Escatología y Apologética (1)

Esta ponencia consta de cinco partes.
1. En la primera parte se presentan algunos datos sociológicos que muestran que en el Occidente actual coexisten tres doctrinas principales sobre las realidades últimas, a las que llamo: la escatología del ateísmo materialista, la escatología del panteísmo reencarnacionista y la escatología católica.
2. La segunda parte es una crítica de la escatología del ateísmo materialista.
3. La tercera parte es una crítica de la escatología del panteísmo reencarnacionista.
4. La cuarta parte es una defensa de la escatología católica.
5. La quinta y última parte es una crítica de las desviaciones heterodoxas en la escatología católica contemporánea.

1. Tres escatologías en conflicto

La escatología es la parte de la teología que trata acerca de las realidades últimas: la muerte, el juicio particular, el purgatorio, la resurrección de los muertos, el juicio final, el infierno y el cielo.

Mi primera tesis es que, en nuestra actual civilización occidental, tres doctrinas principales sobre las realidades últimas se disputan las adhesiones de las mentes y los corazones: las escatologías correspondientes al ateísmo materialista, el panteísmo reencarnacionista y el cristianismo ortodoxo, o sea el catolicismo.

De entre las muchas encuestas que podría citar en apoyo de esta tesis, elegí la Encuesta Mundial de Valores (World Values Survey) (1), un proyecto de investigación global que explora los valores y creencias de las personas. Esta Encuesta se ha realizado ya cinco veces en muchos países del mundo. Incluye preguntas referidas a temas religiosos y morales, entre otros muchos temas.

A continuación indicaré algunos de los resultados de la encuesta realizada en Argentina en 2006:
• El 54% de los encuestados cree en la vida después de la muerte.
• El 39% cree en la reencarnación.
• El 71% cree en el cielo.
• El 49% cree en el infierno.
• El 79% cree que las personas tienen un alma.

Además, el 44% de los encuestados en Argentina en 1991 creía en la resurrección de los muertos.

Veamos ahora algunos de los resultados de la encuesta realizada en Uruguay en 1996:
• El 42% de los encuestados cree en la vida después de la muerte.
• El 48% cree en el cielo.
• El 23% cree en el infierno.
• El 58% cree que las personas tienen un alma.

Complementaré esta información con algunos datos extraídos de dos estudios sociológicos sobre la religiosidad de los montevideanos (2). En 2001 el 24% de los montevideanos creía en la reencarnación. Entre los católicos, en 1994 sólo el 42% opinaba que después de la muerte se resucita o se produce un encuentro con Dios. Sin embargo creía en la reencarnación el 9%, cifra que ascendió al 28% en 2001.

De todos estos datos podemos deducir las siguientes conclusiones:
• El sector que se adhiere a la ideología materialista es muy importante, aunque en términos relativos es bastante menor en Argentina que en Uruguay.
• El sector que se adhiere a la creencia en la reencarnación es muy significativo, y parece haber crecido mucho en las dos últimas décadas.
• El número de quienes se adhieren a la doctrina católica sobre las realidades últimas (y sobre todo al dogma del infierno) es bastante menor que el número de católicos, ya sea que para calcular este último se utilice la definición canónica de “católico” o la auto-definición religiosa de las personas.

Terminaré esta primera parte con un breve análisis sobre el auge de la creencia en la reencarnación. Esa creencia, propia de religiones orientales como el hinduismo y el budismo, era casi inexistente en Occidente hasta hace 50 años. Sin embargo, últimamente ha ganado muchos adeptos en Occidente en el marco de la nueva corriente religiosa llamada New Age o Nueva Era. Dicha corriente, con base en la superstición astrológica, afirma que estamos viviendo el fin de la era de Piscis (la era cristiana) y el comienzo de la era de Acuario, una nueva era de paz y armonía. La influencia de la New Age llega mucho más allá de su pequeño número de seguidores estrictos. Por ejemplo, hoy en día casi todas las librerías dedican mucho espacio a libros de autoayuda, de ficción y otros que de algún modo se inscriben dentro de esa corriente, caracterizada entre otras cosas por su esoterismo, su aprecio por las religiones orientales y su rechazo al catolicismo. Muchos de esos libros apoyan la creencia en la reencarnación. (Continuará).

Daniel Iglesias Grèzes


Notas

1) Véase: www.worldvaluessurvey.org.

2) Néstor Da Costa - Guillermo Kerber - Pablo Mieres, Creencias y Religiones. La religiosidad de los montevideanos al fin del milenio, Ediciones Trilce, Montevideo 1996; y Néstor Da Costa, Religión y Sociedad en el Uruguay del siglo XXI. Un estudio de la religiosidad en Montevideo, CLAEH, CUM, Montevideo 2003.

7 comentarios

  
Daniel Iglesias
Interrumpo por unos días la serie "Juicio a Darwin" para presentar (en cinco entregas sucesivas) mi ponencia expuesta el viernes pasado en el XIV Encuentro de Formación Católica, en San Miguel (Buenos Aires, Argentina).

Entretanto espero poder terminar de escribir mi reseña-resumen de Darwin on Trial.
05/12/11 11:28 AM
  
Ricardo de Argentina
Uruguay y Argentina son dos estados independientes pero histórica, sociológica, religiosa y culturalmente pertenecen ambos a la gran patria hispanoamericana. Por lo que no deberían darse diferencias notables a ambas orillas del Plata.
Sin embargo, la Masonería ha tenido una influencia un poco mayor en Uruguay que en Argentina, ya desde los tiempos de la independencia.
Los números que pones muestran radiográficamente las consecuencias.

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DIG: Es claro que Uruguay es el país americano de tradición católica más secularizado, con la posible excepción de Cuba.
05/12/11 12:24 PM
  
Eleuterio
Por cierto, Daniel... adelante con tu trabajo. Nos sirve, al menos a mí, para conocer mucho de lo mucho que ignoro.

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DIG: Muchas gracias, Eleuterio.
05/12/11 1:25 PM
  
Carlos Bernal
Daniel,

Sobre los datos de la encuesta, y ya que según se lee, en ella se basarán los siguentes artículos, usted nos podría aclarar un poco más lo datos? Por ejemplo veo que en Argentina solo el 54% cree en la vida después de la muerte pero el 71% en el cielo. A que se debe esta diferencia?

Saludos,
CA



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DIG: Esa diferencia es muy curiosa. A mí se me ocurren las siguientes posibles explicaciones, complementarias entre sí:

1) La gente no siempre responde las encuestas de un modo coherente. Hay gente con ideas confusas que da respuestas confusas.

2) Quizás algunas personas crean en el Cielo como "lugar" donde habitan Dios y sus ángeles y no crean en la supervivencia del alma humana después de la muerte.
05/12/11 3:32 PM
  
JuanArgento
Habria que precisar qué se entiende en las dos encuestas por "la vida después de la muerte". Porque si es "vida espiritual", entonces los números no tienen sentido. Porque si alguien cree en el cielo, entonces cree en la existencia de vida espiritual despues de la muerte, y por lo tanto los numeros deberian ser iguales o el de creencia en el cielo deberia ser menor. Pero las encuestas dan:

Argentina en 2006:
• El 54% de los encuestados cree en la vida después de la muerte.
• El 71% cree en el cielo.

Uruguay en 1996:
• El 42% de los encuestados cree en la vida después de la muerte.
• El 48% cree en el cielo.

En cambio, si "vida despues de la muerte" se refiere a la resurreccion de la carne, entonces sí tiene sentido.


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DIG: Es el problema de las encuestas. El encuestador hace una pregunta y cada encuestado la interpreta como puede o como le parece.
05/12/11 10:57 PM
  
Daniel Iglesias
Por favor aténganse al tema del post. Aquí sólo se admiten comentarios sobre este post, no sobre los anteriores (o posteriores).
06/12/11 12:04 PM
  
Carlos Bernal
Daniel,

Aunque todavía no se ven las consecuencias de los datos que usted muestra aquí, su respuesta no me satisface en lo más mínimo:

1. Si la gente respondió mal la encuesta esta no tiene valor y por lo tanto no vale la pena citarla.

2. Si hay datos que necesiten explicación, ¿cómo se pueden sacar conclusiones del estudio sin resolver esos problemas? Por lo tanto, ¿qué valor tiene citar el estudio?

Saludos,
CA

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DIG: Las encuestas tienen algún valor, aunque no deben ser absolutizadas. Ellas permiten alcanzar cierto conocimiento de las creencias predominantes en un determinado tiempo y lugar. Si la gente está un poco o muy confundida, las encuestas que reflejan de algún modo esa realidad no tienen la culpa de ello.
06/12/11 3:33 PM

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