La misericordia
Hay libros que uno lee muy deprisa, con ansia, con voracidad. Otros se leen por obligación, con mayor o menor, o incluso escaso o nulo, deleite. Algunos libros se compran y no se leen. Otros se leen y no se compran, sino que se piden prestados. Y las combinaciones posibles, en el binomio lector-libro, son casi infinitas.
Yo tengo cerca algunos libros que apenas leo. De vez en cuando, sí. Acudo a una página o a dos. Y no suelen defraudarme. Uno de ellos es “El Espíritu Santo en la vida cristiana”, del eminente teólogo dominico Ambroise Gardeil (1859-1931), maestro de R. Garrigou-Lagrange.