Elecciones 7 de junio: discernir entre lo bueno y lo malo

Cuando, de cuando en cuando, se nos convoca a los electores a que manifestemos lo que pensamos en materias políticas (aunque no sólo en tales cuestiones) tenemos que tomar la decisión que nos corresponde de acuerdo a unos principios y valores que consideramos nuestros.

De otra forma, lo que digamos puede ser considerado producto, o resultado, de lo políticamente correcto o llevado por lo que nos conviene.

Tal actuación no es de recibo en un cristiano y en un católico.

Ante la próxima cita electoral del domingo que viene, 7 de junio, tampoco nos han dejado solos los obispos. Como han hecho en otras ocasiones, y como es su obligación como pastores, y formando parte de la Comisión de los Episcopados de la Comunidad Europea (COMECE), han emitido una Declaración en la que nos ofrecen datos más que suficientes como para que nuestro voto no sea dubitativo.

“La participación en las elecciones: un derecho y una responsabilidad”

Por tanto, la llamada a la participación es clara. Sólo aquellos que pretenden el silencio del pueblo aceptan que nos quedemos en casa sin acudir a la urna. Seguramente, tendrán miedo de lo que digamos con la papeleta.

Por eso dice que “Todo cristiano tiene, no solamente el derecho, sino también la responsabilidad de comprometerse activamente en este proyecto ejerciendo su derecho de voto”.

Nada de silencio, pues.

Hay muchos aspectos que han sido tenidos en cuenta por los Obispos europeos para recomendar la votación sin indicar, por ello, ningún nombre de partido político que pudiera llevar a engaño y, sobre todo, a decir que la Iglesia católica apoya a uno o a otro.

Sin embargo, tampoco hace falta caer en tales declaraciones explícitas. Lo dicho es más que suficiente.

Así, dos temas muy importantes (además de los económicos y puramente políticos) son los siguientes:

-“Respetar la vida humana de la concepción a la muerte natural”

Esto, que parece tan sencillo de entender resulta duro de digerir.

Tanto los partidos de la izquierda como el mismo Partido Popular se han manifestado, con actos y leyes (no sólo de boquilla) a favor de unas ideas contrarias: no se respeta la vida desde la concepción en dos temas muy importantes:

a.-La manipulación genética con células madre embrionarias.

b.-El aborto

Tanto en un tema como en el otro, los dos grandes partidos políticos españoles, a saber el PSOE y el PP, han hecho de su capa un sayo. Vamos, que no están, para nada, de acuerdo, con lo dicho por los obispos.

-“Apoyar a la familia fundada sobre el matrimonio, -entendido como la unión entre un hombre y una mujer- como unidad básica de la sociedad”.

Tanto los partidos de la izquierda como el mismo Partido Popular se han manifestado, con actos y leyes (no sólo de boquilla) a favor de unas ideas contrarias: no se respeta el matrimonio, único posible, constituido entre un hombre y una mujer.

Por supuesto que en el seno de los partidos de izquierda no se respeta, para nada, el tema del matrimonio. Es más, el imposible entre homosexuales ha sido definido, defendido y todo lo que se quiera, por el PSOE y sus medios de comunicación.

Pero no sólo eso. Bien sabemos lo que el Alcalde de Madrid, Alberto Ruiz Gallardón ha dicho y hecho en estos particulares y enojosos casos.

En este caso, bien podemos decir eso de que en todas las casas cuecen habas aunque no pueda decir eso de en la mía a calderadas porque no es mi caso particular.

Por otra parte, el título de la de Declaración es “Construir una mejor casa europea”.

Esperemos que las bases cristianas no acaben desapareciendo de la casa común.

En nuestra mano está. La que pone el voto en la urna.