InfoCatólica / Eleuterio Fernández Guzmán / Categoría: Ventana a la Tierra Media – La Comarca de Tolkien

20.10.21

J.R.R. Tolkien - Ventana a la Tierra Media – C.S. Lewis y J.R.R. Tolkien: apologías de la fe cristiana a su manera

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Nosotros partimos de la base de que quien se lleve esto a los ojos (o alguien pueda leérselo por cualquier tipo de problema) tiene un cierto conocimiento de la cosa. Es decir, que cuando alguien lea el título de este artículo no diga algo así como “¿Cómo?” o, también, “¿Quiénes son tales personas?”

No vaya a creer nadie que esto es cosa baladí o de poca importancia sino que  es puramente crucial pues a partir de un conocimiento así es posible entender lo que ha de venir. Y es que partir de no saber, siquiera, quién es Lewis y quien es Tolkien… en fin, como que no puede ser.

De todas formas, estamos más que seguros que cualquiera, aquí, sabe a qué nos referimos y nos quita la preocupación de explicar más de la cuenta…

Y sí, tanto C.S. como J.R.R. han sido, y lo son, escritores de renombre en el mundo de las letras. Y aunque alguien pueda decir que, en todo caso, lo han sido, y lo son, del mundo de lo fantástico (como haciendo de menos tal campo) y que tampoco es para ponerse según de qué forma, algo así como elevando el tono de lo referido a ellos, nosotros, como no puede ser de otra forma, los alabamos por lo que merecen que es más que mucho, si ustedes nos entienden.

En general, esto se enmarca dentro de un título mayor que abarca, por  decirlo así, lo que suponen ambos autores en cuanto cristianos que son (y es que a nosotros no nos gusta escribir como si, al morir, todo tuviese que escribirse en pasado porque ellos están ahí porque está su obra y su obra está más que presente, es de ahora y es actual en sí misma considerada) Y sobre eso van a tratar estas letras (unas 1500 más o menos, según dé la cosa…) que van a procurar, eso sí, ser ecuánimes pues tampoco es de nadie desconocido que mientras que el autor de “Las Crónicas de Narnia”, “Cartas del Diablo a su sobrino” o, sobre todo, “Mero cristianismo” (obra verdaderamente loable donde las haya) era anglicano, el que lo es de “El Hobbit”, “El Señor de los Anillos” o “El Silmarillion” era católico convencido de serlo y no podemos, ni debemos, hacer uso de tal distinción algo así como para zaherir, desde el punto de vista católico al que lo fue anglicano. No. Y es que aquí la cosa va más allá pues ambos, digamos que en general, se pueden enmarcar (cada uno a su forma) en apologistas del cristianismo y eso no lo deberíamos olvidar nunca y tenerlo como no puesto por vaya a saber usted qué cosas de nuestras respectivas fes.

Creemos que está muy bien señalar un aspecto como el que hemos puesto en primer lugar para que nadie se lleve a engaño y pretenda encontrar aquí nada distinto de aquello que va a encontrar pues, de otra forma, sería errar tanto el tiro que, seguramente, daríamos muy fuera de la diana que, por supuesto, recibiría, como proyectil, una flecha, como corresponde al ideario literario de ambos autores ingleses.

Why is Tolkien Scholarship Stronger than Lewis Scholarship? Part 2:  Literary Breadth and Depth | A Pilgrim in Narnia

¿Saben ustedes lo que pasa con C.S. Lewis y con J.R.R. Tolkien, así, al alimón? Pues lo que pasa es que son dos autores tan buenos que sobran ciertas cosas que podría separarlos (y que seguro que los separó en un determinado momento aunque, a lo mejor, más por parte del segundo que del primero…) Aquí sólo nos vale el tema en cuestión para hoy: ellos dos son dos apologistas cristianos, así dicho, en general y para que se sepa lo que hay. Y todo esto está muy por encima de lo que se pretenda hacer, si es el caso, con sus obras por parte de aquellos que, no creyendo en su fe (la de los autores, queremos decir) trazan algo así como un mundo donde la creencia espiritual nada tuviera que ver cuando, en realidad, es justamente todo lo contrario.

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13.10.21

Una ventana a la Tierra Media - Héroes de lo ordinario

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En efecto, en los grandes acontecimientos suele haber héroes que son aquellos que se entregan a la tarea encomendada y la llevan a cabo de forma perfecta, según lo que estaba establecido para ello yendo más allá, seguramente, de lo que a lo mejor debían hacer. Y por eso son admirados y recordados por las generaciones posteriores a los acontecimientos que los llevaron a comportarse como tales y, pues, a serlo. 

Sin embargo, según tenía por bueno y mejor J.R.R. Tolkien, en lo ordinario de cada día había no poca heroicidad y, claro, no pocos héroes… 

El caso es que esto lo traemos aquí a colación de lo que dice, en un momento determinado, Eduardo Segura en su libro “J.R.R. Tolkien – El mago de las palabras” que, si bien pudiera considerarse un libro sencillo (ni en el número de páginas ni en el lenguaje utilizado es grandilocuente porque su autor, claro, no quiere serlo pues no es el caso ni el momento ni toca serlo, por así decirlo) viene la mar de bien para conocer al escritor que todos tenemos presente en nuestra vida. 

Pues bien, como decimos, en un momento determinado, al hablar de cómo era en el fondo el autor de “El Hobbit” (etc.) nos dice que Tolkien padre “meditaba sobre la heroicidad que se esconde en las cosas de cada día”. Y eso nos ha llevado a pensar que sí, que también hay héroes que hemos dado en llamar “de lo ordinario”. 

¿Qué es, por tanto, lo ordinario y cómo se puede ser un héroe así? 

Para empezar, está más que bien que J.R.R. Tolkien meditara, pensara en profundidad, sobre esto que, en principio, pudiera parecer tema de poca importancia cuando, al contrario, es más que importante porque abarca el mayor tiempo de la vida y forma de ser de las personas. Y es que lo ordinario es lo común, por así decirlo. 

Digamos, por tanto, sobre esto, que lo ordinario y su cumplimiento a la perfección (y de ahí la heroicidad) pues ¿puede haber mayor proeza o hazaña que cumplir con lo que se debe cumplir en cada momento? Y, repetimos lo de “en cada momento” pues ahí reside la cosa: en no envalentonarse con lo grande sino en perseverar en lo pequeño, ordinario, de cada día. Y eso aplicado a los personajes que caminan por la Tierra Media. 

Así, por ejemplo, podemos considerar un héroe a quien: 

- Sabe levantarse cada mañana y no se desmorona ante lo que debe hacer (ya sea arreglar un jardín, caso de Sam, forjar espadas o hacer arcos…),

 

- No quiere poner mala cara cuando se le echa sobre su espalda un trabajo que considera exagerado pero lo cumple,

 

- Sabe soportar las impertinencias de algunas razas que les son esquivas pero no quiere que la cosa vaya a más,

 

- Sabe mantenerse fiel a la misión que tiene encomendada y lo hace en cada acción que lleva a cabo, en cada omisión…,

 

- Tiene en cuenta los pequeños detalles y procura que ninguno de ellos se pase por alto,

 

- Es capaz de hacer el bien en las dosis necesarias sin que se sepa quién es quién lo hace,

 

- No se deja amedrentar por el Mal ni en las pequeñas cosas… sobre todo en las pequeñas cosas, 

 

¿Ven ustedes? Hay héroes en lo ordinario, héroes de lo ordinario en la Tierra Media porque en las cosas de cada día está la semilla del todo.

Eleuterio Fernández Guzmán- Erkenbrand de Edhellond

Panecillos de meditación

Llama el Beato Manuel Lozano GarridoLolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

Panecillo de hoy:

Tierra Media: otra Tierra, esta Tierra. 

Para leer Fe y Obras.

Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.

 

6.10.21

J.R.R. Tolkien - Ventana a la Tierra Media – Aquel bendito insecto

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Sí, es cierto que alguien puede pensar que estamos desvariando al escribir sobre esto pero, dado los años que han pasado desde entonces y el resultado de todo aquello… en fin, que bien podemos agradecer que a Tolkien padre le pasara lo que le pasó en Francia, en aquellas trincheras malditas donde tantos murieron… 

En realidad, esto no es más un ejemplo de literatura-ficción que, dado de la persona de la que hablamos, en fin… que tampoco está tal mal. 

Pues bien. Estamos allí, en 1916 en plena Guerra Mundial (la primera de las dos que el siglo pasado, el XX, produciría para aberración y vergüenza del ser humano) Y nuestro autor, el oficial de comunicaciones J.R.R. Tolkien está enfrascado en la guerra, en cada batalla en la que se ve inmerso. 

La situación no es buena pues la guerra de trincheras, además de no ser demasiado vistosa es, al contrario, más que mortífera y no hay día que no mueran cientos y cientos de soldados por parte de los dos bandos. Y, por tanto, eso pasa en el del inglés milita aquel que ya había tenido ciertas ideas para escribir sobre un mundo nuevo

Entonces llega el momento clave. Y aquí podemos imaginar dos situaciones distintas que son, a saber:

 

-      A Tolkien padre no le pica el piojo que le podía transmitir la llamada “fiebre de las trincheras”.

-      Tolkien es herido e, incluso, muerto en alguna de las batallas en las que iba a intervenir y le pasa lo mismo que a muchos de sus amigos.

Regreso histórico de fiebre de las trincheras a Colorado

El caso es que si le hubiera pasado la primera de las situaciones y no hubiera sido devuelto a Inglaterra bien podía haberle pasado la segunda que era, verdaderamente, peor que contraer la dichosa fiebre. 

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30.09.21

Ventana a la Tierra Media - El Silmarillion: principio y fin

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En realidad, aquel escritor que iba a ser, lo que quería era que su Principio fuera como fue. Y así fue El Silmarillion… 

Es cierto y verdad que esta obra escrita fue, por decirlo así, el embrión de todo aquel ser literario que sería subcreado por J.R.R. Tolkien. Y desde el mismo momento en el que nuestro autor empezó a escribirlo, podemos decir, lo que tenía que venir llegó a ser por su propia naturaleza. 

Sabemos, también, que refleja el principio de todo aquello que sería la Tierra Media. Y, por tanto, que todo lo que, con el tiempo, llegó a ser una obra literaria, refleja la voluntad de quien sabiendo lo que quería hacer… lo hizo y bien que lo hizo. 

Por otra parte, decimos arriba que aquello es el “Principio” porque, en efecto, desde aquel momento todo empezó a tener explicación. 

Resulta curioso, de todas formas, que no fuera hasta muchos años después de haber empezado a escribir lo que acabaría siendo “El Silmarillion” cuando conocimos aquel principio aunque en sus obras posteriores como son El Hobbit y El Señor de los Anillos es obvio que hay referencias a los primeros tiempos de donde viene, precisamente, el Anillo Único y las demás joyas redondas entregadas a Elfos, Hombres y Enanos. Es decir, de la obra misma que lleva el título al que nos referimos, es de suponer, nadie sabía de su totalidad hasta que Christopher Tolkien fue capaz de armar, por así decirlo, todo el esqueleto que había dejado su padre y dar a luz aquella obra, ahora sí, conocida como “El Silmarillion”. Y lo hizo, seguramente, lo mejor que pudo aunque, como suele pasar, siempre hay quien crea que a lo mejor se “nota” mucho su mano en lo que al final resultó de todo aquello. 

De todas formas, tampoco podemos negar que el resultado obtenido de los muchos escritos que tendría de su padre no fue nada malo y podemos pasar por alto lo que, de suyo, haya podido poner allí para hilvanar bien un tejido tan complejo como es El Silmarillion. Y es que, para empezar, ahora podemos llevarnos a los ojos y al corazón lo que fue, para J.R.R. Tolkien la intención de subcrear un mundo, la Tierra Media, y cómo lo quiso desde el mismo momento en el que empezó a escribir sobre el mismo. 

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23.09.21

Ventana a la Tierra Media – Está bien felicitar a Bilbo y Frodo Bolsón

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Ya es la tercera vez que felicitamos a los parientes Bolsón. Y es que ya vamos para el tercer año de escritura sobre el fantástico mundo de J.R.R. Tolkien y, en cierto sentido, el cumpleaños de estos dos entrañables personajes nos gusta creer que también es algo nuestro… 

Hemos dado en poner un título que viene bien a la situación de la que se trata porque, francamente, está bien, más que bien, felicitar a Bilbo y a Frodo Bolsón. Y es que hace más bien poco se ha celebrado su cumpleaños y eso no es poca cosa sino mucha y más que mucha, si ustedes nos entienden… 

Ciertamente, hoy no es el día, digamos, exacto. Y es que fue ayer mismo, 22 de septiembre, cuando se recordó la venida al mundo de tío y sobrino.

 

EXCURSUS

 

De todas formas, ahora tienen, casi como una condena: tantos años y un día…, aunque, en realidad, se trate de una condena de las de antes porque ahora, como bien sabemos, en esta Tierra nuestra, los años de condenan han venido a menos que Sauron después de la Guerra del Anillo. Pero eso, como pueden ustedes imaginar, es harina de otro costal y de otro tipo de artículos aunque esto haya sido algo así como un desahogo…

 

FIN DEL EXCURSUS

 

Pues muy bien… en la distancia de los años y de los libros, nosotros creemos, de verdad y con franqueza, que está bien felicitar a Bilbo y a Frodo, quizá por esto:

 

-Por haber sabido ser buenos Hobbits, en todas sus dimensiones, 

-Por haber reconocido que cuando no podían enfrentar algo… es que no podían enfrentarlo, 

-Por haber sido capaces de rompes con muchas de sus tradiciones para servir a un fin superior,

 -Por hacer creído en lo que se les decía y seguir adelante muy a pesar de todo y de muchos, 

-Por haber sido amigos fieles hasta las últimas consecuencias, 

-Por haber querido, Bilbo, desprenderse del Anillo por mucho que le costara eso, 

-Por haber asumido, Frodo, la hercúlea tarea de ser portador del Anillo sin saber ni cómo ni cuándo acabaría todo aquello, 

-Por dejarse guiar por aquellos que tenían más conocimientos que sus medianos, aunque fuertes, cerebros de Hobbits, 

-Por mirar de frente al peligro y no querer salir despavoridos, 

-Por haber sabido estar en cada momento donde debían estar, 

-Por tener un corazón más fuerte que alta su estatura, 

-Por no querer mirar para otro lado cuando el peligro estaba enfrente, 

-Por descubrir que eran más valientes que de lo que ellos se esperaba, 

-Por querer ser buenos… y serlo. 

J.R.R. Tolkien- Ventana a la Tierra Media – Vidas paralelas: Bilbo Bolsón – Frodo  Bolsón

En fin, seguramente podríamos estar un rato largo diciendo cosas buenas de Bilbo y Frodo Bolsón. Sin embargo, tampoco quisiéramos que su ego se subiera a las nubes y allí se quedara… 

El caso es que cuando se celebra el cumpleaños de alguien que conocemos se le suele hacer un regalo y, como de bien nacidos es ser agradecidos (y nuestros amigos lo son) estamos seguros de que aceptarán estos elogios como aceptarían una buena calada de una pipa cargada con tabaco de La Comarca pues en eso tampoco van a cambiar tanto las cosas como para que rechacen un regalo así… 

Bilbo y Frodo Bolsón, de los Bolsón de La Comarca, dense ustedes por felicitados este año pues el que viene…, en fin, Eru dirá qué pasará con nosotros pues la voluntad de Ilúvatar es la que nos conduce por el mundo y más, más aún, a vosotros, queridos y recordados medianos llamados Hobbits aunque no sepamos aún la razón de eso. Y, vamos, tampoco nos importa, para qué vamos a mentir.

 

Eleuterio Fernández Guzmán- Erkenbrand de Edhellond

Panecillos de meditación

Llama el Beato Manuel Lozano GarridoLolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

Panecillo de hoy:

Tierra Media: otra Tierra, esta Tierra. 

Para leer Fe y Obras.

Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.