(344) Comentarios católicos, II: al tópico «la belleza salvará el mundo»

Es urgente desbrozar la fe católica y desnudarla de conceptos añadidos. Ceñirse a lo esencial, tener claro el fundamento. Hay que centrarse en Cristo. 

La belleza es buena y puede servir a Nuestro Señor. Pero es un medio, no un fin. Sólo Cristo salva. Porque la sensibilidad humana, con la que el hombre aprecia la belleza, está caída, y necesitada de redención.

La idiosincrasia personalista ha convertido en tópico la frase «la belleza salvará al mundo». Es del gusto de la sensibilidad católica moderna, que prefiere el sabor de lo ortodoxo, de lo oriental; sea Dostoievski, sean los iconos, sea lo bizantino; a lo occidental, a la romanitas tradicional, a lo escolástico, a la vara de medir de la Cristiandad.

Sobredimensionar la via pulchritudinis redunda, también, en exageraciones misteriosistas, a la manera de la concepción estética heideggeriana, siempre antimetafísica y experiencialista.

La escisión de Dios y el Ser, proyectada sobre la estética, deviene en una desontologización de las formas estéticas, que se orientan hacia lo espiritualista y lo emotivista a través de un naturalismo de corte existencialista.

 

La sombra de Von Balthasar es alargada: con su estética teológica se invierten los papeles, y en lugar del ser se coloca la belleza. Por lo que hablamos, también en el trasfondo filosófico de este lugar común, de una belleza que no parte del ser sino de los valores.

Una belleza convertida en valor, a la manera de Guardini. O sinónima, en clave de teología negativa luterana, del Misterio. No deja, tampoco, de estar presente la hibridación de lo natural y lo sobrenatural, a hechura de De Lubac. Y en consecuencia del principio que lo anima, el Método de Inmanencia blondeliano. La belleza natural se abstrae de su condición caída y se la supone exigente de lo sobrenatural por sí sola. Y pretendiendo gratuidad se obtiene lo contrario.

Pero vayamos al meollo del asunto.

 

«¿La belleza salvará al mundo?». Hay que decir que no, porque la armonía de la Creación, como la del arte, están alteradas por el pecado, se han vuelto inhóspitas. Como explica el Catecismo, 400:

«la creación visible se hace para el hombre extraña y hostil (cf. Gn3,17.19). A causa del hombre, la creación es sometida “a la servidumbre de la corrupción” (Rm 8,21).»

La belleza necesita también de redención.

Y si la frase se refiere a Cristo, hay que decir que Cristo no salvará al mundo en su totalidad. Más bien castigará a unos y salvará a otros. Hay que tener cuidado, porque el principio no católico de salvación universal se transparenta con facilidad en este tipo de generalizaciones. Dios quiere que todo el mundo se salve (1 Tim 2, 4), pero muchos no querrán salvarse, y Dios querrá castigarles.

Por eso, respecto a la belleza creatural, hay que decir que el pecado ha trastocado la armonía entre los seres. Lo creatural no tiene eficacia salvífica, y aunque las criaturas en cuanto tales, con sus perfecciones subsistentes, conducen naturalmente al Creador, sobrenaturalmente  son ineficaces. Sólo Cristo salva.

Lo mismo hay que decir de la belleza como artificio, esto es, del arte. Está igualmente caído.

Respecto al arte litúrgico y sacro, la pintura religiosa, la Polifonía, el Canto Gregoriano, etc., hay que decir que es un arte sin duda superior, cuyo sentido es auxiliar al culto público, suscitar afectos santos y servir a la Iglesia en su misión salvífica. Pero está subordinado al Cristo Total. Es un arte excelso, que sólo en el marco más amplio de la confesión de la fe y del culto encuentra su plena justificación y potencialidad. Por cierto, devaluado el culto de dulía por el antropocentrismo y el horizontalismo, se devalúa también el arte sacro, que se funcionaliza para el hombre.

No obstante, hay que recordar que no es la mediación la que salva, sino el Mediador. Y el arte, incluso el más excelso, es una mediación. El buen arte es bueno, sea cual sea. La belleza anima y conforta, pero no del todo, no plenamente, no completamente, no eficazmente. No puede. Necesita redención, necesita ponerse al servicio de lo sobrenatural, necesita integrarse en el orden de las mediaciones, que es el orden de la Iglesia. Por eso la Iglesia es, o mejor dicho, fue, gran Mecenas.

 

Las mediaciones estéticas, aun las más excelsas, no son fines en sí mismas, sino ventanas por las cuales Dios Uno y Trino realiza su providencia y envía gracias a través del Cristo Total.

El personalismo ha difundido, a través de su estética teológica, el prejuicio que dice que el arte no debe ponerse al servicio del apostolado, del culto, de la misión, porque supuestamente se instrumentaliza. Que el arte debe ser autónomo. Con este prejuicio aplican su liberalismo de tercer grado al arte mismo, negando la posibilidad de un arte “confesional", por decirlo impropiamente; de un arte católico, dicho propiamente; y confundiendo lo natural con lo sobrenatural, considera que todo arte que exprese la belleza de la naturaleza conduce a la conversión sin ser propiamente católico, como si lo natural pudiera producir lo sobrenatural, como si no estuviera caído, como si no necesitara de redención, como si esa redención del arte no fuera suscitada por su servicio a la Iglesia. Pero servir al Cristo Total no es una instrumentalización, sino una mediación, y las mediaciones, en este caso la del gran arte, es algo querido por Dios.

 

Resumiendo. El arte cristiano tiene un papel mediador importantísimo en el apostolado y la misión de la Iglesia, en la liturgia y en la santificación de los fieles. Pero en sí mismo no salva, es una mediación, Quien salva es el Verbo. Y aquí hay que hacer una matización importante.

Si cuando se dice que «La belleza salvará al mundo» se quiere decir que la belleza física de Cristo (al margen del Sacrificio Redentor) salvará al mundo, decimos que es confuso. Si decimos que la belleza del Misterio, así en general, salvará al mundo, decimos lo mismo. Para hablar con precisión, nos remontamos al pensamiento clásico y tradicional, y recalcamos lo siguiente: es el Sacrificio en la Cruz de Cristo el único principio de reconciliación entre Dios y el linaje humano. Por eso el motivo supremo del arte es Nuestro Señor Crucificado y la aplicación de sus méritos.

Contra la imagen personalista, Cristo, aunque Dios quiere la salvación de todos, no es un principio de bienestar para la humanidad, sino de salvación para unos y de discriminación justa para otros, aquellos que culpablemente le rechazan. Porque es piedra de tropiezo, porque pondrá a su izquierda y a su derecha, unos para el crujir de dientes y otros para las moradas de su Padre. Con unos querrá mostrar justicia, con otros gratuidad. Unos merecerán castigo, otros recibirán salvación.

Cristo, lo repetimos, viene a ser tropiezo de muchos. También la belleza redimida será piedra de tropiezo. No un principio universal de bienestar sino de disonancia. En unos la disonancia se resolverá en consonancia, pero no en todos. 

 

Corolario

La Cruz de Cristo tuvo como fin principal aplacar la ira del Padre y reparar la ofensa causada por el linaje humano. La reconciliación del hombre adámico, fin secundario.

Primero siempre es Dios, después el hombre, que siempre es causa segunda, también en su redención. Lo principal siempre es Dios en sus designios. Lo principal es satisfacer voluntariamente al Padre aplacando su justicia, y como efecto de tan maravillosa satisfacción voluntaria y sobreabundante, imposible para el hombre, reconciliar al género humano. Reparación, expiación, reconciliación. De hijos de la ira a amigos de Dios.

En el sentido concreto con que Trento, ses. VI, cap I lo expecifica:

«es necesario conozcan todos y confiesen, que habiendo perdido todos los hombres la inocencia en la prevaricación de Adán, hechos inmundos, y como el Apóstol dice, hijos de ira por naturaleza»

De manera que  «satisfizo por nosotros a Dios Padre». Porque, como enseña el mismo Concilio de Trento en su sesión V, Decreto sobre el pecado original, Adán, el primer hombre,

«cuando quebrantó el precepto de Dios en el paraíso, perdió inmediatamente la santidad y justicia en que fue constituido, e incurrió por la culpa de su prevaricación en la ira e indignación de Dios»

El Catecismo de San Pío X lo explica con bellas palabras:

«104.- ¿Qué hizo Jesucristo en la Cruz? - Jesucristo en la Cruz rogó por sus enemigos; dio su misma Madre, María Santísima, por madre a su discípulo San Juan, y en él a todos nosotros; ofreció su muerte en sacrificio y satisfizo a la justicia de Dios por los pecados de los hombres

«107.- ¿Por qué era necesario que los méritos de Jesucristo fuesen de valor infinito? - Era necesario que los méritos de Jesucristo fuesen de valor infinito porque la majestad de Dios, ofendida por el pecado, es infinita.»

«109.- ¿Por qué, pues, quiso Jesús padecer tanto? - Quiso Jesús padecer tanto para satisfacer más copiosamente a la divina justicia, para mostrarnos más su amor y para inspirarnos sumo horror al pecado.»

El Sacrificio de Cristo aplara la ira de Dios, es decir, aplaca su justicia, y adquiere méritos para nosotros, que nos son aplicados sacramentalmente. El catecismo de San Pío X lo explica, de nuevo, con gran potencia y hermosura:

«659.- ¿Es el sacrificio de la Cruz el único sacrificio de la nueva ley? - El sacrificio de la Cruz es el único sacrificio de la nueva ley, en cuanto por él aplacó el Señor la divina justicia, adquirió todos los merecimientos necesarios para salvarnos, y así consumó de su parte nuestra redención. Más estos merecimientos nos los aplica por los medios instituidos por Él en la Iglesia, entre los cuales está el santo sacrificio de la Misa.»

¡De qué manera tan majestuosa y profunda el arte cristiano ha trasmitido, de generación en generación, la profundidad de este misterio de expiación, reparación, merecimiento y salvación! El arte hispánico del Siglo de Oro tiene presente esta sublime teología, y en sus crucificados nos muestra no sólo la reconciliación obrada por el sacrificio voluntario por obediencia del Hijo, sino la majestad del Padre, y la sobreabundancia de la satisfacción de su Primogénito.

Cuando contemplamos la belleza de los Crucificados de nuestra tradición hispánica, las palabras del catecismo vienen a nuestra mente, y Dios nos enseña su doctrina a través de imágenes que sirven de ventana a la reparación de Cristo, al designio de Dios para con su Hijo, que para reparar la ofensa:

«615 “llevó a cabo la sustitución del Siervo doliente que “se dio a sí mismo en expiación“, “cuando llevó el pecado de muchos", a quienes “justificará y cuyas culpas soportará” (Is 53, 10-12). Jesús repara por nuestras faltas y satisface al Padre por nuestros pecados (cf. Concilio de Trento: DS, 1529).»

Conviene al bien común universal que Dios permita la condenación de unos y disponga la salvación libre por gracia de otros.

La belleza del arte sirve al bien común, porque puede mostrar que es bello, y bueno para el conjunto, la condenación de unos y la salvación de otros. Por tanto, el arte cristiano no puede ser sólo confortable, debe ser, también, terrible. Terrible, también, como el sufrimiento de Cristo.

La evangelización personalista enfatiza con desmesura que Dios ama “incondicionalmente", porque calla que aborrece al que peca en cuanto pecador, y que es hijo de la ira e inmundo a sus ojos por el pecado. Y lo sería eternamente de no mediar un Reconciliador, que es su Primogénito. Pero todo entra en el designio amoroso de Dios, y de tal forma, que clamamos ¡Feliz culpa!

La sensibilidad artística, las formas del mundo caído, inhóspito y alterado en general por el pecado, deben ser también reconciliadas con el Padre. Porque, para el hombre caído, lo bello también está necesitado de redención. Todo necesita de Cristo, porque sin Él no podemos nada (Jn 15, 5) Tampoco la belleza.

 

David Glez. Alonso Gracián

 

26 comentarios

  
Natanael
Creo que parte está en el sentido que se utilice.

Porque Cristo, el más bello de los hombres, salvará y de hecho ya ha salvado al mundo.

En cuanto a entenderlo simplemente en relación al arte, o incluso el arte clásico. Pues es solo una parte de la belleza que guarda y "crea" la Iglesia. Unido al magisterio y a la evangelización puede hacer mucho, por tanto yo entiendo que cuanto más catequético (ya sea como primer o posterior anuncio), mayor su eficacia.

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A.G.:
Si quiere Ud. decir que todo el mundo (pecador) está ya salvado, pues debo decirle que no. El hombre pecador, la sociedad en estado de pecado, debe luchar mucho, movido por la gracia, para salvarse.
Si lo que quiere decir es que parte del mundo está ya salvada, referida a los santos, pues vale. Aunque los santos, hablando en rigor, eran del mundo sólo en cuanto fueron pecadores, antes de convertirse y ser santos.
Si se refiere a la creación, aún no está salvada, porque sigue sometida a corrupción, violencia, depredación, muerte.
Todavía no estamos en la Tierra Nueva y el Nuevo Cielo.

NO me parece que se pueda decir de Cristo que era el más bello de los hombres en el mismo sentido con que lo podemos decir de cualquier hombre adámico. Porque en Cristo no había pecado, y porque si era bello, lo era de una forma nueva. Porque Cristo no es hombre viejo, Cristo no es el más bello de los hombres adámicos, ni la forma más grande de belleza adámica.

La separación de la belleza física de la belleza moral sólo es válida para el mundo sometido a corrupción, para el ser humano fragmentado por el pecado. La belleza de Cristo es la belleza del Hombre-Dios, no la de un irredento hijo de Adán, sino la del Nuevo Adán. Es belleza nueva, no comparable. Sólo Cristo se transfigura, porque sólo Cristo es Perfecto Hombre y Perfecto Dios. Por tanto la belleza de Cristo no es la de un simple hombre de belleza superlativa.

Por tanto esa mirada en separado de la belleza física de Nuestro Señor, comparada con la belleza física del resto de los hombres, no parece correcta. Hay que recurrir, en todo caso, al arte, por ejemplo el Cristo Crucificado de Velázquez, para vislumbrar de qué belleza estamos hablando cuando hablamos de la belleza de Nuestro Señor.
07/04/19 1:47 PM
  
Jordi
Algo de naturaleza redentora divinizada tiene Cristo vive, al dar a los jóvenes, a los pobres... una capacidad redentora de por sí:

"Son precisamente los jóvenes quienes pueden ayudarla a mantenerse joven, a no caer en la corrupción, a no quedarse, a no enorgullecerse, a no convertirse en secta, a ser más pobre y testimonial, a estar cerca de los últimos y descartados, a luchar por la justicia, a dejarse interpelar con humildad. Ellos pueden aportarle a la Iglesia la belleza de la juventud cuando estimulan la capacidad «de alegrarse con lo que comienza, de darse sin recompensa, de renovarse y de partir de nuevo para nuevas conquistas»
07/04/19 3:11 PM
  
Natanael
Alonso, con tristeza debo decir que me parece que ha retorcido mi comentario para entrar en confrontación.

Usted aventura muchas cosas que yo no he dicho.

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A.G.:
No era mi intención, le pido no se disguste, quise profundizar en eso, que tanto se escucha, de que el mundo está ya salvado, y que Cristo es el más bello de todos los hombres en un sentido "convencional", por así decir. Son cosas que me parece importante matizar, porque podemos confundirnos.
07/04/19 3:14 PM
  
Oscar de Caracas
Discrepo en su visión del arte cristiano. El arte cristiano, el de veras, bebe de lo sagrado, lo escribe como lenguaje no escrito que llega directamente a las mentes, digo mentes si, y a través de ellas al espíritu. Le recomiendo vea con atención la Virgen de Guadalupe, en mi opinión la cima del arte cristiano y si, ya sé que no es de factura humana pero sin embargo es el modelo perfecto de Arte + Propaganda Cristiana.

Magnifica labor D. Alonso hace usted por su gran Amor a Dios para todos nosotros.

Dios le Premiará.
07/04/19 3:26 PM
  
Jordi
Hablando sobre la naturaleza como creación caída, alguien podría acusarle de dar características humanas a los seres inanimados de la Creación, podría decir que es Nueva Era o ecologismo Gaia, del tipo:

La Tierra está viva, es sagrada y es la conexión entre todos los seres vivos.

¿Qué puede decir a ello?

...

De otro lado, creo que filosóficamente existen los conceptos de natura corrupta, natura pura (Rousseau) y natura laesa o vulnerata, de donde viene naturaleza.

...

Me gustaría que aclarara lo de liberalismo de tercer grado, y si no es mejor ponerle un cualificativo...

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A.G.:
La Creación también sufrió las consecuencias del pecado original de los hombres, por eso el catecismo enseña:

1046 En cuanto al cosmos, la Revelación afirma la profunda comunidad de destino del mundo material y del hombre:

«Pues la ansiosa espera de la creación desea vivamente la revelación de los hijos de Dios [...] en la esperanza de ser liberada de la servidumbre de la corrupción [...] Pues sabemos que la creación entera gime hasta el presente y sufre dolores de parto. Y no sólo ella; también nosotros, que poseemos las primicias del Espíritu, nosotros mismos gemimos en nuestro interior [...] anhelando el rescate de nuestro cuerpo» (Rm 8, 19-23).

1047 Así pues, el universo visible también está destinado a ser transformado, "a fin de que el mundo mismo restaurado a su primitivo estado, ya sin ningún obstáculo esté al servicio de los justos", participando en su glorificación en Jesucristo resucitado (San Ireneo de Lyon, Adversus haereses 5, 32, 1).

1048 "Ignoramos el momento de la consumación de la tierra y de la humanidad, y no sabemos cómo se transformará el universo. Ciertamente, la figura de este mundo, deformada por el pecado, pasa, pero se nos enseña que Dios ha preparado una nueva morada y una nueva tierra"


Respecto al liberalismo de tercer grado, llevo muchos posteos analizándolo. Y lo seguiré haciendo.

07/04/19 4:20 PM
  
Mariana

En otro artículo usted explica excelentemente:

"Hay que depurar la función docente de la Iglesia de las interferencias que ha recibido del personalismo y la fenomenología. Sobre todo la catequesis y la pastoral".

Una súplica: escriba sobre los verdaderos principios de la bioética realista tomista.
La bioética está imbuida de fenomenología y de (no recuerdo si Pzeifert que escribió) fenomenología realista.
GRACIAS!
07/04/19 5:19 PM
  
Mariana

Dostoievsky hace una pregunta al príncipe preguntándole ¿qué belleza salvará al mundo', relacionándola con la salvación del hombre, ¿verdad?
07/04/19 5:25 PM
  
Ester
Yo creo que la belleza no necesita redención pues es uno de los trascendentales del ser, lo que sí necesita redención (y mucha) es las manifestaciones artísticas de la actualidad.

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A.G.:
La caída no destruye el orden del ser ni sus propiedades, pero desordena la armonía original entre los seres, vuelve inhóspita la naturaleza e introduce la fealdad, la corrupción, la muerte. La Creación sigue siendo buena, no está destruida, y los seres creados siguen conduciendo al Creador, pero la armonía original ha sido alterada, la naturaleza se ha vuelto hostil y la sensibilidad humana ofuscada por el mal.
07/04/19 5:29 PM
  
Mariana

Santo Tomás habla de varios estados de la naturaleza: naturaleza original, caida, restaurada y glorificada.

Santo Tomás: Maestro del orden, Maestro de humanidad. Patrono de escuelas y Universidades católicas.
07/04/19 5:36 PM
  
Mariana
Comento lo siguiente por algunos de los comentarios.

Santo Tomás habla de varios estados de la naturaleza: naturaleza original, caida, restaurada y glorificada.

Santo Tomás menciona a la belleza, después de hablar del ser, uno, bueno y verdadero que son las propiedades trascendentales del ser.
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A.G.
El ser humano está caído, y con su caída ha introducido la desarmonía,la fealdad, la corrupción en el mundo. No anula la bondad de los seres creados ni sus cualidades creaturales, porque la Creación sigue siendo buena. Pero su armonía interna ha quedado alterada, se ha vuelto inhóspita al hombre.
07/04/19 5:44 PM
  
Sss
¿Podría explicitar un poco más "(...)concepción estética heideggeriana, siempre antimetafísica y EXPERIENCIALISTA.". Gracias.
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A.G.:
La existencia auténtica, o mejor dicho, la experiencia de una existencia auténtica, que es aquí, que vive la nada sin razonar el ser ni sus atributos. No razonar la belleza sino vivirla, etc. Es el antimetafisicismo heideggeriano.
07/04/19 7:17 PM
  
Daniel Argentina
Todo lo cual no impide que en las oraciones enseñadas a los pastorcitos en Fátima se pida a Dios lleve "al Cielo a todas las almas".
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A.G.:
Dios, con voluntad antecedente, quiere que todos se salven y lleguen al conocimiento de la verdad (1 Tim 2, 4).

Es bueno pedir con insistencia la salvación de todos los que conocemos, que el Señor les conceda gracias y puedan salvarse.
07/04/19 8:09 PM
  
Ricardo de Argentina
"...es bello, y bueno para el conjunto, la condenación de unos y la salvación de otros."
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Porque Dios así lo quiso, es bueno, bello y justo.
Y terrible, claro.
08/04/19 4:20 AM
  
Adriana
Alonso, me gustaría saber que opinar del "carta a los artistas" del Papa Juan Pablo II. Gracias de antemano.

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A.G.:
Pues creo que es interesante, y tiene buenos detalles.
08/04/19 5:34 AM
  
Soledad
El arte no es autónomo? . Surge del espíritu que anida en el hombre.Hasta nuestra firma habla de nosotros.
Cuando por primera vez vi el David de M. Angel me impresionó la técnica, de él emanaba humanismo, entendido en el sentido del Renacimiento. Es simplemente bello. El espíritu estaba en su mirada tranquila, mirando a lo lejos, seguro de aquello que iba a realizar.
No quiero ser pedante, tenía un defecto, las manos excesivamente grandes. Después supe que por la técnica, para conseguir movimiento, o eso me explicaron. Florencia emana este humanismo en muchos de sus monumentos. Es una ciudad bella. En Roma se palpa la crueldad, pero tb el espíritu que nos eleva a Dios. Pongo estos dos ejemplos, porque ambas, Florencia y Roma, son arte vayas donde vayas. Muy diferentes pero muy gráficas para este post.

La Capilla Sixtina me sobrecogió el Jucio Final, ese mismo sentir lo tuve con el Pórtico de la Gloria, mucho más rudo, pero un catecismo en piedra. Quiero decir que del arte emerge "todo tipo de espíritu". E incluso en un mismo autor existe un cambio, cuando el tb cambia por dentro.
Es absurdo decir que no se debe influir Enel arte con la fe. La fe está dentro del propio ser y este se manifiesta en la obra del artista, el trabajo o cualquier actividad que realiza el que cree. Lo otro es esquizofrenia.

"La belleza nos salvará". Por mucho que he intentado entender está frase es incomprensible. Nos salva Cristo. Diría Sr. Gracian, que estando en Cuaresma, deberíamos meditar el inmenso dolor que padeció Nuestro Señor. Nada puede ser comparable:Verdadero Dios, Verdadero Hombre. No se como explicarlo. Si nuestro imperfecto cuerpo humano sufre, en todas sus formas, que no sería la Pasión,cada dolor, cada traición, cada latigazo...no es comparable a lo que podemos sentir nosotros.

El arte cristianó tb es terrible :o acaso no lo es ver a Cristo en la Cruz?.

08/04/19 10:25 AM
  
maru
Como vd.muy bien dice ''sólo Dios salva'' y nos salva por su sacrificio cruento. También , que, efectivamente, no.todos nos salvaremos, como ahora parece estar de moda, decir. Ya San Agustín lo dijo ''el Dios que te creó sin tí, no te salvará sin tí''. En los evangelios, también haybastantes ejemplos sobre ésto, aunque hoy parece que muchos obvian predicar.
08/04/19 11:56 AM
  
Manu
Sr. Alonso, disiento de su corolario, transmite la idea de un Dios enfadado y justiciero, en definitiva un Dios excesivamente antropomórfico.
Yo creo que una visión más verdadera sería la de un Dios celoso de amor por el hombre, por ese motivo nos manda sufrimientos (a veces sumamente duros), cuya finalidad, a pesar de una primera impresión, no son el mero castigo (a modo de desahogo Divino), sino que tienen un suprasentido amoroso: la de hacernos caer en la cuenta de nuestra indigencia y suma menesterosidad. En el caso del pecador, estas pruebas son para que salga de su situación de pecado, en el caso del Santo para que alcance la unión con Dios.
Como ejemplo de lo que estoy diciendo sería la parábola del hijo pródigo o el libro de Job.



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A.G.:
No se trata de lo que usted crea, sino de la fe católica.

Para recordarla puede acudir por ejemplo a Trento, ses. 6ª, cap. I:

" para entender bien y sinceramente la doctrina de la Justificación, es necesario conozcan todos y confiesen, que habiendo perdido todos los hombres la inocencia en la prevaricación de Adán, hechos inmundos, y como el Apóstol dice, hijos de ira por naturaleza"


O al cap. VII:

"nuestro Señor, quien por la excesiva caridad con que nos amó, siendo nosotros enemigos, nos mereció con su santísima pasión en el árbol de la cruz la justificación, y satisfizo por nosotros a Dios Padre."




Le recuerdo además que no es Dios quien está hecho a imagen y semejanza del hombre (antropomorfismo) sino el hombre el que está hecho a imagen y semejanza de Dios.
08/04/19 1:26 PM
  
Manu
Como entiende usted entonces la ira de Dios?
Imagino que no la entiende como mero enfado, porque si fuera así estaríamos hablando de un Dios pasional.
Y si la entiende como mera justicia ( en el sentido de dar a cada uno lo suyo) se trataría de un Dios bastante aséptico, un Dios que se relaciona con el ser humano con una frialdad objetiva, inconmovible e inexorable.
Le recuerdo que Jesús no actuó así con la mujer adúltera.



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A.G.:
La ira de Dios debe entenderse como Dios mismo nos enseña a entenderla, a través de su divina Revelación. Debe Ud. para ello pedir luces a Nuestro Señor, y sobre todo los dones del Espíritu Santo, para aprehender la verdad de este asunto en Escritura y Tradición, a la luz del sagrado Magisterio.
08/04/19 6:32 PM
  
Manuel Benayas García
Me parece una respuesta tautológica, pues viene a decir que la ira de Dios es la ira Dios.
Los dones del Espíritu Santo no son necesarios en el caso de las tautologías.


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A.G.:
Manu, debe mantener el mismo nick durante la conversación.

Si Ud. cree que puede comprender estas cuestiones con sus solas fuerzas y luces personales, y que no necesita de los dones del Espíritu Santo para comprender la Palabra divina, está muy equivocado.

La justicia divina, como atributo, no como virtud "humana", se expresa en la Sagrada Escritura como ira en relación al pecado y al pecador. La Justicia vindicativa tiene parte, por eso, en la justificación del pecador.

Como enseña el Apóstol:

"En efecto, la ira de Dios se manifiesta desde el cielo sobre toda impiedad e injusticia de los hombres, que aprisionan la verdad con la injusticia."
08/04/19 6:56 PM
  
Palas Atenea
"La Belleza salvará al mundo" no tiene más sentido que decir "la Bondad salvará al mundo" o "La Verdad salvará al mundo". No son los atributos de Dios quiénes salvan al mundo sino el mismo Dios hecho Hombre. Belleza, Bondad y Verdad desencarnadas no salvan al mundo, fue Jesucristo quién lo salvó con su Muerte y Resurrección.
08/04/19 6:59 PM
  
Cos
Soledad.
"La belleza nos salvará". Por mucho que he intentado entender está frase es incomprensible.
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Dice Don Alonso "sobredimensionar la via pulchritudinis redunda, también, en exageraciones misteriosistas, a la manera de la concepción estética heideggeriana, siempre antimetafísica y experiencialista". Y tambien "la sensibilidad católica moderna, que prefiere el sabor de lo ortodoxo, de lo oriental; sea Dostoievski, sean los iconos, sea lo bizantino"
Yo diría que en el mundo moderno la tentación experiencialista va incluso mas allá, mas allá hasta en lo geográfico, hasta el lejano oriente. Yo lo veo, a veces, en personas no cristianas, como anhelan la pura experiencia mística, el no pensar, el disolverse en el todo.

Por otro lado, la fórmula de la belleza como suceso salvífico también puede acarrear confusiones paganizantes. A cuentas del arte propio del Renacimiento italiano al cual alude, y especialmente a la Capilla Sixtina, hay un artículo creo que muy bueno en este blog que a continuación enlazo, en el que el autor distingue entre el idealismo griego y el realismo cristiano:
"Pues mientras para el mundo griego la perfección es ideal, para el cristianismo, de modo completamente inverso, lo ideal, el Logos, desde el cual, por el cual y en el cual, todo ha sido creado, no se debe buscar afuera como si se encontrara lejos de nosotros en su perfección acabada, en su formalidad autónoma, como si se tratase de un Dios estático (como las estatuas griegas), no, por el contrario, esta «forma ideal» para nosotros se ha hecho carne y ha venido a habitar en medio de nosotros".
Creo que por ahí se puede indagar que es lo que debiera entenderse por "belleza" desde unas coordenadas propias.
catholic-link.com/6-cosas-juicio-final-aprender-capilla-sixtina/

Por cierto, que a El Greco no le gustaba Miguel Ángel. Decía que no sabía usar el color. Aunque los dos se basasen tanto en los primarios. Yo tambien soy mas del Greco que de Miguel Ángel.
08/04/19 8:20 PM
  
Luis Henao
Estimado Alonso:
De acuerdo con su comentario sobre la belleza como mediación. Hacia el final, manifiesta usted: "La evangelización personalista enfatiza con desmesura que Dios ama “incondicionalmente", porque calla que aborrece al que peca en cuanto pecador, y que es hijo de la ira e inmundo a sus ojos por el pecado. Y lo sería eternamente de no mediar un Reconciliador, que es su Primogénito". Creo que Dios no aborrece al pecador, sino el pecado, pues como dice Ezequiel: "¿Acaso me complazco yo en la muerte del impío--declara el Señor DIOS-- y no en que se aparte de sus caminos y viva?" (18, 23), y MIqueas: "¿Qué Dios hay como tú, que perdona la iniquidad y pasa por alto la rebeldía del remanente de su heredad? No persistirá en su ira para siempre, porque se complace en la misericordia" (7, 18).
08/04/19 11:56 PM
  
Horacio Castro
Respecto al párrafo sobre una estética heideggeriana creo que la belleza que recibimos temporalmente simplemente debemos vivirla. Deja suficientemente clara esta cuestión con: “la Belleza salvará al mundo’ no tiene más sentido que decir ‘la Bondad salvará al mundo’ o ‘La Verdad salvará al mundo’. No son los atributos de Dios quiénes salvan al mundo sino el mismo Dios hecho Hombre. Belleza, Bondad y Verdad desencarnadas no salvan al mundo, fue Jesucristo quién lo salvó con su Muerte y Resurrección”, en su síntesis Palas Atenea. Es verdad que también a Marx le interesaba una dimensión estética de la existencia humana, y que llegó a definir al hombre como productor no sólo de objetos o productos materiales, sino también de obras de arte. Lo hicieron con mayor profundidad sus seguidores con varios trabajos sobre las ideas estéticas en el marxismo (puede leerse algo en antroposmoderno.com/antro-version-imprimir.php?id_articulo=1117 Le ruego Alonso sobre su eventual respuesta que si implica refutación no consituya una reconvención. Cordial saludo.
09/04/19 3:49 AM
  
Manu
Sr. Alonso, en primer lugar decirle que el cambio de nick ha sido originado por un error al teclear.
En segundo, yo no trato de comprender sólo con mis propias fuerzas, me sustento en el magisterio de la Iglesia, que va más allá del Concilio de Trento.
El siguiente texto es del padre Luis Mª Mendizábal, el cual es un referente para obispos como José Ignacio Munilla o Demetrio Fernández:

"El cristianismo no está obsesionado por el miedo del sufrimiento. Ciertamente no es «dolorista». No es buscador morboso del dolor. Pero no se deja condicionar en su camino hacia la bienaventuranza por el miedo al dolor. Su superación la cifra en la fe, que ilumina el misterio del pecado y de la cruz, y que introduce en los abismos del Amor, más fuerte que el pecado y que el sufrimiento. El dolor llega a quedar implicado en las bienaventuranzas. El cristianismo es religión de vida y de alegría. Pero no porque prometa eliminar el dolor en esta vida, sino porque enseña el puesto del sufrimiento y su valor; y porque nos da gracia para llevarlo con amor, junto a Cristo crucificado."


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A.G.:
Manu, no veo que tenga relación alguna este texto que Ud. trae con el asunto que tratamos, que es la reparación expiatoria con que Cristo satisface por nuestros pecados. Doctrina de la justificación. Es nuestra fe católica.
09/04/19 10:02 AM
  
Soledad
Con su permiso Sr. Gracian voy a contestar a Cos:

"La belleza salvará al mundo"
Para mi es una oración afirmativa, Afirma una verdad, que choca con mi concepto de salvación y posiblemente de belleza. Intentaré acceder a lo que Vd me dice, para comprender otro enfoque de dicho concepto.

Siempre ha asociado belleza, bondad y verdad, en conjunto. Platón decía que eran intercambiables, yo pienso que una lleva a la otra. (no se lo que pensará el Srn Gracian de esto).
Cuando vi al David de M. ANGEL,no apare mis ojos durante una hora. Vi belleza anatómica, hasta en los pequeños detalles, pero buscaba su "espíritu", no su técnica, y pienso lo encontré en la mirada.
El juicio final en la Capilla Sixtina me hizo llorar literalmente, y solo fue la mano de Nuestro Señor apartando a los condenados.
Quiero decir que belleza sin más, hoy por hoy es estética. El arte siempre lleva la rubrica de la mano que lo crea, para bien o para mal, pues hay arte que directamente debe ir al estercolero, y aquí habría que decir:esto es arte?

La frase creo es de F. DOSTOYESVSKI, en su novela El Idiota. Aquí el personaje mira el mundo "con ojos de ñiño",, desde la inocencia, por lo cual es más fácil unir, o derivat de lo bello a lo bueno o la verdad.
Los mortales como bien dice el Sr. Gracian necesitamos de redención, el pecado arrastra nuestra naturaleza, solo la gracia es capaz de sacarnos de esta situación

No dudo que la belleza de la creación, o del arte, en algunos casos, pueda ser un medio, pero no un fin, para acercarnos a Dios.

Hay un poema anónimo que expresa bien (que expresa bien lo que dice el Sr. Gracian de arte confortable, pero tb terrible.)

" NO me mueve Señor para quererte.......

Saludos a todos.
09/04/19 11:10 AM
  
Manu
El texto que le he mandado está en sintonía con mi primer comentario.
Me ha parecido que usted lo impugnaba con un texto del Concilio de Trento. No entiendo por qué.

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A.G.:
Como no sabe por qué, se lo voy a decir.

En su primer comentario manifestaba ud. su desacuerdo con la idea de un Dios que castiga y que considera hijo de la ira al hombre pecador. Dijo Ud.:

"Sr. Alonso, disiento de su corolario, transmite la idea de un Dios enfadado y justiciero, en definitiva un Dios excesivamente antropomórfico.
Yo creo que una visión más verdadera sería la de un Dios celoso de amor por el hombre, por ese motivo nos manda sufrimientos (a veces sumamente duros), cuya finalidad, a pesar de una primera impresión, no son el mero castigo"


Por eso le recordé a Ud.la doctrina católica al respecto, concretamente el Concilio de Trento, la doctrina de la justificación.
09/04/19 3:57 PM

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