Voces anticatólicas (Lic. Néstor Martínez)

Hasta la reciente reforma realizada por el Papa Juan Pablo II, la Iglesia exigía dos milagros para la beatificación de un candidato a los altares, y otros dos más para la canonización. El Papa Wojtyla redujo esa exigencia a un milagro para la beatificación y otro más para la canonización.

Pero lo que algunos tal vez criticarían como excesiva facilitación del proceso es haber prescindido, hasta ahora, de la autorizada opinión del semanario “Voces del Frente”, que inexplicablemente no estaba siendo consultado sobre el tema y que por eso mismo, tal vez, con ánimo de reparar en algo tan grave omisión, ha cometido algo titulado “Juan Pablo II, ¿fue un santo?”, en donde esa profunda cuestión teológica es sometida al juicio experto de algunos no creyentes y otros que se dicen católicos, más un católico de verdad que, por alguna falla totalmente disculpable de la producción, llegó también a ser interrogado.

El trabajo que se toman los enemigos de Dios, de Cristo y de su Iglesia por hacer cumplir infaliblemente cada una de las palabras del Evangelio es realmente notable. “Si al amo de casa lo llaman Belcebú, cuánto más a los domésticos”, dijo el Señor. Y esas palabras podrían servir hoy de criterio infalible para detectar a los verdaderos domésticos y servidores de Cristo. Y, con ese criterio, no sólo Juan Pablo II, sino también Benedicto XVI, han sido ya canonizados por el juicio unánime de tantos de-formadores de opinión que no han tenido la gracia, en los ocultos designios de Dios, de recibir, por el momento al menos, el don de la fe.

No es para menos; la relación con Dios es la relación fundamental. Nada como la actitud que se tome ante la Revelación divina puede hacer surgir lo mejor y lo peor de cada uno. Algunos de los entrevistados en el sínodo organizado por el semanario frentista desnudan, sin saberlo tal vez, las profundas heridas espirituales que son propias del ser humano que reniega de su Creador o que rechaza reconocer su manifestación en la historia.

Y es que Juan Pablo II fue grande en serio, demasiado grande para algunos. Se comprende que el anticatólico visceral esté ofendido con Dios por la falta de tacto que demuestra haber suscitado un Juan Pablo II en momentos en que parecía, una vez más en estos 2000 años, que por fin se había podido liquidar a la Iglesia. Más todavía, el Imperio ateo que para muchos era el futuro –y la esperanza…– de la humanidad, se vino abajo, en buena parte, porque este Papa removió algunas piedras en su Polonia natal apoyando a un sindicato de obreros que reclamaban justicia al supuesto Partido de los obreros. Eso, obviamente, es muy difícil de perdonar.

Del lado irónicamente llamado “liberal”, el odio no es menor. Los abanderados del preservativo no pueden perdonar tampoco al Papa el que no haya caído de rodillas junto con ellos ante el altar de la nueva y algo desconcertante divinidad. Entre las bocanadas de incienso que tributan fervorosamente al látex salvífico, pueden verse sus rostros tensos en el anatema contra el hereje que se ha atrevido a decir la verdad sobre el asunto, de la cual se deduce que son ellos los promotores del genocidio al alentar la promiscuidad sexual en tiempos de SIDA con la sola garantía, defensa y protección de la sobredimensionada goma.

¿Quién de los anatematizadores de Juan Pablo II y de Benedicto XVI tendría relaciones sexuales con una persona que supiese que es portadora de SIDA, “protegido” por el preservativo? Sin embargo, estos nuevos inquisidores laicos no dejan de alentar a los jóvenes a que realicen toda clase de experiencias, cuantas más y más variadas mejor, munidos de esa defensa infalible, a la vez que nos recuerdan día tras día que la hipocresía es patrimonio exclusivo de los católicos o tal vez de los creyentes en general.

Es curioso que alguno de estos nuevos cardenales uruguayos haga profesión de apoyar la “razón” en contra del “misticismo”. La “razón” ¿es la que nos dice hoy que puede haber algo así como el “matrimonio homosexual”, que la ciencia se equivoca cuando señala inequívocamente el comienzo de la vida humana en la concepción, que el sexo no es algo natural sino culturalmente construido y que por tanto se puede cambiar a voluntad, que en definitiva la realidad no importa sino que lo decisivo es lo que se le antoje a la “libertad” de cada uno? ¿Eso es la “razón”, o es más bien el misticismo del caos y de la destrucción que sirve, quizá, en muchos casos, como sustituto invertido de la fe perdida o nunca encontrada?

¿Y por qué será que es el “misticismo” de los creyentes el que hoy día sigue defendiendo contra viento y marea cosas tan humanas, básicas y elementales como la vida del no nacido, la familia y el matrimonio entre un varón y una mujer? ¿La “razón” necesitará del dogma, entonces, para poder seguir diciendo que dos más dos son cuatro y que no es posible morderse la oreja?

No hay caso; si alguna vez el creyente tiene tentaciones contra su fe, está bien que recurra a la oración, los sacramentos, entre ellos la confesión, obviamente, pero tampoco es despreciable la ayuda que presta leer a los críticos del catolicismo, para contemplar el abismo de incoherencia en que se sumerge la mente humana cuando rechaza a su Creador. Introducen sutiles distinciones que les permiten alabar la homosexualidad y condenar la pedofilia, aunque las mentes aviesas y mal pensadas no dejan de barruntar que esta última no habría sido objeto de condena alguna si no hubiese terminado prendiendo en mala hora en algunos miembros del clero católico.

No fue por los denunciadores de curas que nos enteramos de que en EE.UU. y en Holanda hay movimientos pedófilos, ONG’s pedófilas, revistas y congresos pedófilos, y que hasta se quiso hacer un partido político pedófilo y que se celebra en algunos círculos, todos los años, el día del “amante de los niños”. No fueron sus gritos desgarradores los que nos despertaron a medianoche para hacernos tomar conciencia del peligro que corre la minoridad inocente, tal vez porque en esa misma hora estaban ocupados diseñando proyectos de ley de adopción de niños y niñas por parejas homosexuales. Es cierto, reconocemos que no se puede estar en todo.

¿Habrá que concluir finalmente, que el horrendo pecado de algunos clérigos tuvo al menos la virtud de hacer imposible que algún reformador iluminado y progresista propusiese legalizar la pedofilia en nuestro país? Por las dudas apresurémonos a festejar ahora, antes de que pasen algunos años.

Mientras tanto, el problema de fondo sigue siendo silenciado tenazmente. Cada año son asesinados en todo el mundo, en cifras totalmente conservadoras, 50 millones de seres humanos que son abortados en el vientre de sus madres. Cifras conservadoras, porque se refieren al aborto quirúrgico, cuando el más extendido hoy día es el aborto químico. Aquellos a los que les falta tiempo para usar la palabra “genocidio” cuando el Papa trata de evitar que se empuje a los jóvenes a cortejar al SIDA bajo el engaño del preservativo, no hacen oír su voz, que los oigamos nosotros al menos, para denunciar el genocidio más grande, sin lugar a dudas y sin discusión posible alguna, de toda la historia de la humanidad.

Hitler, Stalin y tantos otros quedan como simples aprendices torpes e ineptos ante esos mucho más de 50 millones anuales. Pero ¿se podrá creer que muchos de los que se desgañitan contra los Papas no sólo no hablan contra este exterminio masivo, sino que lo promueven apoyando la despenalización y legalización del aborto en nuestro país?

¿Es presentable que en el mundo de los Rockefeller, los Ford, los Gates, los Soros, los Buffett, tipos que acumulan en sus arcas el equivalente al PBI de 30 o 50 países pobres, los defensores del oprimido tengan boca solamente para criticar las “riquezas” del Vaticano? Incluso los que hoy son de “izquierda”, por lo general, han puesto sordina a ese tipo de excesos verbales cuando se trata de los verdaderos poderosos, los que tienen el auténtico poder económico, político, militar. Que son, curiosamente y vaya coincidencia, los mismos que promueven el holocausto abortista en el mundo entero y que financian generosamente a los líderes locales que están dispuestos a ponerse al servicio de esas campañas filantrópico-homicidas. ¿Usted no desconfiaría?

El Papa no puede ofrecer incentivos semejantes a los que luchan por el derecho a la vida de todo ser humano desde la concepción, y tampoco puede poner en peligro la seguridad, la vida o los bienes de los que lo atacan valientemente desde debajo de la sombra protectora del “Informe Kissinger” y con el beneplácito de las Fundaciones Rockefeller y Ford y de la IPPF, solícitas madrinas todas ellas de todo incansable defensor de los derechos de la muerte para los pobres del Tercer Mundo.

Ante todo esto, ¿qué más decir? Lo único que cabe es agradecer a Dios, con temor y temblor, por el don inmerecido de la fe. Y darnos cita para el Domingo que viene en Tres Cruces a celebrar la beatificación de Juan Pablo II. Eso sí, con la venia y el permiso de las “Voces del Frente” y de sus colaboradores, cuya autorizada opinión en estos temas jamás podremos valorar suficientemente. Muchos estuvimos ahí mismo cuando Juan Pablo II celebró aquella memorable Misa en su visita a nuestro país. Si algo lamentamos en estos años que han pasado, es no haber sido más fervorosos y entregados en nuestro compromiso con la fe católica que Juan Pablo II nos vino a predicar. Ahora le vamos a pedir que desde el Cielo interceda por nosotros y por todo el pueblo uruguayo, para que la inmensa misericordia de Dios nos conceda a todos el no seguir cerrando los ojos ante la Luz.

Lic. Néstor Martínez
Montevideo, 13/05/2011.

(Néstor Martínez Valls es Licenciado en Filosofía y Presidente del Centro Cultural Católico “Fe y Razón”).

9 comentarios

  
Maricruz Tasies
Ha sido un acierto publicar este artículo, Daniel. Gracias.

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DIG: Muchas gracias, Maricruz. Como todavía no he logrado convencer a mi amigo Néstor de las virtudes de los blogs (¡Qué pena! Sería un gran blogger...), asumo yo la feliz carga de publicar alguno de sus excelentes aportes.
17/05/11 12:43 PM
  
Miguel Antonio Barriola
Como compatriota y amigo, tanto de Néstor como de Daniel, me uno a las felicitaciones por este esclarecedor planteo.
Los promotores del placer a toda costa, convirtiendo el vientre materno como la peor proximidad de la muerte, desnaturalizando el matrimonio con simpatías por uniones entre personas del mismo sexo, etc., están hundiendo la civilización al nivel del capricho, de la felicidad a pedir de mano, de lo que "se me antoja".
A ese paso el desmoronamiento del Imperio Romano será reeditado una vez más por nuestros "ilustrados" pensadores (¿ - ?) o más bien sofistas.

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DIG: Muchas gracias, P. Miguel. En verdad me entristeció la lectura del artículo de "Voces del Frente", porque permite comprobar que el odio a la fe católica está muy vivo y es muy profundo en amplios sectores de políticos e intelectuales uruguayos. Cuatro de las seis personas entrevistadas vertieron sobre el Papa Juan Pablo II todo un cúmulo de groseras descalificaciones. Si el episodio no fuera tan triste, habría que reírse de la incoherencia de estos "paladines de la tolerancia".

Un quinto entrevistado se expresa con mucho más respeto, pero malinterpreta a Juan Pablo II al entender su actuación en clave únicamente política. Además, al principio hace una broma tonta sobre el Papa, quizás para hacerse perdonar su postura más conciliadora.

El sexto entrevistado es un católico que confiesa no escribir bien. Y efectivamente, no escribió bien. Quizás por eso lo eligieron como único católico fiel al Papa entrevistado. Pero igualmente cabe felicitarlo por su valiente testimonio en medio de un ambiente hostil.
17/05/11 2:18 PM
  
Johan Liebhart
Estimado Alejandro lo que diga una secta como la del escorial tiene tanto valor como el papel mojado.
17/05/11 4:21 PM
  
MIGUEL A.ZINOLA
EL ARTICULO QUE PUBLICO EL PASQUIN " VOCES DEL FRENTE "ES LAMENTABLE!!PERO SABEMOS QUE SON LOS ENEMIGOS DE LA FE , PERO MAS LAMENTABLE ES QUE SU autor es un jerarca del gobierno y lo MAS DOLOROSO , TODAVIA ES QUE ESE PASQUIN ADEMAS , ES AUSPICIADO ENTRE OTROS POR EL SANATORIO " CIRCULO CATOLICO DE OBREROS " UNA INSTITUCION FUNDADA POR LA IGLESIA HACE 125 AÑOS Y QUE SU ACTUAL DIRECTORIO SIN ESCRUPULOS TRAICIONARON A LA IGLESIA Y SE VENDIERON A LAS POLITICAS DEL GOBIERNO...GRACIAS A DIOS TODAVIA NUESTRA IGLESIA LOCAL CUENTA CON LAICOS COMO EL ING. D.IGLESIAS Y EL LIC. N.MARTINEZ QUE CON VALENTIA SON TESTIGOS DE LA FE.

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DIG: Muchas gracias, Miguel. Como bien dices, uno de los que denigraron groseramente al Papa Juan Pablo II, distorsionando completamente su figura, venerada casi universalmente, es el Presidente del SODRE, un organismo del Estado uruguayo dedicado a la cultura. Esto daría para interesantes reflexiones, que por ahora me reservo.
18/05/11 6:21 AM
  
Strauch
Excelente artículo que desenmascara muy bien la hipocresía de los de siempre.

Gracias.

PAX CHRISTI,
18/05/11 11:24 AM
  
Johan Liebhart
Y los comentarios de Alejandro y mios???????
18/05/11 1:45 PM
  
Johan Liebhart
Estimado Daniel que quites los comentarios de mi persona me parece bien, pero que quites los comentarios de Alejandro me parece horroroso.
18/05/11 1:54 PM
  
luis
Gracias por el brillante articulo!
Gracias como lo dice el autor a JPII la Iglesia seguirá y seguirá hasta que ni se recuerde siquiera el nombre de las ideologias inventadas para destruirla.
Es lamentable que catolicos sean tan ingenuos que no conocen esto o no lo quieren conocer y que no se dan cuanta que el club anticatolico que lleva casi dos mil años en foma diligente y frenetica ha inventado todos estos ingenios anticatolicos con una pátina de "diosa razon"
28/06/11 10:06 PM
  
luis

Ahora es el moment para la Iglesia de buscar en la gloriosa Tradicion de siempre los cimientos para resistir los embates.El club de amigos anticatolicos que adoran a Lucifer esta muy rabioso pero no prevaleceran contar la Iglesia.!!
28/06/11 10:10 PM

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