InfoCatólica / Que no te la cuenten / Archivos para: Noviembre 2017

18.11.17

El Holodomor de los ucranianos (3-3)

Los negacionistas del Holodomor lo tienen fácil porque no hay registros, ni fotos, ni documento alguno. Los soviéticos se ocuparon de borrar el rastro de tal manera que los historiadores actuales tienen que hacer cálculos a base de las estadísticas de años anteriores y posteriores al suceso, de ahí que las cifras bailen entre cuatro o seis millones de personas. Tampoco la desclasificación de la documentación después de la Caída de la URSS ha arrojado mucha más luz porque si Krushev -que fue uno de los enviados a Ucrania para sustituir a las depuestas autoridades- dice que no los contaron es que no lo hicieron, lo que podría tener relación con el famoso censo de 1937, que costó la vida a los integrantes del Instituto de Estadísticas, porque no salían las cuentas al gusto del Politburó. No lo pusieron fácil para que se supiera la verdad y es asombroso como desparecen millones de personas de un censo sin que nadie las eche en falta.

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16.11.17

"Ars imitatur naturam": sobre un cuadro de Da Vinci

Esta cárcel y estos hierros, en que el alma está metida son a veces duros y crueles. Y no sólo por razón del cuerpo -con perdón del platonismo teresiano- sino también por la misma realidad que cruelmente se nos impone.

Sin embargo, “sicut docet Philosophus, ars imitatur naturam“, decía Santo Tomás: “el arte imita la naturaleza", es decir, la esencia de las cosas. Y cuando esa esencia es bien significada, nos transporta, nos eleva, nos deja boquiabiertos; es esto lo que pasa con la música, la poesía, la pintura…

Y por más laberintos, retruécanos y emblemas, la realidad significada se nos topará, aunque a veces juegue a las escondidas.

Algo así deben haber sentido estas personas al contemplar el Salvator mundi de Leonardo que ahora se está subastando en Nueva York.

Vean nomás los rostros y piensen cómo será contemplarlo cara a cara.

Que no te la cuenten…

P. Javier Olivera Ravasi

15.11.17

El Holodomor de los ucranianos (2-3)

Una vez hecho el cambio semántico pertinente la palabra kulak quedó maldita en el lenguaje soviético de manera que constituyó un problema para todos aquellos que, al rellenar documentos donde era necesario hacer constar el origen social, se veían obligados a poner en el apartado “profesión de los padres” la palabra kulak. De esta manera los que sobrevivieron al Holodomor y fueron deportados, preferentemente a Siberia, se vieron en la necesidad de renegar públicamente de sus orígenes o hacer méritos extraordinarios demostrando ser más comunistas que nadie, como fue el caso de Mijail Kalashnikov, hijo de kulaks y bautizado secretamente en la fe ortodoxa a la que volvió después de la Caída de la Unión Soviética.

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13.11.17

El Holodomor de los ucranianos (1-3)

A partir de la entrada acerca del film “Cosecha amarga” que publicamos en esta bitácora hace unos días sobre el exterminio ucraniano por manos de los comunistas soviéticos, reproducimos ahora aquí, en tres entradas, el texto de una de nuestras lectoras que tuvo la deferencia de enviárnoslo para, 

Que no te la cuenten…

P. Javier Olivera Ravasi

 


El Holodomor de los ucranianos

María Jesús Echevarría

Nunca sabremos cuántos campesinos ucranianos murieron en las hambrunas de Stalin de principios del decenio de 1930. Como recordó Nikita Khrushchev más tarde “nadie llevó la cuenta”. En un escrito de mediados de los años 80, el historiador Robert Conquest nos da una tasa de mortalidad de alrededor de seis millones, un cálculo no tan incompatible con una investigación posterior (los escritores del Libro Negro del Comunismo (1999) estiman un total de cuatro millones solo en 1933).

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10.11.17

Cine recomendado: "Cosecha amarga"

Si uno analiza el cine de la segunda mitad del siglo XX, el paradigma hollywoodense es siempre el mismo: los nazis fueron los malos y los yanquis los buenos. No se discute más. El “vae victis!”, de los romanos siempre funcionó (“¡Ay de los vencidos!”).

Sin embargo, como dice Martín Fierro, “no hay tiempo que no se acabe ni tiento que no se corte”; y parece que en el cine tampoco.

Sumado a la excelente película Katyn, de la cual ya dijimos algo hace algunos años aquí, han venido saliendo algunas otras como “Hasta donde mis pies me lleven” o “My honor was loyalty” que muestran la otra cara de lo que fue el “paraíso comunista” de la URSS.

Ahora le toca el turno al caso de la católica Ucrania: Cosecha amarga un nuevo film canadiense muestra la barbarie y el silenciamiento ideológico que este pueblo devoto de su fundador, San Vladimir, debió sufrir durante el régimen marxista.

Esperemos que la verdad, poco a poco, comience a triunfar sobre los planteos simplistas del relato; porque la historia está llena de matices.

Que les aproveche y,

Que no te la cuenten…