El nacimiento de los Evangelios sinópticos –2

Comentario de: Jean Carmignac, La naissance des Évangiles synoptiques, François-Xavier de Guibert, Quatrième édition, Paris 2007.

3. El argumento de los semitismos

Para demostrar que los Evangelios sinópticos fueron redactados originalmente en hebreo, Carmignac emprende el estudio de los “semitismos”, es decir de las influencias semíticas que a veces afectan y deforman el griego del Nuevo Testamento.

Ya Orígenes y San Jerónimo explicaron muchas veces el griego del Nuevo Testamento mediante el hebreo. El estudio de los semitismos del Nuevo Testamento recibió un fuerte impulso en 1518, gracias a una obra de Erasmo. Su trabajo fue continuado por excelentes filólogos de las principales universidades de Alemania y Holanda. Los tratados y las tesis consagrados a este problema entre 1550 y 1750 superan la centena. Muchos de estos humanistas tenían una cultura prodigiosa: no sólo conocían el griego, sino también el hebreo, el siríaco e incluso el árabe. En cambio hoy muchos expertos en el Nuevo Testamento están tan especializados en griego que han descuidado un poco el hebreo.

Carmignac menciona especialmente a 16 autores del período histórico referido que contribuyeron a elaborar una teoría de los semitismos cada vez más completa. Sin embargo, hoy todo eso ha sido olvidado. A pesar de su valor científico, sus obras son hoy muy difíciles de encontrar.

El estudio de los semitismos recibió tres fuertes ataques sucesivos que lo debilitaron mucho. El primer ataque fue lanzado en 1556 por el protestante Teodoro de Beza, sucesor de Calvino en Ginebra. Según Teodoro de Beza y sus discípulos, Dios dictó a los escritores inspirados las palabras que debían usar; por lo tanto, admitir los semitismos del Nuevo Testamento equivale a acusar al Espíritu Santo de utilizar barbarismos o solecismos en la lengua griega. Hoy esta objeción nos resulta ridícula, porque sabemos bien que la inspiración divina de la Sagrada Escritura no es un dictado palabra por palabra, sino una acción de Dios en la inteligencia y la voluntad del hagiógrafo que respeta su personalidad. Pero en los siglos XVI y XVII esta objeción pareció irrefutable a muchos, que en consecuencia negaron los semitismos o los explicaron inventando una lengua especial del Espíritu Santo, la “lengua helenística”. Así podían afirmar que en el Nuevo Testamento el Espíritu Santo empleó a la perfección esta lengua forjada por Él mismo.

Hacia fines del siglo XVIII los semitismos sufrieron un segundo ataque, esta vez de parte del naciente racionalismo bíblico. Para explicar “racionalmente” el origen del cristianismo, los racionalistas debían suponer un cierto tiempo de fermentación entre la vida de Jesús y los relatos evangélicos. Así, Baur y la escuela de Tubinga retardaron la composición de los Evangelios al siglo II (años 130-170); pero cuanto mayor era ese retardo, más molestaba la presencia de los semitismos. “Entonces se estableció la moda, sea de descuidar este problema, sea de descartarlo por un vago recurso a la lengua materna de los evangelistas o a su deseo de imitar a los Setenta.” (p. 28).

“Hacia el fin del siglo XIX, quizás bajo la influencia de Franz Delitzch, el viento cambia y se vuelve a estudiar seriamente los semitismos” (Ídem). Pero entonces sobrevino el tercer ataque, esta vez de parte de la filología. El descubrimiento en Egipto de una gran cantidad de papiros contemporáneos de los comienzos de la era cristiana permitió a los filólogos estudiar más a fondo el griego bíblico y explicar algunos de los supuestos semitismos sin recurrir a las lenguas semíticas. Aunque este estudio tenía sólidas bases científicas, muchos filólogos hicieron una generalización indebida y así concluyeron que los semitismos no existían, o eran demasiado pocos y sin mucha importancia.

“Para salir finalmente de este diálogo de sordos (entre los adversarios y los partidarios de los semitismos) se debería retomar el problema desde la base y permanecer sobre el plano estrictamente científico.” (p. 29). Es lo que Carmignac intenta hacer en el resto del capítulo. (Continuará).

Daniel Iglesias Grèzes

Nota: La traducción del francés al español de los textos citados es mía.


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12 comentarios

  
Maga
Don Daniel, sabe si hay intención de traducir al Español la extraordinaria obra del Padre Carmignac?

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DIG: Creo que el librito "El nacimiento de los Evangelios sinópticos" ha sido publicado en español, pero no he podido encontrarlo.

El problema mayor es que la enorme mayoría del material del P. Carmignac quedó inédito y el Instituto Católico que lo conserva no lo ha puesto a disposición del público. Pero hay una Asociación Jean Carmignac que promueve la memoria de este sabio y la difusión de su obra.
07/03/13 5:39 PM
  
Filósofo Católico
Los estudios bíblicos católicos están en crisis desde hace décadas. Es mi opinión personal y la de otros también. Lo que se enseña en muchos seminarios y facultades teológicas es, en gran parte, lo mismo que se refutaba en las décadas precedentes como modernismo bíblico.

El problema sinóptico hoy día está monopolizado por los que asumen la prioridad de Marcos y "Q". Se enseña, como si fuera teorema demostrado, que Mateo no escribió su evangelio primero y que, además, junto a Lucas se sirvió de un hipotético documento perdido en la noche de los tiempos para componerlo. El evangelio de Jusn se ha convertido en puro midrash cristiano para comunicar una particular teología con narrativa pseudohistórica. Todas estas posturas se enseñan no como hipótesis sino como hechos ciertos e inapelables. Poco importa que nadie en la antiguedad cristiana supiera de "Q" o que todos los Padres aceptaran la historicidad sustancial tanto de los sinópticos como de Juan. No, no importa. 2000 años después, nuestros biblistas saben que todo el orbe cristiano se equivocó sobre el género literario de los relatos de la infancia, no entendió que las bodas de Caná fueron pura alegoría sin base histórica y no conservó el nombre de los autores de sus documentos fundamentales.

Esto para mí es insostenible. No ha habido ningún descubrimiento paleográfico u arqueológico que invalide los argumentos que usaban los biblistas católicos hasta mediados del siglo XX para establecer la autenticidad de los evangelios, su valor histórico y su caracter de testimonio veraz. En el caso del antiguo testamento la situación es similar.

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DIG: Concuerdo contigo en algunos aspectos. Pienso que varias de las teorías más en boga en la exégesis contemporánea tienen fundamentos débiles y al menos en su origen tienen una motivación más ideológica que científica. Pero creo que ha comenzado a producirse una reacción positiva, que en cierto modo regresa a posiciones más acordes con tradiciones de la antigüedad cristiana. Los tres tomos del "Jesús de Nazaret" de Joseph Ratzinger-Benedicto XVI me parecen un gran paso en esa dirección.




08/03/13 6:00 AM
  
Deustcher
Un paseo por la Verbum Domini es muy revelador, al respecto. Gracias por la entrada, ya está copiada y guardada a buen recaudo.
09/03/13 1:41 PM
  
Sanchoman
Filósofo Católico, precisamente es el apagón de datos en lo descubierto lo que invalida la historicidad.
La arqueología judía ya admite sin ningún trauma que la falta de datos arqueológicos del Éxodo lo invalida como hecho histórico. Y fíjate en las consecuencias que eso tiene para nuestra raíz común.

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DIG: No hay garantías de que la arqueología descubrirá pruebas de todos los hechos históricos relevantes, pero eso no implica que esos hechos no existieron. La arqueología es una herramienta más de la investigación histórica; importante, sí, pero no siempre imprescindible.

En cuanto al Nuevo Testamento, hay muchas pruebas arqueológicas de su confiabilidad desde el punto de vista de la historia. Ése es otro gran tema, del que publicado algunas cosas en este blog; pero ahora no podemos volver sobre ello sin desviarnos del tema presente.
09/03/13 2:04 PM
  
Filósofo Católico
Sanchoman, un saludo cordial. La ausencia de evidencia arqueológica no es evidencia de ausencia histórica. Son cosas muy diferentes. Es muy, pero muy poco, lo que se ha excavado en el Oriente considerando su historia multimilenaria. Alfred Hoerth, en su manual de arqueología del antiguo testamento, señala que solamente 2% de los sitios arqueológicos conocidos han sido excavados intensivamente. Quedan muchos "Tells" que no se han explorado, muchas tablillas cuneiformes por traducir, cientos y cientos de monumentos y documentos que sencillamente se han perdido, etc. Es muy difícil hacer juicios categóricos basados en lo poco que poseemos. Te pongo el ejemplo del Imperio Hitita. Durante parte del siglo XIX muchos biblistas dijeron que era pura fantasía de los relatos bíblicos...hasta que las excavaciones revelaron su existencia y tremendísima importancia e influencia.

Otro ejemplo interesante es el de Pilato y Herodes Antipas. Ninguno de los dos apareció en inscripciones hasta los años 1960s. Pesan mucho las presuposiciones, y prejuicios en general, cuando se interpreta evidencia arqueológica o su ausencia. Pareciera que cuando se trata de tradiciones profanas muchos están dispuestos a ser más laxos que cuando se trata de tradiciones bíblicas. Es absolutamente arbitrario exigir correspondencia uno a uno entre relato y atestación arqueológica para cada dato bíblico y no hacerlo con datos profanos.

los católicos, por otra parte, no somos fundamentalistas bíblicos. No necesariamente estamos comprometidos con un éxodo de millones de personas. El género literario del relato del éxodo parece permitir cierta hipérbole en el uso de los números sin afectar su inerracia y veracidad histórica. Esto es cuestión disputada en todo caso y no dogma de fe. Y si hablamos de algunos miles de israelitas escapando de las tropas egipcias, sin conocer exactamente su ruta, y viviendo luego una generación entera como nómadas "en el desierto", es difícil, 3000-3500 años después, encontrar algún artefacto o evidencia significativa de estao. Los egipcios, ciertamente, no iban a escribir como una pandilla de trabajadores asiáticos se les escaparon en sus narices.

En resumen, la arqueología proporciona información interesante que pone en contexto la tradición bíblica. Dónde no hay evidencia de algún hecho eso no necesariamente implica que no ocurrió. sólo implica que hasta el presente no hay datos arqueológicos al respecto. Decir otra cosa es falaz.

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DIG: De acuerdo. ¡Muchas gracias y feliz Domingo!










10/03/13 3:39 AM
  
Sanchoman
Bueno, en lo esencial estoy de acuerdo, pero es muy fácil llevar el agua a tu molino aumentando o disminuyendo el caudal según convenga. A ver, resulta incuestionable que el Éxodo, tal y como nos lo cuenta la Biblia, no pudo existir. El rastro de semejante gentío sería fácilmente seguido incluso con el estado embrionario de la arqueología de esa fecha. Esa es la cuestión. Que tú me argumentas que serían la mitad de la mitad y eso los hace invisibles, pues no sé qué decirte ya que tu argumento no se sustenta en ningún dato conocido y es una suposición que podría ser posible (a mí también me parecen demasiados los que volvieron si tenemos el cuenta los que llegaron)Pero resulta que si nos ponemos a hacer conjeturas de lo que pudo ser o no, estamos perdidos, porque ya nada es fiable. Y no compares esto con Pilato, que sí que hay referencias históricas, así de pronto, creo recordar que le nombra Tácito y Josefo, aunque lo de este último es bastante chungo, y lo que sabemos por el Acta Pilati del evangelio de Nicodemo, más chungo todavía. Pero para mi, la prueba más sólida es la de Eusebio cuando trata de refutar unos Hechos de Pilatos que circulaban por aquella época y que él achaca a "funcionarios del imperio" con ánimo de confundir. En cualquier caso hay más documentación y referencias históricas (además de la arqueología)de Pilato que del propio Jesús, asunto este que tiene bemoles.
Al final, queramos o no, el cristianismo, como el resto de religiones, es cuestión de fe y la fe no se encuentra excavando ruinas, y lo que se confirma por medio de los descubrimientos tampoco sirve para justificar la fe en hechos sobrenaturales.
Es cierto, no somos fundamentalistas bíblicos, pero si obviamos o relativizamos lo que allí dice, nuestra fe no tendría ningún fundamento.
Un saludo.
10/03/13 1:16 PM
  
Joaquín
Hombre, Sanchoman, eso no es del todo cierto. De Jesús poseemos los Evangelios, los Evangelios apócrifos, las dos breves referencias de Josefo, las brevísimas referencias de Suetonio, Tácito y Plinio, y las diversas alusiones que hacen los escritos talmúdicos. Eso es bastante más que la mayoría de personajes de la antigüedad, por no hablar de todo lo que se ha perdido que es muchísimo, por ejemplo, nos falta un tercio de los "Anales" de Tácito, dos tercios de sus Historias, y se han perdido TODAS las obras históricas que consultó (por lo tanto, no podemos saber si decían algo de Jesús). A saber si alguna de ellas mencionaba a Jesús. De Josefo también se han perdido las obras de Nicolás de Damasco y Justo de Tiberiades que utilizó, por lo que tampoco sabemos si mencionaban a Jesús. Otra dificultad es que en el año 70 los romanos incendiaron los archivos del Templo (y el resto del Templo también), con lo que destruyeron toda posible referencia a Jesús que hubiera en ellos. Decir que apenas tenemos referencias históricas de Jesús implica un menosprecio "a priori" de la historicidad de los cuatro Evangelios, que no tiene ninguna base científica (cualquier criterio "científico" utilizable para rechazarla sería igualmente aplicable a TODAS las obras históricas de la Antigüedad que conservamos).
10/03/13 1:49 PM
  
Filósofo Católico
Estimado Sanchoman, un saludo cordial en Cristo.

Hay varias dificultades con lo que señalas. Hay que distinguir entre la evidencia documental: escritos que se han conservado de la antiguedad; y la evidencia monumental: inscripciones, monedas, vasijas, etc... que han sobrevivido hasta el presente o han sido excavados por arqueólogos.

Por supuesto que existe evidencia documental tanto de Pilato como de Herodes Antipas en varias fuentes escritas del mundo clásico.Pero otra cosa muy diferente es si lo que reportan esas fuentes tiene atestación en hallazgos arqueológicos de artefactos de la época.

Hasta los años 1960s Pilatos y Herodes Antipas solamente existían en las fuentes documentales. No existía evidencia arqueológica de su existencia. No es lo mismo evidencia documental que evidencia arqueológica. Tenemos evidencia documental de muchísimas más cosas de las que tenemos artefactos arqueológicos que las ilustren o confirmen. Por eso es temerario basarse en la atestación arqueológica para excluir de la historia eventos y personas que no han dejado rastro excavable hoy.

Mencionas algunas fuentes documentales que hacen alusión a Pilato. Es cierto. ¡¡Pero existen muchísimas más fuentes documentales, del mundo clásico, que hacen alusión al éxodo, a Jesús y otros datos bíblicos!! Otra cosa es con cuáles suposiciones y metodología se evalúa la historicidad y veracidad de esas fuentes. Casi nadie, durante el siglo XIX y primera mitad del XX, puso en duda que Pilato hubiera existido aunque no hubiera atestación arqueológica de su existencia; pero muchos pusieron en duda la existencia de Jesús que cuenta, como te ha señalado Joaquín más arriba, de mucha más evidencia documental que la mayoría de las personas mencionadas en los documentos clásicos. ¿Por qué? Porque había y hay un prejuicio naturalista en el análisis de la evidencia histórica sea documental o sea arqueológica: lo sobrenatural no existe, los milagros no ocurren, Dios no interviene en la historia de forma directa si es que admitimos siquiera que existe, etc...

Date cuenta que esto es un prejuicio FILOSÓFICO y NO CIENTÍFICO. Por supuesto que si yo empiezo ASUMIENDO que los milagros no ocurren y Dios no existe o no interviene en la historia, entonces voy a concluir que los relatos de este tipo de hecho no son históricos. Pero esto, como bien decía el Cardenal Ratzinger, es una reductio historiae in philosophiam.

Una última observación sobre lo que dices de la fe y el cristianismo. No se entiende la fe en la Iglesia Católica como un fideísmo irracional. Daniel, estoy seguro, te puede citar el documento relevante del Concilio Vaticano I donde explícitamente se condena esta concepción modernista de la fe. Otro punto es que la fe cristiana SI DEPENDE DE CIERTOS HECHOS HISTÓRICOS OBJETIVOS y por tanto es muy relevante lo que revele la investigación arqueológica y paleográfica. No creemos en mitologías atemporales ni se trata la fe cristiana de verdades eternas y abstractas solamente. Si se encontrara, por ejemplo, el cadáver de Cristo y evidencia histórica convincente que los discípulos se lo robaron y engañaron al mundo antiguo, se acaba el cristianismo, se destruye, se demuestra falso de toda falsedad. Como decía San Pablo... Si Cristo no resucitó vana es nuestra fe y somos los más miserables de los hombres.

Feliz Domingo a todos!!






10/03/13 4:19 PM
  
Sanchoman
Hola Joaquin, he leído con atención tu argumentación y desde la perspectiva del placer de contrastar ideas y no desde la discrepancia, te puntualizo lo siguiente:
Los Evangelios no son historia y eso no lo digo yo, es algo que goza de general consenso. Soy de Murcia y aquí tenemos uno de los mejores teólogos de España, José Cervantes Gabarrón, de reconocido prestigio mundial por diversos motivos y todos ellos relacionados con sus trabajos bíblicos. En relación con lo anterior, Pepe Cervantes, como aquí se le conoce, dice lo siguiente: "La Biblia es la historia de la fe de la Iglesia". Esto es, Joaquín, no es historia, y solo desde la óptica de la fe se puede tener en cuenta.
Dices que lo citan Plinio, Tácito y Seutonio. Plinio el Joven nombra a un Cristo, no a Jesús, pero como sabrás Cristo es un título que significa Ungido, y podría (digo podría) referirse a cualquier otro. Tácito nombra igualmente a Cristo y a los cristianos, y Seutonio lo que dice es que hay motines de judíos en Roma instigados por Crestus.
Es cierto la obra de los historiadores que deberían haber testificado sobre la historia de Jesús, es incompleta. Y sobre esto te llamo la atención, de Tácito y Seutonio falta los libros que abarcan la época de Jesús (?). Eusebio no puedo dar datos de Jesús en su Historia Eclesiástica y solo hace la referencia de Josefo.
Filo, Josefo y el padre de este, Matías, son los que deberían dar por lógica testimonio. Filo fue contemporáneo de Jesús (murió en el 47 o 50)era filósofo y escritor de amplia obra, y aunque residía en Alejandría pasaba grandes temporadas en Jerusalén.
Josefo era casi contemporáneo, no se sabe la fecha de su nacimiento, pero debió coincidir con la muerte de Jesús. Fue gobernador de Galilea, la tierra natal de Jesús. Su padre sacerdote e historiador contemporáneo del Maestro. Y, salvo la mínima referencia de Josefo, ninguno dice nada, ni en lo conocido, ni el lo perdido. De esto último da fe Focio (820-886)patriarca de Constantinopla y figura literaria del imperio bizantino, que sí conocía sus obras completas.
Sinceramente creo que a todos nos gustaría disponer de datos fidedignos de Jesús fuera de la Biblia, pero me temo que nos tenemos que contentar con el Cristo de la Fe, porque el Jesús Histórico es inexistente o casi anecdótico.
Un saludo.
11/03/13 7:27 PM
  
Sanchoman
Filósofo Católico, te pido disculpas, no tengo tiempo de contestar a tu post ahora. Quizás esta noche. Saludos.
11/03/13 7:30 PM
  
Filósofo Católico
Un saludo cordial Sanchoman. De verdad está muy ameno el contraste de ideas.

No puedo evitar objetar a tu afirmación que existe un consenso general en el sentido que los evangelios no son históricos. No existe tal consenso hasta donde mi investigación me permite apreciar. Citas a un teólogo que, según reportas, coincide con esa afirmación. Pues yo cito también a otro teólogo eminentísimo: Joseph Ratzinger. En su trilogía sobre Jesús critica duramente a los que pretenden mitologizar los evangelios o negarles su caracter histórico sustancial.

Pero no solamente Ratzinger. Existen decenas de biblistas y teólogos, católicos y no católicos, que afirmarían la sustancial historicidad de los evangelios. Y para no convertir esto en puras apelaciones a la autoridad: argumentum ad verecundiam, hay que examinar con cuáles argumentos se niega la historicidad de los evangelios. Y estos son de 4 tipos:

1. Textuales: se han corrompido e interpolado los evangelios de tal manera que se ha perdido lo que decían ab origene.

2. Literarios: El género literario de esas narraciones es midrash cristiano, novela histórica, relato helenístico de héroe semidivino estilo Apolonio de Tiana u otro semejante que no tiene fundamento objetivo seguro en la historia para las cosas que relata.

3. Históricos: errores topográficos, cronológicos, de usos y costumbres, conflicto cierto con documentos o monumentos de la época.

4. Filosóficos: naturalismo metodológico, deismo, racionalismo, positivismo, prejuicios marxistas, etc...

En mi examen personal de la literatura, los que más encuentro son los filosóficos y, usualmente, el biblista ni siquiera se da cuenta cuando está deslizando una posición filosófica haciéndola pasar por un resultado científico.
Por otro lado existe una gigantezca cantidad de literatura que refuta los 3 primeros tipos de argumento, por lo menos a mi entera satisfacción intelectual.

¿Que existen teólogos que afirman que sólo sabemos del Cristo de la Fe y casi nada del Jesús histórico? Con toda seguridad. ¿Que sus argumentos están libres de prejuicios filosóficos naturalistas y racionalistas y son científicamente inapelables? De ninguna manera. Absolutamente de ninguna manera.

Saludos.


11/03/13 10:15 PM
  
Sanchoman
Hola otra vez Filósofo Católico. No me diste tiempo a contestar a tu anterior entrada. A ver, creo que nos hemos deslizado de un suceso concreto como es el Éxodo hacia un tema tan extenso y universal como es el Jesús Histórico utilizando un comentario a modo de ejemplo que utilicé en mi segunda entrada. No era mi intención debatir sobre esto, porque ni tengo conocimientos para ello y también porque tengo la convicción personal de que no hay vasos comunicantes entre Jesús y Cristo y eso contamina mi criterio. Pero por no eludir contestarte te diré que conozco, sin ser ningún experto, al Cristo de la Fe Católica, y a ese Cristo no le añado ni quito una coma. Es el Cristo de la Fe y la fe es una cuestión privada aunque, en este caso, la creencia sea casi universal. Claro que si queremos podemos debatir, opinar y lo que queramos, porque ni siquiera para los cristianos hay un solo Cristo, ya que el Cristo doceta no es el Cristo de Sabelio ni el de Marción o Arrio. Pero como te digo, no entro en eso porque tengo claro que es asunto de fe y punto.
Otro cosa muy distinta es el Jesús humano o histórico, origen de ese Cristo. Yo esto lo tengo muy claro mientras que tu defiendes una unicidad que yo no veo por ninguna parte. Todo ello al margen de la arqueología, o si le nombra este o aquel historiador.
He nombrado a Pepe Cervantes porque he utilizado una frase suya que considero muy afortunada, y claro que hay otras opiniones, faltaría más, si lo que sobran son opiniones en este asunto ¿Y sabes por qué opina tanta gente durante tantos siglos y hay tantas "vidas de Jesús"? Pues por eso, porque nadie sabe nada... y opina, que es lo único que podemos hacer.
A mi me parece un error el tener que justificar la fe mediante la historia. Particularmente solo me intereso por lo histórico y no para anotarlo en el debe o en el haber de fe.
Dicho todo lo anterior, creo que entenderás que niegue de plano el valor de los evangelios como argumento probatorio del Jesús Histórico, y, sinceramente, mientras no me aporten alguna prueba, entiendo que todos podemos discrepar, pero por muy ilustre que sea la discrepancia (me has nombrado a Ratzinger)solo la considero a nivel de opinión. De hecho, ya me aburre leer vidas de Jesús tan documentadas todas y tan diferentes; la última, con polémica, de Pagola, que me ha recordado algunas películas que vi censuradas en la época franquista, que luego visioné en su versión completa y no he sido capaz de encontrar el motivo de la censura.
Y ahora ya ni recuerdo por dónde íbamos en lo del Éxodo.
Gracias y saludos.


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DIG: Esta discusión se ha alejado bastante del tema del post, por lo que, aunque agradeciendo todos sus aportes, cierro ahora los comentarios. Si Dios quiere, cuando yo tenga un poco más de tiempo libre, responderé a estos comentarios.
12/03/13 1:27 AM

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