Estad siempre despiertos
XXXIII Domingo del Tiempo Ordinario, Ciclo B
San Marcos 13, 34-32: Estad siempre despiertos
“Estad siempre despiertos, pidiendo fuerza para manteneros en pie ante el Hijo del Hombre” (Lc 21, 26). Próximos ya al final del año litúrgico, estas palabras nos invitan a la vigilancia.
El Señor vendrá como Juez al final de los tiempos. El profeta Daniel, usando un lenguaje apocalíptico, vincula la venida del Mesías con el fin de los tiempos y la resurrección de los muertos: “Muchos de los que duermen en el polvo despertarán: unos para vida perpetua, otros para ignominia perpetua” (cf Dn 12, 1-3).
Jesús, utilizando una forma de expresión similar, anuncia su muerte en la doble perspectiva de la destrucción de Jerusalén y del fin del mundo: “El día y la hora nadie lo sabe, ni los ángeles del cielo ni el Hijo, sólo el Padre” (cf Mc 13, 24-32).