InfoCatólica / Eleuterio Fernández Guzmán / Categoría: General

24.12.22

De nuevo nace un Niño que no puede molestar que venga

Natividad - Wikipedia, la enciclopedia libre

Antes que nada no puedo dejar de decir que esto es, como se decía en las televisiones cuando pretendían ser honradas, una “redifusión". Es decir, este artículo lo publiqué en esta misma casa un 24 de diciembre de 2010. Y no es que no tenga nada nuevo que decir sino que, en realidad, todo está ya dicho. Además, es seguro que habrá lectores que esto no recuerden o, en todo caso, sean nuevos… 

 

Vayamos, pues, con la cosa. 

 

Hoy, precisamente, volveremos a recordar el nacimiento del hijo de Dios.

No es, bien cierto es esto, una persona más que viene al mundo porque siendo una persona más es alguien importante.

Sin embargo, quien se siente hermano suyo y también discípulo no deja de preguntarse qué es lo que un ser tan pequeño, luego tan grande en espíritu, puede molestar tanto.

Se quiere quitar aquello que recuerda tal momento histórico. No gustan, así, los llamados “belenes” o nacimientos. Y eso es síntoma de algún tipo de malversación de la verdad y de lo que en el mundo pasó y pasa. Tampoco gusta verlo, tras su Pasión, en su cruz y muchos Herodes buscan su fin, hoy mismo, como entonces sucediera.

Pero como para el que esto escribe y, gracias a Dios, para muchos millones de personas, el niño que nace hoy mismo y, cada día en nuestro corazón, es importante y no podemos olvidar que así fue y así es, le dedico el siguiente



CUENTIPOEMA DEL NIÑO-DIOS

Nos ha nacido el niño,
y porque Dios es el que es,
ha vuelto a serlo.

I

Pasan que pasan los años:
muchos diciembres gozados,
muchas noches escogidas para recordar lo de antaño,
muchas ocasiones para describir
lo de tantos esperado, lo que dijera el profeta
en siglos ya muy pasados.

II

Caminan por la montaña
buscando suelo sagrado, lugar donde reposar,
un espacio para el descanso,
tampoco demandan mucho…
pues un hijo está llegando;
tan sólo se queda el pobre
que de la humildad hace milagro,
tan sólo ese pequeñito,
ese lucero, ese faro.
En la posada no les queda ni un rinconcito
donde María pueda tumbar su cuerpo
y el de su hijo;
tampoco en aquella casa, la del fondo
de la calle, tienen ni una litera
para que nazca el tesoro…
¿Será que ha caído, sobre ellos, el abandono?.

Llevados de fe certera, de esperanza bien sobrados,
duda no tienen alguna de que seguro encuentran algo,
que la mano de su Dios, misericordioso y santo,
sabrá mostrarles el lugar
dónde ha de nacer su enviado.

III

Cansados por el trabajo, por el andar sin hallarlo,
se disponen a caminar hacia el otro poblado.

Mira, María, allí abandonado,
aquel hermoso pesebre, dice José a la Madre,
con los ojos arrasados de tanto, así, llorarlo;
lleguemos hasta la paja, allí podremos quedarnos.

IV

Ya exhaustos del camino, y a punto de no contarlo,
toman posesión de aquello
que era, ahora sí, su palacio;
lugar digno para que un pobre,
Dios hasta aquí llegado,
viniera a este oscuro mundo,
parece que ya predestinado
a padecer y sufrir en manos de sus hermanos
para a todos perdonarnos.

V

Muy lejos de este lugar, en la lejanía lontana,

y aunque esto es y sea una simple redundancia,
viene, tras una estrella,
una grande caravana, trufada de grandes bestias,
buscando así la esperanza.
Gracias a Dios que esta noche queda
bastante clara, dice Melchor a Gaspar;
si no fuera por la luz que de su cola se desprende
no podríamos, ni siquiera,
llegar a encontrar el alba y así poder adorar
a quien causa esta llamada,
dice Baltasar y aclama.

VI

Van los pajes comentando, entre ellos y en voz baja,
que dónde quedará ese lugar
tan lejano que nos llama,
que pareciera que una fuerza,
con más energía que la del agua
que discurre con estrépito por aquella cascada
atrajera a los camellos, a los reyes
y hasta el resto de las almas,
qué será lo que buscamos,
hasta cuándo esta caminata.

VII

Cerca del santo lugar,
donde a nacer va nuestro niño,
están reposando, tranquilos, unos buenos pastorcillos;
descansando tras trabajo de conducir al buen ganado
cual guías que les entregan todas las horas del año.

Despiertan muy sorprendidos, y hasta incluso se preguntan,
qué será aquella luz que ha llegado y les asusta.

No es misterio exagerado, pues necesario sí era,
decir que un ángel, desde el Reino enviado,
les comunica la noticia, la buena, la verdadera…
ha ya llegado el esperado; que el Mesías,
el que por el que tanto habían orado,
ha nacido allí en Belén, en aquel pequeño poblado,
en un pesebre mal cuidado, viejo, destartalado.

VIII

De tanta alegría que sus corazones llena, van aquellos lugareños
a sitio tan amado…
va a amanecer el día,
y todos ellos a adorarlo;
llegan, así, los primeros, ante la luz que les guía,
se postran con gran amor,
besando sus pies desnudos, pequeñas alas de Dios,
grandes para venir al mundo;
ya recorren por los surcos de su rostro enamorado
lágrimas que son de amor, de felicidad
y de agrado.
Ya nos ha nacido Dios, el mismo Dios a nuestro lado,

el Emmanuel profetizado.

IX

Llegados hasta el pesebre
y tras la estrella seguirla,
bajan de los camellos de oriente los enviados
a tomar noticia del hecho más importante del mundo,
a comunicar a los vientos, a los cuatro conocidos,
que había nacido el niñito,
que Dios había, por fin venido,
que podríamos apoyarnos en tan pequeño hombrecito
para caminar todos juntos
con ese amor verdadero.

Quisieron no hacer mucho ruido,
pues el niño aún dormía,
y miraron para siempre recordar
aquel instante,
y poder contar, en sus lejanas naciones,
lo que sucedió aquel día.

X

No pudieron evitar, y aunque lo hubieran querido,
que sus ojos Aquel abriera sorprendido,
y mirara boquiabierto la visita inesperada.

Sonrió con alegría
ante el alborozo presente,
y volvió a dormir tranquilo
el milagro de ese siglo.

¡Qué belleza la de su rostro
todo resplandeciente,
qué instante más hermoso
que recordar para siempre,
volveremos con presteza a transmitir el presente.

XI

Tras adorar al Dios-Niño
y dejarle los presentes que de tan lejos habían traído:

el oro del más grande poder,
el incienso para de la adoración
y la mirra de salvación, bálsamo para el sufriente,

bienes que de su mano fruto eterno dieren,
volvieron hasta sus casas, a contar lo que pasaba,
con una grande alegría y una felicidad soñada
que se había hecho presente :

Nos ha visitado Dios, y para quedarse lo ha hecho;
Está Dios entre nosotros, bendigamos el momento.

XII

Así podemos contar, pasados ya tantos años
y tantos años recordado,
que en Belén nació aquel día
el que nos era enviado,
el que había sido, por eso, engendrado
y por voluntad divina no creado;
que si Dios quiso que así fuera
y que de su misericordia santa nos llegara…
sería por bien de todos sus hijos,
para demostrar que nos amaba.

¡Buena Nochebuena y Feliz Navidad!

Alabado sea Dios que permite que esperemos la llegada de Su Hijo.

 

 
Eleuterio Fernández Guzmán

……………………..

Panecillos de meditación

Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.


Panecillo de hoy:

¡Qué bien que Dios nazca cada día y siempre!

Para leer Fe y Obras.

Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.

 





4.12.22

Un amigo de Lolo - Una sonrisa que lleva al Cielo

Beato Manuel Lozano Garrido, beato Lolo

 

En algunas ocasiones, como ésta, una imagen nos hace cambiar la idea de qué es lo que teníamos pensado hacer porque hay veces en las que han de primar ciertas realidades como es ahora una sonrisa.

Es verdad que quien ha conocido al Beato Lolo, aquel que nació en Linares (Jaén, España) y allí mismo entregó su alma a Dios, dice, siempre lo dice, que era una persona muy alegre a pesar, como se dice, de los pesares que en su caso eran muchos y más que muchos.

Lolo, a este respecto, era una persona que llevaba su creencia cristiana, aquí católica, hasta el extremo de no querer, por ejemplo, que sus muchos dolores afectaran al prójimo. A eso lo llamaba Manuel tener “un dolor con escafandra” en el sentido mismo de que padeciese él solo su padecimiento…

Decimos arriba que Lolo era un ser humano muy alegre y eso debía ser, seguramente, por todo lo que conocía de su corazón y de su fe. Y eso lo muestra muy bien en la imagen que acompaña este artículo.

Lolo está con una persona (desconocemos quién, pero sería, sin duda, un amigo suyo*) y a tal persona le dedica una sonrisa que manifiesta más que bien cómo debía sentirse por dentro este buen hombre.

Se podrá decir de nosotros que eso lo decimos por la especial admiración y devoción que sentimos por Lolo. Y, francamente, seguro que es verdad pero es que no podemos dejar de decir (sería como esconder la luz debajo de algún de celemín) que cuando alguien sonríe así, de forma, no forzada (porque en otras imágenes lo vemos en la misma actitud) es que su corazón debe rebosar del Espíritu Santo.

Sí, Lolo ha sido una de las personas a las cuales la Tercera Persona de la Santísima Trinidad le ha inspirado y le ha inspirado más que bien. Y por eso, por ese “soplo de vida eterna” en el corazón se entiende que sea capaz de sonreír como pensando algo así como “¿Es posible estar mejor en el mundo sabiendo que Dios me ha puesto aquí?”

Decimos, por tanto, que la sonrisa de Lolo (que está a punto de devenir carcajada de felicidad) nos lleva al Cielo porque allí le llevó a sí mismo.

En cierto modo, más que cierto, cuando Lolo sonríe de tal manera nos invita a los demás, a sus amigos, a tener una actitud como la suya: por muy mal que puedas llegar a estar es posible considerar la vida como algo maravilloso que Dios te ha regalado y que debes aprovechar. Repetimos: por muy mal…

De todas formas, es posible que se nos diga que hay ocasiones en las que resistir y saber salir de ciertas tinieblas es… vamos, más que difícil. Y en tales ocasiones podemos acordarnos de la sonrisa de Lolo, de ésta, por ejemplo y darnos cuenta de que Dios a nadie le impide ser como fue nuestro común amigo.

Lolo, sonriendo así, provee a nuestro corazón de fuerza para rato y de esperanza para siempre.

Nosotros, por otra parte, esperamos que el Beato Lolo nos sonría desde el Cielo. Es más, este artículo es prueba de que sí, de que nos sonríe.

 

 

*Rogamos que si alguien lo sabe lo ponga aquí vía comentario.

 

Eleuterio Fernández Guzmán

 

 

Panecillos de meditación

  

Llama el Beato Manuel Lozano GarridoLolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

  

Panecillo de hoy:

  

Saber sufrir, espiritualmente hablando, es un verdadero tesoro.

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Para leer Fe y Obras.

Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna. 

7.09.22

Ventana a la Tierra Media – Sobre series y rigorismos extremos

Resultado de imagen de JRR TOLKIEN
 
Antes que nada, aunque alguna vez dije que entonces terminaba con la serie de artículos sobre J.R.R. Tolkien es cierto y verdad que la ocasión que ahora se me pone delante la pintan calva para volver a escribir sobre nuestro autor preferido. Y, la verdad, es que ganas tenía…
 
Digamos, que es verdad que la cosa está caliente. Es decir, que desde que Amazon empezó a proyectar, por decirlo así, sus capítulos sobre Los Anillos de Poder se ha desatado una guerra incruenta (o no tanto) sobre el qué, el cuándo y el cómo del asunto.
 
El que esto escribe sólo ha visto 2 episodios de los que consta la primera temporada de tal serie. Por tanto, lo que aquí se va a decir es seguramente incompleto pero, en fin, es lo que hay…
 
Naturalmente que lo que se narra en estos episodios (y es de suponer que en otros muchos) no es lo que Tolkien escribió, así, letra por letra. Y habrá quien crea que nada tiene que ver y que está totalmente equivocada la producción, los guionistas y hasta los que llevan la imagen y el sonido. En fin…
 
Tengo que decir que yo no conozco letra a letra ni intención a intención la obra del autor de El Señor de los Anillos. Es decir, que por mucho que haya leído sus libros (más de unos cuantos) y otros que se han escrito sobre tan magnífica obra, soy incapaz, por ejemplo: 
 
- de decir si Bilbo Bolsón, según la datación de La Comarca, empezó a construir su casa en tal día y a tal hora, 
 
- de decir si Frodo Bolsón caminó muchas veces fuera de La Comarca, 
 
- de decir si Gandalf se sentó en tal o cual piedra un 4 junio de tal o cual año, 
 
- de decir si Galadriel empuñó la espada con la derecha o con la izquierda, 
 
- de decir si quien dio al mundo los Silmarils lo hizo utiizando una fragua u otra o lo que hubiera utilizado, 
 
- de decir que el 8 de agosto de tal o cual año, el sol lució más que el año anterior, 
 
- de decir que los ejércitos de la batalla famosa (aquellos cinto) lucieron sus mejores galas o se dejaron algo en sus pueblos, 
 
- de decir si, exactamente, los enanos empuñaban los martillos los días impares de la semana enana, 
 
- de decir que el plano que alguien trazó para tal o cual viaje estaba equivocado en tal o cual curva, 
 
- de decir que, en realidad, los Hobbits no comían todos los días lo mismo sino que tal o cual comida la hacían según tal o cual tradición, 
 
- de decir, en fin, cualquier otra disposición exacta según la datación hecha por tal o cual escriba… 
 
Con esto queremos decir que sí, que hay muchos detalles que seguramente se nos escapen a la mayoría de las personas que leemos a J.R.R. Tolkien, así directamente o lo que su hijo Christopher dio a la luz pública tras la muerte de su padre.
 
Sin embargo, eso no ha de querer decir que no nos gustaría saber, por ejemplo, como era Galadriel cuando era niña o cosas similares o qué pudo hacer con su vida independientemente de lo que Tolkien escribiera sobre la misma. Y es que si hay discusiones sobre si la misma fue expulsada del Reino Bendecido o se fue porque quiso… ¿porqué debe preocuparnos que se quiera, siquiera, elucubrar, con lo que pudo ser su vida, la no escrita?
 
Seguramente, habrá quien diga y crea que con lo que se está viendo en la serie de Amazon se están tergiversando muchas cosas y que así no se va a ninguna parte.
 
Sin embargo, creemos que sí se va a alguna parte: a que muchas personas, que no se han llevado a los ojos la obra de Tolkien quieran hacerlo a partir de esto y que, al fin y al cabo, pueda expandirse el conocimiento de autor tan admirable y tan digno de ser tenido en cuenta (salvo para los que otorgan el Premio Nobel de literatura que se precian de dárselo, muchas veces, a personas que las conocen en su casa a la hora de comer…)
 
Es verdad que para los más frikis de la cosa esto es algo intolerable porque se está engañando a la gente con cosas que nada tienen que ver con los libros. Sin embargo, a tales personas (conocedores al más mínimo detalle del listado de realidades puestas arriba) les tenemos que decir que a los ignorantes en tales situaciones nos importa un bledo no saber al dedillo eso dicho arriba porque gozamos con la obra, así, en general. Y que nos gusta mucho y más que mucho que la cosa se “extienda” a terrenos inexplorados por inexistentes.
 
Y sí, pueden ustedes reírse todo lo que quieran sobre lo aquí escrito pero al que esto escribe le va a importar el mismo bledo que el expresado arriba y va a seguir disfrutando con un mundo que, ahora, se ha abierto más de lo que estaba abierto. Y sí, la ventana a la Tierra Media, título que ha dado nombre a la serie sobre Tolkien aquí puesta, deja ver más Tierra, vemos más lejos y eso nos gusta.
 
Y a quien no le guste tal serie no tiene problema alguno porque puede dirigirse su interés a La Casa del Dragón (o como se llame) o a toda su parentela anterior que tanto debe a El Señor de los Anillos.
 
Por cierto, ¿hay alguien de las personas que lea esto que no le hubiera gustado saber más allá de lo escrito? Quien haya escrito y lo haya hecho con personajes, sabe muy bien que sí…
 
Amén.
 
 
Eleuterio Fernández Guzmán
 

Panecillos de meditación

Llama el Beato Manuel Lozano GarridoLolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

Panecillo de hoy:

Tierra Media: otra Tierra, esta Tierra. 

Para leer Fe y Obras.

Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna. 

25.07.22

Un amigo de Lolo - “Lolo, libro a libro” – Así habla Dios

Presentación

Beato Manuel Lozano Garrido, beato Lolo sonriendo

Yo soy amigo de Lolo. Manuel Lozano Garrido, Beato de la Iglesia católica y periodista que vivió su fe desde un punto de vista gozoso como sólo pueden hacerlo los grandes. Y la vivió en el dolor que le infligían sus muchas dolencias físicas. Sentado en una silla de ruedas desde muy joven y ciego los últimos nueve años de su vida, simboliza, por la forma de enfrentarse a su enfermedad, lo que un cristiano, hijo de Dios que se sabe heredero de un gran Reino, puede llegar a demostrar con un ánimo como el que tuvo Lolo.

Sean, las palabras que puedan quedar aquí escritas, un pequeño y sentido homenaje a cristiano tan cabal y franco.

Continuamos con el traer aquí textos del Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo. Lo hacemos ahora con “Las golondrinas nunca saben la hora“ libro con el que damos comienzo un año nuevo, el 2022. Y, para más información, digamos que se trata de un diario que abarca entre el 2 junio de 1961 y el 20 de agosto de 1965 o, lo que es lo mismo, contempla la vida de Manuel Lozano Garrido durante cuatro años.

Así habla Dios

 

“No hay planta maligna que sofoque el germen de eternidad que hay en tu corazón. La enfermedad es como esa mano que exprime los limones, que, cuanto más aprieta, más jugo arranca. ¿No te das cuenta que lo que el dolor viene a ser, es, como un milagro, que acelera la madurez de los hombres? Exprime, pero es porque se hace necesario arrancar el amor que es la razón de la existencia”.(Las golondrinas nunca saben la hora, p. 73)

  

Estas letras las titulamos “Así habla Dios” porque, en efecto, el autor del libro, a saber, Lolo, pone en boca del Creador estas palabras. Y es que, como sabemos, no es la única vez que hace esto el Beato de Linares (Jaén, España) sino que, por ejemplo tiene un libro completo de título Reportaje desde la cumbre en el que el Todopoderoso se dirige a su criatura humana. 

Seguramente estas palabras, puestas en boca del Creador, justifiquen a la perfección o, mejor, den forma de manera absoluta, a lo que Lolo entendía por padecer el sufrimiento y sobrenaturalizar el mismo. 

Es verdad que Manuel Lozano Garrido sufrió mucho, físicamente, a lo largo de sus pocos años de vida. Sin embargo, no es menos verdad que, como aquí nos dice Dios, por mucho mal, por muy fuerte que sea la planta maligna que todo pretenda estropearlo… en fin, como no que no va a poder con aquello que está en el corazón de quien sufra (y no sólo, ahora decimos, de Lolo pero, sí, hablamos de nuestro amigo de Linares) 

¿Qué hay en el corazón? 

Teniendo en cuenta que es el templo del Espíritu Santo, no nos extraña nada que se aluda al “germen de eternidad” que hay en el mismo y que, como tal, como germen, es una semilla que al fructificar (si la dejamos fructificar) va a dar un fruto tan gozo como es, precisamente, la eternidad que viene a ser como el supremo anhelo de todo creyente en Dios Todopoderoso. 

Pero es que se alude aquí, claro, a la enfermedad como mal que acecha y, en el caso de Lolo, directamente ataca su vida como ser humano. Y la misma, en el fondo, no es algo tan negativo como de ordinario se piensa. 

Se podrá decir algo así como “claro, como la enfermedad la padeció Lolo… bien que podemos elucubrar con las consecuencias de la misma a nivel espiritual…”. Sin embargo, si bien esto es cierto (que padeció su propio mal) no es poco cierto que esto nos lo podemos aplicar a nosotros mismos y, sí, también a nosotros se nos puede exprimir como ese limón del que habla Dios/Lolo. Pero es que, para que dé fruto tal limón/corazón y el jugo pueda ser aprovechado por quien es exprimido se hace necesario que se sepa sobrenaturalizar el sufrimiento, como hemos dicho arriba. Y es que podemos parafrasear la expresión bíblica y decir que “quien esté libre de enfermedad que tire la primera piedra”. En fin… 

Pues bien, entender de una manera tan espiritual y tan acertada el sufrimiento y el mal que se sufre no es poca cosa sino mucho y más que mucha pues es atender a lo que verdaderamente importa en el padecer… 

Podemos acabar, de todas formas, estas palabras con lo que dice el refrán acerca de que “no hay mal que por bien no venga”. Y eso… que vino por mucho bien el sufrimiento de Lolo.

Eleuterio Fernández Guzmán

Llama Manuel Lozano GarridoLolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

Panecillo de hoy:

Saber sufrir, espiritualmente hablando, es un verdadero tesoro.

Para leer Fe y Obras.

Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.

14.05.22

La Palabra para el Domingo – 15 de mayo de 2022

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Como es obvio, hoy no es domingo 15 sino sábado 14 de mayo de 2022. Esto lo decimos porque hemos publicado hoy el comentario del Evangelio que siempre hemos traído aquí en día, precisamente, domingo. Sin embargo, un amable lector, sacerdote, me hizo la sugerencia de poner el comentario del Evangelio del primer día de la semana, el sábado porque, como es verdad y lamento no haberme dado cuenta, el texto del Evangelio de la Santa Misa del sábado por la tarde es el del domingo siguiente.

 

También lamento no haberme dado cuenta de que publicando este comentario a determinada hora de España aún es viernes en la América hispana. Por eso, y por cumplir con el horario y que las cosas sean razonables, es publicado este comentario ahora, a esta hora en España cuando ya es sábado en América. Y a lo mejor es posible que haya quien piense que decir esto no hace falta pero con franqueza digo que creo es necesario y más que necesario. 


Jn 13, 31-33a. 34-35

“31 Cuando salió, dice Jesús: ‘Ahora ha sido glorificado el Hijo del hombre  y Dios ha sido glorificado en él. 32  Si Dios ha sido glorificado en él, Dios también le glorificará en sí mismo y le glorificará pronto.’ 33 ‘Hijos míos, ya poco tiempo voy a estar con vosotros. 34 Os doy un mandamiento nuevo: que os améis los unos a los otros. Que, como yo os he amado, así os améis también vosotros los unos a los otros.  35 En esto conocerán todos que sois discípulos míos: si os tenéis amor los unos a los otros.’”

COMENTARIO

Un mandamiento muy difícil de cumplir 

En la Última Cena Jesús dijo muchas cosas de importancia e hizo otras tantas de no poca relevancia. Así, por ejemplo, fue el momento en el que se celebró la primera Eucaristía y, también, cuando estableció el sacerdocio. 

El momento que traemos aquí hoy corresponde al momento en el que Judas sale del Cenáculo para cumplir con la traición hacia el Maestro. Y habla, Cristo, de lo que ha de ser su glorificación… en la Cruz. 

Todo lo dicho, sin embargo, tiene un punto álgido. Y es cuando el Hijo de Dios establece lo que él mismo llama mandamiento nuevo. Y es que, en verdad, no es sólo nuevo sino que sirve de cauce a muchos de los ya conocidos. 
Jesús da un mandamiento nuevo. Si el resto de mandamientos habían sido establecidos por su Padre y entregados a Moisés en su camino por el desierto hacia la tierra prometida, era ahora el Hijo quien establecía un nuevo. 

En realidad, lo mismo que el resto de Mandamientos (10) podía ser seguido y cumplido… o no seguido y no cumplido. Esto caía del lado de cada hijo de Dios. 

El mandato es: amarse unos a otros. Y esto parece fácil de entender porque cualquiera sabe lo que eso significa. 

Evangelio juan 13, 31 35

Sin embargo, Jesús añade algo que es crucial en este caso y, como suele suceder, en todo lo que hace y dice: hay que amarse de una forma muy especial que consiste, en esencia y básicamente, en hacerlo como Él lo había hecho con ellos. 

Antes que nada, decimos que el Amor de Dios no tiene condición a cambió. Es decir, el Creador ama a su descendencia aunque la misma tenga por costumbre y vicio olvidarlo y darle la espalda, esconderlo lo más lejos posible de su vida y, por si eso no fuera ya suficiente, zaherirlo en cuanto algo le sale mal. 

En cambio Cristo, diciendo eso que dice se pone de ejemplo. 

Sabemos, ellos también lo sabían, cómo los había amado. Lo que aún no sabían es cómo los iba a acabar de amar al entregar su vida en una cruz. 

Nosotros, sin embargo, tenemos ventaja al respecto de aquellos Apóstoles que cenaban con Él aquel día de la Pascua judía. Y es que nosotros sí sabemos, a ciencia y corazón ciertos, cómo fue su muerte y cómo se comportó ante ella: perdonando, intercediendo por sus verdugos y, en suma, amando. 

Aquella forma de amar era muy especial. Y es que lo era hasta el extremo de dar su vida a cambio del perdón de Dios hacia sus hermanos los hombres. Y aquella forma de amar, entregada, sin mirar  a sí mismo sino el interés de su prójimo…. era la forma de amar que quería se viese entre sus discípulos. 

El caso es que Jesús quiere que se vea. Es decir, no quiere que el amor entre los suyos sea algo íntimo, de casa para dentro. No. Lo que quiere es que, viendo los demás no creyentes cómo se aman sus discípulos sabrán, por tal amor, que eran sus discípulos. Y así servir de ejemplo y que se pudiera decir de ellos, como se dijo, “mirad cómo se aman”. 

Tal amor, el Amor, en definitiva de Dios, era el que quería Jesucristo para todos los que, de una manera o de otra, se decían ser seguidores suyos. 

El caso es que tal amor no siempre es fácil de poner en práctica. Y es que son muchos los egoísmos en los que nos movemos, muchas las incomprensiones que atesoramos en nuestro corazón y, en fin, muchas las ocasiones en las que no somos capaces de amar cuando deberíamos amar o  perdonar cuando deberíamos perdonar. Y tal es la gran prueba que debemos superar para que, en efecto, puedan decir de nosotros el “mirad como se aman”.

 
PRECES

Por todos aquellos que no creen en el Amor de Dios por sus criaturas.

Roguemos al Señor.

Por todos aquellos que no son capaces de amar como Cristo amó.

Roguemos al Señor.

 
ORACIÓN

Padre Dios; ayúdanos a amar como tu Hijo nos amó a nosotros.

Gracias, Señor, por poder transmitir esto.

El texto bíblico ha sido tomado de la Biblia de Jerusalén.

Eleuterio Fernández Guzmán

    

Panecillos de meditación

Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

Panecillo de hoy:

Glorificar a Dios es nuestro deber. 

Para leer Fe y Obras. 

Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.