La expiación como solidaridad

Los cristianos creemos que Jesús, con su muerte, expió nuestros pecados; que los borró por medio de su sacrificio. Desde muy pronto se contempló la muerte de Jesús a la luz del cuarto canto del siervo de Yahvé del profeta Isaías: “Fue traspasado por nuestros pecados, molido por nuestras maldades”.

Realmente toda la vida de Jesús se resume en la palabra “servicio”; un servicio sanador, redentor, que hace posible una nueva comunión del hombre con Dios. Él fue, en su vida terrena, el “hombre para los otros”, y, en esta donación continua de sí mismo, no se ahorró nada, ni siquiera la muerte. Si toda su vida fue interpretada por Él mismo como un servicio salvador, resulta coherente pensar que interpretó en la misma clave su muerte.

El servicio a los hombres es indisociable de su obediencia al Padre. Un servicio y una obediencia que chocaron con los poderes de este mundo, con la desobediencia y el egoísmo de este mundo. Tal contraste tuvo como consecuencia, previsible pero ineludible, la muerte de Cruz. Donde, a los ojos del mundo, triunfa el fracaso, Dios puede crear algo nuevo. Tal es el mensaje de la Resurrección.

La palabra “solidaridad” puede expresar, en un lenguaje más asequible, lo que se quiere decir al hablar de “expiación”. La solidaridad es una realidad hasta cierto punto ambivalente: Estamos ligados a los demás no sólo para el bien, sino también para el mal. Nos beneficiamos de las acciones buenas de los otros y, a la vez, resultamos perjudicados por la maldad de los otros. Sólo en esta clave resulta inteligible, por ejemplo, la verdad del pecado original.

Jesús, al asumir vicariamente – es decir, a favor de otros – nuestra lejanía de Dios, nuestra desobediencia, al cargar con ella, por así decirlo, se convierte en el hombre solidario por antonomasia. Él entrega su vida por amor a nosotros; en nuestro provecho; en nuestro lugar. San Pablo dice que Jesús “siendo rico, se hizo pobre por vosotros, para que os enriquecierais con su pobreza” (2 Cor 8,9). Por propia iniciativa, se identifica con nosotros y se pone en nuestro lugar y así cambia radicalmente nuestra situación. Este cambio significa, en su sentido profundo, “reconciliación”. Jesús, con su solidaridad con los hombres, nos reconcilia con Dios; cambia nuestra situación ante Dios.

Jesús es nuestro Dios y nuestro Hermano. Aquel que se hace pobre entre los pobres, necesitado entre los necesitados, “pecado” entre los pecadores (2 Cor 5,21); Aquel que “por nosotros los hombres y por nuestra salvación bajó del cielo”. Marca así el camino que también sus discípulos debemos seguir: la entrega a los demás, por amor a Dios, si es necesario hasta la muerte.

Guillermo Juan Morado.

36 comentarios

  
Miguel Serrano Cabeza
[1.-]
Y cuando el entrevistador le preguntó por el carácter de la muerte de Cristo: “¿No lo describiría ya más de tal manera que Dios entregó a su único Hijo debido que los hombres eramos pecadores? ¿No lo describiría ya más así?” Monseñor Zollitsch respondió, “No.”

http://www.religionenlibertad.com/noticias/el-presidente-obispos-alemanes-afirma-muerte-cristo-fue-expiatoria

[2.-]
¿El Cordero Solidario?

ADVENIAT REGNVM TVVM.
24/04/09 5:18 PM
  
Guillermo Juan Morado
La idea de solidaridad, bien explicada, puede explicar la idea de expiación. Yo no puedo creer que un arzobispo, por liberal que sea, niegue el sentido expiatorio de la muerte del Señor. Sí puedo creer que intente explicar este sentido expiatorio de un modo que resulte comprensible a los oyentes. Y una respuesta en una entrevista depende muchos factores... No se debe hacer un casus belli de esto. "In dubio pro reo".
24/04/09 5:22 PM
  
Gabaon
Dios le bendiga Padre.

Gracias una vez más por tratar de traer balance a lo que inquieta a muchos.

Me parece prudente, si usted me lo permite, a hacer referencia a una convicción de Juan Pablo II:

"Lo que confiere a la sustitución su valor redentor no es el hecho material de que un inocente haya sufrido el castigo merecido por los culpables y que así la justicia haya sido satisfecha de algún modo (en realidad, en tal caso se debería más bien hablar de grave injusticia). El valor redentor, por el contrario, viene de la realidad de que Jesús, siendo inocente, se ha hecho, por puro amor, solidario con los culpables y así ha transformado, desde dentro, su situación."

Luego dirá el Papa:
"Cristo, pues, se hizo solidario con cada hombre en la muerte, que es un efecto del pecado. Pero esta solidaridad de ninguna forma era en Él efecto del pecado; era, por el contrario, un acto gratuito de amor purísimo. El amor "indujo" a Cristo a "dar la vida", aceptando la muerte en la cruz. Su solidaridad con el hombre en la muerte consiste, pues en el hecho de que sólo Él murió como muere el hombre ―como muere cada hombre― pero murió por cada hombre."

Como usted bien ha señalado expiación y solidaridad no se contradicen; pero creo que a lo que la gente reacciona es a los excesos de subrayar la parte solidaria a costa de la expiación. Cosa que no hizo JPII, pero de lo que hemos visto mucho, sobre todo en América.
24/04/09 5:33 PM
  
Guillermo Juan Morado
El texto de Juan Pablo II que usted cita expresa mucho mejor lo que yo he querido decir (y debo pensar que también el arzobispo alemán...). Gracias.
24/04/09 5:35 PM
  
Miguel Serrano Cabeza
Solidaridad (de "solidario"):

1. f. Adhesión circunstancial a la causa o a la empresa de otros.
2. f. Der. Modo de derecho u obligación in sólidum.

http://buscon.rae.es/draeI/SrvltConsulta?TIPO_BUS=3&LEMA=solidaridad

ADVENIAT REGNVM TVVM.
24/04/09 5:40 PM
  
Luis Fernando
Pregunta al arzobispo de Friburgo:
“¿No lo describiría ya más de tal manera que Dios entregó a su único Hijo debido que los hombres eramos pecadores? ¿No lo describiría ya más así?”

Respuesta:
“No”

El problema no está en lo que afirma sobre la "solidaridad". Está en lo que niega.
24/04/09 5:44 PM
  
Guillermo Juan Morado
Repito: una entrevista en la TV no es un libro... Por cierto, qué nivel el de la TV alemana. Aquí JAMÁS harían una pregunta de esa hondura. Supongo que si este tema trasciende, el arzobispo matizará claramente su postura.
24/04/09 5:49 PM
  
Luis Fernando
Más vale que matice lo que ha dicho, sí.

Efectivamente, el nivel de la televisión alemana en estos asuntos está a años luz de lo que se ve por estos pagos.
24/04/09 6:16 PM
  
Miguel Serrano Cabeza
La solidaridad en español es una "adhesión circunstancial". En este caso, a la "causa" de la Humanidad.

El Cordero se "adhiere circunstancialmente" a la "causa" de la Humanidad.

Más claro, imposible.

ADVENIAT REGNVM TVVM.
24/04/09 6:17 PM
  
luis lópez
Lo de ese obispo es incalificable; es un ataque no sólo al significado de expiación vicaria de la muerte de Jesús, sino un cuestionamiento integral de elementos fundamentales de nuestra fe como el sacrificio eucarístico. En la pasión de Cristo, el elemento de Sacrificio vicario querido por el Padre es indiscutible (Mt. 26,28) (Mc. 10,45) (Jn. 10,17)(Hb. 5,7-10) (1 Pe. 2,24; 3,18). Sin embargo sí entiendo forzado plantear ese misterio en términos de "deuda" como hizo San anselmo y la escolástica medieval. Así lo dijo nada menos que Benedicto XVI en su maravilloso libro "Introducción al cristianismo" (pag. 235 y siguients), que cito textualmente: "La Biblia no nos presenta la cruz como una pieza del mecanismo del derecho que ha sido violada. La cruz, en la Biblia, es más bien expresión de un amor radical que se entrega por completo, el hecho en el que uno es lo que hace, y hace lo que es; expresión de una vida que es ser totalmente para los demás".
24/04/09 6:24 PM
  
susi
ANoche felicitaba las pascuas de Resurrección a una joven amiga mía (25 años) norteamericana. Cuando me contestó, me decía: Felices Pascuas para ti también: esta es para mí la época más bonita del año, pues en ella celebro lo que Jesús quiso hacer por mi. Como decía el ínclito Jesulín, en dos palabras: IM-PRESIONANTE-
Ella sí que tiene claro qué hizo su Dios por amor
24/04/09 7:52 PM
  
Camino Iriarte
Como dice el P. Guillermo Juan, in dubio pro Zollitsch. La entrevista entera me hace pensar que esa respuesta estaba en un contexto en el que el obispo tenía que "decantarse" por un desarrollo tradicional u otro rupturista. Y para no perder su "etiqueta", optó por el segundo. No es que niegue el significado expiatorio de la pasión y muerte del Señor; sólamente dice que él no hablaría de ello, y así será. Yo al menos tengo que buscar bien dónde asistir a misa, si no quiero que me escondan los misterios de mi fe tras interpretaciones rupturistas del credo católico. No menos de 3 párrocos conozco que han predicado esta Semana Santa el Triduo Pascual pasando tan de puntillas por la primera parte -muerte-, reinterpretando esta en ese sentido de solidaridad y paso pascual cuando no de simbolismo acompañado de powerpoints de flores, rayos de sol y sonrisas al viento, y criticando las prédicas antiguas sobre los sacrificios y expiaciones... Cualquiera de estos 3 párrocos podría ser el obispo Zollitsch, y viceversa, claro. Si no hay mucho escándalo, así quedará la cosa. Y si lo explica, pues lo mismo, a mi juicio. Cuando se jubile, tendremos otro Martini. Pero nos queda el Credo y los buenos sacerdotes. A Dios gracias, seguiremos buscándolos y encontrándolos.
24/04/09 8:34 PM
  
Dnniepper
Bueno, yo como no tengo ni repajolera idea de alemán y tampoco me fío del todo de los periodistas, oficialistas o no, pues no diré nada del tema. Texto y contexto , ya lo ha comentado camino.

Lo que a mí me extraña es, precisamente una entrevista en una cadena no religiosa en la que le pregunten sobre ese tema a un obispo. ¿alguien se imagina algo parecido en españa? Aquí del condón, de la cope y si dos tíos se pueden casar, no salimos...

la "expiación" no es un tema fácil, ni corriente para preguntar en una entrevista informal. ¿a ver si al obispo este le han hecho una encerrona para montar un escándalo "ad hoc" ? ¡Caña a Benedicto!
24/04/09 9:44 PM
  
JMMCBXVI
Bueno, vamos a ver, P. Guillermo... Cierto que "solidaridad" bien explicada "puede" hacer más comprensible hoy la noción de "sacrificio de expiación", pero aún así, "solidaridad" se queda un tanto corto. Amén de posibles oportunas aclaraciones y matizaciones del Arzobispo de Friburgo, "solidaridad" es una palabra muy al uso hoy que, querámoslo o no, no alcanza el sentido hondo de la Cruz redentora del Señor. Pero en cualquier caso, el Arzobispo alemán aparentemente niega carácter netamente "expiatorio", y por eso lo "sustituye" por la palabra "solidaridad", que sencillamente no es lo mismo, ya que si no hay expiación, tampoco puede haber solidaridad, ¿no?
25/04/09 1:08 AM
  
Guillermo Juan Morado
Todo lenguaje es analógico... Y yo no soy el defensor del arzobispo, pero creo que, sin pruebas muy claras en contra, se debe presuponer, en principio, que comparte la fe común.
25/04/09 1:12 AM
  
aja
Acabo de escuchar la entrevista en original. Se encuentra aquí:http://de.gloria.tv/?media=25131. Queda claro desde el principio que el obispo no cree en un Dios macabro que necesita un chivo espiatorio, sino en uno que se solidariza con el pecador hasta el extremo. Hacia el final del fragmento que se muestra en esta página que les indico las cosa todavía queda más clara. Si quieren intentaré encontrar la transcripción y se la traduciré.
25/04/09 10:44 AM
  
luis lópez
Aja, te agradeceríamos que nos tradujeses las palabras exactas del Obispo. Lo que he leído, como cristiano, me ha escandalizado. Cristo murió por nuestros pecados (1 Cor. 15,3) y en la última cena dijo a sus discípulos que su cuerpo sería entregado por los discípulos y por todos los hombres para el perdón de los pecados (Mt. 26,28). Las categorías de deuda-satisfacción son insuficientes, cierto, pero no se puede eliminar el elemento del sacrificio hasta la muerte -querido por el Padre- por amor a todos (Hb. 5, 7-9). Si eliminásemos eso, núcleo esencial de la fe cristiana, no podría volver a celebrarse una Santa eucaristía como la entendemos los católicos.
25/04/09 11:32 AM
  
aja
A Luis López:
He vuelto a escuchar varias veces la entrevista porque no he encontrado transcripción. Lo que he podido captar, porque hay momentos en que o hablan poco claro o la cinta se salta algún segundo, lo he traducido ya. En un tema tan importante me cuesta decidirme por una versión determinada de una palabra que puede tener distintos significados. Espero haber captado bien lo que el obispo quiere decir. Ahora me voy a comer, después volveré a escuchar la entrevista, repasaré mi traducción y os la mando.
25/04/09 1:28 PM
  
aja
Esto es lo que he entendido de la entrevista. Lo que no puedo llegar a distinguir con claridad está entre claudátors. En mi modestísima opinión, acepta la muerte de Cristo por el pecado de todos nosotros, por el mío propio, pero quiere dar una explicación "moderna". Pienso que hubiera sido mucho más sencillo citar a san Juan: "Dios amó tanto al mundo ..." y reconocer el misterio del mal.

Entrevistador.* Ayer fue viernes santo, el día en que Jesús fue crucificado. Según la tradición teológica, el día en que Cristo murió por los pecados del mundo. Es [...] la antigua interpretación.

Zollitsch.* Hoy se discute mucho sobre esta cuestión. El motivo de su muerte por los pecados de los hombres no fue el hecho de que necesitara un sacrifico expiatorio, algo así como un chivo expiatorio. Se solidarizó con nosotros hasta el extremo, con el dolor y la muerte, y mostró que el dolor de los hombres, de todo hombre, también la muerte, es aceptada y transformada en su Hijo. Esta es la gran perspectiva, la imponente solidaridad que llega hasta el extremo de sufrirlo todo. Y si me pregunto en la oscuridad por el sentido del dolor y de la muerte, para mí la respuesta decisiva es que Jesucristo lo ha compartido conmigo y por mí, y que en Él está a buen recaudo y[...] me ilumina en esta oscuridad y me dice[...] Entonces yo no estoy solo, Dios va conmigo. Esta es la grandiosa noticia del Viernes Santo.

E.* Así pues, usted ya no lo expresaría diciendo que Dios, por así decir, entregó a su propio Hijo porque los hombres eran tan pecadores. No se expresará ya así.

Z.* No, permitió que su propio Hijo sufriera este último tormento mortal por solidaridad con nosotros, para mostrarnos esto: sois para mí de tan gran valor que voy con vosotros, estoy del todo con vosotros, en cualquier situación.

E.* Bueno, pero a pesar de todo es una imagen cruel de Dios. Esta señal hubiera [...] al hombre le hubiera bastado.

Z.* Desde luego. Dios hubiera podido hacer muchas otras cosas, pero lo dispuso así. De todos modos existe también la libertad del hombre, y con ello la libertad de ponerse en contra de Él, también de hacer el mal. Y Dios nos deja esta libertad, pero nos dice en su Hijo: aun cuando os apartéis de mí, aun cuando hagáis el mal, yo estoy con vosotros ayudándoos y sosteniéndoos, enseño la perspectiva, no desde un elevado observatorio que no[...] se identifica con la totalidad, sino a partir de vuestra misma humanidad, compartiéndolo plenamente todo. Para mí, esto es algo grandioso por parte de Dios.

E.* Precisamente en estos últimos años en la teología protestante se ha reflexionado también sobre la teología de la expiación con extraña intensidad, porque precisamente la teología protestante se basa en ella de otra manera, pero también en la tradición católica hay todavía hoy muchas personas que sufren a causa de esta tradición, de que antes se les enseñara que el Señor Jesús tuvo que sufrir y morir en la cruz por tus pecados. Era una especie de catequesis brutal para muchas personas.

Z.* Depende de nuestra manera de verlo desde la profundidad. También mis pecados, digo, tienen la culpa de que se comprometiera conmigo de esta manera, pero este compromiso conmigo lo adquirió por solidaridad conmigo y voluntariamente, y por ello llevó conmigo aquello de lo que yo soy culpable, también todo el mal que he ocasionado, para elevarlo de esta forma al mundo de Dios y mostrarme con ello también el camino que lleva de la culpa, de la muerte, a la vida.
25/04/09 3:33 PM
  
Guillermo Juan Morado
Muchas gracias por la traducción. Obviamente, queda mucho más claro el asunto.
25/04/09 3:36 PM
  
aja
De nada, padre Guillermo. A su disposición siempre.
25/04/09 4:08 PM
  
luis
Para mí está claro el intento por aguar el tema de la expiacion, intentando hacer más aceptable y razonable el misterio por medio de una evasia de neto corte semipelagiano. La solidaridad (sea ello lo que fuere) nadie la niega, viste bien y forma parte de los artilugios palabreros de la politiquería polaco-vaticanista.
La expiacion es mucho más, y si se quiere halagar los oídos de la masa semiprotestante, hay que descartarla.
25/04/09 5:03 PM
  
Joaquín
La entrevista completa aclara las cosas y tranquiliza mucho; aunque da demasiadas vueltas sin, a mi entender, necesidad. Padre Guillermo gracias por su análisis.
25/04/09 5:05 PM
  
luis
Buscando algo parecido a lo que dice este sucesor indigno, encontré esto en santo Tomas. Obviamente, "solidaridad" parece que todavía no estaba traducido al latín, pero es interesante la objecion y la respuesta del Doctor Común:

3. Dificultad: la satisfacción incluye una cierta igualdad con la culpa, por ser un acto de justicia. Pero la pasión de Cristo no parece equivaler a todos los pecados del género humano, porque Cristo no padeció en su divinidad, sino en su carne, según aquellas palabras de 1 Pe 4,1: Cristo padeció en la carne. Y el alma, en la que se da el pecado, es mayor que la carne. Luego Cristo no satisfizo con su pasión por nuestros pecados.

CONTRA ESTO: está lo que, en nombre de Cristo, se dice en Sal 68,5: Pagaba lo que no robé. Pero no paga el que no satisface perfectamente. Luego parece que Cristo, padeciendo, satisfizo perfectamente por nuestros pecados.


RESPONDO: Propiamente satisface aquel que muestra al ofendido algo que ama igual o más que aborrece el otro la ofensa. Ahora bien, Cristo, al padecer por caridad y por obediencia, presentó a Dios una ofrenda mayor que la exigida como recompensa por todas las ofensas del género humano. Primero, por la grandeza de la caridad con que padecía. Segundo, por la dignidad de su propia vida, ofrecida como satisfacción, puesto que era la vida de Dios y del hombre. Tercero, por la universalidad de su pasión y por la grandeza del dolor asumido, como antes se ha dicho (q.46 a.5 y 6). Y, por tal motivo, la pasión de Cristo no fue sólo una satisfacción suficiente, sino también superabundante por los pecados del género humano, según aquellas palabras de 1 Jn 2,2: El es víctima de propiciación por nuestros pecados; y no sólo por los nuestros, sino también por los del mundo entero.
25/04/09 5:23 PM
  
luis
Es la "teología pobre" la de este indigno sucesor. Se agúa, se empobrece la riquísima trama de la teología, dejando una sombra de la doctrina, para que sea aceptable. No se le cae una idea, salvo su acepcion político-teologica germano-polaca de la "solidaridad". Un bochorno.
Uno lee a Tomás de Aquino, en estas questiones sobre la satisfaccion, en sus matices y perfiles y se da cuenta de que estos mercachifles de la fe son unos chapuceros.
25/04/09 5:45 PM
  
luis lópez
Aja, muchas gracias por este trabajo de traducción. Por lo que leo, este obispo adopta una postura semi-pelagiana: como los hombres sufren, Jesús quiso también solidarizarse y sufrir con ellos el dolor, la traición y la muerte. Eso es cierto, pero es un postulado radicalmente insuficiente (Pelagio no lo hubiera dicho mejor). No hace ni una referencia al pecado o a la imposibilidad del hombre de salvarse por sus propias fuerzas

¿Para qué, entonces, la cruz? ¿Para que viéramos que Dios hecho hombre se solidariza con el dolor? La objeción que hacen los ateos -por ejemplo R. Dawkins en su libro "the God delusion"- a la insuficiencia de ese argumento es muy obvia: Pues para eso que Dios omnipotente no hubiera puesto el dolor en el mundo.

Por eso, la Cruz significa mucho más que esa pobrísima visión. Significa, como dije antes, que somos radicalmente incapaces de salvarnos por nuestras propias fuerzas (usando nuestro libre albedrío), que no es el hombre el que busca la salvación en la ofrenda a Dios, sino el mismo Dios que por amor, por pura gracia, toma la iniciativa salvadora, y asume en su totalidad el sufrimiento y el pecado (Dios lo hizo pecado, recuerda san Pablo) para limpiarnos de culpas y abrirnos, con su resurrección, el camino del Cielo, el camino que nos une a Dios. ¿Tanta verguenza le da a ese obispo decir eso?
25/04/09 8:07 PM
  
luis
Así es, tocayo, es el típico modus operandi de las herejías "semi"; se sustituye un concepto propio, específico y catolico por uno más laxo, y se niega el primero. Por ejemplo, los semiarrianos sustituyeron el concepto "consustancial" al Padre por "de la misma naturaleza". Nadie podía negar que el Verbo no fuera de la misma naturaleza que el Padre, pero al negar la consustancialidad se caía en la herejía. Igual aquí con la "solidarnosc" tan mentada en las luchas polacas de la década del 80, introducida ahora a golpe de furca en la teología después de veinte siglos.
Pues lo de este obispo me recuerda a la religion inventada por el genial Phillip Dick, en "¿Sueñan los androides con ovejas electricas?". El "dios" (un deus impotens) es un viejo actor borracho,Mercer, que sube y sube una cuesta mientras le tiran piedras. La gente se identifica con él gracias a unas cajas de empatía. Cuando el protagonista le pregunta si hay redenciòn, le contesta que no. Y ante la obvia pregunta de por qué sufre, contesta: "Para que sepan que no están solos".
Ahora que lo pienso, Dick probablemente se estaba burlando de la religion protestante.
25/04/09 10:14 PM
  
Guillermo Juan Morado
No acabo de entender ciertas posiciones... Será defecto mío, pero no se debe juzgar pensando en lo peor...
25/04/09 11:48 PM
  
Gabaon
Padre Guillermo,

Yo cre que la cosa es sencilla: el internet le ha abierto la puerta a todo el mundo para que se dedique a "defender" la Iglesia. Como le comentaba a María Lourdes en su blog, todos se creen llamados igual que los Santos a "defender" la Iglesia, pero el llamado a la santidad, a la mesura, a la caridad, pues no se percibe tan claro como el de este auto-llamado a la apologética; entonces la carnalidad y el espíritu de contienda se esconden fácilmente detrás de esta "defensa".

Y mire, mi Cristología es Anselmiana hasta más no poder; yo soy de los que no puedo prescindir de las categorías tradicionales, a mí me encanta conservar el aspecto sustitutivo-vicario e incluso tolerar (como muchos católicos ortodoxos) la categoría de la sustitución penal; soy alérgico a que alguien se avergüenze de la Cruz; pero creo que no más hace falta un poco de lectura comprensiva para darse cuenta que en estas palabras del Arzobispo no hay ABSOLUTAMENTE nada que haga sus palabras heterodoxas. Yo, la verdad, no he entendido los títulos sensacionalistas de la prensa católica en este caso, mucho menos las referencias para que se acuse al Arzobispo con la CDF.
26/04/09 1:13 AM
  
luis
Padre, la famosa tesis ignaciana de salvar la proposicion del projimo no va cuando se trata de favorecer la herejía.
El oficio del obispo exige la maxima precision en su mensaje, pues justamente es el "inspector de la fe". Este es un típico caso de mala praxis profesional. Si san Pablo reprendió a Pedro porque "judaizaba", cuanto más esta actitud de aguar la doctrina catolica en sentido protestante inequívocamente es un atentado a la fe. Como enseñó bien el venerable Cardenal Newman, la vía media es la vía de la herejía.
Por eso, no hay contemplaciones cuando de la sanidad de la fe se trata, y menos por parte de un profesional de la fe. No hay agachada, subterfugio, "loquimini placentia" que valga. La verdad no es mercancía de contrabando, como dijo San Pío X. Si el obispo se averguenza de decir que Cristo es el cordero degollado desde la Creacion del Mundo (Apoc.), la víctima inmolada por nuestros pecados, victima inmaculada, santa y " rationabile" (como dice el rito extraordinario)por nuestros pecados, que deje el báculo y se dedique a otra cosa, porque el Cordero que fue inmolado desde la creacion del mundo se avergonzará de El. Confesamos plenamente a Cristo y a Cristo resucitado, no al Buda "compasivo" o al Mesías "solidario" (la palabrita, para los que tenemos formacion jurídica, es una verdadera porquería: la solidaridad es tambien una metafora jurídica,y de las peores, porque no implica "sustitucion" necesaria del deudor, puede ser subsidiaria y accesoria, no es propiamente una "redemptio" en el sentido del derecho romano).
La próxima va a ser un obispo que diga que María es madre de Jesús, no de Dios. Y algún idiota útil dirá que es cierto, que es verdad inequívoca que es la madre de Cristo. Y los "extremistas" diremos que no, que es la madre de Dios.
Esto se parece cada vez más a la Iglesia del siglo IV que describe Newman en su opusculo "Sobre la consulta a los laicos en materia de fe". Herejes, semiherejes, fautores de herejías, línea medistas, consentidores de ambiguedades. Y nos pocos insistiendo en la verdad catolica desnuda, pura y recta. Por Providencia divina, el primero, nuestro Santo Padre. Que Dios lo cuide y no lo haga caer en las manos de sus enemigos, internos y externos.
26/04/09 1:20 AM
  
Guillermo Juan Morado
Luis: Claro que la muerte de Cristo Nuestro Señor es expiatoria, pero , de verdad, no creo que ese arzobispo lo niegue. El lenguaje siempre es analógico. No me parece justo ver, en un intento de hacer comprensible la doctrina católica, un guiño a la herejía. Sinceramente, no lo veo.
26/04/09 1:23 AM
  
luis
Yo sí lo veo. Si no hubiera negado lo del chivo expiatorio, coincidiría con usted. Pero negarlo muestra para donde tira. Por otra parte, están en la línea del progresismo que infesta a estos alemanes.
26/04/09 1:48 AM
  
Guillermo Juan Morado
No debió haber negado nada.... Pero busquemos la intepretación más favorable.
26/04/09 2:03 AM
  
luis
Mientras usted se conduele del monseñor, millones de espectadores se quedaron con la idea de que Cristo no es el cordero que quita los pecados, enviado por el Padre por los pecados de los hombres. Yo no busco interpretaciones, exijo que los profesionales cumplan con su deber, como lo hago yo con el mío.
Si un cliente viene y me pregunta si es deudor directo,o fiador,o solidario o liso y llano y principal pagador, y le contesto que en realidad es un deudor "solidario" "empático", me quedo sin cliente y sin trabajo, por chapucero.
26/04/09 2:35 AM
  
luis lópez
Guillermo, acabo de llegar del Santo Sacrificio de la Eucaristía, y sinceramente pienso que palabras como la de ese Obispo desnaturalizan el profundísimo significado del "sacramento de nuestra fe". En vez de Santo Sacrificio ¿Deberíamos denominarla "Santa Solidaridad"?
26/04/09 10:41 AM
  
aja
Personalmente, la palabra solidaridad no me gusta, y menos aplicada al caso que nos ocupa. Como tampoco me gusta demasiado que el arzobispo hable de que somos para Dios de tan gran valor en vez de afirmar que, como Amor que es, nos ama hasta el extremo. Respecto al chivo expiatorio, fíjense que no dice que Cristo no fue chivo expiatorio, sino que su muerte en cruz no se produjo porque Dios necesitara un chivo expiatorio. Luego afirma que Dios hubiera podido hacer cualquier otra cosa. Lo que voy a decir como no entendida en la materia tal vez sea una solemne tontería, y si tiene algo de herético, por favor, corrección inmediata. Pienso que cuando Cristo nos pide que no devolvamos mal por mal, lo que está diciendo es que es preciso que carguemos con ese mal que nos hace daño a fin de poner un dique a la expansión del mal, y esto nos convierte automáticamente en pequeños chivos expiatorios del mal. Esto, creo, sólo es posible hacerlo unidos a Él, teniendo presente siempre su Cruz. Es decir, que la lucha contra el mal nos convierte en pequeños chivos expiatorios, no porque Dios quiera que lo seamos, sino porque es el único medio de enfrentarse al mal sin que éste llegue a dominarnos o aunque sea sólo a dejar en nuestro interior una gotita de su terrible veneno.
Otra cosa, ¿Será una respuesta clara a Zollitsch el hecho de que en la homilía que acaba de pronunciar el Santo Padre haya hablado dos veces de Cristo como "víctima de expiación"?
26/04/09 12:03 PM

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