Leído para Ud.: Una horma para el zapato darwinista. "The Edge of Evolution" de Michael Behe (2-4)

Guerra de trincheras

El análisis más robusto presentado en The Edge para encontrar el límite de la evolución –el umbral de lo que mutaciones aleatorias pueden y no pueden lograr– se basa en el parásito de la malaria (paludismo) plasmodium falciparum, que ha mutado a lo largo del tiempo para sobreponerse a varios antibióticos como la cloroquina.

A su turno, los humanos han también mutado para generar cierta resistencia a la malaria (e.g., anemia falciforme, talasemia). Pero debido al enorme tamaño de su población, su tasa de reproducción, y al conocimiento de su genoma, el mejor ejemplo para poner a prueba la teoría darwinista es la malaria.

Figura 3: El parásito de la malaria, o plasmodium falciparum, desplazándose en la célula de un mosquito. Fuente Wikimedia.

Esta lucha entre el patógeno y su anfitrión no es una carrera armamentista, sino una guerra de trincheras. Esta distinción es muy pero muy importante. Los adversarios no construyen nuevas y mejores armas sino todo lo contrario. Se trata de quemar puentes y destruir caminos para evitar el avance enemigo. No hay evolución en sentido de pasar a un estado mejor, sino en sentido de degradación.

Behe muestra detalladamente cómo todos los casos de adaptación tanto en plasmodium como en humanos se deben a la rotura de estructuras existentes, no a la creación de algo nuevo. La resistencia del plasmodium a la cloroquina se debe a una falla en una proteína de transporte que mueve el veneno hacia las vacuolas del parásito. La malaria muta y sobrevive, pero a costa de quedar disminuida respecto a su estado anterior.  

La cloroquina existe desde hace muchos años. El microbio plasmodium alcanza poblaciones enormes. Estos dos factores implican que el parásito ha tenido muchas oportunidades para evolucionar. A mayor cantidad de organismos, mayor es la cantidad de mutaciones que se pueden esperar mediante la selección natural.

Sin embargo la malaria ha generado resistencia a la cloroquina solo esporádicamente. Al parecer, surgió originariamente cuatro veces (de hecho le tomó más de una década generar la primera mutación exitosa). Eso contrasta con resistencias a otros antibióticos anti-malaria, las cuales surgieron apenas semanas luego de su primera implementación. ¿Por qué esta diferencia? La resistencia que plasmodium genera a la cloroquina involucra ciertos aminoácidos en una proteína de transporte. La clave está en que la resistencia a la cloroquina necesita no una sino dos mutaciones simultáneas en un gen[1]. Todas las otras resistencias de la malaria a previos antibióticos necesitaban sólo una mutación. Behe hizo esta inferencia en The Edge. Recientes estudios en 2014 la han confirmado[2].

Mientras tanto usando fuentes evolucionistas de población y generaciones de plasmodium Behe muestra cuál es la probabilidad de ocurrencia de una resistencia que necesita dos mutaciones para ser exitosa. Uno de cada cien trillones (1020) de parásitos tiene resistencia a la cloroquina[3]. Una persona enferma con malaria tiene aproximadamente un billón (1012) de parásitos en su cuerpo. Se estima que cada año hay mil millones (109) de personas infectadas con malaria. Esto significa que hay unos 1021  (i.e. 1012×109=1021) parásitos, y por lo tanto es de esperar que una persona infectada por año desarrolle plasmodium resistente a la cloroquina[4]. Estas estimaciones son consistentes con los observaciones reales y el monitoreo mundial de la resistencia a la cloroquina. Es muy pero muy raro que varias mutaciones aparezcan simultáneamente resultando en un efecto benéfico. El parásito de  la malaria se puede permitir tal lujo gracias a su enorme número. Criaturas más grandes carecen de tal ventaja.

La malaria es un gran ejemplo de lo que la evolución darwinista puede hacer, y más importante aún de lo que no puede hacer. Igualmente cambios en el genoma humano en respuesta a la malaria también muestran los límites en la eficacia de la mutación aleatoria.

Encontrando el umbral de la evolución

Del otro lado de la trinchera los humanos también llevan a cabo operaciones contra la malaria. Pero como la población humana es mucho más pequeña y tiene tiempos de generación mucho más largos que plasmodium nuestra capacidad de mutación es mucho más reducida. Behe calcula que el número total de humanos desde que supuestamente no separamos de los chimpancés ha sido de un billón (1012). Por supuesto que no está probado que jamás nos separamos de ningún simio, pero en aras de la discusión hagamos por ahora esta concesión. De ser así serían necesarios mil millones (109) de años para tener una chance de doble mutación simultanea necesaria para resistir un agente como la cloroquina. En otras palabras organismos como lo seres humanos tienen chances infinitesimales de obtener este tipo de doble mutaciones, y mutaciones más complejas aún se pueden considerar imposibles.

La mutación que causa la anemia falciforme –que bajo ciertas condiciones da a los humanos un grado de protección contra la malaria, pero también trae otros problemas para la circulación de los glóbulos rojos y la obstrucción de los vasos sanguíneos− ha surgido originalmente muy pocas veces en la historia humana. Esta mutación requiere un cambio específico de nucleótido, un único cambio[5].

Por otra parte la mutación que causa la talasemia –que protege contra la malaria pero también puede causar anemia terminal– es el resultado de una mutación que requiere la rotura de un gen de la hemoglobina. Hay muchas maneras de lograr esta rotura, ergo ha surgido cientos de veces en la especie humana.

Estas frecuencias de mutaciones son consistentes con las probabilidades que se pueden esperar en una población del tamaño de la especie humana. En este tipo de situaciones la evolución darwinista (i.e. mutaciones y selección natural) explica el problema bastante bien.

Dijimos que debido a una doble mutación simultánea uno de cada cien trillones (1020) de parásitos de la malaria tiene resistencia a la cloroquina. Entonces la chance de tener dos de tales dobles mutaciones es del orden una de en diez mil sextillones (1040). Este número es tan descomunal y difícil de conceptualizar en la mente humana que excede el número total de células que han existido en la tierra durante los miles de millones de años durante los cuales se supone que hubo vida. O sea que la evolución no puede lograr tal cosa mediante mutaciones al azar y selección natural. Hemos cruzado la frontera (the edge) de la evolución.

Explorando la frontera

Asumiendo el marco de tiempo evolucionista se estima que la levadura[6] experimentó una duplicación de su genoma cientos de millones de años atrás. Behe apunta que ninguna nueva complejidad ha sido adicionada posteriormente. Con una enorme población y tiempos cortísimos de generación se esperaría que las mutaciones hubieran tenido abundancia de oportunidades para crear algo nuevo, pero nada ocurrió.

Otras resistencias que el parásito de la malaria ha generado contra otros antibióticos, al igual que la resistencia que los mosquitos lograron contra el DDT, y las ratas a la warfarina tienen en común que todas se lograron rompiendo estructuras moleculares. La evolución observada en casos concretos no mejora sino que degrada.

Los casos de selección natural darwiniana de resistencia a los pesticidas modernos (DDT contra mosquitos portadores de la malaria), veneno para ratas (warfarin) y drogas contra la malaria (cloroquina) tienen en común que son relativamente recientes. El ejemplo del pez antárctico del tipo notothenioid es de importancia ya que marca los límites de las mutaciones al azar darwinianas en una escala de tiempo mucho mayor.

Figura 4: Pez antártico notothenioid. Fuente Wikimedia.

El pez antárctico notothenioid ha desarrollado un mecanismo anticongelante. Las proteínas anticongelantes actúan solo con moléculas de agua e inhiben su cristalización. Aquí sé es factible un escenario darwiniano con mutaciones y selección natural acumulados en un largo periodo de tiempo. Aun así no es el tipo de evolución que los darwinistas intentan promover en el imaginario colectivo.

Estructuras irreduciblemente complejas no se pueden construir gradualmente, pero cierto tipo de estructuras más simple sí. Las proteínas anticongelantes provienen de diferentes genes, son de diferentes longitudes, y funcionan como una acumulación de desechos genéticos que de alguna manera es adaptable. Son análogas a un dique construido con piezas de ramas, corteza y hojas. Se puede hacerlo incrementalmente y cualquier pieza ayudará al fin. Este es el tipo de evolución que puede ser obtenida mediante cambios al azar. Behe:

“Casos raros como el pez antártico acelera los pulsos darwinistas. Para observadores más escépticos sin embargo, sólo acentúan los límites de la mutación al azar más que su potencial”[7].

En lugar de apuntar a objetivos ambiciosos, la proteína anticongelante marca el límite extremo de lo que se puede esperar mediante mutaciones aleatorias en vertebrados[8].

Complejidad irreducible redux

Behe vuelve a las complejidades irreducibles, eje central de Darwin’s Black Box, describiendo los nuevos hallazgos que apilan más problemas para el darwinismo. El cilio es un ejemplo de complejidad irreducible, una estructura biológica con más de 200 diferentes proteínas componentes que no pudo haber sido construida mediante numerosos sucesivas pequeñas modificaciones. El descubrimiento del transporte intraflagelar (TIF) de proteínas necesario para el funcionamiento del cilio mediante motores llamados kinesinas que sirven para reparar el cilio. Mutaciones que rompen el TIF son inviables evolutivamente porque los cilios son necesarios para el desarrollo embriónico, y el funcionamiento del ojo y el riñón, entre otras cosas. “El TIF incrementa exponencialmente la dificultad de explicar la complejidad irreducible del cilio”[9].

Una nueva mirada al flagelo bacteriano, compuesto por más de 30 proteínas, revela que es mucho más complejo que lo inicialmente pensado. Los increíbles sistemas de control just-in-time implicados en la organización de la construcción de sus partes tienen una precisión ingenieril que nadie en su sano juicio la atribuiría a procesos aleatorios.

No hay modo que una serie de graduales modificaciones sucesivas pueda crear tal compleja maquinaria porque docenas de componentes y pasos intermedios son necesarios antes que cualquier funcionalidad sea posible. No hay ninguna serie de estados intermedios que funcionen y pudieran ser favorecidos por selección natural. La coherencia, elegancia, sofisticación y complejidad de estos sistemas celulares está “mucho más allá del límite de la evolución”[10]. Justamente es el concepto de coherencia que es repulsivo al darwinismo ya que para éste la evolución no puede tener ningún objetivo, solo selecciona lo que ayuda a sobrevivir ahora y solo ahora.

A pesar de los recientes avances de la biología molecular, de las nuevas secuencias de cientos de genomas, y de la provocación que resultó Darwin’s Black Box desde su publicación, no existe ninguna explicación darwinista para la evolución de estructuras como el cilio y mecanismos como TIF. La teoría darwinista de mutaciones al azar y selección natural es simplemente un marco inadecuado para intentar entender tales cosas.

 

CONTINUARÁ…

AVISO: los comentarios serán moderados durante las cuatro entradas por el autor de este post, Enrique de Zwart.



[1] Es un hecho observado y reconocido tanto por evolucionistas como por sus contrincantes que existe de facto una restricción de la evolución a una mutación beneficiosa al azar por vez. Si una mutación doble es beneficiosa, pero todos los pasos intermedios simples no son beneficiosos entonces no habrá evolución. Una alternativa es que la doble mutación ocurra simultáneamente. Pero la probabilidad que esto ocurra es varios órdenes de magnitud más baja que la de la mutación simple.

[2] Summers, R.L. et al. 2014. Diverse mutational pathways converge on saturable chloroquine transport via the malaria parasite’s chloroquine resistance transporter. Proceedings of the national Academy of Science of the United States of America. vol. 111 no. 17. E1759–E1767, doi: 10.1073/pnas.1322965111.

Si la proteína de la malaria PfCRT sufre dos mutaciones en lugares específicos de su cadena de aminoácidos, entonces le da a la malaria resistencia a la cloroquina.

[3] White, N. J. 2004. Antimalarial drug resistance. J. Clin. Invest. 113: 1084-92. Este es un importante dato empírico publicado en la literatura científica por que ha sido luego confirmado por otros medios. Ver aquí y acá.

[4] Behe, ibid, p. 59.

[5] Las grandes moléculas que trabajan en la célula son las proteínas y los ácidos nucleicos; ambos están formados por pequeños bloques. Los amino-ácidos son a las proteínas lo que las letras a las palabras. De igual modo los ácidos nucleícos, ADN y ARN, están formados por nucleótidos.

[6] Se denomina levadura a cualquiera de los diversos hongos microscópicos unicelulares que son capaces de descomponer mediante fermentación a diversos cuerpos orgánicos, principalmente los azúcares o hidratos de carbono, produciendo distintas sustancias.

[7] Behe, ibid, p. 81.

[8] Behe, ibid, p. 82.

[9] Behe, ibid, p. 94.

[10] Behe, ibid, p. 102.

 

14 comentarios

  
Ricardo de Argentina
O sea que la Teoría de Darwin es verdadera dentro de su ámbito específico: la Microevolución, que puede operarse por Selección (natural o dirigida) o bien por Mutaciones Aleatorias.

Pero cuando se la quiere utilizar para dar credibilidad a cuentos mágicos cargados de tendenciosidad ideológica, que configuran toda una "Arqueología Ficción", entonces deviene disparate insostenible.

Y ello aunque se vista de "ciencia", por aquéllo de que "Si la mona se viste de seda, mona se queda".
¡Nunca mejor dicho!


27/05/15 6:11 PM
  
Leonardo
Fundamentales estos artículos!!

Esta comprobación de mecanismos de destrucción y de pérdida de información es lapidaria. Suponer que a larguísimo plazo, la "selección natural" lleva un sentido contrario, o sea, logra ganar en información e incluso que la materia acceda a un plano abstracto (!!!!)... es demasiado para la materia.
27/05/15 8:08 PM
  
Franco
Otro exelente artículo. Mis felicitaciones al autor.
27/05/15 10:08 PM
  
Beatriz
Como decía Louis Pastor: poca ciencia nos aparta de Dios, mucha nos aproxima.
Todo católico bien pensante sabe que el génesis no es una crónica periodística sino un relato lleno de símbolos y siempre pensé que el "barro" con el que Dios hizo a Adán bien podría ser el mono. Me resultaba convincente que miles de años atrás existieron pre-humanos que evolucionaron del simio y que a uno de ellos Dios le dio alma racional: he ahí a Adán. Algunos Papas han mencionado que la teoría de la evolución no contradice la enseñanza de la Iglesia sobre la creación siempre que se tenga a Dios como creador y promotor de esas evoluciones. Sin embargo, después de leer en esta entrada sobre la complejidad de las mutaciones ahora lo dudo. De la casi aceptación de la evolución del chimpancé al hombre paso a la prudente espera de alguna demostración científica.
27/05/15 11:17 PM
  
Ricardo de Argentina
Beatriz, mejor te sientas...
28/05/15 2:21 AM
  
Ricardo de Argentina
Entiendo que el Darwinismo ha partido de un hecho científico comprobado como lo es la Microevolución, para asegurar la existencia de algo imaginado: la Macroevolución.
Nos viene a decir que porque las especies poseen una maravillosa capacidad de adaptación microevolutiva, por ello tenemos que aceptar que pueden trocarse en otra especie por su propia virtud. A lo que agregan que se trata de un proceso que es evolutivamente ascendente, más todo un culebrón que te venden aparentemente bien armado.

A falta de razones científicas han apelado a recursos como:
* Mucha dialéctica. Solemne dialéctica.
* Presiones políticas.
* Divulgación masiva. Hasta el hartazgo.
* Infiltración religiosa: como científicamente hacen agua por todos lados, viene el Diseño Inteligente en su ayuda afirmando que todo es posible para Dios. Pues eso: ¡ahora lo vamos a arreglar con fideísmos!
* Picardía y audacia, aplicada a todo lo anteriormente mencionado.
28/05/15 3:34 PM
  
Beatriz
Jajaja, si, mejor me siento, parece que la espera va a ser larga. Es exactamente lo que sucede con la búsqueda de otro planeta similar al nuestro :)
28/05/15 4:40 PM
  
Rexjhs
Adán y Eva existieron en verdad.

No es sólo que a algunos santos como a Ana Catalina Emmerick se les haya permitido ver su vida y sucesos, sino que Dios mismo, el Espíritu Santo, nos lo dice en la Biblia, en Romanos 5, 14, porque el autor de la Biblia, como sabemos, es el Espíritu Santo, que no miente:

"...reinó la muerte desde Adán hasta Moisés aun sobre
aquellos que no pecaron con una transgresión semejante a la de Adán, el
cual es figura del que había de venir..."
28/05/15 5:30 PM
  
Rexjhs
Está Ud. muy equivocado Antonio1. Me extraña que D. Javier no le haya corregido. Porque el análisis racionalista de la Biblia es protestante, y tiene en su base la teología materialista marxista de Bultman y Rahner, que, a base de introducir la teoría de los libros, de los mitos y de las metáforas acabaron por quitarle a fe a millones de personas en Alemania, Holanda, Dinamarca, Bélgica, Francia, Austria, e incluso España (Queiruga, Pagola y su pléyade de epígonos). Así, han llegado a pensar que Cristo no resucitó de verdad, sino que fue el deseo de los apóstoles de verlo vivo; que no hizo milagros, sino que fueron sugestiones colectivas; que María tuvo más hijo y que Cristo no era Dios sino hijo de José, etc.
Pues no oiga. San Agustín y el Catecismo nos enseñan que la primera regla de interpretación de la Biblia es la literal, y luego, cuando no sea posible, ya vienen otras. Todos los libros sapienciales y de los profetas son estrictamente históricos, como ha comprobado la arqueología. Y, aunque a Ud. le parezca mentira, también el Pentateuco, incluyendo el Génesis. Ya les gustaría a muchos que no lo fueran, pero, repito, a muchos Santos Cristo les ha permitido ver el Antiguo Testamento y fue totalmente cierto. Cuidado con sus teorías racionalistas porque puede Ud. acabar pensando que todo fue un sueño.

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PJ: Rexjhs, lea bien el final de cada post en cuanto a la moderación de estas 4 entradas; de todos modos, gracias por avisar. Le comentaré a Enrique de Zwart.

Antonio1: borré su comentario. Lo que señala Rexjhs es correcto. No corresponde responder aquí los planteos erróneos contra las Sagradas Escrituras que ud. propugna (ojo, hay cosas que dice que soy ciertas, pero al estar mezclados con el error, son aún más peligrosas). Le recomiendo que consulte el tema a algún sacerdote de su entorno, o..., mejor no. Vaya a lo seguro. En mi blog personal (quenotelacuenten.com) en la sección de "Libros recomendados", busque la Biblia de Straubinger que subí completa. Léase la introducción a cada uno de los libros de la Biblia que ud. cita en su comentario y verá qué es lo que enseña la Iglesia (que no yo o el padre Pepito) sobre el tema. Es de las pocas Biblias "católicas" que aún conozco, con comentarios 100% católicos. No la sigamos acá con el tema. Dejo la palabra y la moderación a Enrique de Z (P. Javier)
28/05/15 8:25 PM
  
jorge
Estimado Ricardo

novedad para mí que....el Darwinismo haya partido de un hecho científico comprobado como lo es la Microevolución...

Hasta donde sé Darwin habla de la evolución de las especies, y creo que toma como referencia en su hipótesis siempre organismos pluricelulares, y no unicelulares, supongo yo porque tanto la Microbiología como la tecnología del siglo XIX no le permitieron ir más allá....en su errado camino.

Ricardo, tampoco sabía que la microevolución fuera un hecho comprobado, pues de serlo, se sustentaría en alguna hipótesis evolutiva, y desconozco alguna distinta de la postulada por Darwin.

Creo que caemos en el juego de los evolucionistas, y hacemos mal.

Que haya un acrecentamiento en el grado de información de los proceso vivientes, en su desarrollo, y en su impacto en el ambiente, no significa que se deba a una evolución sustentada sobre la base de los conceptos presentados por Darwin como el de adaptación o el de la supervivencia del más fuerte...cosa bastante absurda.

Pensemos más no en la adaptabilidad de los seres vivos al medio sino al revés....y creo que los escenarios de comprensión de los procesos vivientes se multiplicarían, además de lograr explicarlos mejor.

Saludos

Jorge
29/05/15 6:47 AM
  
gringo
Si desconoce otras hipótesis evolutivas además de las darwinistas, yo le doy dos que ya están demostradas científicamente y explican la evolución de los microorganismos:
La endosimbiosis y la transferencia genética horizontal.
No hace falta que publique esto, pero al menos informe se y no quede en evidencia. Ni confunda darwinismo con evolucionismo. La evolución d especies ya está demostrada.
Ud tiene mitocondrias en sus células eucariotas, y la evolución de las células procariotas en eucariotas gracias a la endosimbiosis con bacterias, ya se demostró gracias a la científica Lynn Margulis.

--------------
La teoría de Margulis fue discutida durante la reseña de la primera obra de Behe, Darwin's Black Box. Le recomiendo releerla.
Por supuesto que la evolución de las especies NO está demostrada (si por evolución hablamos de macroevolución). No hay ninguna evidencia de ello.
No confunda hipótesis y teorías con leyes y hechos observados/comprobados.
EdZ
29/05/15 11:38 AM
  
Ricardo de Argentina
Jorge, no entiendo bien tu comentario.
Que la Microevolución está comprobada es sabidísimo, y todos los programas de mejoramiento o creación artificial de razas se basan en ese principio. Algo sé de ello porque me dedico a esos menesteres en mis ratos de neg-ocio.

No es cierto que la Microevolución se deba a la teoría evolucionista de Drawin sino al revés: Darwin se basó en el hecho comprobado de la Microevolución -al que hizo algunos aportes teóricos de su cosecha - para lanzar la idea del Salto de las Especies, o Macroevolución.
Y en eso se equivocó.
Y Behe, entre otros, lo ha demostrado.
Con muchos argumentos, siendo el más contundente el de las Complejidades Irreductibles.
29/05/15 1:09 PM
  
JORGE
Hola Ricardo

Desconozco que Darwin haya sabido de la Microevolución, hasta donde sé, no la menciona en sus obras.

Si la Microevolución está comprobada, habría que saber cuál es la hipótesis planteada, y las pruebas experimentales de la misma, diferenciándolas de cualquier correlación.

Si hay Microevolución, hay evolución, luego, bajo que mecanismo la hay, ¿la selección natural? de ser así, regresamos a Darwin...que contradicción.

Dudo de una u otra evolución sobre la base de la selección natural y adaptación del más fuerte, lo cual no es fijismo.

Creo que las especies vivientes, aunque en apariencia se adaptan, en realidad transforman el medio, y no al revés.

La Tierra no es la misma con vida que sin ella. Está siendo totalmente transformada más que los seres vivos se adapten a ella.

La mejor prueba, el ser humano. Nosotros transformamos el medio más que el medio nos transforme. Y no es casual ni azaroso que así sea. Presumo que así como la especie humana transforma el medio, así también lo hacen las especies "inferiores"…y en apariencia se adaptan.

Desconocemos mucho de las razones por las cuales hay una enorme diversidad de especies, pero dudo que lo haya debido a micro o macro evoluciones. La explosión cámbrica fue un evento único singular, discontinuo que debemos investigar con mayores detalles pues allí se explica la mayoría de los phylum que conocemos y la diversidad posterior de las especies.

Es muy gratuito además de atrevido creer que la explosión cámbrica se deba a la teoría de la evolucion.
30/05/15 5:55 AM
  
Juan Carlos Monedero
En la SUMA TEOLÓGICA, Santo Tomás de Aquino se pregunta si el primer hombre fue o no fue hecho del barro.

Ver. I, Q. 91, Artículo 1:

"El primer hombre, ¿fue o no fue hecho del barro?"

Adivinen qué contesta...
01/06/15 8:04 PM

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