InfoCatólica / La Puerta de Damasco / Archivos para: Febrero 2018, 10

10.02.18

Monseñor Alberto Cuevas, sacerdote y periodista

Entre los muchos dones que he recibido de Dios me gustaría destacar la ayuda y el ejemplo – también la amistad – que me han brindado otros sacerdotes. A estas alturas de mi vida veo claramente que han sido muchísimos. Y con ellos, como con quienes en el fondo me han querido y ayudado, soy y seré siempre un desagradecido. No porque no valore esa amistad, sino porque uno se queda corto a la hora de corresponder a la misma.

Podría citar nombres y nombres: D. Vicente, D. Benito, D. Bienvenido… Y tantos otros, compañeros de camino y de etapa de viaje, tantas veces acabada porque tocaba, quizá, bajarse del autobús. No por no durar toda la vida las amistades dejan de ser lo que fueron. En lo que me compete a mí, si he sido amigo de alguien, lo he sido sin reservas, a pesar de mis límites y defectos.

Pero toca hablar de D. Alberto Cuevas, “sacerdote y periodista”. Y no hay en él, y no lo hay en absoluto, contradicción entre un título y otro. “Sacerdote” es equivalente a “mediador” y “periodista”, en cierto modo, también. Un periodista establece una mediación entre la realidad – lo que acontece – y nuestra toma de conciencia de eso que sucede – la noticia - . D. Alberto ejerce esa mediación con una enorme habilidad y con una enorme finura. Él es así. No finge, sino que le sale de dentro.

D. Alberto, que – dicho sea de paso – ha tenido la gentileza de prologar uno de mis libros: “La obediencia del ser. Reflexiones sobre la vida cristiana”, Barcelona 2015, es una persona a la que siempre he admirado.

Él quizá no lo recuerde, pero yo sí, perfectamente, cuando escribió, el 29 de junio de 1991, el día de mi ordenación presbiteral, un artículo en “Faro de Vigo” titulado “Cuatro sacerdotes al Ángelus”. Un título que respondía – ahí está la buena mediación – a la realidad: Sobre las 12.00 horas de ese día, mis compañeros y yo, éramos ordenados sacerdotes por Monseñor Cerviño en la Concatedral de Vigo.

Y D. Alberto ha estado siempre, para mí y para todos, cuando le pedíamos que una noticia de nuestra parroquia fuese “noticia” para muchos más. Y él estaba – y está – para hacer este milagro posible.

A mí me ha servido de puente entre mis artículos y los medios de comunicación. Yo estoy enormemente agradecido a los periódicos de mi ciudad – a “Faro de Vigo” y a “Atlántico Diario” – y a los demás medios. Pero si me han ayudado tanto, si me han dejado asomarme a sus páginas, ha sido, en buena parte, gracias a D. Alberto.

Leer más... »