Malentendidos
Acabo, casi por casualidad, de “desfacer un entuerto”. Y es cierto que los “entuertos”, los agravios, presuntos o reales, nos visitan en la cotidianidad de nuestras vidas. Igualmente, los “malentendidos”; las malas interpretaciones, la equivocación en el entendimiento de algo.
Hablamos y escuchamos, escribimos y leemos, emitimos y recibimos signos. Pero gran parte de la comunicación se basa en lo que damos por supuesto, en lo “no-dicho” que, a veces, pesa más que lo efectivamente mencionado o proferido.