alejandra Fernández (aspectos psicológicos). Cerrará el acto el Lic. Néstor Martínez, miembro de la Asociación Familia y Vida. Desde ya agradecemos su presencia.

27.05.12

Nueva datación del Nuevo Testamento (5)

Comentario de: John A. T. Robinson, Redating the New Testament, 1976.
Edición en línea: www.preteristarchive.com/Books/1976_robinson_redating-testament.html

Al comienzo del Capítulo V –“La Epístola de Santiago”– Robinson afirma lo siguiente:

“La epístola de Santiago es uno de esos documentos aparentemente intemporales que podrían ser datados casi en cualquier momento y… en verdad ha sido colocado en prácticamente todos los puntos en la lista de escritos del Nuevo Testamento. Así Zahn y Harnack, escribiendo el mismo año, 1897, la ponen primera y penúltima –¡a un intervalo de casi cien años! No contiene referencias a eventos públicos, movimientos o catástrofes. Las “guerras y peleas” de las que habla son las perennes de la agresividad personal (4,1s), no las datables guerras y rumores de guerra entre naciones o grupos. Su calendario está determinado por el ciclo natural de la agricultura del tiempo de paz (5,7) y el círculo social de la sociedad pequeño-burguesa (4,11-5,6). No hay nombres de lugares, ni indicaciones de destino o de despacho, ya sea en forma de título o de saludos. De hecho no hay nombres propios de ningún tipo excepto el del propio Santiago en el versículo inicial y los de personajes comunes del Antiguo Testamento como Abraham e Isaac, Rahab, Job y Elías. También como forma de literatura se encuentra en esa tradición casi infechable de sabiduría práctica judeo-cristiana que incluye Proverbios, Eclesiástico, la Sabiduría de Salomón, los Testamentos de los Doce Patriarcas, el Manual de Disciplina de Qumran, la Epístola de Bernabé, el Pastor de Hermas y la Didaché. Sin embargo aunque las relaciones, hacia atrás y hacia adelante, son evidentes, no hay evidencia decisiva de una dependencia literaria en cualquiera de ambas direcciones que pudiera fijar la epístola de Santiago en el tiempo o el espacio. La única frontera clara que cruza esta corriente de la tradición es la que existe entre el judaísmo y el cristianismo –e incluso esta frontera es menos marcada aquí que en cualquier otro género de literatura.” (pp. 109-110).

El autor subraya que la falta de polémica contra el judaísmo es un indicio significativo de una redacción temprana. Los pecados que Santiago señala son los mismos de los que Jesús y los profetas acusan a sus compatriotas. La oposición que enfrentan los cristianos no es una persecución sistemática sino más bien la opresión y el desprecio de los ricos. No hay nada en Santiago que vaya más allá de lo que está descrito en la primera mitad de los Hechos de los Apóstoles.

La carta de Santiago tampoco contiene signos de grandes desarrollos doctrinales, litúrgicos o jerárquicos. La doctrina de Santiago sobre la justificación por la fe y las obras no parece ser una polémica contra la doctrina de Pablo sobre la justificación por la fe. Más bien parece que Pablo hubiera profundizado la reflexión planteada por Santiago.

Acerca de la autoría de la carta, Robinson piensa que la gran simplicidad con que se presenta el autor (1,1: “Santiago, siervo de Dios y del Señor Jesucristo”) es un fuerte argumento contra la pseudonimia. En la hipótesis de la pseudonimia, difícilmente se habría dejado de aludir a Santiago como “hermano del Señor”; y si además la redacción de la carta hubiera sido tardía, muy probablemente se habría añadido una referencia a Santiago como “obispo de Jerusalén”.

Robinson refuta los principales argumentos contra la autenticidad de la epístola de Santiago. 1) La doctrina de esta epístola sobre la Ley no concuerda con la de los judaizantes adversarios de Pablo; pero, según Hechos, Santiago mismo no era un judaizante, y en el Concilio de Jerusalén su posición se pudo armonizar bastante fácilmente con la de Pablo. 2) La escasa evidencia externa de la aceptación de la epístola en la Iglesia primitiva no es muy significativa, ya que las citas y los testimonios (y su conservación) son fenómenos bastante fortuitos. 3) El hecho de que la lengua de la epístola sea un griego elegante no prueba que Santiago no pudo ser el autor. Las investigaciones más recientes demuestran que el conocimiento de la lengua griega entre los judíos de Palestina del siglo I era muy generalizado.

A continuación Robinson señala varios notables paralelos entre la Epístola de Santiago y el discurso de Santiago y la carta apostólica de Hechos 15.

Al final del capítulo el autor vuelve sobre la cuestión de la datación de la carta. Santiago fue muerto en el año 62, por lo que esa fecha señala un límite superior. Se debe notar que Santiago no alude en ningún momento a la misión entre los gentiles, lo cual no implica que ésta no existiera, pero sugiere fuertemente que aún no se había convertido en causa de conflicto entre los cristianos. Este factor claramente apunta a una redacción temprana. Robinson se inclina por la hipótesis de una redacción algo anterior al Concilio de Jerusalén (hacia 47-48). Esta datación temprana ha tenido el apoyo, sorprendentemente persistente, de muchos expertos. Santiago sería así el primer documento terminado y sobreviviente de la Iglesia. (Continuará).

Daniel Iglesias Grèzes

Notas:

1) La traducción de las citas de Redating the New Testament es mía.

2) Para las citas bíblicas he utilizado la Biblia de Navarra.


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22.05.12

Publicación del libro: María Cristina Araújo Azarola, ¡Atrévanse a pensar!

El Centro Cultural Católico “Fe y Razón” se complace en anunciar la publicación del décimo título de su Colección de Libros “Fe y Razón” y agradece el apoyo de Margarita Araújo de Miller, Horacio Bojorge SJ y Alberto Caturelli para su realización. Se trata de una obra de la Prof. María Cristina Araújo Azarola (1945-2003): ¡Atrévanse a pensar! Selección de escritos filosóficos.

Este libro de 146 páginas contiene un prólogo del Dr. Alberto Caturelli y Sra., catorce capítulos, un epílogo y dos anexos. A continuación reproducimos los títulos de los capítulos:

1. ¿Qué es una clase de filosofía? – 2. Una reflexión sobre el ser y el conocer – 3. Los fundamentos filosóficos del desarrollo de la inteligencia – 4. Los derechos humanos en la formación del educando – 5. Sentido y fundamento de la tolerancia – 6. Breve diálogo sobre el cristiano y la secularización de la ética – 7. Reflexiones sobre una carta del Dr. Eugenio Espejo – 8. Quién es Edith Stein – 9. Logoterapia y educación – 10. La democracia en el pensamiento de Juan Zorrilla de San Martín – 11. Alberto Zum Felde, pensador uruguayo – 12. Alberto Zum Felde y la identidad de la cultura sudamericana – 13. Los caminos de la negación de Dios y América Latina – 14. La filosofía en el proceso de inculturación de la fe en el Uruguay actual.


El libro puede ser adquirido, usando una tarjeta internacional, en Lulu, el mayor sitio de auto-publicación del mundo, en dos modalidades diferentes:

Como libro electrónico (e-book), en: http://www.lulu.com/shop/mar%C3%ADa-cristina-ara%C3%BAjo-azarola/%C2%A1atr%C3%A9vanse-a-pensar/ebook/product-20135167.html
El e-book cuesta US$ 5. Es descargado inmediatamente por el comprador en formato PDF.

Como libro impreso, en: http://www.lulu.com/shop/mar%C3%ADa-cristina-ara%C3%BAjo-azarola/%C2%A1atr%C3%A9vanse-a-pensar/paperback/product-20135155.html
El libro impreso cuesta US$ 10 más el costo de envío desde Estados Unidos. Lulu ofrece varios modos de envío, que difieren entre sí por su costo, rapidez y grado de seguridad. Es recomendable utilizar una forma de envío “rastreable” (garantizada por Lulu). Se puede comprar cualquier cantidad de ejemplares (de uno en adelante). Lulu imprime la cantidad de ejemplares pedida y los envía al comprador. Se permite ver la tapa y algunas páginas del libro, sin comprarlo.


Texto de la contratapa:

En la clase de filosofía se ejercita el derecho a expresar libremente el pensamiento y se aprende en la práctica lo que éste significa: no es decir lo que se nos ocurra movidos por el rencor o el entusiasmo. Es comunicar la verdad encontrada, o la duda, o la ambivalencia de opiniones. Y la ignorancia es un límite al ejercicio de este derecho. La verdad es el motor.

La clase de filosofía es uno de los canales por los cuales los alumnos se promueven en el ejercicio de su derecho a ser cultos. También dispone a la ejercitación del derecho humano a pensar sobre sí mismo, para conocerse.

La clase de filosofía es el ámbito donde se ejercita el derecho humano a pensar por sí mismo, buscando la verdad. Es evidente que esta concepción de la clase de filosofía se presenta en un contexto de formación de la persona integral, en su doble dimensión: inmanente y trascendente.

La trascendencia no es sólo un nivel humano temporal (horizontal), sino también vertical. Somos capaces de dialogar con el Tú Absoluto, realmente existente.


María Cristina Araújo Azarola nació en la ciudad de Paysandú (Uruguay) en 1945. Cursó educación primaria y secundaria en su ciudad natal. En 1963 ingresó en la Facultad de Derecho de la Universidad de la República y en el Instituto de Filosofía, Ciencias y Letras. Haciendo una opción radical por la Filosofía, abandonó los estudios de Derecho. Se graduó en Filosofía por el Instituto mencionado y por la Pontificia Universidad Católica de Chile.

En la década del ’80 participó en Seminarios de investigación filosófica en San Pablo y Río de Janeiro (Brasil), organizados por la Asociación Interamericana de Filosofía. Su presidente era el Dr. Stanislavs Ladusans SJ. También participó en varios Congresos Nacionales organizados por la Sociedad Católica Argentina de Filosofía y por la Fundación Veritas, en Córdoba (República Argentina); en el Simposio Internacional de Filosofía realizado en Villa María (Córdoba-Argentina, 1996); en las IV Jornadas sobre el Descubrimiento y la Evangelización de América (UCA, Buenos Aires, 1990). Asistió al Simposio Homenaje al Dr. Alberto Caturelli, invitada por la SITA (Sociedad Internacional Tomás de Aquino) Argentina (Universidad Fasta, Mar del Plata, 2001). En Uruguay, participó en el 1er Encuentro Nacional de Filosofar Latinoamericano (1989) y en el 2º Congreso Nacional de Educación Católica.

Dictó conferencias sobre Eugenio Espejo en la Universidad Católica del Uruguay y sobre la ética fenomenológica de Max Scheler en la Cátedra Alicia Goyena (Montevideo), entre otras.

Desde su aparición (1981) hasta 1987, fue secretaria de Redacción y Colaboradora de la Revista Estudios de Ciencias y Letras, órgano del Instituto de Filosofía, Ciencias y Letras. Colaboró en Soleriana, publicación de la Facultad de Teología del Uruguay “Monseñor Mariano Soler”.

Gozando de una beca otorgada por el Intercambio Cultural Alemán-Latinoamericano y dirigida por el Dr. Juan Villegas SJ, investigó sobre José Pedro Varela. Fruto de esta investigación fue la publicación Contexto filosófico y religioso de la propuesta educativa de José Pedro Varela (1989).

La Comisión Pro-Canonización de Monseñor Jacinto Vera publicó un estudio de la profesora titulado: Monseñor Jacinto Vera en sus Cartas Pastorales (1995).

En su actividad docente enseñó en la Educación Secundaria Oficial, en la Escuela de Servicio Social del Uruguay, en la Escuela de Psicología, en los Departamentos de Historia y de Filosofía del Instituto de Filosofía, Ciencias y Letras. También desempeñó su docencia en el Centro Superior Teológico-Pastoral, desde su creación; en el Departamento de Filosofía del Instituto Teológico del Uruguay “Mons. Mariano Soler”, hoy Facultad de Teología del Uruguay; en el Colegio Sagrado Corazón (de la Compañía de Jesús) y en el Colegio Santa Teresa de Jesús. Colaboró también en la Sociedad Uruguaya de Logoterapia.

El día 20 de septiembre de 2001, en su domicilio (en Montevideo), fue fundada la Sección Uruguay de la SITA. En ese mismo acto fue elegida como primera Directora de la SITA Uruguay. En dicha calidad organizó el Simposio Rioplatense de Bioética, que tuvo lugar en Montevideo del 12 al 15 de mayo de 2003.

Falleció en la paz del Señor el día 29 de diciembre de 2003.


Toda la Colección “Fe y Razón” está disponible en: www.lulu.com/spotlight/feyrazon

14.05.12

Nueva datación del Nuevo Testamento (4)

Comentario de: John A. T. Robinson, Redating the New Testament, 1976.
Edición en línea: www.preteristarchive.com/Books/1976_robinson_redating-testament.html

Al comienzo del Capítulo IV –“Hechos y los Evangelios Sinópticos”– Robinson trata brevemente el tema de la autoría del Evangelio de Lucas y los Hechos de los Apóstoles, concluyendo que no ve razones decisivas contra la aceptación de la adscripción tradicional de ambas obras (o, mejor dicho, de Lucas-Hechos, una obra conjunta con dos partes) a San Lucas.

Enseguida el autor pasa a considerar el problema de la datación de Lucas-Hechos, sosteniendo que los tres principales factores a tener en cuenta son: a) las profecías sobre la caída de Jerusalén en Lucas; b) la dependencia del Evangelio de Lucas con respecto al Evangelio de Marcos (tema que se inscribe dentro del “problema sinóptico”); c) el final de Hechos. Robinson ya ha tratado el factor a), concluyendo que no hay razón suficiente para suponer que esas profecías fueron compuestas después del evento. Dejando para el final del capítulo el análisis del problema sinóptico, el autor pasa a considerar el problema del final de Hechos.

“Las palabras finales de Hechos son:

“Pablo permaneció dos años completos en el lugar que había alquilado, y recibía a todos los que acudían a él. Predicaba el Reino de Dios y enseñaba lo referente al Señor Jesucristo con toda libertad y sin ningún estorbo.” (Hechos 28,30-31).

La pregunta es: ¿por qué la narración termina en este punto? Como dijo Harnack (La fecha de Hechos, 95s): “A lo largo de ocho capítulos enteros San Lucas mantiene a sus lectores intensamente interesados en el progreso del juicio de San Pablo, hasta que, simplemente, al final él los desilusiona completamente –¡ellos no se enteran de nada sobre el resultado final del juicio! Tal procedimiento es escasamente menos indefendible que el de uno que relatara la historia de nuestro Señor y terminara la narración con su entrega a Pilato, porque Jesús había sido traído ahora hasta Jerusalén y había hecho su aparición ante el principal magistrado de la ciudad capital”.”
(pp. 82-83).

Se han propuesto varias explicaciones de este final, pero ninguna de ellas parece satisfactoria, salvo la más simple (a la que se debería prestar más atención): el relato de Hechos termina en ese punto porque San Lucas escribió Hechos poco después. Es importante notar que Hechos no menciona la persecución de los cristianos por parte del emperador Nerón, ni la muerte en el año 62, a manos del Sanedrín (que aprovechó un interregno, después de la muerte del procurador Festo, para aplicar la pena capital, contra la autoridad de Roma) de Santiago, “el hermano del Señor”, cabeza de la comunidad cristiana de Jerusalén. Además, Hechos tampoco ofrece ningún indicio de la rebelión judía contra los romanos. A partir de la lectura de Hechos, uno no puede sospechar el violento enfrentamiento entre judíos y romanos que ocurrió poco después.

Si Hechos fue escrito en la etapa en que termina su narración (es decir, a principios de los años 60), esto implica que el Evangelio de Lucas (obviamente anterior; cf. Hechos 1,1) fue escrito alrededor de unos 30 años antes que lo que generalmente se supone. Y si además suponemos, como la gran mayoría de los expertos del Nuevo Testamento, la prioridad de Marcos, esto implica que Marcos fue escrito muy tempranamente, quizás alrededor del año 50.

Esto conduce al autor a replantear el “problema sinóptico”, es decir el problema de las relaciones, semejanzas y diferencias entre los tres Evangelios sinópticos (Mateo, Marcos y Lucas). Como es sabido, la solución más comúnmente aceptada de este problema es la hipótesis “de los dos documentos”. Ésta sostiene que Mateo y Lucas dependen de dos documentos anteriores: Marcos y Q, siendo Q una fuente hipotética de dichos de Jesús. Robinson afirma que el consenso en torno a esta solución fundamental “ha comenzado a mostrar signos de resquebrajamiento. Aunque ésta es todavía la hipótesis dominante, encapsulada en los libros de texto, sus conclusiones ya no pueden ser dadas por sentadas entre los “resultados seguros” de la crítica bíblica” (p. 86).

El autor defiende la tesis de que las interrelaciones entre los tres Evangelios sinópticos son mucho más complejas que las permitidas por la hipótesis de los dos documentos. Su posición sobre el problema sinóptico está representada por el siguiente esquema provisorio (cf. p. 99):

1. Formación de colecciones de historias y dichos (P, Q, M, L): años 30 y 40+.
2. Formación de “proto-evangelios”: años 40 y 50+.
3. Formación de nuestros evangelios sinópticos: 50-60+.

Robinson da mucha importancia a los testimonios de la antigua tradición cristiana sobre la redacción de los Evangelios. En particular él subraya que la Didaché habla en muchas oportunidades del Evangelio (en singular) como si fuera una única obra literaria. También destaca que son muy numerosos (Papías, Ireneo, Clemente de Alejandría, Jerónimo, Prólogo Anti-marcionita) los testimonios antiguos que relacionan el Evangelio de Marcos con la predicación de Pedro, de quien Marcos fue asistente e intérprete. Varios de esos testimonios dicen que Marcos redactó su Evangelio en Roma.

El autor concluye: “Por lo tanto, creo que uno debe estar preparado para tomar en serio la tradición de que Marcos, en cuya casa en Jerusalén Pedro buscó refugio antes de su apresurada huida (Hechos 12,12-17) y a quien más tarde en Roma él iba a referirse con afecto como su “hijo” (1 Pedro 5,13), acompañó a Pedro a Roma en 42 como su intérprete y catequista, y después de la partida de Pedro de la capital accedió al reiterado pedido de un registro de la predicación del apóstol, quizás alrededor del 45.” (p. 106). (Continuará).

Daniel Iglesias Grèzes

Notas:

1) La traducción de las citas de Redating the New Testament es mía.

2) Para las citas bíblicas he utilizado la Biblia de Navarra.


InfoCatólica necesita vuestra ayuda.


11.05.12

"Razones para nuestra esperanza" cumple dos años

Muy poco después del tercer cumpleaños de InfoCatólica, comparto con ustedes mi alegría por el segundo aniversario de este blog. Cito (creo que por primera vez) algunos datos estadísticos sobre el mismo: en total, en estos dos años publiqué 225 posts (incluyendo éste); y el blog tuvo 234.008 “pageloads” (páginas cargadas) y 128.000 visitas.

Siempre se puede mejorar, pero me siento bastante contento con lo logrado hasta ahora. Doy muchas gracias a Dios. “No a nosotros, Señor, no a nosotros, sino a tu Nombre da la gloria". Y también doy gracias a los directivos y compañeros de InfoCatólica.

2.05.12

Revista "Fe y Razón" (Nº 68 - Mayo de 2012)

Para acceder a todo el contenido de este número, por favor presione el siguiente enlace.

A continuación reproduzco el artículo editorial.


¡Ven, Espíritu Creador!

Equipo de Dirección

1. Noticias de la casa

El presente número de la revista “Fe y Razón” es el primero que enviamos a través de MailChimp, un potente software que nos permitirá mejorar y facilitar mucho la gestión de emails masivos.

Con ese mismo software, hemos diseñado este formulario para el registro de nuevos suscriptores de la revista: www.eepurl.com/k64KP. Es un formulario muy simple, que pide sólo tres datos: email, nombre y apellido. Gracias a esta herramienta, hemos lanzado una campaña para captar nuevos suscriptores de “Fe y Razón”. Actualmente tenemos 1.064 suscriptores. Solicitamos su colaboración para llegar a 2.000 antes de fin de año.

El formulario puede ser llenado tanto por el potencial nuevo suscriptor (directamente) como por un tercero que lo invita a suscribirse. El interesado deberá ingresar luego a su propia casilla de correo para confirmar la suscripción. Por favor, cuando inviten a través del formulario a familiares o amigos a suscribirse a “Fe y Razón”, no olviden avisarles antes, recomendando la revista, aclarando que es totalmente gratuita y anunciando que MailChimp enviará un email automático para pedir la confirmación de la suscripción.

Por otra parte, tenemos el agrado de anunciar que se encuentra muy avanzado el trabajo de preparación del libro Atrévanse a pensar. Selección de escritos filosóficos, de la Prof. María Cristina Araújo Azarola (1945-2003). Dicho libro será publicado próximamente como Nº 10 de la Colección “Fe y Razón” (www.lulu.com/spotlight/feyrazon).

También nos complace compartir con ustedes las siguientes noticias que nos ha comunicado la Editorial Vita Brevis (www.vitabrevis.es) sobre el Nº 7 de la misma Colección: Daniel Iglesias Grèzes, En el principio era el Logos. Apologética católica en diálogo con los no creyentes:

a) Se ha realizado una edición convencional del libro. Próximamente éste será enviado a la red de distribuidores de Vita Brevis en España, para promocionarlo.
b) La versión en papel del libro está ahora disponible en Amazon, en la siguiente dirección: http://www.amazon.es/En-El-Principio-Era-Logos/dp/1447829190/ref=sr_1_cc_1?s=aps&ie=UTF8&qid=1335371718&sr=1-1-catcorr
Hay un error en el segundo apellido del autor, que será corregido oportunamente.
c) A la brevedad Amazon ofrecerá también una versión electrónica del libro (para el dispositivo Kindle).

Se han realizado ya, con buena participación de público, las primeras tres charlas del cursillo sobre “Darwinismo, Diseño Inteligente y Fe Cristiana”, organizado por el Centro Cultural Católico “Fe y Razón”. Las tres charlas restantes tendrán lugar los martes 8, 15 y 22 de mayo de 19:00 a 20:30 horas, en la Facultad de Teología del Uruguay (San Fructuoso esquina San Juan, Montevideo).

Por último, anunciamos que el Centro Cultural Católico “Fe y Razón” ha sido invitado a participar del V Encuentro de Centros Culturales Católicos del Cono Sur, que tendrá lugar en Buenos Aires en septiembre del presente año. La invitación ha sido aceptada.

2. Ven, Creador

El próximo domingo 27 de mayo celebraremos la fiesta de Pentecostés.

“Aunque, en cierto sentido, todas las solemnidades litúrgicas de la Iglesia son grandes, ésta de Pentecostés lo es de una manera singular, porque marca, llegado al quincuagésimo día, el cumplimiento del acontecimiento de la Pascua, de la muerte y resurrección del Señor Jesús, a través del don del Espíritu del Resucitado. Para Pentecostés nos ha preparado en los días pasados la Iglesia con su oración, con la invocación repetida e intensa a Dios para obtener una renovada efusión del Espíritu Santo sobre nosotros. La Iglesia ha revivido así lo que aconteció en sus orígenes, cuando los Apóstoles, reunidos en el Cenáculo de Jerusalén, «perseveraban unánimes en la oración, junto con algunas mujeres y María, la madre de Jesús, y con sus hermanos» (Hch 1, 14). Estaban reunidos en humilde y confiada espera de que se cumpliese la promesa del Padre que Jesús les había comunicado: «Seréis bautizados con Espíritu Santo, dentro de no muchos días… Recibiréis la fuerza del Espíritu Santo que va a venir sobre vosotros» (Hch 1, 5.8). (…)

El Espíritu creador de todas las cosas y el Espíritu Santo que Cristo hizo descender desde el Padre sobre la comunidad de los discípulos son uno y el mismo: creación y redención se pertenecen mutuamente y constituyen, en el fondo, un único misterio de amor y de salvación. El Espíritu Santo es ante todo Espíritu Creador y por tanto Pentecostés es también fiesta de la creación. (…)

El Espíritu Santo es Aquel que nos hace reconocer en Cristo al Señor, y nos hace pronunciar la profesión de fe de la Iglesia: «Jesús es el Señor» (cf. 1 Co 12, 3b). (…)

El Espíritu Santo se presenta como el soplo de Jesucristo resucitado (cf. Jn 20, 22)… (En el) relato de la creación… se dice que Dios sopló en la nariz del hombre un aliento de vida (cf. Gn 2, 7). El soplo de Dios es vida. Ahora, el Señor sopla en nuestra alma un nuevo aliento de vida, el Espíritu Santo, su más íntima esencia, y de este modo nos acoge en la familia de Dios. Con el Bautismo y la Confirmación se nos hace este don de modo específico, y con los sacramentos de la Eucaristía y de la Penitencia se repite continuamente: el Señor sopla en nuestra alma un aliento de vida. Todos los sacramentos, cada uno a su manera, comunican al hombre la vida divina, gracias al Espíritu Santo que actúa en ellos.

En la liturgia de hoy vemos también una conexión ulterior. El Espíritu Santo es Creador, es al mismo tiempo Espíritu de Jesucristo, pero de modo que el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo son un solo y único Dios. Y a la luz de la primera lectura podemos añadir: el Espíritu Santo anima a la Iglesia.”
(Papa Benedicto XVI, Homilía del Domingo 12 de junio de 2011)

Al acercarnos a la gran fiesta de Pentecostés, nos unimos para implorar la venida del Espíritu Santo sobre cada uno de los fieles cristianos, para que Él nos renueve interiormente, haciéndonos crecer en la fe, la esperanza y el amor.

“Ven, Espíritu creador, visita las almas de tus fieles, llena con tu divina gracia los corazones que creaste. Tú, a quien llamamos Paráclito, don de Dios Altísimo, fuente viva, fuego, caridad y espiritual unción. Tú derramas sobre nosotros los siete dones; Tú, dedo de la diestra del Padre; Tú, fiel promesa del Padre que inspiras nuestras palabras. Ilumina nuestros sentidos, infunde tu amor en nuestros corazones y, con tu perpetuo auxilio, fortalece la debilidad de nuestro cuerpo. Aleja de nosotros al enemigo, danos pronto la paz, sé nuestro director y guía para que evitemos todo mal. Por Ti conozcamos al Padre, al Hijo revélanos también; creamos en Ti, Su Espíritu, por los siglos de los siglos. Gloria a Dios Padre, y al Hijo, que resucitó, y al Espíritu Consolador, por los siglos de los siglos. Amén.”

16.04.12

Nueva datación del Nuevo Testamento (3)

Comentario de: John A. T. Robinson, Redating the New Testament, 1976.
Edición en línea: www.preteristarchive.com/Books/1976_robinson_redating-testament.html

Al comienzo del Capítulo III –“Las Epístolas paulinas”– Robinson afirma lo siguiente: “Si ignoramos las soluciones excéntricas y la penumbra de las epístolas disputadas, se puede decir que hay un consenso muy general sobre la datación de la sección central del ministerio y de la carrera literaria de San Pablo, con un margen de diferencia de poco más de dos años en ambos sentidos. Esto está lejos de ser el caso en cualquier otra parte del Nuevo Testamento –los Evangelios, los Hechos, las otras Epístolas y el Apocalipsis. Las Epístolas paulinas constituyen por lo tanto un importante punto fijo y un mojón, no sólo de cronología absoluta, sino también de extensión relativa, contra la cual medir otros desarrollos.” (p. 30). No obstante, por varias razones que el autor explica, es imposible determinar con absoluta certeza las fechas exactas de los hechos de la vida de San Pablo (cf. pp. 30-32).

Robinson sostiene que se debe dar prioridad a los datos cronológicos aportados por los escritos de Pablo por sobre los de los Hechos de los Apóstoles; pero a la vez afirma que ambos testimonios pueden ser reconciliados bastante bien.

Después de estas y otras observaciones preliminares, el autor dedica casi 18 páginas (pp. 33-50) a un intento de esbozar una cronología de la vida de Pablo, como marco de trabajo para el estudio de la cronología de sus cartas. Robinson parte del dato que considera más confiable: una inscripción descubierta en Delfos y publicada en 1905 permite fechar con bastante exactitud el proconsulado de Galión en Acaya (cf. Hechos 18,12). “Con certeza creciente podemos decir que Galión asumió su cargo a comienzos del verano del 51 y que Pablo apareció ante él muy poco después, probablemente en mayo o junio.” (p. 33).

Salteando muchas páginas de argumentación erudita, que sería imposible resumir brevemente, indicaré el resultado al que llega el autor: “En este punto podemos resumir nuestras conclusiones acerca del esbozo de la carrera de Pablo, recordando que las fechas absolutas no pueden ser más que aproximadas:

33 – Conversión
35 – Primera visita a Jerusalén
46 – Segunda visita a Jerusalén (alivio de la hambruna)
47-48 – Primer viaje misionero
48 – Concilio de Jerusalén
49-51 – Segundo viaje misionero
52-57 – Tercer viaje misionero
57 – Llegada a Jerusalén
57-59 – Prisión en Cesarea
60-62 – Prisión en Roma”
(pp. 49-50).

En la tercera y última parte del capítulo, Robinson intenta ubicar cada una de las cartas de San Pablo dentro del marco general antes delineado. Después de muchas páginas de argumentación erudita (pp. 50-78), el autor resume así sus conclusiones: “Si nuestras conclusiones son correctas, la totalidad de la literatura existente de Pablo (sin olvidar que tan temprano como 2 Tesalonicenses 3,17 él habló de “todas mis cartas”) parece caer dentro de un período de nueve años –en verdad aparte de sus cartas tempranas a los Tesalonicenses dentro del asombrosamente corto espacio de cuatro años y medio. Para clarificar esto podemos terminar con un resumen de las fechas resultantes:

50 (principios) – 1 Tesalonicenses
50 (o principios del 51) – 2 Tesalonicenses
55 (primavera) – 1 Corintios
55 (otoño) – 1 Timoteo
56 (principios) – 2 Corintios
56 (fines) – Gálatas
57 (principios) – Romanos
57 (fines de la primavera) – Tito
58 (primavera) – Filipenses
58 (verano) – Filemón, Colosenses y Efesios
58 (otoño) – 2 Timoteo

Se debe enfatizar otra vez que las dataciones absolutas se podrían mover más o menos un año en cualquiera de los dos sentidos y que el esquema es más tentativo de lo que parece. Pero la importancia de estas conclusiones, las que, excepto para las Epístolas Pastorales, no son particularmente polémicas, es triple:

(a) Ellas proveen un criterio (o escala de tiempo) razonablemente fijo contra el cual comparar otras evidencias.
(b) Si de hecho la totalidad de la extremadamente diversa carrera literaria de Pablo ocupó un lapso tan breve, esto nos da un criterio objetivo sobre cuánto tiempo se necesita conceder para los desarrollos en la teología y en la práctica. Aunque pueda parecer a primera vista extraordinariamente corto, no deberíamos olvidar otros dos cánones de medida. La totalidad de la enseñanza y el ministerio de Jesús… ocupó a lo sumo tres o cuatro años. Y todo el desarrollo del pensamiento y la práctica del cristianismo primitivo hasta la muerte de Esteban y la conversión de Pablo, incluyendo la primera exposición helenística del Evangelio, tuvo lugar dentro de un período de duración semejante. En realidad Hengel, en su importante artículo “Christologie und neuetestamentliche Chronologie”, argumenta con fuerza que la etapa crucial del entendimiento básico de la Iglesia acerca de Cristo y su significado estuvo representada por los cuatro o cinco años “explosivos” entre el 30 y el 35… Los argumentos a priori de la cristología a la cronología, y en realidad de cualquier “desarrollo” al tiempo requerido por él, son casi totalmente no confiables.
© La hipótesis de trabajo que hicimos de confiar en Hechos hasta que se probara lo contrario ha sido muy sustancialmente reivindicada. No hay prácticamente nada en el reporte de Lucas que choque con la evidencia paulina, y en la última parte de Hechos las correspondencias son notablemente cercanas. Incluso en los discursos atribuidos a Pablo, y especialmente aquellos en los que se puede presumir que Lucas estuvo presente (Hechos 20 y 22-25), hay paralelos que sugieren que están lejos de ser composiciones puramente libres.”

(pp.78-79).

A modo de muestras, indicaré sólo algunos de los argumentos expuestos por Robinson para llegar a estas conclusiones:

“Ahora no hay casi nadie que niegue la autenticidad de Filemón. Hay algunos, especialmente en Alemania, que cuestionan Colosenses por razones estilísticas y teológicas. Pero la cercana y compleja interrelación de nombres con Filemón apunta con fuerza al hecho de que las dos epístolas fueron dictadas por la misma persona al mismo tiempo y enviadas a Colosas por Tíquico, en compañía con Onésimo (Colosenses 4,7-9; Filemón 12).” (p. 57).

La autenticidad de Efesios es bastante más discutida que la de Colosenses. Las dos tesis principales sobre esta cuestión son la tradicional (que atribuye la autoría a Pablo) y la de un discípulo de la segunda generación que imita a Pablo y expone su teología después de su muerte. Robinson piensa que es mucho más probable que el propio Pablo haya escrito una carta como Efesios, que coincide en un 90 o 95% con su estilo habitual. La tesis contraria enfrenta graves dificultades. El autor debería haber combinado una imitación servil del estilo de Pablo con una profunda originalidad teológica. Agrego que su genio teológico se muestra por ejemplo en la profunda doctrina sobre el matrimonio de Efesios 5,21-33. Los genios de esa magnitud no suelen pasar por la historia sin dejar más rastros. Además, sería inexplicable por qué el imitador habría reproducido sólo la nota personal de Efesios 6,21-22 (cf. Colosenses 4,7-9) para agregar verosimilitud.

Robinson confiesa que durante su estudio del tema cambió de opinión sobre las Cartas Pastorales (1 Timoteo, 2 Timoteo y Tito). Inicialmente él, como la mayoría de los críticos protestantes, pensaba que esas tres cartas habían sido escritas en el siglo II, porque manifiestan señales de lo que esos críticos suelen denominar “proto-catolicismo” (énfasis en la sana doctrina, en la jerarquía de la Iglesia, etc.). Sin embargo, después de analizar el asunto detenidamente, se convenció de que en esas tres cartas no hay nada que no pueda haber sido escrito por el mismo Pablo y de que las numerosas referencias personales que contienen permiten ubicarlas con bastante seguridad dentro del marco cronológico de la vida de Pablo. (Continuará).

Daniel Iglesias Grèzes

Notas:

1) La traducción de las citas de Redating the New Testament es mía.

2) Para las citas bíblicas he utilizado la Biblia de Navarra.


InfoCatólica necesita vuestra ayuda.


8.04.12

Revista "Fe y Razón" (Nº 67 - Abril de 2012)

Para acceder a todo el Nº 67, por favor presione aquí. A continuación reproduzco el artículo editorial.


¡Felices Pascuas!

Equipo de Dirección

La sección “Magisterio” de este número de Fe y Razón incluye un importante documento de 1966 de la Congregación para la Doctrina de la Fe (CDF) que, cuando aún no había transcurrido un año desde la clausura del Concilio Vaticano II, lanzó una seria señal de alerta contra las interpretaciones erróneas del mismo. Este documento, que en su momento fue enviado en secreto a todos los Obispos del mundo, ha sido publicado recientemente en el sitio web de la Santa Sede.

A continuación, dentro de la misma sección, incluimos una muy reciente “notificación” de la Comisión para la Doctrina de la Fe de la Conferencia Episcopal Española, en la que se reprueban los graves errores del teólogo católico español Andrés Torres Queiruga. Aplaudimos esta notificación, mediante la cual los Obispos españoles cumplen su deber de defender la fe de los fieles católicos de las desviaciones propugnadas por dicho teólogo; aunque pensamos que habría convenido demorar menos su publicación, porque entretanto las obras de Torres Queiruga han causado mucho daño…

La comparación entre estos dos documentos eclesiales nos lleva a hacer la siguiente reflexión. A juzgar por los hechos posteriores, en líneas generales no se prestó suficiente atención a la situación denunciada por la CDF en 1966. Las doctrinas teológicas heterodoxas siguieron floreciendo y desarrollándose dentro de la Iglesia Católica hasta alcanzar la gran difusión de la que hoy gozan, por medio de autores como Torres Queiruga y muchos otros. Aquellos polvos trajeron estos lodos… Sin embargo, vemos un signo positivo en el hecho de que, en el caso de la obra de Torres Queiruga, la desagradable pero necesaria tarea de reprobar los errores doctrinales graves haya sido asumida por los propios Obispos españoles. Decimos esto porque, paradójicamente, después de que el Concilio Vaticano II enseñó la doctrina de la colegialidad episcopal, muchos Obispos parecieron abdicar de hecho de su deber de velar por la sana doctrina dentro de sus respectivos territorios, dejando esa dura tarea a Roma, al menos en lo referente a la condena de los errores y las sanciones a los culpables.

En la sección “Espiritualidad” publicamos el Capítulo 7 de un magnífico libro del Padre José María Iraburu. El libro se titula “El martirio de Cristo y de los cristianos” y el Capítulo en cuestión se titula “La evitación sistemática del martirio”. Invitamos a todos nuestros lectores a leer y meditar en profundidad este escrito, que nos pone en guardia contra una tentación muy frecuente en nuestro tiempo.

En la sección “Filosofía” publicamos un artículo de María Cristina Araújo Azarola (1945-2003), católica laica uruguaya, Profesora de Filosofía, primera Directora de la Sección Uruguay de la SITA (Sociedad Internacional Tomás de Aquino). Cristina Araújo fue, entre otras muchas cosas, una colaboradora habitual de “Fe y Razón” en su primera época. Es más, se podría decir que “Fe y Razón” se fue gestando en su casa, en un círculo de estudio de la encíclica Fides et Ratio que se reunió varias veces allí (y en otros lugares) en 1998. Con alegría anunciamos que estamos preparando la publicación de un libro que reúne varios escritos filosóficos de Cristina. Este libro (aún sin título) será el Nº 10 de la Colección “Fe y Razón”.

En la sección “Actualidad” publicamos unas reflexiones del Lic. Néstor Martínez sobre dos deplorables declaraciones del Sr. Ministro de Defensa Nacional. Estas reflexiones se relacionan con el artículo siguiente: en la sección “Literatura” publicamos el final de la excelente novela “El poder y la gloria” de Graham Greene.

En la sección “Doctrina Social”, coordinada por el Ec. Rafael Menéndez, publicamos una entrevista que trata sobre la próxima conferencia internacional denominada “Rio+20”, que estará centrada en el tema del desarrollo sustentable.

Tenemos el agrado de recordarles que el martes 10 de abril a las 19:00, en la Facultad de Teología del Uruguay, comenzará un cursillo sobre “Darwinismo, Diseño Inteligente y Fe Cristiana”, organizado por el Centro Cultural Católico “Fe y Razón”. Los detalles del cursillo (fechas, horas de comienzo y de fin, dirección y teléfono del lugar, temas a tratar, docentes, etc.) figuran en la noticia correspondiente.

Por último, el Salmo 135 nos enseña a dar gracias a Dios por su amor eterno, por su misericordia infinita. Que en esta Semana Santa, en la liturgia y la vida, nos unamos más hondamente con Jesucristo, el Redentor del hombre.

¡Bendito y alabado sea el Santo Nombre de Jesús, ayer, hoy y siempre! ¡Felices Pascuas de Resurrección para todos nuestros lectores y sus familias!