(271) De una tentación ilustrada y pre-revolucionaria

1.- La reinterpretación positivista de la ley, en clave de reconocimiento de derechos, propicia una conciliación meramente artificial de las voluntades. Convertir pretensiones en derechos contribuye a una falsa paz, que evita el combate por la fe, y soslaya el martirio.

 

2.- La tentación ilustrada consiste en pretender igualar en sede horizontalista las pretensiones subjetivas de los miembros de la Iglesia, de forma que el desequilibrio de reclamaciones y contrarreclamaciones quede compensado por un orden convencional de relaciones.

 

3.- Un ecumenismo mal entendido, también, adopta la forma de un sistema (poliédrico, pluralista) de balanza de voluntades y contravoluntades. La apologética, como la refutación, no encajan bien esta perspectiva; se prefieren perfiles más bajos, como la teoría de los valores, el historicismo o la normatividad kantiana. La antropologización de la teología, en la estela de Rahner, contribuye a la nivelación voluntarista.

 

4.- La crisis de la Iglesia, en la actualidad, tiene mucho que ver con este mecanismo horizontalista de contrapesos, en que el amplio arco de voluntades y contravoluntades se nivele en un orden de relaciones democratizante y constitucionalista.

 

5.- Sustituir la religión por la sociología es una tentación iluminista. A finales del s. XVIII, Anne Robert Jacques Turgot (1727-1781), simpatizante de los filósofos, interventor general de Francia en 1774, informaba de este modo al rey Luis XVI acerca de los graves problemas que aquejaban a la nación: «existe una guerra perpetua de reclamaciones y contrarreclamaciones que la razón y el entendimiento mutuo nunca han regulado». La solución que aportaba era una racionalización de la vida social y política. Tanto para Turgot como para su amigo el Marqués de Condorcet, esta racionalización, sistematizada en la ciencia social, contribuiría al orden público mediante un orden positivista regulador. El estado moderno se conformaría, de esta manera, como un sistema de equilibrismo de las conciencias, y no como una verdadera comunidad de vida virtuosa. Sistema artificial, subjetivista y anómico, cuya fecha de eclosión será 1789.

 

David Glez Alonso Gracián

 

5 comentarios

  
andrés
Para los que no somos tan leidos hace falta que desarrolle un poco más el artículo con ejemplos.

Me gustan sus escritos, porque a veces son claros y concisos. Otras veces, como esta, no. La mayor dificultad que tienen los filósofos a la hora de exponer estos temas es que no acaban de tener claro a qué público se dirigen.

Cuando uno lee a Lorenzo Hervas explicando las causas de la revolución francesa, se le entiende de maravilla.

Cuando Voltaire atacaba la metafísica y particularmente Aristóteles, no le hacía falta desarrollar el tema demasiado, simplemente decía que aquello era un galimatías incomprensible. Con este simple argumento destrozaba cualquier explicación de tantos eruditos en la materia. No digo que tuviera razón, digo que atacaba el flanco débil que la Iglesia ha estado dejando desprotegido durante siglos: la ininteligibilidad de muchos de sus textos y explicaciones.

Podemos alabar y poner de ejemplo la doctrina de Santo Tomás. He puesto interés inumerables veces es estudiarla, he buscado autores y gente muy preparada que me la pudieran explicar. Imposible, se entiende algo, algunas partes y punto...y lo curioso es que se da por hecho que así tiene que ser. Gravísimo error.

Los paganos tienen dos clases de filosofía. Un grupo, muy pequeño que se dedica a tenerles entretenidos a Vds, con Sartre, Heidegger, Hegel, y filósofos de todos los tipos y colores. Teólogos también. Todos con nombres más o menos conocidos pero que solo unos poquísimos se han llegado a abrir un libro de esta gente. Otro grupillo sabe cosas de oídas por referencias o libros de otros que explican lo que esta gente quiere explicar. Hay que dar salida a todo el que quiera decir algo.

Otro grupo es el que se lleva el pato al agua. El que marca el camino. El que no da puntada sin hilo, y aplasta en cada paso. Son los filósofos de la naturaleza. A estos se les entiende de miedo. Explican los secretos de sus ciencias naturales con precisión y amenidad absolutas. Se permiten el lujo incluso de hacer de ello la base de muchos entretemientos y ocios.

Que hay que explicar los misterios del universo, pues toma películas, documentales, libros, planetarios donde se encuentran mil y una personas que te hacen flipar con las explicaciones. Los del cuerpo humano, más de lo mismo. La física, la química, el electromagnetismo... no hay ciencia lo suficiemente complicada que impida que alguien la sepa exponer al público de manera apasionante.

Y los mensajes de Kant, Marx, Hegel, y todos sus sucesores también. Ahí van todos metiditos. Kant es infumable, pero explicado con un documental de arqueología se entiende todo.

Pero la Iglesia se ha pasado los últimos 500 años rebatiendo posiciones filosóficas a lo "crudo".

El Kant de turno propone una cuestión, generalmente en un lenguaje comprensible para cuatro espabilados. Rápidamente sale un teólogo que perspicazmente le desmonta el argumentario con sagaces argumentos que entienden solo otro puñado de intelectuales. Sale el Voltaire del momento y dice que no hay más que ver como todos esos intelectuales son unos pedantes entretenidos en bobadas, y que lo importante es D. Pepito, que ha encontrado una cura para la gistaralisis o D. Mengano, que ha descubierto una nueva bateria que cambiará el mundo.

Y se la cuela a todo el mundo, hasta el teólogo va a comprar la nueva batería.

Por eso no nos podemos permitir el lujo de explicar cosas a sabiendas de que no nos va a entender la inmensa mayoría de la gente. Hay que trabajarse no solo el tema, sino como se va a exponer, que es donde gravita el éxito o el fracaso de lo que nos hemos propuesto: transmitir ideas.

No nos podemos perder en el anzuelo que nos lanzan y mencionar tantas teorías y autores como van saliendo, que en el fondo vienen a explicar lo mismo con pequeñas diferencias, porque solo causa confusión.

En fin, que si me he molestado es escribir esto es porque le aprecio, y porque he aprendido mucho con Vd.
13/06/18 2:25 PM
  
Palas Atenea
Para llevarse un pato al agua no hace falta dar puntada sin hilo, lo puede hacer cualquiera. Es más, yo aconsejaría no tomarse ese trabajo porque, por su naturaleza, se va a ir él solito.
14/06/18 2:42 PM
  
Alonso Gracián
andrés,

prometo explicar con más detalle y sencillez todas estas cuestiones. Tenga en cuenta que, a veces, es necesario plantear estos temas en toda su complejidad, haciendo uso de todos los recursos conceptuales disponibles. Por eso a menudo tengo que subir el nivel, para llegar más alto, dando por sabidas cosas que no se pueden explicar en el mismo artículo, pero que en los anteriores o en los siguientes se van aclarando. Cada cuestión tiene su propio grado de complejidad, la filosofía es a veces difícil porque se precisan conocimientos previos y una formación necesaria. Pero estos asuntos, tan importantes, los iré aclarando en lo sucesivo, Dios mediante, como vengo haciendo desde hace cientos de posts.
14/06/18 4:24 PM
  
andres
Gracias.

Espero haber hecho entender. De todas formas, no estuve muy acertado con la forma de expresarlo. Ya lo siento.
_______
A.G.:
Andrés, me parece bien que haya expresado su opinión, y comprendo que el artículo le pareciera en exceso complicado. No pasa nada, amigo. Es verdad que es un artículo complejo. Espero seguir contando con su interés y su lectura. Saludo cordial.
15/06/18 7:24 PM
  
andres
La lectura de sus artículos me ha servido de mucho. Me ha ayudado a enterder esa evolución de la Iglesia en los últimos siglos y me ha animado mucho a leer a otros autores que desconocía. Vd. empuja al lector a buscar en otras fuentes.

Vd. hace algo importante y muy poco frecuente. Situa el tema en su contexto social y temporal de una forma muy específica. No presenta el tema de forma aseptica como si fuera la wikipedia, se implica y toma partido por unos o por otros. Se podrá estar, o no, de acuerdo con Vd., pero está claro que transmite el problema.

Si me lo permite, concretaré una reflexión personal. Es general, no es una crítica contra Vd.

Creo que la filosofía "profesional" tiene un problema grave. No se sabe vender, no se sabe para que sirve, no se sabe que papel juega en la educación, en la sociedad, en la política ni en la religión. Está ahí como un cuadro de arte moderno. Se tolera porque se permite la indiferencia. Eso si, la sensación de que hay una tremenda tomadura de pelo detrás de todo eso, ronda como una mosca cojonera.

Cuando se dice esta evidencia, muy a menudo se escucha como respuesta que se trata de temas y conceptos complejos. Bien. Bueno, bien no, mal. Porque eso se le dice a demasiada gente que tiene una formación en temas mucho más complejos. Una cosa es que no se entienda a la primera y otra cosa es que no se entienda de ninguna de las formas o con un esfuerzo totalmente desproporcionado.

Personalmente, en lo concerniente a la filosofía pagana moderna me importa poco menos que nada. Es más, entiendo que uno de sus objetivos sea no llegar a ninguna parte. Pero en teología o filosofía católica la cosa cambia.

A la humanidad le tomó miles de años para que alguien como Newton desarrollara el cálculo diferencial. Hoy, por norma, cualquier chaval espabilado juguetea con él a los 16 años.

A Santo Tomás de Aquino le estudiaban y refutaban o defendían hace 700 años. Hoy los profesores no lo hacen entender ni en los seminarios.

Obviamente, algo pasa en los tomistas.
19/06/18 3:18 PM

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