(189) Cuando se nubla la mente católica

1.- Una vez dentro del Maelstrom, el afán de novedades no tiene límite. Tanto lo unánime como lo antiguo desaparecen a ojos del creyente, y la Tradición pierde su rostro visible, que es la Santa Madre Iglesia. La diosa Historia la reemplaza, y es matricida.

 

2.- No se puede permanecer en la Tradición, sin un espíritu castrense adecuado, sostenido por todo el organismo sobrenatural del cristiano y su fundamento doctrinal. 

 

3.- Cuando se nubla la mente católica, que es razón tradicional, a falta de sentido filial, de dependencia respecto de aquellos que nos precedieron, se mira hacia atrás con sospecha, y hacia adelante con ansiedad y lujuria.

 

4.- El católico se faja de Tradición,  (y si hace falta, también de tradiciones) para combatir las tinieblas, porque son tinieblas de acomodacion al siglo.

 

5.- La batalla es por el buen juicio acerca del bien y del mal, según el Depósito que se nos ha transmitido. En esta batalla está inmersa la Iglesia, siendo acosada desde su interior, conminada a desvirtuarse, y por ello a desarmarse y perder. La auténtica hecatombe ecológica es el oscurecimiento del juicio. 

 

6.- En el momento en que la Iglesia comience, como el siglo, a llamar bien al mal y mal al bien, se habrá perdido la batalla, aunque no la guerra. Pero la luz, entonces, desaparecería de la tierra. A este oscurecimiento del juicio de la Iglesia, de catastróficas consecuencias, apunta todo entorpecimiento del juicio por omisiones de doctrina, ambigüedades o heteropraxis. Dios no permitirá el triunfo total del Maelstrom, pero habrá daños.

Por todo ello,  sólo hay una salida : combatir el error. 

 

12 comentarios

  
vicente
combatir el error, amar al errado.
19/06/17 8:43 PM
  
Mª Virginia
Unos de tus mejores posts de los últimos tiempos; ideal para la "Cartelera parroquial", jejeje.... Dios te siga bendiciendo, Alonso!
19/06/17 8:56 PM
  
Juan Andrés
Como no estoy dispuesto a que me vendan un Evangelio distinto, por más que esos vendedores se disfracen de eclesiásticos (o de ángeles al decir de San Pablo), no queda otra que combatir el error, y cada uno en su grande o pequeño frente de batalla. El problema es que los tiros vienen de todos lados, algo así como si, para combatir al enemigo, unos soldados tuvieran que confrontar no sólo con el enemigo sino también con sus propios generales. Es una contienda donde increíblemente hay que cuidarse las espaldas. Creo que primero tenemos que ver como poder hacer algo respecto a esto y luego encargarse del mundo, caso contrario, estaremos a la espera de la venida de Cristo. No quedan muchas opciones.
19/06/17 9:14 PM
  
Fulgencio
Si la Iglesia (como institución) denunciara el mal y predicase el bien el castigo que se cierne sobre ella y el mundo no tendría lugar; pero como no es así Dios va a dejar que los acontecimientos sigan su curso. Acontecimientos de guerra, hambre y muerte.
19/06/17 10:01 PM
  
Silvia
Es lo que me parecía: las luces de la Fe se apagan una a una y la sombra o oscuridad se extiende...
Mantengamos la nuestra encendida, cueste lo que cueste.
19/06/17 10:52 PM
  
Luis Fernando
2Pe 1:19
Y tenemos así mejor confirmada la palabra de los profetas, a la que hacéis bien en prestar atención como a una lámpara que alumbra en la oscuridad, hasta que alboree el día y el lucero de la mañana amanezca en vuestros corazones.

Cuanta más tiniebla, más necesidad de la palabra profética.
19/06/17 10:59 PM
  
Curro Estévez
¡Bravo, Alonso!
La clave está en no desanimarnos, porque hay más errores que moscas.
19/06/17 11:07 PM
  
Pedro L. Llera
Muy bueno: claro, breve, preciso.
20/06/17 12:24 AM
  
Juanjo
Madre mía... Y que este blog no tenga más difusión...
20/06/17 1:43 AM
  
Fruela
Solo hay una solución a todo este mal: que los que nos sentimos católicos, aunque estemos llenos de defectos, sigamos más fielmente a Jesucristo.¿Cómo? Orando más. Si antes rezábamos de vez en cuando el Santo Rosario, ahora, todos los días. ¿Como? Viviendo la penitencia: aceptando dolores y sacrificios que antes rehuíamos. ¿Como? Predicando: Dejar miedos y prudencias aparcados y defender ante los amigos, familiares y compañeros nuestra fe; catequizando, si puede ser, en las parroquias, en las distintas catequesis, cada cual, en lo que esté a su alcance. Si uno es enseñante, lo mismo, aunque imparta una asignatura que no tenga nada que ver con la Religión. "A tiempo, y a destiempo..." como decía San Pablo. En definitiva, vivir el Evangelio de forma más auténtica...
20/06/17 6:19 PM
  
Manuel Pérez
La Verdad os hará libres.
La Verdad os hará libres.
La Verdad os hará libres.
La Verdad os hará libres.
La Verdad os hará libres.
La Verdad os hará libres.
La Verdad os hará libres.
La Verdad os hará libres.

¡Con lo evidente que parece...!

"Pero no, no hay que ser dogmático, hombre. Si lo que importa es amarse, chicos. Menos ley y más misericordia. A la gente no le interesan esas profundidades doctrinales. Si quienes entienden el evangelio son los sencillos, muchachos."

Así nos va. ¡Qué falta de amor a la Verdad! Que se traduce en una falta de defensa de la libertad, como consecuencia inmediata. Y, encima, tapando las vergüenzas con el manto de una falsa misericordia que es pura invención humana pero que se pretende imponer al mismo Dios. Porque en lugar de esforzarse por comprender la misericordia, se está tratando de definir la misericordia. Vamos, de enseñarle a Dios en qué consiste ser misericordioso, no vaya a ser que se equivoque, como los redactores de los evangelios. En fin, paciencia. Paciencia y combate.
20/06/17 6:43 PM
  
chico
Primero se nubla la Fe católica y a continuación la razón. Pero si la Fe es fuerte, la razón no se nubla.
21/06/17 9:05 AM

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