(269) Tradición, traición, raíces
2.- Recalca con acierto Álvaro d´Ors que en la tradición el que recibe tiene un papel más importante que el que entrega.
3.- La sucesión de entregas de lo mismo, generación tras generación, nos remonta a aquello que una sóla vez se dio para siempre, para que viva eternamente el que lo recibe.
4.- La tradición nos habla de fidelidad o infidelidad del heredero, que además de recibir, debe aceptar. Por eso el horizonte de la gracia es éste y no otro: Dios mueve a aceptar, no a alterar, ni a corromper, ni a recontextualizar. Dios socorre la fidelidad.
7.- De cómo se entrega, y se recibe lo entregado, depende que la tradición no suponga traición.
8.- Sin legado no hay anclaje, ni nutrientes. Es el numen nutricio que no se puede ahogar, ni edificando malamente encima, ni construyendo asfaltados que oculten su radícula.
9.- La acera está levantada de raíces. Son ficus, tujas, pinos viejos y aligustres. Reventaron las baldosas, descuajaron adoquines, quebrantaron el aire sedientos de intemperie.
10.- Si se asfixia el don, éste pugna por salir. Porque el árbol de la vida vive, y se alimenta de tradición. No hay árbol que pueda crecer sin espacio para las raíces.
David Glez Alonso Gracián