126 - CONFERENCIA DE LAS AMÉRICAS PARA LA CARTA DE LA TIERRA

CONFERENCIA DE LAS AMÉRICAS PARA LA CARTA DE LA TIERRA

Mato Grosso, Brasil, 30-11-98 al 3-12-98

Fuentes propias.

Por Salvador Arguedas

Convocada por el Consejo de la Tierra y la Cruz Verde Internacional se llevará a cabo esta semana, en Mato Grosso la Cumbre de las Américas para la redacción final de la Carta de la Tierra. Noticias Globales dedicará dos ediciones (126 y 127), para dar a conocer parte de la información oficial del Comité Nacional de la Carta de la Tierra de la República Argentina. Esta información se complementa con la aparecida en Noticias Globales 123 y sus referencias.

"Reseña de lo actuado por el Comité Nacional de la Carta de la Tierra de la República Argentina

El Comité funcionó como un núcleo abierto de amplia participación multisectorial, con proyección nacional y amplió la convocatoria en forma extensa y abierta a personalidades, sectores, grupos e instituciones representativas de todo el espectro de la sociedad.

En ese momento se fijó como tarea prioritaria el concertar, a través de un proceso de consultas en los diversos sectores, la posición de la Argentina en el proceso preparatorio de discusión y aprobación del borrador final de la Carta de la Tierra, a través de la generación de una Síntesis Nacional para ser presentada en la Conferencia de las Américas en Mato Grosso, Brasil, contribuyendo así a la redacción del texto final de la Carta de la Tierra.

Otro objetivo importante que se fijó en ese momento fue el de contribuir firmemente a la formación e instalación de un Consejo Nacional de Desarrollo Sostenible (que dé cumplimiento a lo establecido como resultado de la Cumbre de la Tierra, ECO 92).

El Comité se reunió con regularidad hasta el día 3 de agosto, fecha en que se efectuó la presentación a nivel nacional del proyecto de Carta de la Tierra con la presencia de importantes personalidades, entre las que se contaron la cantante Mercedes Sosa, y la Secretaria de Recursos Naturales y Desarrollo Sustentable, Ing. María Julia Alsogaray. En esa oportunidad, fueron leídas reflexiones especialmente preparadas para el evento por el escritor Ernesto Sábato, quien es uno de los máximos referentes éticos de nuestra sociedad.

En ese acto, se propuso a los distintos sectores la tarea de elaboración del Borrador de referencia que finalmente ha dado lugar a la síntesis de nuestro país que tenemos el honor de acompañar a la presente.

Las experiencias que hemos transitado desde que mantuviéramos la primera reunión en el mes de diciembre de 1997 nos han brindado la posibilidad de compartir en este fraternal escenario de Latinoamérica un espacio que sin lugar a dudas sentará las bases de una acción profunda y comprometida en torno al impulso del proyecto de Carta de la Tierra junto al que laten en su fibra mas íntima nuestros corazones.

BORRADOR DE REFERENCIA DE LA CARTA DE LA TIERRA

Propuesta de Argentina, versión corregida al 15/11/98

La Tierra es nuestro hogar y el hogar de todos los seres vivos. La Tierra misma está viva. Somos una comunidad de vida interdependiente con una magnificente diversidad de formas y culturas. Nos sentimos humildes ante la belleza de la Tierra y compartimos una reverencia por la vida y las fuentes de nuestro ser. Agradecemos por la herencia que hemos recibido de las generaciones pasadas, a la vez que abrazamos y asumimos nuestras responsabilidades para con las generaciones presentes y futuras.

La comunidad terrestre se encuentra en un momento crucial. La biosfera está gobernada por leyes que ignoramos a nuestro propio riesgo. Los seres humanos alteramos radicalmente el ambiente y los procesos naturales. La falta de visión y prudencia en nuestro accionar y la mala utilización del conocimiento y del poder agreden el tejido de la vida y destruyen los fundamentos de la seguridad local y global (1).

Encontramos en nuestro mundo pobreza, ignorancia, sufrimiento y violencia de todo tipo. Es imprescindible un cambio fundamental.

La disyuntiva ineludible está frente a nosotros: cuidar de la Tierra o ser partícipes de la destrucción tanto nuestra como de la diversidad de la vida. Debemos reinventar una civilización industrial y tecnológica hallando nuevos caminos para equilibrar al individuo y a la comunidad, al tener y al ser, a la diversidad y a la unidad, al corto y al largo plazo, al uso y al cuidado. ç

Somos una única humanidad y una sola familia terrena con un destino compartido. Los desafíos frente a nosotros requieren un cambio de paradigma (2) a través de una ética compasiva y actuante. Deben forjarse asociaciones con nuevas formas y contenidos y promoverse la cooperación en el ámbito local, regional, bioregional, nacional e internacional.. Solidarios unos con los otros y respecto de la comunidad de la vida, nosotros, los pueblos del mundo, nos comprometemos para la acción guiados por los siguientes principios entre sí relacionados:

1. Respetar la Tierra y la Vida. La Tierra, cada forma de vida y los seres humanos, son poseedores de un valor intrínseco y gozan de respeto independientemente del valor utilitario que merezcan para la humanidad.

2. Cuidar de la Tierra, protegiendo y restaurando la diversidad, integridad y belleza de los ecosistemas del planeta. Donde exista el riesgo de daños al ambiente, deben tomarse medidas preventivas a fin de evitarlo.

3. Vivir sosteniblemente, promoviendo y adoptando modos de consumo y producción que respeten y salvaguarden los derechos humanos y las capacidades regenerativas de la Tierra.

4. Establecer la justicia y defender el derecho de todas las personas sin exclusión a la vida, la libertad y la seguridad, en un ambiente adecuado para la salud humana y el bienestar espiritual.

Todos los seres humanos tenemos derecho a contar con agua potable, aire puro, suelo y espacio vital libre de todo tipo de contaminaciones, acceso a la energía, salud, educación y seguridad alimentaria.

5. Compartir equitativamente los beneficios de la utilización de los recursos naturales, del desarrollo científico, tecnológico, productivo y de la protección ambiental entre las naciones, y entre ricos y pobres, hombres y mujeres, y generaciones presentes y futuras, internalizando todos los costos ambientales, sociales y económicos.

6. Promover el desarrollo social, los sistemas económicos aptos para crear y mantener medios sostenibles de subsistencia, erradicar la desocupación y la pobreza y fortalecer las comunidades locales.

7. Trasladar el Amor a la acción para erradicar la violencia en todas sus formas, reconociendo que la paz es la integridad creada por relaciones armoniosas y equilibradas con uno mismo, con el prójimo, con otras formas de vida y con la Tierra.

8. Fortalecer y garantizar los procesos democráticos que otorgan poder a la ciudadanía para que participen efectivamente en la toma de decisiones y aseguren la transparencia y una actitud responsable en el gobierno y administración de todos los sectores de la sociedad.

9. Reconocer que los pueblos indígenas y tribales tienen un papel vital en el cuidado y protección de la Madre Tierra. Asegurar la autonomía efectiva de las comunidades aborígenes. Ellos tienen derecho a salvaguardar y/o recuperar su espiritualidad, cultura, conocimientos, tierras, territorios y recursos.

10. Reconocer que la igualdad de género es un requisito previo e indispensable para el desarrollo sustentable.

11. Asegurar el derecho a la salud sexual y de reproducción, sin distinción alguna.

12. Educar, crear conciencia y promover la participación de la juventud, que también es responsable del cambio hacia la sostenibilidad local, bioregional y global.

13. Realizar avances y poner en práctica el conocimiento tanto científico como proveniente de otras fuentes, las tecnologías que promueven la existencia sostenible y protegen el medio ambiente.

14. Asegurar a todas las personas el goce de oportunidades durante toda su existencia para adquirir los conocimientos, valores y habilidades prácticas necesarias para edificar comunidades sostenibles.

15. Dispensar a todas las criaturas un tratamiento compasivo protegiéndolas de toda crueldad humana.

16. Proteger y restaurar lugares de destacada significación ecológica, cultural, estética, espiritual y científica.

17. Cultivar y conducirse con responsabilidad compartida respecto del bienestar de la Comunidad de la Tierra. Toda persona, institución y gobierno es responsable por la concreción de los objetivos de justicia indivisible para todos, la sostenibilidad, la paz mundial y el respeto y cuidado por toda la comunidad de la vida.

18. Valorar, respetar y aprovechar la sabiduría de las personas mayores.

19. Revalorizar el rol que las prácticas no-científicas, ancestrales, tienen para el Desarrollo Sustentable. (Sugerencia general: Separar, agrupando, lo que son ideas o principios de

las acciones.)

Abrazando y asumiendo los valores de esta Carta, podemos crecer en una familia de culturas que permita desarrollar todas las potencialidades del ser humano en armonía con las otras comunidades de la Tierra. Debemos preservar una fe inquebrantable en las posibilidades del espíritu humano y un profundo sentimiento de pertenencia al Universo. Nuestras mejores acciones incorporarán la integración del saber con la compasión y la solidaridad.

Toda persona, institución y gobierno es responsable por la concreción de los objetivos de justicia indivisible para todos, la sustentabilidad, la paz mundial, así como el respeto y cuidado por toda la comunidad de la vida.

A fin de desarrollar e implementar los principios de esta Carta, las naciones del mundo deberán adoptar como paso inicial una convención internacional que brinde un marco legal integrado para las legislaciones y políticas actuales y futuras en materia de medio ambiente y desarrollo sostenible

ACLARACIONES:

(1): Acerca de agregar en el preámbulo una mejor y más precisa descripción de la situación de riesgos para la vida actuales y futuros, esto podría estar muy abreviado en una frase (pero definitoria, clara y terminante) en el preámbulo, acompañando la Carta con un anexo ampliatorio de éste y otros puntos que se considere de interés.

La cuestión central que hemos analizado es que, una vez definida la Carta de la Tierra a nivel internacional y/o regional (momento al que nos vamos aproximando), y ya entrando en la fase más profunda del trabajo con ella (no nos referimos a su aprobación en el 2002 por las Naciones Unidas), entendemos que se ingresa en una etapa que es la más seria, comprometida, difícil y definitoria. Cual es el de transformar la Carta en un instrumento "vivo", de acción; y la "toma de conciencia" y su necesaria consecuencia que es el "cambio de paradigma". Una acción que necesariamente debe incluir, pero ir mucho más allá de, las preocupaciones inmediatas por el "medio ambiente", evitando en lo posible el "ambientalismo superficial".

Para que el cambio de paradigma tenga lugar, es necesario transitar el camino del Amor.

Y esto no es idealista ni declaratorio, en definitiva se requiere una actitud decididamente amorosa para que podamos, para que cada uno pueda, avanzar en este cambio de paradigma. Y este objetivo, tantas veces declamado y masivamente aceptado en lo declarativo por todas las sociedades, sabemos que no es nada sencillo de implementar.

Hay un hecho cierto: las personas no queremos cambiar. Y mucho menos revisarnos internamente, autoconocernos. Es un proceso muy doloroso y que necesariamente se enfrenta a muchas pautas y condicionamientos vigentes con fuerte arraigo en la sociedad. Entonces es un objetivo altamente dificultoso. Y no se lo va a poder implementar por el sólo hecho de proponerlo.

En nuestra opinión la carta, para ser realmente "internalizada", para que se produzca una real "toma de conciencia", debe estar necesaria e imprescindiblemente ligada a un proceso interno de revisión, cambio y apertura hacia el amor, hacia formas más sutiles de conexión y sentimientos. Pero ello, insistimos, es muy difícil. Es muy difícil avanzar hacia un cambio de paradigma. Salvo que la persona tenga la excepcional condición de búsqueda interna, sólo un disparador muy especial puede sacudirla lo suficiente como para disponerla para la revisión y el cambio.

¿Cuál puede ser ese disparador? ¿cómo ayudar a la gente a que se "anime" o decida a profundizar en su ser y transite el camino de apertura del corazón, despertando de su letargo?

En este sentido hay una experiencia interesante a tener en cuenta. Es la que transita el enfermo denominado "terminal", denominación que, como sabemos, se le da a aquellas personas cuyo diagnóstico médico (y científico) es que le queda un período limitado de vida. Así es que, dado el caso, se le informa (con fundamentos científicos) que le quedan, quizás, un año, dos, o "n" cantidad de tiempo de vida, pero no más. Salvo un milagro.

¿Y qué ocurre, salvo excepciones, con la gente que se enfrenta a semejante diagnóstico? lo que ocurre es que comienzan a revisar. Comienzan a revisar como han como han vivido y como viven. Revisan que han hecho de su vida. Y habitualmente la conclusión es que no han hecho lo suficiente, y principalmente que lo que han hecho no se lo pueden llevar. Entonces otros valores comienzan a manifestarse. Y allí, solo allí, es donde aparece el disparador. Allí toman fuerza y coraje para encarar el camino evolutivo… y se animan, y lo desean. y generalmente lo logran y, a veces… se salvan.

¿Cómo se vincula esto con la Carta de la Tierra?

Nosotros consideramos que si queremos realmente que en la sociedad se produzca un cambio de paradigma, que lo declarativo se transforme en acción y que la carta sea realmente viva, es necesario encontrar un disparador real que, manejado con prudencia, respeto y compasión, sacuda a la gente y la predisponga para la revisión y el cambio obligándola de alguna manera a superar la cotidianeidad, los prejuicios, los miedos y su identificación con el viejo y vigente paradigma. Y consideramos que éste podría ser, debería ser, el disparador.

Concretamente: ¿cuál es, entonces, el enfermo terminal? pues nada menos que la humanidad.

Porque su hábitat, su madre tierra, ha agotado ya su capacidad de absorber más agresiones. Y hay que hacérselo saber, de otra manera no podremos avanzar.

Consideramos que debemos ser claros y precisos con la gente y decirles: señores, la humanidad es un "enfermo terminal". Tal como va le quedan 30, 40, o "n" cantidad de años de supervivencia. En una palabra provocar el "shock" necesario para, sin lastimar ni crear pánicos, predisponer y fortalecer a la gente para ese cambio y revisión internos sin el cual el cambio de paradigma es imposible que se produzca.

¿Cómo informarlo?

En nuestra opinión, este hecho sería conveniente que esté debidamente clarificado con una mención puntual en el "preámbulo de la carta de la tierra", y luego detallado con más profundidad y acompañado de los fundamentos científicos necesarios en un escrito que brinde comentarios acerca del preámbulo y de los principios de la carta en la forma de un anexo.

Para finalizar:

En ocasión de la presentación del proyecto que hicimos el 3 de agosto en la Argentina, tuvimos la oportunidad de escuchar la palabra de la Ing. María Julia Alsogaray, Secretario de Recursos Naturales y Desarrollo Sustentable. Al comenzar su alocución, un grupo de personas, entre las que se contaban varios aborígenes, se retiró airadamente del lugar, demostrando la intolerancia que caracteriza el viejo paradigma y que incluso afecta a los mismísimos sectores indígenas.

Ante tal actitud, la Sra. Mercedes Sosa tuvo una oportuna intervención, que tiene que ver justamente con lo que comentamos y dijo: "señores, esto no es sencillo, estamos en peligro, hay que cambiar actitudes." Intentó justamente alertar del peligro a la audiencia. Intentó sacudirlos. Sin embargo y posteriormente el periodismo, que cubrió ampliamente la reunión, puso mucho más énfasis en el hecho sensacionalista del retiro de las personas que en el contenido de la propuesta. Demostrando así que no la comprenden, que no tienen conciencia al respecto y que, incluso, las palabras de Mercedes no fueron en ese momento debidamente escuchadas e interpretadas. Con esto queremos graficar el grado de inconsciencia en que se mueve nuestra sociedad, inmersa profundamente aún en los conceptos del ya viejo paradigma.

Un ejemplo posible para el anexo ampliatorio:

Estudios científicos han comprobado que de mantenerse la situación actual para el año 2050 el nivel medio del mar aumente de 15 a 95 cm, causando inundaciones y otros daños en el 50% de la superficie habitada del planeta, acelerándose la extinción de especies concretas.

La sociedad humana estará sometida a nuevos riesgos y presiones. Algunas regiones experimentarán escasez de alimentos y fenómenos de hambre. Los recursos hídricos se verán afectados en todo el mundo. Las infraestructuras físicas sufrirán daños, particularmente por el aumento del nivel del mar y los episodios meteorológicos extremos. Las actividades económicas, los asentamientos humanos y la salud humana experimentarán serios efectos directos e indirectos.

(2): Cambio de Paradigma: Se entiende como paradigma un enfoque o marco de pensamiento. Es una determinada perspectiva y criterio para comprender la realidad que nos rodea.

En este caso al hablar de "cambio de paradigma" nos referimos a encarar, de nuevas formas y bajo nuevas pautas conceptuales nuestra vida cotidiana. El cambio de paradigma implica una nueva visión del mundo, que pasa así de una concepción mecanicista y estructurada de la vida a una visión holística y ecológica considerando el mundo como un todo interrelacionado, desde el punto de vista de las relaciones e integraciones y no desde la separatividad.

(3): Se hace referencia a la posibilidad de que la sociedad toda tenga libre acceso a formas de energía no contaminantes, que en la Argentina tienen un gran potencial de desarrollo, como base para la transformación económica, ecológica y social". FIN