Frente a los críticos de la canonización de San Juan Pablo II

Numerosas solicitudes hemos recibido para responder a las duras críticas que la Iglesia soporta estos días por la canonización del Papa Juan Pablo II. El mensaje más repetido, hasta el hastío, con clara intención de hacerlo penetrar en la mente de muchos, es que el Papa “encubrió” a sacerdotes indignos, sobre todo indignos por el crimen espantoso del abuso de menores de edad.

A los católicos que lean estas palabras debo recordarles algo: es natural que el infierno brame y escupa azufre cuando se realiza una canonización. Declarar, con la autoridad de Cristo y de los Apóstoles, que alguien está en el Cielo, no es otra cosa que declarar la derrota de Satanás. Todo el trabajo del demonio tiene un propósito: que no alcancemos nuestra meta, que es el Cielo. Cuando el Papa declara, de modo normativo y definitivo, la santidad de alguien, le está declarando en su cara al demonio que fracasó, que todas sus estrategias fueron inútiles al final; que la presa ansiada escapó de sus fauces: “Hemos salvado la vida como un pájaro de la trampa del cazador; la trampa se rompió y escapamos” (Salmo 124): tal es el mensaje y el canto de victoria de los santos en el Cielo, y entre ellos se encuentra ya nuestro muy amado Juan Pablo II.

No sólo en el mundo sobrenatural sino también en este mundo Juan Pablo II hizo muchos enemigos, porque se opuso a las pretensiones de codicia y de ambición de muchos “imperios” de esta tierra. Nadie puede negar su enorme influencia en la caída del comunismo soviético, ni en la apertura a la fe en la Cuba atea. Falta mucho camino por recorrer en uno y otro caso, pero es evidente que el sistema asfixiante de espionaje y tortura que hacía casi imposible la existencia pública de la fe cristiana, ha caído, y eso significa derrota, amarga derrota para muchos.

Las industrias que se alimentan del pecado, sobre todo, el mercadeo de pornografía vestido con disfraz de protección y de “sexo seguro” tienen que sentir odio puro hacia el Papa polaco. Con inmenso valor, él mostró el camino de la fidelidad y la pureza como la verdadera ruta que humaniza la sexualidad en general, y que debe aplicarse en la África continental en particular. Esa predicación valiente ha marcado la ruta de la Iglesia entera, con resultados que son medibles científicamente. En cambio, cada campaña del llamado sexo seguro sólo deja más abortos, más embarazos juveniles, más enfermedades de transmisión sexual, y mayor y más profundo deterioro del la familia. Pero hay gente que hace su dinero en las industrias de los preservativos y los anticonceptivos; hay quienes se hacen millonarios con los presupuestos que miserablemente gastan los gobiernos subsidiando la muerte de su población más indefensa: los no-nacidos. ¡Es natural que mucha gente que tiene mucho poder deteste con fuerza a Juan Pablo II, y quiera ensuciar su memoria, con el claro propósito de que su palabra sea sepultada en olvido vergonzoso y cobarde!

La acusación central es que el Papa “encubrió” pederastas. Le doy la palabra a un experto mundial, George Wiegel:

Al refutar las acusaciones de encubrimiento de Juan Pablo II a casos de pederastia, el biógrafo papal explicó que tanto en los Estados Unidos como en otras partes, la mayoría de abusos no sucedieron durante el pontificado de Juan Pablo II, aunque las revelaciones de esos casos sí.

Juan Pablo II fue un gran reformador del sacerdocio y el ministerio ordenado de la Iglesia está en mucha mejor forma hoy, gracias a él, de lo que estaba en 1978.

El biógrafo reconoció a ACI Prensa que ciertos despachos vaticanos, especialmente la Congregación para el Clero fueron más lentos de lo que debían haber sido en reconocer la naturaleza del problema en los Estados Unidos y en elaborar remedios apropiados.

Sin embargo, precisó, una vez que estaba claro, en abril de 2002, que esto no podía ser manejado por los obispos estadounidenses solos y que una intervención papal era necesaria, él (Juan Pablo II) intervino y dejó inequívocamente claro que no hay lugar en el sacerdocio para aquellos que dañan a los jóvenes.

Al referirse a la relación del Papa con el P. Marcial Maciel, Weigel afirmó que Juan Pablo II fue engañado por él al igual que mucha, mucha gente.

El discipulado cristiano radical de Juan Pablo II y su notable capacidad de hacer brillar el compromiso a través de sus palabras y sus actos, hizo al Cristianismo interesante e irresistible otra vez en un mundo que pensó que ya había superado su necesidad de fe religiosa, agregó.

Nadie se avergüence de proclamar con alegría la santidad de Juan Pablo II. Si el infierno se retuerce de ira, no es mala cosa: es la señal de cómo Cristo vence una y otra vez. ¡Él es el Señor de la Historia! ¡No tengáis miedo!

11 comentarios

  
luis
Contundente refutación, detallada, circunstancial y minuciosa, de todos los argumentos que hubieran podido esgrimirse poniendo algunos reparos atendibles, pero que efectivamente sólo pueden sostener los impíos [...], preocupados porque no pudieron arrancar la estrella polaca del firmamento romano. Gracias.

Nota de fray Nelson: Eliminé algunas palabras de tono insultante. No son necesarias para la fuerza de tu argumento.
29/04/14 7:06 PM
  
Gregory
Que el infierno brame que se puede esperar, fue el papa Juan Pablo II quien en el 2002 llamó a afrontar el asunto de los pederastas, fue quien autorizo el inicio de la investigación contra Masiel ¿Creyo en su culpabilidad? quiza no pero fue quien ordeno la investigación eso no es encubrimiento el resultado fue emitido ya estando Benedicto XVI.
29/04/14 8:05 PM
  
Juan Carlos
Estimado Fray Nelson:

Este artículo replica la acusación a Juan Pablo II en materia de encubrimiento de pederastas. Ok. Pero, ¿y las otras acusaciones? Me refiero a los elogios a Martín Lutero por parte de Juan Pablo II; el hecho de que besara el Corán y el encuentro de Asís en 1988 que fue criticado por el entonces Cardenal Ratzinger. Me interesa tu opinión. Saludos

Nota de fray Nelson: Cada uno de esos puntos requeriría un artículo por sí mismo. Pero brevemente: (1) Sobre Lutero: estamos de acuerdo en que algunas de sus críticas eran oportunas y justificadas; estamos de acuerdo en que hay elementos de su espiritualidad que son ejemplo para muchos cristianos, en particular, e lo que atañe a la centralidad de la Palabra de Dios y nuestra docilidad hacia ella. Reconocer esas cualidades no "absuelve" a Lutero; no minimiza la gravedad de la división por él consumada; no borra el hecho de que su causa religiosa fuera después instrumentalizada políticamente. Juan Pablo II ha reconocido el bien, muy en la línea del aformismo de Santo Tomás: Veritas, a quocumque dicatur, a Spiritu Sancto est.

(2) El beso al Corán. No es algo que yo haría, ni muchos otros como yo. Besar es uno de los gestos más ambiguos de la raza humana, como lo muestran los Evangelios mismos. ¿Indica aprobación, veneración, "canonización" de un texto? Probablemente indica más afecto hacia los cientos de millones que han encontrado muchas cosas buenas en ese texto. El beso va más a las personas--inalcanzables para tal gesto--y menos para las palabras de Mahoma. Sabemos que tal era la intención del Papa por palabras suyas como estas:

Es imposible no advertir el alejamiento de lo que Dios ha dicho de Sí mismo, primero en el Antiguo Testamento por medio de los profetas y luego de modo definitivo en el Nuevo Testamento por medio de su Hijo. Toda esa riqueza de la autorrevelación de Dios, que constituye el patrimonio del Antiguo y del Nuevo Testamento, en el islamismo ha sido de hecho abandonada.


(3) Sobre los encuentros de Asís. De nuevo, ambigüedad en los gestos. Alguien puede leer en Asís este mensaje: todas las religiones son corrientes equivalentes en el camino a la trascendencia. Pero esa lectura contradice un documento tan claro como Dominus Iesus (2001), que lleva por supuesto la mirada y la aprobación del nuevo Santo. Dudo que tales encuentros multi-religiosos se repitan, pero creo que la intención de tender una mano a todos, y de buscar rescatar lo rescatable en todos, habla a favor de Juan Pablo II, y no en contra de él. Sobre la posición, bastante matizada del entonces Cardenal Ratzinger es invaluable este escrito.
29/04/14 10:49 PM
  
Alf_3
Tengo un buen amigo y además muy buen católico; que cayó en el juego 'del encubrimiento'. No he sabido su reacción ante La Santificación de JP II. Espero haya acudido a la información veraz, pues una vez le ví aquí, un comentario.
Definitivamente es el demonio el primer molesto, pero existen muchas otras personas que se alimentaban de la misma calumnia y la fomentaban. A ellos no les será suficiente la realidad, siempre seguirán amargándose. Igual que con la mentira de que SS Pío XII no ayudó a los judíos.
Dios los perdone.
30/04/14 12:25 AM
  
Oscar
San JPII ha debido tener una vida de santo, y por ello ha sido canonizado, ahora, como Papa, creo que ha tenido errores gravísimos, que por lo menos deberían dar mucho que pensar. Cito dos que a mi me afectaron muy negativamente, y a la Iglesia tambien: Yo empecé a perder la fe en la pubertad por varios motivos, por uno de ellos pregunté al padre director espiritual de mi colegio, sobre la cuestión de la existencia de otras religiones, y su respuesta fue estilo "juan pablera" justo en aquellos tiempos de la reunión en Asis, anos 80: las otras religiones son tambien caminos hacia Dios, pero no tan directos como la Catolica. Muy bien, muy contentos, pero eso fue la puntilla que acabo con mi fe. Creo que no somos plenamente conscientes del enorme dano que hace a la fe de muchos, aquella actitud que tenia JPII hacia otras religiones.

Pasada mas de una decada, sin fe pero en busca, pasó por mis manos una declaracion publica de unas cuantas eminencias, profesores, catedraticos mexicanos que habian sido abusados por Maciel: Era evidente que aquella declaracion no podia ser falsa, no se podian poner de acuerdo todos ellos para mentir de esa manera, así lo pensé entonces. Y me parecia imposible que el Papa no la hubiese leido, declaracion publica y famosa. Fue otro puntapie a mi fe, que no la tenia pero la buscaba, y que me alejo todavia mas de la Iglesia.
Se podrá decir que todos los santos cometen errores, y que las bondades de JPII han sido enormes, como citas en tu articulo. La cuestión es que JPII ha podido hacer cosas buenisimas, pero la realidad es que con él, las iglesias se vaciaron como nunca antes se habian vaciado (eso sí, llenaba los estadios de jovenes y las reuniones ecumenicas estaban a rebosar, muy a su estilo escenico etc), pero el centro absoluto del catolicismo es la santa misa (obviamente la secularizacion y mil cosas mas, ayudan a vaciar iglesias, pero en mi opinion hay algo mas para ello, que esta dentro de la propia Iglesia). Fue un santo, como persona, pero sus resultados como Papa, a mi me dan mucho que pensar. Este es el problema, y por lo menos choca una canonizacion tan rapida. Ahi estan los abusos, él fue engañado, pero no hubiera estado de más pensar también que por el bien de la fe de muchos, en estas circunstancias, no había necesidad de pisar el acelerador de su canonización. Pablo VI puso el freno a la beatificacion de algunos martires de la Guerra civil (decision equivocada, en mi opinion toda canonizacion de martires ayuda a mucho a la fe). Pues aquí con JPII se podía haber considerado tambien pisar el freno ante circusntancias dramaticas bajo su papado que todavia estan calientes. Y me temo que a esta canonizacion en este momento, no va a ayudar a la fe de unos cuantos que la estén buscando o perdiendo. Y si toda canonización es una alegria y bueno para la Iglesia, pues que se lo hubieran dicho a Pablo VI tambien.

Nota de fray Nelson: Resumir la actitud del Papa Juan Pablo II hacia las religiones en los dos encuentros de Asis es irresponsable y falsea los hechos. Te invito a entrar mucho más de lleno en el cuerpo de su doctrina sobre este tema, incluyendo por supuesto lo que él aprobó, como Dominus Iesus.

Lo de Pablo VI indica una prudencia que era y siempre será necesaria: "martyres veros nos facit nisi causa" (La autenticidad de un martirio sólo puede descubrirse al saber por qué sucedió--se podría traducir con libertad.) En el caso de la Guerra Civil española, con tanta crueldad y sevicia de ambos bandos, se impone un discernimiento cuidadoso sobre los motivos de martirio y sobre las motivaciones de cada uno de los posibles canonizados. Vaya por delante: yo creo en la santidad de Pablo VI.

Tu argumento sobre las iglesias vacías es en si mismo bastante vacío. ¿Vamos a decir que los que renunciaban, por ejemplo, a la misa dominical lo hacían sintiéndose justificados por los encuentros de Asís? ¿Y no es precisamente Juan Pablo II el autor de la Carta Apostólica Dies Domini que destaca la práctica litúrgica y de la fe en familia?

En retrospectiva, todo lo de Maciel parece "evidentísimo." Es algo que no te discuto. Pero sobre ese punto lo que he puesto en el artículo me parece suficientemente claro, sobre todo porque los datos están ahí, y pueden verificarse. El Papa no alcanzó a ver el final de un proceso que él mismo inició, pero este hecho, la incoación del proceso, se debe al Papa polaco.

Con serenidad te invito a que cuestiones tus propias razones para declararte tan rápidamente y quizás tan cómodamente fuera de la fe. El testimonio de la Escritura, y el magnifico testimonio de miles y miles de voces proclaman con gozo la gloria de Dios en medio de su Pueblo.
30/04/14 12:55 PM
  
Lucas Diez de Vivar
Estimado fray Nelson:le sugiero humildemente, lea el Catecismo Mayor de San Pio X.

Nota de fray Nelson: Lo estoy leyendo y me ha gustado mucho. Hace crecer en mí la admiración hacia San Pio, y por supuesto, hacia San Juan Pablo II. Bendiciones.
30/04/14 2:43 PM
  
Luiscar
Un santazo.Cuando el Espiritu Santo te mueve a mirar al cielo y dar gracias a Dios bañado en lagrimas por el,es porque esta alli con EL.Su Espiritu ha salido disparado hacia la Luz,hacia arriba.Cuando el murio en 2005 yo estaba en la carcel.Despues de mi conversion,5 años despues,el Señor me purifico y me llamo fuertisimamente con este video;
Juan Pablo II;una señal en la historia. (copiar y pegar en youtube)

A dia de hoy,4 años despues,no lo puedo ver,sin que me envuleva una atmosfera santa que no puedo expresar y me empiecen a caer lagrimas de los ojos.

Tengo que confesar que tambien dude de el,e incluso hice comentarios en su contra,con lo de Asis.Ahora se que el demonio odia profundamente a este santo,y que hace todo lo posible por cegarnos para que le veamos con una mirada impura.
Le doy gracias a Dios que me ha hecho amarle profundamente,aunque le he conocido despues de fallecer.
La Paz de Cristo.
30/04/14 7:05 PM
  
Efrén Atilano
Estimado Oscar,yo creo que recibí 2 grandes regalos de Dios: LA VIDA Y LA FE. Las 2 las puedo perder,por muchas razones entre ellas la temeridad y la imprudencia. Cuando se dice que todas las religiones,tienen algo de verdad,pero la VERDAD COMPLETA ES LA IGLESIA CATOLICA,PORQUE TIENE Y CONSERVA TODA LA REVELACION. es como decir que todos los caminos llevan a Roma,pero si hay UNA AUTOPISTA DIRECTA,seria tonto no utilizarla y la Iglesia dice que quien siendo Católico,se va a otra iglesia,pone TEMERARIAMENTE EN RIESGO SU SALVACION. Si solo tienes dudas,busca a un sacerdote preparado,comprometido y santo. Si YA NO TIENES FE,pídele a Dios y a nuestra madre,que abogue por ti,para recibir nuevamente la GRACIA DE LA FE. Que solo Dios puede dar. Yo pedire por ti y por lo que no conocen a Dios o por los que lo abandonan y tambien te puedes unir a ésta petición. Jesús dijo que al que pide taarde o temprano se le dará.
Sobre tu comentario de la rapidez con la que se canoniza a JP II,te recuerdo QUE LOS TIEMPOS SON DE DIOS,PUES EL HACE EL MILAGRO. La Iglesia solo los estudia,documenta y a aprueba.
SIN MILAGRO..... NO HAY SANTO
Que Dios te bendiga !
30/04/14 7:34 PM
  
Antonio
Comparto, en algunos aspectos, la opinión de Oscar. Lo único que he visto de toda la información que se maneja; tanto defensores como detractores de la canonización. Sin poner en duda la Santidad de Juan Pablo II, es que existen contradicciones evidentes. No encuentro una respuesta congruente, ni por el director de Aci prensa, que por cierto tiene un tono de hablar poco cortes y erudito. Yo solo quisiera tener acceso a un informe paso por paso, (no se si exista o es mucho pedir). Pero algo queda claro, ha sido una de las canonizaciones más polémicas que yo recuerde. Más haya de aludir a su imposición frente a los sistemas comunistas etc. Los que critican, ya sean con fundamentos o sin ellos, la Iglesia tendría que dar una respuesta contundente y no estando desacreditando a sus críticos o hablando de otros temas que no es lo que se critica. Simple y sencillamente, la corrupción del Vaticano en algunos sectores –y supongo- que afecto a el esclarecimiento de este tema tan delicado, que no fue de manera aislada, sino, miles de casos. Considero que es sano para el mismo catolicismo ser un poco critico, y no es progre, no conservador, la misma Iglesia ha canonizado a verdaderos críticos del mismo papado, como Santa Hildelgarda doctora de la Iglesia.

Saludos cordiales.
30/04/14 9:28 PM
  
Juan Carlos
Estimado Fray Nelson:

Gracias por tu triple respuesta.

Es verdad -como tú dices- que, dada la prolífica actividad de Juan Pablo II, "resumir la actitud del Papa Juan Pablo II hacia las religiones" reduciéndola a "los dos encuentros de Asis" sería algo irresponsable. Comprendo. Comparto. Pero, me pregunto, ¿es irresponsable reducir? Sí. Pero, ¿es irresponsable juzgar? No. Juzgar es una operación de la inteligencia ("aquello que Dios más ama en el hombre", S. Tomás). Por lo tanto, sin pecar, se puede juzgar. Yo entiendo, hasta donde me dan las luces, que si es necesario poner la Dominus Iesus 'al lado' del encuentro de Asís, es porque algo en Asís no funciona.

Por lo demás, y esto que te escribo tienes la libertad de quitarlo o no (recortarlo, quiero decir. Moderarlo) es bastante sugerente que el Papa defienda la religiosidad de Lutero. Elogiar la religiosidad de Lutero (aunque se haga la salvedad doctrinaria) sería casi tanto como elogiar su voluntad sin su inteligencia. Es voluntarismo. ¿No te parece? Además, pienso que era y es absolutamente innecesario. Permíteme una comparación con Lefebvre. Muchos dicen que Marcel Lefebvre hizo como Lutero: desobedeció al Papa. Ahora bien, si el Papa elogia a Lutero, ¿cómo puedo yo seguir sosteniendo ese argumento? Tendría que buscar otro. No sé si me explico. Creo que este ejemplo muestra el boomerang que puede significar el elogio a Lutero, tan impreciso como ese argumento contra la actitud de M. Lefebvre (en esos términos).

Lo del beso al Corán [...]

Saludos.

Notas de fray Nelson: Es necesario poner a la Dominus Iesus al lado de los Encuentros de Asis, y es ncesario poner los Encuentros de Asís al lado de la Dominus Iesus. Ni una cosa ni otra captura plenamente el corazón lúcido, amplio, compasivo, de Juan Pablo II.

Lo que dices de Lutero me indica que no me has leído, o no me he hecho comprensible: hay elementos, tanto de inteligencia como de voluntad, en Lutero, que tienen un sentido y un valor, así el conjunto de su intento haya sido, como lo fue, desastroso para el conjunto del pueblo cristiano.

Y lo del beso que escribes, es impublicable. No añades ni argumentas nada, más allá de tu gusto. Y así no se construye.
30/04/14 10:37 PM
  
Fray Nelson
Estimo que hay suficiente ilustración sobre lo que fue propósito de esta publicación, y al ver que se repiten palabras sin añadir argumentos, considero oportuno cerrar los comentarios. Gracias a quienes han participado, y bendiciones para todos.
01/05/14 4:39 AM

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