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1.07.23

La Palabra para el Domingo - 2 de julio de 2023

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Como es obvio, hoy no es domingo 2 de julio de 2023 sino sábado, 1. Esto lo decimos porque publicamos hoy el comentario del Evangelio que siempre hemos traído aquí en día, precisamente, domingo. Sin embargo, un amable lector, sacerdote, me hizo la sugerencia de poner el comentario del Evangelio del primer día de la semana el sábado porque, como es verdad y lamento no haberme dado cuenta, el texto del Evangelio de la Santa Misa del sábado por la tarde es el del día siguiente, domingo.


También lamento no haberme dado cuenta de que publicando este comentario a determinada hora de España aún es viernes en la América hispana. Por eso, y por cumplir con el horario y que las cosas sean razonables, es publicado este comentario ahora, a esta hora en España cuando ya es sábado en América. Y a lo mejor es posible que haya quien piense que decir esto no hace falta pero con franqueza digo que creo es necesario y más que necesario. 


Mt 10, 37-42



“37 El que ama a su padre o a su madre más que a mí, no es digno de mí; el que ama a su hijo o a su hija más que a  mí, no es digno de mí. 38

39 El que encuentre su vida, la perderá; y el que pierda su vida por mí, la encontrará. 40 ‘Quien a vosotros recibe, a mí me recibe, y quien me recibe a mí, recibe a Aquel que me ha enviado. 41 ‘Quien reciba a un profeta por ser profeta, recompensa de profeta recibirá, y quien reciba a un justo por ser justo, recompensa de justo recibirá. 42 ‘Y todo aquel que dé de beber tan sólo un vaso de agua fresca a uno de estos pequeños, por ser discípulo, os aseguro que no perderá su recompensa.’”

   
COMENTARIO

Las cosas claras para que nadie se lleve a engaño

Con franqueza decimos que este texto del Evangelio de San Mateo parece la reunión de sentencias espirituales dichas por el Hijo de Dios. Eso no le quita valor al mismo sino, seguramente, se lo porque, por decirlo pronto, es un claro mensaje dado por Jesucristo a sus discípulos. 

Digamos, para empezar, que lo que dice Jesucristo aquí es más que duro. Al menos, las primeras palabras podrían llevar a más de uno a dejar de seguirlo o a no empezar a seguirlo. Y es que decir que debemos dejar de amar a nuestra madre o nuestro padre de la forma cómo lo dice el Hijo de Dios… 

Lo que pasa es que las palabras del Mesías no debemos entenderlas a lo humano sino a lo divino. Y queremos decir, con esto, que cuando dice eso quiere decirnos que, como a Dios se le debe amor, lo mismo se le debe a su Hijo. Por eso, debemos aplicar aquel “Amarás a Dios sobre todas las cosas” al Hijo de Dios que es, como sabemos, Dios hecho hombre.  Y eso es lo que quiere decir Jesucristo cuando, al parecer, podríamos pensar que es muy egoísta cuando, en todo caso, demanda el amor que merece que es, sencillamente, el más alto que seamos capaces de dar. 


CAMINO MISIONERO: III Domingo del T.O. (Mt 4, 12-23) - Ciclo A: “SEGUIR A  JESÚS POR AMOR”Pero hay más. 

Muchas veces dijeron muchos que querían seguir al Maestro que enseñaba con autoridad. Pues bien, el mismo no dice que se le siga de cualquiera manera sino que, tomando cada uno su cruz se vaya pos de Él. Y eso lo dice porque sabe que es la única manera de salvarse y porque siempre iba a acompañarlos en su camino hacia el definitivo Reino de Dios. 

Aquí establece Jesucristo una relación directa entre lo que hacemos y las consecuencias de lo que hacemos. Y nos explicamos. 

Cierto es que nosotros sabemos que Jesús es Dios hecho hombre. Es hombre, sí pero también es Dios. Y en tal sentido, las palabras que dice alcanzan lo que debe ser el comportamiento de un discípulo suyo o, al menos, el de quien, no siéndolo, respeta a quien lo sea. 

Recibir a los enviados de Jesucristo es hacer lo propio con el Hijo de Dios. Por eso, en tal sentido, dijo Jesús a Pablo, en su camino de Damasco, que era Él a quien está persiguiendo el de Tarso. En realidad, perseguía  a sus discípulos pero, en el sentido en el que habla Jesucristo, perseguirlo a los que le siguen es hacer lo mismo con Él. 

Y todo, aquí, tiene relación con la vida eterna. Y es que queremos decir que lo que hacemos tiene recompensa… o no la tiene. Si la tiene es porque hemos actuado de acuerdo a la voluntad de Dios; si no la tiene o la tiene en todo negativo, como condena, es que nos hemos alejado mucho del Todopoderoso y Creador nuestro. 

Es más, como dice Jesucristo, no se ha de perder la recompensa de quien la merezca. Y es que Dios tiene buena memoria para todo: para lo bueno y para lo malo. 
 

PRECES

Por todos aquellos que no quieren tomar su cruz y seguir a Jesucristo.

Roguemos al Señor.

Por todos aquellos que no comprendan la voluntad del Hijo de Dios.

Roguemos al Señor.

ORACIÓN

Padre Dios; ayúdanos a cargar con nuestra cruz y seguirte.

Gracias, Señor, por poder transmitir esto.

 
El texto bíblico ha sido tomado de la Biblia de Jerusalén.

 
Eleuterio Fernández Guzmán

 

 Panecillos de meditación

 

Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.
 
Panecillo de hoy:

 

Escuchar el mensaje de Cristo y seguirlo: ahí está nuestra salvación. 

Para leer Fe y Obras.


Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.

24.06.23

La Palabra  para el Domingo - 25 de junio de 2023

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Como es obvio, hoy no es domingo 25 de junio de 2023 sino sábado, 24. Esto lo decimos porque publicamos hoy el comentario del Evangelio que siempre hemos traído aquí en día, precisamente, domingo. Sin embargo, un amable lector, sacerdote, me hizo la sugerencia de poner el comentario del Evangelio del primer día de la semana el sábado porque, como es verdad y lamento no haberme dado cuenta, el texto del Evangelio de la Santa Misa del sábado por la tarde es el del día siguiente, domingo.


También lamento no haberme dado cuenta de que publicando este comentario a determinada hora de España aún es viernes en la América hispana. Por eso, y por cumplir con el horario y que las cosas sean razonables, es publicado este comentario ahora, a esta hora en España cuando ya es sábado en América. Y a lo mejor es posible que haya quien piense que decir esto no hace falta pero con franqueza digo que creo es necesario y más que necesario.



 Mt 10, 26-33



26 ‘No les tengáis miedo. Pues no hay nada encubierto que no haya de ser descubierto, ni oculto que no haya de saberse.    27 Lo que yo os digo en la oscuridad, decidlo vosotros a la luz; y lo que oís al oído, proclamadlo desde los terrados. 28 ‘Y no temáis a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma; temed más bien a Aquel que puede llevar a la perdición alma y cuerpo en la gehenna. 29 ¿No se venden dos pajarillos por un as? Pues bien, ni uno de ellos caerá en tierra sin el consentimiento de vuestro  Padre. 30  En cuanto  a vosotros, hasta los cabellos de vuestra cabeza están todos contados. 31 No temáis, pues; vosotros valéis más que muchos pajarillos. 32 ‘Por todo aquel que se declare por mí ante los hombres, yo también me declararé por él ante mi Padre que está en los cielos; 33  pero a quien me niegue ante los hombres, le negaré yo también ante mi Padre que está en los cielos.”


COMENTARIO

Miedo, sí, a perder el alma 

Este texto del Evangelio de San Mateo es uno en el que Jesucristo trata de que no seamos pesimistas, que no nos dejemos engañar por el Mal que quiere, muchas veces, hundirnos en la fosa del desamor y la desesperanza. 

Dice el Hijo de Dios que no les debemos tener miedo. Y no debemos tener miedo a los que quieren perjudicar nuestra alma. Y, por eso, nos pide confianza en el Todopoderoso que todo lo ve y todo lo sabe. 

Aquellos que, creyendo que al matar el cuerpo se mata el alma hacen lo primero con voluntad de lo segundo, deberían saber que eso no es posible porque el alma es patrimonio de Dios y Dios tiene a todas las almas de sus hijos (de aquellos que lo aceptan como Creador y Todopoderoso y de los que, no sabiéndolo, actúan según su Ley) en su corazón. Por eso no debemos tener miedo a tales personas sino a los que, en verdad, quieren hacernos caer en tentaciones graves y peligrosas para nuestra vida espiritual.

Jesucristo, en aquella época de predicación, quería que se supiese que el Reino de Dios había llegado al mundo. Por eso recomienda, a quien le escucha, que no esconda debajo de ningún celemín la luz que haya recibido. No. Lo que se debe hacer es todo lo contrario: proclamar que Dios ha enviado a su Hijo al mundo para que el mundo se salve. Y sólo así muchos se salvarán y otros muchos sabrán que pueden salvarse de aceptar tal realidad espiritual. 

TIEMPO DE ENCUENTRO ESPECIAL - Misioneras Mar

Todo, pues, se ha de descubrir. Sí, ¿pero… cuándo? 


Seguramente, Jesucristo se refiere al tiempo en el que vuelva en su Parusía y se juzgue a vivos y a muertos. Entonces, todo lo que cada cual haya llevado a cabo, todo lo bueno y todo lo malo, se pondrá sobre la mesa y se verá con perfecta claridad. Por eso, todo lo que esté oculto se sabrá y todo aflorará a la superficie. 

Eso dicho así por Jesucristo supone un claro aviso a los que vivan entonces pero, también, a los que han vivido a lo largo de los siglos desde que vino al mundo y murió por todos para que muchos se salven. Por eso no debemos tener tales palabras como dichas en un determinado tiempo como si no sirviesen para ahora mismo. Sirven, sí, y mucho, porque trazan el camino a seguir con la misma perfección que cuando dijo aquello que recogió el evangelista Mateo en su Evangelio. 

Hay algo, de todas formas, que debía tranquilizar el alma de los que escuchaban a Jesús: Dios todo lo ve y todo lo sabe. Por tanto, debían abandonarse a su santa Providencia y no preocuparse de lo que no debían preocuparse. 

Sin embargo, sí que contiene este texto un mandato claro que nunca deberíamos olvidar

A este respecto, debemos decir que, ante Jesucristo, podemos optar por una de estas dos disposiciones de nuestra alma: negar al Hijo de Dios y confesarlo como Mesías y Enviado del Todopoderoso. 

No podemos decir que sea igual una cosa que la otra. Y es que no es lo mismo mantenerse alejado del Hijo de Dios que querer tenerlo muy cerca. Y eso tiene consecuencias. Lo dice el mismo Jesucristo: afirmar, confesar, que Jesucristo es el Hijo de Dios supondrá la defensa del mismo ante el Todopoderoso de quien eso haga; al contrario: no confesarlo y negarlo ante los hombres supone, justamente, todo lo contrario. 

Y no digamos que el aviso no es claro y que no tiene consecuencias porque, en efecto, las tiene.

PRECES

Por todos aquellos que esconden lo bueno de Dios por miedo.

Roguemos al Señor.

Por todos aquellos que no quieren declarar, ante los hombres, a favor de Jesucristo.

Roguemos al Señor.

  
ORACIÓN

Padre Dios; ayúdanos a ser hijos buenos que no niegan a su Padre.
 
Gracias, Señor, por poder transmitir esto.  

El texto bíblico ha sido tomado de la Biblia de Jerusalén.

 

Eleuterio Fernández Guzmán

Panecillos de meditación

Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.
 
Panecillo de hoy:

¡Cuánto miedo deberíamos tener a perder el alma!


Para leer 
Fe y Obras.


Para leer 
Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.

17.06.23

La Palabra para el Domingo - 18 de junio de 2023

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Como es obvio, hoy no es domingo 18 de junio de 2023 sino sábado, 17. Esto lo decimos porque publicamos hoy el comentario del Evangelio que siempre hemos traído aquí en día, precisamente, domingo. Sin embargo, un amable lector, sacerdote, me hizo la sugerencia de poner el comentario del Evangelio del primer día de la semana el sábado porque, como es verdad y lamento no haberme dado cuenta, el texto del Evangelio de la Santa Misa del sábado por la tarde es el del día siguiente, domingo.


También lamento no haberme dado cuenta de que publicando este comentario a determinada hora de España aún es viernes en la América hispana. Por eso, y por cumplir con el horario y que las cosas sean razonables, es publicado este comentario ahora, a esta hora en España cuando ya es sábado en América. Y a lo mejor es posible que haya quien piense que decir esto no hace falta pero con franqueza digo que creo es necesario y más que necesario.


Mt 9, 36-38, 10, 8


“Al ver a la multitud, tuvo compasión, porque estaban fatigados y abatidos, como ovejas que no tienen pastor. Entonces dijo a sus discípulos: “La cosecha es abundante, pero los trabajadores son pocos. Rueguen al dueño de los sembrados que envíe trabajadores para su cosecha". Jesús convocó a sus doce discípulos y les dio el poder de expulsar a los espíritus impuros y de curar cualquier enfermedad o dolencia. Los nombres de los doce Apóstoles son: en primer lugar, Simón, de sobrenombre Pedro, y su hermano Andrés; luego, Santiago, hijo de Zebedeo, y su hermano Juan; Felipe y Bartolomé; Tomás y Mateo, el publicano; Santiago, hijo de Alfeo, y Tadeo; Simón, el Cananeo, y Judas Iscariote, el mismo que lo entregó. A estos Doce, Jesús los envió con las siguientes instrucciones: “No vayan a regiones paganas, ni entren en ninguna ciudad de los samaritanos. Vayan, en cambio, a las ovejas perdidas del pueblo de Israel. Por el camino, proclamen que el Reino de los Cielos está cerca. Curen a los enfermos, resuciten a los muertos, purifiquen a los leprosos, expulsen a los demonios. Ustedes han recibido gratuitamente, den también gratuitamente.”

COMENTARIO

La gratuidad de la fe y las consecuencias de eso

Es imaginable que cuando al Hijo de Dios le llegó el momento de tener que transmitir la Buena Noticia del Reino del Todopoderoso supo de inmediato que debía escoger un grupo de personas que hicieran tal labor porque bien sabía que su vida en el mundo no iba a ser eterna…

Escoger a los que fueron sus discípulos más allegados tuvo que ir precedida de la preceptiva oración dirigida a Su Padre del Cielo. Y es que Jesucristo hizo eso, según podemos leer en las Sagradas Escrituras, muchas veces. Y es más que cierto que siempre le fue bien tal actitud…

Pues bien, escoge a los 12 Apóstoles porque quiso escogerlos a ellos y porque sabía que, aunque mucho les faltara todavía, iban a estar preparados para cumplir su labor. Y sus nombres y acciones han pasado a la historia de la salvación como deben pasar los nombres de los que han cumplido con su misión y se ha entregado a la misma.

Podemos decir, al respecto del envío al mundo que aquí hace Jesucristo, que no los envía así, sin más o, lo que es lo mismo, que no hace que vayan a predicar sin ayuda alguna. Eso no es imaginable en alguien como el hijo de María, la Virgen Inmaculada. Y, claro, eso no fue lo que pasó. 

Cómo murió cada uno de los doce apóstoles?

En primer lugar las instrucciones del envío son claras: no ir a personas paganas e, incluso, a samaritanas. No. Deben ir a las ovejas perdidas de Israel porque es cierto y verdad que eran las que mejor podían entender su mensaje. Por eso las envía, en primer lugar, a tales ovejas porque podían volver más fácilmente al redil del que se habían acabado escapando a fuerza de leyes y normas impuestas por el hombre.

Pero no sólo eso porque también había una instrucción bien precisa: debían proclamar el Reino de los Cielo o, en fin, la Buena Noticia de que ya había llegado al mundo tal Reino y que debía ser descubierto y gozado.

Pero, además, no lo deja solos en el sentido de poco habilitados sino que les dona y otorga la posibilidad de curar a los enfermos y, lo que es más, hasta resucitar a los muertos que, digamos, no es cosa que pueda hacer cualquiera pero que ellos, aquellos 12, iban a poder llevar a cabo.

Además, podrían expulsar a los demonios que estaban poseyendo a una persona…

¿Y todo eso?

Todo eso por la sencilla razón de que lo habían recibido gratis de parte de Jesucristo, Dios y hombre verdadero. Y, claro, debían darlo gratis.

Y eso debería ser una buena lección para todos nosotros… Y ahí lo dejamos. 


PRECES

Pidamos por aquellos que no piden a Dios pastores.

Roguemos al Señor.


Pidamos por todos aquellos que no dan gratis lo que han recibido gratis.

Roguemos al Señor.


ORACIÓN

Padre Dios; ayúdanos a recibir con gozo la semilla profunda de la fe.


Gracias, Señor, por poder transmitir esto.

  
El texto bíblico ha sido tomado de la Biblia de Jerusalén.

 
Eleuterio Fernández Guzmán

Panecillos de meditación

Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

 

Panecillo de hoy:

Pidamos a Dios por los obreros que su mies necesita. 

Para leer Fe y Obras.

Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.

10.06.23

La Palabra para el Domingo - 11 de junio de 2023

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Como es obvio, hoy no es domingo 11 de junio de 2023 sino sábado, 10. Esto lo decimos porque publicamos hoy el comentario del Evangelio que siempre hemos traído aquí en día, precisamente, domingo. Sin embargo, un amable lector, sacerdote, me hizo la sugerencia de poner el comentario del Evangelio del primer día de la semana el sábado porque, como es verdad y lamento no haberme dado cuenta, el texto del Evangelio de la Santa Misa del sábado por la tarde es el del día siguiente, domingo.


También lamento no haberme dado cuenta de que publicando este comentario a determinada hora de España aún es viernes en la América hispana. Por eso, y por cumplir con el horario y que las cosas sean razonables, es publicado este comentario ahora, a esta hora en España cuando ya es sábado en América. Y a lo mejor es posible que haya quien piense que decir esto no hace falta pero con franqueza digo que creo es necesario y más que necesario.



Jn 6, 51-58

  
“’51 Yo soy el pan vivo, bajado del cielo. Si uno come de este pan, vivirá para siempre; y el pan que yo le voy a dar, es mi carne por la vida del mundo.’ 52 Discutían entre sí los judíos y decían: ‘¿Cómo puede éste darnos a comer su carne?’ 53 Jesús les dijo: ‘En verdad, en verdad os digo: si no coméis la carne del Hijo del hombre, y no bebéis su sangre,   no tenéis vida en vosotros. 54 El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna, y yo le resucitaré el último día. 55 Porque mi carne es verdadera comida y mi sangre verdadera bebida. 56 El que come mi carne y bebe mi sangre, permanece en mí,  y yo en él. 57 Lo mismo que el Padre, que vive, me ha enviado y yo vivo por el Padre, también el que me coma vivirá por mí. 58 Este es el pan bajado del cielo; no como el que comieron vuestros padres, y murieron; el que coma este pan vivirá para siempre.’”         
 

COMENTARIO
 
Verdadero Pan para la verdadera vida

 
Continuó Jesús con su promesa escatológica pues tal era la misión que había venido a llevar a cabo entre los hijos de Dios. Muchas veces vemos que el Mesías insiste en determinadas cosas para que fuesen comprendidas por aquellos que le escuchaban y que, tantas veces, eran de duro corazón; muchas veces el Enviado ilumina la vida de sus contemporáneos diciendo lo mismo repetidamente porque sabía y conocía la dificultad que tenían de comprender su doctrina y el mensaje que traía de parte de Dios. 

Esto viene, por eso, a concretar lo dicho sobre el pan vivo en un momento inmediatamente anterior. 

Se refiere, Jesús, a su cuerpo, que lo va a entregar para la salvación de todos. Por eso dice el pan que yo le voy a dar; y ese pan, que será transubstanciado a partir, y en, la Eucaristía, es la causa necesaria de nuestra fe. 

Sin embargo, muchos de los que escuchaban no entendían y, llevados por el concepto del mundo que tenían, se dejaban llevar por su mundanidad y sentían, seguramente, repugnancia por aquello de comer su carne. Aún, para ellos, no había llegado el momento de la comprensión. Como para muchos, hoy día. 

La vida, la verdadera, la que Él trae, requiere, para tenerla, requiere, digo, la aceptación de eso que dice Jesús, aún sin entenderlo (hay que reconocer que eso es difícil) y así, “si coméis”, o sea, si queréis creer en lo que digo, entonces, comiendo su Cuerpo y bebiendo su Sangre (entendamos esto como hay que entenderlo, claro)  pues entonces no es que vayamos, en un futuro, a tener la vida eterna, que también, sino que ya, ahora, desde este momento, ya la tenemos pues si queremos voluntariamente y así lo manifestamos optamos por creer que ya vivimos la vida eterna en este lado del Reino de Dios en el que peregrinamos hacia el definitivo Reino del Padre. Esto no es, si lo pensamos bien, cosa baladí. 

El Periódico de México | Noticias de México | Columnas-VoxDei | «Yo soy el pan  vivo, bajado del cielo»

Para afirmar esto, para confirmarlo y dar razón, si es que fuera necesario, Jesús les dice que ese comer y ese beber contribuirá a una permanencia mutua. Jesús permanecerá en el que lo hace y, a su vez, el que lo hace permanecerá en Jesús. Y esto es de vital importancia para cimentar un sentido de pertenencia de cada cual con Dios. 

La resurrección queda garantizada por este comer y este beber y no por otra cosa ni otra realidad espiritual. Bien dice Jesús que el que le coma y le beba vivirá por Él, pues si su Padre vive en Él, y su vida es, ya, eterna, para siempre, de tiempo infinito, también el permanecer en Cristo, ese vivir, se hará eterno pues eterna es la vida del Hijo de Dios.

Vemos, pues, que este texto de Juan, tan cercano a nosotros y tan profundo, como todo lo de este evangelista que es, a la vez, tan dulce y tan nuestro, dice muchas cosas: que Jesús va a dar su vida, que su vida la da por el mundo, para que se salve; que, por eso, y para esa salvación, y por esa entrega que hace de sí, se hace, para quien anhele la vida eterna, manifiesta esa voluntad comiendo su cuerpo y bebiendo su sangre en la Eucaristía (que, ciertamente, aún no ha tenido lugar en su primera vez) Así no se dará el caso de aquellos antepasados de sus contemporáneos que, como ya dijo en otro momento, comieron el pan del cielo y murieron. Ahora, con Él, que es la Vida misma, este caso no se dará. 

Todo lo que sucedió, y sucede, entonces, y cada día, certifica esta Verdad. 

Ahora bien, como hace siempre Jesús, Él propone determinada posibilidad y está de nuestra parte llevarla a cabo, aceptarla, o no. Esto es, siempre, cosa nuestra y, claro, las consecuencias de nuestra decisión, a tal respecto, también son nuestras.

  
PRECES

 
Por todos aquellos que no aceptan a Jesús como Salvador de la humanidad.

Roguemos al Señor.

Por todos aquellos que no quieren que Cristo viva en ellos.

Roguemos al Señor.

 
ORACIÓN

 
Padre Dios; ayúdanos a mantener siempre tu vivencia en nuestro corazón a través del Cuerpo y de la Sangre de tu Hijo.
 

Gracias, Señor, por poder transmitir esto.
  

El texto bíblico ha sido tomado de la Biblia de Jerusalén.
 

Eleuterio Fernández Guzmán

  

Panecillos de meditación


Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.
 
Panecillo de hoy:

 

Pan de vida, Pan de la Vida Eterna, así es Cristo

 

Para leer Fe y Obras.

 

Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.

 

3.06.23

La Palabra para el Domingo - Domingo, 4 de junio de 2023

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Como es obvio, hoy no es domingo 4 de junio de 2023 sino sábado, 3. Esto lo decimos porque publicamos hoy el comentario del Evangelio que siempre hemos traído aquí en día, precisamente, domingo. Sin embargo, un amable lector, sacerdote, me hizo la sugerencia de poner el comentario del Evangelio del primer día de la semana el sábado porque, como es verdad y lamento no haberme dado cuenta, el texto del Evangelio de la Santa Misa del sábado por la tarde es el del día siguiente, domingo.


También lamento no haberme dado cuenta de que publicando este comentario a determinada hora de España aún es viernes en la América hispana. Por eso, y por cumplir con el horario y que las cosas sean razonables, es publicado este comentario ahora, a esta hora en España cuando ya es sábado en América. Y a lo mejor es posible que haya quien piense que decir esto no hace falta pero con franqueza digo que creo es necesario y más que necesario.

 


Jn 3, 16-18


16 Porque tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo único, para que todo el que crea en él no perezca, sino que tenga vida eterna. 17 Porque Dios no ha enviado a su Hijo al mundo para juzgar al mundo,  sino para que el mundo se salve por él. 18 El que cree en él, no es juzgado; pero el que no cree, ya está juzgado, porque no ha creído en el Nombre del Hijo único de Dios.

    

COMENTARIO

Un claro aviso acerca de Cristo


Cuando Dios actúa no lo hace porque no tenga otra cosa que hacer sino porque, en verdad, lo que quiere lo hace porque quiere lo que hace. Y eso ha hecho, hizo, con Cristo, Hijo Suyo y hermano nuestro y por eso todo lo que luego sucedió estaba puesto para bien de la humanidad entera pero, sobre todo, para la que creyese en el Enviado de Dios Padre Todopoderoso. 

La bondad de Dios, por otra parte, para su semejanza, no tiene límite. Además, a diferencia de esta, cumple simple lo que promete y eso, precisamente eso, hizo, con Cristo, Hijo Suyo y hermano nuestro. Lo prometido, pues, para el Creador, era deuda. 

Cuando Dios creó al hombre le dio libertad. Y eso quiere decir que podía hacer, al respecto del Creador, lo que quisiese: amarlo u olvidarlo. Y, muchas veces optó el hombre por lo segundo frente a lo primero. Y se perdió. 

Pero Dios, que no abandona nunca ni se siente desesperanzado, quiso poner remedio a la perdición en la que había caído quien había creado y mantenía con tanto amor. Y envió al mundo a su Hijo único, Cristo, el Enviado, el Ungido, el Mesías. 

Que Jesús vino al mundo es dato cierto y verificado a lo largo de los siglos por todos aquellos que han querido decir la verdad y lo que, entonces, pasó.

Que Jesús vino al mundo y las razones por las que vino también son más que conocidas. 

Porque tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo único.

Dios quería salvar a la humanidad y por eso lo envió. La humanidad lo necesitaba y por eso lo envió. 

Jesús no vino más que a cumplir con la misión encomendada por Dios, por su Padre y el nuestro. Y por eso murió como murió. 

Por eso a través de Cristo quien en Él cree se salva y quien no cree, se condena. 

Se salva quien lo acepta como Mesías y como Dios hecho hombre; quien cree que resucitó de entre los muertos y, en fin, quien en Él confía.

Dios no pide más que aceptar la Verdad. Por eso quien cree en Cristo está salvado porque se salva a sí mismo aceptando a Quien lo puede salvar y porque muestra que quiere tener a Jesús en Él y que Él esté en cada él. 

Sin embargo, es posible (terriblemente posible) que haya quien no acepte al Hijo del hombre, al Hijo de Dios. Y para tales personas el Creador también tiene un destino. 

Bien que lo dice este texto del evangelio de San Juan, aquel que estuvo tan cerca del Señor. No puede haber duda alguna al respecto y tenerla es no creer, no confiar en Dios. 

Ya está juzgado quien no cree en Jesús. Y con esto se quiere decir que la sentencia de la justicia divina ya está fijada, de antemano, para quien, conociéndolo, no quiera aceptar en su corazón a Quien todo lo dio por sus hermanos. Es, diríamos, como un pecado grave contra el Espíritu Santo que es el único que no se puede perdonar. 

Dios es fiel y es misericordioso… pero también es justo y aunque tengamos por verdad que la misericordia puede con la justicia no es menos cierto que la justicia divina existe y es la que es.
 
PRECES 

Por todos que no quieren aceptar a Cristo como Hijo enviado por el Padre. 

Roguemos al Señor. 

Por todos aquellos que no tienen esperanza en ser salvados. 

Roguemos al Señor.

ORACIÓN

 
Padre; ayúdanos a aceptar a tu Hijo, Cristo, como hermano nuestro y llevarlo a nuestro corazón. 

Gracias, Señor, por poder transmitir esto.

 
El texto bíblico ha sido tomado de la Biblia de Jerusalén.

  
Eleuterio Fernández Guzmán

 

 

Panecillos de meditación


Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.
 
Panecillo de hoy:

 

Dios envía a su Hijo Único. ¿Hace falta algo más?


Para leer Fe y Obras.

 

Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.