"Postilla" a la prueba por la contingencia de los entes.

Santo Tomás de Aquino Agregamos aquí, según lo anunciado en el “post” anterior, algunas puntualizaciones que ayudan a comprender mejor, esperamos, la prueba filosófica de la existencia de Dios por la contingencia de los entes. Desde ya advertimos que será necesario otro “post” más para terminar con las aclaraciones.

————————————

Hay que notar que en la prueba presentada en el “post” anterior, hablamos de la serie de causas actuales del ente contingente. En efecto, las pruebas de la existencia de Dios no se basan en la imposibilidad de un retroceso al infinito hacia atrás en el tiempo, sino en la imposibilidad de un retroceso al infinito en la serie actual de causas de una cosa. La serie infinita imposible de que se habla no es la serie formada, por ejemplo, por el padre, el abuelo, el bisabuelo, etc.

Esto se debe a que la causa es formalmente “causa” cuando está causando, no cuando no lo está haciendo. Y cuando la causa está causando, simultáneamente el efecto está siendo producido, como cuando dibujamos una raya con lápiz en un papel. La mano no mueve al lápiz desde el pasado, sino desde el presente. En el momento en que la mano deja de moverse, el lápiz también, y la raya deja de ser trazada. A su vez, mientras movemos la mano es que nuestra voluntad está imperando que se mueva. En el momento en que la voluntad deja de imperarlo, la mano se detiene, el lápiz también, y la raya deja de ser trazada.

Eso es una serie de causas actualmente subordinadas. Son causas contingentes, en el sentido preciso de que causan contingentemente su efecto, es decir, no que una vez que actúan el efecto no se siga necesariamente, sino que pueden actuar o no. En el ejemplo, el lápiz podía moverse o no, según la mano lo moviese o no, lo cual a su vez dependía de que la voluntad moviese o no a la mano. Es claro que una vez que el lápiz se moviese, la raya aparecería simultáneamente en el papel, y una vez que la mano se moviese, el lápiz simultáneamente se movería, etc.

Y por eso estas causas sólo pueden causar en la precisa medida en que otra causa está causando que ellas causen. Porque es contingente que causen o no, y entonces, el hecho mismo de que causen debe ser determinado por otra causa, la cual, si es a su vez contingente en su causar, deberá ser movida a causar por otra causa, y así sucesivamente, mientras se trate solamente de causas contingentes.

————————————–

Este “poder actuar o no” de las causas contingentes no se opone a que esas causas actúen según leyes necesarias. Porque en esos casos, la necesidad del obrar será solamente condicionada, hipotética. En efecto, las leyes de la naturaleza dicen que “si se da A, necesariamente se dará B”. No dicen que B sea absolutamente necesario, en sí mismo, y entonces, B puede ser, como de hecho es, en sí mismo contingente, aún derivándose necesariamente de A, que también es contingente.

Por ejemplo, si aprieto el interruptor, se enciende necesariamente la luz, pero es contingente que lo apriete, y por tanto, también es contingente que se encienda la luz. Y no vale decir que el hecho de que yo apriete el interruptor a su vez se deriva necesariamente de otro antecedente, porque, sin entrar aquí en el tema del libre albedrío, el hecho es que si ese otro antecedente también es contingente, como sucede con todos los hechos dados en la experiencia, sigue en pie el mismo razonamiento.

Y que esos eventos son en sí mismos contingentes, surge, en definitiva, del análisis de sus conceptos o definiciones, que no incluyen necesariamente el ser en acto y no implican contradicción en caso de negarse su existencia.

————————————–

Ahora bien, esta serie de causas actualmente subordinadas es la serie de causas en la que no se puede retroceder al infinito, según las “vías” tomistas.

Porque es de ésta serie de causas que depende el ser del efecto, y por tanto, es ésta serie de causas la que contiene la razón de ser del efecto, y por tanto, es esta serie de causas, como veremos enseguida, la que no puede implicar un retroceso al infinito, sin que el efecto quede sin razón de ser.

Es cierto que en un sentido, el ser de un hijo depende de su padre, pero solamente en el sentido de que el hijo sólo ha podido llegar a ser gracias a su padre. Una vez que el hijo está en el ser, ya no depende de su padre para ser, como se ve por el hecho de que el padre puede morir y el hijo seguir viviendo. Como el hijo es un ente contingente, mientras existe, tiene su razón de ser en otro, es causado, pero ese otro no es su padre, que puede ya no existir.

Esa causa actual inmediata es la que, si produce contingentemente su efecto, como arriba dijimos, depende a su vez de otra causa actual que la mueve actualmente a producirlo.

Eso quiere decir que hay distinguir claramente entre las causas del “fieri” o “llegar a ser”, y las causas del “esse” o ser. El ente contingente nunca tiene en sí mismo, en su naturaleza, la razón de ser de su existencia, y por tanto, mientras existe es causado. La causa de su “fieri” o llegar a ser, puede ser distinta de la causa de su “esse” o ser actual, como se ve en el caso del hijo cuyos padres han muerto. E incluso, como diremos enseguida, podría un ente contingente tener causa solamente de su “esse” y no de su “fieri”, si ese ente contingente existente nunca hubiese comenzado a existir.

————————————–

En efecto, de lo anterior se sigue que para las “vías” tomistas que demuestran la existencia de Dios es indiferente que el Universo haya comenzado a existir o no. Porque la imposibilidad del retroceso al infinito, en estas pruebas, se plantea para la serie actual y simultánea de causas del ente contingente, no para la serie pasada y sucesiva de causas de ese ente.

Para Santo Tomás, esta última serie de causas es accidental a la producción del efecto en cuestión, la que es esencial es la serie actual de causas. En efecto, ni el padre ni el abuelo ni el bisabuelo, etc., son esencialmente necesarios para la existencia del ser humano, porque evidentemente no todos los seres humanos podemos tener la misma cantidad de ancestros.

Y por eso Santo Tomás pudo decir, para asombro del mundo teológico de su tiempo, y de nuestro tiempo, que por la fe él sabía que Dios había creado un mundo con comienzo, pero que hubiese sido perfectamente posible que Dios crease un mundo sin comienzo.

Lo que sí es necesario, viene a decir Santo Tomás, es que con comienzo o sin comienzo, el mundo, en tanto formado por entes contingentes, a cada instante dependa de la causalidad actual del Ente Necesario. Es decir, que incluso un Universo que no tuviese “fieri” o comienzo de a ser, por ser sin comienzo, al ser un conjunto de entes contingentes, y por tanto, contingente también él mismo, dependería continuamente, desde siempre, del Ente Necesario en cuanto a su “esse”, su ser.

Lo mismo podemos verlo desde el punto de vista del acto y la potencia. Un Universo sin comienzo ni fin sería una sucesión sin principio ni fin de entes contingentes, es decir, de potencias actualizadas que en ningún momento serían la razón de su propia actualización, porque el acto es más que la potencia y no se da lo que no se tiene, y por tanto, a cada instante dependerían de una causa en acto, y en definitiva, como vimos arriba, de una Causa Primera que sea Acto Puro de Ser.

————————————–

Esa imposibilidad de retroceso al infinito en la serie actual de causas del ente contingente tampoco exige ni prohíbe por sí sola que haya una primera causa contingente, “por debajo”, por así decir, de la Causa Primera Necesaria.

En efecto, “imposibilidad del retroceso al infinito en la serie de causas” no es lo mismo que “imposibilidad de una serie infinita de causas contingentes”. Para lo primero basta que haya una Causa Primera, que por serlo, no será causada, y por tanto, no será contingente, sino Necesaria, y para eso no hace falta una primera causa contingente, porque se trata de que no toda causa sea a su vez causada, no de que no toda causa contingente sea a su vez causada.

La serie de causas contingentes actualmente subordinadas podría, por este lado, ser infinita, sin que por ello dejase de tener que haber una Causa Primera Necesaria que por serlo está por definición fuera de esa serie.

Si se niega la infinitud de la serie actual de causas contingentes subordinadas entre sí, es por otra razón, derivada de la imposibilidad del infinito numérico actual.

Por eso mismo, tampoco es imposible que haya una primera causa contingente, subordinada a la Causa Primera Necesaria. Esa primera causa contingente, en efecto, ha de estar tan infinitamente por debajo de la Causa Primera Necesaria como cualquier otra causa contingente.

————————————–

Tampoco es necesario en las “vías” tomistas partir del Universo en su conjunto, como efecto que necesita ser causado por Dios. Eso es así, pero lo mismo vale para cualquier ente contingente, una lapicera, una mosca, una mota de polvo que cae en el aire y es iluminada por los rayos del sol. Alcanza con que exista un solo ente contingente para que la conclusión de la prueba se siga necesariamente.

Es la mentalidad cientificista actual la que quiere partir siempre del Universo en su conjunto, y ahí nos enredamos con problemas innecesarios de cosmología. Por eso es clave la frase del gran Chesterton: “No hay duda de que la Tierra es un lugar. Los sabios me aseguran, además, que es un planeta”.

Una vez que se ha demostrado que existe un Ser Necesario, por eso mismo ya se sabe que no puede identificarse con ningún ente contingente ni tampoco con el conjunto de entes contingentes que es el Universo material. Porque un conjunto de entes contingentes, es contingente, como una suma de cantidades finitas, es finita.

164 comentarios

  
Asclepio
Claro como el agua clara.La validez de los argumentos resulta convincente en su estructura formal estricta.
Pura lógica.
25/09/11 11:39 AM
  
Rummy
Hola Néstor.
Tras un domingo bastante caótico, finalmente no hay viaje.
Bueno, leo con calma su "postilla" y veo de contestarle esta noche.
Un saludo.
26/09/11 7:17 AM
  
jorge
Estimado Nestor

Veo con cierta confusión los argumentos que ha planteado en relación a la serie de causas contingentes y la imposibilidad, desde su punto de vista, de ser una serie infinita.

Si no me equivoco, por metafísica, toda causa antecede a su efecto y por lo tanto, no pueden ser simultáneos. Si un efecto se debe a una serie de causas simultáneas, éstas no podrían ser causas entre sí. Sin embargo, si una de las causas depende de alguna otra, entonces deberá antecederla para producirla.

La aparente simultaneidad de causa y efecto se debe básicamente a las limitaciones e imperfecciones de nuestros medios para percibirlos.

Que el infinito actual es imposible, es falso. Los números infinitos existen y es posible realizar con ellos operaciones. El gran matemático Georg Cantor dio cuenta de ellos, y tal vez los números infinitos sean más comunes en el Creación de lo que pensamos.

Si la serie de causas contingentes fuera finita, y de haber como señala, una primera causa contingente infinítamente debajo de la Causa Necesaria, eso no quita que dicha primera causa contingente tenga todo el poder de explicar el resto de causas contingentes que le siguen, haciendo de la Causa Necesaria sólo nominal, pues tanto la una como la otra dan razón de la serie, limitada, de causas contingentes.

Asimismo, veo un grave riesgo panteísta en el análisis, pues dado que la Causa Primera, como la primera de las causas segundas pueden explicar el resto de contingencias, tendríamos a un Dios como Causa Primera y a un semidios como primera de las causas segundas, con el mismo poder de la Causa Primera.

Que la causalidad actual del Ser Necesario sea, no implica que el Universo dependa a cada instante de la misma, pues cabría que para dar razón de lo que acontece en dicho Universo, bastará con invocar al Ser Necesario, y eso es absurdo.

El Universo no necesita a cada instante del Ser Necesario, pues Éste ha sido lo suficientemente Sabio al concebir la Creación sin la necesidad de su auxilio para operar. Toda intervención en la Creación por parte el Ser Necesario será por la Gracia y no por una necesidad metafísica.
26/09/11 9:36 AM
  
Dnip
Estimado Néstor:

Agradecer, en primer lugar, tus posts, que considero realmente trabajados, y tan sólo por eso es de felicitar.

Aunque llego tarde pues el primer post ya está "cerrado", y esto es más un post aclarativo, me gustaría, con respeto, apuntar algunas objeciones a la "prueba por la contingencia".

Señalar, previamente, que me ha parecido magnífico el nivel de detalle de los diferentes pasos, (que Santo Tomás no necesitaba :) ),´que permite seguir con profundidad el desarrollo de los mismos.

1) Objeción a la premisa de razón suficiente.

Desde el punto de vista lógico, Godel demostró la incompletitud de los sistemas. De forma muy resumida señala que para cualquier "sistema de conocimiento", existen axiomas ciertos para los cuales no existe prueba alguna.

Desde un punto de vista físico, ciertos aspectos de la mecánica cuántica y fenómenos como la semi-desintegración radiactiva (considerado el problema desde el punto de vista local de la partícula), implican la existencia del "azar verdadero" y por ende la ausencia de "razón" para ciertos fenómenos.

Por último, y esto es más una duda, aún desde el punto de vista de Aristóteles y su realismo moderado, ¿cuál es la "causa" de los contenidos de los universales si su existencia es extra-mental?, ¿su actualización en individuos reales?

2) Objeción a la definición de ente contingente, al menos, tal como se ha definido y sus atribuciones.

Pienso que el concepto de contingencia o necesidad, tienen un sentido claro cuando lo aplicamos a sentencias, pero me resulta chocante su aplicación a entes. Aplicado a entes puedo aceptar definiciones del tipo, lo que existe y es posible que no exista en el futuro y/o que no haya existido en el pasado, pero, como dije, me resulta equívoco "lo que existe pero podría no existir".

Además se atribuye seguidamente, que "todos" los entes que nos rodean son contingentes. Asumo que está es una afirmación por "evidencia", que se hace por generalización de nuestra realidad sensible. Yo no veo nada claro, que, por ejemplo, existiendo, la energía pueda no existir (ese dicho "la energía ni se crea ni se destruye"). El hecho que por ejemplo yo pueda imaginar una situación (p ej. la no existencia del universo) no la vuelve ni real ni factible

3) Objeción al principio de causalidad, al menos, tal como se ha definido y sus atribuciones.

Si definiésemos el principio de causalidad cómo "todo tiene una causa". y dijésemos "Intuitivamente, no aceptamos que nos digan que algo no tiene causa, que es incausado" el resto del primer apartado del primer post se podría copiar casi literalmente.

Para refutar esa intuición introducimos el concepto de contingencia que, en mi opinión, tal cómo se define, es como introducir un separación entre seres causados o incausados, lo cual obliga a que el principio de causalidad sólo se aplique a seres causados. Al menos creo necesario mencionar que eso llevaría a un retroceso infinito, e intentar negarlo, para rebatir un principio general de causalidad.

4) Objeciones al ente incausado.

Señalar que, pienso, que en el desarrollo, la conclusión lógica aceptando las premisas, es que estas nos conducen a "una" causa incausada y no a "la" causa incausada. Que posteriormente pueda apelarse a la unicidad de la misma no implica, en este punto y salvo mención como hipótesis, que deba hacerse.

En resumen, mi opinión personal, es que el argumento de la contingencia es un argumento poderoso, pero exige necesariamente la aceptación de premisas que, pienso, pueden recibir objeciones.

Un saludo atento.

PD: "una suma de cantidades finitas es finita" no es correcto. Se podría escribir que "una suma finita de cantidades finitas es finita", pero no lo anterior.
26/09/11 4:00 PM
  
Dnip
Una pequeña apostilla:

Me ha hecho mucha gracia la parte:

"Si no tenemos pruebas a favor ni en contra, y no se trata tampoco de algo evidente, tenemos una opción humanísima, que es profesar nuestra IGNORANCIA. Y ojo que “ignorancia” no es lo mismo que “agnosticismo”. El agnóstico dice que “no se puede saber”, el ignorante, mucho más sencillo y humilde, se conforma con decir que “no sabe”."

En realidad esa es mi postura, pero, afortunadamente para mi ego, se ha introducido la diferencia entre el agnosticismo "fuerte", que afirma la inaccesibilidad del conocimiento de Dios, con el agnosticismo "débil", que no niega que ese conocimiento (o su contrario) sea posible, pero, al menos de forma personal, no encuentra en la actualidad suficientes evidencias de ello.

Es una distinción mucho más "agradable" que ignorante, como seguro que sabrás apreciar.

Un saludo atento.
26/09/11 4:23 PM
  
Néstor

Estimado Jorge:

Es imposible que la causa, causando, sea anterior temporalmente al efecto, siendo causado. Si el efecto es la acción causal de una causa subordinada, entonces ambas acciones causales deben ser estrictamente simultáneas.

En el momento en que algo pasa de potencia a acto, la causa lo está actualizando, y si esa actualización, al realizarse, implica en la misma causa un pasaje de potencia acto, supone la actualización simultánea por parte de otra causa superior.

De lo contrario estaríamos diciendo que la causa obra sobre el efecto desde el pasado, o sea, desde lo que ya no existe. Pero lo que no existe, en cuanto tal, no puede obrar ni causar.

Santo Tomás dice en Contra Gentiles, lib. 2 cap. 38 n. 13:

“..es en las causas que actúan al mismo tiempo que no es posible retroceder al infinito, según los filósofos, porque entonces el efecto debería depender de la acción de infinitos existentes simultáneos. Y estas son las causas infinitas “per se”, porque su infinitud se requeriría para el efecto. Pero en las causas que no actúan al mismo tiempo, esto no es imposible, según los que sostienen que la generación es eterna. Porque esta infinitud es accidental a esas causas: pues es accidental al padre de Sócrates ser o no hijo a su vez de otro hombre.”

En la Metafísica, · libro quinto · Δ · 1013b-1025ª, Aristóteles dice:

“Los modos de las causas son en suma seis, y estos modos son opuestos dos a dos. La causa propiamente dicha es particular o general, la causa accidental es igualmente particular o general: las unas y las otras pueden ser combinadas o simples. Por último, todas estas causas existen en acto o en potencia. Pero hay esta diferencia entre ellas; que las causas en acto, lo mismo que las causas particulares, comienzan y concluyen al mismo tiempo que los efectos que ellas producen: este médico, por ejemplo, no cura sino en cuanto trata a este enfermo, y este arquitecto no es constructor sino en cuanto construye esta casa. No siempre sucede así con las causas en potencia; la casa y el arquitecto no perecen al mismo tiempo.”

Y en el Comentario a la “Metafísica” de Aristóteles, libro V, 1.3, n. 8, dice Santo Tomás:

“Porque las causas particulares en acto al mismo tiempo son y dejan de ser con sus efectos, como este medicante con éste convaleciente, y este edificante con esto edificado, pues nada puede ser edificado en acto si no hay algo que edifique en acto. Pero las causas en potencia no siempre dejan de ser con sus efectos, como la casa y el que la edifica no se corrompen juntos. En algunas cosas, sin embargo, ocurre que quitada la acción de la causa eficiente se quita la sustancia del efecto, como sucede en las cosas cuyo ser está en el “hacerse”, o cuya causa no es sólo causa de llegar a ser, sino de ser. Por lo que quitada del aire la iluminación del Sol, se quita la luz.”

En cuanto a Cantor, hay que notar que la serie de los números sólo es “infinita” en sentido potencial, no actual. Mientras que aquí negamos la posibilidad del infinito numérico actual.

En efecto, la serie de los números es “infinita” solamente en el sentido de que no existe, para los números naturales, por ejemplo, un máximo número natural, y siempre se puede sumar una unidad a cualquier número natural dado.

Pero todo número natural actualmente considerado será siempre finito, y no existe el conjunto actual de los números naturales.

Un número o conjunto “infinito” actual es una contradicción, porque “número” quiere decir una medida determinada, y “conjunto”; una cierta cantidad cerrada de elementos, todo lo cual va contra la noción de “infinito”.

Una primera causa contingente que a su vez depende de una Causa Primera Necesaria no tiene “todo el poder de explicar el resto de causas contingentes que le siguen”.

Eso sería como decir que el movimiento del bastón tiene todo el poder de explicar el movimiento de la piedra, haciendo “nominal” el movimiento causal de la mano.

Ninguna causa que depende de otra puede tener “todo el poder” explicativo del efecto, al contrario, siempre va a remitir a esa otra para la explicación.

La primera causa contingente sólo daría razón de la serie de causas contingentes en dependencia de la Causa Necesaria y no por sí sola, como en general, cualquier causa que depende de otra da razón de los efectos que proceden de ella en dependencia de esa otra y no por sí sola, como el movimiento del bastón explica el movimiento de la piedra en dependencia del movimiento de la mano y no por sí solo.

Y siempre, además, la causalidad se atribuye más a la causa anterior que a la posterior, como decimos que es la mano, en definitiva, la que mueve la piedra, y no el bastón, o el hombre, y no la mano.

Por lo mismo de ahí no se sigue ningún panteísmo ni riesgo panteísta, como del hecho de reconocer que el bastón mueve la piedra no se sigue que identifiquemos al bastón con la mano o con el hombre.

Ni estamos atribuyendo el mismo poder al bastón que a la mano o al hombre, tampoco. Ni los pinceles tenían el mismo poder que Miguel Ángel, a pesar de que tanto ellos como él pintaron TODO el techo de la Sixtina.

Si la razón de que el ente contingente deba tener por Causa Primera al Ser Necesario es que el ente contingente no tiene en sí mismo su razón de ser, eso es así mientras el ente contingente existe, pues nunca deja de ser contingente y se vuelve Necesario, y por tanto, mientras existe necesita del Ser Necesario para tener razón suficiente de su existencia.

La Creación no consiste en que Dios le da el ser a la creatura y ésta se lo lleva contenta, no necesitando de ahí en más para nada al Creador.

Una vez que la creatura tiene el ser, y no antes de tenerlo, tiene que haber una razón por la cual lo tiene en vez de no tenerlo. Esa razón no es el mismo ente contingente, porque entonces no sería contingente. No es su esencia, porque entonces sería el Ser Necesario.

Esa razón es el Ser Necesario, y por tanto, sigue funcionando como tal razón suficiente todo el tiempo que existe la creatura.

Dicho de otro modo, la creatura existente permanece existiendo. Y ese “permanecer existiendo” tiene que tener una razón suficiente, porque “todo tiene razón suficiente”.

Y esa razón suficiente no puede ser la creatura misma, porque así como no tiene en sí misma su razón de ser, tampoco tiene en sí misma su razón de permanecer en el ser.

Porque en realidad, “ser” y “permanecer en el ser” es lo mismo. No hay un momento en que la creatura es, y otro en que el que permanece en el ser, porque no hay un momento en que la creatura es sin permanecer en el ser.

Mientras es, permanece en el ser, y mientras permanece en el ser, es. Por tanto, si para ser necesita una razón de ser que es el Ser Necesario, lo mismo para permanecer en el ser.

Para dar razón última de todo cuanto acontece en el Universo, hay que invocar, sin duda, al Ser Necesario. No cae un pájaro a tierra sin que lo sepa el Padre que está en los cielos, dice Nuestro Señor.

Sólo así tiene sentido hablar de Providencia, la cual, por supuesto que no se limita solamente a lo sobrenatural ni solamente al orden de la gracia.

Sin duda que Dios ha dado a su Creación leyes naturales por las que ésta funciona ordenadamente en virtud de sus propias fuerzas creadas, a nivel de las causas segundas.

Pero todo el nivel de las causas segundas supone constantemente, por lo dicho, la acción creadora y conservadora de la Causa Primera.

Saludos cordiales
26/09/11 6:10 PM
  
jorge
Estimado Dnip

La demostración de Goedel sobre la incompletitud de los sistemas y la imposibilidad de demostrar algunos axiomas, se realiza sobre la base de sistemas formales dados. Es decir, la prueba de Goedel señala que dado un sistema formal , existen proposiciones en dicho sistema que no pueden ni demostrarse ni refutarse.

Por lo tanto, la indemostrbilidad no es absoluta, sino que es relativa a los límites del propio sistema.

Como bien decía Leibniz el principo de razón suficiente es aquel en virtud del cual consideramos que ningún hecho puede ser verdadero o existente y ninguna enunciación verdadera, sin que de ello haya una razón bastante (suficiente) para que así sea y no de otro modo....Aunque las más veces esas razones no puedan ser conocidas por nosotros...

Como bien lo afirma, que exista una razón suficiente para cada cosa, no implica el conocimiento formal de dicha razón, lo cual es conforme con la prueba de Goedel.

Cabe mencionar que Goedel acostumbraba pasear con una pequeña versión de la Monadología de Leibniz bajo el brazo...



26/09/11 6:16 PM
  
Néstor

Estimado Dnip:

En concordancia con lo que dice Jorge, creo recordar que lo que dice Gödel es que esa proposición que en un determinado sistema formal no se puede demostrar, se podría demostrar en otro sistema más poderoso, pero entonces, quedaría una nueva proposición verdadera sin demostrar, y así indefinidamente.

De lo que se sigue que para cualquier proposición efectivamente dada, se puede encontrar su demostración.

En lo que tiene que ver con la mecánica cuántica, no hay que confundir “razón suficiente” con “posibilidad de predicción por parte nuestra”. Lo segundo implica lo primero, pero no viceversa.

Por otra parte, el “azar” tampoco significa absoluta ausencia de razón de ser, lo que pasa es que es una razón de ser “por accidente”. Si un cazador por azar le pega un balazo a su compañero, eso no quiere decir que la herida no se siga necesariamente de la distancia entre ambos, momento y dirección del disparo, velocidad del proyectil, etc., de modo tal que un observador que estuviese en posesión de todos estos datos calcularía con precisión el hecho del impacto.

En cuanto a la causa de los contenidos extramentales en su existencia extramental, es sí su “actualización” en la materia de la cual constan los individuos.

Es decir, los individuos reales son compuestos de materia y forma sustancial, y es la forma sustancial la que imprime en la materia las características propias de la especie.

La unión de la forma y la materia constituye la esencia de estos individuos, que es singular en acto y universal en potencia, en el sentido de que puede ser llevada a la universalidad en acto en la mente, por obra del intelecto que la abstrae de los datos sensibles.

Que el ente contingente existe pero podía no existir, es evidente. Basta con ver que no implica contradicción la hipótesis de su no existencia.

Por ejemplo, si yo no existiese, no se seguiría de ello ningún escándalo lógico ni metafísico, más aún, no faltará quien piense que la armonía general del Cosmos resultaría grandemente fortalecida en esa hipótesis :).

No se trata de que podamos “imaginar” algo, y que entonces ya sea posible, sino de que podamos concebirlo sin contradicción.

La imaginación no es un criterio de posibilidad, porque podemos imaginar, por ejemplo, y no sólo imaginar, sino llevar a los dibujos animados, el agujero portátil, ése que el conejo Bugs o el Pato Lucas llevaban bajo el brazo para poder escapar de alguna habitación cerrada pegándolo en la pared.

Se puede imaginar mucho más de lo que se puede concebir sin contradicción.

El problema con “todos los entes que nos rodean” es cuántos “nos rodean”. Se trata de una forma de aludir al mundo de nuestra experiencia, a nuestro entorno. Y sí, allí encuentro que todo es contingente: la mesa, el edificio, el planeta, el sistema solar, la galaxia, el conjunto de galaxias, es decir, el Universo...

En cuanto a la energía, me parece que es como el vuelo. No hay vuelo, sino cosas que vuelan, y así, no hay energía, sino cosas “energéticas” o “energizadas”.

Por ejemplo, entiendo que se dé un puñetazo con energía sobre la mesa. Pero esa energía no es “algo”, sino más bien propiedad o característica de algo.

Y los “algos”, los entes, si son como los de nuestro Universo, son todos contingentes, en el sentido ya dicho.

Obviamente, desde que hay este pequeño conjunto de entes contingentes llamado “Universo material”, es lógico que tenga cada uno su energía propia, y que la suma de toda esa energía permanezca constante mientras exista dicho universo material.

Lo cual no quita que todo ese Universo contingente podría no existir (porque no es contradictoria la hipótesis de su no existencia), y con él, dejaría de existir también su energía.

En cuanto al principio de causalidad, hay que partir del principio de razón suficiente. Todo tiene razón suficiente, en sí mismo o en otro. Eso es intuitivo.

Ahora bien, como obviamente son muy distintos los casos de lo que tiene razón suficiente en sí mismo y de lo que la tiene en otro, y como en nuestra experiencia, además, sólo encontramos casos de lo segundo, parece correcto que el nombre de “causa” haya quedado reservado a estos segundos casos, los que tienen en otro su razón de ser.

Pero entonces, “todo tiene su razón de ser en otro” no es para nada intuitivo, al contrario, nos lleva directo al “regressus in infinitum” que hace imposible, justamente, que algo tenga razón de ser.

Por eso es que no hay ningún principio que diga que “todo es causado”.

Lo que pasa es que el filósofo es alguien a quien le gusta hablar con rigor, y entonces, cuando dice “todo”, quiere decir “todo”, o sea, “todo ente real o pensable”, y no solamente “todo lo que acostumbramos a ver” o “todo lo dado en nuestra experiencia”.

El concepto de “contingencia” no es introducido para poder tener causas que no se apliquen a “todo” en sentido estricto. La contingencia, en el sentido de poder ser y poder también no ser, es un dato real.

Cada vez que tomamos una decisión, por ejemplo, experimentamos que ambas alternativas son contingentes, pueden ser, y pueden también no ser, y va a ser la que decidamos que sea.

Por ejemplo, si soy carpintero y paso toda la noche meditando si al otro día voy a hacer una mesa o no, es claro que esa mesa, en caso de finalmente existir, va a ser contingente, va a ser algo que existe, pero que pudo no haber existido nunca.

Cuando el principio de razón suficiente se aplica al ente contingente, surge el principio de causalidad.

Si no hubiese contingencia, sólo tendríamos el principio de razón suficiente, pero en realidad no lo tendríamos, porque no existiríamos.

En cuanto a la unicidad o multiplicidad de la Causa Primera, en efecto, ese tipo de cuestiones son las que esperamos tratar en el siguiente “post”, anunciado al comienzo de éste.

En cuanto a la suma finita, ésa es la única suma posible. Una suma infinita, no sólo llevaría un tiempo infinito, sino que además, nunca estaría terminada.

En cuanto al agnosticismo y la ignorancia, entiendo que hay que conservar la nomenclatura tradicional.

La ignorancia no tiene nada de deshonroso, porque ningún ser humano, y ninguna creatura en general, está obligado a la Omnisciencia, que es un atributo específicamente divino.

Sócrates hacía profesión de ignorancia cuando decía que sólo sabía que no sabía nada, y en realidad, el ser humano que no reconozca su ignorancia tiene problemas serios en su contacto con la realidad.

Por lo que tiene que ver con “agnosticismo”, me temo que conserva siempre su aspiración a postura filosófica y no se conforma con ser mera constatación de hecho, como la humilde y familiar “ignorancia”.

A Jorge:

¡Lo que hubiese sido Gödel entonces si hubiese paseado con la Suma bajo el brazo! :)

Saludos cordiales.
26/09/11 7:35 PM
  
Rummy
Hola Néstor.

La cuestión sigue siendo la ya expuesta anteriormente.
Creo que el problema es que parten ustedes de un planteamiento erróneo como es el trasladar las propiedades y relaciones evidentes de lo que experimentamos como realidad a escalas en las que esas propiedades y relaciones ni son evidentes ni, en muchos casos, existen. Sería, si me lo permite, como pretender comprender el funcionamiento del Sistema Solar basándonos en lo que podemos aprender de él viendo jugar a las canicas.
Esa forma de proceder podría ser válida para el Aquinate y su época, y desde luego es del todo disculpable dado el nivel de conocimiento disponible en aquellos tiempos, pero no puede ser aceptada hoy en día.
Nuestro horizonte de conocimientos se ha visto incrementado de una forma que parecía impensable hace poco más de un siglo, tanto hacia lo más grande como hacia lo más pequeño y con ello se han modificado o abandonado muchas presunciones basadas en la simple observación y en lo que dictaba la intuición.
En resumen, siguen ustedes aferrándose a una concepción del Universo que está superada.
Un saludo.
26/09/11 8:24 PM
  
Asclepio
El respetable comentarista Rummy, escribe:

" En resumen, siguen ustedes aferrándose a una concepción del Universo que está superada ".

¿ Superada por quién ?. La verdad de la lógica, no se puede superar asi misma. No puede ser y no ser al mismo tiempo lo que es.

El trabajo esforzado de Duhem acerca de lo que es la ciencia medieval pudo haber estado movido por preocupaciones de indole religiosas, incluso de intuiciones de tipo apologético. Pero, aparte de que esa intención es en sí misma totalmente legítima, ese esfuerzo y ese trabajo, ha contribuído decisivamente a mostrar la falsedad de los clichés históricos del POSITIVISMO. Lo ha dicho en S.S. el Papa Benedicto XVI en su Discurso ante el Parlamento Alemán y muestra muy notoriamente, que el cristianismo desempeñó una función importante en el desarrollo progresivo de las ideas que condujeron a la libertad, a la Igualdad, a los Valores Humanos, a la Dignidad inviolable de la persona humana y al nacimiento sistemático de todo lo que hoy llamamos ciencia moderna.

Sigamos con humildad, el ejemplo del Doctor Angélico, que nunca se puso a leer y escribir sin haberse hecho antes propicio a Dios con sus ruegos, y el cual confesó cándidamente que " todo lo que sabía no lo había adquirido tanto con su estudio y trabajo, sino que lo había recibido divinamente ".

Todo lo que escribe Néctor, es de una lógica aplastante imposible racionalmente de rebatir.

Y es imposible de rebatir, porque está basada en la Filosofía de la Verdad o Ciencia de la Verdad ( como dice el papa ) que es Cristo Jesús.

Saludos.



26/09/11 9:23 PM
  
Rummy
Asclepio, superada por el conocimiento científico.

"La verdad de la lógica, no se puede superar asi misma."

Bien, pero usted cuando quiere saber el tiempo que hace en la calle ¿ qué hace ?, se asoma a la ventana o se pone a filosofar sobre la contingencia de la lluvia, del viento, del frio...

"Todo lo que escribe Néctor, es de una lógica aplastante imposible racionalmente de rebatir."

Supongo que quiere decir "imposible de rebatir racionalmente", pero no importa, comete usted el mismo error que él, confundir lo logicamente correcto con lo realmente existente.

Néstor.

"No hay vuelo, sino cosas que vuelan, y así, no hay energía, sino cosas “energéticas” o “energizadas”.

Sería interesante que explicara usted mejor eso de que "no hay energía".

Y ya puestos también esto:

"Pero esa energía no es “algo”, sino más bien propiedad o característica de algo."

Un saludo.

26/09/11 9:55 PM
  
Asclepio
Respetable Rummy:

El conocimiento científico absoluto y necesario solo lo posee el Dios omnipotente creador de todas las cosas.

Los humanos estamos siempre aprendiendo y solo sabemos que no sabemos nada.

¿ O es que usted es tan sabio, que cree que se lo sabe todo ?.

Me reafirmo en lo que he escrito:

"La verdad de la lógica, no se puede superar asi misma". La verdad, no puede ser la mentira a la vez.

Cuando yo quiero saber el tiempo que hace miro el termómetro interno o externo de mi casa.

Y cuando quiero saber sobre las cosas, simplemente razono con lógica sobre lo que es y sobre lo que no es.

Usted piensa desde el ateismo, cosa que respeto muy profundamente. Pero yo pienso con toda humildad desde la verdadera Fe.

"Todo lo que escribe Néctor, es de una lógica aplastante imposible racionalmente de rebatir."

El sentido de mi frase es correcto, pues es imposible racionalmente rebatir la lógica bien construida.

No me intente dar lecciones pues soy muy Socrático y siempre le diré que no sé nada.

Imposible racionalmente, es una unidad formal de concepto ante y delante del rebatir.

Y la lógica de Néctor es verdaderamente aplastante.

Lo correcto es lo real y verdadero, pues al contrario, sería lo sumamente incorrecto.

Usted no tiene ni posee la verdad. Pero a
la Lógica si.

Atentos y respetuosos saludos.



26/09/11 10:28 PM
  
Asclepio
Quiere decir: Pero la Lógica si.
26/09/11 10:30 PM
  
Luis C.
Madre mía, las vías de Aquino, juas! ¿Que será lo próximo? ¿defender que los planetas giran alrededor de la Tierra? ¡Oh wait!
26/09/11 10:45 PM
  
Juan Carlos
Rummy, a pesar de la excelente exposición hecha por Néstor de la prueba(filosófica) por la contingencia de los seres, parece no comprender su sentido y alcance, y no es por cuestión de época.

Yo mismo he introducido en la discusión algunas cuestiones de cosmología, tan solo para estar a "tono" con el positivismo en turno. Pero así como concepción, concepción...la menos "conceptual" sigue siendo la del modelo estandar Friedman-Lemaitre (este último sacerdote,por cierto).
27/09/11 12:41 AM
  
Leonardo R.
Néstor:

Le agradezco la aclaración sobre el sentido en el que había que entender la "serie de causas actualmente subordinadas". Ya había leído una aclaración semejante en el texto del padre garrigou Lagrange pero no había podico captar todo el sentido.

varias cosas que quisiera por favor me aclarara si no es mucha molestia:

- ¿Debo entender que estamos hablando de causalidad eficiente?

- Teniendo en cuenta que según el post puede darse causa contingente-efecto contingente-derivación necesaria. y que no obstante no es imposible concebir que esa causalidad contingente actue deacuerdo a leyes. ¿debo entender que todas las leyes que la ciencia positiva estudia son contingentes? ¿esto es lo que significa decir que su necesidad no es metafísica?

- Dice que, a fin de cuentas, la "contingencia" de los eventos que están al alcance de nuestra experiencia surge de sus conceptos o definiciones. ¿esa definicíón a la que se refiere de que tipo es? ¿ es la clásica del género próximo y diferencia específica? ¿o se trata de una mera descripción fenoménica, por los accidentes? lo pregunto porque los objetores dirán inmediatamente que en los entes dados en la experiencia su "existir" es un dato de intuición sensible, al paso que en los entes definidos "filosóficamente" su "existir" sería inalcanzable.

Creo que en el fondo esta objeción sólo se sostiene si se parte de la negación de los primeros principios, que no se adquieren por discurso sino que los intuimos a partir de las primeras experiencias sensibles.

- Dice: un ente contingente, mientras existe, tiene su razón de ser en otro. mi pregunta es: ¿ cómo hay que entender esto? no es claro cómo un ente actualmente existente no tenga al mismo tiempo la existencia. me explico. ¿puede el ente ser existente en acto y al mismo tiempo existente en potencia? puesto que la está recibiendo constantemente, y si la recibe es porque puede recibirla, y si puede recibirla es porque no la tiene, y si no la tiene, ¿cómo decir que es existente en acto? ¿cómo entender aquí el principio de no contradicción?

laus Deo Virginique Matri
27/09/11 4:05 AM
  
Leonardo R.
Néstor:

sigo con gran atención e interes los aportes de los demás participantes de la zona de comentarios. De todos aprendo algo.

Considero, por lo que he podido leer, que el problema de fondo sigue siendo el mismo licenciado: existe un total desconocimiento de la naturaleza de la inteligencia humana.

En un comentario anterior le decía que hoy se hacía necesario escribir un "de natura intellectus". No era comentario tendencioso, sino trágica constatación.

Hace varios años Marcel de Corte escribió un libro titulado "La inteligencia en peligro de muerte". ¿qué título le daría actualmente?

los ataques seculares a la inteligencia ya han dado sus frutos, y esos frutos son claros en varios de los amables participantes.

Y de nuevo todos los caminos conducen a Ockham. Su "metafísica" del singular; su negación de las esencias; su extremo voluntarismo; todos gérmenes que con el paso del tiempo han dado sus frutos lógicos.

Una pregunta licenciado:

- He visto como se esgrimen argumentaciones tomadas del universo de la física o por lo menos elementos tomados de la física. Yo pregunto, ¿no genera confusión en el debate mezclar conceptualizaciones "empiriológicas" (en el vocabulario de Maritain) y conceptualizaciones formalmente metafísicas? se lo pregunto porque se ve en algunas respuestas que no comprenden lo que usted dice y lo toman "desde" el nivel "físico-atemático".

y como consecuencia quedan con la idea de que han contestado a su argumentación ,cuando en verdad, están lejos incluso de haberla comprendido.

Laus Deo Virginique Matri
27/09/11 4:15 AM
  
Rummy
Asclepio.

Puede usted seguir afirmándose a sí mismo indefinidamente y de paso etiquetando mis comentarios como soberbios y los suyos como humildes, pero todo ello carece de valor más allá del simple ejercicio de literatura.
El discurso de Néstor falla en lo fundamente, no explica nada de lo que afirma, se limita a extraer conclusiones que no demuestra y deducciones que no se sustentan en nada comprobable, repito, no se puede, no es correcto, no es aceptable, trasladar las propiedades de lo evidente a aquello que no lo es y ustedes se empecinan en hacerlo.
Si quiere usted saber qué tiempo meteorológico hace, deberá hacer algo más que mirar el termómetro, interior o exterior. Nuevamente demuestra el error en el método por el que pretenden conocer las cosas, de lo parcial pasan a lo global.
Juan Carlos.
Si no es por cuestión de época, es por negarse a usar, o desconocer, lo que hoy sabemos del Universo.
¿Qué tendrá que ver que Lemaitre fuera sacerdote, ateo, agnóstico o mediopensionista?.
Yo entiendo perfectamente lo que plantea Néstor, pero eso no significa que deba aceptarlo como correcto, porque no veo que lo sea.
Decir que una mesa es pero podría no ser, es una evidencia, afirmar lo mismo del Universo, es gratuito y arbitrario. Vale como ejercico mental, pero ahí se acaba su utilidad.
Todo lo que se vaya a deducir de esa línea de argumentación, estará marcado por la inconsistencia de la premisa inicial y carecerá por tanto de valor. Si los cimientos son débiles...
Les puede disgustar que sea así y lo comprendo, pero entonces deben mejorar sus argumentos si pueden, en vez de limitarse a decir que no los comprendemos, que somos irracionales ( ya les vale ! ), etc, etc, etc...
Un saludo.


27/09/11 4:31 AM
  
Juan Carlos
Si Rummy, hoy es este modelo (recalco lo de modelo) y mañana será otro. Todo contingente, desde luego.
27/09/11 5:12 AM
  
Jorge
Estimado Nestor

El infinito actual sí existe, tanto como los números naturales, irracionales o transcendentes. Cantor los llamó transfinitos, para diferenciarlos del Infinito Absoluto, e inalcanzable, que corresponde a Dios.

Cantor consideraba tres contextos donde surge el concepto de infinito actual:

...Primero cuando es realizado en la forma más completa, en un ser independiente de otra naturaleza, en Dios, al cual llamo el Infinito Absoluto o simplemente Absoluto; segundo cuando ocurre en lo contingente, en el mundo físico; tercero cuando la mente lo aprehende en abstracto como una magnitud matemática, número, o tipo de orden. Quiero hacer un claro contraste entre el Absoluto y lo que yo llamo Transfinito,es decir, los infinitos actuales de las dos últimas clases, los cuales están claramente limitados, sujetos a nuevas extensiones, y por lo tanto relacionados con lo finito...

Sucede que Cantor se opone a Aristóteles, y por lo tanto a Santo Tomás de Aquino, pues está convencido que..."la existencia de un infinito potencial presupone la existencia de un infinito actual"...

Asimismo, vuestra persistencia estimado Nestor de la simultaneidad de causa y efecto atento contra la consitencia de todos los sistemas dinámicos, y sólo es aplicable a los análisis estáticos ajenos al tiempo.

Bien decía Leibniz:

...Nada se hace de un golpe, es una de mis más grandes y verificadas máximas, que la naturaleza nunca da saltos: la denominé como la Ley de la Continuidad (...), y es muy considerable el uso de esta ley en física: ella establece que siempre se pase de lo pequeño a lo grande y viceversa a través de lo intermedio, tanto en los grados como en las partes, y que jamás un movimiento nace inmediatamente del reposo, ni se reduce a él, si no es por medio de un movimiento más pequeño, así como no se acaba de recorrer ninguna línea o longitud antes de haber acabado una más pequeña (...). Y todo esto nos hace pensar que incluso las percepciones notables vienen por grados desde aquellas que son demasiado pequeñas para ser notadas. Pensar de otra manera es conocer poco la inmensa sutileza de las cosas que envuelve un infinito actual siempre y por todas partes...

....Para mí, todo está ligado en el universo en virtud de razones de metafísica, de manera que el presente siempre esta grávido de futuro y que ningún estado dado es explicable naturalmente sino por medio de aquel del que le precede inmediatamente. Si se lo niega, el mundo tendría hiatus que contradirán el gran principio de razón suficiente y que obligarán a recurrir a los milagros o al puro azar en la explicación de los fenómenos...

De este modo, causa y efecto no pueden ser simultáneos, a pesar de lo instanténeo que puedan parecer el uno y el otro. El cálculo diferencial así lo exige.

Reitero que es nuestra limitación en la percepción la que nos "engaña" y por la que vemos en apariencia que causa y efecto nos parezcan simultáneos.

Respecto a tu ejemplo de la mano, el bastón y la piedra, pues le será suficiente a un observador explicar el movimiento de la piedra sólo por el bastón sin recurrir a la mano, y tendrá toda la razón.

De haber otro fenómeno más allá del golpe del bastón, pues en ese caso no será sufiente la explicación.

Pero como tu aparente demostración de la Causa Primera hace finita la serie de contingencias, se deduce de ella que exista necesariamente la primera de las causas segundas y por lo tanto, de no haber niguno otro efecto que no se explique por esa serie finita de causas, entonces bastará esa primera causa segunda para explicar todos los fenómenos que de ella se derivan....y esto es absurdo y ofensivo a la Sabiduría de Dios.
27/09/11 7:08 AM
  
Rummy
Juan Carlos.
Tampoco es una cuestión de modelos, que es cierto que pueden modificarse.
Es algo mucho más simple. Es entender, cosa que ustedes no hacen, que no es lo mismo especular sobre las propiedades de algo, que verificar las propiedades de algo.
Dígame, ¿en que trabajo de astrofísica aparece que el Universo sea contingente?.
Tienen ustedes un, grave, problema con la aplicación de la escala adecuada a las cosas.
Cuando descubran que no se puede elaborar una teoría de como funcionan (son) las cosas, desde un sillón, sea hoy o en el siglo XIII, y darla por buena simplemente por su belleza estética y literaria y por lo coherente que resulte desde la lógica, sin contrastarla con los hechos, a lo mejor empienzan a darse cuenta de donde está el error.
Repito por enésima vez a Tomás de Aquino se le puede disculpar ese proceder, por los conocimientos de los que se disponía en su época ( como se le puede disculpar que creyera que hasta el cudragésimo día de gestación, el embrión humano no recibía alma racional, siendo hasta ese momento,
una planta primero y un animal después ), pero mantenerlo hoy en día es acientífico, absurdo e inútil.
Un saludo.


27/09/11 7:30 AM
  
Asclepio
Respetable Rummy.

Si usted cree o piensa que le he llamado soberbio, le pido humildes disculpas. Pero no lo he hecho en absoluto o al menos no era mi intención.

Naturalmente para observar el tiempo que hace y su previsión, uso el termómetro y algunas cosas más. Como utilizar en Internet los servicios del Meteosat y de la Agencia Estatal de Metereología que como formada por humanos algunas veces ( pocas )se equivoca. Las ciencias no son exactas.

Y para eso, no me hace falta filosofar.

¿Quién soy? ¿de dónde vengo y a dónde voy? ¿por qué existe el mal? ¿qué hay después de esta vida?. Para poder responder a estas preguntas, si me hace falta pensar, razonar y filosofar.

La Lógica es una Ciencia que permanece.

Las ciencias empíricas cambian. Ahora, hasta la Relatividad especial de Albert Einstein, se pone en duda. Parece que los neutrinos van más rápido que la luz.

La Lógica permanece, pero las ciencias cambian.

Yo soy científico ( Especialista en Cirugía, Traumatología y Ortopedia ) y lo sé muy bien. Y todos los días estamos avanzando y aprendiendo algo nuevo en nuestra profesión.

Pero la Lógica y el Principio Aristotélico de no contradicción permanecen inmutables.

Si nos volvieramos de nuevo a la fe y la razón (Fides et ratio) que son como las dos alas con las cuales el espíritu humano se eleva hacia la contemplación de la verdad, el mundo sería mucho más amable y verdadero y sobre todo tendería a Dios.

" El hombre cuanto más conoce la realidad y el mundo y más se conoce a sí mismo en su unicidad, le resulta más urgente el interrogante sobre el sentido de las cosas y sobre su propia existencia ". " Todo lo que se presenta como objeto de nuestro conocimiento se convierte por ello en parte de nuestra vida ".
( Ioannes Paulus PP. II. Fides et ratio ).

Usemos bien de la Lógica, base del razonamiento formal
e integral de la mente humana y nos conoceremos mucho mejor a nosotros mismos que es de lo que se trata.

Respetuosos saludos.
27/09/11 10:33 AM
  
Leonardo R.
Estimados:

¡Cúan dificil cosa es despojarnos de un prejuicio!. En un comenatario anterior le mencionaba a Néstor la sospecha que traía yo de que tanta confusión alrededor del tema de la naturaleza del intelecto se debiera a la consolidación de verdaderos "hábitos" mentales errados.

Y mirad cómo son las cosas: Una verdad, la que sea, en el orden que sea, resulta siempre de la adecuación del intelecto con la cosa conocida. Un error es lo contrario, es un juicio en que el intelecto no se adecua a lo real extramental, sino que emite un juicio sin "base" (y ya saben que por "base", me refiero tanto al soporte que pueden dar los sentidos y los instrumentos de observación y medición sensible, como también al soporte que procede de los primeros principios de la inteligencia: causalidad, razón suficiente, finalidad, contradicción).

siempre me ha causado curiosidad comprender el meanismo que mantiene vivo un prejuicio, es decir un juicio falso, un juicio sin "base". Y creo que en últimas lo que mantiene un prejuicio es la voluntad del sujeto. Al no contar con apoyo válido desde la inteliegencia, entonces la voluntad debe correr en "ayuda" de la inteliegncia y dar su "asentimiento".

Y entonces la situación se torna grave. ¿cómo convencer a alguien de su equivocación, cuando su postura no se apoya en argumentación inteligible, sino que viene dada básicamente por una decisión de su voluntad? porque lo que sucede es que ya no se trata sólo de un error, suceptible de refutación al hilo de un debate conducido de argumento en argumento hacia una conclusión, sino que se trata ante todo de "SU" error, de "SU" decisión. De una postura que se ha asumido no tanto como verdadera sino como "MÍA".

Cuando interviene la voluntad la inteligencia pasa a ser ya no la facultad del ser sino una empleada al servicio de las decisiones previamente tomadas, y su única función será la de buscar "razones" que avalen la postura asumida, una vez más, "voluntariamente".

Y, obviamente, uno de los "modos" de acción de una inteligencia así sometida será la "omisión" premeditada de las argumentaciones contrarias.

Un ejemplo de esto último: por mi parte debo decir que por un favor especial de Dios, conocí a santo Tomás hace alrededor de 10 años, desde entonces y siempre a un ritmo creciente he tratado de asimilar sus principios leyendo sus obras y también leyendo a sus comentaristas, tanto antiguos como recientes. Tengo en mi poder varios "manuales" de tomismo, de los más reconocidos y no pasa un día sin que revise alguna página. No obstante, a pesar de tener ya una cierta familiaridad con el sistema tomista y con la filosofía que este implica que es la filosofía aristotélica, nunca se me ha pasado por la cabeza la idea de escribir: "YO ENTIENDO PERFECTAMENTE LO QUE PLANTEA NÉSTOR". y no por algún tipo de humildad fingida, sino porque efectivamente hay muchos aspectos de los escritos del licenciado ´cuya comprensión aún se me escapa, ¡qué le vamos a hacer!

El punto es que debemos ser conscientes del poder que un prejuicio puede ejercer sobre nosotros, poder que se asemeja mucho a una verdadera tiranía, como esas de las que nos hablan los libros de historia.

El empirismo radical del que se ha hecho gala en esta zona de comentarios es, evidentemente, una filosofía. No es una "ciencia" fáctica. Es una "opción" filosófica, pero opción "voluntaria", pues no cuenta con base, ni empirica (eso es lo paradójico) ni racional. Es por tanto, un prejuicio.

Laus Deo Virginique Matri


27/09/11 3:06 PM
  
Renzo
Totalmente de acuerdo Leonardo con tu comentario sobre los creyentes.

-¡Cúan dificil cosa es despojarnos de un prejuicio!. En un comenatario anterior le mencionaba a Néstor la sospecha que traía yo de que tanta confusión alrededor del tema de la naturaleza del intelecto se debiera a la consolidación de verdaderos "hábitos" mentales errados.

Y mirad cómo son las cosas: Una verdad, la que sea, en el orden que sea, resulta siempre de la adecuación del intelecto con la cosa conocida. Un error es lo contrario, es un juicio en que el intelecto no se adecua a lo real extramental, sino que emite un juicio sin "base" (y ya saben que por "base", me refiero tanto al soporte que pueden dar los sentidos y los instrumentos de observación y medición sensible, como también al soporte que procede de los primeros principios de la inteligencia: causalidad, razón suficiente, finalidad, contradicción).

siempre me ha causado curiosidad comprender el meanismo que mantiene vivo un prejuicio, es decir un juicio falso, un juicio sin "base". Y creo que en últimas lo que mantiene un prejuicio es la voluntad del sujeto. Al no contar con apoyo válido desde la inteliegencia, entonces la voluntad debe correr en "ayuda" de la inteliegncia y dar su "asentimiento".

Y entonces la situación se torna grave. ¿cómo convencer a alguien de su equivocación, cuando su postura no se apoya en argumentación inteligible, sino que viene dada básicamente por una decisión de su voluntad? porque lo que sucede es que ya no se trata sólo de un error, suceptible de refutación al hilo de un debate conducido de argumento en argumento hacia una conclusión, sino que se trata ante todo de "SU" error, de "SU" decisión. De una postura que se ha asumido no tanto como verdadera sino como "MÍA".

Cuando interviene la voluntad la inteligencia pasa a ser ya no la facultad del ser sino una empleada al servicio de las decisiones previamente tomadas, y su única función será la de buscar "razones" que avalen la postura asumida, una vez más, "voluntariamente".

Y, obviamente, uno de los "modos" de acción de una inteligencia así sometida será la "omisión" premeditada de las argumentaciones contrarias.-
27/09/11 3:42 PM
  
Dnip
Estimado Néstor:

Gracias por tu amable respuesta, me temo que por falta de tiempo no podré replicar hasta dentro de unos días, pero me temo que no he sabido transmitir adecuadamente mi punto de vista. De todos modos es necesario que haga ciertas precisiones a la vista de tu respuesta (o mi defectuosa comprensión de la misma).

De forma rápida me gustaría preguntar una cosa. ¿Es admisible desde el sistema aristotélico-tomista que las "propiedades o característica de algo" puedan convertirse en "algo" y/o que "algo" deje de serlo para ser "propiedades o característica de algo"?

Básicamente lo digo porque la energía puede transformarse en materia (esto y su contrario son hechos físicos) y, creo que estaremos de acuerdo en que esa materia es "algo".

Un saludo atento.
27/09/11 4:59 PM
  
Néstor

Rummy:

Me parece importante el reconocimiento de que las propiedades de las cosas en que se basa nuestro razonamiento son evidentes.

El conocimiento humano, además, no comienza solamente con lo parcial. En los primeros principios se da ya una intuición que concierne a la totalidad, porque es una intuición de lo que es propio del ente como tal.

“Ente” es “lo que es”. Por tanto, todo es ente, porque lo que no es ente, no es. Por tanto, el concepto de “ente” abarca todo.

Y el principio de no contradicción se basa en la noción de “ente”, y su radical oposición e incompatibilidad con el “no ente”, de ahí que “una cosa no puede ser y no ser al mismo tiempo y en el mismo sentido”.

Igualmente, el principio de razón de ser se basa en la noción de “ente”: todo ente tiene algo que lo determina a ser en vez de no ser, porque de lo contrario, no haría falta más para ser que para no ser, y ente y no ente serían lo mismo, contra el principio de no contradicción.

Estos principios, al basarse simplemente en la noción de “ente” como tal, tienen universalidad absoluta, pues se aplican a todo lo que es o puede ser, y sólo dejan de aplicarse allí donde deja de haber algo.

Son estos principios absolutamente necesarios y universales los que nos capacitan para decir algo sobre la totalidad, basados en nuestra experiencia particular.

Efectivamente, el único punto de partida posible para nuestro conocimiento será siempre las evidencias inmediatas dadas en nuestra experiencia de las cosas y en nuestra razón.

Cualquier conocimiento que no tenga alguna relación con ese punto de partida quedará para siempre fuera de nuestro alcance. El solo hecho de que muchos conocimientos haya que verificarlos en la experiencia de nuestros sentidos lo muestra.

No tenemos otra idea del Sistema Solar que una que se basa, justamente, en las canicas y cosas semejantes.

Obviamente, hay tener también en cuenta las diferencias entre el Sistema Solar y las canicas. En Filosofía eso se llama “analogía”: las cosas que decimos de Dios y de las creaturas se aplican en ambos casos en sentidos que son en parte iguales, en parte diferentes.

Más precisamente: son simplemente hablando diferentes, y bajo cierto aspecto iguales, porque a la vez es verdad que Dios trasciende infinitamente lo creado, y que todo efecto guarda alguna semejanza con su causa.

En definitiva, que lo único superado es la falsa filosofía cientificista, que pretende que las ciencias experimentales son el único modo válido de conocer la realidad.

Sobre todo pretender que puede haber algo que no tenga razón de ser y sea por tanto “porque sí”, es hacer profesión de irracionalismo.

La ciencia se detendría si así fuese. Si fracasan veinte ensayos para encontrar la explicación de algo, ¿cómo seguir buscando, y sobre todo invirtiendo tiempo y dinero en ello, si resulta que después de todo ese algo podría no tener explicación alguna?

Pero además, si no es necesario que un ente tenga razón suficiente, entonces en todo caso será accidental que la tenga.

Y entonces, absolutamente hablando, no es necesario que ningún ente la tenga. Y entonces, no hay razón para buscar la explicación de nada.

La filosofía no es solamente lógica, pero es lógica aplicada a datos reales. El método en filosofía consiste en probar lógicamente que A es condición necesaria de B, y luego mostrar por la experiencia que B existe, y concluir, entonces, que A existe.

En efecto, es la definición de “condición necesaria”, que sin ella, la cosa no puede existir. Por tanto, si la cosa existe, la condición necesaria también.

En las pruebas de la existencia de Dios, se muestra que el Ser Necesario es condición necesaria del ente contingente, porque sin una Causa Primera el ente contingente sería contradictorio, ya que a la vez tendría razón de ser (porque todo tiene razón de ser) y no la tendría, por el retroceso al infinito en la serie de causas. Y lo contradictorio es imposible, y por tanto, no existe.

Luego se muestra que algún ente contingente existe, por ejemplo, aquella hormiga que veo sobre la pared.

Y se concluye que el Ser Necesario existe.

En forma abreviada, se puede llegar por este camino:

O no hay nada, o hay algo. Si hay algo, o existe por sí mismo, o por otro. Si existe por otro, no se puede seguir al infinito en la serie de cosas que existen por otro, por lo ya visto.

Luego, de todos modos tiene que haber algo que existe por sí mismo. Por tanto, o no hay nada, o hay algo que existe por sí mismo.

Pero hay algo, por ejemplo, aquella hormiga, etc. Luego, hay algo que existe por sí mismo. A lo que llamamos Dios.

“No hay energía” quiere decir que la energía no es sujeto primario de la existencia, como “no hay vuelo” quiere decir lo mismo. O sea, hay cosas que vuelan, y hay cosas que tienen energía.

El vuelo no es sujeto primario de la existencia, de lo contrario, se podría prescindir de las aves, los aviones, los OVNIS, etc., y tener solamente vuelos rápidos y elegantes.

Igual con la energía. Se puede trabajar con mucha energía, pero mandar a la energía a que trabaje sola mientras uno descansa es inútil, yo ya probé.

Leonardo:

En efecto, hablamos de causalidad eficiente, es decir, de que algo comunica el ser al ente contingente, que de suyo puede tanto ser como no ser y entonces no se determina a sí mismo a ser, más bien que a no ser, y por tanto, si existe, es porque otro lo ha determinado a ser, es decir, lo ha causado.

Respecto de la contingencia y las leyes naturales, en el “post” decimos que la necesidad de las leyes naturales no es obstáculo a la contingencia de los entes que están sujetos a esas leyes, previendo la objeción de que los entes no son contingentes porque obedecen a leyes necesarias.

En el “post” decimos que esa necesidad es sólo hipotética, condicional: “Si se da tal evento contingente, por ejemplo, que haya fuego bajo este recipiente de agua, se sigue necesariamente tal otro evento contingente, en este caso, que el agua se caliente.”

Y que esa necesidad condicional no va contra la contingencia de los eventos en sí mismos considerados.

Otra cosa que también es verdad es que la necesidad de las leyes naturales no es absoluta, no es metafísica, porque no se deriva del principio de no contradicción.

En efecto, el fuego quema, pero si interponemos alguna sustancia incombustible, no lo hace. Para darle a la ley una forma absolutamente necesaria, tenemos que decir que el fuego quema, supuestas todas las condiciones necesarias para que queme, y así se ve que la ley depende de supuestos, y entonces, no tiene en sí misma necesidad absoluta.

La definición de los entes que nos muestra su contingencia es la que nos hace ver que la existencia no forma parte de su esencia, y por tanto, es sí la definición esencial, que se hace por género y diferencia cuando se elabora técnicamente.

Intuitivamente nos damos cuenta de que para decir lo que es un caballo no hay que incluir “que existe”, porque de lo contrario la afirmación de que los caballos no existen sería contradictoria, y así la no existencia misma de los caballos sería imposible, cosa que no lo es, evidentemente.

En los entes dados en la experiencia, el “existir” forma parte de esa experiencia misma, pero no forma parte de su concepto, ni tampoco, por tanto, de su esencia, porque de lo contrario no podríamos decir, como dije arriba, que la no existencia de los caballos o de los dinosaurios es posible, como no podemos decir que es posible que el triángulo tenga más o menos de tres lados y que la suma de sus ángulos sea más o menos de dos rectos.

Sin duda que un ente actualmente existente tiene en sí mismo aquello por lo que existe, es decir, el acto de ser, todo el tiempo que existe.

La cuestión es si lo tiene por sí mismo o por otro. Del mismo modo, la pared tiene en sí misma aquello que la hace estar iluminada, todo el tiempo que está iluminada, pero no lo tiene por sí misma, sino por la lámpara que la ilumina, y si la lámpara se apagase, dejaría de estar iluminada.

Una cosa es tener algo “en sí mismo” y otra, tenerlo “por sí mismo”.

El ente contingente nunca tiene por sí mismo el ser que tiene en sí mismo, porque si lo tuviera por sí mismo, lo tendría por esencia, y entonces, ya no sería contingente, sino Necesario.

Y como nunca se convierte en Necesario sino que sigue siendo siempre contingente, sigue teniendo siempre el ser por otro, por el Ser Necesario, de modo que si Dios quisiera en cualquier momento podría aniquilar el Universo entero, dejando de “influir” en éste el ser, como la lámpara podría dejar de “influir” la luz en la pared.

Pues la pared tampoco pasa a ser “dueña” de aquello que la hace estar iluminada tras haber sido iluminada por la lámpara.

Hay que distinguir la potencia sin actualizar de la potencia actualizada. El estudiante de arquitectura es arquitecto en potencia, y esa potencia está sin actualizar, pero en el arquitecto en acto la potencia de ser arquitecto no ha desaparecido, sino que se ha actualizado.

El arquitecto no ha perdido la capacidad de ser arquitecto, la ha hecho cumplirse, que es otra cosa.

Lo mismo sucede con la pared y su capacidad de estar iluminada.

El acto, de suyo, es perfección, y no se limita por tanto a sí mismo. Sería contradictorio que lo que es de suyo perfección, fuese por sí solo principio de limitación de esa perfección, de imperfección.

De lo contrario podríamos decir que alguien es ignorante en virtud de su ciencia. Lo que limita la ciencia en alguien, tiene que ser otra cosa distinta de la ciencia misma.

Lo que limita al acto, es la potencia pasiva. Así, por ejemplo, al pintar algo de blanco, la blancura se limita a la extensión pintada, que estaba en potencia para ser blanca.

La ciencia es aprehendida más o menos por las distintas personas, según su mayor o menor capacidad, potencialidad, de comprensión.

Pero la potencia sólo limita al acto cuando está actualizada, porque sólo entonces tiene un acto que limitar.

Luego, la potencia no ha dejado de existir por su actualización, y sigue siendo además realmente distinta del acto, si no, no podría limitarlo, por eso dijimos que el acto no puede limitarse a sí mismo.

El ente contingente, por tanto, sigue siendo siempre un ente potencial, sólo que mientras existe es una potencia actualizada, y por lo mismo se ve que no está actualizada por sí misma, porque el acto es siempre más que la potencia y no se da lo que no se tiene.

Y por tanto, mientras una potencia está actualizada, está actualizada por otro ente que ya está en acto, y que la actualiza, es decir, por una causa.

Efectivamente, hoy día hace falta ante todo reconocer que la filosofía es otro modo distinto de conocer la misma realidad que conocen las ciencias experimentales, como la vista es otro modo distinto de conocer un piano, por ejemplo, que el oído.

Sin duda que un sordo diría que el piano tiene teclas negras y blancas pero no suena.

Rummy, nuevamente:

Si una mesa, pero podría no ser, y el conjunto de los entes materiales (a eso me refiero cuando hablo de “Universo”, consta de entes que en eso no se distinguen de la mesa (planetas, estrellas, galaxias, etc.), entonces el Universo material también puede ser y no ser.

Sin embargo, no olvidar (sé que es difícil para la mentalidad cientificista – no “científica”, que es otra cosa) que las vías no tienen porqué asegurarse previamente la contingencia del Universo material.

Alcanza con que una hormiga, o una mota de polvo, sea contingente, como ya dije varias veces e incluso arriba de esta misma intervención.

Incluso, en la última formulación que di arriba, alcanza con que haya algo, para que haya algo que existe por sí mismo, y por tanto, no es contingente, sino Necesario.

En cuanto al Universo, esa entidad tan familiar, tiene solamente dos alternativas: o es contingente, o es necesario.

Pero la deducción de los atributos del Ser Necesario, que es la tercera parte de esta entrega, y que está esperando aún su “post”, nos muestra que no lo podemos identificar con el Universo material.

El problema con palabras como “Universo”, es que hay que acotar, paradójicamente, su significado.

Si de entrada lo entendemos como “todo lo que existe”, sin más, estamos incluyendo eventualmente ahí al mismo Dios.

Y si de entrada incluimos en la definición de “todo lo que existe”, que ahí no está Dios, es claro, pero banal, que concluiremos que no se puede probar que el “Universo” ha sido causado por Dios.

Por eso debemos usar “Universo” en el sentido de “la totalidad de los entes materiales”, sin prejuzgar todavía si es la totalidad de los entes o no, si queremos discutir las pruebas de la existencia de Dios basándonos en la noción de Universo.

Como ya dije, no hace falta eso, alcanza con una hormiga o una mota de polvo.

Por eso, si “Universo” lo entendemos como “la totalidad de los entes materiales”, es claro que es contingente, porque cada uno de esos entes es contingente, puede no ser, y entonces, no implica contradicción que todos dejen de ser al mismo tiempo, y así, el “Universo” mismo deje de ser.

Si los cimientos son débiles, la construcción también lo será, porque todo tiene que tener razón suficiente, y por eso, el efecto no puede nunca superar la causa.

Jorge:

Precisamente, a pesar de que tengo entendido que Cantor leyó bastante a Santo Tomás en el tema del infinito, me está pareciendo que era más seguidor de Leibniz que de Santo Tomás. El texto de Leibniz que Ud. trae es clarísimo.

Un movimiento, dice Leibniz, no puede seguir inmediatamente al reposo, sino que ha de haber en medio otro movimiento.

Es claro que así se produce un “regressus ad infinitum”, porque eso vale también para este nuevo movimiento, y así indefinidamente.

Esa es la razón clara, terminante, de porqué el movimiento debe seguir inmediatamente al reposo.

Nunca se movería nada, si para que algo se moviera, otra cosa se tuviese que mover antes.

Sería el mismo desdichado caso del que comenzó su discurso diciendo: “Antes de hablar, querría decir algunas palabras”.

En efecto, además, entre movimiento y reposo no hay tercera posibilidad, así que no se puede poner nada entre ellos.

Poner “otro movimiento”, por supuesto, no es poner algo entre ellos...

Y lo mismo sucede con los números. Zenón tendría toda la razón del mundo, y Aquiles jamás alcanzaría a la tortuga, si para pasar del punto A al punto B se debiese recorrer una infinitud de puntos en acto.

En realidad, ni Aquiles ni la tortuga se podrían mover, con lo cual vendría a tener razón el venerable Parménides, que es lo que quería probar, justamente, Zenón.

Aristóteles descongeló a Aquiles mostrando que esa infinitud de puntos intermedios es solamente potencial, no actual.

Sólo así pudo quedar a los ojos de la Filosofía la pobre tortuga mirando a Aquiles perderse en el horizonte. Pero al parecer Leibniz y sus seguidores buscan congelar de nuevo al Peleida.

Obviamente, nuestra mente tiene la capacidad de ir actualizando progresivamente esa infinitud potencial de números y de partes de partes.

Pero tampoco puede llegar por ese camino a tener el número infinito en acto, sino que el resultado será siempre, necesariamente, finito.

Probemos, en efecto, a subdividir mentalmente una línea en dos, luego en cuatro, y así por un buen rato. Según la concentración y memoria que tengamos, llegaremos tal vez a 4096 segmentos, por ejemplo, pero nunca a “infinitos” segmentos.

Sin duda, siempre podremos seguir dividiendo. Eso es el infinito potencial. Y siempre el resultado en acto será finito, además.

Sin duda, por otra parte, que existen series de causas y efectos temporalmente sucesivas: abuelo – padre – hijo – nieto. O bola de billar 1 – bola de billar 2 – bola de billar 3. Todo eso es perfecto.

Pero una cosa es analizar las leyes del movimiento y de los procesos que se dan en el tiempo, que es lo que hace la física experimental, y otra cosa es preguntarse por la razón de ser del movimiento, que es lo que hace la filosofía.

El movimiento, en efecto, siempre ocurre en algún instante de tiempo dado. No existe el movimiento atemporal. Por tanto, si el movimiento tiene razón de ser, la tiene que tener en el momento en que ocurre, no en otro momento distinto.

Es accidental, en efecto, para el movimiento que va de A a B, que haya habido otro movimiento antes que va de C a A. De nada sirve, por tanto, poner la razón del movimiento que va de A a B en el lapso de tiempo en que ocurre el pasaje de C a A.

De lo contrario, tendría que ser posible poner el fuego bajo el agua de 10 a 11, por ejemplo, y esperar a que el agua se calentase de 11 a 12, o de 12 a 13, una vez apagado el fuego.

En efecto, si una cosa puede ser temporalmente posterior a otra sin contradicción, no hay contradicción tampoco en hacer esa distancia temporal grande, en vez de pequeña.

No veo cómo, si alguien mueve una piedra con un bastón, un observador puede explicar el movimiento de la piedra por sólo el bastón, y tener razón, salvo que ese observador antes diga claramente, como hacen las ciencias particulares, que no pretende dar una explicación ÚLTIMA, es decir, FILOSÓFICA, del movimiento de la piedra.

En ese caso no habría problemas, pero obviamente, las pruebas de la existencia de Dios tienen que ser filosóficas.

Por ejemplo, un científico particular de otro planeta podría explicar las pinturas del techo de la Capilla Sixtina por los movimientos realizados por cierta cantidad de pinceles embadurnados con ciertos pigmentos.

Un filósofo de ese otro planeta apuntaría a un individuo llamado “Michelangelo” como explicación última, en su orden, al menos, de la pintura.

Y le recordaría a su compatriota extraterrestre que éste no puede pretender que la suya sea una explicación ÚLTIMA, FILOSÓFICA, de las pinturas.

Es claro que sí hay otro fenómeno además del golpe del bastón en mi ejemplo, que es el movimiento de la mano y del brazo correspondiente.

Además, se puede hacer un contra-experimento, dejando el bastón al lado de la piedra y sentándose al lado, en una butaca cómoda, a esperar que el bastón mueva por si mismo, sola y suficientemente, a la piedra.

Rummy, de nuevo:

Sería muy preocupante que en un tratado de Astrofísica se hablase de la contingencia del Universo, la Filosofía podría reclamar por derechos de autor o algo así, igual que si en ese mismo tratado apareciesen recetas de cocina, el arte culinario podría sentirse ofendido con razón.

Todas las teorías se elaboran desde un sillón, con la excepción de las que se elaboran de pie, o, lo que me parece ser la mayoría de los casos, desde la cama o la hamaca paraguaya.

Toda teoría tiene que rendir cuentas finalmente ante el tribunal de esta mente y estos ojos macroscópicos y sillonescos. Ojo con negar la existencia del ojo porque no se ve por el microscopio.

Que el tomismo es lógicamente coherente, sin duda.

Sin duda, hay errores científicos en Santo Tomás y en Aristóteles. Por eso sólo los tomamos como maestros en Filosofía.

Saludos cordiales.
27/09/11 5:36 PM
  
Néstor

Estimado Dnip:

No, sin duda, una propiedad, o más precisamente, un “accidente”, no puede nunca convertirse en sustancia, y viceversa.

Contra esto se objeta que la energía se convierte en materia, y viceversa.

La repuesta corta es que la ciencia experimental no habla de sustancias ni de accidentes, eso es metafísica y asunto de la filosofía.

La respuesta larga, por lo que valga:

Ahí entramos en el problema acerca de qué es de lo que hablan las ciencias experimentales, y qué relación tienen los conceptos que en ellas se manejan, con la realidad de las cosas.

Por ejemplo, Newton habló de una “atracción” gravitatoria. Cualquier definición de ese concepto que vaya más allá del hecho de que un cuerpo se mueve en la dirección de otro cuerpo, está erizada de dificultades filosóficas. No parece haber simpatías ni afinidades caracteriológicas entre todos los cuerpos naturales.

Con “materia” pasa algo análogo. ¿Alguien ha visto la “materia”? No es tan fácil. Si dejamos de lado el hecho de que por lo general lo que vemos son personas, mesas, caballos, etc., todavía está el hecho de que en todo caso vemos oro (poco, en mi caso), plata, madera, agua, humo, pero no, propiamente hablando, “materia”.

Obviamente, se nos dirá que todas esas cosas son “materiales”. ¿Y eso qué quiere decir? Si la respuesta es “que se pueden captar por los sentidos”, entonces sin duda, la materia se puede captar por los sentidos. Bien.

Si decimos por el contrario que la materia es el sustrato común a todas esas diversas sustancias materiales dadas en nuestra experiencia, entonces ya propiamente no es “algo”, sino un componente de “algo”. “Algo” estaría hecho de la materia, el sustrato común, y “lo otro”, que no es común, y que sirve para distinguir al oro de la plata.

Claro, podemos decir que “materia” son los átomos y otras partículas por el estilo. Ahí está el problema, también ¿átomos o protones o neutrones o electrones o quarks o leptones o vaya a saber cuántas otras partículas que sin duda seguirán apareciendo mientras los científicos tengan interés en seguirlas buscando?

Y de todos modos, estaríamos en que al final los átomos no son “cosas”, sino componentes de las cosas. Personalmente me considero una sola cosa, no un conjunto de cosas, y no me coloco en el mismo nicho ontológico que los cuadros de fútbol o las sociedades anónimas.

De todos modos, sin duda, la “energía”, siendo como defiendo un accidente de las cosas, no puede convertirse tampoco en un principio constitutivo de las cosas como es la materia. Pero ¿es de esta materia, principio constitutivo de las cosas, que habla la física actual?

Por otra parte ¿cómo hay que entender la “transformación” de energía en materia? 0

Si tengo una fábrica, y en ella tengo 30 obreros capaces de desplegar una energía de, digamos, 10 ergios por hora cada uno (no tengo la menor idea de si el “ergio” es una unidad para medir energía, pónganle el nombre que quieran), y haciéndolos trabajar al máximo de su capacidad logro que en 10 horas produzcan 420 kilos de chocolate blanco, ¿no podré decir que 3000 ergios de energía se han transformado en 420 kilos de chocolate blanco?

Y sin embargo, eso no quiere decir que la energía sea “algo” en el mismo sentido en que lo es un robusto obrero productor de chocolate, ni mucho menos quiere decir que pueda yo secuestrar la energía de esos obreros y guardarla en una habitación cerrada para conducirla a trabajar látigo en mano cuando a ellos se les ocurra hacer una huelga sin ninguna justificación real, por supuesto.

Ahora, supongamos que una ciencia que por razón del objeto que han elegido estudiar los que la practican y que la constituye no quiere ni hablar de obreros y le interesa solamente establecer relaciones cuantitativas entre “energía” y “materia” estudia el funcionamiento de mi fábrica, y supongamos que después se imprimen libros mostrando ese ejemplo de “transformación de la energía en la materia” sin decir agua va sobre la fábrica y los obreros, porque cae efectivamente fuera del método de esa ciencia, y que esos libros se entregan a una población a la cual hace ya unos siglos que se le habla poco de fábricas y de obreros ¿no surgirá en muchas mentes una nueva especie de veneración a una nueva divinidad sustancial llamada “energía” que tiene que ser encerrada en habitaciones enrejadas para sacarla de allí, látigo en mano, solamente cuando es necesario ponerla a trabajar en la fabricación de chocolate blanco?

He ahí la cuestión.

Saludos cordiales
27/09/11 7:22 PM
  
Rummy
Hola Néstor.

Verá, por aquí solemos decir que "el que mucho abarca, poco aprieta" y eso mismo le aplico a su afirmación:

"“Ente” es “lo que es”. Por tanto, todo es ente, porque lo que no es ente, no es. Por tanto, el concepto de “ente” abarca todo."

De nuevo el mismo error, englobar bajo un mismo concepto, todo lo existente. La analogía puede ser útil en una primera aproximación pero jugarlo todo a la carta de la semejanza es totalmente equivocado.
Quizás sea un método válido en Filosofía, pero desde luego no tiene vida fuera de ella.
Esta frase suya demuestra a la perfección el error al que me refiero:

"No tenemos otra idea del Sistema Solar que una que se basa, justamente, en las canicas y cosas semejantes."

Aquí tenemos otro ejemplo, en este caso de lo que sería hacer mala ciencia:

"Son estos principios absolutamente necesarios y universales los que nos capacitan para decir algo sobre la totalidad, basados en nuestra experiencia particular."

Decir podremos decir algo o mucho, pero a mi deducir cosas de los pulsares basándome en la experiencia particular del horno de microondas de mi cocina me parece simple y llanamente, especular.

"Sobre todo pretender que puede haber algo que no tenga razón de ser y sea por tanto “porque sí”, es hacer profesión de irracionalismo."

Bueno Néstor, los argumentos en los que ustedes se basan para "demostrar" la existencia de Dios, son muy, muy próximos al "porque sí", creo que ya se lo había comentado.

"¿cómo seguir buscando, y sobre todo invirtiendo tiempo y dinero en ello, si resulta que después de todo ese algo podría no tener explicación alguna?"

"

¿Quién ha dicho que el origen de el Universo en el que estamos no tenga explicación alguna?, que no se conozcan todos los hechos, no implica que no se puedan llegar a conocer.

"Y se concluye que el Ser Necesario existe."

No, a esa conclusión sólo se llega si se aceptan sus argumentaciones, no es algo evidente ni constatable experimentalmente.

"O no hay nada, o hay algo."

No de nuevo, usted propone una falsa dualidad. Hay algo, punto. El que pudiera no haber nada, no es más que un ejercicio mental, con tanto valor como el pensar que podríamos estar en un universo de melaza y conjeturar que propiedades tendría.

"Pero hay algo, por ejemplo, aquella hormiga, etc. Luego, hay algo que existe por sí mismo. A lo que llamamos Dios."

También le podemos llamar Universo o elaborar toda una estructura coherente y rigurosamente lógica y pensar que somos un programa informático tipo "Matrix", puestos a jugar con la ideas, no paremos.

"“No hay energía” quiere decir que la energía no es sujeto primario de la existencia,..."

Si hay algo que encajaría en ese sujeto primario es, justamente, la energía.

"...y hay cosas que tienen energía."

Pues mire no es eso exactamente, ¿ponga algún ejemplo de cosas no tengan energía?.

"Igual con la energía. Se puede trabajar con mucha energía, pero mandar a la energía a que trabaje sola mientras uno descansa es inútil, yo ya probé."

Néstor, respetuosamente, repase el concepto "energía", creo que se ha enmarañado usted con él.

"...que las vías no tienen porqué asegurarse previamente la contingencia del Universo material."

Eso me suena a jugar con todos los ases y los comodines también. Si es contingente Dios es necesario para que exista, si no lo fuera, no hay problema, Dios lo creó así ( sólo habría que asumir que Dios no podía hacer otra cosa...)

"...consta de entes que en eso no se distinguen de la mesa (planetas, estrellas, galaxias, etc.), entonces el Universo material también puede ser y no ser."

Espero sinceramente que sepa usted ver la diferencia entre una mesa y una galaxia. Lo del Universo ya se lo he contestado.

"Alcanza con que una hormiga, o una mota de polvo, sea contingente,..."

No, no alcanza, ya le contesté a eso.

"Por eso debemos usar “Universo” en el sentido de “la totalidad de los entes materiales”, sin prejuzgar todavía si es la totalidad de los entes o no, si queremos discutir las pruebas de la existencia de Dios basándonos en la noción de Universo."

Si lo hacemos, deberemos explicar como hace Dios, que es según definición de ustedes inmaterial y está fuera del tiempo, para interactuar con la materia y con el tiempo. Cómo se las arregla para eludir la 2ª Ley de la Termodinámica y alguna cosita mas.
Si para intentar despejar un interrogante, además de no conseguirlo de forma incontestable, necesito añadir aún más interrogantes, pues no me parece un buen sistema.
Y no, no vale con decir que es Dios.

"...porque todo tiene que tener razón suficiente, y por eso, el efecto no puede nunca superar la causa."

Eso debería usted demostralo con algo más que frases. Los que se dedican a la física del caos tendrían varias objeciones que plantear a la última parte de su frase.

"Sería muy preocupante que en un tratado de Astrofísica se hablase de la contingencia del Universo..."

Sí, desde luego, habría que trasladar todos los textos desde la sección Ciencia a la de Narrativa Fantástica.


"Todas las teorías se elaboran desde un sillón,..."

Puede que algunas o muchas nazcan ahí, pero las científicas se desarrollan verificándolas en campo y/o en el laboratorio, se contrastan y se someten a la revisión por pares y, por supuesto, siempre están abiertas a nuevas teorías que aporten mayor o mejor conocimiento.
Las filosóficas nacen igual, pero siguen ahí toda su vida, por eso tienden a la endogamia y tienen propensión a envejecer y degenerar conforme pasa el tiempo.

"Sin duda, hay errores científicos en Santo Tomás y en Aristóteles. Por eso sólo los tomamos como maestros en Filosofía."

Sin duda los hay, por eso ustedes toman lo que aún no está abiertamente puesto en evidencia por la Ciencia o lo que, efectivamente, por estar en el terreno de la Filosofía, sólo tiene valor dentro de ella.

Un saludo.


27/09/11 8:55 PM
  
Rummy
"¿Alguien ha visto la “materia”? No es tan fácil."

Néstor, ¿le suenan los aceleradores de partículas?, ¿alguien a visto a Dios?, ¿conoce algún sistema que nos permita verle u oirle?.
No valen las experiencias místicas subjetivas e inverificables

"Ahí está el problema, también ¿átomos o protones o neutrones o electrones o quarks o leptones o vaya a saber cuántas otras partículas que sin duda seguirán apareciendo mientras los científicos tengan interés en seguirlas buscando?."

¿Insinúa que los científicos encuentran lo que quieren encontrar?.

Un saludo.



27/09/11 9:13 PM
  
Rummy
"Y de todos modos, estaríamos en que al final los átomos no son “cosas”, sino componentes de las cosas. Personalmente me considero una sola cosa, no un conjunto de cosas,..."

Lástima Néstor que cuando se trata de física de partículas, las intuiciones y las consideraciones personales sirvan para más bien poco.

"De todos modos, sin duda, la “energía”, siendo como defiendo un accidente de las cosas, no puede convertirse tampoco en un principio constitutivo de las cosas como es la materia."

Le repito mi recomendación anterior sobre la energía. Como empecemos a crear categorizaciones particulares de lo que existe, se nos va a complicar aún más la cuestión.

Lo de la fábrica de chocolate lo entenderé como un ejemplo mal escogido y le remitiré a lo mismo que le acabo de comentar ( puede complementarlo con alguna lectura sobre el LHC, partículas elementales o similar ),

Un saludo.
27/09/11 10:04 PM
  
Juan Carlos
Rummy, las teorías científicas son metdológicamente abstractas y temáticamente reducidas.Asi que todas esas teorías cosmológicas son tan contingentes como usted o yo. La carga de la prueba es suya. El naturalismo epistemológico tan sólo representa la decisión naturalista personal de adoptar un cierto programa de investigación, y nada más.
27/09/11 10:53 PM
  
Rummy
¿ Y con eso qué me quiere decir, Juan Carlos ?. ¿ Acaso he negado que las teorías sean revisables, actualizables y sustituibles ?.
La carga de la prueba es de quien afirma. Ustedes afirman que Dios existe, bien, pruebenlo, pero haganlo con pruebas que se puedan constatar, verificar y que no dependan de una creencia previa.
Repetir un millón de veces que Dios existe, adornarlo de todos los juegos lógicos que se nos ocurran ( sí, por supuesto coherentes ), no da valor probatorio de ningún tipo a la afirmación.
Es que aún no han entendido que no se puede trasladar una mera idea, un concepto del terreno de la conjetura y la filosofía al de las realidades experimentables.
Del mismo modo que plantean una falsa dualidad entre que el Universo exista o que no exista, como si ambas cosas fueran igual de probables y alguien, Dios, fuera quien toma la decisión de que todo sea en vez de que no sea, se podría plantear cualquier cosa con tal de dotarla de corrección y coherencia lógicas. Es decir si no hay contradicción en el planteamiento, tenemos carta blanca para dar un paso más a pasar de la ideas a las realidades, eso debe de ser la fe ( y en muchos casos mucho menos que eso ).
Eh, chicos! tuve una idea genial, la revise concienzudamente y no aparecen contradicciones y su corrección lógica es absoluta, por tanto, es cierta, y si es cierta hasta ahi, puede existir, bravo.
¿De verdad esperan que argumentaciones de este tipo hagan replantear a alguien la validez de la Ciencia frente a la pura especulación religiosa?.

Un saludo.
27/09/11 11:41 PM
  
Juan Carlos
No, Rummy Son contingentes,se les "verifique" por donde se les "verifique" (por cierto, un criterio de sentido absurdo). Quien diga que no lo son, que lo pruebe. Tampoco la ciencia transita por los criterios prescriptivistas del cientifismo (eh chiquillos, eso está de sobra).Mira que un sacerdote haciéndoles el camino más transitable a los cosmólogos ateos especulativos.
28/09/11 12:08 AM
  
Leonardo R.
Néstor:

Muchas gracias por su respuesta, me queda todo más claro. Sólo dos cosas:

- El ejemplo de la pared me resulta distinto de lo que yo proponía sobre la posesión del “esse”. La luz que ilumina la pared es extrínseca a la pared misma, en el sentido de que no forma parte de su estructura, le es accidental, porque entiendo que la pared sigue siendo pared y sigue existiendo con determinadas características incluso si deja de ser iluminada. Pero no sucede lo mismo en el caso del “esse” y el ente. Puesto que el “esse” es esencial al ente y sin “esse” no se daría en forma alguna el ente. Es por esto que no me cuesta comprender la analogía que usted me propone.

- En el ejemplo del arquitecto, entiendo que la potencia no deja de existir sino que se actualiza. Pero sus palabras parecieran decir que el arquitecto en acto ¿sigue siendo también arquitecto en potencia?

Laus Deo Virginique Matri
28/09/11 3:58 AM
  
Leonardo R.
Néstor:

corrección: arriba en mi anterior comentario donde dice " es por esto que NO me cuesta comprender la analogía que usted propone", se debe quitar el "NO".

gracias,
28/09/11 4:00 AM
  
Leonardo R.
Estimados:

Veo que no se han cerrado los comentarios en el anterior post. Eso es señal de que el tema genera interés y eso es bueno.

Pero veo igualmente que se corre el riesgo de caer en el desánimo al ver el imperio que la filosofía empirista radical ejerce sobre los espíritus.

En ocasiones se puede llegar incluso a pensar que se pierde el tiempo al argumentar con personas que parten de la negación de la inteligencia.

Nos pueden objetar que no niegan la inteligencia sino que la conciben de forma distinta al pensamiento clásico realista.

Me vienen a la mente varias preguntas:

¿Qué es la inteligencia para un empirista radical?¿se trata del cerebro que “procesa” los “datos” de los sentidos?¿una facultad que nos permite usar símbolos para referirnos, en el ejercicio de la ciencia, a los individuos que nos da la experiencia?

¿La inteligencia es facultad de conocimiento distinta de los sentidos? Si es distinta ¿cuál es su objeto propio? Ese objeto que le asignamos ¿existe? ¿Qué tipo de existencia tiene?

Normalmente el empirista razona así: el empirismo es verdadero. ¿Por qué? Porque sólo existe lo observable, medible y localizable en el espacio-tiempo. Y esto último ¿por qué es cierto? Porque así lo afirma el principio empirista.

Lo anterior es similar a afirmar: el empirismo es cierto porque así lo afirma el empirismo.
Se nos puede objetar que el empirismo es verdadero porque es “verificable” mediante la experiencia, y todo lo “verificable” mediante la experiencia es cierto. Pero el error de este razonamiento está en que para el anterior juicio se da por supuesto la verdad del principio empirista. Luego para demostrar el empirismo se parte siempre de la aceptación del empirismo, y eso se llama “círculo vicioso”, pues da por probado aquello que debe probar.

Lo cual nos lleva a la comprensión evidente de que el empirismo radical es un principio del que se parte y no una conclusión a la que se llega. (Todo intento de llegar al empirismo como conclusión lo supone como principio).

Y siendo un principio ¿qué lleva a los creyentes del empirismo a adoptarlo? ¿Por qué han decidido ser empiristas?

Claro que en tomismo también se habla de principios, pero estos son adoptados por la evidencia con que se presentan al intelecto. De manera que una vez comprendidos los términos del juicio que los expresa se capta inmediatamente su verdad. Son de evidencia intuitiva.

Pero el caso del principio empirista es diferente: ¿es evidente el principio empirista? Decir que sólo existe, con existencia real extramental, aquello que es verificable en la experiencia, es ¿evidentemente verdadero?

Me parece que no. porque al analizar los términos que componen el juicio, lejos de aparecer la evidencia, lo que surgen son una serie de interrogantes sobre el sentido y alcance de las palabras involucradas.

Pensemos por ejemplo en el concepto “verificabilidad”: el principio de verificabilidad ¿es verificable?
El principio empirista no resulta evidente sino problemático (y a los que crean que simplificamos las cosas los invitamos a dar un paseo por la filosofía de la ciencia de las últimas décadas), y es una problemática compleja e interesante.

Lo importante es comprender que el empirismo es un principio, nunca una conclusión. Es imposible que sea una conclusión.

¿Qué lleva a la adopción del empirismo? Creemos que se trata siempre de “razones” subjetivas, en el sentido de constructos de la mente, ficciones del sujeto, construcciones encaminadas sólo a justificar, racionalizar, dar algún piso a las previas decisiones de la voluntad, que es en el fondo la verdadera directora de la orquesta.

Laus Deo Virginique Matri.
28/09/11 4:30 AM
  
Ricardo de Argentina
"ficciones del sujeto"
---
Yo creo lo mismo, Leonardo. Hay tras cartón un embuste muy grande.

Resulta hasta gracioso que los evolucionistas empiristas que piden evidencias de Dios, por ejemplo, pretendan que les creamos sus literarias generaciones espontáneas de nuevas especies. O los eslabones perdidos, que no están pero que ya van a aparecer, pues la "ciencia" en su imparable "progreso" se va a encargar de que aparezcan.
Seguro que sí.
28/09/11 7:34 AM
  
Rummy
Juan Carlos, que una teoría cientifica sea contingente no veo en que afecta a nada de lo que estamos debatiendo. Cualquier pensamiento por elaborado que sea es contingente, las cinco vías lo son, Tomás podía no haberlas pensado, ¿ y qué ?.
O yo no le sigo o usted no acaba de definir a donde quiere ir a parar.
Siguen sin ver que una idea puede estirarse, deformarse, cambiar de significado, sin que afecte a otra cosa que a sí misma y al discurso del que forme parte, pero ya está. Obviamente, en la medida que dicha idea forme parte del lenguaje que utilicemos para comunicarnos, deberemos adaptarnos a los cambios o variaciones que sufra aquella. Pero eso no afecta a la naturaleza de lo existente; por mucho que lleguemos a consensuar que desde mañana el concepto "agua" será la palabra y la idea que usaremos para referirnos al etanol, ello no cambiará la composición química de ninguna de las dos sustancias, ni los efectos que sabemos que producen la ingesta de una o de la otra.
Meter todo en un mismo saco, con la excusa de que como todo es contingente, todo es equivalente, que es la que en resumidas cuentas hacen ustedes, es un absurdo por lo que acabo de exponer y porque ni siquiera resulta evidente y probable (ni probado) que realmente todo lo que es, sea contingente.
Por supuesto tienen todo el derecho a crear su particular diccionario, como hace Néstor con energía, materia, algo, cosa, etc... y vivir felices comiendo perdices, pero no sirve, no funciona, no da respuestas válidas, es una simple distracción para la mente y nada más.

Un saludo.



28/09/11 7:36 AM
  
Asclepio
Respetable Rummy:

¿ Porqué ofende usted llamando irracionales a los que no piensan como usted ?.

¿ Porqué ofende usted llamandonos ignorantes y seres adictos a las supercherías ?

¿ Porqué no deja en paz a nuestros inocentes tatarabuelos ?.

Reflexione, y deje de ofender.

La gran mayoría de la gente piensa que la evolución ya ha sido perfectamente probada de manera científica, sin embargo observamos claramente que esto NO es así; simplemente continúa siendo una explicación INVENTADA de cómo surgió la vida y sin embargo NO ha encontrado la forma de explicar como surgió la materia y la energía inicial, es decir, la fuente o la causa primera necesaria y no contingente de la misma.

La Teoria de la evolución tiene muy graves problemas por resolver:

No hay evidencias o datos que respalden la hipótesis de que el caldo pre-biótico existió. Tal caldo es un mito.

No existen fósiles transitivos de plantas o animales.

Los fósiles nos dicen que la vida apareció repentinamente, en formas muy complejas, y sin ancestros.

No se ha comprobado que lo inerte pueda transformarse en algo viviente espontáneamente o naturalmente.

No existen mecanismos válidos para los supuestos procesos evolutivos.


Por el contrario:

A lo largo de la historia, en todas las culturas del mundo, la gente ha estado convencida de que hay un Dios.

La complejidad de nuestro universo.

La altísima improbabilidad de que el simple "azar" sea la explicación de las características de la vida.

El sentido inherente del bien y el mal de la humanidad no puede ser explicado biológicamente.

Dios no sólo se reveló en lo que puede ser observado en el universo, en la naturaleza y en la vida humana, sino que Él se ha mostrado todavía más específicamente en la Biblia (Deuteronomio 29:29).

A diferencia de cualquier otra revelación de Dios, Jesucristo es el retrato más claro y específico del Hombre y de Dios (Juan 1:1-18).

Aquí ocurre como con el Principio de no contradicción de Aristóteles, una cosa no puede ser a la vez su contraria.

O estamos por Dios y su enseñanza de la creación, o estamos por el evolucionista en contra a Dios. Las cuestiones están bien aclaradas; no puede haber ningún compromiso con las dos. O Ud. es cristiano o Ud. es evolucionista; no puede ser las dos cosas a la vez.

Usted elige la ciega casualidad y la obligada necesidad, frente a la lógica de la inteligencia.

De la Suma Inteligencia.

Está en su derecho y es su libertad.

Pero como dice el gran Pascal, parece mucho más interesante, atractivo e inteligente apostar por Dios.

Respetuosos saludos.
28/09/11 10:27 AM
  
Juan Carlos
¿En qué afecta nada?.¡Es el tema del post!.

Quien "discutiera" con la pared (y mal hecha).
28/09/11 5:09 PM
  
Néstor
Rummy:

“De nuevo el mismo error, englobar bajo un mismo concepto, todo lo existente”

Aquí se englobando todo lo existente bajo un mismo concepto, el de “lo existente”.

La mente humana no tiene otra forma de funcionar, porque en la realidad, nada puede existir sin existir, eso podemos afirmarlo “a priori”.

Nada puede ser, sin tener eso que distingue a lo que es, de lo que no es. Porque si nada los distinguiera, caería el principio de no contradicción.

A eso que distingue lo que es de lo que no es, lo llamamos “el ser”. Y decimos que un ente es algo que es, que tiene ser. Y entonces, todo es ente, porque lo que no tiene ser, no es, y entonces, está fuera de “todo”.

Y sí, todo lo conocemos a partir de modelos tomados de nuestra experiencia cotidiana. Una de las imágenes que tenemos del Sistema Solar consta de una gran Canica central, alrededor de la cual giran otras canicas menores, de diferentes tamaños.

Claro que las imágenes se van refinando, según lo van exigiendo la experiencia y la razón. Hoy día decimos que el Sol es una masa de gas incandescente, en lo cual conjuntamos felizmente la imagen de la nube con la imagen de la fogata, conservando la Canica, por así decir, sólo a nivel de la figura geométrica.

Mucho tiempo después de eso pudimos tener imágenes directas del Sol que parecen confirmar bastante esa aplicación.

Hay una teoría que se llama de las “cuerdas”, y cómo no recordar los entrañables “paquetes” de energía de la mecánica cuántica.

Otra expresión que me viene a la mente es la de los “agujeros negros”, tan cercana, en el plano literario, me refiero, a los agujeros portátiles a que hacía referencia en una intervención anterior.

Pero el supremo gesto poético ha sido sin duda hacer al átomo un sistema solar en pequeño, con su núcleo formado de protones y neutrones alrededor del cual giran los electrones, y esa profunda sugerencia de analogía entre el Macrocosmos y el Microcosmos.

En este último caso tengo entendido que la imagen ha sido algo dañada por el progreso posterior de la ciencia, pero justamente, eso muestra que nuestra inteligencia es capaz de captar las diferencias, junto con las semejanzas.

¿Implica eso negar la validez o la posible validez de esas teorias? Para nada, más bien quiere decir que nuestra razón es capaz de ir más allá de la mera aplicación de estas categorías cotidianas hacia la verdadera realidad de las cosas conocidas mediante ellas.

Todo lo que podamos decir o deducir sobre los pulsares se tiene que basar en definitiva en algunos modelos empíricos tomados de nuestra experiencia cotidiana, más los principios primeros de la razón y las fórmulas matemáticas.

En efecto, hasta ahora nadie ha podido viajar hasta un “pulsar” para poder basar sus teorías en observaciones de campo, como dicen los sociólogos.

"Sobre todo pretender que puede haber algo que no tenga razón de ser y sea por tanto “porque sí”, es hacer profesión de irracionalismo."

A esto no ha respondido, a no ser que la respuesta sea:

”¿Quién ha dicho que el origen de el Universo en el que estamos no tenga explicación alguna?, que no se conozcan todos los hechos, no implica que no se puedan llegar a conocer.”

En cuyo caso habría que corregir previamente, que una explicación no es un mero hecho, y que por tanto, la frase correcta habría sido “que no se conozcan todas las explicaciones no implica que no se puedan llegar a conocer”, con lo cual estamos de acuerdo, porque efectivamente, todo tiene razón suficiente.

"O no hay nada, o hay algo."

” No de nuevo, usted propone una falsa dualidad.”

¿Cómo “falsa dualidad”? ¿Es falsa esa disyuntiva? Si lo fuese, sería porque ambas partes son falsas, como enseña la lógica. Pero ¿cómo podrían ser falsas ambas partes?

"Pero hay algo, por ejemplo, aquella hormiga, etc. Luego, hay algo que existe por sí mismo. A lo que llamamos Dios."

”También le podemos llamar Universo o elaborar toda una estructura coherente y rigurosamente lógica y pensar que somos un programa informático tipo "Matrix", puestos a jugar con la ideas, no paremos.”

El nombre que le demos es por el momento lo de menos, el punto es que entonces aceptamos que algo tiene que existir por sí mismo. ¿Acepta Ud. eso?

"...y hay cosas que tienen energía."

”Pues mire no es eso exactamente, ¿ponga algún ejemplo de cosas no tengan energía?”

No veo que para que haya cosas que tienen energía, tenga que haber cosas que no la tengan. Lo que quiero decir ahí es que la energía no existe en sí misma, sino como “propiedad”, o más precisamente, “accidente”, de algo que sí existe en sí mismo, por ejemplo, el hombre que da un puñetazo en la mesa.

"...que las vías no tienen porqué asegurarse previamente la contingencia del Universo material."

”Eso me suena a jugar con todos los ases y los comodines también. Si es contingente Dios es necesario para que exista, si no lo fuera, no hay problema”.

No, no ha entendido Ud. El asunto no es que el Universo material no sea contingente o pueda no ser contingente, sino que no es necesario tomarlo como punto de partida de la prueba, porque la prueba se basa simplemente en que exista algo contingente, y tan contingente es el Universo material como la hormiga que camina por la pared, por lo que perfectamente se puede hacer toda la prueba basándose en la hormiga, nada más.

"...consta de entes que en eso no se distinguen de la mesa (planetas, estrellas, galaxias, etc.), entonces el Universo material también puede ser y no ser."

”Espero sinceramente que sepa usted ver la diferencia entre una mesa y una galaxia.”

Vamos por ahora a la semejanza: ¿sostiene Ud. que hay una galaxia que, a diferencia de las mesas, no puede no existir? ¿Las estrellas que integran esa galaxia no pueden, entonces, no existir? ¿No oímos continuamente a los astrónomos hablar de muerte de estrellas, de luz que nos llega de estrellas que ya no existen, etc.? ¿No han comenzado a existir, las galaxias? Por lo menos tienen que tener menos de 13.000 millones de años, no? Pues lo que comienza a existir, antes de eso, no existe. Y eso ya prueba que puede no existir, y que es contingente, porque el hecho de que en algún momento no exista prueba la posibilidad que tiene de no existir.

Nunca podría suceder lo mismo con el triángulo y sus 180 grados, por ejemplo. No tendría sentido decir que en su etapa moderna, hace 10.000 años, el triángulo renovado tiene tres ángulos que juntos suman dos rectos.

¿Y cómo, si todas las estrellas que forman una galaxia pueden dejar de existir, la galaxia misma no puede dejar de existir?

“…deberemos explicar como hace Dios, que es según definición de ustedes inmaterial y está fuera del tiempo, para interactuar con la materia y con el tiempo. Cómo se las arregla para eludir la 2ª Ley de la Termodinámica y alguna cosita mas.”

Lo que es inmediatamente claro es que la “interacción” de Dios con la materia y el tiempo es distinta de lo que sería la interacción de una realidad material con esas mismas realidades.

Es curioso que aquí Ud. parezca ver solamente las semejanzas con los seres materiales, y no, precisamente, las diferencias, en las que tanto ha insistido antes.

“Si para intentar despejar un interrogante, además de no conseguirlo de forma incontestable, necesito añadir aún más interrogantes, pues no me parece un buen sistema.”

¿Quiere decir eso que el sistema de la ciencia moderna no es bueno? En efecto, cada nueva teoría aporta siempre muchos más interrogantes de los que resuelve.

¡Era tan sencillo el mundo en los buenos viejos tiempos de Newton! Pero ya el electromagnetismo vino a ensombrecer esa clásica sencillez, y no hablemos luego de la relatividad o la mecánica cuántica.

Hoy día muchos sueñan con la “teoría unificada”, pero hasta ahora no han logrado concretar esa esperanza. Y sin duda que si algún día lo logran, aparecerán problemas que al presente ni imaginamos, y nada garantiza tampoco que se resuelvan todos los que existen hoy.

"...porque todo tiene que tener razón suficiente, y por eso, el efecto no puede nunca superar la causa."

”Eso debería usted demostrarlo con algo más que frases. Los que se dedican a la física del caos tendrían varias objeciones que plantear a la última parte de su frase.”

¿Es tan difícil presentar un solo argumento bien armado, en vez de estar continuamente dando la dirección de la biblioteca? ¿No suena eso en realidad a falta de argumentos?

"Todas las teorías se elaboran desde un sillón,..."

”Puede que algunas o muchas nazcan ahí, pero las científicas se desarrollan verificándolas en campo y/o en el laboratorio, se contrastan y se someten a la revisión por pares y, por supuesto, siempre están abiertas a nuevas teorías que aporten mayor o mejor conocimiento. Las filosóficas nacen igual, pero siguen ahí toda su vida, por eso tienden a la endogamia y tienen propensión a envejecer y degenerar conforme pasa el tiempo.”

En efecto, aquí no queda clara la diferencia entre teorías científicas y teorías filosóficas. No todas las teorías científicas se verifican en el campo o en el laboratorio, además, a no ser que se diga que las matemáticas no son ciencia.

Las teorías filosóficas, por su parte, también sufren variaciones a lo largo de su historia, por ejemplo, el aristotelismo tiene una herencia de continuadores que muchas veces difieren entre sí y del punto de partida en puntos sustanciales.

La filosofía, además, sólo puede envejecer en su parte errónea, porque su objeto, a diferencia de las ciencias particulares, son las verdades necesarias, que no pueden dejar de ser verdaderas.

"Sin duda, hay errores científicos en Santo Tomás y en Aristóteles. Por eso sólo los tomamos como maestros en Filosofía."

"Sin duda los hay, por eso ustedes toman lo que aún no está abiertamente puesto en evidencia por la Ciencia o lo que, efectivamente, por estar en el terreno de la Filosofía, sólo tiene valor dentro de ella."

Exacto, no pretendemos que las verdades filosóficas tengan valor para otro aspecto de la realidad que no sea el que la filosofía estudia, el de las últimas causas. Así debe suceder en general con toda ciencia: las matemáticas no tienen en cuenta los aspectos biológicos de la realidad.

El tema es que al parecer no se comprende que la realidad es una sola, pero los aspectos que la inteligencia humana puede conocer de la realidad, son muchos. Al ser humano, por ejemplo, lo estudian la anatomía, la fisiología, la psicología, la moral, la sociología, la economía, la política, la física, también, porque al final es un cuerpo en movimiento, etc.

Lo que distingue a las distintas ciencias no es necesariamente la realidad que estudian, sino el aspecto de esa realidad que enfocan.

Así, la filosofía estudia la misma realidad que estudian las ciencias particulares, pero el aspecto de esa realidad que ella estudia es lo que tiene que ver con las últimas causas o razones de esa realidad.

En cuanto a los aceleradores de partículas: ¿las partículas son la materia, o están hechas de materia? ¿No están a su vez compuestas de partículas, si los científicos deciden seguir investigando? ¿Dónde está la “materia”, entonces?

No digo con esto que los científicos encuentren cualquier cosa que se propongan encontrar, sino que la “materia” es de tal cualidad, que en ella se puede seguir indefinidamente encontrando “partículas” cada vez más elementales, que sin embargo, por eso mismo, nunca llegan a ser elementales del todo, por así decir.

Me baso para eso en la tradicional filosofía aristotélica del continuo, según la cual, las partes en el continuo están en potencia, no en acto, y por eso mismo, el continuo es indefinidamente divisible.

Una barra de metal de un metro se puede cortar a la mitad, y las mitades, a la mitad, y así indefinidamente. Claro, va a llegar un momento en que físicamente no vamos a poder seguir cortando, en el estado actual de la técnica.

Por eso mismo, al progresar la técnica, podemos seguir cortando más y más, y así aparecen nuevas y nuevas “partículas”. Pero siempre vamos a tener un límite físico, y a partir de ahí, sólo nos queda el corte “mental” de la división puramente matemática.

La cual también puede seguir indefinidamente, porque siempre la parte de algo extenso, va a ser extensa, y como tal, divisible. Y nunca vamos a llegar por ahí a una cantidad infinita actual de partes, porque contra lo que sostiene Leibniz, las partes en el continuo están solamente en potencia, no en acto.

En definitiva, que la “materia” (me refiero a la materia “prima”, el último sustrato de los seres materiales) es de suyo pura potencia, no ente en acto. Y sólo existe, por eso mismo, mientras es actualizada por otro principio, que es la forma sustancial.

Renzo:

"Y de todos modos, estaríamos en que al final los átomos no son “cosas”, sino componentes de las cosas. Personalmente me considero una sola cosa, no un conjunto de cosas,..."

”Lástima Néstor que cuando se trata de física de partículas, las intuiciones y las consideraciones personales sirvan para más bien poco.”

Eso es agarrarse de las palabras a falta de argumentos. ¿Es Ud. un ente, o un conjunto de entes? En último caso, debería usar al hablar la forma plural, y no solamente en el sentido del “plural mayestático” o de cortesía.

Rummy:

En cuanto a “trasladar un concepto al plano de las realidades experimentables”, por enésima vez:

1) Que las realidades sean “experimentables” o no lo sean no es esencial para que sean realidades, no se puede probar que todo lo que existe es experimentable, ni se ha dado aquí ninguna prueba de eso.

2) Si lo significado por un concepto aparece como condición necesaria de la existencia de algo dado en la realidad “experimentable”, entonces lo significado por ese concepto existe.

¿O sostiene Ud. que algo puede existir sin aquello sin lo cual no puede existir? Porque la condición necesaria de algo es aquello sin lo cual ese algo no puede existir.

3) Si algo, por tanto, aparece como condición necesaria de otra cosa, que es dada, esa otra cosa, en la experiencia, y por tanto, existe, hay que concluir que aquello que es condición necesaria de esto, existe, sin que sea necesario verificar empíricamente su existencia.

4) El nexo necesario entre la condición necesaria y la cosa que es dada en la experiencia como existente se establece en virtud del principio de no contradicción, demostrando que sería contradictorio que la cosa en cuestión existiese sin aquello que decimos que es condición necesaria suya.

5) Esa demostración es posible porque partimos del concepto de la cosa dada en la experiencia, y mostramos que dicho concepto exige necesariamente, bajo pena de afirmar una contradicción en caso contrario, aquello que decimos que es condición necesaria de este ente existente.

6) Cuando hablamos aquí del concepto de la cosa dada en la experiencia como existente, no estamos hablando del concepto como cualidad de nuestra mente, sino de lo representado en ese concepto, de su contenido objetivo, que es justamente la naturaleza o esencia de la cosa dada en la experiencia.

7) Si dicho contenido objetivo del concepto no significase la naturaleza o esencia de la cosa dada en la experiencia, no podrían ser verdaderas afirmaciones tales como “el caballo existe”, porque la realidad designada en esa proposición como existente sólo es alcanzada por nuestra mente en tanto que contenido objetivo del concepto “caballo”, y sólo es posible afirmar esa proposición como verdadera porque aplicamos el contenido objetivo de ese concepto a la experiencia sensible que tenemos de los caballos.

En efecto, no afirmamos con los sentidos, sino con la inteligencia, y por tanto, con los conceptos.

8) Por tanto, si del concepto de la cosa dada como existente por la experiencia se sigue necesariamente que alguna otra cosa tiene que existir para que ella pueda existir, esa exigencia es una exigencia ante todo de la realidad y no solamente de nuestro pensamiento.

9) Y por tanto, supuesto que lo significado por aquel concepto existe en la realidad empírica, eso otro que es condición necesaria de que esto exista también existe, sin necesidad de verificar empíricamente su existencia de otro modo de como acabamos de exponerlo.

No alcanza, por tanto, con que algo sea coherente, para que ya exista o sea verdad. Además es necesario QUE VENGA LÓGICAMENTE EXIGIDO COMO CONDICIÓN NECESARIA DE ALGO DADO EN LA EXPERIENCIA Y POR TANTO EXISTENTE.

Leonardo:

Sin duda, el caso de la pared no es el mismo caso de la creatura, porque en el ejemplo de la pared, la pared existe independientemente de la iluminación, mientras que la creatura no existe independientemente de la acción de la Causa Primera.

Por eso ahí se aplica aquello de que la comparación no vale en todos los aspectos, sino solamente, si es correcta, en el aquel aspecto que se intenta ilustrar.

El aspecto que se intenta ilustrar, aquí, es la posibilidad de una acción causal sin comienzo y que se extiende todo a lo largo de la existencia del efecto.

En ese sentido, solamente, es el mismo caso el de la acción de la luz sobre la pared iluminada hipotéticamente desde siempre, y el de la acción de la Causa Primera sobre el universo material hipotéticamente existente desde siempre.

En cuanto al arquitecto en acto, ya no es arquitecto en potencia, porque eso sería contradictorio, sería a la vez ser en acto y no ser en acto.

Pero una cosa es “ser en potencia”, y otra “ser una potencia actualizada”, eso sí es el arquitecto en acto, y en general, todo ente compuesto de potencia y acto.

Lo estamos diciendo al enunciar el principio de causalidad como “para pasar de potencia a acto, el ente en potencia necesita de un ente en acto”.

Estamos diciendo que el ente en potencia pasa a ser ente en acto, y que su potencialidad es actualizada por la acción de la causa, lo cual quiere decir que no es destruida ni eliminada, sino todo lo contrario.

La pared iluminada sigue pudiendo ser iluminada, en el sentido de que la iluminación no se ha vuelto imposible por el hecho de realizarse, sería absurdo.

Para ser más precisos, hay que aplicar la distinción entre “sentido compuesto” y “sentido dividido”.

Así, la frase “el que está sentado no puede estar de pie”, es verdadera en sentido compuesto, porque se toma al que está sentado, “en composición” con el hecho de que está sentado, o sea, en cuanto está sentado, y bajo ese aspecto obviamente no puede estar al mismo tiempo de pie; pero es falsa en sentido dividido, porque el que está sentado, considerado en sí mismo, como si dijéramos “divididamente” del hecho de que está sentado ahora, es capaz de ponerse en pie.

Del mismo modo, hay que distinguir, en la frase “la potencia actualizada sigue pudiendo ser actualizada”, el “sentido compuesto”, que considera a la potencia actualizada en cuanto actualizada, y el “sentido dividido”, que considera a la potencia actualizada en cuanto potencia, simplemente.

En el primer sentido, la afirmación es falsa, porque de lo contrario esa potencia estaría a la vez en potencia y en acto. En el segundo sentido, es verdadera, porque es esencial a la noción de “potencia”, como tal, su capacidad de actualización.

Es más, si la potencia desapareciese al ser actualizada, ya no tendríamos un ente compuesto de acto y potencia, sino el Acto Puro.

Por eso, todo ente finito, limitado, imperfecto, es una potencia de ser actualizada, que ya no está más “en potencia”, sino en acto.

Rummy:

En efecto, Santo Tomás podía no haber pensado las cinco vías, y del mismo modo, cualquiera de nosotros podría no haber existido, por ejemplo, si nuestros padres no se hubiesen conocido, y el planeta Tierra igualmente podría no haber existido.

Eso es precisamente la contingencia.

Y sin duda, los cambios que queramos hacer nosotros en las palabras no afectan a las cosas.

Por más que mañana queramos llamar “agua” al etanol, eso no cambiará la composición química de ambas sustancias, y por tanto, TAMPOCO CAMBIARÁ EL CONCEPTO que tenemos de ambas, que es la única vía de que disponemos para saber algo de LO QUE SON esas sustancias.

Las esencias de las cosas son absolutamente inmutables, no son contingentes, sino necesarias.

Las que son contingentes son las cosas, no sus esencias.

Es decir, esta agua que está en este vaso podría no haber existido, pero el agua, por los siglos eternos, será siempre un compuesto de hidrógeno y oxígeno, EXISTA O NO, del mismo modo que un dinosaurio es un reptil, pero no existe.

Y eso se debe a que en la esencia del agua entran el hidrógeno y el oxígeno, pero no la existencia actual.

Por eso, esa esencia no es contingente en sí misma, es decir, en cuanto a su composición intrínseca, sino sólo en relación al hecho de que exista o no.

Saludos cordiales

28/09/11 7:02 PM
  
Néstor
Jorge:

Al parecer afirma Ud. las siguientes proposiciones:

1) No puede haber una primera causa contingente en la serie de causas contingentes de un ente contingente.

2) Esa serie de causas contingentes del ente contingente no puede ser simultánea, tiene que ser temporalmente sucesiva.

Si esto es así, ¿no es cierto que de estas dos proposiciones se sigue que el mundo creado no ha podido tener comienzo?

Eso se sigue necesariamente de afirmar que la serie de causas del ente contingente no puede ser finita y que esa serie es temporalmente sucesiva, y por tanto, que cuando hablamos de que no es posible retroceder al infinito en la serie de causas del ente contingente, pero que eso no exige que sea finita la serie de causas contingentes como tales, sino que al contrario, debe ser infinita, estamos hablando, según Ud., parece, de la serie de causas temporalmente pasadas de dicho ente, en cuyo caso, es claro que no podría haber un primer instante de la existencia de dicha serie de causas, y por tanto, no podría haber un primer instante de la existencia del mundo creado.

No tengo actualmente presente si Leibniz sostenía tal cosa, pero lo que es claro es que eso es contrario a la fe católica, que sostiene el comienzo en la existencia del mundo creado.

Saludos cordiales.
28/09/11 7:41 PM
  
Rummy
Hola Néstor.

Creo que no vamos a llegar mucho más lejos en el debate, hay un claro problema de lenguaje entre nosotros. Mientras usted inscribe toda su argumentanción en torno a las ideas, yo intento hacerle ver que por ahí no podemos llegar mucho más allá que a recreaciones mentales de lo que es la realidad.
Se lo pondré en un ejemplo. Ambos tenemos sed, pero mientras que usted dedica su tiempo a glosar sobre el agua y recrea en su mente las sensaciones que le evoca el recuerdo de beberla, yo bebo agua, ¿quien cree que acabará deshidratado?.


"Una de las imágenes que tenemos del Sistema Solar consta de una gran Canica central, alrededor de la cual giran otras canicas menores, de diferentes tamaños."

Eso es cierto cuando se tienen 8 años.

"Hoy día decimos que el Sol es una masa de gas incandescente..."

¿Lo decimos?, ¿ve usted a qué me refiero?.

"Pero el supremo gesto poético ha sido sin duda hacer al átomo un sistema solar en pequeño, con su núcleo formado de protones y neutrones alrededor del cual giran los electrones, y esa profunda sugerencia de analogía entre el Macrocosmos y el Microcosmos."

Falsa analogía, de nuevo el mismo problema. Por cierto los electrones no "giran" alrededor del núcleo.

"Todo lo que podamos decir o deducir sobre los pulsares se tiene que basar en definitiva en algunos modelos empíricos tomados de nuestra experiencia cotidiana..."

Desgraciadamente aplicar "nuestra experiencia cotidiana" a la astrofísica o la mecánica cuántica, sirve de muy poco, pero es justamente lo que estoy intentando hacerle ver y claramente no lo consigo.

"En efecto, hasta ahora nadie ha podido viajar hasta un “pulsar” para poder basar sus teorías en observaciones de campo, como dicen los sociólogos."

Ni al Cielo o al Infierno y no por ello defienden ustedes su existencia y hasta se atreven a describirlos

"Sobre todo pretender que puede haber algo que no tenga razón de ser y sea por tanto “porque sí”, es hacer profesión de irracionalismo."

Le respondí que eso es lo que ustedes hacen con Dios aunque lo remocen con juegos de palabras y ejercicios mentales con lo que construyen una especie de matrioska filosofica.
Mi respuesta,la que usted cita, significa justamente eso que hasta saber cuales son los hechos, no podemos empezar a buscar la explicación a los mismos, ¿o sobre qué se supone que vamos a encontrar la explicación?.

"Es falsa esa disyuntiva? ".

Es falsa desde el momento en que no hay pruebas de que se puedan dar una u otra opción. Nos consta que las cosas existen, no que pudieran no existir. Aquí de nuevo confunde lo que podemos imaginar y pensar con lo que tiene posibilidades reales de ser ( o mejor de no ser en este caso). Imaginar algo no es hacerlo real. No tenemos ninguna prueba de que hay una especie de Universo moneda con una cara equivalente a existencia o otra a nada. Eso sólo está en su imaginación.

"El nombre que le demos es por el momento lo de menos, el punto es que entonces aceptamos que algo tiene que existir por sí mismo. ¿Acepta Ud. eso?"

Creí haberlo dejado claro ya hace bastantes mensajes. El Universo es algo inevitable y parte de un hecho singular que determina su origen ( en cuanto al tiempo y espacio que experimentamos ), pero que, con muy alta probabilidad, es sólo uno más de una serie que no tiene porque tener principio ni fin.
De esto no tenemos la certeza absoluta, ni estamos cerca de tenerla, pero los datos que vamos conociendo apuntan en este entido. De lo que si hay certeza es de que no encontramos nada que requiera la hipótesis de Dios.

"Lo que quiero decir ahí es que la energía no existe en sí misma..."

Espero que esté bromeando con esa afirmación, de no ser así francamente me deja sin palabras, estupefacto.

"No veo que para que haya cosas que tienen energía, tenga que haber cosas que no la tengan."

Lógico que no lo vea, no hay ningún estado conocido de energia "cero".

"...tan contingente es el Universo material como la hormiga que camina por la pared, por lo que perfectamente se puede hacer toda la prueba basándose en la hormiga, nada más."

No nuevamente Néstor. Una hormiga es contingente, igual que usted o yo. Podría existir una hormiga con cola de dragón y será contingente.
La base de la existencia, los ladrillos que hacen que todo pueda existir, no es contingente. Y no hablo de Dios como ya supondrá.

"Vamos por ahora a la semejanza: ¿sostiene Ud. que hay una galaxia que, a diferencia de las mesas, no puede no existir? ¿Las estrellas que integran esa galaxia no pueden, entonces, no existir?"

Esto y el resto del párrafo se lo acabo de responder.

"Nunca podría suceder lo mismo con el triángulo y sus 180 grados..."

Déjeme romper un poco la seriedad del debate: sí y de hecho sucede en la geometría no euclídea.

"...o que es inmediatamente claro es que la “interacción” de Dios con la materia y el tiempo es distinta de lo que sería la interacción de una realidad material con esas mismas realidades."

¿Qué significa "distinta", que naturaleza tiene esa interacción?, ¿mágica, divina?, eso no es una respuesta e otra pregunta, así no podemos avanzar ni adquirir conocimiento alguno.

"Es curioso que aquí Ud. parezca ver solamente las semejanzas con los seres materiales, y no, precisamente, las diferencias, en las que tanto ha insistido antes."

Lo contrario es válido para aplicarselo a usted. Es usted quien crea una supercategoría que engloba a todo lo existente, desde los quarks a las galaxias, pasando por nosotros, asignando idénticas propiedades y atributos a todos, para después sacarse de la manga a Dios al que sitúa fuera de todo lo anterior, porque sí, porque así le conviene.

"¿Es tan difícil presentar un solo argumento bien armado, en vez de estar continuamente dando la dirección de la biblioteca? "

Yo le puede aplicar lo mismo, ¿es un argumento bien armado lo que usted presenta ?:

"...porque todo tiene que tener razón suficiente, y por eso, el efecto no puede nunca superar la causa."

Además ¿que tiene de malo acudir remitirle a la biblioteca, son fuente de sabiduría y conocimiento?, resulta paradójico que critique eso cuando ustedes se fundamentan en un sólo libro la Biblia, yo al menos le mando a donde hay muchos para escoger y permitirle pensar por sí mismo.

"En efecto, cada nueva teoría aporta siempre muchos más interrogantes de los que resuelve. "

Dejando al margen que eso no es rigurosamente cierto, la clave está en aportar respuestas y no sólo interrogantes, que es lo que sucede en su caso.

"...a no ser que se diga que las matemáticas no son ciencia."

No, desde luego yo no lo he dicho, pero no veo como llamar a un "laboratorio" de matemáticas ¿pizarra, bloc de notas, ordenador?.

"Exacto, no pretendemos que las verdades filosóficas tengan valor para otro aspecto de la realidad que no sea el que la filosofía estudia, el de las últimas causas."

Acabáramos Néstor!!!, por fin. Las últimas causas, las que quedan en el fondo del cajón cuando todo lo demás está fuera. Pero como aún nos queda mucho para vaciar el cajón, las últimas causas están fuera de la realidad, no sabemos ni si estarán ahí, así que su valor es meramente especulativo, interesante sin duda, pero se les acaba pronto la cuerda ( bueno, no tan pronto la circularidad y la autoreferencia suelen originar bucles interminables ).

"¿las partículas son la materia, o están hechas de materia?"

Depende, ¿de que partícula hablamos?, no podemos, otra vez, meter todo en el mismo saco.

"¿Dónde está la “materia”, entonces? "

Entiendo que se trata de una pregunta retórica.

"Me baso para eso en la tradicional filosofía aristotélica del continuo, según la cual, las partes en el continuo están en potencia, no en acto, y por eso mismo, el continuo es indefinidamente divisible."

Néstor, estamos en 2011.

"Por eso mismo, al progresar la técnica, podemos seguir cortando más y más, y así aparecen nuevas y nuevas “partículas”. Pero siempre vamos a tener un límite físico, y a partir de ahí, sólo nos queda el corte “mental” de la división puramente matemática."

Pero de ahí a "inventar" la realidad va una gran diferencia, además ni la experimentación ni las matemáticas apuntan a que esa división deba ser indefinida, entre otras cosa porque hacerlo sin pruebas sería especulativo y acientífico.

Disculpe la longitud del mensaje y si he olvidado responder a alguna cuestión.

Un saludo.






28/09/11 9:33 PM
  
Rummy
Corrección.

"Ni al Cielo o al Infierno y a pesar de ello defienden ustedes su existencia y hasta se atreven a describirlos"
28/09/11 9:36 PM
  
Leonardo R.
Néstor:

Muchas gracias por su respuesta. Valoro mucho el tiempo que se toma para respondernos. sepa usted que sigo con atención sus respuestas a todos los participantes y de todas aprendo algo nuevo.

Anoche revisé la exposición que Garrigou Lagrange hace del argumento por la contingencia y me llamo la atención la siguiente cita, la pongo porque es valiosa y ademàs es poco frecuente que personas tan dueñas de sí mismas se permitan ciertas licencias de vez en cuando:

"Una serie de seres contingentes y relativos, aun cuando careciese de comienzo y fuese eterna, no llegaría a constituir un ser necesario absoluto, lo mismo que una innumerable serie de idiotas no constituiría un hombre inteligente"

Laus Deo Virginique Matri
28/09/11 9:49 PM
  
Juan Carlos
Rummy, se puede quedar en el cajón de las "causas" (perdón don Russell)...perdidas.
28/09/11 11:55 PM
  
Juan Carlos
Y también,jeje,se puede quedar con la región espacio energética de manifestación probalística electrónica.
29/09/11 12:28 AM
  
Néstor

Estimados amigos:

Sobre el tema de las causas actualmente subordinadas me place mostrar el acuerdo entre un texto de Santo Tomás y otro de Escoto (la traducción de la Suma que hay en Internet no es excelente, pero es pasable, retocándola un poco):

----------------------------------

“Suma teológica - Parte Ia - Cuestión 7, Artículo 4:

¿Puede o no puede lo infinito estar en las cosas por multitud?

Objeciones por las que parece que es posible que haya una multitud infinita en acto:

1. No es imposible que lo que está en potencia pase a acto. Pero el número puede multiplicarse hasta el infinito. Luego no es imposible que haya una multitud infinita en acto.

2. Es posible que, de cualquier especie, algún individuo esté en acto. Pero las especies de las figuras son infinitas. Luego es posible que haya infinitas figuras en acto.

3. Las cosas que no se oponen entre sí, tampoco se anulan mutuamente. Pero, establecida una multitud de cosas, pueden establecerse otras muchas que no se les opongan; luego no es imposible que otras puedan darse simultáneamente con las primeras, y otras con aquéllas, y así hasta el infinito. Luego es posible que haya infinitas cosas en acto.

Contra esto: está lo que se dice en Sab 2,21: Todo lo dispusiste con su número, su peso, su medida.

Respondo: Sobre este problema hubo una doble opinión. Pues algunos, como Avicena y Algazel (Phys 1. 3) dijeron que era imposible que existiera una multitud infinita por esencia en acto; pero que no era imposible que existiera una multitud infinita por accidente.

Se dice que una multitud es infinita por esencia cuando para algo se requiera que la multitud sea infinita. Esto es imposible que se dé; porque, de ser así, algo dependería de realidades infinitas, no llegando nunca a su completa realización, ya que no puede agotarse lo infinito.

Se dice que una multitud es infinita por accidente cuando para algo no se requiere la infinitud de la multitud, pero se da accidentalmente.

Esto puede demostrarse con lo que hace el carpintero, el cual, para llevar a cabo su obra, requiere esencialmente una multitud de cosas, como el arte en su espíritu, las manos que trabajan, el martillo. Si estas cosas se multiplicaran hasta el infinito, la obra artesanal nunca quedaría concluida, porque dependería de infinitas causas.

En cambio, el número de martillos que pueda utilizar, supuesto el caso de que se rompan uno tras otro, forma una multitud accidental, ya que sólo accidentalmente trabaja con muchos martillos, resultando indiferente que utilice uno o dos o muchos o infinitos si trabajase un tiempo infinito.

Esta es la razón por la que establecieron como posible que existiera en acto una multitud infinita por accidente. Pero esto es imposible. Porque a toda multitud le corresponde estar en alguna especie de multitud. Las especies de la multitud se reducen a las especies de los números. No obstante, ninguna especie numérica es infinita, pues todo número es una multitud medida por la unidad. De ahí que resulte imposible que se dé una multitud en acto tanto por esencia como por accidente.

Asimismo, la multitud existente en la naturaleza de las cosas es creada; y todo lo creado está comprendido de algún modo en la intención del creador, pues un agente no obra en vano. De ahí que resulte necesario que todo lo creado esté comprendido en un determinado número. Luego es imposible que haya una multitud infinita en acto, incluso por accidente.

Sin embargo, sí es posible que haya una multitud infinita en potencia. Porque el aumento de la multitud se consigue por la división de la magnitud, ya que cuanto más se divide algo, tanto mayor es la pluralidad numérica. Por lo tanto, así como lo infinito se encuentra potencialmente en la división continua, pues ésta tiende a la materia, como quedó demostrado (a.3 ad 3), así también lo infinito se encuentra potencialmente en la adición de la multitud.

A las objeciones:

1. Todo lo que está en potencia pasa a estar en acto según su modo de ser. Ejemplo: el día no pasa a estar en acto en un solo momento, sino poco a poco.

De la misma forma lo infinito de la multitud no pasa a estar en acto en un solo momento, sino poco a poco, pues tras una multitud cualquiera puede añadirse otra, y así hasta el infinito.

2. Las especies de las figuras tienen infinidad numérica. Son especies de las figuras el triángulo, el cuadrilátero y otros. Por lo tanto, así como la multitud infinita numérica no pasa a estar en acto en un solo momento, así tampoco la multitud de las figuras.

3. Aun cuando establecido algo puede establecerse algo más que no se le oponga, sin embargo, establecer cosas infinitas se opone a cualquier especie de multitud. Por lo tanto, no es posible que haya una multitud infinita en acto.”

----------------------------------

JUAN DUNS ESCOTO, Opus Oxoniense, 1, d.2, q. 2, n. 12 (Comentario a la “Metafísica” de Aristóteles 1. 6. cap. 5) La traducción es nuestra:

“Una cosa es hablar de las causas “per se” y “per accidens”, y otra cosa es hablar de las causas esencial o accidentalmente ordenadas. Porque en lo primero hay solamente comparación de uno a uno, es decir, de la causa a lo causado. Y es causa “per se”, la que causa según su propia naturaleza y no según algo accidental a ella. En caso contrario, es causa “per accidens”.

En lo segundo, la comparación es entre dos causas, en cuanto algo es causado por ellas. Y en esto difieren en tres cosas las causas “per se” ordenadas o esencialmente ordenadas, y las causas “per accidens” o accidentalmente ordenadas:

La primer diferencia es que en las causas ordenadas “per se” o esencialmente, la causa segunda, en cuanto causa, depende de la primera; en las causas ordenadas “per accidens” o accidentalmente no, aunque una dependa de la otra en el ser, o en alguna otra cosa.

La segunda diferencia es que en las causas “per se” ordenadas o esencialmente ordenadas, hay una causalidad de otra razón y de otro orden, porque la causa superior es más perfecta; en las causas accidentalmente ordenadas no es así.

La tercer diferencia es que todas las causas “per se” y esencialmente ordenadas son requeridas simultáneamente para causar, de lo contrario, alguna causalidad “per se” le faltaría al efecto. Pero en las causas accidentalmente ordenadas no es así, porque no se requiere la simultaneidad de todas ellas al causar.”

----------------------------------

Observaciones:

Las diferentes cosas que requiere el carpintero para hacer su obra, en el texto de Santo Tomás, a saber, “el arte en su espíritu, las manos que trabajan, el martillo”, son las causas subordinadas esencialmente o “per se” de que habla Escoto en el suyo, en las cuales, dice Escoto, “hay una causalidad de otra razón y de otro orden, porque la causa superior es más perfecta”, es decir, son lo que Santo Tomás llama causas equívocas, porque son de distinta naturaleza que sus efectos, y en este caso, además, son de distinta naturaleza entre sí.

Así es el ejemplo que pusimos en el “post” de la voluntad que mueve la mano, la mano que mueve el lápiz, el lápiz que traza una raya en el papel.

Lo que trae Santo Tomás en su texto que no trae Escoto en el suyo, es que estas causas no pueden ser infinitas.

Lo que trae Escoto en su texto, que Santo Tomás no trae en este texto, es que esas causas tienen que ser simultáneas.

Pero es claro que Santo Tomás está de acuerdo con esto, porque si Santo Tomás estuviese diciendo que las causas temporalmente sucesivas de un ente son las que no pueden ser infinitas, estaría reconociendo con ello que se puede demostrar el comienzo del mundo, cosa que él niega terminantemente.

Por el contrario, las que se ve que sí son temporalmente sucesivas para Santo Tomás son las que él llama “multitud accidental”, donde pone el ejemplo del número de martillos que deba utilizar el carpintero, si se le van rompiendo. Y ahí dice que estas causas sí pueden sucederse unas a otras durante un tiempo infinito, porque resulta, dice, “indiferente que utilice uno o dos o muchos o infinitos si trabajase un tiempo infinito.”

Donde se ve que en este caso sí Santo Tomás está pensando en causas temporalmente sucesivas.

Es cierto que en el ejemplo de Santo Tomás los martillos no se causan unos a otros, pero eso no afecta la cuestión, pues también es accidental, según su razonamiento, que un hombre tenga tres antepasados, veinte, o miles.

Y efectivamente, el bisabuelo, el abuelo, el padre, son causas de la misma naturaleza, y no de naturaleza diferente, como tanto Santo Tomás como Escoto afirman de las causas esencialmente ordenadas entre sí.

Por su parte, en el texto de Escoto estas causas accidentales son las que él llama “accidentalmente ordenadas”, de las cuales dice, efectivamente, que no se requiere su simultaneidad al causar.

Lo que Santo Tomás niega inmediatamente a continuación, que es que esta infinidad de causas accidentales sea posible en acto, o sea, simultáneamente. No niega que sea posible en forma sucesiva, con lo cual nunca estará dada en acto, porque es claro que lo pasado ya no existe, y que en una serie sucesiva infinita de ese tipo no hace falta que en ningún momento existan simultáneamente infinitos elementos de esa serie.

Y así el pensamiento de Santo Tomás es coherente con su afirmación de que no se puede demostrar por la razón que el mundo haya tenido un comienzo, y que Dios podría haber creado, de haber querido, un mundo sin comienzo temporal.

Nótese además el claro rechazo de Santo Tomás a la posibilidad de un infinito numérico actual, basado en la distinción clave entre ser en acto y ser en potencia, que nunca es olvidada en Filosofía “sin grave daño”.

Saludos cordiales
29/09/11 1:35 AM
  
jorge
Estimado Nestor

Ante la diferencia que no nos permite ponernos de acuerdo, uno debe elegir, y en términos de consistencia y razonabilidad elijo los conceptos que Leibniz propuso.

Las nociones aristotélicas tarde o temprano derivan en modelos de universos mecánicos sin vida, e imperfectos. La imposibilidad para Aristóteles del infinito real, la recoge Newton, quien a la materia la concibe como discreta y finita, y solo al espacio y al tiempo les da el atributo de infinitos como si fueran el sensorio de Dios, que sin decirlo hacen de Él parte del mundo. Newton consideró a Dios como perpetuo relojero, que intervenía con frecuencia para reparar su máquina imperfecta, que se va deteniendo.
Con el tiempo, los empiristas aceptaron las nociones de Newton, pero vieron que no era necesario contar con el Dios que Newton planteaba. Así es como llegaron los modelos de entrópicos, los de la muerte térmica del universo y el Big Bang.

Prefiero infinitamente el Universo de Leibniz, su metafísica, su lógica. La noción de espacio y tiempo de Leibniz prefiguró la teoría de la relatividad de Eistein.
Cantor demostró que el Universo está compuesto de infinitos que pueden ser añadidos, dado que existen infinitos unos más grandes que otros, es decir que pueden ser ordenados y cuantificados.

Las variables discretas como los números naturales, la división racional entre 2, 4, 6 etc… son simple expresión de sumas convergentes de infinitos términos. Del mismo modo cuando se proyecta una recta perpendicular a un plano sobre el mismo plano, la recta con infinitos puntos termina siendo sólo un punto en el plano sobre el que se proyecta. Lo que tenemos por finito es en realidad una apariencia, y más bien estamos rodeados de fenómenos quw subsumen el infinito.

Termino con las palabras de Ortega y Gasset:
...Leibniz anticipaba con una clarividencia que produce escalofrío lo que en nuestro tiempo ha llegado a ser tanto la pura matemática más reciente como la más reciente física. Porque es preciso hacer constar que es Leibniz, de todos los filósofos pasados , aquel de quien resultan hoy vigentes mayor número de tesis...
29/09/11 2:08 AM
  
Néstor
Rummy:

Me asombra que haya sido Ud. capaz de argumentar sin ideas hasta ahora, sino tratando directamente con las realidades, y que además yo no me haya dado cuenta. ¿Se fatiga mucho el cerebro cuando uno lo llena así de cosas reales? ¿O es que en esos casos no se usa la “mente”?

Bueno, no, hasta la edad más provecta la imagen del Sistema Solar que todo el mundo tiene tiene bastantes puntos en común con esas canicas, ¿o no? ¿En su imagen del Sistema Solar el Sol y los planetas son cuadrados?

En la Wikipedia la imagen que dan del Sol es bastante gaseosa, aunque es cierto que no queda claro si todo allí son gases.

Y si hay algo que no es gaseoso, sino sólido, por ejemplo ¿de dónde le parece a Ud. que hemos sacado la idea de “sólido”?

Y si hay un estado que no es ni sólido ni líquido ni gaseoso, sino sólo “partículas” ¿no le da a entender el mismo nombre de “partículas” de dónde podemos haber sacado la idea de una “partícula”?

El punto es que no hay caso, no tenemos imágenes o modelos mentales que aplicar a lo inmensamente grande o a lo inmensamente pequeño que no procedan de nuestra experiencia cotidiana. Hasta los laboratorios son cotidianos, porque ahí nos valemos de nuestros cotidianos ojos, oídos, narices, etc., y de nuestras cotidianas mentes.

"En efecto, hasta ahora nadie ha podido viajar hasta un “pulsar” para poder basar sus teorías en observaciones de campo, como dicen los sociólogos."

”Ni al Cielo o al Infierno y no por ello defienden ustedes su existencia y hasta se atreven a describirlos”

Pues ahí está, ésa es la forma humana de conocer. Aplicar modelos familiares a lo desconocido y luego hacer las correcciones del caso, que sean indicadas por la razón.

"Sobre todo pretender que puede haber algo que no tenga razón de ser y sea por tanto “porque sí”, es hacer profesión de irracionalismo."

Y Dios no existe porque sí, sino que tiene en sí mismo su razón de existir. De lo contrario tendríamos que decir que el triángulo tiene tres lados porque sí, eso ya se lo había respondido antes.

Por supuesto que hasta saber cuáles son los hechos, no vamos a buscar la explicación de los mismos, pero eso no es lo mismo que pensar que esos hechos pueden no tener explicación. Si así fuese, saber cuáles son los hechos no cambiaría nada.

“No sé si un hecho cualquiera tiene que tener explicación o no” – “Bien, aquí hay un hecho nuevo, que antes no conocíamos” – “Pues lo dicho, no sé si tiene que tener explicación o no”.

Y además, lo que ya dije: si un “hecho”, como tal, no tiene porqué tener explicación, entonces ningún hecho tiene porqué tenerla, porque en todo caso sería accidental al “hecho”, como tal, el tener explicación, y lo que es accidental, no es necesario.

Y si ningún hecho tiene porqué tener explicación, adiós ciencia.

"¿Es falsa esa disyuntiva?".

“Es falsa desde el momento en que no hay pruebas de que se puedan dar una u otra opción.”

¿Cómo? ¿Es falso que “o no hay nada, o hay algo”? ¿Para saber que “o no hay nada, o hay algo”, es necesario probar alguna cosa? ¿Ha oído hablar del “principio de tercero excluido”? Porque esa disyuntiva equivale a esta otra: “Existe algo, o no”.

¿Cómo hace concordar estas dos afirmaciones suyas:

“Nos consta que las cosas existen, no que pudieran no existir.” “Una hormiga es contingente, igual que usted o yo.”?

¿No le consta que una estrella que ha muerto podía no existir? ¿O no le consta que esa estrella fuese básicamente igual a las que ahora siguen existiendo? ¿Es imaginación nuestra que esa estrella no existe más, luego de haber existido?

"El nombre que le demos es por el momento lo de menos, el punto es que entonces aceptamos que algo tiene que existir por sí mismo. ¿Acepta Ud. eso?"

”Creí haberlo dejado claro ya hace bastantes mensajes.”

Pero no lo ha dejado claro ni siquiera ahora. A ver, se lo pregunto en forma más clara: El Universo material, en su opinión ¿existe por sí mismo?

Y por “Universo material” entiendo simplemente la totalidad de los seres materiales, más allá de accidentes locales como lo que podemos o no podemos observar nosotros.

"Lo que quiero decir ahí es que la energía no existe en sí misma..."

”Espero que esté bromeando con esa afirmación, de no ser así francamente me deja sin palabras, estupefacto.”

Pues así es, no existe en sí misma. Tal vez, sólo tal vez, su estupefacción se deba a que “en sí” se puede entender en dos sentidos: 1) Independientemente de nuestro conocimiento 2) Sin ser propiedad o accidente de otra cosa.

Así, la forma esférica de una pelota de fútbol es “en sí” en el primer sentido, porque la pelota es redonda en sí misma y no porque la conozcamos nosotros, pero no en el segundo sentido, porque nunca vamos a ver la “redondez” rebotando sola por ahí, sin estar sustentada en la correspondiente pelota de fútbol, bola de billar, etc.

De ese mismo modo, sin duda que la energía es “en sí” en tanto que no es una proyección de nuestra mente y existe independientemente de nuestro pensamiento (eso muestra además que las ideas nos ponen en contacto con la realidad, porque sin duda, también, que “energía” es, por otro lado, una de nuestras ideas…) pero no es “en sí”, sino “en otro”, o sea, es un “accidente”, porque de lo contrario no sería absurdo pensar que la energía de un puñetazo sobre la mesa pudiese existir sin puñetazo alguno, o que la energía que desarrollan 30 robustos obreros productores de chocolate blanco pudiese existir “en sí”, separada de los ya innecesarios obreros mismos, o que la “acción” de una persona pudiese salir a la calle a actuar por su cuenta mientras la persona duerme cómodamente en su casa.

"...tan contingente es el Universo material como la hormiga que camina por la pared, por lo que perfectamente se puede hacer toda la prueba basándose en la hormiga, nada más."

”No nuevamente Néstor. Una hormiga es contingente, igual que usted o yo. Podría existir una hormiga con cola de dragón y será contingente.”

Pero eso no es estar en desacuerdo con la afirmación de que una hormiga es contingente, y por tanto, la prueba de la existencia de Dios que se basa en el ente contingente puede perfectamente basarse en la existencia de una sola hormiga.

“La base de la existencia, los ladrillos que hacen que todo pueda existir, no es contingente. Y no hablo de Dios como ya supondrá.”

Bueno, parece que por fin hemos encontrado al Ser Necesario, aunque por ahora más bien se hable de los Seres Necesarios. Esos misteriosos ladrillos Necesarios del Cosmos me intrigan profundamente. ¿Sería posible nombrarlos, o se cometería con ello algún tipo de profanación?

"Vamos por ahora a la semejanza: ¿sostiene Ud. que hay una galaxia que, a diferencia de las mesas, no puede no existir? ¿Las estrellas que integran esa galaxia no pueden, entonces, no existir?"

”Esto y el resto del párrafo se lo acabo de responder.”

No, no lo ha respondido, y sería fácil responder con un “sí” o con un “no”.

"Nunca podría suceder lo mismo con el triángulo y sus 180 grados..."

”Déjeme romper un poco la seriedad del debate: sí y de hecho sucede en la geometría no euclídea.”

Obviamente, hablo de un triángulo euclidiano.

"...o que es inmediatamente claro es que la “interacción” de Dios con la materia y el tiempo es distinta de lo que sería la interacción de una realidad material con esas mismas realidades."

”¿Qué significa "distinta", que naturaleza tiene esa interacción?, ¿mágica, divina?, eso no es una respuesta e otra pregunta, así no podemos avanzar ni adquirir conocimiento alguno.”

No, ahí no se trata de avanzar, todavía. Ud. pone una dificultad, y se le responde que la dificultad está mal planteada, pues asume lo que no está en la hipótesis, sino que está excluido de la misma, es decir, la materialidad del Ser Necesario y Creador.

"Es curioso que aquí Ud. parezca ver solamente las semejanzas con los seres materiales, y no, precisamente, las diferencias, en las que tanto ha insistido antes."

”Lo contrario es válido para aplicarselo a usted. Es usted quien crea una supercategoría que engloba a todo lo existente, desde los quarks a las galaxias, pasando por nosotros,”

Ud. también llamó a todo eso lo “existente”, e hizo muy bien. Los quarks existen, las galaxias existen, y nosotros existimos. La “existencia” no es una categoría creada por nosotros, y el “ser” tampoco.

“asignando idénticas propiedades y atributos a todos, para después sacarse de la manga a Dios al que sitúa fuera de todo lo anterior, porque sí, porque así le conviene.”

Pues no. Ni todos los existentes tienen idénticas propiedades y atributos, ni Dios deja de ser un Existente, un Ente, Uno que Es. Las mayúsculas indican justamente el modo diferente en que Dios es todo eso, no que no lo sea.

Eso es lo que en Filosofía se conoce como la “analogía del ente”. No hay dos entes totalmente iguales entre sí, ni hay dos entes que no tengan nada en común entre sí.

Por hipótesis, al menos tienen en común el ser “entes”, el tener ser, el existir. “En parte igual, en parte diferente”: eso es la “analogía”, que nada tiene que ver, repito, con el “razonamiento por analogía”.

Que el efecto no puede superar nunca la causa, está en las nociones mismas de “efecto” y de “causa”, porque si para algo está la causa, es para explicar el efecto, y lo que del efecto superase la causa, obviamente no procedería de ella, porque no se da lo que no se tiene, y así, quedaría sin explicar.

Sin duda, la Biblia es el Libro por excelencia, porque es la Palabra de Dios. Pero ¿de dónde ha sacado Ud. que nosotros no leemos otros libros además de la Biblia?

"En efecto, cada nueva teoría aporta siempre muchos más interrogantes de los que resuelve."

"Dejando al margen que eso no es rigurosamente cierto, la clave está en aportar respuestas y no sólo interrogantes, que es lo que sucede en su caso."

En eso no nos diferenciamos de las ciencias particulares, también la Filosofía da respuestas, como se puede ver claro por estos “posts”. Otra cosa es que todo el mundo quiera aceptar esas respuestas, eso queda fuera del alcance de la Filosofía.

"...a no ser que se diga que las matemáticas no son ciencia."

"No, desde luego yo no lo he dicho, pero no veo como llamar a un "laboratorio" de matemáticas ¿pizarra, bloc de notas, ordenador?"

En ese caso es un laboratorio bastante parecido al del filósofo, sí.

Las últimas causas, por serlo, no son de orden empírico, y no están por eso en ningún cajón. Son lo que hace posible que el cajón exista, nada más.

En efecto, en nuestra experiencia ninguna causa es “última”, pues todas las causas dadas en nuestra experiencia dependen a su vez de otra causa.

Por eso es que para encontrar una explicación última de nuestra experiencia, justamente, es necesario encontrarla más allá de la experiencia misma.

"¿las partículas son la materia, o están hechas de materia?"

”Depende, ¿de que partícula hablamos?, no podemos, otra vez, meter todo en el mismo saco.”

Bueno, ahí está lo emocionante, parece que están por aparecer los Seres Necesarios que están en la base de todo, y no están “hechos de materia”, sino que “son la materia”, los átomos de Demócrito por fin resucitados nuevamente. ¿Cómo se llaman, please?

"Por eso mismo, al progresar la técnica, podemos seguir cortando más y más, y así aparecen nuevas y nuevas “partículas”. Pero siempre vamos a tener un límite físico, y a partir de ahí, sólo nos queda el corte “mental” de la división puramente matemática."

”Pero de ahí a "inventar" la realidad va una gran diferencia, además ni la experimentación ni las matemáticas apuntan a que esa división deba ser indefinida, entre otras cosa porque hacerlo sin pruebas sería especulativo y acientífico.”

¿Cómo que la división no debe ser indefinida? ¿Piensa Ud. que podrá encontrar partículas extensas tan pequeñas que no puedan tener “mitad”, por ejemplo? ¿O piensa que finalmente hallará que los cuerpos extensos se componen de partículas últimas inextensas?

Saludos cordiales
29/09/11 3:24 AM
  
Leonardo R.
Néstor:

He estado revisando algunos textos que tenía medio empolvados, tratando de corresponder al menos en esfuerzo de aprendizaje el empeño que usted pone en su magisterio que agradezco profundamente.

He leído la exposición completa de las pruebas según el padre Garrigou Lagrange; también he vuelto a leer la Iª q. 2 a. 3; y resulta que revisando una vez más su anterior post he notado un detalle que quisiera exponer a su consideración y es el siguiente:

En el texto original del maestro leo esto: “…Impossibile est autem omnia quae sunt, talia esse, quia quod possibile est non esse, quandoque non est. Si igitur omnia sunt possibilia non esse, aliquando nihil fuit in rebus. Sed si hoc est verum, etiam nunc nihil esset, quia quod non est, non incipit esse nisi per aliquid quod est…”

El padre Garrigou dice que este detalle “temporal” el maestro lo introduce para hacer más “sensible” la demostración.

Sin embargo creo que usted no introdujo esta perspectiva en su argumentación, preocupado como estaba por dejar claro el concepto de contingencia y la validez del principio de razón suficiente. A esto quizá se deba añadir el hecho de que luego al calor de los comentarios la discusión se centró definitivamente en el tema de la contingencia y de la causalidad.

Lo que quisiera preguntar es ¿tuvo usted un motivo especial para no mencionar esta perspectiva en su argumentación?

Laus Deo Virginique Matri.
29/09/11 4:39 AM
  
Néstor

Estimado Jorge:

El aristotelismo es lo contrario del mecanicismo, y eso lo tenía claro el mismo Leibniz, que a los quince años meditaba si no debía reincorporar a la Filosofía las formas sustanciales aristotélicas, rechazadas por el mecanicismo de Descartes. Y decidió por la afirmativa, aunque a su modo.

En efecto, Leibniz no superó del todo el mecanicismo, y de ahí su tesis del infinito numérico actual.

Parménides sólo concebía el ente en acto, y así concluyó que sólo había un ente, y que era inmutable.

Demócrito, queriendo rescatar el cambio, pero permaneciendo en la mentalidad parmenídea de identificar sin más el ente con el ente en acto, fragmentó el Ser de Parménides en infinidad de “átomos” tan actuales e indivisibles, e inmutables, como ese mismo Ser único, y pensó que con la combinación y separación de los átomos ya tenía explicado el cambio de las cosas.

Pero una dificultad grave, entre otras, del atomismo es ésta: los átomos ¿son extensos o inextensos? Si son extensos, son divisibles, y entonces, no son “átomos”, si son inextensos, con ellos no puede hacerse lo extenso, como una colección de ceros no puede dar una unidad.

Para el que no acepta la noción de “ente en potencia”, el continuo, o no tiene partes, y entonces, no es continuo, no es extenso, o tiene todas sus partes en acto, y entonces, tampoco es un continuo, pues ya está actualmente dividido.

Y sus partes además deberán ser inextensas, porque de lo contrario se entraría en un “regressus in infinitum” de partes de partes.

Leibniz opta por decir que los átomos son inextensos, y de ellos se compone lo extenso.

Los átomos son las “mónadas” espirituales, inextensas, la extensión surge de ciertas relaciones que las mónadas inextensas tienen entre sí, análogas a las relaciones de distancia espacial. Los cuerpos extensos serían compuestos de mónadas inextensas.

Pero dice también que la extensión en realidad no existe (es coherente, porque con mónadas inextensas no se puede hacer algo extenso) , y que es solamente un “fenómeno” que se representan las mónadas, cada una dentro de sí misma, y que sacan de sí mismas, porque “no tienen ventanas”, no actúan unas sobre otras ni reciben nada del exterior.

Con lo cual no queda para nada claro si los cuerpos, finalmente, son agregados de mónadas, que en ese caso serían algo real, o si son sólo representaciones mentales, por así decir, de las mónadas mismas; en ese caso no serían algo real.

En su hasta ahora, que yo sepa, no superado texto de Filosofía de la Naturaleza, llamado “Cosmologia”, el P. Hoenen, S.J., cita dos cartas de Leibniz a un tal de Volder (pp. 36 – 37) en las que dice lo siguiente (traduzco del latín):

“…por lo mismo que el cuerpo matemático no puede resolverse en constitutivos primeros, se concluye que no es real, sino algo mental, y que no designa otra cosa que la posibilidad de las partes, no algo actual. Porque la línea matemática se encuentra en esto igual que la unidad aritmética, y en ambas las partes no son sino posibles y por tanto indefinidas; y la línea no es un agregado de las líneas que se pueden cortar en ella, más de lo que la unidad es un agregado de las fracciones en las que se puede dividir…Pero en los entes reales, es decir, los cuerpos, las partes no son indefinidas (como en el espacio como cosa mental) sino asignadas de cierto modo.”

“…la cantidad continua es algo ideal, que pertenece a lo posible, y a lo actual en cuanto posible. El continuo, en efecto, implica partes indeterminadas, cuando en lo actual nada es indefinido, sino que en cualquier cosa que puede hacerse una división, la división está hecha”.

Y comenta Hoenen, que hay muchas cosas verdaderas en este texto: en efecto, el continuo matemático, quiero decir, por ejemplo, la línea, o la superficie, es como dice Leibniz, sus partes sólo están en potencia, no en acto, y por eso, no son algo determinado, sino indeterminado.

Y también es muy cierto, dice Hoenen, que lo actual es siempre determinado, en tanto que es actual.

Pero de ahí no se sigue, dice Hoenen, que el continuo, correctamente descrito por la matemática, no pueda darse en la realidad, porque el continuo real existe en acto, y en cuanto tal, está totalmente determinado, por ejemplo, mide 6 metros y no 7 u 8, mientras que las que están en potencia y son indeterminadas son las partes de ese continuo, mientras éste no ha sido actualmente dividido.

Agrega que sólo falta la noción de “potencia subjetiva”, que es el “ente en potencia” aristotélico, para que Leibniz pudiese aceptar la realidad del continuo físico en vez de relegarlo al plano de las “representaciones” de las “mónadas” espirituales, o de querer componerlo con mónadas inextensas y actualmente divididas unas de otras.

Tanto en el continuo matemático como en el físico, las partes no son anteriores al todo, porque no son en acto, y éste no surge de sus partes, que son puramente potenciales y suponen, por el contrario, el todo actual no actualmente dividido.

Esa frase de Leibniz: “en cualquier cosa en que puede hacerse la división, la división está hecha”, lleva directamente a la imposibilidad del continuo en el mundo real, pues quiere decir que cada parte está en acto pero a su vez está en acto dividida en todas las partes en que se puede dividir, y lo mismo sucede con cada una de esas partes, con lo cual, tratándose de partes extensas y que por tanto siempre se pueden dividir, es claro el “regressus ad infinitum”, que es totalmente absurdo, pues para que exista una sola “parte”, deben existir infinitas “partes” de esa “parte”, y lo mismo para cada una de ellas, no llegándose nunca a los supuestos componentes que deberían dar razón del compuesto.

Además, le pregunto ¿sostiene Leibniz, o sostiene Ud., que el mundo no ha tenido comienzo?

Saludos cordiales
29/09/11 6:03 AM
  
Néstor

Estimado Leonardo:

Muy aguda su observación. En efecto, la forma en que Santo Tomás presenta la prueba por la contingencia en la Suma Teológica tiene una “vuelta” que para él se ve que era muy evidente, pero que parece que no la explicitó lo suficiente para nosotros.

Dice, como bien cita Ud, que es imposible que todo sea contingente, porque entonces, alguna vez nada habría habido, y entonces, ahora nada habría, porque de la nada, obviamente, nada sale. Como ahora hay algo, por ejemplo, esta hormiga (la agregué yo, no está en la Suma…) luego, siempre hubo algo, y entonces, no todo es contingente, y por tanto, hay al menos un Ser Necesario.

La razón que da para decir que si todo es contingente, alguna vez no hubo nada, es que “lo que puede no ser, alguna vez no es”. Y ahí es donde empieza la dificultad de comprensión.

Alguien podría decir que aceptando que lo que puede no ser, alguna vez no es, no se sigue que no haya sido en el pasado, sino que alcanzaría con que fuese a no ser en el futuro. El conjunto de entes contingentes habría existido hasta ahora sin dejar nunca de ser, pero dejaría de ser, eventualmente, en el futuro.

A esto se puede responder, de este modo: si nunca hubo en el pasado un momento en el que nada hubo, y todo ente es contingente, entonces tenemos un conjunto de entes contingentes que existe sin comienzo, desde siempre. Y este conjunto es contingente, pues, como bien notó Ud. en su referencia a Garrigou Lagrange, todos sus integrantes son contingentes, y en estos temas, la unión no hace la fuerza.

Y eso quiere decir que durante una eternidad, sin comienzo, el ente contingente ha existido sin dejar de existir, ahora bien, eso es contrario a la naturaleza misma del ente contingente, porque “lo que puede no ser, alguna vez no es”, y existir sin dejar de ser nunca durante una sucesión temporal infinita es lo mismo que nunca dejar de ser.

De todos modos, me parece más evidente el argumento en la forma que he tratado de exponer en el “post”.

Que yo sepa, Gilson trata este punto en “Elementos de Filosofía Cristiana” y da una respuesta semejante a ésa, que ahora no recuerdo si incluye o no esta otra variante: en un tiempo infinito se dan todas las combinaciones posibles, y una de ellas, es la no existencia simultánea de todos los integrantes de ese conjunto de entes contingentes, por tanto, ya tiene que haber ocurrido la no existencia de todo, y entonces, nada existiría ahora.

Curiosamente, esto, que me parece que no viene en Gilson, tiene semejanza con el argumento de Nietzsche para el “eterno retorno”: en un tiempo infinito se tienen que dar todas las combinaciones posibles, infinitas veces.

Sin embargo, no parece que sea así necesariamente, sino sólo con gran probabilidad. Porque no hay contradicción, parece, en una sucesión infinita de combinaciones de los elementos, pongamos, 1, 2, 3 y 4, en la cual estos elementos no aparecen nunca en ese orden.

En definitiva, siempre me intrigó, como parece por lo que Ud. dice que también a Garrigou Lagrange, cómo habrá entendido Santo Tomás esa forma de presentar el argumento.

Me da la impresión de que es posible que si se estudia la forma en que Avicena o Averroes defienden la conciliación entre eternidad del mundo y la existencia de Dios se encuentre una fuente de esa opción expositiva de Santo Tomás.

Saludos cordiales.
29/09/11 6:32 AM
  
asd
"Es imposible que todo sea contingente, porque entonces, alguna vez nada habría habido, y entonces, ahora nada habría, porque de la nada, obviamente, nada sale."

Esta argumentación no resiste el análisis de la lógica.

Decir que a todo ente x le pertenece un punto en el tiempo z (que no tiene que ser el mismo) donde no existe no es lo mismo que decir que hay un mismo punto z que es pertenecido por todos los entes. O sea, que no se puede deducir que por la naturaleza contingente de los entes que hubo un tiempo en que nada existía.
29/09/11 3:07 PM
  
Leonardo R.
Néstor:

Le reitero nuevamente mi agradecimiento por sus respuestas.

siempre me ha causado impresión la forma "fresca" con que santo Tomás pasa por encima de algunas argumentaciones. Da por sabidas varias cosas que hoy en día se nos escapan, pero que quizá en aquella época eran moneda corriente entre sus estudiantes.

Lo anterior, sumado al hecho de que la intención de santo Tomás en la summa era dirigirse a los "incipientes", es claro signo de cuan lejos estamos de la lucidez filosófica de aquella época, incluso de la lucidez de los simples "bachilleres".

A veces me pongo a pensar, leyendo algunos de los comentarios que sus dos últimos posts han sucitado, cómo respondería un estudiante de aquella época. Y me divierte pensar que a lo mejor lo solucionaría todo haciendo un par de distinciones "evidentes" (para él), aceptando quizá alguna premisa, distinguiendo otra, negando la consecuencia, etc

Lo cual no es motivo para el desánimo en nuestra búsqueda, al contrario, lo considero motivo de orgullo al ver que quizá somos enanos, pero montados a hombros de gigantes.

Laus Deo Virginique Matri




29/09/11 3:09 PM
  
asd
El concepto de serie infinita de causas eficientes es perfectamente aceptable y no entraña ninguna falsedad lógica ni puede de ninguna manera ser racionalmente desechado como erróneo. Desde el punto de vista lógico no es admisible la conclusión de que si un eslabón de una cadena es precedido siempre por otro entonces tiene que haber uno que preceda al conjunto de los demás.

De hecho, si somos rigurosos, mirando a la realidad sensible lo único que se puede observar y predecir es que siempre habrá un eslabón que precede al que tomemos en consideración en un determinado momento y, por tanto, el sentido común apuntaría sin demostrar a la existencia de una cadena infinita de eslabones.


Entre las premisas de la segunda vía podemos leer:

"Pues nos encontramos que en el mundo sensible hay un orden de causas eficientes. Sin embargo, no encontramos, ni es posible, que algo sea causa eficiente de sí mismo, pues sería anterior a sí mismo, cosa imposible."

Aquí se ve como S. Tomás sí se basa en la observación del mundo sensible para extraer conclusiones metafísicas, no podía ser de otra manera, y nos dice, primero, que no ha encontrado algo que sea causa de si mismo mirando a su alrededor y, segundo, que eso sería de todas maneras imposible. O sea, que admite como imposible algo no sólo por no haberlo encontrado en el mundo sino porque en su esquema ese “algo que sea causa eficiente de si mismo” es rechazado como imposibilidad teórica.

Si aplicamos con rigor la última apreciación del Aquinate, la demostración no puede concluir en la existencia de un ser no causado, puesto que hemos negado, primero, que existan dichos seres ya que no los vemos y, segundo, incluso la posibilidad teórica de que existan cosas o seres cuya existencia (efecto) no dependa de otros (causas eficientes).
29/09/11 3:11 PM
  
Renzo
Interesante la intervencion de asd, veremos que contestan los eruditos.
29/09/11 3:41 PM
  
Leonardo R.
Néstor:

¿Recuerda usted el lío que me iba armando con su ejemplo de la pared y la lámpara?

Pues resulta que buscando un poco más encontré la "Iª q. 104 a. 1 co.". De una claridad notable.

Disculpe por haberle quitado tiempo pidiéndole una aclaración que ya estaba dada.

Laus Deo virginique Matri
29/09/11 6:25 PM
  
Rummy
Hola Néstor.

“Me asombra que haya sido Ud. capaz de argumentar sin ideas hasta ahora, sino tratando directamente con las realidades, y que además yo no me haya dado cuenta.”

Amigo mío, es evidente que no podemos argumentar sin ideas. Pero podemos quedarnos ahí y seguir ahondando en las ideas, proseguir con las meta ideas y así hasta el infinito… y más allá que decía Buzz Lightyear o bien dejar el plano de las conjeturas y acercarnos al de las verificaciones empíricas.
Si me lo permite, le pongo un ejemplo de los distintos modos de proceder.

Usted y yo no nos conocemos personalmente y no tenemos idea del aspecto que tiene el otro ( obviaremos en este caso la fotografía de su blog ).
Ambos podemos intuir que nuestro interlocutor pertenece, con altísima probabilidad, a la especie humana ( no es por ejemplo un programa informático que simula ser una persona ).
Asumiendo correcta esa intuición inicial, sabemos con certeza que ni usted ni yo tenemos 16 ojos ó 6 brazos. Hasta ahí nuestro proceso “mental” es prácticamente idéntico.
Sigamos, nos quedan aún bastantes cosas que saber, p.e. sexo, edad, color, formación, estado civil, aficiones, patologías, morfología y algunas más.

Ante eso y, salvando la obviedad de que decidamos conocernos en persona, quedan dos posibles vías, que por simplificar llamaré científica y especulativa, respectivamente.
La científica, la que yo elijo, se basará en determinar probabilidades basadas en las estadísticas de población de cada país, indagar sobre personas que nos conozcan, analizar como nos expresamos ambos, que palabras usamos y de qué temas hablamos, etc,etc,etc.
En resumen, usará el método científico para obtener los datos posibles y elaborará con ellos un perfil de cómo es usted, que no pretenderá ser definitivo, permitirá la incorporación de nuevos datos que se puedan obtener o bien la revisión de los ya obtenidos.
El otro sistema, el especulativo, seguirá el dictado de la intuición, la comparación con las personas que conoce y buscará encajar ambas. Eso sí, finalmente nos presentará un laborioso y lógicamente impecable tratado sobre mi persona que, sin duda, tendrá un incalculable valor como… pisapapeles, pero que se nos ofrecerá como definitivo, completo y riguroso.

“¿En su imagen del Sistema Solar el Sol y los planetas son cuadrados?”

No, porque no lo son, pero su pregunta muestra que no ha entendido mi respuesta a cuando usted escribió: "Hoy día decimos que el Sol es una masa de gas incandescente..." y yo le respondí: “¿Lo decimos?.
El Sol ES una masa de gas incandescente, con independencia de que nosotros lo digamos. ¿ O piensa usted que los es porque lo decimos?.

“Y si hay un estado que no es ni sólido ni líquido ni gaseoso, sino sólo “partículas…”

Como usted sabe tenemos al menos un cuarto estado de la materia, el plasma, un quinto, el condensado de Bose-Einstein y alguno más.

Las partículas lo son sólo hasta que llegamos a cierta escala, a partir de ahí, resulta complicado diferenciarlas de las ondas.

“Pues ahí está, ésa es la forma humana de conocer. Aplicar modelos familiares a lo desconocido y luego hacer las correcciones del caso, que sean indicadas por la razón.”
No, ahí no está. De un pulsar recibimos información que podemos captar con los equipos adecuados y que no varían en función de la creencia o la moral del operador. ¿ Dónde se reciben los datos del Cielo y del Infierno?, ¿con que detector se realizan las mediciones?.

“Y Dios no existe porque sí, sino que tiene en sí mismo su razón de existir”.

O sea, Dios existe porque existe. Pero no existe porque sí. ???
“...pero eso no es lo mismo que pensar que esos hechos pueden no tener explicación”

De acuerdo al 100%,¿ me ha leído lo contrario?.

“¿Cómo? ¿Es falso que “o no hay nada, o hay algo”? ¿Para saber que “o no hay nada, o hay algo”, es necesario probar alguna cosa? ¿Ha oído hablar del “principio de tercero excluido”? Porque esa disyuntiva equivale a esta otra: “Existe algo, o no”. “

Néstor, la falacia, en este caso, no tiene que ver con el tercero excluso, obviamente o es de día o no lo es ( al menos en nuestro planeta)., Tiene que ver con inventarse una situación que no se da de hecho en la realidad, como es la no existencia de nada en absoluto. Sería como plantear lo de es de día o no lo es, teniendo dos soles que iluminasen en todo momento la totalidad del planeta. Podemos lucubrar todo lo que queramos con la posibilidad de la nada total y absoluta, pero es simple fantasía.

De todos modos el gato de Schrödinger o la línea que separa lo que entendemos por vida y lo que no aceptamos como tal y ese terreno fronterizo donde se mueven los virus, demuestran que no es tan sencillo ni correcto asignar etiquetas con valores absolutos.

“Pero no lo ha dejado claro ni siquiera ahora. A ver, se lo pregunto en forma más clara: El Universo material, en su opinión ¿existe por sí mismo? “

Siento no haberme explicado, lo intentaré de nuevo. No hay nada que nos indique que el Universo material exista por una causa externa a sí mismo. No hay nada que nos indique que en algún momento la energía haya sido “cero”. Lo que podemos experimentar, medir y comprobar es que miremos hacia donde miremos, nunca dejamos de encontrar energía con unos u otros valores, y en una u otra forma, pero siempre está presente. También resulta evidente que la energía no tiene un plan para nosotros, ni para el resto de lo existente, ni le preocupa que seamos felices o desgraciados, ni entiende de pecados, bien o mal.

¿Le he contestado con suficiente claridad?.

“...porque de lo contrario no sería absurdo pensar que la energía de un puñetazo sobre la mesa pudiese existir sin puñetazo alguno”.

Y no lo es, el puñetazo no podría llegar a ser sin energía potencial previa, así que sí, en realidad la energía del puñetazo necesita existir “antes” del puñetazo.

“Pero eso no es estar en desacuerdo con la afirmación de que una hormiga es contingente, y por tanto, la prueba de la existencia de Dios que se basa en el ente contingente puede perfectamente basarse en la existencia de una sola hormiga.”

Poder y ser son dos cosas distintas, supongo que hasta ahí coincidimos. Que yo pueda saltar por una ventana del piso 18 de mi edificio, no implica que lo haga. Que lo haga y sobreviva ( entiéndase sin ningún elemento de sustentación o freno ) al impacto contra el suelo, no admite conjeturas sobre si he muerto pero podría no haberlo hecho, ¿eso le queda claro?. Cierto que yo habito el planeta que llamamos Tierra y estoy, como todos, sujeto a las leyes de la Física.

En el país de Nunca Jamás o en la literatura fantástica o en la imaginación de alguien, será distinto seguramente.

Este y los párrafos que le siguen, los considero suficientemente contestados. Cito a Demócrito:
“"Todo lo que existe en el universo es fruto del azar y de la necesidad."
No hay plan, hay energía que cambia de estado, que sigue unas pautas cada vez más conocidas y que podemos formalizar como leyes que se pueden verificar y comprobar.
“"Nada existe excepto átomos y espacio vacío; todo lo demás son opiniones."
Ahora sabemos que los átomos tienen componentes más elementales y que el vacío no lo está realmente, pero todo lo demás siguen siendo opiniones.

“Que el efecto no puede superar nunca la causa, está en las nociones mismas de “efecto” y de “causa”, porque si para algo está la causa, es para explicar el efecto, y lo que del efecto superase la causa, obviamente no procedería de ella, porque no se da lo que no se tiene, y así, quedaría sin explicar.”

Bueno, aunque queda mucho trabajo por hacer, esperemos a ver si se confirma la velocidad supralumínica de los neutrinos. En cualquier caso la Física ya contempla la, de momento hipotética, existencia de los taquiones que siempre viajarían a velocidad superior a la de la luz. Si todo ello se llega a demostrar, no sólo cambiarán cosas en la Física. Pero no se llegarán a conocer sentándose frente a la chimenea y conjeturando sobre el número de ángeles que caben en la punta de un alfiler.

“Sin duda, la Biblia es el Libro por excelencia, porque es la Palabra de Dios. Pero ¿de dónde ha sacado Ud. que nosotros no leemos otros libros además de la Biblia? “

¿De dónde ha sacado usted que yo lo haya dicho?.

“Las últimas causas, por serlo, no son de orden empírico, y no están por eso en ningún cajón. Son lo que hace posible que el cajón exista, nada más”

Como lo plantea usted me suena algo parecido a las últimas voluntades, que siempre se ejecutan cuando el que las expresó ha dejado de tener voluntad. Así que tal y como yo lo veo, hablar de últimas causas, excluye cualquier hecho posterior ( ya no hay ni cajón ). Bueno, no consta que haya una última causa fuera de la mente del que la imagina.

“Por eso es que para encontrar una explicación última de nuestra experiencia, justamente, es necesario encontrarla más allá de la experiencia misma.”

Pero eso es indistinguible de la fantasía, de la invención de realidades inexistentes.

“Bueno, ahí está lo emocionante, parece que están por aparecer los Seres Necesarios que están en la base de todo, y no están “hechos de materia”, sino que “son la materia”, los átomos de Demócrito por fin resucitados nuevamente. ¿Cómo se llaman, please? “

Tiene varios nombres propios, por no cansarle las podemos llamar “partículas elementales” y “niveles de energía”. De hecho, todas las formas de materia tienen asociadas una cierta energía y una de las definiciones aceptadas para materia es, justamente, la de un estado de energía altamente condensada.

Dijo usted en un mensaje anterior:

"¿Dónde está la “materia”, entonces? "

¿Quiere decir con eso que no tiene claro si existe la materia?.

“¿Cómo que la división no debe ser indefinida? ¿Piensa Ud. que podrá encontrar partículas extensas tan pequeñas que no puedan tener “mitad”, por ejemplo? ¿O piensa que finalmente hallará que los cuerpos extensos se componen de partículas últimas inextensas?”

¿Y por qué debería serlo?. ¿Sabe usted algo que la Física desconoce?, por favor compártalo. Supongo que cuando habla usted de dividir partículas por “la mitad” usa una analogía ¿verdad?. ¿Conoce la teoría de cuerdas, la supersimetría, la teoría M?. Ahí tiene posibles respuestas, no son conclusiones definitivas, no son, ni pretender ser, un punto final, serán, de confirmarse, el inicio de un nuevo capítulo. Los únicos que creen en que todo está escrito son ustedes, nosotros somos optimistas y no necesitamos de ningún ser todopoderoso para sentirnos maravillados por todo lo que nos ofrece el Universo por sí mismo, sin dioses, sin magia, sin misticismo.

Un saludo.
29/09/11 7:13 PM
  
uno que pasaba
¿alguna contestación a las objeciones propuestas por asd?
30/09/11 2:05 PM
  
Néstor
Asd:

“El concepto de serie infinita de causas eficientes es perfectamente aceptable y no entraña ninguna falsedad lógica ni puede de ninguna manera ser racionalmente desechado como erróneo. Desde el punto de vista lógico no es admisible la conclusión de que si un eslabón de una cadena es precedido siempre por otro entonces tiene que haber uno que preceda al conjunto de los demás.”

Leer con atención el “post”. Si “preceder” se toma en sentido temporal, concedemos que no tiene porqué haber una primera causa.

Si “preceder” se toma en sentido causal, no temporal, es decir, en una serie de causas ordenadas simultáneas, en las cuales unas son obviamente anteriores a otras, pero no temporalmente, sino sólo causalmente, allí no puede haber un retroceso al infinito, por las razones ya dichas.

De ese tipo de series causales hablamos en el post, ver el ejemplo que ponemos en el mismo de la voluntad, la mano, el lapiz, la raya en el papel.

”De hecho, si somos rigurosos, mirando a la realidad sensible lo único que se puede observar y predecir es que siempre habrá un eslabón que precede al que tomemos en consideración en un determinado momento y, por tanto, el sentido común apuntaría sin demostrar a la existencia de una cadena infinita de eslabones.”

Efectivamente, eso no es una demostración. En esa acepción de “sentido común”, el sentido común también dice que la Tierra está quieta y el Sol se mueve alrededor de ella.

”Entre las premisas de la segunda vía podemos leer:

"Pues nos encontramos que en el mundo sensible hay un orden de causas eficientes. Sin embargo, no encontramos, ni es posible, que algo sea causa eficiente de sí mismo, pues sería anterior a sí mismo, cosa imposible."

"Aquí se ve como S. Tomás sí se basa en la observación del mundo sensible para extraer conclusiones metafísicas, no podía ser de otra manera, y nos dice, primero, que no ha encontrado algo que sea causa de si mismo mirando a su alrededor y, segundo, que eso sería de todas maneras imposible.”

Obviamente que Santo Tomás se basa en observaciones empíricas para extraer conclusiones metafísicas, es lo que venimos diciendo hace un rato, y por eso mismo la filosofía no queda encerrada en el campo de las solas “ideas”.

Pero eso no quiere decir que las conclusiones filosóficas no puedan trascender la experiencia en la cual se basan, porque se basan además en los principios de la razón.

Estos principios de entrada trascienden lo empírico, porque están basados en la noción de “ente”, que no exige necesariamente realizarse de modo empírico.

Por ejemplo, el principio de no contradicción no puede basarse como tal en la experiencia, porque del hecho de que nunca “veamos” algo ser y no ser a la vez no se sigue necesariamente que nunca pueda darse lo contradictorio.

Sin embargo, sabemos que "es imposible que una cosa sea y no sea al mismo tiempo y en el mismo sentido", debido a la intuición del intelecto, que trasciende lo empírico.

En general, de lo particular no se puede inferir en forma apodíctica lo universal, por eso los primeros principios, que son universales, como el de no contradicción, no pueden verificarse empíricamente.

La experiencia no los contradice, pero tampoco los fundamenta suficientemente. La que lo hace es la intuición intelectual.

Del mismo modo, la imposibilidad de que algo sea causa de sí mismo se establece racionalmente, no por razones empíricas.

La razón está, como dice el mismo texto, en que lo se causase a sí mismo sería anterior a sí mismo, y eso es imposible, no por razones empíricas, sino porque es contradictorio que algo exista antes de existir, sea esa anterioridad temporal o solamente causal.

“O sea, que admite como imposible algo no sólo por no haberlo encontrado en el mundo sino porque en su esquema ese “algo que sea causa eficiente de si mismo” es rechazado como imposibilidad teórica.”

Bueno, entonces, decidámonos: o lo rechaza por razones solamente empíricas, que ya vimos que no es así, o lo rechaza por razones "teóricas", como es efectivamente.

”Si aplicamos con rigor la última apreciación del Aquinate, la demostración no puede concluir en la existencia de un ser no causado, puesto que hemos negado, primero, que existan dichos seres ya que no los vemos y, segundo, incluso la posibilidad teórica de que existan cosas o seres cuya existencia (efecto) no dependa de otros (causas eficientes).”

Negar que algo exista porque no lo vemos no es aplicar rigor alguno.

La posibilidad teórica de que existan causas no causadas obviamente que no ha sido refutada en lo que antecede, por lo dicho.

Decir que toda existencia es “efecto” es cometer petición de principio.

Saludos cordiales
30/09/11 2:35 PM
  
asd
Gracias por su esfuerzo, Nestor, pero no ha contestado usted a mi primer comentario:

""Es imposible que todo sea contingente, porque entonces, alguna vez nada habría habido, y entonces, ahora nada habría, porque de la nada, obviamente, nada sale."

Esta argumentación no resiste el análisis de la lógica.

Decir que a todo ente x le pertenece un punto en el tiempo z (que no tiene que ser el mismo) donde no existe no es lo mismo que decir que hay un mismo punto z que es pertenecido por todos los entes. O sea, que no se puede deducir que por la naturaleza contingente de los entes que hubo un tiempo en que nada existía."

------------------------

El hecho es que por ahora no me queda claro que se pueda efectivamente dar el paso señalado en el texto que cita, y por eso en la prueba de la existencia de Dios por la contingencia de los entes que expongo en el "post" anterior opto por otra forma de plantear la prueba que no recurre a la imposibilidad de una serie sin comienzo de entes contingentes que sea lo único que existe.

Saludos cordiales


30/09/11 3:11 PM
  
asd
Usted dice:

"La posibilidad teórica de que existan causas no causadas obviamente que no ha sido refutada en lo que antecede, por lo dicho."

Pero parece que no sigue usted a S. Tomás en su argumentación. Se la repito.

S. Tomás dice:

"Pues nos encontramos que en el mundo sensible hay un orden de causas eficientes. Sin embargo, no encontramos, ni es posible, que algo sea causa eficiente de sí mismo, pues sería anterior a sí mismo, cosa imposible."

En las premisas de su argumentación S. Tomás está negando la existencia de causas incausadas no sólo porque no las vea sino porque las considera teóricamente imposibles para luego concluir el que existe una.

¿Cómo se come eso?

-------------------------

Allí Santo Tomás no está diciendo que no sea posibla una causa incausada, sino que no es posible que algo se cause a sí mismo, que es otra cosa totalmente diferente.

Lo que se causase a sí mismo, no sería "incausado", porque tendría causa, a saber: ello mismo. El único defecto que tiene un tal ente, es que es imposible, por las razones ya dadas.

En cambio, el Incausado es el que no tiene causa, y tampoco es Él mismo su causa, por más que sea su propia razón suficiente, que es otra cosa, como ya explicamos.

Saludos cordiales


30/09/11 3:19 PM
  
Leonardo R.
asd:

Disculpará usted mi atrevimiento al contestarle.

Dice usted: “en las premisas de su argumentación s. Tomás está negando la existencia de causas incausadas.” perdóneme usted pero esto es falso; y lo ve cualquiera que sepa leer, sin necesidad de que conozca los rudimentos del tomismo. Pura lectura.

Santo Tomás niega la existencia de “causas eficientes de sí mismas”, no la existencia de “causas incausadas”. Querer ver tal cosa en santo Tomás, una de dos, o es mala lectura o es mala fe. Me inclino a creer que fue sólo un error de lectura.

Ser “causa eficiente de sí mismo”, y ser “causa incausada” son dos cosas diferentes, o como dirían los escolásticos, "hay que distinguir"; La noción de causa, al igual que la de ente “se dice de muchas maneras”.

Hablando de Dios, la prueba por la contingencia de los entes nos lleva a la necesidad de concebir un ser cuya existencia sea necesaria, o sea incausada, lo cual significa que lo concebimos como “causa incausada”, pero no como “causa eficiente de sí misma”, lo cual es claramente imposible por lo ya dicho.

Concebir a Dios como “causa eficiente de sí mismo” es una contradicción por las razones apuntadas por santo Tomás. En resumen Dios debería existir para “causar” y al mismo tiempo no existir para “ser causado”. Lo cual es absurdo.

Pero no es esto lo que prueba la vía por la contingencia de los entes, sino que nos lleva a la absoluta necesidad de admitir un primer ser cuya existencia no sea contingente sino necesaria; de otra manera quedaría sin “razón suficiente” la existencia de los seres contingentes, como dice santo Tomás, “desde una mosca hasta una piedra”.

Y respecto de la segunda vía, la vía por la causalidad eficiente, la respuesta viene dada por la importante distinción hecha por Néstor al inicio de su último comentario, cuando señalaba que no argumentaba en el orden de la causalidad considerada distendida en el tiempo, sino que apuntaba más bien a la causalidad “actualmente” causante, o como dice Garrigou Lagrange “todas las influencias actualmente necesarias para la producción y conservación de un simple mosquito.”

Pdta.: creer que santo Tomás pudo haber cometido un error tan elemental como es confundir entre “causa incausada” y “causa eficiente de sí misma”, es, con perdón, consecuencia de la poca familiaridad con la fuerza argumentativa y analítica del de Aquino.Y atribuirle precisamente a Él la negación de la existencia de una primera causa incausada, pues bueno, eso ya no sabe uno como llamarlo.
30/09/11 5:37 PM
  
Néstor
Recién ahora veo la respuesta de Leonardo, que suscribo en su totalidad.

Saludos cordiales
30/09/11 5:45 PM
  
Néstor
Rummy:

Para las verificaciones empíricas también necesitamos ideas, de lo contrario no sabemos qué es lo que estamos verificando, ni que estamos verificando algo.

Un pato también puede ver la aguja del medidor del laboratorio, pero no puede interpretar la información que contiene acerca del resultado de la verificación.

En cuanto a la “intuición”, hay que distinguir. A veces se la entiende como cierta adivinación irracional, y en ese sentido, la filosofía no recurre a esas cosas.

En sentido estricto, es “intuitivo” un conocimiento que es inmediato, es decir, que no depende de otro conocimiento previo, como sí depende de otro conocimiento, por ejemplo, una conclusión de un razonamiento, que por eso es conocimiento “discursivo”.

Es “intuitivo”, por tanto, el conocimiento de los sentidos, porque es inmediato: para ver una mesa alcanza con abrir los ojos, dadas todas las circunstancias requeridas, obviamente.

Pero es “intuitivo” también el conocimiento intelectual de los primeros principios, por ejemplo, el de no contradicción, como decía en la respuesta anterior.

Por eso son “primeros”, justamente, porque al ser aprehendidos inmediatamente, como evidentemente verdaderos, no dependen del conocimiento de ninguna proposición anterior.

Es “intuitiva”, también, la aprehensión del los conceptos primeros, como el de “ente”, que está en la base del principio de no contradicción, cuya evidencia se basa en la oposición irreductible del “ente” y el “no ente”.

En ese sentido, la “intuición” está en la base de toda ciencia, porque obviamente que no es posible que todo conocimiento dependa a su vez de otro conocimiento anterior, ya que eso nos llevaría a otro retroceso al infinito.

Efectivamente, entonces, por lo visto hizo bien la ciencia en aplicar al Sol los modelos familiares de la nube y la fogata.

En cuanto a los otros estados de la materia, sin duda que los conceptos que usamos para describirlos se basan en última instancia en nuestra experiencia cotidiana, no puede ser de otro modo.

De un pulsar se recibe información que se capta con los equipos adecuados y se interpreta con los conceptos que el intérprete tiene en la mente, los cuales no pueden tener otro origen que la experiencia cotidiana.

Ojo que esta tesis es la más cercana a la ciencia experimental, hay otras filosofías que dicen que los conceptos son innatos y que por tanto no dependen para nada de la experiencia, otros dicen que son directamente infundidos por Dios o por alguna entidad espiritual superior a nosotros, etc.

¿De dónde van a proceder nuestros conceptos, si no es de la experiencia? ¿Y qué otra experiencia tenemos que la cotidiana, o acaso las horas que se pasan en el laboratorio están fuera de las 24 diarias? ¿Y cuando el científico está allí utiliza otros sentidos u otra mente distinta de la “cotidiana”?

Los datos del Cielo y del Infierno los recibimos, en esta vida, de la Revelación divina. Los que han salido ya de esta vida tienen conocimiento empírico de uno de los dos, o del Purgatorio.

Que Dios exista porque tiene en sí mismo su razón de existir no es que Dios exista porque exista, porque usualmente eso se entiende en el sentido de que algo existe “porque sí”, y evidentemente no puede ser lo mismo tener razón de ser que existir porque sí, y evidentemente que tener en sí mismo su razón de ser, es tener razón de ser.

Le hago un esquema, para que quede más claro:

1) Algo tiene razón de ser.
a. En otro.
b. En sí mismo.

2) No. Existe “porque sí”.

El caso del Ser Necesario es 1)b., no 2).

No podemos poner el caso de algo que no tiene razón de ser 2) como subdivisión del caso en que algo tiene razón de ser, como es 1)b.

Ud. podrá negar la existencia de un ente que tiene en sí mismo su razón suficiente, pero no puede decir que ese ente no tendría razón suficiente o que existiría porque sí.

“...pero eso no es lo mismo que pensar que esos hechos pueden no tener explicación”

”De acuerdo al 100%,¿ me ha leído lo contrario?”

Luego, si no es posible pensar que un hecho determinado no tenga explicación, es que todo hecho tiene que tener explicación, o sea, todo hecho tiene razón suficiente.

Con eso alcanza para la prueba por la contingencia, dado un solo hecho contingente, por ejemplo, la existencia de esta hormiga que camina ahora por la pared.

”Néstor, la falacia, en este caso, no tiene que ver con el tercero excluso, obviamente o es de día o no lo es ( al menos en nuestro planeta)., Tiene que ver con inventarse una situación que no se da de hecho en la realidad, como es la no existencia de nada en absoluto. Sería como plantear lo de es de día o no lo es, teniendo dos soles que iluminasen en todo momento la totalidad del planeta.”

Pues no veo la dificultad. ¿Son Necesarios esos Soles? ¿Porqué no puede apagarse uno de ellos, o los dos? ¿Es ensoñación reconocer que eso es posible?

No me ha contestado lo de las estrellas ¿pueden dejar de existir, o no? ¿Y las galaxias, que están hechas de estrellas? ¿Y el Universo, que está hecho de galaxias, y si consta de otras cosas, obviamente que podrán también dejar de ser, como las estrellas y las galaxias?

Es una pregunta sencilla y debería ser fácil responderla ¿no?

No se trata de especular sobre la nada, sino de constatar la real y evidente posibilidad de que nuestro Universo material deje de existir.

No se puede concluir que eso daría como resultado la Nada absoluta sin suponer previamente que nuestro Universo material es lo único que existe, que es justamente el tema en discusión.

La única cosa segura sobre el gato de Schrödinger es que no puede estar vivo y no vivo al mismo tiempo y en el mismo sentido (principio de no contradicción).

Igualmente, sea un ente X, una de las cosas que sin duda podemos decir de X con absoluta seguridad es que o es un ente dotado de vida, o no lo es (principio de tercero excluido).

Si luego resulta que nunca vamos a poder saber cuál de las dos alternativas es la verdadera, deberemos resignarnos y asumir que la vida es dura a veces. Eso se aplica exactamente al caso de los virus.

“Pero no lo ha dejado claro ni siquiera ahora. A ver, se lo pregunto en forma más clara: El Universo material, en su opinión ¿existe por sí mismo? “

A esto hay cuatro respuestas posibles: 1) Sí 2) No 3) No sé 4) No se puede saber. ¿Cuál elige?

”Y no lo es, el puñetazo no podría llegar a ser sin energía potencial previa, así que sí, en realidad la energía del puñetazo necesita existir “antes” del puñetazo.”

Esa energía potencial tampoco está sobrevolando a algunos metros por encima de la cabeza del que va a dar el puñetazo, sino evidentemente en ese mismo individuo. Eso es lo que digo.

”Poder y ser son dos cosas distintas, supongo que hasta ahí coincidimos. Que yo pueda saltar por una ventana del piso 18 de mi edificio, no implica que lo haga. Que lo haga y sobreviva ( entiéndase sin ningún elemento de sustentación o freno ) al impacto contra el suelo, no admite conjeturas sobre si he muerto pero podría no haberlo hecho, ¿eso le queda claro?.”

Para nada. Claro que podría no haber muerto, si no hubiera saltado. Ud. mismo reconoce que podría no haber saltado.

El ejemplo prueba lo que digo, que es lo mismo que digo en el “post”: que el hecho contingente se siga necesariamente de otro hecho contingente no le quita su contingencia, precisamente porque ese otro hecho contingente, saltar, en este caso, podría no haberse dado.

“"Todo lo que existe en el universo es fruto del azar y de la necesidad."
No hay plan, hay energía que cambia de estado, que sigue unas pautas cada vez más conocidas y que podemos formalizar como leyes que se pueden verificar y comprobar.
“"Nada existe excepto átomos y espacio vacío; todo lo demás son opiniones."

¿Se ha verificado empíricamente que nada existe además de los átomos y el vacío, que ya de entrada no existe, además, no?

“Ahora sabemos que los átomos tienen componentes más elementales y que el vacío no lo está realmente, pero todo lo demás siguen siendo opiniones.”

O sea que lo de Demócrito tenía bastante de opinión, también.

En cuanto a los átomos, ¿tienen partículas verdaderamente “elementales”, o esas partículas son como las estrellas “pop”, que duran un tiempo y luego desaparecen para dar lugar a otras, es decir, hasta que los científicos hacen un esfuerzo más por descubrir partículas más “elementales” todavía?

“Sic transit gloria mundi”.

“Que el efecto no puede superar nunca la causa, está en las nociones mismas de “efecto” y de “causa”, porque si para algo está la causa, es para explicar el efecto, y lo que del efecto superase la causa, obviamente no procedería de ella, porque no se da lo que no se tiene, y así, quedaría sin explicar.”

Tan irrebatible es esto, que los taquiones y los neutrinos no tienen absolutamente nada que ver con ello.

“Bueno, ahí está lo emocionante, parece que están por aparecer los Seres Necesarios que están en la base de todo, y no están “hechos de materia”, sino que “son la materia”, los átomos de Demócrito por fin resucitados nuevamente. ¿Cómo se llaman, please? “

"Tiene varios nombres propios, por no cansarle las podemos llamar “partículas elementales” y “niveles de energía”. De hecho, todas las formas de materia tienen asociadas una cierta energía y una de las definiciones aceptadas para materia es, justamente, la de un estado de energía altamente condensada."

¿Y éstos son Seres Necesarios?

No parece, porque como ya dije, las partículas tienen la costumbre de mostrar que están a su vez compuestas de otras partículas, y así, dependen de ellas, y entonces, no existen por sí mismas. Y las otras igual, etc.

Y eso no lleva a un retroceso al infinito, porque las partes en el continuo están en potencia, no en acto, y se actualizan solamente cuando el continuo es actualmente dividido por la acción de alguna causa. Claro, siempre se lo puede seguir dividiendo.

Ahora bien, si esas partículas no son entes necesarios, entonces son entes contingentes, estamos en lo mismo.

Un ente cualquiera, o puede no existir, y es contingente, o no puede no existir, y es Necesario.

No hay otra posibilidad, por el principio de tercero excluido.

Y si estas partículas “elementales” son contingentes, entonces con cualquiera de ellas puede darse arranque a la prueba de que existe un Ser Necesario que es Causa Primera de esa partícula.

Porque Ud. reconoce, ¿no?, que una hormiga es contingente. Pues bien, ahí tenemos el ente contingente con el cual comienza todo el razonamiento de la prueba por la contingencia.

Le vuelvo a preguntar ¿existe o no existe un ente contingente?

¿Existe o no existe un ente necesario?

En cuanto a las partículas, o son extensas, o son inextensas. No hay otra posibilidad.

Si son extensas, son divisibles, y sí, tienen que tener una mitad, al menos designable mentalmente. Y con ello viene la posibilidad de división real, supuesta la capacidad técnica necesaria.

Si son inextensas, con ellas no puede explicarse lo extenso que observamos en nuestra experiencia.

Le resumo aquí las preguntas sin la respuesta a las cuales me voy a ver en la obligación de borrar sus siguientes intervenciones:

1) ¿Tenemos algún acceso científico a la realidad empírica que no pase por nuestras ideas o conceptos?
2) ¿Puede existir algo que no tenga razón suficiente de su existencia?
3) ¿Las estrellas pueden dejar de existir, o no?
4) ¿Las galaxias pueden dejar de existir, o no?
5) ¿El Universo material puede dejar de existir, o no?
6) ¿Una hormiga es un ente contingente, o no?
7) ¿Alcanza o no alcanza con un solo ente contingente, por ejemplo, una hormiga, para tener el punto de partida de la prueba que he expuesto en el “post”?
8) Las partículas “elementales” ¿son extensas o inextensas?
9) Si son extensas ¿no tienen “mitad”?
10) Si son inextensas ¿con ellas se puede explicar lo extenso?


Saludos cordiales
30/09/11 5:58 PM
  
Renzo
Como es lógico.

Saludos cordiales
Néstor.
30/09/11 6:14 PM
  
Leonardo R.
Estimados:

Cualquiera que lea los comentarios de Néstor, tanto en este post como en los anteriores, no podrá menos que reconocer el esfuerzo y paciencia con que ha ido contestando con la mayor claridad posible los planteamientos que se le han venido haciendo. (cosa distinta es que sus respuestas sean o no entendidas, sean o no tomadas en cuenta)

Y permitánme que resalte sobre todo la paciencia, que en verdad se necesita y en gran cantidad para volver una y otra vez sobre un mismo punto. Pues los amables objetores se entretienen repitiendo objeciones, "reencauchando" argumentos, o simplemente no dándose por aludidos y pasando adelante muy "orondos".

Decir que Néstor no ha contestado lo que se le plantea no puede ser interpretado sino como una pésima lectura, o como una muy mala fe.

Por otra parte, que Néstor pida unas respuestas es lo más normal del mundo en un debate, de hecho es lo principal. Las preguntas planteadas por Néstor son claves para el tema y de su respuesta depende la comprensión cabal del asunto tratado.

Pedir una respuesta lejos de ser actitud pueril constituye el presupuesto irrenunciable de todo proceso argumentativo.

Laus Deo Virginique Matri

30/09/11 6:52 PM
  
Juan Carlos
Los metafísicos realistas deberían reclamar, sin intimidación alguna, el principio de causalidad eficiente como el primer derecho natural del impulso innato de la mente por conocer y como el instrumento indispensable para cumplir con el cometido natural de la mente humana, el de la inteligibilidad del ser.
30/09/11 7:18 PM
  
asd
Sé dónde está la distinción y no ha sido mala fe. Causa incausada no es lo mismo que causa eficiente de si misma, eso está claro. Pero sigue siendo bastante extraño. Convendrá conmigo en que saltar desde una serie de causas eficientes a la necesidad de una causa eficiente “incausada” (aunque no sea causa de si misma) es sacarse el conejo de la chistera. Usted admite que, en el tiempo, podría darse esa serie infinita de causas. Lo que no admite es una serie de causas eficientes en su construcción metafísica.
Todo este barullo empieza con la definición de ser contingente. Y ahí es donde flaquea toda la "construcción". Nadie ha respondido a la falta de lógica que les he presentado con anterioridad.
Se la repito: Decir que a todo ente x le pertenece un punto en el tiempo z (que no tiene que ser el mismo) donde no existe no es lo mismo que decir que hay un mismo punto z que es pertenecido por todos los entes. O sea, que no se puede deducir que por la naturaleza contingente de los entes que hubo un tiempo en que nada existía. Por tanto tampoco podemos concluir que lo que existe tenga esa característica, aunque alguna vez deje de existir. Mire usted, ese es el problema de las construcciones metafísicas y le agradezco el esfuerzo en intentar la tarea imposible de rehabilitar a S. Tomás.
30/09/11 8:30 PM
  
Rummy
Hola Néstor.

Creo sinceramente haber contestado a todas las cuestiones que me ha ido planteando.
Si mis respuestas no le satisfacen o si piensa que no entiendo las preguntas, lo siento, pero no me acuse de no responder porque eso no es cierto.
Creo también que ha dejado usted por contestar cuestiones muy concretas que yo le he planteado y que usted ha ignorado, sabrá usted el motivo.
Entiendo que no pueda usted dar la impresión de que duda o de que desconoce con suficiente profundidad algunos de los temas que aquí han ido surgiendo, se debe a su público, prestos siempre a aplaudir cualquier cosa que usted escriba y con identica euforia a insultar, menospreciar y hacer mofa a cualquiera que se atreva a cuestionarle.
A pesar de todo le agradezco el debate, mientras ha sido tal, y le ahorraré el trabajo de borrar mis comentarios, despidiéndome aquí y ahora de usted.
Le deseo suerte y que sus creencias no le impidan renunciar a conocer e intentar comprender otros puntos de vista y, sobre todo, que no le hagan renunciar al conocimiento que nos aporta y seguirá aportando la Ciencia.
Un saludo.
30/09/11 8:37 PM
  
Leonardo R.
Juan Carlos:

Gran parte del debate que se ha desarrollado en torno a la prueba por la contingencia de los entes, tercera vía tomista, se debe en mi opinión al desconocimiento de la naturaleza intrínseca de la prueba misma.

En efecto, no se trata de una prueba “científica” en el sentido actual de esa palabra, según el cual es “científico” lo que no va más allá del universo observable y experimentable.

Pero sucede que nuestra razón, haciendo uso de los llamados “primeros principios” (entre los cuales se encuentra el de “causalidad” mencionado por usted) que son la condición necesaria de su funcionamiento mismo, nos muestra con evidencia suficiente que todos los seres que están a nuestro alrededor requieren de una explicación que no se halla en ellos mismos. Esta es el gran corolario de la contingencia.

En el fondo, se trata de un deseo de inteligibilidad, de un anhelo por hacer inteligible unas realidades que reclaman un fundamento del que por sí mismas carecen. Otro corolario de la contingencia.

Es el viejo “omnis homo naturaliter scire desiderat”, todo hombre desea naturalmente saber.

Pero este “saber” del que nos habla el pensamiento clásico es un saber “causal”, es un saber “por las causas”. En otras palabras, la ciencia se distingue del conocimiento común y corriente en que asigna la causa o la razón de ser de aquello que estudia.

“scire simpliciter es cognoscere causam propter quam res est et non potest aliter se habere”

Digan lo que digan los incondicionales del empirismo lógico, la verdad es que las ciencias positivas, reales, fácticas o como se quiera llamarlas (de nominibus noli disputare), no alcanzan ese “propter quid”, esa razón de ser que posibilitaría “inteligir” las leyes que establecen, y que no son otra cosas que hechos generalizados, o como diría Aristóteles, ciencias del “quia”, ciencias que establecen que el hecho existe y señalan sus condicionamientos inmediatos, pero que jamás terminan de “explicar” el fenómeno en toda su profundidad. Algo así como saber que el calor dilata los cuerpos, pero no saber por qué. (Ejemplo dado por Garrigou Lagrange)

Y aquí es donde empiezan las dificultades y las confusiones. Pues suele suceder que muchas veces los entusiastas del positivismo, pretendiendo ir más allá de los límites de su disciplina se ponen a “filosofar”, y la verdad es que lo hacen bastante mal, digamos que carecen del “hábito”.

Como cuando Stephen Hawking anuncia que ha demostrado “científicamente” la inexistencia de Dios.

He seguido con gran interés la serie de comentarios que los últimos posts han originado. Y no puedo menos que reconocer en todos los críticos de las vías tomistas el mismo error como punto de partida: la aceptación incondicional del nominalismo radical.

Lo cual se traduce en la negación de los primeros principios de la inteligencia, es decir, la negación de la inteligencia misma.

¿Qué hacer con alguien que parte de la negación del principio de razón suficiente? ¿Qué hacer con alguien que parte de la negación escéptica del principio de causalidad? Etc. pues vea usted, ¡muy poco!

Nuestros mayores decían: “cum negante principia nequit disputari” (con quien niega los principios no se ha de discutir), y no por desprecio, sino porque toda discusión se hace prácticamente inútil.

Laus Deo Virginique Matri
30/09/11 11:35 PM
  
Juan Carlos
Tiene usted toda la razón,Leonardo. Paciencia.

Y también se puede desarrollar este argumento en cuanto a la contingencia.

1.Dado cualquier ser causado, debe existir por lo menos, un ser autosuficiente.

2.Ningún ser puede ser autosuficiente, a menos que también sea infinito en perfección.

3.Solo puede haber un ser infinito en toda perfección, el cual, por consiguiente, debe ser el Origen Último de los otros seres.
01/10/11 12:33 AM
  
Remedios Liñan
Saludos a todos .He seguido con bastante interes el debate .Soy ama de casa y no tengo estudios de filosofia o teologia y para mi algunos terminos han sido incompresibles ,seria posible poner en seis u ocho lineas un resumen claro de lo expuesto por Nestor y por Runni para ver quien "se lleva el gato al agua" fuera bromas ,porque esto es muy serio,Personalmente y con solo la observacion de lo que veo del Universo pienso que ha tenido que haber un Ser Superior que lo haya creado y en eso baso mi fe en Dios
01/10/11 12:37 PM
  
Néstor

Asp:

Si Ud. conocía la distinción entre “ente incausado” y “ente autocausado” entonces no se entiende que haya planteado la dificultad que planteó acerca el texto de Santo Tomás que citó.

Por otra parte, entiendo que sí es posible un retroceso al infinito en la serie sucesiva, temporal, de causas, que por eso mismo son accidentales, pero no es posible tal retroceso en la serie simultánea, actual, de causas, que son las esencialmente ordenadas.

Es ésa serie la que no puede carecer de una Primera Causa, que por lo mismo será Incausada. (no “causa de sí misma”).

En cuanto a lo que dice que no le hemos respondido, parece que no ha tenido tiempo de leer todo este debate, en el cual hemos dicho varias veces que para la prueba de la existencia de un Ser Necesario a partir de la contingencia de los entes alcanza con 1 (un) ente contingente, por ejemplo, la famosa hormiga que tantas veces ha aparecido caminando por la pared en estas páginas.

Para establecer la contingencia de esa hormiga, no hace falta saber si en caso de existir desde siempre una realidad formada exclusivamente por entes contingentes ya habría sido necesario que en algún momento nada existiese.

Contingente es “lo que puede no ser”.

Alcanza entonces simplemente con comprender que nada impediría que en cualquier momento cayese sobre la dichosa hormiga un bloque de cemento de digamos 50 kg., con lo cual ésta dejaría efectivamente de existir, y demostraría así por la vía de los hechos su capacidad natural para dejar de ser, o sea, su contingencia.

Y sí, si algo deja de existir, es que podía no existir, y entonces, era contingente.

Y aunque la hormiga pudiese evitar ese accidente, el hecho es que habría comenzado a existir, y por tanto, antes de eso no habría existido, con lo cual muestra también que puede no existir, pues de hecho no existió durante un tiempo bastante largo anterior a su existencia.

Y sobre todo, está el hecho de que en la noción de la “hormiga” no entra la existencia como nota constitutiva, con lo cual es claro que afirmar la no existencia de la hormiga no es contradictorio, y que por tanto, dicha no existencia es posible, con lo cual volvemos a que la hormiga es contingente.

A partir de ahí ya se pone en marcha el mecanismo lógico de la prueba, que se puede consultar en el “post” anterior a éste.

Saludos cordiales.
01/10/11 2:03 PM
  
Néstor

Estimada Remedios:

Efectivamente, el sentido común, cuando se lo deja funcionar, llega al mismo resultado que el razonamiento estricto.

Con toda tranquilidad de conciencia le puedo asegurar que no es posible resumir en 7 u 8 líneas lo debatido entre los que hemos participado en los comentarios a estos “posts”.

A cambio le ofrezco un resumen lo más breve posible de la prueba expuesta en el “post” anterior:

1) Todo tiene razón suficiente. Principio primero y evidente que nos impide aceptar la mera posibilidad de que algo sea “porque sí”.

2) Lo que no tiene razón suficiente en sí mismo, la tiene en otro. (por 1)

3) A lo que tiene su razón de ser en otro lo llamamos “causado”.

4) “Ente contingente” es el que puede ser y también puede no ser.

5) El ente contingente no tiene en sí mismo la razón suficiente de su existencia.

6) Esto se deber a que, siendo contingente, puede tanto existir como no existir, y por tanto, por sí mismo no está más determinado a existir que a no existir.

7) Por tanto, si el ente contingente existe, tiene en otro la razón suficiente de su existencia. (por 2).

8) En efecto, si existe, no estando en sí mismo más determinado a existir que a no existir, entonces es que ha sido determinado por otro a la existencia, o sea, causado.

9) Por tanto, todo ente contingente es causado (principio de causalidad).

10) La causa del ente contingente, o es contingente, es decir, puede no existir, o es necesaria, es decir, no puede no existir. Por el principio de tercero excluido, no hay otra posibilidad: algo es, o no es; y entonces, algo puede no ser, o no puede no ser.

11) Pero no es posible que toda causa contingente a su vez tenga causa contingente, y así hasta infinito. Porque entonces, ninguna de esas causas sería la razón suficiente del ente contingente, ya que todas ellas necesitarían a su vez de otra causa anterior para explicarlas a ellas mismas y por tanto, a dicho ente. Y entonces el ente contingente no tendría razón suficiente, contra 1).

12) Luego, tiene que haber una Primera Causa, no causada, del ente contingente.

13) Pero si no es causada, no es contingente, porque “todo ente contingente es causado”: principio de causalidad, 9).

14) Y si no es contingente, es Necesaria, por el principio de tercero excluido y la definición de “contingente” y “necesario”, ver 10).

15) Por tanto, existe un Ser Necesario, que no tiene causa, y no puede no ser ni puede no existir, y es la Causa Primera de todo ente contingente. A ése ser es al que llamamos “Dios”.

Para todas las cuestiones que puedan surgir en la comprensión de esta prueba, le sugiero leer este “post” y el anterior.

Como ve, han sido bastante más de 8 líneas :)

Saludos cordiales.
01/10/11 2:25 PM
  
Néstor

Respecto de la cuestión planteada en su momento de porqué la Causa Creadora tiene que ser también Conservadora en el ser de lo creado, hay que agregar que la causa debe ser proporcionada al efecto, y que entonces, si lo que es contingente es el "llegar a ser" o "comenzar a ser" de algo, requerirá una causa de ese "comenzar a ser", que explique su pasaje de no ser, a ser.

Pero si lo que es contingente es además el ser de algo, concretamente porque su esencia no incluye su existencia, como se ha dicho ya, entonces requerirá una causa de su ser, y no solamente de su llegar a ser o comenzar a ser, que explique su "ser" simplemente, y por ello mismo, su permanencia en el ser.

O sea, una causa Creadora que sea además también Conservadora.

Y entonces, la creatura dependerá de esa Causa no solamente para venir a la existencia, sino para permanecer en ella, es decir, a cada instante de la misma.

Saludos cordiales

01/10/11 2:42 PM
  
Leonardo R.
Néstor:

Me ha surgido una pequeña inquietud y quisiera exponérsela. Se trata de lo siguiente:

El principio de razón suficiente se enuncia así: NIHIL EST SINE RATIONE SUFFICIENTE.

La “razón suficiente” se define así: ID QUO RES EST ID QUOD EST.

Y aquí viene mi enredo: en el manual de Gredt la “essentia” es definida así: “ID QUO RES EST ID QUOD EST.”

De manera que ¿son lo mismo la “essentia” y la “ratio sufficiens”?

Lo pregunto también en orden a su última aclaración sobre la causa creadora y conservadora.

La razón suficiente de todo ente finito sería su esencia, y como en ningún ente finito la existencia viene incluida en la esencia, entonces la existencia no sería “parte” de su razón suficiente (visto que se conceptualizan igual), la existencia no sería parte de ese “ID QUO”.

¿De manera que para el ente finito bastaría con ser “pensado” por la mente Divina para tener lo “suficiente”, sin necesidad de existir en la realidad? ¿pues no existe por derecho propio?

Laus Deo Virginique Matri
01/10/11 3:41 PM
  
asd
Estimado Nestor, no, no ha respondido a la principal pregunta. S. Tomás dice que si algo no puede ser hubo un tiempo en que nada hubo. Pero decir que a todo ente x le pertenece un punto en el tiempo z (que no tiene que ser el mismo) donde no existe no es lo mismo que decir que hay un mismo punto z que es pertenecido por todos los entes. O sea, que no se puede deducir por la naturaleza contingente de los entes que hubo un tiempo en que nada existía.
Admiro a S. Tomás por el esfuerzo ingente en la construcción metafísica, pero no puedo compartir los supuestos de los que parte. Un ejemplo: si el hombre no exisitiera no habrías lo que llamamos "cosas" (ni lápices, ni papel ni la mano que pinta), quedarían los elementos naturales, el mundo inorgánico (tierra y planetas) y el orgánico: microorganismos, animales y vegetales. Sacar de ahí una teoría sobre la imposibilidad de una serie infinita de causas eficientes es bastante difícil porque primero el no pudo saber que la relación era una relación casual. ¿Por qué tenemos que suponer una serie de causas eficientes? ¿Cúales son los efectos? Si decimos que la aparición de la vida es un efecto ¿cúal es la causa eficiente de ese efecto? y antes de la aparición de la vida ¿de qué estamos hablando? ¿de qué efectos y de qué causas?
Pero, házgame el favor, si lo tiene a bien, primero de contestarme al fallo en la lógica que le he propuesto antes.
01/10/11 4:03 PM
  
Néstor

Estimado Leonardo:

En efecto, la razón suficiente es "aquello por lo cual la cosa existe, en vez de no existir, y es como es, en vez de ser de otro modo".

Así entendida, incluye la esencia, "aquello por lo que algo es lo que es".

Es más, en Dios no hay otra razón suficiente de la existencia divina y del modo de ser de Dios que su misma Esencia, que se identifica con el Ser mismo Subsistente.

Pero en las creaturas, la esencia no es la única razón de ser o razón suficiente. Es razón suficiente de que la cosa sea lo que es, pero no de que la cosa exista, precisamente porque no incluye de suyo el acto de ser.

Para que la existencia misma del ente contingente tenga razón suficiente, es necesaria la Causa Creadora.

El pensamiento divino por sí solo basta para que la esencia, razón suficiente de que el ente finito sea como es y no de otro modo, sea posible y creable, pero no para que sea real, existente, porque el acto de ser creado hace ser a la esencia finita y sólo así ésta puede a su vez determinar la naturaleza específica del ente actualmente existente.

Saludos cordiales
01/10/11 5:05 PM
  
Néstor
Asd:

Me parece que Ud. no ha visto las respuestas que puse al final de algunas de sus mismas intervenciones, editándolas. Una de ellas tiene que ver precisamente con la dificultad lógica que Ud. plantea.

Por lo que toca a las otras dificultades, como es bastante difícil ver en qué consisten, le propongo exponerlas en forma de tesis y argumento, por ejemplo:

Tesis: C es B.

Prueba:

"Todo A es B.
Es asi que C es A.
Por tanto, C es B".

Eso ayudaría a ver concretamente dónde está la dificultad y a ceñir la discusión sin tener que divagar excesivamente.

Saludos cordiales.
01/10/11 5:12 PM
  
asd
Pues se los pongo así:

S. Tomás razona: "Todo lo que puede no existir hubo una vez que no existió, por tanto hubo una vez en que no existió nada."


A todo "x" (ser contingente) le pertenece un punto en el tiempo "z" en el que no existe pero de ahí NO SE SIGUE necesariamente el que haya un tiempo z en el que nada existe.

Expliquemos el ejemplo con millonarios y coches.
Todo millonanrio (x) tiene un coche lujoso (z) (que puede ser distinto o no). De ahí no se sigue que
el coche de la marca ferrari (un sólo punto z) es poseido por todos los millonarios (x).

Est es el problema lógico: el que todos los seres contingentes tengan un punto en el tiempo en el que no existen no significa necesariamente que no exisitieran en el mismo punto del tiempo, o sea que todos a la vez una vez no existieran.
01/10/11 6:47 PM
  
Néstor
Asd:

Lo dicho, fíjese en una de las respuestas dadas arriba, debajo de uno de sus mensajes, y verá que responde precisamente a esto. Así que le agradeceré que no vuelva a insistir con este tema porque no tendré más remedio que borrarlo.

Saludos cordiales
01/10/11 7:14 PM
  
Juan Carlos
Pues tampoco yo le entiendo a dónde quiere llegar y de donde parte,Asd.El contingentismo absoluto no es parte de la metafísica de Tomás de Aquino. Igualmente, él explícitamente rechazaba la idea de que la creación es algún tipo de cambio o transición.El universo no "transitó" del no ser al ser.
01/10/11 7:34 PM
  
Leonardo R.
Asd:

La respuesta a que se refiere Néstor son estas:

---El hecho es que por ahora no me queda claro que se pueda efectivamente dar el paso señalado en el texto que cita, y por eso en la prueba de la existencia de Dios por la contingencia de los entes que expongo en el "post" anterior opto por otra forma de plantear la prueba que no recurre a la imposibilidad de una serie sin comienzo de entes contingentes que sea lo único que existe---(hasta aquí Néstor)

si cualquiera que lea los comentarios puede encontrar esta respuesta, ¿por qué usted no?. Néstor se limita a afirmar que para él tampoco es "claro", y que por eso en el post original presenta el argumento de otra manera. La cita que usted ha utilizado la introduje yo, pues viene mencionada por santo Tomás en la summa; pero para la prueba por la contingencia QUE ES EL TEMA QUE POR AHORA ESTAMOS TRATANDO basta con el camino por la contingencia que se ha venido argumentando de manera amplia.

Lo cual significa que, independientemente de lo que se enjuicie acerca de esas palabras del santo, la fuerza probatoria de la tercera vía PERMANECE incólume.

Quizá se pudiera ahcer otro post que abriera la discusión en torno a esa perspectiva abierta por al cita mencionada. Pero está claro que es OTRO tema, y que no hace a la esencia del que actualmente nos ocupa.

Ojalá este tipo de aclaraciones necesarias para la buena marcha del debate, no sean motivo (como ya ha sucedido) para creer que se soslayan las objeciones y por tanto se decida abandonar el esfuerzo.

ES SÓLO CUESTIÓN DE ORDEN

Laus Deo Virginique Matri
01/10/11 7:46 PM
  
CR
si las supuestas pruebas de la existencia de Dios fueran tan definitivas no habrían tantos ateos, luego esas pruebas no son definitivas
02/10/11 1:58 AM
  
CR
el principio de causalidad es problématico desde hume, y Kant enseña que se puede usar pero dentro de los límites de la experiencia, o sea que no se puede pasar de lo observable a lo no observable usándolo. No se puede recurrir a una causa inobservable para explicar cosas observables.

este ha sido siempre el problema interior de las pruebas.
02/10/11 2:07 AM
  
CR
cómo responden a esto:

"La premisa subyacente sobre la cual se basa esta vía es "de la nada, nada sale". Otra vez considero que esta premisa está indemostrada, por cuanto la nada no es experimentable y solamente se utiliza como una abstracción (así como se usa el infinito en matemáticas) nada se puede decir de la nada, simplemente no sabemos cómo se comporta la nada y por lo tanto no podemos decir que de ella salga nada o salga algo alguna vez. La tercera vía se tambalea en base a una premisa poco clara.

Si por el contrario acepto la premisa "de la nada, nada sale" no tengo por qué suponer que en vez de "nada" hay Dios puesto que es a eso lo que se intenta demostrar. Me consta la existencia del Universo, es evidente y comprobable por todos, de la conclusión de la tercera vía no me consta antes de arribar a ella, por lo tanto digo que en vez de nada existe el Universo, decir que en vez de nada existe Dios es una petición de principios (falacia Petitio Principii). Si tengo que optar entre Dios y el Universo como reemplazo de la nada, aplicando el principio de parsimonia es más razonable decir que es el Universo el reemplazo de nada y no Dios.
Finalmente puedo decir que el ser necesario al que alude la tercera vía es el Universo mismo. Y el Universo no es Dios (excepto para Spinoza, pero ese es otro tema). "
02/10/11 2:17 AM
  
Juan Carlos
Y es que Dios no es de evidencia inmediata. Tal vez por eso Hume y Kant se hicieron un lìo.
02/10/11 4:23 AM
  
jorge
"Todo lo que puede no existir hubo una vez que no existió, por tanto hubo una vez en que no existió nada" es cierto sólo en un sistema binario, vale decir que el "todo" es la unidad (uno) y su ausencia o no existencia corresponde a cero. Así, en este conjunto binario, si no es uno (existe), es cero (no existe).

Pero si el conjunto contiene más elementos contingentes, entonces el razonamiento es falso, pues implicaría que el conjunto formado por aquellos elementos menos alguno (que no existe), sea vacío, y no lo es. Es decir, negar la existencia de una contingencia, no implica necesariamente negar la existencia de las demás contingencias a la vez.

Estimado Nestor

Las mónadas de Leibniz no son las partes indivisibles de los fenómenos o cuerpos. Son las esencias de los mismos, independientes de los agregados o compuestos. La referencias permanentes a las que acude Leibniz respectos a las mónadas son los fenómenos vivientes, y por lo tanto al ser humano. La mónada de una persona vendría a ser su espíritu, al cual está asociado, pero no forma parte, un cuerpo. Los cambios en el cuerpo no implican cambios en la mónada o espíritu, pues uno obedece a las causas eficientes en tanto el otro a las causas finales. Si embargo para ambos Leibniz atribuye con no poca razón un armonía preestablecida. Es por ello la "representación".

En cuanto a los fenómenos, Leibniz niega la posibilidad de la existencia de los átomos físicos, en el sentido de que exista algún fenómeno "indivisible"

Para él, todo fenómeno es divisible, lo es actualmente y no deja de serlo. Pero de ello no se deduce que el mundo no haya tenido comienzo.

Lo que sucede es que tendemos a extrapolar y linearizar las divisiones del espacio y el tiempo. Cometemos el error de dividir en intervalos de tiempo o espacio más o menos del mismo tamaño,y por lo tanto se presume que la serie infinita de esos intervalos no tiene comienzo.

Sin embargo el Universo no es lineal, ni sus partes extrapolables. Hay una sencilla figura geométrica que nos puede dar una idea del Universo y es la llamada espiral logarítmica o autosimilar. Esta espiral se forma por la integración de rectángulos aureos (de los arcos de circunferencia inscritos en los cuadrados que están es proporción aurea con los rectángulos aureos), dónde no existe el primer rectángulo (o cuadrado) pero sí existe el comienzo de la espiral.

Valga la idea para comentar que no creo que sea mera casualidad que las galaxias se "arremolinen" en formas espirales. Es un ejemplo que la sección aurea, muy representativa de los fenómenos vivos, está en los "trazos" del Universo. Las órbitas elípticas de los planetas pueden representarse como proyecciones de las secciones de un cono formado por una espiral logarítmica, sobre el plano que contiene al vértice del cono (eclíptica).

En definitiva, las series de contingencias no tienen nada que les impida ser series infinitas, y no por ello se deduce que el mundo no tenga comienzo, ni que no haya la Primera de las Causas. Ésta existe y no pertenece al conjunto de las contingentes, es exterior a ellas, y es su razón de ser.


02/10/11 9:59 AM
  
asd
Estimado Nestor, gracias por su contestación y no tema, no le insistiré para que me borre comentarios.

A parte de las dudas sobre la validez de las pruebas del Aquinate que aquí se ha expuesto le refiero a André Léonard en su libro "Razones para creer". El cardenal en este libro se refiere al profesor F. van Steenberghen (recononcido tomista) y dice que el problema de la existencia de Dios no queda adecuadamente resuelto con las vías tomistas porque estas no concluyen suficientemente en la unicidad de la realidad transcendente que quieren demostrar. O sea que podría haber varios seres incausados necesarios responsables de la creación de todo lo demás. Ni siquiera la quinta vía llega a probar que la inteligencia que gobierna el universo es propiamente creadora y no sólo ordenadora.
Con esta reflexión me despido de usted y le alabo una vez más el intento de defensa del tomismo.
02/10/11 12:23 PM
  
Néstor
Estimados amigos:

Jean Jacques Rousseau dijo que si la geometría tuviese consecuencias morales haría tiempo que Euclides estaría en discusión. De todos modos, es cierto, es más difícil a algunas personas comprender los razonamientos filosóficos que comprender las demostraciones geométricas.

La crítica de Hume y Kant al principio de causalidad será objeto de otro "post", Dios mediante.

Por lo pronto, el principio de causalidad se deriva del de razón de ser, del modo que se puede ver en los pasos 1) al 9) de la versión resumida de la prueba que expongo algunos mensajes antes de éste.

“Inobservables” en sentido estricto son muchas de las entidades de la ciencia actual, Obviamente que los neutrinos, el “Big Bang” o la evolución no son observables, son deducidos a partir de observaciones. Lo que pasa es que cuando se dice que no puede haber causas “inobservables” se quiere decir en realidad causas “inmateriales”, pero eso es porque subyace una adhesión a la filosofía materialista.

Sin duda, de la nada, nada sale. Decir que la nada no es experimentable ya es hablar de ella más allá de lo que permite la experimentación. Ésta sólo nos permitiría decir, en todo caso, que hasta ahora no hemos experimentado la nada. Pero quién sabe si mañana..?

Decir que es una abstracción también es hablar de ella.

De lo contrario sería lo mismo escribir “blik” en vez de “nada”.

Sabemos seguro que la nada no se comporta, porque no es nada, la pobre.

En cuanto a la distinción entre el Universo material y el Ser Necesario, ya fue explicada varias veces en estos comentarios. El Universo material es un conjunto de entes contingentes, y como tal, contingente él mismo.

En efecto, si no es claro que se pueda decir que hay un momento en que todos los entes contingentes que conforman el Universo material dejan de existir juntos, por más que para eso se permita un lapso de tiempo infinito, sí es claro que ésa esa una posibilidad, no es lógicamente contradictorio que ello sucediese. Y eso alcanza para decir que el conjunto mismo de los entes contingentes es también contingente.

Además de la razón fundamental de que en estas cosas la unión no hace la fuerza y que una multitud de personas con los bolsillos vacíos no hace un solo peso.

Por eso mismo es claro que el Universo no es Dios, como no sea para filosofías contradictorias como el panteísmo de Spinoza.

El hecho de que los cambios en los cuerpos no impliquen cambios en el espíritu apunta a un dualismo insostenible. Hay mucha más razón para pensar que si mi espíritu percibe dolor en un dedo la causa es el martillazo, y no la “armonía preestablecida” por Dios desde la eternidad entre el golpe dado al dedo por el martillo, y el dolor percibido por el espíritu independientemente de ese martillazo.

Estamos totalmente de acuerdo en que en lo extenso no hay nada indivisible, pero “divisible” no es lo mismo que “dividido”, porque lo primero quiere decir solamente que algo se puede dividir, aún cuando no esté dividido de hecho.

Por eso de ahí no se sigue que esté o pueda estar dada en acto la división infinita de los cuerpos.

En cuanto a la “espiral logarítmica”, en todo caso es una figura espacial, ¿no? La extensión temporal tiene otras dificultades. ¿Cómo se aplica eso al tiempo? ¿Hay que pensar que el Universo tiene comienzo, pero no hay un primer instante temporal del mismo, por ejemplo?

De hecho, todas las espirales logarítmicas que se dibujan, en las cuales sí va involucrado el tiempo, tienen un primer punto, además de un comienzo. Se dirá que eso equivale a decir que esas espirales no se pueden dibujar, pero eso sería lo mismo que decir que no pueden darse en forma temporal, sucesiva.

De todos modos, la pregunta es sencilla. ¿Hubo o no hubo un primer instante del Universo material? Si no lo hubo ¿qué sentido puede tener decir que ese Universo tiene comienzo temporal?

En cuanto a si el Ser Necesario es uno o varios, ésa es de las cuestiones que al comienzo de este “post” dijimos que dejábamos para un tercer “post” de esta serie, cuya aparición se hace cada vez más inminente, si Dios quiere, claro.

En cuanto a Van Steenberghen, siempre se caracterizó por cantar “extra chorum” en el tema de las vías y en otros temas, y por una especie de personal aversión al tomismo clásico. De todos modos, no deja al final de proponer una prueba filosófica de la existencia de Dios bastante parecida a ésta que hemos expuesto en el “post” anterior.

Saludos cordiales.
02/10/11 2:03 PM
  
Lucas
_________________________________
Jorge escribió:

Hay una sencilla figura geométrica que nos puede dar una idea del Universo y es la llamada espiral logarítmica o autosimilar.


NOTA .- Si el señor Néstor no tiene inconveniente, utilizaré una tipografía de mayor tamaño, para facilitar a los lectores la lectura de las ecuaciones. Gracias.



(A) La espiral logarítmica es una curva plana notable. Consideraremos sentido de recorrido de la curva el contrario al de las agujas de un reloj analógico. Sus ecuaciones paramétricas (que fijan este sentido) son:


α(t) = (a ebt cos t, a ebt sin t), t ∈ ℝ, a,b constantes, a  0, b  0.

(i) Cuando t ⟶ +∞, α(t) se aproxima al origen O, girando en espiral alrededor de él (por eso la traza de esta curva se denomina espiral logarítmica).

Además:

limt ⟶ +∞ α(t) = limt ⟶ +∞(a ebt cos t, a ebt sin t) =

= (limt ⟶ +∞ a ebt cos t, limt ⟶ +∞ a ebt sin t) = (0,0),


como es inmediato comprobar.

Cuando t ⟶ +∞, la norma euclídea del vector de posición de un punto de la curva: ||α(t)|| ⟶ 0. Este vector gira (en sentido contrario a las agujas del reloj, que es el positivo en geometría), respecto del origen, con normas o módulos cada vez menores, tendiendo a 0.

(ii) Como

α'(t) = (- a ebt sin t + ab ebt cos t, a ebt cos t + ab ebt sin t) =

= a ebt (-sin t + b cos t, cos t +b sin t)

se cumple:

||α'(t) || = (a² e2bt (b²cos²t + sin²t -2b sin t cos t + b² sin²t + cos²t + 2b sin t cos t))1/2 = aebt (b²+1)1/2.

Entonces:

limt ⟶ +∞ α'(t) = (0,0),
pues limt ⟶ +∞ a ebt = 0, y (bcos t – sin t, cos t + bsin t) tiene norma euclídea acotada, ∀t ∈ ℝ.

Como

[t0,t] ||α'(ξ) || dξ = [t0,t] (b² +1)1/2 a e dξ = (a(b² +1)1/2/b) [ ebt - ebt0],

limt ⟶ +∞ [t0,t] ||α'(ξ)|| dξ = limt ⟶ +∞ (a(b² +1)1/2/b) [ ebt - ebt0] =

= - (a(b² +1)1/2/b) ebt0 > 0.

Es decir, el límite es finito, lo que quiere decir que α' tiene longitud de arco finita en [t0, +∞[

Supongamos, ahora, un punto sobre la curva, moviéndose (según el parámetro t, haciendo de tiempo) mientras su trayectoria traza la curva. ¿Por qué, siendo la longitud del arco de curva, en [t0, +∞[, finita, se requiere un tiempo infinito para recorrerla?

Porque la celeridad (norma de la velocidad del punto sobre la curva, ||α'(t)|| = a (b²+1)1/2 ebt), es siempre finita, y tiende asintóticamente a 0, cuando t ⟶ +∞.


B) La “autosimilaridad” a que se refiere el señor Jorge, quiere decir que, reduciéndose la escala, debido a la periodicidad de las funciones circulares (sin, cos) que figuran en las ecuaciones paramétricas de la curva, la forma de la curva se repite indefinidamente (a escala cada vez menor) en cada periodo de amplitud 2π. Es decir, que los grafos de las curvas para los valores [0,2π[, [2π,4π[, [4π,6π[,..., [2nπ,(2n+2)π[, … son semejantes.

C)Dos propiedades geométrico-topológicas importantes de esta curva, son: El punto (0,0) es un punto de acumulación de la curva; el punto (0,0) no es un punto de la curva. Probémoslas.



03/10/11 12:23 PM
  
Lucas


Decir que a todo ente x le pertenece un punto en el tiempo z (que no tiene que ser el mismo) donde no existe no es lo mismo que decir que hay un mismo punto z que es pertenecido por todos los entes. O sea, que no se puede deducir que por la naturaleza contingente de los entes que hubo un tiempo en que nada existía.



1º.- Lo que se dice no es que “a todo ente x...”, sino, más precisamente, a todo ente contingente x.... Pero ¿qué es un ente contingente? Si no definimos con precisión (la posible en un lenguaje preñado de anfibología como el natural, incluso ayudado por otro más formal) qué se entiende por ente contingente, difícilmente podemos entender nuestro discurso.

2º.- Es incorrecta la conclusión (que no es la que se obtiene) del análisis de la contingencia. La conclusión (con la limitación del teorema que luego enunciaré) es que hubo un momento durativo (no lo llamo tiempo, aunque para los entes materiales puede significarlo) en que ningún ente contingente existía, no en que no existiese nigún ente (es decir, que no hubiera nada o que “hubiera” la nada), en que nada existía. Ese es un error común. Obviamente, si en algún momento no hubiera habido nada, ahora nada habría, porque ex nihilo nihil fit.

3º.- Filosóficamente, la duración es la permanencia en el ser. Hablaremos de un eje de momentos durativos. Designemos como eje durativo (de duración) a un espacio topológico (X,T), donde

X ≠ Ø, (X,≤) es un orden total, y

T es la topología del orden¹ en X.

4º.- Podríamos definir un ente contingente como aquel que no tiene en sí la razón de su existencia (es causado), o como aquél que puede existir o no existir, o como aquel cuya inexistencia no envuelve o implica contradicción, o como aquel que no existe por sí, etcétera. Pero en estas definiciones no está claro si la duración (permanencia en el ser) de un ente contingente, es limitada, acotada, al menos inferiormente, que es lo que nos ocupa.

Definición.- Ente contingente es aquel que es limitado en su duración (al menos, inferiormente).

Por un teorema de la TG, todo subconjunto del conjunto soporte del e.t. anterior, X, no vacío y acotado inferiormente, tiene ínfimo.

Sea C = { x | x ente contingente} ⊆ 𝕆 = {x | x ente }.

Sea (Xc,T|Xc) el subespacio topológico de (X,T), que constituye la duración de c.

Por el teorema de TG mencionado antes (y la definición de ente contingente), existe xc = inf Xc.


Teorema.- Si el número de entes contingentes, existentes hasta la actualidad, es finito, hay un momento en que ninguno existió.

Demostración.- Como Card(C)  ℵ0, se verifica que existe

x0 = inf { xc | c ∈ C }.

Entonces, para cualquier x  x0, se cumple el enuciado del teorema. Q.E.D.

5º.- Ahora bien, ¿es infinito (numerable) el número de entes contingentes existentes hasta ahora? Consideremos los materiales. En el Universo actual (que procede por transformación de estados desde el final de la Era de Planck, en que la Cosmología, en su actual momento de desarrollo teorético, postula la existencia de una bola 3-dimensional (espacialmente, y hago caso omiso a las métricas del espacio-tiempo, involucradas, por carecer de relevancia para esta argumentación) con un contenido finito de materia-energía, podemos postular que entonces y desde entonces, el número de constituyentes fundamentales de la materia (sean cuerdas o partículas del actual Modelo Estándar), es finito.

Se han dado (calculado) varias cifras. Como para la argumentación que estamos estableciendo, es indiferente el número concreto, finito, seamos generosos y fijemos ese número en algo tan “grande” como 101010 = 310 (10 tetrado a 3).

Pues bien, tenemos el

Corolario.- Hubo un momento durativo en que no había entes materiales contingentes.

Demostración.- Inmediata, del teorema anterior y la precedente reflexión. Q.E.D.


6º.- Obviamente, cualquier compuesto (sustantivo) de entes contingentes es él mismo un ente (compuesto) contingente, dado que la composición no elimina (sino incluso patentiza más, la contingencialidad de un ente).

Pero, según nomenclatura de la Ontología Exacta de Bunge, el mundo o universo (material) es la agregación o composición real de individuos substanciales (que son entes contingentes). Si designamos al mundo o universo mediante el símbolo ▯, y al monoide conmutativo de idempotentes de los individuos substanciales mediante (S,∘,□), donde □ designa al individuo nulo y S el conjunto de individuos substanciales, entonces se puede demostrar que, respecto de la operación de composición o agregación:

▯ = sup S

de forma simplificada, y ▯ es también un ente (el supremo compositivo) contingente.



_________________________________________
¹La topología del orden en (X,≤) es aquella que tiene por subbase la famila de subconjuntos de X, de la forma:

(←,a) = {x ∈ X | x  a}, (b, →) = {x ∈ X | b  x}
03/10/11 12:26 PM
  
Lucas
No se puede concluir la existencia de lo inmaterial porque no hay forma de verificarlo empíricamente. No puedes negar las premisas de mis argumentos con peticiones de principio como que la inteligencia de Dios es inmaterial. ¿Me tomas por tonto? Por ciencia formal se puede concluir que lo inmaterial existe, pero sólo en nuestra mente y sin mente no hay ideas. Pero nunca se podrá concluir que exista en la realidad.

Primero afirma usted:

(1) No se puede concluir la existencia de lo inmaterial porque no hay forma de verificarlo empíricamente.

Para luego contradecirse:


(2) Por ciencia formal se puede concluir que lo inmaterial existe.


Luego afirma que:

(3) (Lo inmaterial) sólo (existe) en nuestra mente y sin mente no hay ideas. Pero nunca se podrá concluir que exista en la realidad.


1º.- La mente es algo real (se supone que para usted también). Lo sproductos de la mente son también reales. Lo que no son es realidades materiales, es decir, compuestas de partículas constitutivas de la materia (entre otras razones porque la mente misma es inmaterial, como puede demostrarse). La restricción o reducción que usted implícita o explícitamente (en algunos textos) hace realidad = realidad material, no es admisible.

1º.- Es decir, que todos los objetos que existen en la mente, carecen de realidad. Y, puesto que la mente no es operativamente sino la clase de los objetos en ella existentes, la mente carece de realidad, a no ser que declaremos que tiene realidad, pero lo que produce no la tiene (tiene realidad mental, e incluso es capaz de transformar la realidad material, como por ejemplo la figura que un pintor elabora en un lienzo, que no es reductible a la nuda materialidad molecular del óleo y lienzo que emplea), lo que es absurdo. Otra cuestión es el género de realidad que los objetos mentales constituyen. Ser un objeto real no necesariamente significa tener una realidad material. La libertad, la democracia, el bien, la bondad, un teorema matemático, un ente matemático, etc., son entes conceptuales, inmateriales (con correlatos reales) que la mente humana elabora, descubre (en su caso) y estudia, y su realidad (inmaterial) está fuera de toda duda. Es más, muchos han matado y muerto por lo que representan algunos. Desde Platón y Pitágoras, algunas corrientes de pensamiento admiten que hay más realidad en los entes inmateriales que en los materiales, e incluso que aquellos fundamentan a estos. Pero eso es tema de otro debate.

2º.- Para dilucidad mejor esta cuestión, es útil acudir a la taxonomía de Karl Popper (filósofo de la Ciencia), sobre los objetos reales y su teoría de los tres mundos de lo real (excepto el mundo espiritual).

Popper primero define qué es algo real, y esencialmente lo define como aquello que puede afectar al comportamiento de objetos físicos macroscópicos extensos.
Escribe:

”Las entidades de las que conjeturamos que son reales, deben ser capaces de ejercer un efecto causalsobre cosas prima facie reales: es decir, sobre cosas materiales de tamaño ordinario: que podamos explicar cambios en el mundo material ordinario de las cosas por los efectos causales de entidades que conjeturamos como reales”

”Aceptamos las cosas como reales si pueden actual causalmente o interactuar con cosas materiales reales ordinarias. Se habrá de admitir, sin embargo, que las cosas reales pueden ser concretas o abstractas en diversos grados. En física aceptamos como reales fuerzas y campos de fuerza, dado que actúan sobre cosas materiales. Mas dichas entidades son más abstractas y quizá mas conjeturables o hipotéticas que las cosas materiales ordinarias”.

Luego clasifica las cosas reales (menos los entes espirituales, donde no entra, dado que es agnóstico) en tres especies:

Mundo 1 (el mundo de los objetos físicos).- Partículas subnuclearess, átomos, moléculas; agregados de los anteriores constituyendo entidades compuestas de diverso tipo: un mineral, un organismo, etc.

Mundo 2 (El mundo de las experiencias subjetivas).- Conciencia del Yo, estados de conciencia (mentales, en general), sensibilidad animal, etc.

Mundo 3 ( Los productos de la mente humana).- Lenguaje humano, teorías acerca del Yo, de la psique, obras de arte de y de ciencia (incluyendo las teorías científicas de todo tipo), tecnología, etc. Algunos objetos de este mundo están soportados en objetos del mundo 1. Ejemplo: Una obra literaria, que está soportada por/en un trozo de árbol tratado previamente (libro); pero que no se reduce al conjunto de los textos o soportes (en un momento dado) que contienen una representación de la misma. Etcétera.

Todos los elementos pertenecientes a estos mundos, los considera Popper como reales (y yo también).

Considerar solo como reales a los objetos del Mundo 1 es una cuestión de elección personal, pero poco razonable (inadmisible) si se admite la defición de real dada, que yo acepto.

A mi vez, puedo definir lo real material de esta forma:

Definición.- Un objeto es real material si se le puede asignar un estado cuántico, ∣〉, perteneciente a cierto espacio de Hilbert, complejo y separable, asociado.

Entonces, será real inmaterial si no es real material. Y será real espiritual si es real inmaterial dotado de inteligencia y voluntad (racional). Para un ateo, que cree en la inexistencia de realidades espirituales (entre ellas, Dios), estas serán puras elaboraciones de la mente humana, luego pertenecerán a las realidades inmateriales del Mundo 3.

A la taxonomía de Popper, añadiría un cuarto mundo:

Mundo 4 (de los entes espirituales).- El alma humana, forma sustancial del cuerpo humano, los ángeles, Dios.

Dios, entonces, estaría en la cima de perfección ontológica.
03/10/11 12:34 PM
  
Lucas
No se puede concluir la existencia de lo inmaterial porque no hay forma de verificarlo empíricamente.






En esta sentencia hay varias incorrecciones y contradicciones.

a) Verificar y empírico se excluyen en la ciencia factual, en general. Verificar algo es comprobar que es verdadero. Por ejemplo, verificar la ley de la gravitación universal, es mostrar que es verdadera. Pero para hacer eso se requiere de una infinidad no numerable de experimentos (en Mclas, tanto las masas como las distancias forman un continuum), cosa imposible de realizar por un ser finito (o muchos) como el humano, en un tiempo finito. Empírico es lo relativo a la experiencia. Si la experiencia a la que se refiere es la sensible, eso enlaza con lo antexpuesto, y no cabe verificación. Si la experiencia se refiere a la del conocimiento humano (no sensible), es decir, a otras formas de conocimiento a-sensorial, puede ser posible (lo requiere la propia naturaleza de lo inmaterial) “comprobar” su realidad. Es lo que ocurre con los entes matemáticos o con los estado internos de conciencia del humano. Pero la comprobación de su realidad, en este caso, no es objeto de sensación, sino de aprehensión intelectual a-sensible. Pero es que la humana aprehensión intelectual de algo (por ejemplo, de un teorema) es también un hecho empírico (de/en la inteligencia humana). Etc.


b) Concluir (de conclusión), hace referencia a un proceso argumental, lógico, y no cabe aquí ya que hablamos de ciencia factual, experimental, en fase de experimento.

Pero es que para que lo inmaterial pudiera ser objeto de “visión” (en general, de conocimiento sensible) debería poseer las características de lo sensible, lo que es absurdo, dado que se trata de algo in-material, y lo sensible es material. Su objeción esconde una falacia. Por lo tanto, si aun como hipótesis declaramos que hay algo material, por su propia naturaleza no se puede pedir una “conclusión” de su existencia desde la experiencia sensible, que es la que se pone en juego al realizar un experimento en una ciencia factual.

c)Admite usted una hipótesis, pues (que puede sustanciarse en la sentencia: si algo no es objeto de verificación experimental, no cabe concluir en su existencia), que en absoluto es necesariamente verdadera. Y que además envuelve una circularidad argumental. En efecto, ser inmaterial implica que no se es objeto de sensación mediata, de estimulación mediata de los sentidos humanos. Luego si esto es así, no tiene sentido afirmar que lo inmaterial, ajeno a su aprehensión sensorial, no puede ser declarado existente precisamente porque no afecta inmediatamente a los sentidos.



Repito otra vez: una cosa es "conocer la realidad" y otra es demostrar la existencia de entes reales



Conocer una realidad es, en primer lugar, saber que tiene existencia (supuesto el conocimiento cierto). ¿Para qué demostrar (proceso lógico, además) que algo que tengo presente (conozco) existe, si ya lo estoy “viendo”? Carece de sentido. Además, una demostración (o prueba formal) es un proceso de la lógica, no de la ciencia Física. En la ciencia Física no se demuestran (salvo en el interior de las teorías) las cosas, sino que se falsan las hipótesis o teorías o , a lo sumo, se comprueba que en algunos casos se cumplen (dentro de los límites experimentales). La certeza de las ciencias fácticas es estadística, probabilística, nunca lógica-matemática. Y eso es así porque además de las bases formales de estas, precisa de la experimentación, para someter a contrastación, falsación o comprobación, sus hipótesis y/o teorías (directa o indirectamente).

Ahora bien, la diferencia entre las ciencias fácticas (además de su objeto material) y la Teodicea, es que la Teodicea hace ciencia (en el sentido de conocer las cosas por sus causas, etc.) de un único Ser único (Dios), con características especialísimas (al menos, por hipótesis). No es admisible la comparación entre comprobar en un laboratorio de Física las propiedades y/o existencia de una partícula fundamental (en un universo de muchas, lo que requiere métodos estadísticos), que, a partir de los efectos en todo el Universo, concluir, mediante un proceso inferencial, pero que parte de ciertas evidencias observacionales (todo lo “groseras” que se desee; pero evidencias al fin y al cabo), existe una Causa Incausada (Primer Motor Inmóvil, Ser Necesario, etc.) de todo lo existente, distinto de ella. Estamos hablando de procedimientos absolutamente heterogéneos, y no procede aplicar los métodos de la ciencia experimental/estadística Física a un único objeto, inmaterial (al menos como hipótesis), trascendente, de tal singularidad. Solo el pretender equiparar o comparar los métodos de conocimiento de ese objeto trascendente (ninguno de la realidad física lo es, ni como hipótesis) con los métodos de una ciencia de la materia (relativa a muchos objetos, de una población que se supone homogénea, de los mismos) inmanente, es falaz. Sin embargo, todas las críticas que usted hasta ahora hace es por partir de la hipótesis previa (implícita o no) de que lo que vale para estudiar a unas partículas fundamentales (por ejemplo) tiene que valer necesariamente para estudiar a Dios. Que lo que sirve para “demostrar” la existencia y propiedades de átomos y moléculas, ha de ser útil también para estudiar la existencia (inexistencia, en su caso) y propiedades de lo que no es ni atómico ni molecular (al menos, como hipótesis).

El científico (Físico, en particular) que además admite la realidad divina, no tiene problema alguno en cohonestar los dos tipos (disímiles) de conocimiento, porque sabe, además, que gran parte de la ciencia que posee la ha adquirido por fe en otros o en textos que glosan esa ciencia. Es decir, porque sabe que hasta para conocer una realidad que podría ser objeto de experiencia sensorial suya (pero que no lo es en plenitud porque, siendo tan extensa, el tiempo de su vida no la abarca como experimentador), precisa de la fe.

Pero, además, ¿quién dice que Dios y lo divino no puede ser objeto de experiencia personal? Hay átomos de evidencias (huellas, efectos) de la realidad divina en la Historia (además de la existencia de Cristo-Dios y su vida): las profecías cumplidas, contenidas en las Sagradas Escrituras, la existencia de milagros en todo tiempo histórico y la admirable propagación pacífica del Cristianismo por el mundo, entre otras (que la cima especulativa filosófica española del siglo XIX señaló). Y queda la que todos nosotros experimentaremos al morir, donde habremos de encontrarnos (es una forma de expresión) o con la “nada” o con la Eternidad. ¿Hay más experimentación? La hipótesis de la existencia de Dios (para un ateísta) podrá se contrastada, efectivamente, después de la muerte personal. Y, como Dios existe (hay la Eternidad), es preferible, por nuestro bien probable, que lo admitamos antes, haciendo, quienes no ven la demostración de su existencia convicente, un acto de fe previo y los consiguientes actos de amor, hasta el final de la vida, porque la seriedad (del sentido y futuro de) de nuestra existencia, que no es un juego, así lo requiere. El tiempo de la prueba, el tiempo del merecer o desmerecer, termina aquí, y luego hay, después de la Parusía, dos estados posibles para el humano: o el estado de aversión eviterna a Dios, de condenación, o el estado de amistad eterna con Dios, de salvación. Y nuestra historia biográfica moral, en la Tierra, determina inexorablemente uno de los dos estados.
03/10/11 12:39 PM
  
Renzo
Sin argumentos.

Saludos cordiales
Néstor.
03/10/11 2:25 PM
  
Néstor

Estimado Lucas:

Muchas gracias por su interesante aporte, por el que veo que coincidimos en muchos puntos, si bien hay partes que superan mi formación matemática.

Se me ocurre preguntarle si al colocar por definición que el ente contingente tiene necesariamente una duración limitada no estamos dando ya por supuesta la solución afirmativa a la pregunta de si necesariamente un conjunto finito de entes contingentes que exista desde siempre debería tener como tal conjunto, alguna vez, un final de su existencia.

Recordar que la hipótesis en que se coloca el texto de la Tercera Vía en la Suma, para una demostración “ab absurdum”, es la de que sólo existen entes contingentes.

En cuanto a lo que es “real” y lo que no lo es, entiendo que la distinción fundamental es la que corre entre lo que no depende de nuestro conocimiento, ni de nuestro pensamiento, y lo que sí depende de ellos.

A lo primero llamamos “real”, a lo segundo, “ente de razón”.

Que una entidad sea "abstracta" no quiere decir que el contenido inteligible de esa abstracción no sea real, por eso se entiende que se hable de las fuerzas y campos de fuerza como reales, más allá del tipo de realidad que luego haya que asignarles.

Ese contenido inteligible está en la mente en estado de abstracción, y por eso, en esa medida, no es real, pero en sí mismo lo entendemos como existente en las cosas, independientemente de nosotros, de modo concreto, no abstracto, y así, es real.

En cambio, un personaje de novela como el Quijote, no se entiende que esté dado de ningún modo en las cosas independientemente de nosotros y de nuestro pensamiento.

Por eso en el caso de una novela, por ejemplo, entendida en relación a sus personajes, lugares, tiempos, acción, etc., yo no diría que es “real”, pues no existe como tal fuera de nuestra mente.

Lo real ahí es el vehículo en que se materializa, por así decir, la novela, para poder comunicarse a otros: la voz o el papel o la memoria digital, etc.

Por eso la definición de Popper me parece menos adecuada, porque con esa definición los personajes de una novela serían “reales”, ya que pueden producir un efecto en ciertos cuerpos macroscópicos, que somos nosotros, a nivel anímico y emotivo, por ejemplo.

Si esto es así, quedan sin asidero expresiones que sin embargo son totalmente inteligibles, como cuando decimos que “Superman no es real”.

Y ahí no estamos diciendo solamente que Superman no es “real material”, porque tampoco admitiría, el que eso dice, si es un teísta, que Superman sea una realidad inmaterial como lo son Dios o los ángeles, por ejemplo.

Saludos cordiales
03/10/11 3:02 PM
  
CR
Señores Nèstor y Lucas:

Quisiera pedir disculpas por la alterada intervenciòn de RENZO. Afirmo que no es ese el espìritu de un debate.

Lejos estoy de congeniar con el retorno de algo como el tomismo. Quizá tuvo su momento hace siglos pero ahora ya ha pasado.

No obstante, tengo conocidos tomistas y sé por experiencia el rigor con que intentan proceder, y es encomiable.

Varios en este espacio que usted señor Néstor ha facilitado para la tranquila confrontación de las ideas han faltado a los mínimos requeridos, prefiriendo el camino de la descalificaciòn personal o rehuyendo la argumentación contraria. Eso no es serio.

Llegué a esta pàgina precisamente por invitaciòn de un amigo seguidor de santo Tomàs. Su sola invitaciòn es señal suficiente de que no huye el debate.

Señor Néstor, harìa usted bien limitando el acceso de personajes que nada aportan.

(Espero el post sobre causalidad)

03/10/11 3:06 PM
  
Renzo
Los mensajes sin argumentos y sólo descalificaciones se borran. Para ahorrar trabajo, habría que abstenerse de intervenir en el "blog" si no se está dispuesto a discutir racionalmente y sin agresiones personales.

Saludos cordiales
Néstor.
03/10/11 4:02 PM
  
CR
RENZO:

Personalmente, ya lo dije, estoy en contra de que se traiga a cuento nuevamente algo como el tomismo. Estimo que luego de las críticas humeanas y kantianas a la causalidad metafísica, volver a las vías es más un acto de fe.

Sin embargo, llevo años sosteniendo conversaciones públicas y privadas con intelectuales tomistas, y a pesar de mi postura personal, reconozco la solidez de sus argumentaciones y sobre todo la honradez con que suelen proceder; esto, lo repito, por experiencia propia.

Lucas realizó unos aportes de naturaleza matemática para los cuales me declaro incompetente, por esa misma razón me abstengo de plemizar con él. Sentido común elemental. No se habla de lo que no se sabe.

De manera que ni me meto a contradecir a Lucas, pero tampoco lo apruebo por iguales razones. Usted por el contrario, se limita a afirmaciones como:
-Nestor decidio ya hace varios mensajes, cerrar la posibilidad de debatir y solo acepta aplausos y aleluyas.

-mejor que cierre el post y se dedique a los monologos, los debates no le gustan.

-discurso paracientífico y pomposo.

-etc.

Usted se limita a afirmar sin probar, y falta así a la ley básica del debate serio. Dice y no da razón de lo que dice.

No obstante, acusa a el dueño de la página de no argumentar. Repito, eso no es serio.

Es por esto que sentí la necesidad de pedir disculpas, disculpas que reitero dada su más reciente intervención. Llevo mucho tiempo ene stos debates como para poder reconocer quien aporta y quien no.
03/10/11 4:17 PM
  
aprendiz
buenas buenas, ¿están seguros que esto es una página de filosofía? pues hacía mucho que no veía tanta matemática en una página dedicada a la argumentación filosófica.

¿si se mezclan las cosas no se están enredando? muchos se desinteresarán por el debate si se va por el lado de la matemática. además hasta donde sé Tomás no usó la matemática en sus pruebas, ¿o me equivoco?

saludos a todos
03/10/11 4:30 PM
  
aprendiz
traten de exponer las cosas claramente, sin tanta matemática, teoremas, símbolos. Eso confunde y desanima. Además que no es encesario para la argumentación filosófica.

saludos
03/10/11 4:33 PM
  
CR
Aprendiz, totalmente de acuerdo con tu comentario. Creo entender que los tomistas distinguen lo que ellos llaman el ens quantum, de lo que llaman el ens ut ens. ¿a qué tanta matemática? son pruebas filosóficas.
03/10/11 4:50 PM
  
Dnip
Estimado Néstor y demás contertulios:

Agradecer, en primer lugar, el tiempo que se han tomado Néstor y Jorge en comentar mi respuesta y pedir disculpas por la tardanza en mi comentario, pues asuntos personales y laborales absorben todo mi tiempo.

Me temo que no puedo hacer más que algunos comentarios rápidos a las respuestas. Primero un par de preguntas.

Néstor

1) Sea P la razón suficiente de Q. Si la razón suficiente exige una condición necesaria y suficiente tenemos que P <=> Q.

Creo que esto implicaría que, por ejemplo, para cada acto existente P existe una y sólo una razón suficiente Q. Al existir Q, P ocurre necesariamente. Ahora bien, Q tendrá una razón suficiente QQ a la que aplicar este razonamiento.

Si realizamos esta cadena de razonamientos hasta la llegar a la última razón suficiente tendríamos exactamente lo mismo. Q....Q<=> A.

¿Esto no obliga a una visión determinista de la realidad y elimina el libre albedrío incluso de Dios?

2) Cuando dices que la razón suficiente del ser necesario "está" en él mismo, ¿te refieres a que la razón suficiente del ser necesario "es" él mismo? Lo digo porque entonces el PRS parece conducir a definiciones circulares.

Néstor) Cuando hablo de azar "verdadero" no me refiero a imposibilidad de predicción. Me refiero a que si tras ver un suceso, pudiésemos, hipotéticamente, volver al pasado y observar sin afectar (hipotéticamente) de nuevo ese suceso, este podría ser distinto. En el famoso debate Coppleston-Russell el primero sencillamente argumentaba que esto sería una teoría del momento y, aunque la consideraba errónea, aceptaba que había científicos que consideraban razonable la existencia de sucesos sin causa.

Entes contingentes: Uno de mis problema en su definición es parecido a mi pregunta sobre el PRS. Si un ente contingente existe es porque su condición necesaria y suficiente existe. Si no existiese implicaría que esa condición no puede existir. Si aplicamos la cadena de inferencias llegaríamos a que la primera condición necesaria y suficiente no puede existir.

Energía - materia: Me voy a mover a un ejemplo concreto. Imagínese que existiese una máquina donde entran "cosas" que tienen mucha velocidad y por otro lado salen "cosas" que tienen menos velocidad y, no sé, oro. La posibilidad teórica de una máquina así es admisible en el método aristotélico-tomista.

Tres rápidos comentarios para Lucas. Si el eje durativo no es infinito en la rama inferior, el ínfimo del conjunto puede coincidir con los limites de este eje así como un número > que 1 de sus elementos, con sus implicaciones correspondientes.

Si el eje durativo es infinito en su rama inferior, ¿porque considerar irrelevante la dimensión tiempo en la métrica?. El número de entes contingentes puede ser numerable para un t fijo pero, sin más condiciones axiomáticas, es admisible que este sea infinito no numerable en la dimensión durativa si ésta también lo es.

Aunque no quisiera parecer desagradable, también pienso que sus comentarios se pueden exponer con igual rigor en "lengua vernácula", y esto ayudaría a un mejor seguimiento por parte de muchos lectores.

Quiero disculparme por anticipado, si algún párrafo es demasiado seco u ofensivo en algún modo, pues todo está, escrito bastante rápido y, con mucho menos cuidado de lo que quisiera.

Espero poder escribir una segunda respuesta sobre algunos puntos que me dejo en el tintero y precisar algún detalle más.

Un saludo atento.
04/10/11 12:53 PM
  
lectorium
Asd:

Me permito contestarle, a lo que dice usted que no le ha sido respondido:

-------------------------
"Es imposible que todo sea contingente, porque entonces, alguna vez nada habría habido, y entonces, ahora nada habría, porque de la nada, obviamente, nada sale."

Esta argumentación no resiste el análisis de la lógica.

Decir que a todo ente x le pertenece un punto en el tiempo z (que no tiene que ser el mismo) donde no existe no es lo mismo que decir que hay un mismo punto z que es pertenecido por todos los entes. O sea, que no se puede deducir que por la naturaleza contingente de los entes que hubo un tiempo en que nada existía.
---------------------------

Le contesto:

Ciertamente tiene usted razón con su argumento. Pero añadamos algo que usted no ha considerado. Cojamos de todos los elementos x_i perteneciente al conjunto E de entes, aquel que está más al comienzo del tiempo siendo existente, el punto z_1 en la linea temporal. Ciertamente otros valores del conjunto E, x_j tendrán sus respectivos z_j"mayor"z_1 en la linea temporal. Lo que ocurre es que debido a la contingencia de los entes, si en z_1 sólo existía x_i queda claro que nadie pudo causarle sino sí mismo (x_i es el ser absoluto, en este caso), o bien otro distinto a sí mismo, un x_p existente en un punto z_p"menor"z_1, lo cual niegan nuestras premisas. QED

Admitiendo cualquier matización proveniente de los comentaristas, y en especial de Néstor, espero haber satisfecho a Asd.
04/10/11 1:36 PM
  
asd
Estimado lectorium:

Agradezco su comentario. Sólo quería demostrar con mi intervención que la premisa de la que se parte no es lógica. Que todo ser deje de existir en un determinado momento no significa que hubo un tiempo en que nada existió. Esto se ha discutido miles de veces en internet y en muchos foros.

Yo tengo un problema especial con las definiciones de los términos metafísicos que se emplean para argumentar.

Hablamos por ejemplo de cosas que se crean o que dejan de existir. Un ejemplo muy querido es el de la famosa mesa que fabrica el carpintero y se destruye al ser quemada. Primero, esa mesa aunque racionalicemos su creación y su destrucción y nos movamos en el mundo lógico de la metafísica, no deja de ser madera cuya forma fue manipulada y luego al quemarse pasó a mostrar las características de la ceniza. La sustancia de la que estaba hecha no fue creada, fue transformada por el hombre y no dejo de existir a convertirse en ceniza pues los elementos fundamentales que la formaban se encuentran disgregados allí donde se quemó o se transformó en energía. La madera provenía de un árbol que a su vez de una semilla que, al crecer, incorporó moléculas de carbono que no empezaron a existir sino que se encontraban en la atmósfera y por la acción de la fotosíntesis se incorporaron a la estructura de la planta. Ciertamente veo seres que nacen y que mueren, plantas que crecen y se destruyen pero no veo ni creación de materia ni su destrucción, como mucho transformación en energía. Todo permanece en el universo: materia y energía y a lo que asistimos con nuestra experiencia es a su transformación. Por ello me cuesta aceptar los conceptos de serie de causas eficientes y veo intrascendental el discutir si esa serie es infinita o infinita.

Aquí el problema es si el universo es eterno o no y ya S. Tomás dijo que aceptaba por fe que el mundo debía haber tenido un principio para poder luego desarrollar su vias.

El problema es que hemos creado un mundo metafísico de entes y leyes que gobiernan sus relaciones que quizás no tiene nada que ver con el mundo en el que vivimos. La mesa es un ente que aparece cuando la crea el carpintero y desaparece cuando se quema. La piedra es un ente cuando se separa de la montaña con una helada y desaparece cuando es aplastada por otra más grande. Pero, ¿es realmente eso así?
Por eso ese mundo metafísico (en el fondo un idealismo) para muchos se basa en la experiencia sensible pero, ojo, sólo cuando conviene y por eso mismo muchos sostienen que la vía del movimiento o de la casualidad y la serie finita o infinita no tiene nada que ver con el tiempo físico porque estamos hablando en el mundo de las relaciones metafísicas. Pero S. Tomás al empezar muchas de sus vías dice: “vemos por la experiencia que…” para luego despegarse de ella y empezar a elucubrar en ese mundo imaginario que, aunque lógico, no deja de ser imaginario.

Si S. Tomás hubiera sabido lo que sabemos hoy sobre la materia y la energía, sobre la mecánica cuántica y de partículas. Si sólo hubiera reducido su serie de entes de al mundo inorgánico y orgánico y no a la mano que mueve al bastón, se hubiera topado con un problema muy gordo… que por la experiencia no podría haber sabido que existe una serie de causas eficientes. Pongamos un ejemplo: un caballo, ¿cuál es su causa eficiente? otro caballo, y el anterior y ¿antes qué? Ahora sabemos algo sobre la evolución y el origen de la vida (o lo especulamos) y ¿qué causó la aglomeración de las primera células? ¿dónde está esa famosa serie de causas? La experiencia, y más la de su tiempo, le hubiera llevado probablemente a ser al menos un agnóstico del principio de causalidad.
04/10/11 3:39 PM
  
asd
Y como vemos que en este mundo material, según aprendemos de nuestra experiencia (como hacía S. Tomás), sólo podemos asistir a la transformación de la materia y la energía propongo un nuevo concepto metafísico: el principio de transformación o el de la casualidad transformante.
A partir de ahí podemos seguir hablando.
04/10/11 3:52 PM
  
asd
He querido, como es lógico, decir causalidad y no casualidad.
04/10/11 4:03 PM
  
Néstor

Estimados amigos:

Las objeciones nuevas son interesantes y han tenido la virtud de retrasar la aparición del próximo “post”. Veamos:

---------------------------------------

Respecto de lo que dice Dnip, es cierto que una condición suficiente es necesaria para todo ente, pero de ahí no se sigue que para cada ente haya una sola condición necesaria y suficiente. El lápiz puede estar depositado sobre la silla porque lo olvidó alguien o porque lo dejaron intencionalmente los extraterrestres, o porque a la silla la fabricaron con un lápiz encima, etc. Lo que no puede ser es que esté ahí “porque sí”.

-------------------------------------

Cuando decimos que Dios es razón suficiente del mundo, incluimos dentro de “Dios” el libre acto creador divino. El mundo no se deriva necesariamente de la Esencia divina, sí se deriva necesariamente del libérrimo Acto Creador de Dios, de modo análogo a como si yo decido libremente escribir un poema, éste se seguirá necesariamente (por desgracia para el arte literario) de tal decisión libre.

----------------------------------------

No veo bien en qué estaría la circularidad en el caso del Ser que tiene en Sí mismo su razón de ser. La forma precisa de decirlo es que la Esencia divina es la razón suficiente de que Dios exista, porque esa Esencia incluye la existencia, como la esencia del triángulo incluye tener los ángulos iguales a dos rectos o la esencia del hombre incluye la corporeidad. Esa Esencia se identifica, además, realmente, con el Ser de Dios y con Dios mismo.

---------------------------------------

En el caso del azar, da la impresión de que te refieres a lo que dice Heisenberg, que dados todos los antecedentes del caso, no podemos predecir el futuro de la partícula, pero que mirando hacia atrás en el tiempo siempre vamos a encontrar la explicación del comportamiento que esa partícula ha tenido.

Eso se puede entender de dos formas, una que no va contra los principios de no contradicción y razón suficiente, y que por tanto, es admisible, y otra que sí va contra esos principios, y por tanto, no lo es.

En efecto, en el primer caso, estaríamos en lo que decía en el mensaje anterior: imposibilidad de predicción de parte nuestra, o sea, “incertidumbre”, no quiere decir falta de determinación en la realidad, o sea, “indeterminación”. Simplemente que hacia el pasado tenemos la capacidad de ver que no tenemos hacia el futuro.

En el segundo caso, estaríamos diciendo a la vez que en el momento M no había razón suficiente de que la partícula hiciese esto o aquello, y que sí la había.

No la había, porque en ese mismo momento M nosotros no podíamos predecir qué haría la partícula, y esa imposibilidad se debe, en esta hipótesis, a que la realidad misma está indeterminada.

La había, porque ahora, al mirar al pasado, es al mismo momento M al que estamos mirando, y allí vemos con claridad cuál fue en M la razón suficiente de que la partícula haya “hecho” esto o aquello.

Eso es contradictorio, y por tanto, imposible.

Es la misma razón por la que es imposible cambiar el pasado. La noción de “cambiar el pasado” es contradictoria en sí misma, porque significa, traducida al castellano, “hacer que lo que fue no haya sido”, de donde resultaría que de un mismo evento E sería verdad a la vez decir que fue y que no fue.

-----------------------------------------

Por lo arriba dicho, en lo relativo a los entes contingentes, la única razón suficiente última posible de un ente contingente es un acto libre. Porque si no fuese un acto libre, el ente contingente procedería necesariamente de la esencia de su Causa última, sin mediación de una libre decisión de esa misma Causa, y entonces sí, no sería contingente sino necesario. Así que la contingencia del ente finito más el principio de razón suficiente prueban la libertad del acto creador.

----------------------------------------

Sobre energía – materia, ya admití la posibilidad de que la energía de los obreros de la fábrica de chocolate se convirtiese en 420 kg de chocolate blanco. Lo que no admito que es la energía pueda existir separada de los obreros, o de la máquina de hacer chocolate que eventualmente los reemplazaría aumentando más aún el desempleo reinante.

En su ejemplo, la máquina misma es la causa eficiente que es necesaria para explicar la actualización de la potencialidad de ser “oro” que había en esas “cosas” que ingresaron a la máquina inicialmente. Parece que de algún modo la máquina utiliza en ese proceso la energía que esas “cosas” traían, como los fabricantes de chocolate utilizan la suya. Pero si hay “cosas” que tienen energía (supongo que la velocidad misma no es energía, sino manifestación o consecuencia de la misma) entonces no veo dónde estaría el problema con lo expuesto por mí hasta ahora.

---------------------------------------

En cuanto a la respuesta de Lectorium, al decir que hay un ente que está más al comienzo en el tiempo que todos los otros, entiendo que supone el comienzo temporal del Universo. Sobre esa hipótesis, sin duda que el principio de causalidad exige una Causa del universo material.

Pero las vías tomistas tienen de interesante el hecho de que no exigen suponer un comienzo del universo material, como se ha dicho aquí varias veces. Más aún, como también se ha dicho, ni siquiera exigen tomar como punto de partida el universo material, sino que basta con que exista un ente contingente, que ahora, para variar el ejemplo, en vez decir que podría ser una hormiga diremos que podría ser una mosca.

Y concretamente, la tercera vía según la formulación que tiene en la Suma, que no es la que hemos “posteado” aquí, procede por vía de absurdo, suponiendo que sólo hay entes contingentes, y que ese conjunto de entes contingentes existe desde siempre. Ahí es donde se inserta la objeción de Asd, que he reconocido que no veo por el momento cómo podría superarse, lo cual es la razón, precisamente, de que haya optado por otra forma de exponer la prueba por la contingencia, que no recurre a esa estrategia argumentativa.

------------------------------------

En cuanto a lo que plantea Asd, el ente contingente es el puede ser y puede también no ser, y en particular, puede existir y puede también no existir. Por tanto, si un ente comienza a existir o deja de existir, sin duda que es contingente, porque el hecho prueba la posibilidad. Hasta aquí, no creo que haya problemas.

El caso está en que una silla efectivamente comienza a existir y deja de existir. Que los átomos o la madera de la silla hayan existido antes o sigan existiendo después, a la pobre silla le es profundamente indiferente. Una silla es una silla, y un conjunto desparramado de átomos o de astillas no es una silla.

Y si en vez de una silla pensamos en un gato o en un ser humano, es lo mismo, pero más claro.

No es una ilusión macroscópica decir que la silla o la mesa o el gato empezó a existir y dejó de existir. Ojo, hablo de la mesa, o del gato, no de la madera o de los átomos. Ni en el nivel infraatómico ni en velocidades cercanas a la de la luz permanece alguna mesa, o algún gato, después de la destrucción macroscópica de la mesa o el gato.

En realidad, una de las herencias más perniciosas de la filosofía mecanicista es justamente que se pueda pensar que porque los átomos siguen existiendo, la destrucción de un ente inanimado o de un ser vivo es como si no hubiese tenido lugar.

¿Es que el esquema filosófico mecanicista es tan poderoso que no nos deja interpretar correctamente lo que tenemos delante de los ojos? Eso, precisamente, entiendo que es apartarse de la realidad en aras de un esquema filosófico no suficientemente reflexionado.

Incluso, uno se pregunta cómo los partidarios de la verificación empírica sostienen alegremente que lo real son los átomos, que no pueden ver, y no el gato, que pueden ver. ¿De qué “experiencia” estamos hablando?

Hasta que nuestra cultura no se libre de ese mecanicismo muchas veces inconsciente, no hay que esperar que se entiendan o planteen mejor, no hablemos de resolver, los problemas filosóficos.

---------------------------------------

La creación “ex nihilo” niega la existencia de una materia previa independiente de la acción creadora misma.

Por eso, se puede entender en dos sentidos: en el sentido de que no había materia de la cual haya sido hecha la cosa, o en el sentido de que la materia de la que es hecha la cosa también es creada por Dios.

No se trata aquí de que la creacion como tal pueda depender alguna vez de alguna materia, sino de que, como veremos, un ente finito puede comenzar a existir porque recibe de otro ente finito su esencia, a partir de una materia previa que es transformada con ese fin, mientras tanto la causa natural, como la materia, como el efecto en cuestión, están siendo sostenidos en el ser, "ex nihilo", por Dios, que les da continuamente el acto de ser.

Santo Tomás enseña que el efecto propio de la Causa Primera es el acto de ser de las cosas, que hace que sean, sin más. Sólo Dios puede dar el acto de ser, porque Él es el Ser mismo Subsistente. Y tiene que darlo en forma inmediata, no puede usar en esto instrumento creado alguno, porque, dice Santo Tomás, el instrumento es un mediador entre la causa principal y la materia, y para el don del acto de ser no puede haber materia previa alguna, porque debería ser antes de recibir el ser.

La esencia de la cosa, por su parte, que hace que sea eso que es, y no otra cosa, la da Dios también, pero puede darla por medio de causas naturales, como en la generación, si bien, en caso de haber habido un primer ente dotado de esa naturaleza, no ha podido recibirla de sus padres, que no existieron, y entonces, su esencia también ha debido serle dada directamente por Dios.

Adán, por ejemplo, no pudo recibir su naturaleza al modo natural, de sus padres, y entonces debió recibirla de Dios, junto con el acto de ser, pero ya Caín y Abel recibieron de sus padres la naturaleza humana, es decir, la recibieron de Dios mediante ellos, y de Dios recibieron directamente sólo el acto de ser. Por eso Caín y Abel no fueron menos creados que Adán y Eva.

Al dar Dios a las cosas su esencia mediante causas naturales, creadas, siempre esas cosas así producidas vendrán de una materia previa, porque el modo propio de actuar de las causas creadas es a partir de una materia preexistente. Para la esencia sí puede haber materia previa, como no puede haberla para el acto de ser: se puede ser algo antes de ser otra cosa, pero no se puede ser antes de ser.

Esa materia, por ejemplo, la madera, en el comienzo de su existencia ha recibido de Dios el ser, y de su progenitor natural, el árbol de la misma especie, su naturaleza, y luego, ha sido conservada en el ser por Dios mientras existía.

En el caso de un artesano, no produce naturalezas o esencias, propiamente hablando, porque ya Aristóteles vio que los entes artificiales no tienen naturaleza o esencia, pues son agregados accidentales de entes naturales que esos sí tienen esencia. Pero el agregado accidental que es una mesa, por ejemplo, sí tiene acto de ser, y sólo puede recibirlo directamente de Dios, mientras que su “configuración accidental” (no su esencia, que no tiene) la recibe de Dios mediante el carpintero.

El carpintero, a su vez, al hacer la mesa utiliza una materia previa, que no depende de su acción de carpintero: madera, etc. Esta materia, de todos modos, continuamente es conservada en el ser por Dios, y ha sido producida naturalmente, por ejemplo, a partir de una semilla, que le trasmitió la naturaleza que tiene, mientras que Dios le daba directamente el acto de ser, que luego se lo conserva mientras existe.

-------------------------------------

Ya hemos dicho varias veces que la serie de causas en la que no se puede retroceder al infinito es LA SERIE ACTUAL Y SIMULTÁNEA DE CAUSAS, NO LA SERIE TEMPORALMENTE SUCESIVA. Es una de las principales aclaraciones de este “post”.

-----------------------------------------

También hemos dicho varias veces que la filosofía debe partir de la experiencia, externa o interna, si quiere demostrar la existencia real de algo. Y que el objeto propio de la filosofía, las últimas causas, no siendo empírico, sólo se podrá demostrar a partir de la experiencia, trascendiendo la experiencia. Y que lo que nos capacita para ello, es que nuestra inteligencia, que todo lo recibe de los sentidos, es al mismo tiempo la facultad del ser, como se ve por ejemplo por el principio de no contradicción, basado en la noción de "ente", y por tanto, tiene por objeto propio la esencia abstracta de las cosas sensibles, extendiéndose por analogía al ente en general, lo cual la capacita para trascender el ente sensible, que no se puede demostrar que sea la única forma posible del ente.

-------------------------------------------

Respecto de lo que es imaginario y lo que no lo es, veamos si puede responder brevemente a unas breves preguntas:

1) ¿Puede algo existir sin que exista alguna de las condiciones necesarias de su existencia?

2) ¿Puede no ser condición necesaria de la existencia de algo, aquello sin lo cual esa misma existencia sería contradictoria?

3) Si se muestra que la existencia de B es contradictoria si no existe A, entonces ¿no se ha demostrado que A es condición necesaria de la existencia de B?

4) Supuesta la respuesta negativa a las preguntas 1) y 2) y afirmativa a 3): ¿puede negarse o ponerse en duda la existencia de A, que es condición necesaria de la existencia de B, si la existencia de B es un dato empírico?

En caso de respuesta afirmativa a esta última pregunta, entonces la filosofía está en todo su derecho de afirmar la existencia de A, aunque A no sea empírico, si antes demostró que A es condición necesaria de la existencia de B, que sí es empírica. Y en eso no hay nada de “imaginario”, sino sólo una conclusión científicamente rigurosa.

En caso de respuesta negativa a esta última pregunta, el respondente se contradice.

Saludos cordiales

04/10/11 7:08 PM
  
Dnip
Estimado Néstor:

Gracias por tu amable respuesta, cómo ha dado la casualidad que justo la acabo de ver me gustaría dejarte una comentario preliminar:

Con todo el respeto del mundo, "condición necesaria y suficiente" , es equivalente a "si y solo si". Aunque pienso que lo que sigue no es necesario debido a tu más que sobrada formación tenemos que:

"Condición necesaria y suficiente" es una relación de equivalencia. Dado P, si Q es una condición necesaria y suficiente de P entonces P es una condición necesaria y suficiente de Q. Por tanto si R (diferente a Q) es una condición necesaria y suficiente de P también lo es de Q y viceversa. Esto es extensible a cualquier condición necesaria y suficiente T que se pueda aportar.

Así pues si P es, esto implica necesariamente toda la cadena de condiciones necesarias y suficientes, las cuales no pueden no haber sido de acuerdo al PRS, lo cual me lleva de nuevo a preguntar si todo esto no es totalmente determinista.

Un saludo atento.
04/10/11 7:53 PM
  
asd
Estimado Néstor:

Gracias por su respuesta y por su paciencia. Le pido por favor que no tome a mal mi insistencia y le hago una última propuesta a ver si así puedo expresar mejor mi punto de vista.

Imagínese el mundo sin hombres, matemos al carpintero y eliminemos de la faz de la tierra todo lo que el hombre ha podido producir, incluídas mesas y sillas. Trasladémonos a ese momento en que sólo el mundo inorgánico junto con las plantas y los animales reinaba en la tierra. Pongámonos a hacer metafísica ahora. ¿A qué serie de causas eficientes se refiere S. Tomás? ¿Cuáles son los efectos y cuáles las causas que tenemos que tener en cuenta para desarrollar las vías tomistas? ¿A qué se refiere ahora S. Tomás cuando dice que "Encontramos en las cosas sensibles un orden de causas eficientes". ¿Cuál es ese orden? ¿Cuáles las causas?

Le pido, por favor, tenga a bien en contestarme a esta pregunta.
Un saludo afectuoso
04/10/11 8:18 PM
  
Néstor
Estimado Dnip:

Que P es condición necesaria de Q, quiere decir que si no se da P, no se da Q, y por tanto, si se da Q, se da P.

Que P es condición suficiente de Q, quiere decir que si se da P, entonces necesariamente se da Q, de modo que si no se da Q, entonces no se ha dado tampoco P.

Que P es condición necesaria y suficiente de Q, por tanto, quiere decir que si no se da P, no se da Q, y si se da P, se da Q. Por tanto, si se da Q, se da P, y si no se da Q, no se da P.

Con lo cual efectivamente, desde el punto de vista lógico, cada uno es condición necesaria y suficiente del otro.

Por donde se ve que no es lo mismo, sin más, "razón suficiente" que "condición necesaria y suficiente".

Porque la razón suficiente es aquello que da razón de que algo sea, en vez de no ser, y sea de este modo, en vez de ser de otro. Y es obvio que aquí no puede haber circularidad, es decir, no es posible que A sea razón suficiente de B, y B lo sea de A, bajo el mismo aspecto.

Por otro lado, es cierto que la razón suficiente es a la vez condición necesaria y condición suficiente de aquello de lo que da razón.

Necesaria, porque todo tiene que tener razón suficiente. Suficiente, porque es lo que determina, justamente, que algo sea, en vez de no ser, y sea de este modo, en vez de ser de otro modo.

De donde hay que concluir que la razón suficiente agrega algo al concepto de "condición necesaria y suficiente", de modo que hace imposible la circularidad.

Lo que agrega, es precisamente, una determinación ontológica, no meramente lógica, que genera una dependencia ontológica, no meramente lógica.

Por ejemplo, si el foco ilumina la pared, dado que la iluminación de la pared se sigue necesariamente de la acción iluminadora del foco, y que en ese caso concreto no se da sino por esa acción; de modo que sin ella, esa iluminación concreta no se daría, podemos decir que en esas condiciones tanto la acción causal del foco luminoso como el efecto de la pared iluminada son condición necesaria y suficiente una de la otra.

Porque esta pared concreta está iluminada si y sólo si este foco desarrolla su acción iluminadora, y en las condiciones normales, este foco emite luz si y sólo si la pared queda iluminada.

Y sin embargo, no hay circularidad, porque ontológicamente es claro que en la iluminación es la pared la que depende de la emisión de luz por parte del foco, y no viceversa, aunque lógicamente se pueda plantear una equivalencia entre ambos.

Del mismo modo se puede decir que el incendio es condición necesaria del cigarrillo encendido arrojado al bosque en medio de la sequía, porque dado lo segundo, se da necesariamente lo primero.

En efecto, si dado A, necesariamente se dará B, entonces B es condición necesaria de A, porque de la negación de B, en esa hipótesis, se sigue la negación de A.

Y eso no quiere decir, sin embargo, que el arrojar el fósforo encendido dependa, en el plano del ser o plano ontológico, del incendio, sino precisamente lo contrario.

La exigencia lógica de una condición necesaria en un ente real nos autoriza a afirmar la existencia real de esa condición necesaria, pero no por eso estamos diciendo que el ente depende ontológicamente de esa condición necesaria; puede ser a la inversa, o que ambos dependan causalmente de una tercera cosa que los produce necesariamente a ambos.

En el caso de las pruebas de la existencia de Dios, lo que viene exigido como condición necesaria del ente contingente dado en la experiencia es precisamente una Causa Primera, y es por eso que podemos afirmar la dependencia de este ente contingente respecto de esa condición necesaria suya particular.

Eso quiere decir que la fundamentación del principio de razón suficiente basado en la necesidad de una condición necesaria y suficiente para todo ente, que puse en el "post" anterior, debe entenderse, también, en sentido ontológico, no meramente lógico.

Ahí partíamos, para una demostración por absurdo, de que un ente A no tenía condición necesaria y suficiente.

Pero en el solo nivel lógico podría tratarse de que del ente A, por ejemplo, se deriva necesariamente B, y que por tanto, A y B serían recíprocamente condición necesaria y suficiente uno del otro, como dijimos, pero sólo de B, que depende ontológicamente de A, habría que afirmar en esa hipótesis una razón suficiente, no de A.

Otra cosa es si hablamos de una condición necesaria y suficiente del ser de A, de que A sea, es decir, nuevamente, a nivel ontológico y no meramente lógico.

Ahí sí, si A es, y no tiene condición necesaria de su ser, entonces no hace falta nada para que A sea, y es lo mismo, entonces, el ser que el no ser, lo cual es contradictorio.

Y si A es, sin que haya condición suficiente de su ser, entonces, nada determina que A sea, en vez de no ser, y entonces, A podría ser y no ser a la vez, lo que es contradictorio.

Lo que tiene que haber, entonces, es una condicion necesaria y suficiente del ser de A, de que A sea, en vez de no ser, y entonces, es claro que no puede ser candidato a ese título un ente B que se siga necesariamente de A, porque éste ya supone la existencia de A y no puede por tanto explicarla, sino que tiene que ser lo que propiamente llamamos una "razón suficiente" de A.

Asi que le tengo que agradecer su observación, porque sirve para precisar el sentido de lo que expuse anteriormente.

En cuanto al determinismo, repito lo que dije en el mensaje anterior. Para que no haya determinismo absoluto, y se pueda hablar de entes contingentes, alcanza con que algunas de esas razones suficientes sean actos libres de las correspondientes causas, ante todo, de la Causa Creadora.

Saludos cordiales
04/10/11 9:59 PM
  
Néstor
Estimado Asd:

Santo Tomás no dice exactamente que percibamos con los sentidos esas causas eficientes, sino que “encontramos que hay en las cosas sensibles un orden de causas eficientes” (“invenimus enim in istis sensibilibus esse ordinem causarum efficientium.”), lo cual puede entenderse en el sentido de que encontramos con la inteligencia que los seres sensibles dados en la experiencia dependen de una serie actual y ordenada de causas eficientes.

La diferencia entre la Primera Vía y la Segunda Vía es que en aquella se considera las causas del movimiento, del “fieri”, del “llegar a ser”, mientras que en ésta se consideran las causas del ser, del “esse”. Son dos efectos distintos: pasar de no ser a ser, y permanecer en el ser.

A su vez, el ser, en sentido radical de “acto de ser”, es efecto propio e inmediato de Dios, de modo que la serie de causas actuales del ser de algo sólo puede serlo respecto de la esencia o naturaleza de ese algo.

Es decir, no respecto de que eso sea, sin más, sino respecto de que sea esto y no aquello, de que tenga esta naturaleza y no otra, cosa que vimos que Dios la da de hecho muchas veces por medio de agentes naturales, como da a los hijos su naturaleza por medio de los padres.

No se trata tampoco de causas de las esencias propiamente dichas, sino de causas de que estos individuos concretos tengan esas esencias o naturalezas y no otras.

Lo que sí tienen en común ambas series de causas, las del movimiento y las del ser, tal como se las considera en las Vías, es que son simultáneas y actuales, no sucesivas.

Las causas creadas de la esencia, en las que ante todo pensamos, son causas del “fieri” o llegar a ser de esa esencia. Por ejemplo, los padres respecto de los hijos.

Pero no tienen porqué ser las únicas. Nada impide “a priori” que Dios se valga de causas creadas para conservar a las creaturas en la naturaleza que ya tienen, lo que no puede decirse respecto del acto de ser.

En el plano de la causa material eso es fácil de hallar: alimentación, oxigenación, etc.

Pero no se ve tampoco que sea imposible a nivel de las causas eficientes: aquí habría que pensar en las diversas “fuerzas” que configuran el universo material y sus integrantes, como diremos luego.

La serie de causas eficientes de la Segunda Vía puede ser que tuviese como trasfondo, en la mente de Santo Tomás, la cosmología aristotélica, que era la aceptada en su tiempo, según la cual Dios no mueve el mundo directamente, sino por medio de una serie de Inteligencias cada vez menos perfectas a medida que se alejan ontológicamente más del Primer Motor, y que son las que mueven las Esferas en las cuales a su vez están como encastrados los Cuerpos Celestes, entre ellos el Sol y la Luna, a los cuales se atribuía ciertos efectos especiales en los entes del mundo sublunar, que es el nuestro, sujetos a la generación y la corrupción.

Superada la cosmología aristotélica, las opciones que se plantean para la interpretación de la Segunda Vía son a mi modo de ver dos:

Una, consiste en pensar en una serie meramente hipotética de causas eficientes.

En efecto, por el hecho mismo de que todo ente existente, dado en la experiencia, es contingente, y por tanto, es un compuesto de esencia y acto de ser, por eso mismo no se identifica, tampoco, con su esencia, y por tanto, si la tiene, ha de ser por obra de una causa, y eso, todo el tiempo que la tiene, al igual que esa esencia, como no se identifica con su acto de ser, también depende de una causa para tenerlo, todo el tiempo que lo tiene. Obviamente que se trata en ambos casos de la misma causa, la que da el ser, que es siempre concreto e individual, a la esencia en cuestión.

Esa causa actual y simultánea de que este individuo tenga esta naturaleza, o a su vez debe su naturaleza o esencia a otra causa, o no.

En el segundo caso, hemos llegado a la Causa Eficiente Primera. En efecto, si todo ente individual compuesto de esencia y ser realmente distintos tiene una causa de tener esa esencia más bien que otra, entonces el Ente que no debe la Esencia que tiene a una causa es Aquel en el que la Esencia y el Ser se identifican realmente, que es el distintivo, filosóficamente hablando, de Dios.

En el primer caso, surge la serie, hipotética en este planteo, de causas eficientes actualmente subordinadas del ente dado en la experiencia. Y nuevamente, razonando a partir de la imposibilidad de un retroceso al infinito en la serie de causas actualmente subordinadas, se llega a la Causa Eficiente Primera.

El carácter hipotético de esta serie actual de causas esencialmente ordenadas entre sí no afecta la validez de la conclusión, porque sirve solamente para mostrar que en cualquier alternativa es necesario llegar, desde el ente dado en la experiencia, hasta la Causa Eficiente Primera.

Por eso, más allá de que sea o no una interpretación correcta de Santo Tomás, me parece que esta forma de ver es concluyente como argumento.

La otra alternativa, en relación con lo que decíamos al principio, es hacer referencia a la interacción cósmica que hace que algunas partes del Universo dependan realmente, y no sólo en forma hipotética, de otras partes del Cosmos, para perseverar en la existencia siendo lo que son.

Parece cierto que el ser de algunos entes materiales está causalmente condicionado por la existencia y la actividad de otros integrantes del Cosmos, en el preciso instante en que estos entes están existiendo y teniendo una naturaleza determinada.

Sobre todo si pensamos en las distintas “fuerzas” que aseguran a la vez la unidad del todo y la diversidad de las partes, así como la unidad interna de cada parte, en el universo material.

Tener presente que “ser” y “unidad” van juntos, porque ser y ser uno es lo mismo, tanto que perder la unidad, por ejemplo, “romperse”, es dejar de ser.

De modo que si hay fuerzas cósmicas que mantienen unidas a las cosas consigo mismas, y debe haberlas, porque las cosas conservan su unidad a lo largo del tiempo, y tiene que haber una razón para ello, sobre todo teniendo en cuenta la tendencia “entrópica” de la materia, entonces esas fuerzas mantienen a la cosa en su ser, es decir, en la naturaleza específica que tiene y que la distingue de los entes de otra naturaleza.

Y por tanto, estas fuerzas implican la existencia de verdaderas causas eficientes de la naturaleza de estos entes en el sentido ya dicho.

Recuérdese que del hecho de que el ente A haya tenido hasta el instante presente la naturaleza X no se sigue que deba tenerla en el instante siguiente. Si así fuese, los entes serían indestructibles. Luego, a cada instante el ente necesita una razón de tener la naturaleza que tiene, y no otra.

Si eso es así, tenemos ahí una serie actual, no sucesiva, de causas eficientes esencialmente ordenadas, que da razón de que un ente A tenga en un determinado instante la naturaleza que tiene, y que entonces, no puede verse implicada en un retroceso al infinito sin que la posesión de esa naturaleza por ese ente concreto quede sin razón suficiente.

En todo caso, esta mayor complejidad interpretativa es otra de las cosas que me ha decidido, también, a exponer la Tercera Vía, en la versión que se ve en el “post”, en vez de la Segunda.

Como verá, mejor o peor, he respondido, así que ahora sí, le pido que lo próximo que me escriba sea la respuesta a las siguientes preguntas:

1) ¿Puede algo existir sin que exista alguna de las condiciones necesarias de su existencia?

2) ¿Puede no ser condición necesaria de la existencia de algo, aquello sin lo cual esa misma existencia sería contradictoria?

3) Si se muestra que la existencia de B es contradictoria si no existe A, entonces ¿no se ha demostrado que A es condición necesaria de la existencia de B?

3) Supuesta la respuesta negativa a las preguntas 1) y 2) y afirmativa a 3): ¿puede negarse o ponerse en duda la existencia de A, que es condición necesaria de la existencia de B, si la existencia de B es un dato empírico?

En caso de respuesta afirmativa a esta última pregunta, entonces la filosofía está en todo su derecho de afirmar la existencia de A, aunque A no sea empírico, si antes demostró que A es condición necesaria de la existencia de B, que sí es empírica. Y en eso no hay nada de “imaginario”, sino sólo una conclusión científicamente rigurosa.

En caso de respuesta negativa a esta última pregunta, el respondente se contradice.

Saludos cordiales
05/10/11 12:30 AM
  
CR
Estimado Néstor, le agradezco haber hecho regresar a la palestra la argumentación filosófica, de eso se trata. Quiero leer detenidamente sus últimas aportaciones, pero de antemano agradezco su atención a las objeciones.
05/10/11 1:55 AM
  
CR
Alguna vez alguien me dijo que lo que santo Tomás había propuesto eran "vías" y no tanto pruebas o demostraciones; con lo cual no queria decir obviamente que no fueran pruebas sino que se trataba de caminos o senderos, largos y complejos, para arribar a ciertos atributos que sólo podían convenir a la divinidad.

Me parece que eso va quedando comprobado en el presente estudio. las dificultades son muchas, los problemas que surgen también son muchos. Yo por ejemplo sigo esperando el post sobre la causalidad, que es el meollo de todo este asunto, y uno de los huesos duros de roer de la crítica clásica a las vías.

las respuestas de Néstor son prueba de lo que decía anteriormente, los tomistas responden. Otra cosa distinta es el valor que se le otorgue a sus respuestas. Pues ellas mismas vienen en un lenguaje tan propio de su gremio que se hace casi incomprensible para los demás, y casi que exige una previa "conversión" al tomismo, para comprenderlo.

Una pregunta, santo Tomás hablaba a creyentes al escribir su summa. Creyentes que partían de la "creación" como dato revelado, y lo que buscaba era dar razón de esta fe; ¿hasta qué punto se libró Tomás del círculo vicioso? ¿llamar "contingentes" a todos los entes del universo, no supone ya la previa aceptación de la existencia de una causa necesaria?
05/10/11 2:16 AM
  
Néstor
Estimado CR:

Sobre las “vías”, tenemos la frase con la que Santo Tomás encabeza el famoso artículo 3 de la cuestión 2 de la primera parte de la Suma:

“Deum esse quinque viis probari potest”. (Que hay Dios se puede probar por cinco vías). Donde las palabras clave son VIIS (VÍAS) y PROBARI (ser probado, demostrado).

Además, en artículo anterior la cuestión era “si se puede DEMOSTRAR que hay Dios”, donde comienza así: “videtur quod Deum esse non sit demostrabile”. A lo que responde en definitiva que “Deum esse, secundum quod non est per se notum quoad nos, demonstrabile est per effectus nobis notos.” “Que Dios existe, no siendo de suyo evidente para nosotros, es demostrable por sus efectos, que sí lo son”.

Por supuesto, son otro tipo de demostraciones, distintas de las demostraciones matemáticas. Nada exige que todas las ciencias sean exactamente iguales, al contrario, vemos que no es así, que hay una gran diversidad entre la química, la física, la matemática, la biología. Cada ciencia tiene su estilo, y también su lenguaje técnico, así que no es de extrañarse que la Filosofía también lo tenga, y que haya que aprenderlo para entenderla, lo cual no quiere decir necesariamente estar de acuerdo ni haberse “convertido” ya al tomismo.

Sí es cierto que es necesario estudiar a fondo y habitualmente esta filosofía, durante un tiempo largo, para poder tener la visión de conjunto que capacita para dar a las dificultades su justo valor y poder responderles. Pero de nuevo, en eso no se distingue la Filosofía de las ciencias particulares.

Por supuesto, estas pruebas dan lugar a muchas dificultades. Lo grande que tienen como demostraciones que son, es que esas dificultades son siempre respondidas, y al hacerlo, se profundiza cada vez más en el sentido de las pruebas.

La filosofía, a diferencia de las ciencias particulares, no abstrae de nada. Nada le es extraño. De todas partes, por tanto, pueden venir y vienen dificultades, porque en la prueba de la existencia de Dios se resume en realidad toda la Filosofía, que a su vez es la visión sintética de la realidad en su conjunto.

Lo grandioso de las vías tomistas es que las dificultades, una vez que se entienden a fondo y se refutan en buena ley, ayudan a comprender mejor lo bien fundado de esta filosofía.

Por el contrario, lo que el tomista no puede entender es cómo alguien puede conformarse con la filosofía mecanicista que está en boga hoy día, que comparada con la precisión y rigor conceptual del tomismo hace el mismo papel que haría un elefante paseando despreocupadamente por una cristalería.

En cuanto a la contingencia de los entes, todo el valor del tomismo, que lo recibe en parte del aristotelismo, está en partir “desde abajo”, es decir, de lo dado en la experiencia, y desde allí llegar, como conclusión, a lo que trasciende la experiencia.

La contingencia de los entes es un hecho que se coloca en el punto de partida y no una conclusión que se deriva de alguna consideración previa relativa a la Causa Necesaria, de la cual en el tomismo, en el sentido estricto de “saber” basado en la evidencia inmediata o mediata, y distinto por tanto de "creer", que se basa en la fe acerca de lo inevidente, NO SE SABE NADA hasta que termina la prueba de su existencia, que es precisamente la que hemos expuesto en el "post", a partir del hecho de la contingencia de los entes.

Realmente no termino de ver dónde está la dificultad en admitir que una silla, o un gato, o el monte Everest, son contingentes, es decir, pueden ser y pueden también no ser, pueden existir, y pueden también no existir.

Que pueden ser, es evidente por dos razones: ante todo, por la del artillero, porque existen. Dicho más finamente, porque el hecho prueba la posibilidad. Y en segundo lugar, porque su concepto no implica contradicción, lo cual por un lado se ve por el mismo concepto, y por otro lado, se infiere del hecho de que existen. Lo contradictorio, en efecto, no puede existir.

Que pueden no ser, es igualmente evidente. Hubo un tiempo en que no fueron, con eso debería alcanzar. Habrá otro tiempo en que no serán, no existirán, misma conclusión. Su no existencia, finalmente, no implica contradicción, y por tanto, es posible.

Ninguna necesidad, en todo esto, de referirse, todavía, a la Causa Necesaria.

Se entiende que es difícil de aceptar, y más todavía de comunicar correctamente, pero es verdad que el tomismo no es ante todo un artilugio eclesiástico para apoyar la Fe. Para los que lo conocemos un poco por sus escritos y su vida, es claro que a Santo Tomás sólo le interesaba la verdad. Por supuesto, que estaba convencido que la verdad era ante todo el contenido del Credo católico tal como lo interpreta la Iglesia. Por eso mismo podía hacer Filosofía y Teología pensando solamente en la verdad.

Como dice San Pablo, para el justo no hay ley. Ordenarle a Santo Tomás que fuese fiel al Magisterio eclesiástico hubiese sido como ordenarle al Sol que brille. Por eso mismo el tomismo quiere ser una explicación objetiva de la realidad y por eso, cuando dice que los entes dados en la experiencia son contingentes, no tiene el ojo puesto ante todo en la Causa Necesaria, sino en las mismas cosas contingentes.

Es curioso que en este sentido, el crítico moderno suele ser por lo general, aunque sea por la contraria, más “teológico” y “religioso” que Santo Tomás, y esto se debe sin duda a que imagina a Santo Tomás bajo las especies de los Testigos de Jehová, a los que tal vez conozca mejor que a los grandes exponentes del catolicismo.

Por supuesto que no se puede terminar sin citar al gran Chesterton, al menos en cuanto a la sustancia del dicho: los que hablan mucho de Inglaterra son los anglófilos, no los ingleses. En todo lo que tiene que ver con Dios, Causa Necesaria, Santo Tomás es inglés, no anglófilo.

Finalmente, no vacile en su fe de que el "post" sobre la causalidad va a aparecer. Es cuestión de tiempo libre y ausencia de tareas previas, para retocar algunas cosas que ya están escritas, más ayuda de Dios, obviamente.

Saludos cordiales.
05/10/11 5:38 AM
  
Rummy
Hola Néstor.
Si me lo permite solamente quisiera preguntarle una cosa.
¿Cómo se concluye que el Universo en su totalidad es contingente partiendo de la contingencia de las formas que puede adoptar?.
¿No es como aceptar la contingencia del barro, por la de los platos que se moldean con él?.
Las analogías siempre están sujetas a la imprecisión de serlo, así que espero que se entienda lo que quiero decir.
Es que me temo que sigue sin saber separar contenido de continente y, por supuesto, sin demostrar que esa supuesta Causa Primera, sea distinta al propio Universo, en una expresión distinta a la que ahora percibimos, ni que sea Dios y menos aún el de los cristianos.
Repite usted una y otra vez que, en su opinión la energía no existe, esto además de ser incorrecto, salvo que la Física esté equivocada y Néstor no, sitúa la argumentación en un plano de opinión y creencia que se aleja bastante del pretendido rigor y solidez que quiere otorgar a lo que llama pruebas.
Un saludo.


05/10/11 8:14 AM
  
asd
Hago también mía la preocupación de Rummy. El que una cosa pueda existir o no no nos puede llevar a afirmar con certeza que el conjunto de cosas sea también contingente. Ese es el problema principal. Por eso traje a colación el tema de la transformación. Como dice Rummy el barro se transforma en vasija, la madera en silla o mesa, la cantera en un conjunto de piedras etc... Se podría ver el conjunto de cosas materiales como un todo en continua transformación cuya última razón de ser está en la materia y la energía que las componen. El hecho es que el universo existe y no nos podemos plantear que podría haber no existido sólo porque hay cosas en él que podrían no haber sido. Es lo mismo que decir que como hay libros que podrían haberse no escrito la literatura o la escritura en su conjunto podría no haber existido. Pues mire, no, no me convence el argumento. La literatura podría no haber existido por otras causas pero no porque hay libros que existen y podrían no haberse escrito.

Esta es la mayor dificultad que veo en las vías.

¿Por qué no aceptar la existencia de un universo eterno que contiene en sí la razón de ser y es a la vez incausado y del que no sabmeos si podía o no haber exisitido? ¿No estamos intentando demostrar que existe algo externo a él, necesario y a su vez incausado y que es razón de ser del universo? ¿Por qué no simplificarlo todo en la idea de un universo que tiene esas características?
Por otra parte es curioso que algunos tomistas defienden a las vías como caminos y otros como demostraciones. Que no son demostraciones lo "demuestra" el hecho de que pocos las ven como demostrativas por las objeciones que se han planteado y el problema radica en el punto de partida, en las definiciones dogmáticas que utilizan los tomistas: ser contingente, necesario, causado, razón de ser, universal en la cosa, antes y después de la cosa, si las partes son contingentes todo es contingente etc.. ese es el problema de porqué el tomismo no es generalmente aceptado: porque no nos ponemos de acuerdo en los principios de partida.

He escrito aquí lo que pienso desde mi formación científica y humanística. Por fe creo en Dios, pero estoy seguro de que ni la ciencia ni la filosofía ha podido ni podrá demostrar su existencia. Si lo hubiera hecho de manera clara (tomismo) todos deberíamos creer en la existencia de la causa primera y el hecho es que desgraciadamente no es así.
05/10/11 8:51 AM
  
Jorge
Estimado Asd

Expliqué en unos de los comentarios que la proposición "todo lo que puede no existir hubo una vez que no existió, por tanto hubo una vez en que no existió nada" sólo es verdadera si aquello que puede no existir conforma un conjunto unitario, de sólo una contingencia, cuyo opuesto, su no existencia, implica una ausencia de contingencia, y por lo tanto que nada exista, ya que esa sola contingencia lo es todo.

Sin embargo, si hubieran más elementos contingentes, entonces el razonamiento es falso, pues negar la existencia de una contingencia en particular, no implica necesariamente negar la existencia de todas las demás contingencias a la vez.

Si en su lugar se dijera: "todo lo que puede no existir hubo una vez que no existió, por tanto es posible que hubiera una vez en que no existió nada" sí sería cierto, aunque redundante (circular), dada la naturaleza contingente de los entes creados.

Estimaod Nestor

Respecto a la causas simultaneas al efecto no veo sino contradicción, pues toda causa por definición antecede al efecto. Aceptar simultaneidad de causa y efecto por la sola apariencia simultánea de algunos fenómenos, como el trazo de un dibujo y el movimiento de la mano al dibujar, es trivial y empírico. Si no es posible argumentar por qué deben ser causas y efectos simultáneos, entonces no habría ninguna razón que se oponga a pensar en efectos que precedan a las causas. Y eso no será metafísica, sino sólo una ficción estéril.

Si afirma que existe esa supuesta serie actual de causas simultáneas que no puede ser infinita, pregunto entonces cuántos términos tiene esa serie finita de causas simultáneas. La respuesta debe ser un número entero diferente de cero. Si la respuesta es mayor a uno, y si es posible, como afirma, ordenar la serie, pregunto cual es la causa que ocupa el lugar inmediato a la Causa Primera.

Termino simplemente afirmando que ofende a la Sabiduría de Dios, establecer un límite discreto a la serie de fenómenos existentes. Cuanto mayor la realidad y riqueza de fenómenos, mejor expresión será de la Suprema Sabiduría.

Que un ente sea limitado, no implica que no pueda ser reflejo de series infinitas de fenómenos, simplemente esas series son convergentes en el límite del ente.

Finalmente, indeterminado no es lo mismo que infinito, como eternidad no es lo mismo que tiempo infinito.

05/10/11 9:00 AM
  
asd
Todos los libros podrían haberse escrito o no, la posibilidad de que no se hubieran escrito nos hace pensar que el conjunto de la literatura o a la escritura podría haber no existido pero eso no implica o DEMUESTRA que hubo un tiempo en que la literatura no existió.

05/10/11 9:21 AM
  
asd
Perdón por la insistencia pero me gustaría hilar más fino:

El hecho de que todos los libros pudieran haberse no escrito o, incluso, que en algún momento todos dejen de existir no demuestra que hubo un momento en que no existió ninguno ni el que la literatura haya tenido un comienzo en el tiempo.
05/10/11 10:31 AM
  
asd
Siguiendo con el ejemplo, ni siquiera podemos llegar a concluir observando la posibilidad o no de la existencia de los libros (la prueba por contingencia) el que todos tengan su causa en una inteligencia creadora. Yo, por lo menos, no lo consigo.
05/10/11 11:06 AM
  
lectorium
Algunos apuntes quizás pertinentes. Si el profesor Néstor quisiera hacer algún apunte a ellos, le estaría enormemente agradecido, así como al resto de comentaristas:

-Creo que Sto. Tomás es dificil, muy dificil. Lo sabemos todos los presentes.
-Creo que ya en su siglo se le entendía mal, por influencia averroista, por influencia agustiniana, por aristotelismo burdo (no sólo de E. Tempier), por las diferencias entre Alberto Magno y Tomás, también existentes.
-Creo que la dificultad se hizo mayor con la aparición de subocorrientes tomistas fuera de París, y fuera de los Studium Generales de la Orden de Predicadores.
-La dificultad avanzó con la lectura aristotélico-tomista de Meister Eckhart OP, también dominico, y sus seguidores, especialmente de la Orden de Predicadores.
-Todo se agrandó mucho más con la línea agustina-franciscana. No sólo de los científicos ingleses, y del pragmatismo anglosajón, sino también con ello, el nominalisto, hasta el punto de las disquisiciones de Duns Scotus OFM.
-Si faltaba alguien en liza las lineas de interpretación de los jesuítas oscurecieron -creo- la claridad de Sto. Tomás, y ya en Trento Francisco Suárez SJ se apartaba en conceptos fundamentales del Aquinate. Con él todo el grueso jesuítico.
-La crisis del final de la escolástica creo que en parte se debe a la confusión de escuelas, a la pérdida y entendimiento claro de la fuente de Tomás de Aquino, al deficiente conocimiento del mismo, y por ello, a la incorrecta defensa frente a otras posiciones teológicas ya asentadas en el siglo XV, XVI y no digamos en el siglo XVII.
-Creo que la crítica mecaniscista, empirista, racionalista y trascendental (ahora Kant) no han tocado un ápice del fondo nítido de la filosofía de Tomás de Aquino. Creo que los grandes exponentes de estas escuelas no acertaron ya a comprender (por lo apuntado arriba), el pensamiento del Aquinate.
-Es por ello, concluyo, que no se puede alegar que ha sido superada la filosofía de Tomás de Aquino. Yo por más que he leído, releído, y estudiado filosofía durante algunas décadas, no alcanzo a ver tal hecho. Lo que cada vez más llego a percibir -no sé si cierto o equivocado- es que Tomás de Aquino no ha sido casi comprendido bien nunca. Ante ello, el dato, hoy claro y reconocido, que el llamado "comentador" de Sto. Tomás, el cardenal Tomás de Cayetano OP, no llegó a entender en su pureza a todo Tomás de Aquino.

Saludos a todos los comentaristas.
05/10/11 11:47 AM
  
lectorium
Corríjase:

"difícil"
"subcorrientes"
"Studium Generale"
"averroísta"
"nominalismo"
"jesuitas"
"mecanicista"

(Quizás haya más faltas ortográficas. Lo siento)
05/10/11 11:53 AM
  
aprendiz
Rummy.

Usted dice: ¿Cómo se concluye que el Universo en su totalidad es contingente partiendo de la contingencia de las formas que puede adoptar? Parece que usted concibe al universo a la manera de los panteístas, como un “gran todo” que se “manifiesta” de distintas “formas”.

La contingencia del universo se deduce de la contingencia de los seres que lo componen, los cuales obtenemos en la experiencia. Pues hasta ahora, que yo sepa, no hemos descubierto un ser observable empíricamente cuya existencia sea necesaria, en el sentido de que no pueda dejar de existir.

Parece que para usted el “universo” es una cosa distinta de los elementos que lo componen, y cuya existencia aparece siempre como contingente. Si el universo, o el continente, como usted lo llama, es distinto de las cosas que lo componen, ¿qué es?, ¿alguna “presencia” extraña? ¿Alguna “dimensión desconocida”? me parece que aquí es usted el que se comporta poco empíricamente.

¿Pueden sus afirmaciones librarse del panteísmo? Todo es todo, el todo está en todo, las partes son el todo manifestado, las partes sólo son el todo. ¿Le parece más razonable el panteísmo que el Dios “cristiano”? ¿Por qué?

Hasta donde he podido leer Néstor no niega la existencia de la energía como usted afirma:

“ Repite usted una y otra vez que, en su opinión la energía no existe”.

Lo que Néstor sí ha hecho, y que es bastante diferente de negar su existencia, es afirmar que no posee existencia a modo de substancia, sino a modo de accidente, que requiere un sujeto de inhesión.

¿O cree usted que en el tomismo se dice que los accidentes no existen? Le refresco la definición de substancia: quod aptum est esse in se et non in alio tanquam in sujecto inhaesionis. Y le refresco la definición de accidente: Res cui competit inesse in alio tanquam in subjecto inhaesionis.

Más cuidado entonces con las acusaciones. Porque de una falsa acusación deduce usted lo siguiente :

“esto además de ser incorrecto, salvo que la Física esté equivocada y Néstor no, sitúa la argumentación en un plano de opinión y creencia que se aleja bastante del pretendido rigor y solidez que quiere otorgar a lo que llama pruebas.”

Lo cual muestra el ánimo alterado con que responde usted. Primero hace una falsa acusación, y luego deduce una condena sarcástica igual de falsa.

Paradójico, alguien dijo que le causaba mucha risa ver en que terminaban creyendo los que decían no creer. Rechaza usted sin argumentos la existencia de Dios, ¿para concluir postulando la divinidad del “universo”?
05/10/11 2:25 PM
  
aprendiz
Lectorium.

A veces creo que no se trata de que el tomismo sea dificil en sí, sino más bien dificil para nosotros; y con "nosotros" me refiero a este tiempo presente. En los colegios ya no se dan bases de lógica por ejemplo; mucho menos de arsitotelismo o tomismo. Con suerte dan un repaso de la historia de la filosofía, muchas veces saltando la edad media "porque no hubo nada". Y entonces la situación del interesado es dificil. Se encuentra sólo con su interes, pero en la obligación de ir construyendo su edificio tomista desde cero. Ese es mi caso, me interesé en el tomismo por influencia de un sacerdote muy inteligente que conocí una vez hace tiempo. Y desde entonces sólo puedo limitarme a lo que de vez en cuando encuentro por ahí.

De manera que carecemos de la familiaridad hasta con el lenguaje tomista, cuanto más con el sentido de ese lenguaje. Sin embargo lo poco que de vez en cuando logramos comprender es satisfactorio, y justifica nuestro empeño.
05/10/11 2:44 PM
  
aprendiz
asd.

usted dice: "El hecho de que todos los libros pudieran haberse no escrito o, incluso, que en algún momento todos dejen de existir no demuestra que hubo un momento en que no existió ninguno ni el que la literatura haya tenido un comienzo en el tiempo."

Es obvio que el sólo "hecho" posible de que todos los libros dejen de existir no "demuestra" por sí sólo la necesidad de una causa. Por el simple hecho de que, si pensáramos en un silogismo, ese hecho sería sólo la "menor". Para un silogismo cabal faltaría la "mayor". Que en el caso de las vías es siempre un principio de los llamados "primeros" o "evidentes".

En el caso de la prueba por la contingencia, ese principio es el principio de razón suficiente, del que Néstor ha hablado largamente.

una vez que se hace entrar en juego esa necesidad inteligible aportada por el principio de RS, el "hecho" se hace "penetrable" y se entiende la conclusión.

El problema está en que precisamente son esos principios los que se ponen en duda. Aunque se acepten implícitamnte al argumentar.

Puesto que los que argumentan en contra del principio de razón suficiente, ¿acaso no se están esforzando por hallar una "razón suficiente" que de cuenta de su postura de rechazo del principio de razón suficiente?

Es por esto que son principios, porque están supuestos ya al mismo instante en que abrimos la boca para sostener cualquier postura.

Afirma usted que "no puede" concluir: "observando la posibilidad o no de la existencia de los libros (la prueba por contingencia) el que todos tengan su causa en una inteligencia creadora. Yo, por lo menos, no lo consigo."

Pregunto, ¿el hecho de que "usted" no pueda concluir, es semejante a demostrar que "nadie" pueda hacerlo?

Néstor decía más arriba que en ese caso lo más honesto es declarar ignorancia. El problema para usted está en que aforma creen en Dios por "fe". ¿luego es usted fideísta? ¿como Lutero, para quién la razón es la prostituta del diablo?

¿le parece más "razonable" (!qué paradoja¡) el fideismo?

San Pablo afirma que los paganos que no creyeron en Dios no son excusables puesto que su existencia se deja ver "por medio" de las cosas que nos rodean, y el concilio vaticano I definió que la existencia de Dios se podía probar "por medio" de las cosas que nos rodean. ¿está usted también en contra de esto?
05/10/11 3:00 PM
  
aprendiz
asd y demás compañeros:

seguimos todos esperando al respuesta de asd a las preguntas formuladas por el dueño de casa:

-----------1) ¿Puede algo existir sin que exista alguna de las condiciones necesarias de su existencia?

2) ¿Puede no ser condición necesaria de la existencia de algo, aquello sin lo cual esa misma existencia sería contradictoria?

3) Si se muestra que la existencia de B es contradictoria si no existe A, entonces ¿no se ha demostrado que A es condición necesaria de la existencia de B?

3) Supuesta la respuesta negativa a las preguntas 1) y 2) y afirmativa a 3): ¿puede negarse o ponerse en duda la existencia de A, que es condición necesaria de la existencia de B, si la existencia de B es un dato empírico?

En caso de respuesta afirmativa a esta última pregunta, entonces la filosofía está en todo su derecho de afirmar la existencia de A, aunque A no sea empírico, si antes demostró que A es condición necesaria de la existencia de B, que sí es empírica. Y en eso no hay nada de “imaginario”, sino sólo una conclusión científicamente rigurosa.

En caso de respuesta negativa a esta última pregunta, el respondente se contradice. ---------------

ya que Néstor se toma el trabajo de responder, lo mínimo es hacer nosotros otro tanto.
05/10/11 3:06 PM
  
Néstor
Estimados amigos:

Volviendo sobre lo antes dicho, no pienso dejar pasar sin borrar más comentarios de Rummy o de Asd que no respondan a las siguientes preguntas, una por una, es decir, específicamente a cada una según su número, aunque no tienen porqué responderse todas de una vez. Van con un asterisco * las que sí o sí hay que responder en forma inmediata. Así nos aseguramos de que nadie evade los argumentos ni prolonga por gusto el debate:

Rummy:

1) ¿Tenemos algún acceso científico a la realidad empírica que no pase por nuestras ideas o conceptos?

* 2) ¿Puede existir algo que no tenga razón suficiente de su existencia?

* 3) Un ente que comienza a existir o deja de existir, ¿puede o no puede tanto existir como no existir?

* 4) ¿Es o no es, en ese caso, un ente contingente?

* 5) ¿Las estrellas pueden comenzar a existir y dejar de existir, o no?

* 6) ¿Las galaxias pueden comenzar a existir y dejar de existir, o no?

* 7) ¿El Universo material puede comenzar a existir y dejar de existir, o no?

* 8) ¿El Universo material es algo más que el conjunto de los entes materiales que lo integran?

* 9) ¿Es un solo ente, o son varios entes?

* 10) ¿Cómo puede ser un solo ente, si nosotros, que somos partes suyas, ya entre nosotros somos entes distintos unos de otros, y formamos una pluralidad de entes?

* 12) Si el “cimiento” del mundo son determinadas partículas elementales, que se supone que son muchas ¿cómo el Universo material puede ser un solo ente?

* 13) Si no es un solo ente, sino un conjunto de entes, y todos éstos son contingentes, pues son todos, evidentemente, del tipo de las mesas, los gatos, los planetas, las estrellas y las galaxias, que pueden todos existir y pueden todos no existir, pues todos ellos comienzan a existir y dejan de existir, ¿cómo ese conjunto puede no ser contingente él también?

* 13) ¿Una hormiga es un ente contingente, o no?

* 12) ¿Alcanza o no alcanza con un solo ente contingente, por ejemplo, una hormiga, para tener el punto de partida de la prueba que he expuesto en el “post”?

13) Las partículas “elementales” ¿son extensas o inextensas?

14) Si son extensas ¿no tienen “mitad”?

15) Si son inextensas ¿con ellas se puede explicar lo extenso?

Asd:

* 1) ¿Puede algo existir sin que exista alguna de las condiciones necesarias de su existencia?

* 2) ¿Puede no ser condición necesaria de la existencia de algo, aquello sin lo cual esa misma existencia sería contradictoria?

* 3) Si se muestra que la existencia de B es contradictoria si no existe A, entonces ¿no se ha demostrado que A es condición necesaria de la existencia de B?

* 4) Supuesta la respuesta negativa a las preguntas 1) y 2) y afirmativa a 3): ¿puede negarse o ponerse en duda la existencia de A, que es condición necesaria de la existencia de B, si la existencia de B es un dato empírico?

En caso de respuesta afirmativa a esta última pregunta, entonces la filosofía está en todo su derecho de afirmar la existencia de A, aunque A no sea empírico, si antes demostró que A es condición necesaria de la existencia de B, que sí es empírica. Y en eso no hay nada de “imaginario”, sino sólo una conclusión científicamente rigurosa.

En caso de respuesta negativa a esta última pregunta, el respondente se contradice.

* 5) ¿Hemos afirmado o no hasta el cansancio que para la validez de la vía por la contingencia alcanza con que exista 1 (un) ente contingente, hormiga, mosca, o lo que quiera, y que por tanto de ningún modo el “problema” central es del saber si el Universo es contingente o no, o si un conjunto de entes contingentes que existe desde siempre tiene que haber ya dejado de existir simultáneamente en algún momento del pasado?

* 6) ¿Por qué entonces insistir con el tema de si el Universo material es contingente o no, y de si se puede probar o no que en la hipótesis de que solo haya entes contingentes desde siempre, sin comienzo, alguna vez nada hubo?

Finalmente, a ambos:

* ¿Estamos entonces, o no, de acuerdo en que existe un Ser Necesario, que tiene en sí mismo su razón de ser, que existe por sí mismo y no por otro, que no es causado, que no es contingente, dejando para luego el debate de si se identifica o no con el Universo material?

Saludos cordiales
05/10/11 3:13 PM
  
Dnip
Estimados Néstor y demás contertulios:

En primer lugar, agradecer de nuevo a Néstor por su tiempo y paciencia para contestar a mi mensaje. Aunque no debería por falta de tiempo, voy, al menos a hacer una nueva réplica.

Me temo que no estoy consiguiendo transmitir adecuadamente mi punto así que lo intentaré de otro modo.

1) Voy a plantear cómo hipótesis de trabajo el PRS (principio de razón suficiente), que Dios es razón suficiente del universo y los principios básicos de lógica.

Que la RS (razón suficiente) no es lo mismo que una CNYS (condición necesaria y suficiente) no obsta a que la razón suficiente tenga las características "esenciales" de una condición necesaria y suficiente.
Una RS podrá tener características adicionales en sentido ontológico (u otro ) pero no podrá dejar de tener las características de CNYS pues en caso contrario no lo sería.

Por tanto si Dios (Q) es RS del universo (P) se extrae seguidamente que Q es también CNYS de P.

Analicemos la siguiente cuestión.

¿De la existencia de Dios Q se sigue necesariamente la existencia de P?

Si Q es CNYS de P por las propiedades de una CNYS, de Q se sigue necesariamente P.

Por el contrario si de Q no se sigue necesariamente P entonces Q no es una CNYS de P ni por tanto un razón suficiente de P. Dado que Q es una CNYS esto es una absurdo.

Concluimos que de la existencia de Dios se seguiría necesariamente la existencia del universo. Así pues Dios no podría no crear el universo.

Si extendemos este análisis a cualquier otro "evento" QQ del cual P (Dios) sea razón suficiente obtendríamos exactamente la misma conclusión.

Creo que esta situación es bastante incompatible con nuestra intuición del libre albedrío.

2) Aún admitiendo la libertad creadora de la razón suficiente, y por tanto un no determinismo absoluto, esto no afectaría a la cadena de razones suficientes a partir de la razón necesaria. Así que, o asumimos que el libre albedrío de cada persona es una razón necesaria o las únicas decisiones no determinadas son las tomadas por la razón suficiente (Dios) con lo que no tenemos libre albedrío.

3)Con todo el respeto, su prueba de la contingencia concluye que hay una razón suficiente, y a esta le asigna el nombre de Dios. La inclusión dentro de “Dios” del libre acto creador divino, no se deduce de su prueba, así que no considero lícito su asunción sin más. Sin algún apoyo razonado (hipótesis-deducción ...) es una petición de principio. Hemos saltado de un ser cuya esencia es la existencia a otro que además posee libertad de decisión..

4) Si el principio de razón suficiente se aplica a "todo", no veo porque no podemos preguntar cuál es la razón suficiente de la decisión de Dios de crear el universo.

5) La circularidad, en mi opinión, viene de lo que sigue. Le cito: "Esencia divina es la razón suficiente de que Dios exista"

A lo cual por el PSR podríamos preguntar ¿cual es la razón suficiente de que la esencia divina exista? Si esa esencia divina incluye la existencia, la respuesta parece bastante al tipo: la existencia de la esencia divina se debe a que incluye su existencia.

6) No me refiero directamente al principio de incertidumbre de Heisenberg sino a la interpretación de Copenhage de la MC. Modificando una frase de Einstein lo que quiere decir es que "Dios juega a los dados con el universo". Veamos un ejemplo burdo.

Dos sucesos con igualdad de causas pueden producir distintos efectos (aunque existen funciones de densidad de probabilidad que se cumplen), por eso se dice que no hay causa.

Además el teorema de Bell muestra que ningún conjunto de variables locales ocultas puede producir los resultados observados por la mecánica cuántica. Obviamente siempre se puede alegar que "Dios" se preocupa de decidir libremente todos esos sucesos cuánticos, respetando escrupulosamente, eso si, las funciones de densidad de probabilidad.

7)Aunque habría que hacer matizaciones, digamos en primera aproximación, que la velocidad misma "es" energía (cinética que está obviamente ligada a algo).

Reharé mi ejemplo:

Sea mi materia X con velocidad A que choca con mi materia Y con velocidad B. Tras este choque podríamos observar que la misma cantidad de materia X con velocidad AA menor que A, la misma cantidad de materia Y con velocidad BB menor que B y nueva materia Z.

Aunque hay que hacer matizaciones el quid de la cuestión es que la "velocidad se transforma en materia"

Por eso pregunto si esto es admisible en el paradigma aristotélico-tomista pues me parece que la velocidad no es un ente.

Lucas) Siento si le he confundido donde puse

Si el eje durativo es infinito en su rama inferior, ¿porque considerar irrelevante la dimensión tiempo en la métrica?. El número de entes contingentes puede ser numerable para un t fijo pero, sin más condiciones axiomáticas, es admisible que este sea infinito no numerable en la dimensión durativa si ésta también lo es.

debería poner

Si el eje durativo es infinito en su rama inferior, ¿porque considerar irrelevante la dimensión tiempo en la métrica?. El número de entes contingentes puede ser finito para un t fijo pero, sin más condiciones axiomáticas, es admisible que este sea,al menos, infinito numerable en la dimensión durativa si ésta también lo es.

Un saludo atento.

PD: Intentaré en unos días, hacer un nuevo mensaje con algunos detalles que he dejado sin tratar del primer comentario.
05/10/11 3:57 PM
  
asd
1) ¿Tenemos algún acceso científico a la realidad empírica que no pase por nuestras ideas o conceptos?
Tenemos acceso científica a la realidad y la abstraemos para su comprensión en conceptos.

2) ¿Puede existir algo que no tenga razón suficiente de su existencia?
Volvemos a Leibniz. El principio de razón suficiente nos dice que "todo objeto debe tener una razón suficiente que lo explique". Lo que es, es por alguna razón, "nada existe sin una causa o razón determinante". Mire usted, yo no sé si el universo tiene o no razón suficiente de su existencia, lo único que sé es que existe. El admitir que tiene que tener una razón de ser es, desde mi punto de vista, una habituación de nuestro entendimiento.

3) Un ente que comienza a existir o deja de existir, ¿puede o no puede tanto existir como no existir?
Problema fundamental: yo no puedo hablar de entes que no existen. Yo puedo hablar de entes que han existido o que van a dejar de hacerlo. Un ente que no existe no es. De los primeros podemos decir que son contingentes, sí, que podrían no haber existido.

4) ¿Es o no es, en ese caso, un ente contingente?
Sí.
5)¿Las estrellas pueden comenzar a existir y dejar de existir, o no?

6)¿Las galaxias pueden comenzar a existir y dejar de existir, o no?

7) ¿El Universo material puede comenzar a existir y dejar de existir, o no?
No lo sé. Como se ha discutido hasta la saciedad, y muchos filósofos y físicos piensan hoy día, podría no tener ni principio ni fin en el tiempo.

8) ¿El Universo material es algo más que el conjunto de los entes materiales que lo integran?
La lógica me dice que no si contamos también la energía

9) ¿Es un solo ente, o son varios entes?
Depende de la definición de ente. ¿Es toda la energía del universo un ente? ¿Es toda la energía oscura o la quintaesencia de la que se ha hablado estos días a colación de la concesión del Premio Nobel de Física, un ente?

10) ¿Cómo puede ser un solo ente, si nosotros, que somos partes suyas, ya entre nosotros somos entes distintos unos de otros, y formamos una pluralidad de entes?
Yo le pregunto ¿Cuándo injertamos una rama de un árbol en el tronco de otro árbol hemos fusionado entes y tenemos uno donde antes habían dos? ¿Qué pasó con la individualidad de las partes? ¿Y al revés? Cuando de una lombriz se genera otra lombriz ¿no es una parte la que se regenera y adquiere lo que vemos como una nueva individualidad? ¿Son partes que se convierten en un todo y todos que se convierten en partes?
Mire usted, no lo sé. Yo veo estructuración y organización de la materia y me es muy difícil establecer los límites de esa estructuración. Por eso hablo de organización y transformación. Si usted a esas individualidades en el tiempo y en el espacio les quiere llamar entes….

12) Si el “cimiento” del mundo son determinadas partículas elementales, que se supone que son muchas ¿cómo el Universo material puede ser un solo ente?
De la misma manera se puede argüir que el hombre no es un ente porque está compuesto a su vez de células que a su vez son también entes. Podemos seguir dividiendo hasta llegar a mitocondrias, ribosomas, proteínas, moléculas, átomos y partículas elementales…. ¿son todo esto entes?

13) Si no es un solo ente, sino un conjunto de entes, y todos éstos son contingentes, pues son todos, evidentemente, del tipo de las mesas, los gatos, los planetas, las estrellas y las galaxias, que pueden todos existir y pueden todos no existir, pues todos ellos comienzan a existir y dejan de existir, ¿cómo ese conjunto puede no ser contingente él también?
Le intentado contestar con el ejemplo del conjunto de los libros que ese razonamiento no puede concluir que el conjunto sea contingente. De la premisa de que todos los libros escritos en la historia de la humanidad ha habido un momento en que han sido escritos no se puede concluir lógicamente que la literatura o el conjunto de los libros hubo una vez que no existió.
13) ¿Una hormiga es un ente contingente, o no?


12) ¿Alcanza o no alcanza con un solo ente contingente, por ejemplo, una hormiga, para tener el punto de partida de la prueba que he expuesto en el “post”?
No, porque el punto de partida es falso y es el asumir que porque algo pueda no existir, el todo podría también no haber existido.


13) Las partículas “elementales” ¿son extensas o inextensas?
No sé a qué se refiere desde el punto de vista de la física.

14) Si son extensas ¿no tienen “mitad”?
No tiene sentido la pregunta. Es como pedir que me identifique usted el punto medio en el perímetro de un círculo. ¿Dónde está la mitad del recorrido en un círculo?

15) Si son inextensas ¿con ellas se puede explicar lo extenso?
No procede el mezclar conceptos físicos (partículas elementales) y metafísicos (muchas veces imposibles de ser testables empiricamente) para construir un argumento.

Sigo con mi parte y renumero:

16) ¿Puede algo existir sin que exista alguna de las condiciones necesarias de su existencia?
Quién sabe lo que son “condiciones necesarias de la existencia”. Mire, si a nivel físico o biológico no podemos saber las condiciones necesarias ni siquiera para que se dé la vida ¿Cómo me pregunta sobre condiciones metafísicas de la existencia?
Pero entiendo su pregunta, para usted tiene que haber unas condiciones necesarias para que se dé la existencia de algo, una variante del principio de razón suficiente. Por lo demás la pregunta deriva de una tautología: todo lo existente existe porque se dan las condiciones para su existencia.

17) ¿Puede no ser condición necesaria de la existencia de algo, aquello sin lo cual esa misma existencia sería contradictoria?
No puedo contestarle porque no acepto jugar con hipotéticas condiciones necesarias de existencia. Pero seguimos con las variaciones de la misma tautología.

18) Si se muestra que la existencia de B es contradictoria si no existe A, entonces ¿no se ha demostrado que A es condición necesaria de la existencia de B?
Ídem de lo mismo.

4) Supuesta la respuesta negativa a las preguntas 1) y 2) y afirmativa a 3): ¿puede negarse o ponerse en duda la existencia de A, que es condición necesaria de la existencia de B, si la existencia de B es un dato empírico?
Dígame qué es “A” y “B” y le diré si la mostración que usted propone es contradictoria o no. Todo lo demás es el clásico razonamiento circular.

Un saludo y espero haberle mostrado mi manera de pensar. La verdad es que agota esto de las discusiones así que, dado que creo haber expuesto con extensión mi manera de pensar no veo necesario el intervenir más en esta discusión.

05/10/11 4:42 PM
  
Néstor

Estimado Jorge:

No es cierto que sólo haya aducido el ejemplo de la mano, el lápiz y el papel en el tema de la simultaneidad de la causa y el efecto. He presentado argumentos, que aquí paso a desarrollar.

1) Un ente al que llamamos “causa” de otro ente no tiene porqué estar continuamente causando a ese otro ente. Por ejemplo, una bola de billar no está continuamente chocando con otras bolas de billar y moviéndolas, ni un carpintero vive continuamente haciendo mesas.

2) Por tanto, es necesario distinguir entre “la cosa que es causa”, o la causa “materialmente tomada”, y la causa propiamente dicha, o la causa “formalmente tomada”, que es esa misma cosa, pero en el acto mismo de causar, es decir, de producir su efecto.

3) Sobre la base de esta distinción, es claro que la cosa que es causa, o la causa materialmente tomada, puede ser temporalmente anterior a su efecto, como el padre puede vivir muchos años antes de tener su primer hijo.

4) La que no puede ser temporalmente anterior a su efecto es la causa formalmente tomada, es decir, la causa en el acto de causar.

5) Esto debería ser inmediatamente evidente. El “acto de causar” no es nada fuera del “acto de producir el efecto”. Y el “acto de producir el efecto” no es nada sin la simultánea producción del efecto pasivamente considerada.

6) Decir que el “acto de producir el efecto” es temporalmente anterior a la producción del efecto pasivamente considerada, es decir que puede haber, aunque sea por un solo instante, una producción activa del efecto por parte del agente, sin la correspondiente producción pasiva del efecto, es decir, sin que el efecto sea producido, o que puede haber producción pasiva del efecto, y puede éste por tanto ser producido, sin que ese mismo efecto exista aún en modo alguno. Lo cual es absurdo.

7) En efecto, sería como decir que puede haber un golpe dado a otro en el rostro sin que todavía el rostro del otro haya sido golpeado, o que se puede iluminar activamente una pared sin que aún ella haya sido iluminada.

8) Todo lo cual es obviamente absurdo.

9) Ahora bien, si hay que distinguir entre la causa materialmente tomada, o la cosa que es causa, de la causa formalmente tomada, o la causa causando, eso quiere decir que para muchas de las causas dadas en nuestra experiencia, causar es algo contingente, pueden hacerlo o no, pues no tienen porqué estarlo haciendo todo el tiempo, pues de hecho no lo hacen. Ver arriba en 1)

10) Y entonces, quiere decir que el mismo pasaje de “no estar causando” a “estar causando”, en estas causas, requiere a su vez de una causa. La cual será entonces la causa de que la causa primeramente nombrada, cause algo.

11) A esta segunda causa se aplica el mismo razonamiento que a la primera (primera en el orden de nuestro tratamiento del tema, no estamos hablando aquí de la Causa Primera): su efecto que es que la primera causa cause, y su acción causal, por tanto, consiste en la producción, del modo que sea, de la acción causal de la primera causa.

12) Por tanto, por la misma razón dada de 4) a 7), la acción causal de esta segunda causa debe ser simultánea con su efecto, que en este caso, es la acción causal de la primera causa, y por tanto, también por lo dicho de 4) a 7), con el efecto de esta primera causa.

13) Porque por las razones dadas, la acción causal de la primera causa es simultánea con su efecto, y la acción causal de la segunda causa es simultánea con la acción causal de la primera causa. Y si A es simultáneo con B, y C lo es con A, entonces C es simultáneo con B.

14) Y por tanto, el mismo razonamiento vale para cualquier causa que a su vez produzca la acción causal de la segunda causa, y de la tercera, etc.

15) Así se demuestra que todo efecto contingente supone una serie actual de causas simultáneas subordinadas unas a otras, si no lo queremos atribuir directamente y de entrada al Ser Necesario, que de todos modos deberá finalizar la serie actual de causas contingentes, si ésta existe.

16) Lo que pasa es que hay que distinguir, también, las causas del “fieri”, o llegar a ser, causas del pasaje mismo de no ser a ser; de las causas del “esse”, o ser, causas de la permanencia en el ser que se tiene contingentemente.

17) En el primer caso, el efecto es el pasaje mismo de no ser a ser, por ejemplo, la bola de billar que pasa del reposo al movimiento. Lo que la causa produce es eso mismo, y entonces, la acción de la causa es simultánea con ese mismo pasaje, y también lo es la acción de la otra causa que produce la acción de la primera causa, como dijimos, etc.

18) En este caso, por tanto, sí es posible que la bola de billar, por ejemplo, se siga moviendo después de que cesa la acción de la otra bola o el taco que la pone en movimiento.

19) Pero eso tampoco quiere decir que ese movimiento posterior no tenga causa, o que su causa sea la misma que puso en movimiento inicialmente a la bola de billar.

20) En efecto, el movimiento local, como todo cambio, es un pasaje de potencia a acto. En este caso, es pasar de un lugar a otro, y por tanto, es pasar de estar en acto en el lugar A, a estar en acto en el lugar B, para lo cual, mientras se estaba en A, se estaba solamente en potencia.

21) Si ese pasaje de A a B es extenso y dura un tiempo determinado, no es posible que su causa sea solamente la que hizo que el cuerpo en A pasase de no estarse moviendo hacia B, a estarse moviendo hacia B.

22) Porque la actualización de la potencialidad de estar en B del cuerpo que está en A y se mueve hacia B, continúa hasta llegar a B, y por tanto, requiere de una causa hasta llegar a B.

23) En efecto, esa actualización se va dando progresivamente, temporalmente. Por eso Aristóteles define el movimiento como “el acto del ente en potencia, en tanto está en potencia”, porque no alcanza con simplemente estar en potencia para algo, para moverse hacia ese algo, y por tanto, el movimiento tiene que ser un cierto acto, pero además, no puede ser un acto perfectamente actualizado y acabado, porque allí ya se terminó el movimiento.

24) Y como todo pasaje de potencia a acto requiere una causa en acto, y en este caso, el pasaje de potencia a acto dura temporalmente, se va dando en forma progresiva, en el sentido de que el cuerpo que se mueve de A a B se va acercando poco a poco a B, la causa en acto de ese pasaje también tiene que durar temporalmente en el acto de producirlo.

25) En efecto, “causación simultánea” no tiene porqué ser lo mismo que “causación instantánea”. Si en el caso de una causa del “fieri”, un efecto tarda diez minutos en producirse, y durante esos diez minutos la causa lo está produciendo, esa causa, formalmente considerada, es simultánea con su efecto. Si en caso de una causa del “esse”, el efecto existe durante 10 minutos, la causa que durante esos 10 minutos lo produce es simultánea, al menos en el término de su acción causal, con ese efecto.

26) Se puede objetar que en el caso de la iluminación, por ejemplo, la luz tarda un cierto tiempo en llegar de la lámpara a la pared, y que por tanto, aquí la acción de la causa es temporalmente anterior a la producción del efecto.

27) Pero ahí hay una ilusión nacida de querer imaginar la acción como una especie de flujo de partículas o de ondas. Por lo ya dicho, no hay acción productora del efecto mientras el efecto no es producido. La lámpara es formalmente causa de la iluminación en el instante en que las ondas luminosas o los fotones, lo que sea, actúan sobre la superficie de la pared produciendo la iluminación.

28) La acción causal de la lámpara, en este caso, debe ser considerada como incluyendo esencialmente el rol instrumental que las partículas o las ondas luminosas juegan al respecto, y así considerada, la lámpara es causa de la iluminación, aunque en un instante posterior a la emisión de esos rayos y anterior a la iluminación de la pared se haya apagado, por ejemplo. Y así entendida, además, la lámpara mediante su acción es causa simultánea con su efecto, que es la iluminación de la pared, en el sentido formal de “causa”, aunque materialmente considerada, la causa haya dejado de existir antes de la producción del efecto.

29) Eso no quiere decir, tampoco, que no haya otras causas que a su vez expliquen la acción de los fotones o las ondas luminosas en el instante preciso en que se produce la iluminación. Como evidentemente los fotones o las ondas siguen cambiando, al seguir moviéndose hacia la pared, ese cambio sigue exigiendo una causa actual, por lo ya dicho, mientras se desarrolla, que ya no es la lámpara, que incluso en nuestro ejemplo se ha apagado antes de que se produzca la iluminación de la pared. La lámpara sería causa de la iluminación en su origen, causa simultánea con su efecto no por sí misma, sino mediante la instrumentalidad de las partículas luminosas o las ondas, mientras que esas otras causas serían causas de la acción de esas partículas u ondas, y mediante ésta, del efecto realizado, la iluminación de la pared, en su realización actual misma.

Finalmente, dice Ud. que si ponemos una primera causa contingente, por más que la subordinemos al Ser Necesario, la estamos divinizando impropiamente. Pregunto entonces, y me gustaría que me respondiese con claridad y brevemente:

1) ¿Sostiene Ud. el comienzo temporal del mundo?

2) ¿Sostiene Ud. que la serie de causas contingentes que no puede implicar un retroceso al infinito, según Santo Tomás, es la serie sucesiva de causas que se remonta hacia atrás en el tiempo?

3) ¿Puede no haber habido retroceso al infinito hacia atrás en el tiempo, si esa serie de causas temporalmente sucesivas no tiene una primera causa contingente?

4) ¿Sostiene Ud. entonces que tiene que haber habido una primera causa contingente al final de esa serie retrospectiva?

5) En caso afirmativo ¿cómo evita Ud. que esa primera causa contingente, según sus mismas palabras, sea objeto de una divinización impropia e indebida?

6) Si Ud. afirma que no hay primera causa contingente, y que la serie temporal retrospectiva de causas contingentes es infinita, pero que no hay retroceso al infinito porque por encima de todo se coloca la Causa Necesaria, pregunto: ¿Esa Causa Necesaria está situada en el tiempo, retrospectivamente “después” de la serie temporal retrospectiva infinita de causas contingentes?

7) En caso negativo, si se dice que la Causa Necesaria actúa desde la Eternidad, que está fuera del tiempo ¿no es entonces simultánea la acción de esa Causa eterna con todos sus efectos que se dan en el tiempo?

8) ¿Y no es entonces falso el principio en que Ud. asienta todo su razonamiento, a saber, que toda causa, formalmente en cuanto causa, es temporalmente anterior a su efecto?

La finalidad de estas preguntas es ante todo ayudar a detectar precisamente dónde están los desacuerdos y las dificultades, así como los acuerdos, según cuáles sean las preguntas que se contesten afirmativamente, y cuáles las que se contesten negativamente.

Saludos cordiales

05/10/11 5:04 PM
  
aprendiz
a todos:

Creo que es una falta de respeto lo que ha hecho asd. Dejo a un lado el hecho de que respondió a lo preguntado a Rummy. No hablo de esas respuestas. Pero en las tres dirigidas a él ha obrado de mala manera.

miren, esto es un debate serio, hasta donde he podido ver. Néstor se toma todo el trabajo del mundo en contestar con rigor. muchas de sus respuestas incluso superan en extensión y profundidad al mismo post original. Y el señor asd sale con NADA cuando a el le toca el turno. Y encima anuncia que se retira porque está agotado? seguramente agotado de leer las respuestas de Néstor, pero no de pensar para responder lo que a él se le pregunta.
05/10/11 5:12 PM
  
asd
Señor aprendiz,

creo haber contestado a las preguntas que se me han formulado, como también he intentado responder a las que se le han formulado a otros con todo respeto y seriedad. Otra cosa es que a usted no le gusten mis contestaciones.

Por otro lado no creo haber ofendido a nadie como usted acaba de hacer conmigo.
Un saludo afectuoso
05/10/11 5:15 PM
  
Leonardo R.
Estimados.

Por razones de tiempo me he visto alejado de este espacio que considero tan valioso. Sólo han sido algunos días y veo que el debate ha avanzado y se ha enriquecido con nuevos aportes y con nuevos aportantes.

Desgraciadamente no dispongo ahora del tiempo suficiente para leer todos los comentarios nuevos, son muchos. Razón por la cual creo que lo más honesto de mi parte será esperar al siguiente post para empezar de nuevo desde el comienzo.

Intervenir sin haber leído los aportes lo considero poco sano para el debate.


Así que no me queda de otra, hasta el próximo post ¡

Laus Deo Virginique Matri
05/10/11 5:27 PM
  
Dnip
Estimado Néstor:

Una corrección (supongo que habrá muchos más errores por no leer detenidamente)

Donde dice:

Dos sucesos con igualdad de causas pueden producir distintos efectos.

Debe decir

Dos sucesos con igualdad de condiciones iniciales pueden producir distintos efectos.

Un saludo atento.
05/10/11 6:05 PM
  
CR
Señor Néstor:

agradezco su respuesta.

Obviamente no trato de negar el valor probatorio de las vías, (precisamente es eso lo que está en discusión). Con mi comentario acerca de la palabra “vía” sólo buscaba señalar que se requiere de un largo caminar junto al tomismo para abarcar todo el sentido. De entrada no son evidentes. (De nuevo aclaro que digo que no son evidentes no porque prejuzgue el tema que aquí se discute, sino usando una manera de hablar coloquial), para hombres sin familiaridad al tomismo.

Es como si asistiéramos a una charla de algún gurú oriental de esos que pululan hoy. No comprenderíamos casi ni siquiera el lenguaje que emplearía.

En cierta ocasión tuve en mis manos un libro que era una especie de diccionario de tomismo. Ya sabe usted, acto, potencia, accidentes, substancia, ente, esse, etc. Le confieso que fue muy poco lo que comprendí. Y lo curioso es que a cada momento el autor recalcaba que eran cosas “evidentes”.

Cuando le expuse esta dificultad al amigo que me invitó a participar en este espacio me dijo que ustedes distinguían entre cosas evidentes “in se” y cosas evidentes “quoad nos”. Y me puso el ejemplo de lo que es la física cuántica para el campesino. Reconozco que me pareció una salida ingeniosa.

Cuando hablo de “conversión” al tomismo me refiero al hecho de que si para comprender el lenguaje debo estudiar el sistema a fondo y con regularidad, puede que por el camino me haga tomista. Así como si alguien se dedicara por un cierto tiempo a sumergirse en los libros orientales seguramente acabaría aceptando como ciertas muchas de las cosas allí defendidas.

Creo que en el fondo existe una especie de corto circuito lingüístico. Cuando ustedes hablan saben exactamente a que se están refiriendo, pero cuando nosotros leemos ya no entendemos exactamente lo mismo, y por ende nuestras respuestas suelen irse por otro camino.

Obviamente estoy lejos del empirismo absurdo que muestran los demás que han objetado. No comprendo cómo se puede seguir sosteniendo semejante hipótesis como si estuviéramos todavía en tiempos de Hume, o en tiempos del círculo de Viena. ¿No se dan cuenta de que el verificacionismo no es verificable?

Según las clasificaciones que ustedes manejan yo vendría siendo a sus ojos un agnóstico. Las distintas filosofías de la ciencia que se sucedieron durante el siglo XX mostraron con suficiencia la radical incapacidad del empirismo para probar sus juicios, llegando incluso a extremos como los de Feyerabend con su anarquismo epistemológico.

Todo lo que hasta ahora se ha dicho se resume a una sola cosa: el principio de razón suficiente no es claro. Y como de su claridad depende el que se comprenda la inferencia que lleva al ser necesario, estimo conveniente que apresure usted el post sobre la causalidad. Ese es el verdadero “quid” de todo este entuerto.

Respecto de la infinita repetición del argumento que habla del tiempo de los entes, yo mismo reconozco, y usted lo ha dicho muchas veces, que para el argumento de la “tercera vía”, no se toma en cuenta ni la temporalidad ni la eternidad del universo. Aquí no han entendido eso y han seguido machacando sobre lo mismo.
05/10/11 6:46 PM
  
Néstor

Estimado Ads:

1) ¿Tenemos algún acceso científico a la realidad empírica que no pase por nuestras ideas o conceptos?

Tenemos acceso científica a la realidad y la abstraemos para su comprensión en conceptos.

¿Acceso científico a la realidad antes de los conceptos o independientemente de ellos? Ésa era la pregunta.

¿Acceso científico por medio de los sentidos? ¿Los animales entonces también pueden tener acceso científico a la realidad?

2) ¿Puede existir algo que no tenga razón suficiente de su existencia?

Volvemos a Leibniz. El principio de razón suficiente nos dice que "todo objeto debe tener una razón suficiente que lo explique". Lo que es, es por alguna razón, "nada existe sin una causa o razón determinante". Mire usted, yo no sé si el universo tiene o no razón suficiente de su existencia, lo único que sé es que existe. El admitir que tiene que tener una razón de ser es, desde mi punto de vista, una habituación de nuestro entendimiento.

No responde, o dice contra Leibniz, después de haberlo citado, que no todo tiene porqué tener razón suficiente. Es un principio evidente, y que se demuestra indirectamente, por reducción al absurdo, como he hecho en mensajes anteriores. En todo caso, el que lo rechaza no tiene derecho a preguntar el “porqué” de nada, como ya mostré varias veces.

El hábito es puesto aquí como la razón suficiente de que a la vez pensemos que todo tiene razón suficiente y no tenga que ser así en la realidad.

El hábito por tanto no puede ser la explicación del principio de razón suficiente, porque para postular esa explicación hemos debido ya dar por válido ese principio.

3) Un ente que comienza a existir o deja de existir, ¿puede o no puede tanto existir como no existir?

Problema fundamental: yo no puedo hablar de entes que no existen.

Podemos perfectamente hablar de entes que no existen. Un mamuth, si existiese, tendría el doble de patas que un avestruz. Y un centauro también. Y más allá de que exista o no, un ente que, en caso de existir, comenzase a existir y dejase de existir, podría existir y podría no existir, y sería, por tanto, contingente.

Yo puedo hablar de entes que han existido o que van a dejar de hacerlo. Un ente que no existe no es. De los primeros podemos decir que son contingentes, sí, que podrían no haber existido.

No ha respondido, por tanto, a la pregunta. Además, hay cosas que no necesitan verificación empírica, porque además no se pueden verificar empíricamente, como los principios de no contradicción, tercero excluido y razón suficiente. Si digo que “el Universo tuvo comienzo o no lo tuvo,” eso es verdad sin más, y no hay nada que la verificación empírica pueda agregar o quitar a la verdad de esa proposición.

Por eso, del mismo modo, supuesto el principio de razón suficiente, si digo “el Universo tiene razón suficiente en sí mismo o en otro”, eso es verdad sin más, de la misma manera que lo anterior.

4) ¿Es o no es, en ese caso, un ente contingente?

Sí.

5)¿Las estrellas pueden comenzar a existir y dejar de existir, o no?

6)¿Las galaxias pueden comenzar a existir y dejar de existir, o no?

7) ¿El Universo material puede comenzar a existir y dejar de existir, o no?

No lo sé. Como se ha discutido hasta la saciedad, y muchos filósofos y físicos piensan hoy día, podría no tener ni principio ni fin en el tiempo.

No responde a la pregunta. La cuestión no es si de hecho ha existido desde siempre o no, ni si tendrá de hecho fin o no, ni si podría no tener principio ni fin, o no, sino si PUEDE no existir, sea antes de existir, o después de hacerlo, o ambas cosas, más allá de que de hecho llegue a no existir alguna vez.

Porque la definición de “ente contingente” es solamente que puede existir y puede no existir.

8) ¿El Universo material es algo más que el conjunto de los entes materiales que lo integran?

La lógica me dice que no si contamos también la energía

¿Cómo entonces un conjunto de entes contingentes no es contingente él también? ¿O es que la energía es el Ser Necesario?

9) ¿Es un solo ente, o son varios entes?

Depende de la definición de ente. ¿Es toda la energía del universo un ente? ¿Es toda la energía oscura o la quintaesencia de la que se ha hablado estos días a colación de la concesión del Premio Nobel de Física, un ente?

No responde a la pregunta. Por más que la energía fuese un solo ente, junto con los otros entes que hay en el Universo, por ejemplo, nosotros que estamos participando en este debate, ya son varios entes que lo componen, y no uno solo.

10) ¿Cómo puede ser un solo ente, si nosotros, que somos partes suyas, ya entre nosotros somos entes distintos unos de otros, y formamos una pluralidad de entes?

Yo le pregunto ¿Cuándo injertamos una rama de un árbol en el tronco de otro árbol hemos fusionado entes y tenemos uno donde antes habían dos? ¿Qué pasó con la individualidad de las partes? ¿Y al revés? Cuando de una lombriz se genera otra lombriz ¿no es una parte la que se regenera y adquiere lo que vemos como una nueva individualidad? ¿Son partes que se convierten en un todo y todos que se convierten en partes?
Mire usted, no lo sé. Yo veo estructuración y organización de la materia y me es muy difícil establecer los límites de esa estructuración. Por eso hablo de organización y transformación. Si usted a esas individualidades en el tiempo y en el espacio les quiere llamar entes….

No responde. ¿Afirma Ud. que Ud. y yo no somos entes distintos, sino que somos un solo ente? Ésa es la cuestión, bastante fácil de responder, por otra parte.

Además, mientras la lombriz es una lombriz, es un ente, y cuando se divide, si las partes siguen viviendo, son dos o más entes vivos, y si las partes siguen siendo lombrices, son dos o más lombrices. Pero no puede al mismo tiempo ser una lombriz y no serlo, ser un ente y no serlo.

12) Si el “cimiento” del mundo son determinadas partículas elementales, que se supone que son muchas ¿cómo el Universo material puede ser un solo ente?

De la misma manera se puede argüir que el hombre no es un ente porque está compuesto a su vez de células que a su vez son también entes. Podemos seguir dividiendo hasta llegar a mitocondrias, ribosomas, proteínas, moléculas, átomos y partículas elementales…. ¿son todo esto entes?

Después que los hemos dividido, sí. Antes de la división hay un solo ente, por más que virtualmente o potencialmente haya en él otros. Porque sí, yo soy un solo ente, una persona, aquella que designo justamente con el pronombre individual “yo” en vez del pronombre plural “nosotros”.

Eso es un hecho evidente, y por tanto, cualquier otro conocimiento válido deberá armonizarse con ese hecho evidente, no negarlo.

Las partes en el continuo están en potencia, no en acto. Cuando el continuo ha sido dividido, y por tanto, ha dejado de ser un continuo, pasan a estar en acto algunas de esas partes, a saber, las que han sido resultado precisamente de la división.

Además, si el Todo es un solo ente, es claro que no se puede sostener a la vez que cada uno de nosotros es en realidad una pluralidad de entes.

13) Si no es un solo ente, sino un conjunto de entes, y todos éstos son contingentes, pues son todos, evidentemente, del tipo de las mesas, los gatos, los planetas, las estrellas y las galaxias, que pueden todos existir y pueden todos no existir, pues todos ellos comienzan a existir y dejan de existir, ¿cómo ese conjunto puede no ser contingente él también?

Le intentado contestar con el ejemplo del conjunto de los libros que ese razonamiento no puede concluir que el conjunto sea contingente. De la premisa de que todos los libros escritos en la historia de la humanidad ha habido un momento en que han sido escritos no se puede concluir lógicamente que la literatura o el conjunto de los libros hubo una vez que no existió.

No responde. Lo que sostenemos es que del hecho de que todos los libros puedan existir y puedan también no existir, pues todos comienzan a existir y dejan de existir, se sigue que el conjunto de los libros PUEDE comenzar a existir y dejar de existir, PUEDE existir y PUEDE no existir, y es por eso contingente.

No hace falta para nada que afirmemos que el Universo material o el conjunto de los libros “hubo una vez que no existió”.

13) ¿Una hormiga es un ente contingente, o no?

12) ¿Alcanza o no alcanza con un solo ente contingente, por ejemplo, una hormiga, para tener el punto de partida de la prueba que he expuesto en el “post”?

No, porque el punto de partida es falso y es el asumir que porque algo pueda no existir, el todo podría también no haber existido.

¿Cómo es falso el punto de partida de que la hormiga es contingente si acaba de responder que sí es contingente la hormiga?

No hace falta asumir en la prueba que “el todo podría no haber existido”, porque 1) si “el todo” se toma EN SERIO y por tanto incluye eventualmente al mismo Ser Necesario, es claro que asumir como punto de partida que podría no haber existido sería destruir la misma conclusión a la que se quiere llegar 2) si “el todo” es el conjunto de los entes materiales, VUELVO A DECIR, PARA NADA HAY QUE ASUMIR NECESARIAMENTE EN EL COMIENZO DE LA PRUEBA POR LA CONTINGENCIA QUE EL UNIVERSO MATERIAL COMO TAL, EN SU CONJUNTO, ES CONTINGENTE. ALCANZA UNA HORMIGA, UNA MOSCA, O TAMBIÉN UNA LOMBRIZ.

Por supuesto que sí, que el Universo material es contingente, y que lo hemos defendido y lo seguiremos defendiendo. Pero eso no quiere decir que necesariamente la prueba por la contingencia tenga que empezar por ahí, tenga que basarse en eso. “CONTINGENCIA” quiere decir “CONTINGENCIA”, y si es, como es, la contingencia del ente la que exige una Causa Primera Necesaria, entonces es la contingencia de CUALQUIER ENTE la que la exige. Por ejemplo, la de nuestra bendita y socorrida HORMIGA.

Pero si la hormiga es contingente, la prueba muestra que tiene que haber un Ser Necesario, que por serlo, ha de ser necesariamente DISTINTO de la hormiga y de todo ente contingente, y de todo el conjunto de los entes contingentes.

13) Las partículas “elementales” ¿son extensas o inextensas?

No sé a qué se refiere desde el punto de vista de la física.

Extenso es lo que tiene “partes fuera de las partes”, como una pared, un pizarrón, una hoja de papel, una pelota de fútbol, etc., que están “extendidos” en el espacio y que por tanto está ubicado en alguna parte y ocupa un cierto lugar.

Por el principio de tercero excluido, las partículas “elementales”, y también Batman o la melancolía, o son extensos o son inextensos.

14) Si son extensas ¿no tienen “mitad”?

No tiene sentido la pregunta. Es como pedir que me identifique usted el punto medio en el perímetro de un círculo. ¿Dónde está la mitad del recorrido en un círculo?

El recorrido de un círculo, extenso como es, es siempre divisible a la mitad. Lo único arbitrario son los puntos en los que se establece la división, pero eso no viene al caso.

Siempre tiene sentido la pregunta “¿X tiene mitad o no?”, siendo instanciación posible de X cualquier cosa: Batman, la melancolía, etc., porque si es evidente que la respuesta no va en la parte que dice “Sí”, por eso mismo es evidente que va en la parte que dice “No”.

15) Si son inextensas ¿con ellas se puede explicar lo extenso?

No procede el mezclar conceptos físicos (partículas elementales) y metafísicos (muchas veces imposibles de ser testables empiricamente) para construir un argumento.

La extensión no tiene nada de metafísico. Un pizarrón es extenso, porque está extendido, obviamente, en el espacio, de modo que tiene partes potencialmente designables que están fuera de otras partes potencialmente designables.

Además, si la extensión es algo metafísico, y no se puede aplicar a las partículas, entonces el principio de tercero excluido nos obliga a decir que las partículas no son extensas.

Sigo con mi parte y renumero:

16) ¿Puede algo existir sin que exista alguna de las condiciones necesarias de su existencia?

Quién sabe lo que son “condiciones necesarias de la existencia”.

Las he definido, y muy simplemente: “aquello sin lo cual otra cosa no puede existir”. Es evidente que eso es una condición necesaria de existencia.

Mire, si a nivel físico o biológico no podemos saber las condiciones necesarias ni siquiera para que se dé la vida

Fuera de la cuestión. No se trata de cuáles son las condiciones necesarias de la vida, sino de si es posible que se dé la vida, o cualquier cosa, sin sus condiciones necesarias de existencia, sean las que sean.

¿Cómo me pregunta sobre condiciones metafísicas de la existencia?

Lo de “metafísicas” lo agrega Ud. Yo digo que nada puede existir sin aquello que es condición necesaria de su existencia, y a esto sólo cabe responder “Sí” o “No”.

Pero entiendo su pregunta, para usted tiene que haber unas condiciones necesarias para que se dé la existencia de algo, una variante del principio de razón suficiente. Por lo demás la pregunta deriva de una tautología: todo lo existente existe porque se dan las condiciones para su existencia.

Entiendo esto entonces como una respuesta negativa, finalmente: “No, nada puede existir sin las condiciones necesarias de su existencia”. Estamos de acuerdo entonces en este punto.

17) ¿Puede no ser condición necesaria de la existencia de algo, aquello sin lo cual esa misma existencia sería contradictoria?

No puedo contestarle porque no acepto jugar con hipotéticas condiciones necesarias de existencia. Pero seguimos con las variaciones de la misma tautología.

No responde, porque parece que quisiera responder a la vez que sí y que no. Si es “tautología”, es verdad, y eso es todo lo que pregunto ahora, si es verdad o no lo es.

Por otra parte, ya dije, no tiene nada de hipotético el que algo no pueda existir sin aquello que es condición necesaria de su existencia.


18) Si se muestra que la existencia de B es contradictoria si no existe A, entonces ¿no se ha demostrado que A es condición necesaria de la existencia de B?

Ídem de lo mismo.

Sigue sin responder.

4) Supuesta la respuesta negativa a las preguntas 1) y 2) y afirmativa a 3): ¿puede negarse o ponerse en duda la existencia de A, que es condición necesaria de la existencia de B, si la existencia de B es un dato empírico?

Dígame qué es “A” y “B” y le diré si la mostración que usted propone es contradictoria o no. Todo lo demás es el clásico razonamiento circular.

No hace falta saber qué es A y qué es B cuando la proposición en que A y B figuran es una proposición necesaria y evidente como “A no puede no ser A” o “Si A es idéntico a B y B es idéntico a C, A es idéntico a C”.

Lo mismo sucede con la proposición “B existe, porque es condición necesaria de la existencia de A, y A existe”.


Saludos cordiales.

05/10/11 7:13 PM
  
aprendiz
Néstor y asd:

hombre Néstor, lo repito, ¡qué paciencia la suya para seguir lloviendo sobre lo mojado!. La verdad que le admiro su paciencia, yo, en su lugar, después de la falta de respeto de asd al no contestar, tergiversar e ignorar sus preguntas, no le hubiera contestado en adelante nada, pues se ve que anda de mala fe. Pero bueno, usted es a todas luces, un profesor.

¿cuántas veces habrá que repetir aquí que lo eterno o no eterno del universo no "hace" a la argumentación de la tercera prueba?
05/10/11 7:44 PM
  
asd
Estimado Nestor:
Le agradezco su respuesta. Sólo comentarle un ejemplo de la complejidad absurda de sus argumentos:

Usted no acepta que el universo en su totalidad sea considerado un ente porque hay entidades individuales que lo componen. Pero acepta que el hombre sea un ente aunque también esté compuesto por entidades individuales que lo componen.

Usted dice cuando nos referimos a los órganos del cuerpo, a las células, núcleos, mitocondrias, proteinas que componen un cuerpo humano que:

"Las partes en el continuo están en potencia, no en acto. Cuando el continuo ha sido dividido, y por tanto, ha dejado de ser un continuo, pasan a estar en acto algunas de esas partes, a saber, las que han sido resultado precisamente de la división."

O sea, que para usted, las neuronas que componen su cerebro están sólo en potencia y no en acto. Y sólo son un ente cuando las cultivo a parte en un cultivo celular. Su corazón también está en potencia y sólo estará en acto cuando se lo separen del cuerpo.
Con todos mis respetos y sin ánimo de ofender, aquí acaba mi discusión con usted que parece estancado en la edad media.

Un saludo


-----------------------

El hombre no está compuesto de entidades individuales en acto que lo compongan, sino que las partes del organismo humano están en potencia, como tales partes divididas del resto, es decir, lo que está en potencia no es el cerebro o el estómago, sino su división respecto del resto del organismo viviente.

“Individuo” quiere decir “indiviso respecto de sí, dividido respecto de lo demás”. No quiere decir “indivisible”. Una lombriz, antes de que la dividan, es un “individuo”, precisamente por eso, porque no está dividida, es “indivisa”, pero no es “indivisible”, la prueba es que de hecho puede ser dividida. Obviamente, las partes resultantes de la división serán también un “individuo” cada una de ellas, hasta que sean de nuevo divididas, eventualmente.

Esas partes no son, por tanto, entes individuales, mientras no se ha realizado la división, porque aunque sean "divisibles", no están en esa hipótesis "divididas". "Individuo" no quiere decir ni "divisible" ni "indivisible", sino "indiviso", no dividido de hecho.

Pero eso no quiere decir que las partes de la lombriz, simplemente consideradas como partes actualmente integrantes del todo viviente y no como divididas en acto de él, no estén en acto en la lombriz. Lo que está en potencia es la división de las partes respecto del todo.

Las neuronas, órganos, etc., mientras forman parte del organismo, están en potencia de existir como divididas del organismo, pero están en acto, en cuanto está en acto el organismo todo, del cual ellas son partes. No son en esa hipótesis "entes individuales", porque no están divididas del organismo, por más que sean "divisibles".

Sí, las neuronas son sólo entes individuales cuando se las cultiva aparte, porque “individuo” quiere decir “indiviso respecto de sí mismo, dividido respecto de todo lo demás”, aunque en ese caso ya no son propiamente “neuronas”, como un perro muerto no es tampoco un perro, sino un cadáver.

No creo que por otra parte las neuronas en el cultivo sigan barajando imágenes guardadas en la memoria, por ejemplo, o que puedan tener pesadillas.

Cuando son “neuronas” propiamente dichas, son partes del organismo, que existen en acto, pero no como tales partes divididas del resto, sino que son potencialmente divisibles del todo actual que es el organismo viviente completo: hombre, perro o gato, según el caso. Por eso no son, en ese estado, individuos.

Es lo mismo que pasa con una mano. Una mano es parte del organismo, pero sólo mientras es parte solamente potencialmente dividida del resto; cuando se la divide actualmente, ya no es mano, y ya no es parte, porque no es viviente, y porque está separada. En un frasco se puede poner un cadáver de mano, no una mano, como no sea que el investigador meta la mano en el frasco para buscar algo.

No es, por tanto, que las neuronas, mientras son realmente neuronas, es decir, en el viviente, estén en potencia, lo que está en potencia es su división respecto del resto del organismo, la cual actualizada, se convierten en entes individuales, pero ya no son más neuronas.

Le agradezco el haber participado en nuestro "blog".

Saludos cordiales
Néstor.
05/10/11 8:28 PM
  
Néstor
Estimado Dnip:

Su primer argumento queda antes de la respuesta que di en el mensaje anterior. Dios es condición necesaria y suficiente del mundo, si en Dios se pone el libre acto creador, de lo contrario, no, porque si Dios no determina libremente crear el mundo, no lo crea, y el mundo no existe.

De ahí no se sigue que el mundo se derive necesariamente de Dios, salvo que en “Dios” entendamos también el libre acto creador del mundo, pero entonces, eso no obsta a la contingencia del mundo, como no obsta a la contingencia de la mesa el que se siga necesariamente del libre y contingente acto fabricatriz del carpintero.

El hecho de recurrir aquí a la noción del libre acto creador divino no implica ningún salto que invalide la prueba por la contingencia como tal. La prueba parte del principio de razón suficiente y de la noción y la realidad de los entes contingentes, y concluye que hay un Ser Necesario. Se objeta que con el principio de razón suficiente, esos entes no serían contingentes, porque derivarían necesariamente del Ser Necesario. Se responde que no necesariamente es así, porque es posible pensar el Ser Necesario como dotado de un libre acto creador del cual depende la existencia de los entes contingentes.

Eso es perfectamente válido. El objetante pretende que no hay posibilidad de pensar a la vez la razón suficiente y la contingencia de los entes, y entiende demostrarlo. Aquí se le presenta una posibilidad de pensarlos juntos, y se anula su supuesta demostración.

Ni siquiera hace falta demostrar, aunque eso es lo que debe venir en el siguiente “post”, que de hecho el Ser Necesario es capaz de actos libres, porque es el objetante el que para cerrar su objeción debería demostrar que el Ser Necesario no es capaz de realizarlos.

En cuanto a la razón suficiente de que Dios haya decidido libremente crear el Universo, hay que responder que la razón suficiente de un acto libre es también la razón suficiente de que sea libre.

Sería contradictorio que algo determinase necesariamente la existencia de un acto libre de modo tal que le quitase su libertad, como si algo determinase necesariamente la existencia de un cuadrado de modo tal que lo hiciese redondo.

Por ejemplo, nuestra decisión libre, en el momento de la decisión misma, determina necesariamente su existencia como decisión libre, sin por ello negar su libertad, sino al contrario, realizándola.

Se puede preguntar si hay en Dios una razón suficiente del libre acto creador divino distinta de la misma libre decisión divina de crear. En caso de no haberla, habría algo que no tendría razón suficiente. En caso haberla, ¿cuál es?

Pero el dilema no parece concluyente. El libre albedrío consiste justamente en la capacidad del agente voluntario para determinarse a sí mismo a actuar, y es claro que en esta hipótesis no se está diciendo que no haya determinación, es decir, razón suficiente, sino que la hay, a saber, la decisión misma, ni se está diciendo que la determinación sea distinta del agente voluntario mismo o a su decisión como tales.

En efecto, la existencia de la Esencia divina se debe a que esta Esencia incluye su existencia, y esa inclusión es la razón suficiente, por tanto, de la existencia de la Esencia divina, como el hecho de que el triángulo tenga tres lados, o que la suma de sus ángulos sea igual a dos rectos, se debe a que eso está incluido en la esencia del triángulo.

En cambio, que el triángulo sea equilátero, por ejemplo, no está incluido en la esencia del triángulo, porque si lo estuviese, serían contradictorios e imposibles los triángulos isósceles y escalenos.

¿En qué se fundamenta la afirmación de que dos sucesos con igualdad de causas pueden producir distintos efectos? Ésa es justamente la cuestión.

En el ejemplo que me pone de la “velocidad”, y admitiendo por bien de la conversación que “velocidad” y “energía” sea lo mismo, hay que tener presente que en la filosofía de Aristóteles y Santo Tomás, para que los agentes dotados de energía, que en su ejemplo son esos dos trozos de materia que se mueven a tales velocidades, produzcan alguna realidad material, necesitan una materia, precisamente, a partir de la cual producirla.

Los obreros de mi fábrica de chocolate blanco, en efecto, no producen la confitura con su sola “energía”, sino que utilizan esa energía para transformar diversos materiales (leche, cacao, etc.) que finalmente dan como resultado los 420 kg de chocolate blanco.

Por tanto, si (condicional) la “misma cantidad de materia” en X e Y y “nueva materia” en Z quiere decir que esa nueva materia no salió de ninguna materia anterior que haya sido transformada por la energía, entiendo que no, que ese ejemplo no casa con la filosofía de Aristóteles y de Santo Tomás.

Si no implica eso, sino que admite que de alguna parte vino la materia que la energía ha transformado en “nueva materia”, entonces pienso que se podría integrar sin problemas en esa filosofía.

Por otra parte, si el sistema que estamos considerando es todo el Universo material, y lo consideramos como un sistema cerrado, el hecho de que surgiese “nueva materia” a partir de ninguna materia anterior, sino solamente de energía ¿no iría contra la ley de conservación de la materia?

En cuanto a que la velocidad no es un ente, hay que entendernos. Si aceptamos que la velocidad se identifique con la energía, la cuestión es entonces si la energía es un ente. Y sí, entiendo que es un ente accidental, como ya se ha dicho aquí varias veces.

Si se pretende entonces que un ente accidental produce un ente sustancial como la “materia”, entonces volvemos a lo de arriba: lo que en realidad puede suceder es que un ente sustancial material dotado de un accidente llamado “energía”, es decir, un obrero de mi fábrica, use esa energía para transformar una materia preexistente, leche, cacao, etc., en un ente sustancial nuevo: chocolate blanco.

(Para no complicar, dejemos escrito eso de que el chocolate es un ente sustancial, siendo así que Aristóteles ya dijo que los entes artificiales no tiene esencia ni son sustancia, habría que ver hasta qué punto además el chocolate es artificial, pues intervienen reacciones químicas naturales, etc.

De todos modos, adaptándonos a su ejemplo, habría que decir que una sustancia produjo otra sustancia mediante algunos accidentes suyos, es decir, de la primera sustancia.)

El que produce, entonces, el chocolate no es el accidente, la energía, sino la sustancia, el obrero, mediante la energía.

De modo análogo, la inteligencia es un accidente de estas sustancias que somos nosotros. Y así, la expresión que solemos usar, “la inteligencia conoce”, es sólo una abreviatura de lo que realmente hay que decir: “el hombre conoce mediante su inteligencia”.

Si por el contrario se pretende que la “velocidad” es algo distinto de la energía, entonces me pregunto por ahora porqué atribuir a la “velocidad” la “nueva” materia surgida en el experimento.

De todos modos, es claro que la velocidad también es un ente accidental, como la altura, el peso, el color, etc.

Saludos cordiales
05/10/11 9:17 PM
  
aprendiz
Néstor, asd y demás comentaristas.

Yo soy, como lo dice mi nombre, sólo un aprendiz; pero me basta con ello para haber estado casi a punto de reír al leer la anterior intervención de asd.

El señor asd acusa a Néstor de contradicción, pues acepta que, digamos, "Sócrates", es un ente, aunque compuesto materialmente de partes, y por otro lado niega que el universo sea un ente porque es un agregado de partes.

Luego cita a Néstor para "pillarlo" en su error, cuando Néstor habla del continuum y de sus partes potenciales. Y de cómo sólo ante la división, pasan nuevamente a ser partes en acto.

Cualquiera sabe que "Sócrates" por ejemplo, es un término "singular" y que "universo" es un término "colectivo" como familia o ejército. Ahora bien, y aquí una de las cosas cómicas, no tienen el mismo status de realidad un término singular que un término colectivo. Empezando por el hecho evidentísimo de que la familia, el ejército o el universo no existen en cuanto tales, pues desde Aristóteles sabemos que lo que existe "extra mentem" son los individuos. Existen individuos soldados, individuos con vínculos de sangre, y existen cosas que juntas forman lo que se denomina universo.
¿Qué Néstor acepta que el universo sea un ente? Por Dios, evidentísimo, eso no lo acepta nadie, salvo claro está asd, quien parece que ha visto caminando por la calle a la señora familia y a los señores ejército y universo.

Y lo cómico sigue.

Respecto de la cita de Néstor, hace mucho tiempo no veía yo una lectura tan mal hecha.

Es pongamos el ejemplo del vaso de agua que ahora mismo tengo en mi mesa.

¿Que contiene el vaso? Contiene algo llamado agua, que se comporta como agua, que tiene unas propia es específicas del agua, es agua. Es un ente.

Sin embargo, si le preguntó a un niño de 10 años ¿que es el agua? Me diría que es una mezcla de hidrógeno y oxígeno. Y aquí está el secreto. Ese hidrógeno y ese oxígeno, durante todo el tiempo que permanecen unidos formando el agua, SON HIDRÓGENO Y OXÍGENO SÓLO EN POTENCIA.

Si yo tomo este vaso de agua y le aplicó ciertos procedimientos fisicoquímicos puede obtener hidrógeno y oxígeno por separado, es decir hidrógeno y oxígeno en acto como tales, pero ya no tendré agua, evidente.
Cualquier químico principiante sabe que el hidrógeno y el oxígeno por separado no tienen las propiedades que tiene eso que llamamos agua.

En resumen: puedo obtener el hidrógeno y el oxígeno separados, "en acto", pero seguro que no me quitarán la sed que me dio al leer la intervención del señor asd. Y puedo tener agua, agua en acto, y entonces tendré el hidrógeno y oxígeno sólo en potencia.

De semejante pésima lectura pasa luego a ejemplificar.
Habla de neuronas, de corazón, etc. y dice que según Néstor sólo son en potencia y serán en acto si se la separa de Sócrates. ¡Por Dios!

Volvamos a Sócrates, con corazón y neuronas. ¿Las neuronas y el corazón de Sócrates son dos cosas simplemente yuxtapuestas como amontonadas una sobre la otra? ¿O son partes materiales integrantes de ese individuo llamado Sócrates?

Lo que esas cosas son "sin" Sócrates es distinto de lo que esas cosas son "con" Sócrates. Como el hidrógeno y el oxígeno son distintos de eso llamado H2O.

y si no me creen hagan el experimento mental de "sacar" el corazón y las neuronas a Sócrates y déjenlos sobre una bandeja a ver si siguen funcionando igual que cuando pertenecían a Sócrates.

De semejante lectura tan burda concluyen asd que Néstor sigue en la media.

En verdad habría que decir entonces que el señor asd está mucho más allá de la edad media, puesto que en la media leían bien y sobre todo sabían distinguir.

(señor Néstor; si juzga usted inapropiada mi intervención le pido por favor elimine lo que crea conveniente. recien al momento de poner esta interevnción ví que usted ya había contestado. por tanto si juzga superflua la mía, le pido quitarla de su blog. Para no seguir dando importancia a un tema que fráncamente la perdió toda hace tiempo)
05/10/11 10:11 PM
  
asd
Efectivamente, aprendiz, uested si que es listo:

El oxígeno y el hidrógeno existen sólo en potencia cuando se combinan para formar agua, son oxígeno e hidrógeno en acto cuando se separan. O sea que no podemos nunca decir que el agua se forma de oxígeno e hidrógeno. Eso es lo mismo que decir, y con esto ya definitivamente me despido, que el moco que tiene en la nariz, soluciones líquidas excretadas por células en su organismo, es sólo moco en potencia y recibe la gracias de ser moco en acto sólo cuando se le saca con el dedo.

Vaya una filosofía!

----------------------

Que unas cosas se componen o se forman de otras, puede entenderse en cuanto al origen de aquellas primeras cosas, o en cuanto a su constitución.

Respecto de lo primero, no tengo claro si se da el caso de que se sintetice agua a partir de hidrógeno y oxígeno, en caso afirmativo, sin duda que el agua "se forma" de hidrógeno y oxÍgeno, ni va eso contra lo que decimos.

Respecto de lo segundo, "formarse" una cosa de otras quiere decir simplemente que estas últimas son partes de las primeras. Pero, como bien señala el colega aprendiz, pueden ser partes actuales, en un todo accidental como es un ejército o un cuadro de fúbtbol, en que las partes son actuales y son los soldados los jugadores, o partes potenciales, en un todo sustancial como es por ejemplo una determinada cantidad de agua, donde el hidrógeno y el oxígeno están solamente en potencia.

En cuanto a las sustancias que solamente se encuentran en el organismo, no por eso son parte del organismo ni actuales ni potenciales.

Saludos cordiales
Néstor.
05/10/11 10:52 PM
  
Dnip
Estimado Néstor:

De nuevo, agradezco su tiempo en responderme. Me temo que esta va a ser (esta vez si) mi última réplica pues mi falta de tiempo es importante. Intentaré leer su respuesta en los próximos días.

1) Con todo el respeto mi primer argumento consta de hipótesis - deducción lógica - conclusión. Dado que afirma que mi conclusión es errónea le pido humildemente que me señale cual de mis hipótesis y/o razonamientos deductivos considera no correcto.

Repito de forma secuencial.

Hipótesis A: El principio de razón suficiente.

Hipótesis B: Dios (P) es razón suficiente del universo (Q).

C) Si P es razón suficiente (RS) de Q entonces P es condición necesaria y suficiente (CNYS) de Q.

D) Si P es CNYS de P se deriva necesariamente Q.

E) Si de P no se deriva necesariamente Q entonces P no es CNYS de Q y por tanto P no es razón suficiente de Q. Esto contradice la hipótesis con lo cual se descarta.

F) Por tanto de (P) Dios se deriva necesariamente la existencia del (Q) universo .

2) Lo que yo preguntaba no es la razón suficiente de que la creación del universo sea un acto libre, sino la razón suficiente de su decisión de crearlo.

Si alguien me pregunta porque hago algo y yo respondo que lo hago porque es mi libre decisión hacerlo, esto se parece sospechosamente a porque "me da la gana", lo cual se parece sospechosamente a "porque si".

3) Le cito: "la razón suficiente de un acto libre es también la razón suficiente de que sea libre"

Si alguien me enseña un figura geométrica y yo digo que es un triángulo, puedo apoyarlo, por ejemplo, señalando que tiene 3 lados.

Si alguien me pregunta porque mi acto es libre creo que se sentiría insatisfecho si dijese que la razón de mi acto libre es la misma por la que es libre.

4) Le cito

"¿En qué se fundamenta la afirmación de que dos sucesos con igualdad de causas pueden producir distintos efectos?"

En mi corrección sustituí causas por condiciones iniciales para ser más riguroso con lo que realmente quería decir. El fundamento de la afirmación es claro: negación del principio de causalidad. (Evidentemente se restringe a un ámbito físico.). (Las demás "escuelas" abogan por soluciones deterministas de la MC.)

5) Le cito

"Por tanto, si (condicional) la “misma cantidad de materia” en X e Y y “nueva materia” en Z quiere decir que esa nueva materia no salió de ninguna materia anterior que haya sido transformada por la energía, entiendo que no, que ese ejemplo no casa con la filosofía de Aristóteles y de Santo Tomás."

Me refiero exactamente a esa interpretación. Ya me ha indicado que no casa con la filosofía tomista. Mi siguiente pregunta es ¿considera que ese ejemplo es posible o por el contrario afirma que contiene algún elemento que lo hace imposible?

6) Por último, me gustaría mostrar mi profundo desacuerdo con:

"Ni siquiera hace falta demostrar, aunque eso es lo que debe venir en el siguiente “post”, que de hecho el Ser Necesario es capaz de actos libres, porque es el objetante el que para cerrar su objeción debería demostrar que el Ser Necesario no es capaz de realizarlos."

En el post anterior su prueba concluía con la existencia del ser necesario incausado. En ningún momento se dedujo ni se infirió nada sobre si este era un ente capaz de tomar decisiones libres. En un momento dado ese hecho es introducido sin justificación y ante mi objeción se afirma lo anterior.

Con todo el respeto del mundo, creo que es costumbre que el que afirma es sobre quien recae la carga de la prueba y, como es sencillo constatar, el que afirma el hecho y hace la afirmación en primer lugar es usted.

Un saludo atento.
06/10/11 1:08 AM
  
Rummy
Néstor, aunque ha dejado usted sin respuesta un buen número de cuestiones concretas que le he planteado y en cambio exige que yo responda a su cuestionario, jugaré una última vez con sus normas, aunque sea por deferencia hacia usted como dueño del blog, y contestaré a sus preguntas.


1)¿Tenemos algún acceso científico a la realidad empírica que no pase por nuestras ideas o conceptos?

La realidad empírica es la que es, con independencia de que le demos una u otra interpretación conceptual. Cuando desarrollamos una determinada explicación debemos forzosamente que recurrir a nuestras ideas y conceptos ya que no disponemos de otros métodos para expresarla.

* 2) ¿Puede existir algo que no tenga razón suficiente de su existencia?

No tengo la respuesta a esa pregunta, ni usted tampoco más allá de la elucubración metafísica. Podría ser que la respuesta fuera sí, nos faltan datos aún para llegar a una conclusión definitiva.

* 3) Un ente que comienza a existir o deja de existir, ¿puede o no puede tanto existir como no existir?

Confunde una y otra vez las cosas. Un ente, como usted gusta de llamar, que existe y que deja de existir no nos dice nada sobre si podría no haber existido, ahí entramos directamente en la especulación gratuita.

* 4) ¿Es o no es, en ese caso, un ente contingente?

Como concepto metafísico o filosófico sí, como “ente” existente no, el hecho de que exista “colapsa” en un estado de no contingencia.

* 5) ¿Las estrellas pueden comenzar a existir y dejar de existir, o no?

Sí, pero ya le he contestado que es irrelevante para la cuestión de la contingencia.

* 6) ¿Las galaxias pueden comenzar a existir y dejar de existir, o no?

Idem.

* 7) ¿El Universo material puede comenzar a existir y dejar de existir, o no?

Idem, pero con la salvedad de que no nos consta ni que haya empezado a existir ni vaya a dejar de hacerlo.

* 8) ¿El Universo material es algo más que el conjunto de los entes materiales que lo integran?

Es todo lo que es, todo, todo.

* 9) ¿Es un solo ente, o son varios entes?

Ya le he contestado.

* 10) ¿Cómo puede ser un solo ente, si nosotros, que somos partes suyas, ya entre nosotros somos entes distintos unos de otros, y formamos una pluralidad de entes?

La pregunta carece de sentido, me obliga a asumir una petición de principio que no acepto y es la diferencia entre Universo y sus partes constituyentes, sus formas de ser o expresarse como existencia y como las percibimos.

* 12) Si el “cimiento” del mundo son determinadas partículas elementales, que se supone que son muchas ¿cómo el Universo material puede ser un solo ente?

Sigue igual que en la anterior, petición de principio, ya lo he contestado.

* 13) Si no es un solo ente, sino un conjunto de entes, y todos éstos son contingentes, pues son todos, evidentemente, del tipo de las mesas, los gatos, los planetas, las estrellas y las galaxias, que pueden todos existir y pueden todos no existir, pues todos ellos comienzan a existir y dejan de existir, ¿cómo ese conjunto puede no ser contingente él también?

Plantea usted las preguntas para forzar la respuesta que busca o bien impedir que se pueda responder. Se lo repito otra vez, lo que existe no es contingente puesto que existe, otra cosa es que su existencia sea finita o no en el tiempo, que tenga un principio y/o un fin, pero de ahí no se deduce la contingencia que una vez es pasa a ser exclusivamente un ejercicio mental, nada más.

* 13) ¿Una hormiga es un ente contingente, o no?

Como concepto puede, como ser existente no.

* 12) ¿Alcanza o no alcanza con un solo ente contingente, por ejemplo, una hormiga, para tener el punto de partida de la prueba que he expuesto en el “post”?

Ya le he contestado, no.

13) Las partículas “elementales” ¿son extensas o inextensas?

Ni una cosa ni la otra o ambas a la vez, depende.

14) Si son extensas ¿no tienen “mitad”?

Dígamelo usted ¿tiene mitad un electrón?.

15) Si son inextensas ¿con ellas se puede explicar lo extenso?

Hay muy buenos libros de Física y Mecánica Cuántica, le puedo recomendar alguno si lo desea. No pretenda que haga el trabajo por usted, lea y estudie sobre la cuestión y tendrá una respuesta que aquí difícilmente le podremos dar.

Espero que le parezcan suficientes mis respuestas, no digo que las comparta o entienda que ya se que no será así.

Un saludo.
06/10/11 1:41 AM
  
CR
Señor Néstor:

soy enemigo de todo dogmatismo, un poco por carácter y otro poco por formación. La respuesta del señor Rummy esta toda ella atravesada por un fuerte dogmatismo empirista, que veo tan vetusto como andar de nuevo en carruajes por calles empedradas. le haría muy bien a ese señor y a otros que por acá han dado muestra de similar estado de ánimo, darse una vuelta por la epistemología del siglo XX.

Veo que para usted señor Néstor es importante aclarar las preguntas formuladas al señor Rummy. Permítame que le de mi respuesta a esas preguntas. No vengo a este debate con posiciones definidas y sólo a defenderlas, vengo sin prejuzgar ni en un sentido ni en otro. Aprendiendo estamos.

Aquí mis respuestas:

1) ¿Tenemos algún acceso científico a la realidad empírica que no pase por nuestras ideas o conceptos?

Si con científico alude usted a un sistema estructurado y organizado de conocimientos sobre algún campo de la realidad, la respuesta es evidentemente NO. Ustedes afirman que el “sentido común” es el inicio de la filosofía realista. Y ese sentido común se encuentra tanto en el especialista como en el obrero cuyo léxico sea reducido.

2) ¿Puede existir algo que no tenga razón suficiente de su existencia?

La pregunta supone la respuesta. Razón suficiente de su existencia es aquello, Sea uno o múltiple, que da sentido al ser de algo, y a que sea como es y no de otra forma. Desde este punto de vista es evidente que no hay nada sin razón suficiente.

3) Un ente que comienza a existir o deja de existir, ¿puede o no puede tanto existir como no existir?

La respuesta a esto es un evidentísimo SÍ

4) ¿Es o no es, en ese caso, un ente contingente?

SÍ, en ese caso.

5) ¿Las estrellas pueden comenzar a existir y dejar de existir, o no?

Parece que sí.

6) ¿Las galaxias pueden comenzar a existir y dejar de existir, o no?

Los elementos que componen las galaxias tomadas todas individualmente sí. Lo difícil es saber si todos esos elementos en conjunto alguna vez no existieron.

7) ¿El Universo material puede comenzar a existir y dejar de existir, o no?

Esta pregunta me es imposible contestarla. Usted sabe que hoy existen físicos que hablan no de realidades sino de manifestaciones de energía, y expresan esta energía por medio de fórmulas complicadísimas, cuya alta formalización llega en ciertos momentos a hacer perder de vista, incluso a los mismos especialistas, de qué se está hablando, y más aún, si se está hablando de algo.

Por tanto eso que usted llama universo material, visto a nivel micro, dificulta mucho hablar de igual forma a como hablamos del nivel macro. Quizá le diría algo semejante a mi respuesta sobre las galaxias.

8) ¿El Universo material es algo más que el conjunto de los entes materiales que lo integran?

Es similar a preguntar si un conjunto de manzanas es más que las manzanas que lo integran. La respuesta es NO.

9) ¿Es un solo ente, o son varios entes?

Hombre, pues son varias manzanas, más las relaciones que se establecen entre ellas.

10) ¿Cómo puede ser un solo ente, si nosotros, que somos partes suyas, ya entre nosotros somos entes distintos unos de otros, y formamos una pluralidad de entes?

Obviamente. Creo que el lío de los que ven lío en esto es la complejidad de las relaciones entre los individuos. Eso que ustedes llaman simultaneidad de la causalidad eficiente.

11) Si el “cimiento” del mundo son determinadas partículas elementales, que se supone que son muchas ¿cómo el Universo material puede ser un solo ente?

Excusada la respuesta a esta pregunta.

12) Si no es un solo ente, sino un conjunto de entes, y todos éstos son contingentes, pues son todos, evidentemente, del tipo de las mesas, los gatos, los planetas, las estrellas y las galaxias, que pueden todos existir y pueden todos no existir, pues todos ellos comienzan a existir y dejan de existir, ¿cómo ese conjunto puede no ser contingente él también?
Me parece entender que en esta pregunta se oculta toda la tercera vía. Las partes son contingentes. Es fácil pensar que el conjunto también. Pero ¿el hecho mismo de que Tomás haya retrocedido ante la imposibilidad de demostrar la creación no es señal de que tampoco el veía claro la contingencia del conjunto?

13) ¿Una hormiga es un ente contingente, o no?



14) ¿Alcanza o no alcanza con un solo ente contingente, por ejemplo, una hormiga, para tener el punto de partida de la prueba que he expuesto en el “post”?

Esto no lo veo con claridad. Me parece que es el quid del asunto. Es sujeto de mucha meditación de mi parte.

15) Las partículas “elementales” ¿son extensas o inextensas?

Aquí la cosa es compleja. ¿Qué le respondería a usted un físico actual? Le aseguro que tan pronto tenga la oportunidad le haré esa pregunta. La misma definición de partícula es hoy bastante problemática, de manera que me declaro incompetente para responder eso.

16) Si son extensas ¿no tienen “mitad”?

Hablaré hipotéticamente. Si son extensas obviamente tienen mitad.

17) Si son inextensas ¿con ellas se puede explicar lo extenso?

Excusada la respuesta.
06/10/11 4:17 AM
  
Néstor
Estimado Dnip:

Nuevamente me parece que su aguda objeción me ha obligado a ver con más claridad el meollo del asunto.

En la expresión “Las vías nos llevan a la conclusión de que Dios es la razón suficiente del Universo”, déjeme sustituir “Universo” por “ente contingente”, para hacer lugar a nuestra amiga la hormiga y mantener en lo posible la claridad respecto del papel accidental que el “Universo” considerado en su conjunto juega en la prueba en discusión. No creo que afecte a nuestra discusión presente.

En realidad, mirando bien las cosas, discrepo con que su hipótesis B sea parte de la prueba por la contingencia.

Las vías nos llevan a que Dios, el Ser Necesario, es la condición necesaria del ente contingente. Esto es lo que ellas buscan, la condición necesaria o condición de posibilidad del ente contingente, como he dicho varias veces con ocasión de otros temas discutidos aquí.

El razonamiento es: “Si no hay un Ser Necesario, no es posible el ente contingente. Pero el ente contingente es posible, porque existe. Luego, hay un Ser Necesario.”

La Mayor, como ya sabemos, se apoya en que si retrocedemos al infinito en la serie actual de causas del ente contingente, no hay razón suficiente del ente contingente, y entonces, el ente contingente no es posible, por el principio de razón suficiente, y entonces no existe. Mientras que si no retrocedemos al infinito, es que hay una Causa Primera, que por tanto, no es causada, que por tanto, no es contingente (principio de causalidad) y que por tanto es Necesaria.

Por lo que se ve claro, que la existencia del Ser Necesario aparece en las vías como condición necesaria de que el ente contingente tenga razón suficiente, y así, sea posible, y así, no sea contradictorio decir que existe, como nos lo muestra la experiencia; pero eso no quiere decir que ya de por sí esa existencia del Ser Necesario sea condición suficiente del que el ente contingente exista.

Sin duda, el principio de razón suficiente nos dice que el ente contingente tiene que tener una razón suficiente, y que por tanto, debemos tratar de encontrarla. Las vías nos dicen que ni soñemos en encontrarla si no afirmamos la existencia de un Ser Necesario. Pero nada de eso nos dice que ya la hayamos encontrado.

Por mi parte agrego que sólo la vamos a encontrar al conocer que el Ser Necesario ha creado libremente el ente contingente, y que solamente en esa hipótesis se explica sin contradicción la existencia del ente contingente. Sin contradicción, quiero decir, atendiendo a las dificultades que surgen del principio de razón suficiente y que Ud. ha señalado.

Esto lleva a otra conclusión importantísima que me alegro de tener oportunidad de resaltar: las pruebas de la existencia de un Ser Necesario no nos proporcionan la explicación del ente contingente.

Porque las pruebas buscan la condición de posibilidad del ente contingente, pero una explicación es más que una condición de posibilidad: es una razón suficiente, que como Ud. bien señaló, incluye a la vez lo de “condición necesaria” y lo de “condición suficiente”.

La única explicación de la existencia del ente contingente, es que el Ser Necesario, Dios, ha decidido libremente crearlo. Pero eso va más allá de las vías.

A lo sumo, como diremos en el tercer “post” de esta serie, Dios mediante, las vías, para poder decir que el Ser Necesario es Dios, deberán probar entre otras cosas, que el Ser Necesario es Personal y Libre, y por tanto, capaz de crear libremente el Universo.

Pero ser capaz de hacer algo no quiere decir todavía hacerlo de hecho: seguimos en el plano de las condiciones necesarias, no suficientes, de la existencia del ente contingente.

Aprovecho para preguntarle a CR si esta forma de presentar el argumento no hace más claro el hecho de que para que funcione la prueba por la contingencia alcanza con una hormiga:

“Si no existe el Ser Necesario, no existe el ente contingente. Pero el ente contingente existe, a saber, la vieja y querida hormiga. Luego, existe el Ser Necesario”.

Es un perfecto caso de Modus Tollens, pues la Menor equivale a “No es verdad que el ente contingente no exista”. Y la Conclusión equivale a “No es verdad que el Ser Necesario no exista”.

La Mayor se prueba del modo arriba dicho.

¿No es evidente que si se quiere se puede poner el Universo material en lugar de la hormiga, pero no es para nada necesario hacerlo?

Volviendo a Dnip:

Si yo digo que la razón de que hago algo es porque quiero hacerlo, no estoy diciendo que lo hago “porque sí”, sin razón suficiente, porque estoy dando, por el contrario, una razón suficiente.

Y si digo que la razón de que quiero es porque quiero, estoy diciendo que mi querer es razón suficiente de sí mismo, no que no haya razón suficiente de mi querer.

Si me dicen que la lapicera está sobre la silla porque está sobre la silla, no es el mismo caso, porque la lapicera no se determina a sí misma a estar sobre la silla, como yo sí me determino a mí mismo a querer algo. No se puede decir, en efecto, que mi querer o no querer algo ocurra en mí al margen de mi libertad o independientemente de ella.

En cuanto a la razón suficiente de que un acto sea libre, la objeción decía que si el acto libre tiene razón suficiente, no es libre. La respuesta no iba por el lado, por tanto, de decir porqué es libre el acto libre, sino porqué puede ser libre siendo así que tiene razón suficiente. Ahí se entiende lo de que si tiene razón suficiente de ser libre, entonces se sigue que es libre, no que no lo es.

Si el fundamento de la afirmación de que a igualdad de condiciones iniciales los resultados pueden ser diversos es la negación del principio de causalidad, ahí es de temer que por “principio de causalidad” Ud. entienda el principio del determinismo, que dice que toda causa natural, dejemos por ahora las causas libres, produce necesariamente su efecto y por tanto está determinada a un solo efecto y no a varios posibles.

Eso no es lo mismo que el principio de causalidad que sostengo, que dice que todo ente contingente tiene causa, de donde no se sigue para nada que esa causa no pueda ser libre.

Sin embargo, es cierto que el principio de causalidad que sostengo deriva del principio de razón suficiente, y el principio de razón suficiente exige también que dados todos los antecedentes de un efecto cualquiera, el efecto derive necesariamente de los mismos. Si dados todos los antecedentes pertinentes para un hecho cualquiera, el hecho todavía puede seguirse o no, se siga o no se siga, lo que ocurra será sin razón suficiente.

Por tanto, debo entender que en definitiva la razón que Ud. pone para afirmar esa indeterminación de los eventos a partir de la totalidad de sus antecedentes, es la negación del principio de razón suficiente.

Pero entonces, no puede usarse eso para negar la validez del principio de razón suficiente, obviamente, sin argumentar en forma circular.

En cuanto a la cuestión de la producción de nueva materia, sí, considero que ese ejemplo, en la medida que no casa con la filosofía aristotélico – tomista, a la que considero verdadera en ese punto, no puede darse en la realidad. Es decir, no creo que a nivel de las causas naturales pueda producirse un ente material sin una materia previa.

Incluso me suena a que algo tiene eso que ver con "nada se crea, nada se destruye, todo se transforma".

Saludos cordiales.
06/10/11 6:34 AM
  
Rummy
CR, para contestar lo que contesta no entiendo su crítica a mi persona y a lo que usted denomina "vetusto dogmatismo". Haga el ejercicio de releer sus respuestas y las mías, compare ambas y dígame donde se sitúa usted ¿en la época de los carruajes, como me pone a mi, o en la de los aceleradores de partículas?.
Un saludo.
06/10/11 7:05 AM
  
jorge
Estimado Nestor

Me va a perdonar pero no entendí vuestros 8 puntos con los que intenta demostrar la simultaneidad de causa y efecto. Pero he aquí mis respuestas a sus preguntas:

1) ¿Sostiene Ud. el comienzo temporal del mundo?
Sí, toda vez que mundo y tiempo no son absolutos.

2) ¿Sostiene Ud. que la serie de causas contingentes que no puede implicar un retroceso al infinito, según Santo Tomás, es la serie sucesiva de causas que se remonta hacia atrás en el tiempo?
Sí, dado que causa y efecto contingentes, son simultáneos. Sin embargo no coincido con Santo Tomás en la imposibilidad de un retroceso al infinito.

3) ¿Puede no haber habido retroceso al infinito hacia atrás en el tiempo, si esa serie de causas temporalmente sucesivas no tiene una primera causa contingente?
De haber una primera causa contingente, la serie se detiene. Sin embargo considero que la serie no tiene una primera causa contingente, y que puede extenderse al infinito.

4) ¿Sostiene Ud. entonces que tiene que haber habido una primera causa contingente al final de esa serie retrospectiva?
No. No concibo una primera causa contingente. Más bien esto se deduce de su argumentación de serie finita de causas.

5) En caso afirmativo ¿cómo evita Ud. que esa primera causa contingente, según sus mismas palabras, sea objeto de una divinización impropia e indebida?
No afirmo que exista una primera causa contingente, pues de haberla explicaría toda la serie sin necesidad de la Causa Necesaria, o Dios.

6) Si Ud. afirma que no hay primera causa contingente, y que la serie temporal retrospectiva de causas contingentes es infinita, pero que no hay retroceso al infinito porque por encima de todo se coloca la Causa Necesaria, pregunto: ¿Esa Causa Necesaria está situada en el tiempo, retrospectivamente “después” de la serie temporal retrospectiva infinita de causas contingentes?.
Afirmo que no hay primera causa contingente, pues es panteísmo asumir que hay una.
Afirmo que la serie es infinita.
Afirmo que la Causa Necesaria no está en el tiempo.

7) En caso negativo, si se dice que la Causa Necesaria actúa desde la Eternidad, que está fuera del tiempo ¿no es entonces simultánea la acción de esa Causa eterna con todos sus efectos que se dan en el tiempo?
No, pues la simultaneidad no implica ausencia de tiempo, y como he afirmado arriba, la Causa Necesaria no está en el tiempo.

8) Y no es entonces falso el principio en que Ud. asienta todo su razonamiento, a saber, que toda causa, formalmente en cuanto causa, es temporalmente anterior a su efecto?
Causa y efecto contingentes tienen esa característica, de ser la primera anterior al segundo. La Causa Primera no es contingente, ni tampoco simultanea. Está fuera del tiempo. Si el Universo tuvo un origen, su Causa no pudo ser simultánea al mismo, pues dicha Causa le acompañaría, haciendo de la misma parte del mundo…más panteísmo.
Concebir causas simultáneas a los efectos, y series finitas llevan tarde o temprano al pesimismo cultural y científico, a pensar que no hay más nada por descubrir o que el mundo se va a acabar, que se le acaba la cuerda al reloj del Universo, que vamos a su muerte térmica….y demás barbaridades….
06/10/11 8:44 AM
  
Leonardo R.
Néstor:

Había dicho que no participaría más en este post debido a que por desconocer los últimos aportes (me ausenté unos días y no dispongo de tiempo para leerlos todos, son muchos, lo cual me alegra pues veo que el debate ha continuado), consideré y considero poco honesto de mi parte llegar de repente a intervenir.

No obstante lo anterior, quisiera hacer un comentario que me vino sugerido por la relectura de algunos capítulos de la magna obra de Manser, La esencia del tomismo, que seguramente usted conocerá.

Concuerdo plenamente con lo dicho por CR cuando afirma que “existe como un cortocircuito”, entre los defensores del tomismo y los adherentes a otras filosofías (no me canso de repetir que el empirismo es una filosofía; el hombre no “se da” sin alguna filosofía aunque esta sea implícita solamente).

Difiero solamente en el alcance concedido a ese cortocircuito.

En efecto, considero que no es sólo que se manejen vocabularios distintos, lo cual obstaculiza la comprensión mutua. Es más que eso.

Como ya dije en cierta ocasión, el punto central no es tanto si se acepta o no nuestra conceptualización del ente contingente, nuestra idea de razón suficiente, nuestra idea de causalidad, etc.

El verdadero centro de gravedad de todo el problema es LA DEFINICIÓN MISMA DE INTELIGENCIA.

De ahí parte todo y ahí todo regresa nuevamente. En todo momento las respuestas dadas por los aportantes como también las preguntas por ellos formuladas tienen como supuesto último de inteligibilidad una concepción, ya sea tácita o declarada, que ve a la inteligencia humana en definitiva como una facultad NO distinta en esencia de los sentidos, tan sólo distinta en grado, por medio de la cual podemos asignar nombres comunes a los individuos percibidos en la experiencia, ya sea directamente o indirectamente por medio de instrumentos fruto de la técnica humana.

Como podrá usted ver se trata nada más y nada menos que de la concepción nominalista de la inteligencia. Facultad de signos que suponen por individuos. No facultad para alcanzar el ser inteligible presente en lo sensible.

¡ESTE ES EL VERDADERO PROBLEMA!

Recuerdo que en cierta ocasión mi profesor de lógica me decía que mientras no se recuperara la naturaleza de la inteligencia, los debates en torno a temas filosóficos estaban poco menos que condenados al fracaso.

Y fíjese usted que no se equivocaba. El mismo Garrigou Lagrange afirma que la base de todo el proceso discursivo de las QUINQUE VIAE está en lo que se conoce como la primera operación del intelecto, la SIMPLEX APPREHENSIO; de ella viene nuestra primera captación intelectual, EL ENTE, y de este provienen los primeros principios inteligibles, que son como la estructura funcional de nuestra inteligencia, y como el corazón de TODOS nuestros juicios.

A veces he hecho el ejercicio de ser nominalista y pensar desde ahí las cinco vías, y me han venido a la mente inmediatamente casi las mismas objeciones que ya han desfilado por este espacio.

Si yo parto, como muchos acá, de la negación, y no sólo negación sino incluso desprecio por la metafísica; si yo parto, como muchos acá, de la idea de que la filosofía sólo “especula”, “delira”, “finge”, etc. si yo parto, como muchos acá, de que el único camino de conocimiento objetivo es el que trata de realidades observables; si yo parto, en fin, como muchos acá, de la reducción del pensamiento humano a mero juego del lenguaje organizador de la experiencia sensible, es absolutamente necesario que opine y objete como se ha venido haciendo aquí.

De hecho en el post pasado Ockham fue expresamente mencionado y recuerdo haber leído en algunas intervenciones juicios severos y sarcásticos contra la metafísica, poniéndola al nivel de los cuentos de hadas, de forma que no habría diferencia entre ente, contingencia, principio, Peter pan, Campanita y el unicornio.

Esto era lo que quería compartir Néstor. No es mi intención obviamente desanimar el debate. Bienvenido sea el debate. Pero tratemos de enfilar baterías hacia el verdadero enemigo, que viene robándonos la inteligencia hace siglos, el nominalismo expreso o larvado de muchos.

Laus Deo Virginique Matri.
06/10/11 2:28 PM
  
Néstor

Estimado Leonardo:

Estoy muy de acuerdo con lo que Ud. señala. Con todo, hay que tener en cuenta también que toda filosofía, realista, nominalista, o la que sea, es una totalidad en la que las partes están mutuamente relacionadas, de modo que cada una depende de las demás.

Es cierto que la metafísica, en cualquier filosofía, está condicionada por la doctrina sobre la inteligencia y el conocimiento, pero también es verdad que en cualquier filosofía, la explicación profunda, a la que siempre es necesario llegar en filosofía, como estamos viendo, de la doctrina sobre la inteligencia o acerca del conocimiento, depende a su vez de la metafísica o doctrina sobre el ser.

Eso no lleva al relativismo ni al “empate” filosófico universal, porque tenemos las evidencias primeras, tanto las evidencias de la experiencia externa e interna como la de los primeros principios de la inteligencia, para dirimir el debate entre las diversas filosofías.

Por eso es en cierto sentido relativo por dónde comience uno la explicación, ya que además, por la misma razón, siempre tendrá que tocar finalmente todos los temas. Sin duda, eso no excluye que dediquemos un “post” futuro y lo más inminente posible, Dios mediante, al tema del conocimiento, especialmente, el conocimiento intelectual.

En sentido análogo, le trasmito a CR que sin duda el principio de causalidad es la base de las vías, y como ya hemos dicho varias veces, el principio de razón suficiente es la base del principio de causalidad. Así que también, esperamos dedicar un “post” al principio de causalidad, y a analizar la crítica de Hume y de Kant, pero desde ya adelantamos que la defensa del principio de causalidad se basa en definitiva en el principio de razón suficiente, que estamos discutiendo actualmente.

En el próximo “post”, que ya a estas alturas es inminentísimo, queremos terminar de exponer la prueba de la existencia de Dios a partir del ente contingente, mostrando las razones que hay para decir que el Ser Necesario, conclusión de la prueba hasta ahora expuesta, es el Dios de las religiones teístas. Con lo cual esperamos responder a algunos cuestionamientos hasta ahora realizados y aún en suspenso.

El asunto es que antes quiero terminar de responder a los últimos mensajes aún no respondidos de este "post", así que si les parece podríamos esperar a la apertura del nuevo "post" para enviar nuevos mensajes. De todos modos podemos seguir discutiendo en el siguiente "post" los temas que estamos tratando aquí, así no alargamos tampoco tanto esta serie de comentarios.

Saludos cordiales
06/10/11 3:51 PM
  
Néstor

Estimado Jorge:

Parece que no logré plantear la pregunta fundamental, que es ésta:

¿Cómo puede Ud. sostener que el Universo tiene un comienzo temporal, si sostiene que la serie de causas contingentes tiene que ser infinita, que no puede haber una primera causa contingente, y que esa serie es la serie de causas temporalmente sucesivas, que nosotros consideramos retrospectivamente desde nuestro presente hacia atrás en el pasado?

¿No es concluyente este razonamiento:

1) La serie de causas contingentes es la serie de causas temporalmente sucesivas.

2) Esa serie es infinita “a parte ante”, o sea, no tiene comienzo en la dirección que va desde el pasado hacia nuestro presente, de tal modo que no hay una primera causa contingente.

3) Conclusión: Esa serie carece de comienzo temporal, y por tanto, el Universo material no tiene comienzo temporal. ?

Entiendo que Ud. sostiene 1) y 2). ¿Cómo entonces puede negar 3)?

Saludos cordiales.
06/10/11 4:07 PM
  
Néstor
Rummy:

Veamos este razonamiento. ¿Con cuál de las premisas no estaría de acuerdo? ¿O es que la conclusión no se deriva necesariamente de las premisas? :


1) Todo ente, o puede no existir, o no puede no existir. (Principio de tercero excluido)

2) En el primer caso, es contingente, en el segundo, es necesario. (Definición de los términos “contingente” y “necesario”)

3) Todo ente, por tanto, o es necesario, o es contingente (por 1) y 2)).

4) Si un ente, por tanto, no es necesario, es contingente, y viceversa (por 3)).

5) Si un ente deja de existir, a partir de ese momento es verdadero el juicio que dice: “X (el ente en cuestión) no existe”. En efecto, si ese juicio fuese falso, el ente en cuestión seguiría existiendo.

6) Si un ente no puede no existir, no puede nunca ser verdadero el juicio “X (ese ente) no existe”. Porque en efecto, ese juicio desarrollado sería “El ente que no puede no existir, no existe”, que equivale a “Lo imposible se da”, lo cual a su vez equivale a “Lo imposible es posible”, lo cual es contradictorio.

7) Por tanto, si un ente no puede no existir, no puede tampoco dejar de existir. (de 5) y 6)).

8) Por tanto, si un ente es necesario, no puede dejar de existir (por 1), 2) y 7)).

9) Por tanto, ningún ente que puede dejar de existir es necesario. ( por 8)).

10) Por tanto, todo ente que puede dejar de existir es contingente (por 4))

11) ¿Las estrellas pueden comenzar a existir y dejar de existir, o no? - Sí, pero ya le he contestado que es irrelevante para la cuestión de la contingencia.
Lo mismo dice para las Galaxias y para el Universo. (Rummy)

12) Por tanto, las estrellas, las Galaxias y el Universo actualmente existentes, son contingentes. Q.E.D.


Otro razonamiento más:


1) Un conjunto de entes contingentes, es contingente. En efecto, si todos PUEDEN no existir (definición de “contingente”), también todos PUEDEN no existir al mismo tiempo (es una de las POSIBILIDADES), y entonces, el todo PUEDE no existir.

2) Luego, o el Universo no es un conjunto de entes, o los entes que lo integran no son contingentes, o el Universo es contingente.

3) “…me obliga a asumir una petición de principio que no acepto y es la diferencia entre Universo y sus partes constituyentes, sus formas de ser o expresarse como existencia y como las percibimos.” (Rummy).

4) Por tanto, para Rummy el Universo no es un conjunto de entes, sino un solo ente.

5) ¿Luego en la opinión de Rummy tanto él, como yo, y como todos los que hemos participado en esta discusión, somos un solo ente?

6) Si el Universo no es un solo ente, son varios entes.

7) Esos entes son contingentes, como acabamos de ver por el razonamiento anterior.

8) Luego, por 1), se confirma que el Universo es contingente.


Otro más:


1) “Extenso” es lo que tiene “partes fuera de las partes”, y por tanto, siempre se puede dividir en partes extensas menores. (Definición de “extenso”).

2) Por tanto, todo lo extenso tiene mitad (por 1)).

3) Las partículas “elementales” ¿son extensas o inextensas? - Ni una cosa ni la otra o ambas a la vez, depende. (Rummy)

4) ¿A la vez extensas e inextensas? Eso va contra el principio de no contradicción.

5) Si son extensas ¿no tienen “mitad”? - Dígamelo usted ¿tiene mitad un electrón? (Rummy)

6) Si algo es extenso, tiene mitad, por 2).

7) Si algo es extenso y tiene mitad, es en sí mismo divisible.

8) Si algo es en sí mismo divisible, no es un elemento último.

9) Por tanto, si los electrones no tienen mitad, son inextensos. (por 2).

10) ¿Se puede componer lo extenso con lo inextenso? No, como no se puede obtener un 1 sumando ceros.


Para terminar:


1) ¿Alcanza con que no haya nada, para que haya algo?

2) Si no alcanza, sino que hace falta, por ejemplo, X: ¿puede ser que dado X, la cosa en cuestión pueda tanto existir como no existir?

3) Si puede ser ¿X hace alguna diferencia entre el caso en que la cosa existe, y el caso en que la cosa no existe?

4) Si en esa hipótesis X no hace ninguna diferencia entre ambos casos, ¿no es el mismo el caso en que se da X que el caso en que no hay nada?

5) Y si esto es así ¿no es necesario, por todo lo anterior, que dado X la cosa necesariamente se dé?

6) Y si esto es así ¿no es X razón suficiente de la cosa en cuestión?

7) Y en ese caso, ¿no es cierto que para que haya algo, tiene que haber una razón suficiente?


Saludos cordiales
06/10/11 6:39 PM
  
aprendiz
Néstor.

Recién leo su última respuesta a Rummy.

No sé que vaya a contestar el señor Rummy o si contestará,(¿cómo contestar algo sin estar suponiendo en el mismo acto de responder la veracidad de los principios expuestos por usted?) sólo se que principiantes como yo le agradecemos mucho su esfuerzo pedagógico, fruto seguramente de años de docencia.
06/10/11 7:05 PM
  
aprendiz
Néstor:

una pregunta. En una respuesta anterior señalaba usted que según Aristóteles el artista humano propiamente no crea esencias:

"En el caso de un artesano, no produce naturalezas o esencias, propiamente hablando, porque ya Aristóteles vio que los entes artificiales no tienen naturaleza o esencia, pues son agregados accidentales de entes naturales que esos sí tienen esencia. Pero el agregado accidental que es una mesa, por ejemplo, sí tiene acto de ser, y sólo puede recibirlo directamente de Dios, mientras que su “configuración accidental” (no su esencia, que no tiene) la recibe de Dios mediante el carpintero."

¿es necesario un nuevo acto de ser también dado por Dios para constituir la mesa? ¿no se soporta la mesa en el acto de ser de la madera sin más? ¿cuando tomo barro y hago una campana por ejemplo, esa campana requiere un acto de ser añadido al acto de ser de la arena y el agua que forman el barro?

gracias.
06/10/11 7:17 PM
  
Néstor
Estimado "aprendiz":

Me parece que tiene Ud. razón. Si en los entes artificiales no hay esencia, fuera de las de sus componentes naturales, obviamente, entonces parece que no puede haber tampoco acto de ser del ente articial como tal, sino sólo los actos de ser de sus componentes naturales, porque el acto de ser es acto de la esencia, justamente.

Además, las relaciones que constituyen al ente artificial como tal son accidentes, y los accidentes no tienen acto de ser propìo, sino que existen gracias al acto de ser de la sustancia, que en este caso, serían todas las sustancias naturales.

Las nuevas relaciones que crea el artista humano son artificiales pero se apoyan en los elementos naturales del artefacto, que consiste justamente en la reordenación, por así decir, de esos elementos naturales.

Así que es posible que ahí me haya dejado llevar irreflexivamente por el espíritu de simetría (peligrosísimo en Filosofía).

El asunto es cómo pensar entonces la creación por parte de Dios del ente artificial, porque ciertamente que fuera de Dios, todo es creado por Dios, y todo ente finito es tal por su participación en el ser del Ser Subsistente.

La respuesta puede ir por el lado de que alcanza con la conservación en el ser por parte de Dios tanto del fabricante, como de su acción de fabricar, como de la materia con que se hace el artefacto, como de los componentes del artefacto ya hecho y de las relaciones entre ellos. Dios es además Primer Motor de todos los movimientos y procesos causales que llevaron al “fieri” del artefacto, a que éste pasase de no ser a ser.

Con todo me gustaria investigar más sobre el tema.

Muchas gracias y saludos cordiales
06/10/11 7:46 PM
  
william
sinceramente no entiendo este texto y me da dolor de cabeza leerlo, no porque sea menos inteligente que el que lo escribiera (que puede ser)sino porque en realidad no dice nada útil para el conocimiento y solo se dedica a dar vueltas y vueltas a ideas sin ningún sentido para impresionar al lector. la filosofía ya no sirve para explicar la realidad, las ciencias la han superado ampliamente ya que no se quedan en pensar ideas, sino en demostrarla con hechos.la lógica verdadera es la que emana de las matemáticas y para las ciencias los dogmas de las religiones son falsos ya que no cuentan con ninguna prueba fiable, además de ser absolutamente fantasiosos.

-------------------------

No se preocupe, no todo el mundo tiene porqué entender todo. Gracias por participar.

Saludos cordiales.
06/10/11 8:49 PM
  
Rummy
Hola Néstor, con su permiso comentaré algunas de sus respuestas.

"1) Todo ente, o puede no existir, o no puede no existir. (Principio de tercero excluido) "

La afirmación es arbitraria. Sigue usted con lo mismo, su razonamiento sólo tiene sentido a nivel formal, como concepto aplicado a un ente que imagina. Cuando un ente es, existe, no tiene razón de ser el plantearse que pudiera no haber sido. La cuestión es que es y no hay lugar para ucronías sobre que podría no haber sido, salvo como divertimento de la mente.

"2) En el primer caso, es contingente, en el segundo, es necesario. (Definición de los términos “contingente” y “necesario”)"

Continúa usted con las peticiones de principio, si no ha demostrado el punto 1), ¿por qué mantiene su argumentación como si lo hubiera hecho ?.

"3) Todo ente, por tanto, o es necesario, o es contingente (por 1) y 2))."

Idem que el anterior. Todo ente, si es, existe y no hay posibilidad alguna de que no hubiera sido, fuera de nuestra imaginación,ya que es. De nuevo jugamos a las ucronías.

"4) Si un ente, por tanto, no es necesario, es contingente, y viceversa (por 3)). "

Idem de idem.

"5) Si un ente deja de existir, a partir de ese momento es verdadero el juicio que dice: “X (el ente en cuestión) no existe”. En efecto, si ese juicio fuese falso, el ente en cuestión seguiría existiendo."

Sí, esa obviedad es cierta.

"6) Si un ente no puede no existir, no puede nunca ser verdadero el juicio “X (ese ente) no existe”. Porque en efecto, ese juicio desarrollado sería “El ente que no puede no existir, no existe”, que equivale a “Lo imposible se da”, lo cual a su vez equivale a “Lo imposible es posible”, lo cual es contradictorio"

Otra obviedad, pero sí, sería cierto. Veremos a donde quiere llegar usted.

7), 8) y 9) son juegos de palabras y obviedades.

"10) Por tanto, todo ente que puede dejar de existir es contingente (por 4))"

No, por 5), todo ente que deja de existir, deja de existir y a partir de ese momento no existe. Lo que no tiene nada que ver con que hubiera podido no existir nunca que es algo que se saca usted de la manga.

"11) ¿Las estrellas pueden comenzar a existir y dejar de existir, o no? - Sí, pero ya le he contestado que es irrelevante para la cuestión de la contingencia.
Lo mismo dice para las Galaxias y para el Universo. (Rummy)"

Y como le acabo de decir, eso no implica en modo alguno que pudieran no haber existido, por tanto el que hayan empezado a existir y en un momento dejen de hacerlo nos muestra una evidencia, no una conjetura gratuita como es que podrían no haber existido.

"12) Por tanto, las estrellas, las Galaxias y el Universo actualmente existentes, son contingentes. Q.E.D."

Supongo que con lo de Q.E.D. quiere hacer usted hacer referencia a la Electrodinámica Cuántica ( Q.E.D. por sus siglas en inglés ), ya que la otra posibilidad que ha demostrado lo que pretendía, no se ha producido.

"4) Por tanto, para Rummy el Universo no es un conjunto de entes, sino un solo ente. "

Si hombre y un conjunto de manzanas es una supermanzana !!!

"4) ¿A la vez extensas e inextensas? Eso va contra el principio de no contradicción. "

Pues peor para el principio de contradicción. Trate de explicar con él el experimento de la doble rendija.

"6) Si algo es extenso, tiene mitad, por 2). "

Pues le invito de nuevo a que me diga cúal o qué es la mitad de un electrón o de un fotón.

9) y 10), no quiero ofenderle Néstor, pero le haría bien apearse un rato de la metafísica y actualizar sus conocimientos de Física. Supongo que ignorará mi consejo, no sabe usted lo que se pierde.

"1) ¿Alcanza con que no haya nada, para que haya algo? "

La cuestión es que hay algo y la nada ni está, ni se la espera, ni consta que haya estado en algún momento. De nuevo traslada lo que puede imaginar a lo que es la realidad, como si fueran intercambiables.

"7) Y en ese caso, ¿no es cierto que para que haya algo, tiene que haber una razón suficiente?"

¿Y por qué tiene que haber una razón suficiente, menos aún una razón suficiente externa, si lo único que queda claro y demostrado es que hay algo, miremos donde miremos?, ¿aún no ha entendido que la posibilidad algo vs nada sólo está en su cabeza?.

Para terminar, le propongo un experimento.
Ya que aprecia usted la contingencia en todos los entes materiales, intente hacer la prueba de comprar un billete de lotería, no se preocupe si no resulta premiado, la contingencia nos dice que podría haberlo sido, así que vaya a que se lo pagen. O incluso podría ahorrarse la compra del billete y darle una vuelta más a la contingencia y dado que podría haberlo comprado, etc, etc, etc. Al fin y al cabo para usted la contingencia, lo que pudo ser pero no fue, es tanto o más fuerte que la realidad. Pruebe a ver que tal le va, y si funciona no se olvide de comentarlo aquí :-)

Un saludo.


06/10/11 11:53 PM
  
aprendiz
presento excusas, he puesto el anterior comentario en el post equivocado, pertenece al siguiente.

------------------

De acuerdo. Saludos cordiales.
07/10/11 4:51 AM
  
Néstor
Rummy:

¿Cómo debatir con alguien que rechaza los principios de no contradicción y de tercero excluido?

Ciertamente, el que así procede se coloca en una posición inexpugnable. Un poco como aquel que cansado de que le doliera la cabeza se la cortó y se volvió inmune al sufrimiento.

Los que sí aceptamos la validez de tales principios, los que, por ejemplo, antes de llegar a la parada del ómnibus ya sabemos que el vehículo de transporte colectivo o está o no está en ese lugar, o pasa en hora o no pasa en hora, o tiene asientos libres o no los tiene, aún sin haber verificado nada del caso, no podemos decirle nada a Ud.

Los que no sabemos qué hacer si nos dicen que nuestro sueldo está listo para ser cobrado y no lo está, o que Bin Laden murió y que no murió, o que no está ni muerto ni no muerto, y en esos casos suponemos que ha habido un error o en lo que nos quisieron decir, o en la forma en que nos lo dijeron, o en lo que oímos nosotros, o en lo que entendimos, sólo podemos contemplarlo a Ud. en silencio admirativo.

Está fuera de nuestro alcance.

Pero comprenderá Ud. que el asunto es de ida y vuelta. El que niega el principio de no contradicción y tercero excluido se pone fuera de la comunidad de los seres racionales, y si no puede ser alcanzado por ellos, como decía Aristóteles: “el que yerra sobre los fundamentos, es impersuasible”, es porque tampoco nada de lo que él diga tiene para los otros significado alguno.

Según sus principios (esa expresión ya es un contrasentido, en su caso) no podemos asegurar, cuando Ud. dice que “sí”, que eso no significa “no”, o que cuando afirma algo, en realidad no lo está negando. Para tener todas esas seguridades, hace falta el principio de no contradicción, que Ud. acaba de rechazar.

No sabemos si el experimento de los dos agujeros que Ud. menciona no tiene por eso mismo tres o cuatro agujeros, al mismo tiempo que ninguno. No sabemos si su experimento es un experimento o no lo es, o ambas cosas a la vez que ninguna. No podemos asegurar que en su Universo de Ud. una cosa necesariamente deba tener dos agujeros, o no tenerlos. ¿Por qué? ¿Por qué no ni dos ni no dos, sino ambas cosas a la vez, al mismo tiempo que ninguna de ellas?

Lo más gracioso de todo es que quiera fundamentar (¿porqué, para qué, cómo?) su negación de los primeros principios en la ciencia física. ¿Cuál ciencia física? ¿Cuál ciencia, en general, si una cosa puede ser y no ser al mismo tiempo y en el mismo sentido, y si hay otra alternativa distinta de ser o no ser algo?

¿Cuál verificación empírica, si una vez negado el principio de no contradicción, lo único que hay que hacer es esperar a que la verificación empírica sea todo un éxito, para poder sostener exactamente lo contrario de lo que se acaba de verificar, a la vez que defendemos ese resultado empírico a capa y espada?

¿Qué sentido tiene que venga ahora con distinciones acerca de lo que es formal o no lo es, lo que es real o no lo es, lo que es científico o no lo es? ¿No ve que todas esas distinciones suponen el principio de no contradicción, que según Ud. ha sido desbancado por la Física?

¿No ve que sin el principio de no contradicción no hay inconveniente en decir que “formal” significa “real”, y que “científico” es igual a “no científico”, y que “verificado” puede muy bien ser lo mismo que “inventado” o “visto en sueños”?

No nos queda más que augurarle buen éxito, o no, en su camino, que seguramente no lo es, a la vez que sí. En fin. O no. O ambas cosas.

No se moleste más en intentar la imposible comunicación con los que negamos su negación de los primeros principios evidentes. Para facilitarle la coherencia en ese noble empeño, le aviso que borraré en lo futuro todos sus mensajes.

Saludos cordiales
07/10/11 4:51 AM
  
jorge
Estimado Nestor

No existe contradicción en que la serie de contingencias sean infinita y que el Universo tenga un comienzo.

Las series convergentes de infinitos términos no hacen ver que un número u objeto determinado, limitado, está conformado actualmente por una serie infinita de términos, sin el temor de indeterminación.

Los números transfinitos de Cantor, hasta ahora poco comprendidos (o intencionalmente desatendidos) por la comunidad que se hace llamar científica, son ejemplos de determinación de conjuntos infinitos.

Tal vez este ejemplo pueda ayudar, espero:

Trace un circunferencia y una recta tangente cualquiera. Ahora, trace un radio paralelo a la tangente. Luego, gire el radio y prolongue su dimensión de tal forma que el punto de intersección del radio y la circunferencia quede entre el centro y el punto de intersección con la recta tangente.

Al girar el radio 180°, observará una cosa interesante, que cada punto del arco de la circunferencia tocado por el radio, tendrá una correspondencia biunívoca con cada punto de la recta tangente.

Ahora, tiene una media circunferencia, que es limitada y acotada, cuyas partes guardan perfecta correspondencia con cada punto de la recta infinita.

De este modo, tenemos un Universo limitado, que tiene un origen, tal y como lo manifiesta la media circunferencia. A su vez, cada parte del Universo, es decir cada punto de la media circunferencia, puede ser ordenado en una serie infinita, en este caso la recta.

De este modo, no resulta contradictorio que el Universo sea un compuesto complejo de series infinitas,y que haya tenido un comienzo.

Muchos saludos
07/10/11 7:12 AM
  
Rummy
Lo dicho: "el que yerra sobre los fundamentos es impersuasible". Aquí sostenemos el dogmatismo del principio de no contradicción. En fin.

Saludos cordiales.
Néstor
07/10/11 7:47 AM
  
Néstor
Estimado Jorge:

Obviamente, si suponemos que el pasado consiste en un infinito actual de momentos sucesivos, en el sentido de que cada momento actual está su vez dividido en infinidad de momentos actuales, y así infinitamente, entonces podemos a la vez afirmar que la serie de causas contingentes es infinita, y que el mundo tiene un comienzo.

El problema es que el pasado no consta de una sucesión actual de momentos, ni finita, ni infinita.

El pasado no es actual, ni el futuro tampoco. Lo único que es actual, es el presente, ese instante fugaz por el que el futuro corre a despeñarse en el pasado. Me parece que me voy a presentar en algún certamen literario :).

Más allá, entonces, de que el infinito actual sea posible o no, que no lo es, el asunto es que la serie temporal ciertamente que no es actual, y que por tanto, tampoco puede ser un infinito actual.

Saludos cordiales
07/10/11 3:08 PM

Dejar un comentario



No se aceptan los comentarios ajenos al tema, sin sentido, repetidos o que contengan publicidad o spam. Tampoco comentarios insultantes, blasfemos o que inciten a la violencia, discriminación o a cualesquiera otros actos contrarios a la legislación española, así como aquéllos que contengan ataques o insultos a los otros comentaristas, a los bloggers o al Director.

Los comentarios no reflejan la opinión de InfoCatólica, sino la de los comentaristas. InfoCatólica se reserva el derecho a eliminar los comentarios que considere que no se ajusten a estas normas.