InfoCatólica / Razones para nuestra esperanza / Categoría: Sin categorías

27.12.10

4.12.10

Empezando el día (Alexander Solyenitzin)

Al amanecer, treinta jóvenes salieron corriendo al claro del bosque, se ubicaron cara al sol y empezaron a inclinarse, saludar, postrarse, levantar los brazos, arrodillarse. Y así durante un cuarto de hora.

Si los miráramos desde lejos podríamos creer que están rezando.

Actualmente a nadie le extraña que el hombre sirva cada día a su cuerpo con paciencia y atención.

Pero qué ofendidos estarían todos si sirviera de esta manera a su espíritu.

No, no era una oración. Era la gimnasia matutina.

(Alejandro Solyenitzin, Cuentos en miniatura, Emecé Editores, Buenos Aires 1968, p. 15).

27.11.10

Oración de la noche

Mirad las estrellas fulgentes brillar,
sus luces anuncian que Dios ahí está,
la noche en silencio, la noche en su paz,
murmura esperanzas cumpliéndose ya.

Los ángeles santos, que vienen y van,
preparan caminos por donde vendrá
el Hijo del Padre, el Verbo eternal,
al mundo del hombre en carne mortal.

Abrid vuestras puertas, ciudades de paz,
que el rey de la gloria ya pronto vendrá;
abrid corazones, hermanos, cantad
que vuestra esperanza cumplida será.

Los justos sabían que el hambre de Dios
vendría a colmarla el Dios del Amor,
su Vida en su vida, su Amor en su amor
serían un día su gracia y su don.

Ven pronto, Mesías, ven pronto, Señor,
los hombres hermanos esperan tu voz,
tu luz, tu mirada, tu vida, tu amor.
Ven pronto, Mesías, sé Dios Salvador.
Amén.

(Liturgia de las Horas, Tiempo de Adviento, Oraciones de la noche, II).

23.11.10

El hombre es un ser religioso

Hace algunos años, uno de mis interlocutores en un foro de religión en Internet me escribió diciendo que la religión se ha vuelto un comercio y preguntándome qué motivos hay para tener una religión y si es necesario tener una religión cuando uno lleva una “vida sana".

La primera afirmación es muy injusta. Es cierto que existen “patologías de la religión": superstición, magia, esoterismo, sectas con fines comerciales, etc. Pero existe también -y es algo muy frecuente- la religiosidad auténtica.

Mi interlocutor planteaba la cuestión de la religión desde un punto de vista utilitario: si la finalidad de la vida es “llevar una vida sana” y si esa finalidad se puede alcanzar sin necesidad de abrazar una religión, entonces ¿para qué molestarse en tener una?

Creo que, para plantear correctamente la cuestión, deberíamos responder las siguientes dos preguntas:
1. ¿Cuál es el verdadero sentido de la existencia humana?
2. ¿Qué relación tiene la religión con el sentido de la existencia?

Leer más... »

23.10.10

El matrimonio en el derecho canónico

El matrimonio natural es una alianza o consorcio de toda la vida entre un hombre y una mujer, ordenada a los siguientes fines objetivos: el bien de los cónyuges y la generación y educación de los hijos. Ambos fines son elementos esenciales del matrimonio y tienen la misma jerarquía.

Esta misma alianza matrimonial natural, cuando es celebrada entre dos bautizados, ha sido elevada por Nuestro Señor Jesucristo a la dignidad de sacramento, incorporándola así al orden sobrenatural de la gracia. En el matrimonio entre bautizados se da una inseparabilidad entre la realidad natural (el contrato) y la realidad sobrenatural (el sacramento). Por lo tanto, todo contrato matrimonial válido entre bautizados es sacramento del matrimonio; y, recíprocamente, todo sacramento del matrimonio supone un contrato sui generis, que establece un consorcio total en las vidas de un hombre y una mujer. La consecuencia práctica principal de esta inseparabilidad entre contrato y sacramento es la obligatoriedad del matrimonio canónico para todos los bautizados, independientemente de su situación personal en cuanto a la fe (cf. Código de Derecho Canónico (=CDC), c. 1055).

Leer más... »