(71) La cruz, a secas
1.- El Espíritu de Cristo te hace preferir la cruz.
2.- A menudo el Señor consiente se avive el dolor de la cruz que llevas, para que llegues al extremo, a hechura Suya.
3.- Para moverte a una mayor abnegación, permite Dios desaparezca todo consuelo, y te sorprendas a ti mismo padeciendo lo que nunca, por tu propia decisión, habrías sido capaz de soportar.